Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Menos que un amor, más que un amigo por Sayuki Megu

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Realmente me siento estúpido, corriendo por las frías y congestionadas calles del centro de esta enorme ciudad, si alguien me hubiera dicho que un día frío de invierno yo estaría corriendo tras el amor de mi vida y que este sería un hombre me habría reído en su cara y porque no, hasta le hubiera llamado “estúpido” pues eso no sucedería ni en sus mejores sueños ni en mis peores pesadillas… o eso creí yo y es que todo empezó aquel extraño día de primavera.

El invierno estaba terminando, por fin había conseguido un trabajo después de haberme graduado de la universidad, y es que después de 6 meses con un título universitario y trabajando en pequeños negocios y de medio tiempo era realmente frustrante.

A pesar de que aun hace frío (odio el invierno, el frío intenso esa sensación de no poder hacer las cosas con libertad me asfixia, pero al parecer el final del invierno traía cosas buenas) tengo energía y puedo decir que estoy contento por cómo se desarrollan actualmente las cosas en mi vida. A casi un mes después de mi primer día de trabajo me presenté temprano y no está de más decirlo, elegante y formal, el calor empezaba a sentirse un poco más ahora que se adentraba la primavera el día pintaba normal, cotidiano hasta que apreció él frente a mí.

- Kyouya, buenos días – erala voz de mi jefe tras el auricular del teléfono - preséntate en mi oficina inmediatamente, te tengo una sorpresa

- Inmediatamente señor – me acomodé los lentes que habían resbalado un poco sobre el puente de mi nariz, tomé mi agenda y me dirigí a la oficina de mi jefe, un gran hombre y sobre todo un gran líder, había demostrado gran capacidad para dirigir y llegar a las metas a pesar del reducido equipo de trabajo y la sobrecarga de trabajo que teníamos en el departamento. Toqué a la puerta, inmediatamente recibí la instrucción de entrar. Frente a mí en su silla mi actual superior, a su lado (y es que no pude pensar en otro calificativo) un ángel de cabellos dorados y ojos azules que denotaban total confusión mientras en sus labios se dibujaba un leve sonrisa de cortesía - buenos días – lancé de manera general

- Buenos días Kyouya! Tú sabes los problemas de personal que tenemos, así que después de arduas negociaciones ¡me autorizaron presupuesto para contratar una persona más! ¿no te da gusto? – dijo de manera jovial mi jefe levantándose de su asiento – Te presento, él es Tamaki Shou, egresado de la misma carrera que tu y de la misma universidad, y es que después de ver tu rendimiento no dudé en contratarlo – dijo con una gran sonrisa mientras empujaba sutilmente a Tamaki hacia mí para saludarnos formalmente – espero no nos decepcione ¿verdad Kyouya? … Tamaki te presento a Kyouya Ootori, él será a partir de ahora tu jefe inmediato, estarás a sus órdenes, procura no ser un subordinado sino un colaborador, un amigo, su mano derecha.

- Tamaki Shou, es un placer conocerte – dije tendiéndole mi mano para estrecharlas, con la sonrisa mas amable que puedo mostrar (que no es gran cosa, estoy seguro que ahora piensa que soy un huraño)

- Kyouya, el placer es mío, por favor oriéntame de ahora en adelante – dijo él estrechando mi mano y sonriendo ampliamente (esa sí era una sonrisa de verdad!)

 

No voy a negarlo, Tamaki me tenía impresionado era un chico que aprendía bastante rápido y se adaptaba con facilidad a los cambios (sobre todo a mis cambios de humor). Nuestra empresa se encarga de grandes proyectos de publicidad y nuestro departamento se encarga del diseño de los mismos, somos pocos trabajadores y eso causa que casi siempre debamos trabajar horas extras, y aunque por la misma carga de trabajo los compañeros no pudieron llevar a cabo la fiesta de bienvenida a Tamaki (siempre buscan un pretexto para salir a divertirse, no los culpo aunque no comparto sus maneras de diversión) eso no causó que Tamaki en pocos días ya fuera amigo de la mayoría.

- Tamaki, necesito que vuelvas a revisar estas portadas, recuerda el concepto que se nos solicitó, después de hablarlo con el jefe coincidimos en que es casi perfecta… solo necesita … es lo que no sabemos, no puedo encontrarlo, por favor revísale y danos tu opinión, eres libre de modificar este boceto

- ¡Enseguida Kyou… señor!

