Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amatistas en Sentimiento por Marieene

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola a todos. Mi primer fic de VK

a ver que les parece.

Notas del capitulo:

Avisen si hay errores o si no se entiende algo :p

Amatistas en sentimientos


 


 


- Cuando te fuiste, yo no lloré ni mire atrás, simplemente quedé atónito ante el vacio que tu ausencia había dejado. No solo en este lugar, sino también en mi corazón…


Suspiró. Sintiéndose avergonzado. Él jamás había abierto su corazón, y expresar con palabras lo que sentía era realmente difícil. 


- Debo admitir que te extrañé, que por las noches andaba en busca de tu figura. Esperando encontrarte en algún rincón, y poder mirarte nuevamente…


Suspiró nuevamente.


- Y cada vez que mi sed surgía oprimiendo mi alma, quemando mi garganta y quitándome la respiración, tu rostro aparecía ante mis ojos. Y yo no podía hacer otra cosa más que aguantar, resistir y esconder la bestia que de mí quería resurgir.


Cerró sus ojos amatistas sonriendo de costado. Él no era esa clase de persona que usaba palabras dulces, pero deseaba desde lo mas profundo de su ser, expresar aquello que ardía en su interior.   


- Muchas veces me pregunté si podría soportarlo, si podría continuar viviendo de esta forma. Fue realimente difícil, aunque no quisiera aceptarlo, estuve a punto de rendirme. Ha de ser muy gracioso escucharme hablar así, pero…


Cada vez le costaba mas abrir su boca y modular palabras. No quería demostrar lo angustiado que había estado, pero sus ojos no mentían, por esa razón los había cerrado y por esa misma razón llevó una de sus manos a su rostro, escondiendo la vergüenza que lo invadió.


- Te extrañé y te esperé, sabiendo perfectamente que tal vez no volvería a verte nunca más. Que esperarte era una perdida de tiempo y que extrañarte solo me haría mal. Cada noche que terminaba con un bello amanecer, me frustraba.


Por alguna razón sus pernas temblaron.


- Algunas noches, cansado de recorrer pasillos, exhausto de andar por el bosque, me sentaba a mirar la luna preguntándome ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Por qué tanto afán por buscarte y esperar encontrarte? Cuando sabía perfectamente que eso no pasaría.


Apoyó su cuerpo sobre un árbol cercano, sintiendo la rugosa corteza de este. 


- Cada vez que me miraba en algún espejo, veía en mí a un completo idiota. A un solitario que deseaba dejar de serlo. Que contradictorio ¿verdad?, siempre había estado solo, y nunca me quejé. Pero después de perder tu presencia, me di cuenta que necesitaba de ti, que no quería estar solo. Pero tampoco quería estar con otra persona.


Su rostro, serio e indiferente, no tenía relación con las palabras de desolación que pronunciaba, pero sus ojos contradecían sus gestos, sus ojos lo delataban y evidenciaban lo que realmente sentía. Y cruzándose de brazos, prosiguió.


- Yo sabia que te habías ido para hacer la vida que realmente te merecías, la que habías esperado durante años. Y que yo había sido un mero peón en tu afán por conseguir esa vida, que al final, conseguiste. Y yo como un tonto, sabiendo lo que realmente era para ti, un mero caballo de ajedrez, una pieza de un simple juego, lo ignoré y dejé que hicieras conmigo lo que quisieras. ¡Que tonto fui! ¡Maldito desgraciado! ¡Te acercaste tanto a mí, que me termine enamorando de ti!


Su voz iba en aumento, no llegando a ser gritos aun. Y ocultando su rostro nuevamente, sin moverse, simplemente bajo la vista inclinando la cabeza.  


- Yo…


Sabía que muy probablemente se terminaría arrepintiendo de todo lo que había dicho y de todo lo que aun tenía para decir.


- Y yo me enamore como un completo idiota, de ti, de un ser al cual aborrezco.


Soltó en un susurro.


