Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre vampiros y guerras II por giskaro

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La narración es en primera persona, son los POV de los protagonistas. En fin ando corta de tiempo, así que esta segunda entrega va dedicada a Prix-DarkHeart, por insistirme en que escribiera la continuación, nena espero y te guste, es solo tuyo y de las demás lectoras. Como en la primera parte, inspirado en las crónicas vampíricas de Anne Rice.

Entre vampiros y guerras II

 

 

 

POV por Kyuhyun

 

Han pasado ya tres años desde la última vez que te vi. Aaah, que eternos se me han hecho todos y  cada uno de esos días, cada noche que he pasado en mi solitario departamento no he hecho otra cosa más que recordar los breves momentos que pase junto a ti, para que mentir que yo también me he convertido en un ser nocturno, si, no uno sobrenatural, pero si en una persona que vaga hasta altas horas de la madrugada para buscar un rastro que me indique que aún sigues caminando en este mundo terrenal.

 

No ha habido mujer u hombre que pueda sustituir lo que sentí al hacer el amor contigo, mi hermoso y angelical vampiro, ni siquiera lo he intentado. No tengo motivo para hacerlo, no me atraen, ahora comprendo que lo que sentí hacia ti no fue solo por tu condición de vampiro, no mi querido Lee Sungmin, no, lo que  siento por ti es amor. Sabes, me he encontrado con algún otro vampiro, los reconozco fácilmente, y por ninguno de ellos he sentido nada ni la más mínima atracción.

 

Mis colegas dicen que he cambiado mucho, que me he cerrado en un  pequeño circulo donde nadie tiene cabida, no comparto nada con ellos más que el trabajo, nadie me lo ha dicho, pero se que debo tener un aspecto horrible, apenas y  duermo tres horas cada día, durante el día debo atender mi trabajo  como fiscal, y por las noches te busco y cuando dejo mi búsqueda y regreso a mi departamento paso mi tiempo recordándote hasta que el cansancio me vence. Pero todo eso no me importa, no me importa si con ello consigo una pista para encontrarte.

 

A ojos de los demás debo parecer un loco, de un día para otro me vieron devorar libros enteros sobre vampiros e historia coreana. Y en uno de esos tantos libros te encontré, si te encontré. Era un libro de historia que contenía fotografías y retratos de personalidades de la historia, el tuyo era un retrato muy antiguo que habían pintado en honor a tu padre, pues según lo que leí eras su primogénito y estabas por terminar tus estudios en el Silhak y unirte al gobierno, pero desapareciste repentinamente y como regalo hicieron ese retrato para tu padre.

 

Me preguntó si sufriste con ese cambio repentino, que habrás sentido al separarte de tu familia y luego ver a todos morir. Quisiera que compartieras tus recuerdos conmigo.

 

Hoy hay nuevas noticias en la fiscalía, al parecer un grupo de mafiosos iba a llegar a  hacer negocios a Corea, como siempre yo andaba en mi mundo personal que solo tiene dos habitantes, tu y yo, pero algo en la conversación llamó mi atención. Entre ese grupo se mencionó el nombre de T.O.P.,  el famoso empresario que luego de su partida se comprobó que no era más que un sucio delincuente, claro que lo que no supieron es que también es un vampiro.

 

Por un momento sentí miedo, miedo porque al saber que él seguía vivo  pudiera significar que tú no existieras más, pero también nació en mi la esperanza de que no estuvieras muerto y que estuvieras siguiendo a aquel sujeto y en pocos días pudiera volver a verte recorriendo las calles semi obscuras de Seúl. Cuando por fin llegó el día de arribo de esos tipos, salí del trabajo corriendo y regresé a ese lugar, aquel lugar que era tu refugio, el lugar donde hicimos el amor, el lugar donde me enamoré de ti, no eso no, porque yo me enamoré de ti en aquel sucio callejón donde te vi  por primera vez.