- Si – digo dando media vuelta dejándolo con el trabajo, no estoy seguro de porque ya no me llama por mi nombre (y no estoy diciendo que me disguste, es solo que si lo hacía al principio, que acabábamos de conocernos… no entiendo ese repentino cambio) o porque parece tan feliz cuando le encargo un trabajo, supongo que al igual que yo, ama lo que hace, sin pensarlo me giro y le digo en voz un poco más alta para que pueda escucharme desde la distancia a la que estoy – confió en que harás un excelente trabajo – nuestros ojos se han encontrado y sus mejillas adquirieron un tono carmesí, no entiendo realmente porque dije algo así, pero parece que lo hizo feliz… y eso me hace feliz a mi … o eso creo … lo mejor es regresar al trabajo

Mientras voy corriendo, empujando gente a mi paso, escuchando cosas como “fíjate por dónde vas” o “imbécil” no puedo evitar recordar todos aquellos encuentros casuales y normales en la oficina que se hicieron especiales solo por el hecho de que él era la otra persona que los protagonizaba a mi lado.

- Maldita copiadora – murmuro para mis adentros (o eso creía yo) mientras abro lentamente una de las compuertas de la maquina tratando de localizar el papel atascado – ¿donde estas? – no logro encontrarla y azoto una de las compuertas

- Sino la tratas con cariño no funcionará – escucho esa voz ya tan conocida a mi espalda, giro lentamente observándolo con cara de querer ahorcarlo, no estoy para bromas - permíteme, yo la busco – sutilmente me hace a un lado y sus hábiles, delgadas y finas manos empiezan a hurgar entre esa maraña de compuertas, cartuchos, tornillos y tóner mientras yo, anonadado, no despego mi vista de sus manos, son preciosas, elegantes… mi vista va subiendo por sus hombros, llegando a la piel que se asoma entre el cuello de la camisa y sus rubios cabellos, su cuello pálido invita a mi vista a seguir subiendo llegando a sus labios donde me detengo, si tan solo estuvieran a mi alcance … ¡basta! (¿qué demonios estoy haciendo?) pasados unos minutos – y eh aquí el motivo de tu enojo – dice con esa sonrisa que me cautiva cada que se aparece en su rostro, mientras en su mano ondea una hoja arrugada llena de tóner

- Eeeh … gracias – digo un poco avergonzado tanto por mi enojo infundado como por mis pensamientos “insanos” hacia su persona - creo que te debo una

- Que vaaa, aunque… ¿qué te parece si desayunamos juntos y me invitas uno de esos bollos de queso que venden en la cafetería de enfrente? Así quedamos a mano – sonríe y sin esperar respuesta se da la vuelta diciendo en voz alta – vendré por ti a la hora del almuerzo

Y yo me quedo ahí, anonadado, pensando que no podría ser peor que desayunar con él (peor aún, perdiendo el tiempo desayunando) pero dos horas después nos encontramos en la cafetería de enfrente, yo he pedido un café solamente y él obviamente un bollo y un chocolate frío

- Kyouya … señor, en realidad no pensé que de verdad me acompañaría a desayunar

- ¿Por qué no? Y antes de que me contestes eso… ¿Por qué me llamas “señor”? – este es el momento de aclarar las cosas -

- Bueno… yo… es que todo mundo me dice que debo tratarlo con respeto y que a usted no le agrada de que le llamen por su nombre o lo traten de “tu”

- Eso te dijeron… pero tú no piensas así ¿me equivoco? … en ocasiones me tratas de “tu” otras de “usted” y al final siempre dices mi nombre a medias para sustituirlo por el “señor” – sus mejillas están sonrojadas y observa atentamente su taza con chocolate como si algo realmente interesante sucediese dentro, podría decirse que parece un cachorrito regañado, estiro mi brazo y acaricio su cabeza mientras ¿sonrío? (parece que a su lado es más fácil sonreír sin forzarme) – llámame Kyouya, te será más fácil – y ahora no solo sus mejillas están sonrojadas, sus orejas y su rostro completo está cubierto por ese tono carmesí que no es por nada, pero a él le luce genial

- Claro, Kyouya!