- Tu lo sabias, y me dolía que no hicieras nada. Pero ahora comprendo que tal vez, por ese motivo, junto con otros, tú te alejaste de mí. Y ni en esta, ni en ninguna vida me atrevería a intentar que me correspondieras, jamás se me cruzó por la mente confesarme e intentar tener esperanzas de que tu me correspondieras. Yo no soy así, pero heme aquí. Parloteando como una chiquilla empedernidamente enamorada.


Si no fuese porque su carácter no se lo permitía y porque se odiaría si demostraba debilidad, tal vez, solo tal vez, las lagrimas resbalarían por sus mejillas. Pero no le daría a nadie el gusto de verlo en un estado tan humillante.


- Eres un jodido manipulador, ¿lo sabias? Y te odié. ¿Por qué no te alejaste de mí en el preciso instante que supiste lo que en mí comenzaba a crecer, sobre los sentimientos que hacia ti yo tenia, y que cada día crecían? ¿Por qué demonios no te alejaste rápidamente? Pero tu capricho fue mayor, ¿verdad? Porque en vez de alejarte y dejarme tranquilo para que yo pudiera controlar esos sentimientos y olvidarlos, tú seguiste acercándote a mí. Y yo inevitablemente fui enamorándome de ti cada vez más y más.    


Esta vez alzó la vista para encontrar la mirada de aquella persona que, en completo silencio, permanecía parada ante él. Y mirando con sumo desconsuelo a esos ojos del color de la sangre, derramó dolidamente unas pequeñas lágrimas.


- Eres un maldito, por ti, por tus caprichos, por tu asqueroso ser, yo he sufrido horrores y jamás te perdonare.


Dijo esta vez con una mirada de odio, dejando de lado aquellas dos gotas de agua salada que cayeron por su mentón hacia el suelo. Y se quedó en silencio, ahogando otro par de lágrimas que amenazaban con salir, deseando que esas fuesen de rabia y no de dolor al no ver ningún cambio en el rostro, ni un simple gesto, del otro. Y el silenció continuó


- Maldito miserable… me duele…


Susurró dejándose caer al suelo de rodillas, ignorando un pequeño malestar en estas por el golpe contra el duro suelo. Con ambas manos, mantenía su rostro pálido escondido entre ambas manos, escondiendo a su vez un sollozo cargado de desazón e ira.


- ¡Te odio!


Gritó en un arranque de rabia. Dejando ver sus ojos acuosos y dando un energético golpe al suelo con los puños cerrados.


- te odio.


Y levantó la vista, mirando hacia arriba, mirando a aquel sujeto de ojos rojos y cabello castaño. Repitiendo una vez mas aquellas palabras, pero con el rostro contraído en lo que parecía una suplica. Y un nuevo silencio los rodeo a ambos. Fue, pasados unos minutos, que al bajar la cabeza para mirar al piso, la volvió a levantar sorprendido. Y vio el rostro de aquel joven muy cerca del suyo, siendo rodeado por sus brazos. Y por primera vez lo escuchó hablar, volviendo a oír aquella suave voz.    


- Eso no es cierto.


Dijo acercando sus labios al oído del joven de ojos amatistas.


- Tú me amas  Zero.


Al escuchar esas palabras, se dejó abrazar tiernamente, y lo correspondió. Dejando caer las últimas lagrimas. Luego los cálidos brazos que lo rodeaban se alejaron. Y delicadamente aquel muchacho de bellos cabellos castaños le levantó el mentó, para secarle con un dedo el resto de humedad bajo sus ojos y delineando luego con ese mismo dedo, sus labios.


- Tú me amas.


Susurró acercando sus rostros y rosando sus labios…


- Como yo te amo a ti, Zero.


Y luego de pronunciar esas palabras besó tierna y apasionadamente los labios de Zero, acariciando los sedosos cabellos albinos del joven que sorprendido ante tales palabras y ante tal acción, tardo unos segundos en corresponder aquel anhelado beso. Rodeando con sus brazos el cuello del castaño. Entregándose a ese pequeño beso que poco a poco fue aumentando.


- Kaname, te amo.


- Y yo a ti, Zero.


 


 


 


 


  


   


 

Notas finales:

Es pero que les gusteeeee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).