 

Durante todo el primer año de tu partida estuve viniendo a este lugar todas las noches, pero sólo encontraba el polvo acumulándose, pero aun así seguía conservando tu olor, un olor dulce, pero en estos momentos había algo diferente, no había  ni una mota de polvo y tu olor se incrementó, mi corazón latió más rápido, era  un hecho que tu habías regresado. Decidí esperarte, deseaba tanto volver a verte, y con esa ilusión me quede dormido.

 

Desperté cerca de las 9 de la mañana, me levanté de la cama y  salí a buscarte, tal vez te hubieras acostado en el sofá de la sala, pero no, no estabas ahí y en medio de la oscuridad que guardaban esas gruesas cortinas empecé a llorar como un tonto, mi esperanza, mi ilusión y mi amor sufrieron un grave daño, es que acaso no querías volver a verme, para ti fui solo un segundo de tu larga existencia. Sungmin, mi Sungmin si todavía vives permíteme estar a tu lado.

 

Cerca de las 12 del mediodía llegue a mi trabajo, ninguna noticia de mayor importancia, más que la llegada del grupo vampírico. Fui a atender los pendientes que tenía y a esperar que de nuevo cayera la noche, mi noche. Cuanta desesperanza y fe puede caber en el corazón humano al mismo tiempo, ¿los vampiros también pueden experimentarlo?

 

Llegué a uno de los viejos prostíbulos y con mucha fama, si se le puede decir así, no espero verte, solo fui a tomar un par de tragos ya que mañana es mi día de descanso. Las putas del lugar se me acercan y  de nueva cuenta las rechazo, no se porque lo vuelven a hacer cada vez que voy si siempre les hago lo mismo. Cuanto tiempo he pasado en este muladar, veo la hora y son casi las dos de la madrugada es hora de irme, recorrí nuevamente el lugar con la mirada una última vez antes de salir.

 

Me quedé petrificado, no sabía que hacer, cuantas veces soñé con volver a verte y ahí estabas, en medio de las horribles luces de aquel lugar pude ver que  eras tú, no habías cambiado nada, seguías igual o más hermoso que hace tres años. Quise acercarme a ti, correr y preguntarte mil cosas, abrazarte y besarte. Pero casi como si me hubieras leído la mente clavaste tus ojos en los míos, diciendo con la mirada que no me acercara. Vi que giraste tu rostro y sonreíste, hasta ese momento me percate que estabas acompañado por otros vampiros, la palidez de sus rostros y la elegancia de sus gestos lo  demostraba, se levantaron y en fracción de segundos desaparecieron del lugar.

 

POV por Sungmin

 

Los vampiros somos los seres más desafortunados del mundo, condenados a vagar por la eternidad, viendo como todo a nuestro alrededor muere excepto las rocas. Un vampiro solitario es el más susceptible de caer en la locura, los más antiguos confirman este hecho, mientras más viejo y solo estés, más rápido caerás en la locura, gracias a ello se deriva la ley de que todo vampiro debe tener un compañero, pero para encontrar a tu verdadera pareja de eternidad  debes andar muchos caminos y muchos años antes de hallarlo.

 

Mi creador pensó  que mi belleza era la respuesta a su eternidad y por eso me convirtió, pero con el paso de los años se dio cuenta que yo no era el predestinado a estar junto a él. Antes de separarnos me advirtió que debería buscar a mi compañero o compañera que me ayudara a hacer más llevadera mi vida eterna, sin embargo, desde que me separé de él no he experimentado la necesidad de tener compañía.

 

He conocido cientos de vampiros y miles de humanos y ninguno me atrajo. Me hice amigo de algunos vampiros, aún lo somos. No somos un grupo grande, pero nos une el mismo objetivo y el amor que sentimos hacia los humanos, el resto nos llaman los Blue Blood, pues el más antiguo de nosotros fue un príncipe heredero y fue quien creo nuestra hermandad. Incluso entre ellos, que son de los vampiros más hermosos que conozco nunca sentí atracción alguna. Antes de ti no hubo nadie.