De verdad que qué recuerdo más estúpido es el de la copiadora, pero estaría mintiendo si dijera que no recuerdo todos y cada uno de nuestros encuentros tanto por trabajo como casuales en los sanitarios, en los bebederos, en la copiadora y era en esos pequeños instantes donde sentía que nos acercábamos mas, ¿en qué momento puse esa extraña barrera entre los dos? … si, si recuerdo, fue cuando escuché la confesión de esa chica.

 

La misma pequeña cafetería, se me había hecho costumbre pasar por un café y llevarle un pequeño bollo de queso a ese rubio cuando por razones de trabajo no me acompañaba a desayunar. Aunque ese día era diferente, esperaba mi café en la barra, a mi lado unas mesas bastante discretas, supongo que para las parejas, escondidas sutilmente tras unas plantas de interior, sin querer escuché a una chica se confesaba, (¡Dios, Matsuhia del departamento de publicidad!), expresaba su amor y le pedía a la persona que por favor saliera con ella (valla, ¡eso es valor!) y entonces la respuesta

- Lo lamento, yo ya tengo alguien que me gusta – me quedé helado ¿era la voz de Tamaki? … ¡Claro que era la voz de Tamaki! Y de repente un frío recorrió mi espina dorsal, tomé el café y la pequeña bolsa de papel marrón, no puedo decir que no, estaba impresionado y no solo porque se le confesaran, sino porque él la rechazará y sobre todo por esas palabras “ya tengo alguien que me gusta”. Llegué a la oficina, dejé sobre el escritorio de Tamaki el bollo y me fui a mi escritorio… (¿qué demonios me pasa, no es como si yo creyera que le podía gustar o que podíamos ser algo más que amigos… en primera y la más importante yo no debería pensar eso ¡él es un hombre! … ¡qué demonios me está pasando!) - Dejando claro, él solo es un amigo…hoy, mañana, siempre será un colaborador, un subordinado y en el mejor de los casos un gran amigo - digo esto en voz lo suficientemente audible para mí, es una extraña manía, pero cuando digo las cosas en voz alta pareciera que se hicieran realidad. Segundos después aparece su rostro frente a mi escritorio

- Kyouyaaa! Gracias, te acordaste de mi bollo, pero yo estaba en la cafetería y no te vi (como me ibas a ver si estabas muy ocupado… yaaa! Basta, él no estaba haciendo nada malo, no tiene la culpa)

- De nada, yo tampoco te vi… ahora sigamos con el trabajo – digo mientras me levanto y le acaricio la cabeza con mi mano, como ya se volvió costumbre, lo noto un poco triste y lo único que atino a decir es – y después ¿vamos por una cerveza?

- Claro! … Kyouya no sabía que bebías – decías tras de mi siguiéndome por el pasillo que conducía al baño, o al menos era a donde yo me dirigía ya con humor renovado-

- Jaja Tamaki, hay muchas cosas que no sabes de mi

- Pues quiero saberlas… hagamos más cosas juntos y creemos recuerdos juntos ¿sí?

- Claro, para eso somos amigos – y no sé si fue mi imaginación pero tu cara cambió un poco, y no solo eso mi corazón también cambió y no solo un poco, en realidad sentí como si algo se estrellara dentro de él.

Claro, como olvidar ese día, me juré que serías solo mi amigo, sin importar lo que tuviera que sacrificar, sin importar que al estar junto a ti, viendo como hacías tu vida personal, profesional y amorosa yo me desmoronara, me autodestruyera lentamente. Mientas pudiera tenerte a mi lado no me importaba verte con una mujer diferente cada mes, cada semana, cada borrachera de fin de semana. No importaba tener que fingir que no me importaba, que te comprendía, que te apoyaba. No me importaba destruirme mientras tú fueras feliz

Me pregunto si tu también recuerdas cuando te animaba para que consiguieras novia o si aun recuerdas cuando salíamos juntos o en pequeños ratos libres en el trabajo que hablábamos de tus “novias de ocasión” de cómo las conquistabas y yo absurdamente aplaudía tu hombría, tu astucia sobre el tema, tu doble cara… era verano cuando me pediste tal vez el consejo mas difícil de toda mi vida. Hacia algunos años habías sido novio de una chica, no negaré que era bonita e inteligente, querías reconquistarla, según tú ella era el amor de tu vida. Y sentados en esa cafetería que parecía más nuestra casa que nuestros propios hogares sentí que cavé mi propia tumba

- ¿Y entonces que estas esperando para ir tras ella? Estoy seguro de que ella aun te ama, además no siempre una persona nos roba de esta manera el corazón, así que ¿Qué esperas?