 

Supongo que querrás saber porque desaparecí sin despedirme siquiera, no se si lo entiendas, se que me amas, lo leí en tu mente. Se todo de ti, todo lo que has vivido, amo ver lo que piensas y lo que sientes, al igual que del resto de humanos, por ello no quise convertirte en mi compañero, aún no se si eres tú el que me debe acompañar en esta eterna soledad, no se si puedas soportar  la transformación o volverte loco de inmediato. No quiero repetir el error que hicieron conmigo y condenarte a vagar solitario por cientos de años tal como me pasó a mí.

 

Hace tres años me fui,  si, pero siempre me mantuve conectado a tu mente, ahora tienes 26 años, finalmente has llegado a tu plenitud, esta noche que volví a verte supe que has alcanzado el máximo grado de tu belleza física, pues en ella se expresa fácilmente tu inteligencia y astucia, lo que en el pasado no se podía apreciar a simple vista. ¿Estas listo para convertirte  en alguien como yo? O ¿Estaré listo yo para no volver a oír tus pensamientos nunca más y aceptar que tu mente se cierre a mí?

 

Por fin mis compañeros y yo hemos logrado reducir el enorme grupo de vampiros que planeaban la aniquilación de los humanos, el grupo de jefes huyó de nuestro último ataque y se vino a refugiar en Seúl, en parte a ello se debe mi regreso, mi hermandad los siguió hasta aquí. Sabemos que es imposible acabar con todos, pero al menos si terminamos con los líderes, el resto no se atrevería a enfrentarse a nosotros. Esta guerra esta casi por concluir.

 

Hemos perdido a varios compañeros en esta lucha, y tal vez yo también muera. Hasta que acabe esta guerra no te convertiré en mi compañero, porque Cho Kyuhyun, yo también te amo.

 

Al verte de pie en el muladar aquel quise acercarme a ti, pero me tuve que contener, no quiero ponerte en peligro y tampoco convertirte y dejarte abandonado si me matan durante esta guerra, me comprenderías, no lo sé pero mis amigos si y por eso nos fuimos del lugar, además de buscar un lugar para descansar, ya que tu habías irrumpido en mi antiguo refugio y tal vez fueras a buscarme ahí nuevamente, como la noche anterior. Perdóname.

 

Ya han pasado dos semanas desde nuestra llegada a Seúl, durante todo este tiempo hemos visto todos y cada uno de los movimientos de los otros vampiros, ahora sabemos cuales son sus puntos débiles y es en ellos donde vamos a atacar. El día esta decidido, la hora se acerca. Prácticamente todos estamos en peligro pues es cerca de la salida del sol, aunque tal vez el clima se ha puesto de nuestro lado con una torrencial tormenta que ha ocultado la luz de la luna haciendo la noche más obscura todavía más.

 

Llegamos al lugar, nos encontramos una nueva manada de nuevos vampiros, no nos importan sabemos los débiles que son y que son más propensos a morir por tan solo un leve rayo del sol. No sabemos cuantos son, matamos y matamos a esos pobres infelices pero siguen saliendo más,  cuanta muerte han causado estos seres hambrientos de sangre, son como una pandemia cuyo fin es destruir la humanidad.

 

Aunque estamos ocupados terminando con el clan de vampiros, pudimos escuchar ruidos en el exterior, ruidos que correspondían a sirenas de patrullas, por un momento en mi mente se dibujo tu imagen, ese breve instante fue aprovechado por alguien que leyó lo que había en mi cabeza, me sonrió de una forma cínica y salió para dirigirse de donde provenía el escandalo. Quede paralizado por un instante, pues pude ver claramente lo que planeó el desgraciado aquel, unos de mis amigos me hizo reaccionar casi de inmediato y salí tras él, pude seguirle rápidamente pero al llegar y ver lo que había hecho disparó mi ira.

 

Al momento de salir a la calle pude ver a casi todos los policías y fiscales que fueron a hacer una redada para atrapar a esos  “delincuentes” muertos y otro tanto heridos, te busque rápido con la mirada pero no estabas ahí, no me quedaba otra opción que buscarte con mi mente, te encontré a tres calles de donde yo estaba, en un callejón, vi a través de tus ojos que frente a ti estaba el vampiro que logró atravesar el muro  de mi cabeza. Vi sus intenciones, no era beber tu sangre, era matarte de forma cruel para que yo te encontrara. Pude ver el momento en que sacó una daga y atravesó tu piel, un repentino movimiento tuyo desvió mi visión, pero luego dirigiste tu  mirada hacia ese vampiro y observamos al mismo tiempo como lamía la sangre que manchó la daga y su mano.

 

No lo soporte más y me dirigí al lugar donde te encontrabas, el bastardo empezó a reírse a carcajadas cuando me sintió llegar, pero no tardó  en borrarla cuando mi katana le cortó la cabeza. Me acerque a ti, la blanca camisa que llevabas se pintó rápido de rojo, la sangre se extendía rápido y más con ayuda de la lluvia que caía sobre nosotros. Me arrodillé y te acomodé sobre mis piernas, pude notar lo  grave que era la herida, tu respiración era muy débil pero aún así te esforzaste para hablar:

 

-Sung…Min, al… al f-fin pu…e…do ver…te- dijiste emitiendo una hermosa sonrisa, en ese momento empecé a sentir como mi rostro se humedecía y no por la lluvia, pues el liquido que resbalaba por mis mejillas era cálido y de color rojo y un gota cayó en tu bello rostro.

 

-Kyuhyun, no, no por favor, no puedo perderte a ti también- dije entre lágrimas.

 

En ese momento llegaron  dos de mis compañeros –Sungmin, ¿es él?- me preguntó uno de ellos, a lo que asentí con la cabeza.

 

-Dos de los líderes han conseguido escapar, pero cuatro de nosotros los están siguiendo, en cuanto a él, no debe quedarle mucho tiempo, tienes que decidirte, por lo pronto te ayudaremos a llevarlo a tu refugio, y allí deberás hacer lo que te dicte tu corazón y conciencia.

 

¿Corazón? Ese músculo que no late  desde hace tres siglos, que irónico ¿no?, se que tratan de consolarme a su manera, pero no puedo evitar sentir dolor por causarle algún daño a Kyuhyun.

 

30 minutos han transcurrido desde que ese imbécil te hirió, ahora estamos en mi casa, nos han dejado solos, se que estas consciente, aunque parezca poco tiempo mi cerebro ha debatido la idea de convertirte en vampiro, pero necesito que tu también me des tu consentimiento, ¿lo aceptarás?

 

-Kyuhyun, yo… yo puedo salvarte, pero de todos modos morirás, se que casi no tenemos tiempo, tu herida es demasiado grave y has perdido mucha sangre- ese es otro problema, el olor de la sangre me atrae mucho- yo puedo convertirte en algo como yo, en un vampiro.

 

-Sung…Min, e-eso sig…nifi…ca q-que esta…remos juntos, ¿ver…dad?- dijiste con mucho trabajo y con un gesto de dolor en tu rostro.

 

-No te lo puedo asegurar, al menos el tiempo que tu creas necesario o soportes mi presencia- te respondo con una triste sonrisa en mi rostro.

 

-P-Por siem…pre- me contestaste y empezaste a sumirte en la inconciencia, rápido acerco mis labios a tu cuello, mis pequeños y afilados colmillos se clavaron en tu piel, traspasando tu carne y brotando el líquido rojo que mi boca empezó a succionar. Que hermoso sonido, es la más bella canción, los latidos de tu corazón que se vuelven acompasados, es el éxtasis, muy similar al orgasmo que se obtiene mediante el sexo. El ritmo de tu corazón es muy lento, casi a punto  de detenerse, es el momento de regresarte tu sangre mezclada con la mía. Me separó de tu cuello, con una de mis uñas desgarré el mío, dejando fluir un hilo de sangre, te senté un poco y acerqué mi cuello a tú boca y te ordené beber –Bebe Kyuhyun, por favor, bebe de mi sangre -sentí como tus labios se movieron y como tu lengua empezó a lamer la sangre que escurría, y luego te aferraste con tu boca a beber de aquel liquido con sabor metálico.