- Kyouya ¿de verdad lo crees? No estoy seguro de que sea buena idea – preguntaste cabizbajo

- ¡Claro que sí! Será idiota si deja pasar a un gran chico como tú, hazme caso, confía en ti y ve por ella – que consejo más malo… mejor dicho, es terriblemente bueno, mira que estoy aquí alentándote para que vallas tras esa chica. Y así fue como empezaron largos meses de fiestas, cenas, reuniones y todas para que ella nos acompañara, junto a sus amigas y tú pudieras acercarte nuevamente.

Y esa era mi cruel diversión, darme cuenta de cómo yo estaba pendiente de tu vida al 100% y tú no te dabas cuenta de la mía ni en un 10%, hacía meses que yo no te hablaba de mi novia, ni de ninguna relación, mi vida privada sí era privada y es que decidí que no era buena idea hablar contigo de ello desde que te conté de aquella chica que me había partido el corazón (yo la quería, se parecía a ti y pensé que había encontrado un reemplazo perfecto, no eras tú, pero se acercaba, pero ella se había enamorado de alguien más, alguien que la amaba de verdad y me había dejado) y tú muy molesto despotricaste en su contra, recuerdo que hasta querías golpearla jajaja tus palabras exactas “es una mala mujer, tu mereces algo mil veces mejor, eres el mejor hombre sobre la tierra” … y entonces me sentí feliz con tu molestia, confundiéndola con celos y fue ahí donde me di cuenta, mi vida privada debía mantenerla solo para mi, pues el menor gesto tuyo de molestia, de celos, de solidaridad me hacía creer que había un motivo oculto, estúpidamente quería creer que eso podía ser posible.

Me pregunto qué habría pasado si hubiera puesto más atención, si no me hubiera cegado diariamente con el pensamiento de “solo mi amigo” tal vez, y solo tal vez la historia sería diferente.

¿Qué fue lo que pasó? Éramos felices así, tu siendo feliz y yo observándote a la distancia, esa era mi felicidad ¿en qué momento me volví tan egoísta que desee solo mi propia felicidad, mi propio beneficio? También recuerdo eso…el día que me confesaste que eras bisexual.

Hacia un tiempo que te habían cambiado de departamento en la empresa, eso no impedía que desayunáramos juntos o nos viéramos para la hora de la comida. Un mensaje a temprana hora *¿podemos vernos para desayunar?... yo invito el café x3… de verdad necesito hablar urgente contigo* yo en ese tiempo por supuesto que controlaba mis emociones, sino en un 100% si en un 98%. Llegué temprano a nuestra mesa de siempre y tú llegaste unos minutos después

- Hola Kyouya! ¿esperaste mucho?

- No, acabo de llegar, de hecho aun no ordeno, estaba esperando que llegara el que va pagar – dije en broma un con mi rostro impasible, pero a estas alturas tu ya sabías leer mis expresiones aun a pesar de mi falta de expresividad

- Jaja entonces pide lo que quieras

- Y de que querías hablar – pregunté directamente después de que nos tomaran la orden, sabía que al menos teníamos 15 minutos en lo que llegaba la comida

- Eeeh … - una de tu manos subió a tu nuca mientras bajabas la cabeza en un acto reflejo de nerviosismo característico de ti – Kyouya, eres la primer persona a quien se lo digo … estoy confundido y no sé a quien recurrir o que hacer … de hecho se puede decir que estoy asustado

- ¿Que sucede Tamaki? - dije mientras aproximaba un mano a tu barbilla haciendo que levantaras la mirada y me vieras a los ojos directamente – eey soy tu amigo, estoy y estará aquí para ti, ¡siempre!

- Kyouya… yo… creo que soy bisexual –cerraste los ojos, tus mejillas y orejas se tiñeron de un rojo intenso – no estoy seguro pero he tenido extraños pensamientos con hombres y… las mujeres ya no me llaman la atención igual – lentamente separé mi mano de tu barbilla, abriste los ojos con sorpresa buscando mi mirada, tu ojos estaban llorosos y yo, ¿Qué podía decirte? Era algo que me hacia feliz y al mismo tiempo odiaba ¿qué tipo de hombres te atraían y porque no era yo? - ¿te doy asco Kyouya?