 

De pronto paraste de beber y te doblaste del dolor, no del dolor de la herida pero si del dolor de tu muerte, tu muerte humana y tu nacimiento como vampiro. En cuestión de un par de horas, terminó todo el proceso, todos tu fluidos vitales estaba ya fuera de tu cuerpo, tu piel resplandecía casi tanto como la mía, te ayude a pararte y te llevé al baño, donde llené la tina con agua caliente, para luego empezar a despojarte de  tus ropas sucias, las tiré a la basura, te sumergiste en la tina y te ayudé a lavarte, ese cuerpo aun lo llevo grabado en mi memoria, cada parte de el me recuerda la noche en que hicimos el amor.

 

Una vez limpio me dijiste  que tenías hambre, sabía que como un recién nacido no ibas  a aceptar beber el liquido del que yo tomo, pero grande fue mi sorpresa cuando tu mismo me lo pediste, busqué una de las botellas y te la di, la bebiste demasiado rápido. Era ya de día, aunque estábamos seguros en el refugio, te tomé de la mano y te llevé a dormir, necesitas descansar, lo que te espera no es nada sencillo.

 

POV por Kyuhyun

 

Eran casi  las ocho de la noche cuando el jefe nos avisó de la redada que se iba a hacer contra la banda de vampiros, era esa misma noche o más bien madrugada, nos dirigimos a la sala de reuniones, solo teníamos unas cuantas horas para planear el ataque, casi todos se oponían a que yo fuera, mi condición no era buena para ellos, pero insistí tanto que por fin me dejaron. El clima era un asco total, se acuerdo al noticiero había provocado inundaciones en algunas partes de la ciudad, la lluvia era tan fuerte que la visión a momento de conducir era casi nula.

 

En cualquier otro momento u otro caso me hubiera negado en participar, pero aún tenía esperanzas de verte y poder hablar contigo. Llegamos a aquel sitio, nos empezamos a bajar de los autos y patrullas para poder iniciar el plan que trazamos, ya todos estábamos a punto de tomar nuestras respectivas posiciones cuando de pronto alguien salió de dentro del edificio. No tuvimos tiempo de reaccionar en cuestión de segundos casi todos mis compañeros de trabajo yacían en el suelo desangrándose un en unos más me encontraba sobre los hombros del sujeto y llegando hasta un callejón donde me aventó.

 

Me puse de pie rápido, note que el vampiro me veía con una horrible sonrisa en la cara –No se que ve en ti  el imbécil aquel –dijo con desprecio, ¿se referiría a Sungmin? –eres muy bello, pero no veo que tangas nada especial como para que un vampiro se preocupe por ti, si no puedo matarlo a él por lo menos si lo hare sufrir con tu muerte –terminó de decir para soltar una estruendosa risa.

 

Vi que sacó una daga y se acercó a mí, de pronto sentí como atravesó mi cuerpo con ella y le dio un giro para hacer más daño al órgano que  perforó, caí  al suelo de rodillas, levanté mi rostro y vi como lamía la sangre que quedó en la navaja  y que escurría por su mano, empezó nuevamente a reír pero se detuvo repentinamente y observe como su cabeza caía hacia un lado y su cuerpo hacia el otro.

 

Sentí a alguien recostándome, tenía los ojos cerrados, sentía las gotas de lluvia perforándome el  rostro, pero pude abrir los ojos y te vi mi dulce vampiro –Sung…Min, al… al f-fin pu…e…do ver…te–dije con algo de dificultad por el dolor pero con una sonrisa, al fin te tenía cerca, me sentí feliz.

 

-Kyuhyun, no, no por favor, no puedo perderte a ti también- por tu rostro escurrían lagrimas rojas mientras me hablabas, quise alzar mi mano y limpiar de tu bella cara pero no pude, no tenia casi fuerza, empezaba a perder el conocimiento, alcancé a escuchar que alguien hablaba contigo pero no pude entender que te decían, y luego ya no supe nada todo quedó negro.

 

No se cuanto tiempo pasó, si fueron minutos u horas que estuve desmayado, cuando abrí mis ojos te acercaste, vi que te  debatías en hacerme la propuesta que cambiaria mi vida para siempre, no me importaba perder mi trabajo, amigos o familia si te tenía a ti por la eternidad, solo quería saber si al convertirme en un ser como tú estarías allí para mí, -No te lo puedo asegurar, al menos el tiempo que tu creas necesario o soportes mi presencia- respondiste con un semblante triste.

 

-P-Por siem…pre- contesté, yo quería estar a tu lado toda la eternidad, sintiendo que volvía a quedarme dormido sucedió, tus labios tocaron mi cuello haciendo una ligera presión. No sentí dolor alguno cuando tus colmillos perforaron mi piel ni cuando empezaste a succionar mi sangre, solo una corriente eléctrica recorriendo mi espina dorsal, mi cuerpo empezó a quedar fláccido y te detuviste. Ahora tú acercaste mi boca a tu cuello, mis labios se mojaron con tu sangre, casi no podía reaccionar, la vida me estaba dejando, entonces me ordenaste beber de ti y así lo hice.

 

Que delicioso eras, no solo bebía tu sangre, bebí tus conocimientos y tu vida entera, ante mis ojos pasó cada momento de tus trescientos años de vida. Un dolor empezó a surgir en mi cuerpo, era un dolor diferente al del navajazo que tenía en mi vientre era un dolor muy intenso que afectaba todos mis órganos internos, ¿estaba muriendo? No, yo Cho Kyuhyun estaba naciendo por segunda ocasión.

 

Perdí la noción del tiempo, el tormento duró mucho tiempo o al menos eso me pareció a mí, cuando todo terminó estaba hecho una porquería, Sungmin me explicó que era normal, que a él también le pasó, aun así me dio vergüenza exponerme así ante él. Me acompañó al baño y me ayudó a lavarme.

 

-Tengo hambre-dije cuando terminamos, te vi un poco dubitativo –anda, no seas malo e invítame una delas botellas que tienes en el refrigerador- apunté, cuando bebí de su sangre vi el amor que sentía hacia los humanos y como sufría al principio por tener que beber de su sangre, yo no quería verlo sufrir y decidí que yo me alimentaria de la misma forma que él. Era un poco extraño, o al menos lo era al principio, pero ya me acostumbre.

 

Ya son cuatro años que llevamos juntos, el me entrenó para usar espadas y defenderme del otro grupo de vampiros, ahora soy parte también del clan de los Blue Blood, en este momento nos estamos preparando para atacar, nos hemos enterado que los sobrevivientes del otro clan planean despertar al Padre, a la esencia misma del vampirismo, al primer vampiro que existió, el más cruel y sanguinario  vampiro de todos los tiempos.

 

Te veo llegar junto con nuestro líder, me regalas una de tus hermosas sonrisas y te me acercas, me ofreces tus labios, nos disculpamos con los demás y nos retiramos para amarnos y entregarnos, la batalla final será mañana, tal vez esta sea la última vez que podamos retozar en los brazos del otro.

 

Nos desnudamos mutuamente, besamos,  lamemos y mordemos cada parte  de nuestros cuerpos, como me he hecho adicto a ti, nunca me canso de recorrer tu cuerpo, eres el único ser que me provoca erecciones con solo una mirada, te preparo para que estés listo para recibirme dentro de ti. Poco a poco me abro paso para penetrarte, esa calidez que guardas en tu interior me enloquece, empiezo a moverme lentamente, sonrió al escuchar tus gemidos, no hay  canción más hermosa a mis oídos que la melodía que sale de tus labios  cuando hacemos el amor. Aceleró los movimientos de mi pelvis, me uno a  tus gemidos, en la soledad de aquel refugio solo se escuchan un par de voces jurándose amor eterno. Alcanzamos el climax el mismo tiempo, ese es el punto en el que te digo –Te amo Lee Sungmin- para luego escuchar tu respuesta –Yo también te amo Cho Kyuhyun.

Notas finales:

¿Qué tal quedó?  merezco un rev, si me van a lanzar tomates y lechuga esperen voy por un plato para hacer una ensalada


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).