- ¿De qué hablas? Claro que no! Soy tu amigo y si crees que eres bisexual yo no puedo hacer nada – te acaricié la cabeza como a un cachorrito en un acto ya característico de nuestra amistad – vamos deja de preocuparte las cosas se van dando ademas, sabes que cuentas conmigo para lo que sea

- ¡Gracias Kyouya! Estaba tan asustado de perderte por esto – y una vez más ese 2% que un no controlaba hizo que interpretará tu palabras de otra manera

Han pasado varios meses desde tú confesión en aquella cafetería la cual dejamos de visitar en primavera después de un par de años de conocernos. Me siento realmente fatigado, tu casa no está tan lejos ahora, pero mis pulmones no pueden mas, respiro agitado, me encuentro cubierto de sudor, la bufanda se encuentra por sin ningún lado sobe mi cuello y mis hombros. Me recupero lentamente, el ejercicio no es lo mío, apenas mis pulmones vuelven un poco a la normalidad emprendo mi carrera nuevamente, no voy a dejar que te vayas no después de lo sucedido hace unos minutos en ese pub de mala muerte al que llegamos

- ¿Otro chico? Tamaki creo que te estás excediendo

- ¡Pero no pensabas eso cuando salía con chicas! Si que eres un hetero machista

- Basta Tamaki, no es gracioso – te digo mientras le doy una trago a mi cerveza ¿Cuántas llevamos desde que llegamos, 9, 10? No recuerdo

- ¡No lo digo para que te rías, es la verdad! No me aceptas, no aceptas que salga con hombres, ni que me acueste con ellos/

- Ese es precisamente el problema Tamaki – después de verte con diferentes chicos cada semana las cosas se estaban volviendo insoportables para mi, detestaba verte en brazos de alguien más o que fuésemos a beber y te dejaras besar por el primer idiota que se pasaba junto a nosotros, como ha pasado hace solo unos segundos, odio ver en lo que te estás convirtiendo, odio que no te valoren, ¡que no te valores! – antes eras tú el que manejaba las relaciones ahora te manejan a ti

- ¡Eso no es verdad Kyouya! Tú que sabes de mi – empezaste a exaltarte y yo continuo con ese rostro sin expresión

- No me hagas reír Tamaki, yo lo sé todo de ti y ahora sé que te estas convirtiendo en una put/ - una fuerte bofetada me desubicó, los lentes resbalaron por el puente de mi nariz, levanté el rostro furioso, nadie en mi vida se había atrevido a tocarme y entonces me encontré con tus ojos llenos de lágrimas mismas que resbalaban por tus mejillas, y me di cuenta, había lastimado a la persona que más quiero en todo el mundo

- Tal vez si desde el principio te hubieras dado cuenta de mis sentimientos no me habría convertido en… una puta como tú lo has dicho… te amo Kyouya pero ahora que se lo que piensas así de mi ¡no quiero volver a verte nunca! – diciendo esto has salido corriendo de pub, yo intenté salir tras de ti, pero el encargado me ha detenido pues no habíamos pagado el consumo, saqué mi cartera y deje varios billetes, más o menos del total, no lo sé

En mi cabeza solo están al imágenes de tu rostro lloroso y dolido, tu palabras, esas que siempre he querido escuchar, me amas y yo te amo, porque demonios la vida no es como los cuentos de hadas en donde cuando dos personas se confiesan su amor lo siguiente es un tierno beso que selle para siempre el pacto, el sagrado acto de amor.

Por fin he llegado a tu apartamento, la puerta esta entreabierta, entro cuidadosamente, mi respiración se ha vuelto mi cómplice pues parece que se ha hecho silenciosa para no demostrar nuestro paradero, entro despacio buscándote con la mirada pues escucho tus sollozos (¡demonios! Soy un imbécil, jamás me perdonaré haberte hecho llorar) y entonces te veo desde el umbral de la puerta, estas metiendo tu ropa mal acomodada en una maleta (¿planeas irte? Aun no hemos arreglado las cosas y es ahora donde desecho ese estúpido pensamiento “solo mi amigo”, pues te amo, te amo más que a nadie en este mundo ya no voy a negarlo, voy a luchar por ti aunque tenga que morirme en el intento).

Empujo la puerta la cual rechina, y no pudo ser mejor, te has girado y nuestras miradas se encuentran, tus ojos ya están hinchados de tanto llorar, te haces hacia atrás en un acto reflejo de evitarme. Me adentro en la habitación cerrando la puerta y me quito las gafas guardándomelas en la chamarra

- Tamaki, necesitamos hablar

- ¡yo no tengo nada que hablar contigo!

- Tamaki por favor

- No! ¡Te odio¡ ¿sabes cuanto tiempo he estado guardando mis sentimientos, haciendo lo que tu querías? No tienes idea de lo que es vivir sabiendo que la persona que amas jamás será tuya, no sabes lo que es despertar día a día sabiendo que esa persona va empujarte a que busques a alguien mas y/

- ¡Y tu no sabes lo que es levantarse diariamente sabiendo que la persona que mas amas está con otra persona, sabiendo que debes cumplir el rol de amigo y animarlo a que se aleje cada día mas de ti, obligándote a sonreír cada que te cuenta que alguien mas lo besó o lo abrazó, sabiendo que cada día esa persona le perteneces a alguien mas y que tu solo puedes observar de lejos! – las palabras han salido rápidas, casi furiosas de mi boca, puedo ver en tus ojos la sorpresa hasta tus sollozos parecen haberse sorprendido tanto que desaparecieron – no se tu, pero yo te amo desde ese primer día, desde ese momento en que abrí la puerta del despacho del director y te vi ahí a su lado, en ese momento me di cuenta que te amaba, no sabia si era gay o no, solo sabia que eras la persona con la que quería estar toda mi vida sin importar nada y sé que suena estúpido porque yo no creía en el amor a primera vista, pero tu eres la prueba de que existe y de que por amor se pueden hacer muchas estupideces… como todo lo que yo he hecho estos años que llevo de conocerte, como lo que acabo de hacer hace unos momentos y como lo que voy a hacer ahora – en un ágil movimiento te tengo entre mis brazos y te beso, te resistes y tratas de apartarme pero poco a poco tus defensas bajan, tu boca se abre lentamente para dar paso a mi lengua, para dar paso a un beso apasionado, siento tus lagrimas calientes bajar por tus mejillas ¿o son las mías? No lo se, te abrazo fuertemente cuando se rompe el beso, escondes tu rostro en mi pecho y yo me apoyo en tu cabeza percibiendo el olor de tu cabello. Sigues llorando, los espasmos de tu cuerpo me lo confirman – te amo Tamaki, permíteme permanecer a tu lado… hacerte feliz

- Kyouya, ¿porque esperaste tanto para decírmelo? – levantas tu rostro y nuestros ojos se encuentran – no sabes cuanto te amo, cuanto he sufrido… yo no soy valiente, es mas, ni siquiera soy una buena persona, tu lo dijiste hace un momento he pasado de relación en relación sin impórtame mas que mi propio beneficio, el de olvidarte… Kyouya, ¡no me dejes! Te amo… te amo – y vuelves a estallar en llanto

- Crees que te dejaré después de todo el tiempo que he esperado para tenerte en mis brazos? … y no quise decir lo que dije en el pub, estaba celoso tu eres la persona mas valiosa de este mundo… permíteme hacerte feliz para así poder satisfacer mi egoísta necesidad de ser feliz yo también

Y en esa oscura habitación nos fundimos en un beso tierno. Se que debí ser mas valiente, se que debí confesarme pero supongo que nunca es tarde para empezar a querernos como nunca antes habíamos querido a nadie. A partir de hoy seré experto en el amor que sientas por mi y no en el amor que sientas por otros, a partir de hoy el invierno es mi época favorita del año… a partir de hoy dejaremos que esta historia se llame “mas que un amor, menos que un amigo”

Notas finales:

 

Que les pareció .... al final yo no quedé muy santisfecha con todo... en realidad me gustó mucho el fic peeeero siento que no pude expresarme correctamente :( ... jaaa ya sé! no debo castigar a los pobre personjes con mis traumas ... gome!

 

Espero que al menos haya sido de su agrado. Y sino es mucha molestia les pido me dejen un review :) la retroalimentacion es importante para mi (jeje :D)

 

Sayuki Megu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).