~~Secretos de la antigüedad: amor eterno. ~~
Capitulo 1: el comienzo
Kaname Kuran tenía planeado pedirle a su amigo Hanabusa que investigara sobre si algún antiguo vampiro alguna vez había podido usar vides o que salieran armas blancas de su cuerpo, las vides eran por Zero claro esta y las armas blancas era por Ichiru que podía hacer aparecer una, incluso más de una cuando quiere, y eso poderes son demasiados extraños y la verdad es que tiene curiosidad, le costaba admitir esto pero, esos extraños poderes le causaban intriga, así que tenía que investigar y saber algo como sea.
Cambiando de tema ya había pasado un año desde el incidente de Rido y todo lo que eso conlleva, pero solo unos cuantos meses desde que se graduaron de la academia, gracias a Dios Ichiru se había recuperado de su trauma a la violación o eso se supone, se mejoro gracias a la inhumana paciencia de Takuma y Zero y el gran amor que le entregaban y hay que ser honesto Kaname también contribuyo a ello, haciéndole entender a el gemelo mayor que lo que el menor de los Kiryuu necesitaba era tiempo, y gracias a todo eso la pareja del rubio ya había vuelto a ser el mismo.
Siguiendo en lo que estábamos hace unos momentos el castaño aun estaba un poco curioso, lo primero era la sangre de Ichiru, aun siendo humano era demasiado dulce y adictiva, tenía que averiguar el porqué de aquello y lo segundo son los extraños poderes de Zero y el peli plata menor, eran bastantes extraños aun para un vampiro, en fin le pediría a Aidou que averiguara todo lo posible sobre aquellos insólitos poderes, pero lo mantendría en secreto, y le prohibiría a Hanabusa que hable de esto a no ser que sea Kain porque sabe que él es bastante discreto y porque con los meses Kain y su amante se volvieron muy amigos y confía en el vampiro controlador de fuego, .
Tendrá que esperar un poco en pedirle aquel favor al rubio de ojos azules porque últimamente no ha podido verlo, puesto que ha tenido demasiado trabajo en la oficina, basta decirles que el castaño no ha tenido ni siquiera tiempo para el peli plata, y por ellos ahora prefiere estar con su cazador, que por cierto está enfadado con él, por razones obvias, como por ejemplo: se la pasa en reunión tras reunión, y cuando sale de las reuniones llega tarde a casa y demasiado cansado. ¿Desde cuándo no le hago el amor a Zero? ¡ya se! Hace más de un mes, por Dios santo. Y para qué hablar de la comunicación, bueno aunque cuando su hermoso niño de ojos amatista está enfadado no le habla y le ignora por completo. Maldición, maldición ¿ahora como le hago para que me perdone? Vivimos en la misma hermosa casa pero mi Zero me ignora por completo, es un experto en ignorar a la gente y en esconderse. El peli plata había adquirido el poder de Rex Kimura con el paso del tiempo podía ocultar su presencia a la perfección y ni siquiera el mismo Kuran Kaname podía encontrarlo, y para ser honesto eso es una gran táctica en el campo de batalla pero en otra situación es un gran pero gran problema, como ahora.
Kaname sin darse cuenta ya había llegado a su casa, un lugar grande lleno de verde, con muchos árboles por aquí y por allá, una piscina atrás de la mansión, adornos de piedra, estatuas, una hermosa fuente que generalmente habitan los pajaritos, bañándose en ella, también poseía un gran campo, donde habitualmente lily corre en el. Es un lugar extraño para un vampiro, ya que las casas de los seres de la noche normalmente están más escondidas y sumergida en las tinieblas, sin embargo El castaño eligió esta casa por razones obvias, Zero no era un vampiro, y si bien fue convertido, su peli plata sigue teniendo esa parte de humanidad en él y no es justo opacarla, y esa es la razón porque la casa es así, y en un lugar que el sol lo acariciaba cálidamente todos los días y en las noches, la hermosa y majestuosa luna los iluminaba con ternura.
Cuando el castaño salió de la limosina y entro a su mansión, solo por un corto periodo de tiempo, para ser más preciso dos segundos, pudo sentir la presencia de su amante, no obstante luego desapareció como si nunca hubiera existido, eso tan desesperante, demonios, Kaname frunció el ceño, hoy después de mucho tiempo llego temprano a casa y quería estar con su amado Zero, pero al parecer este no quiere, y por ende tampoco quiere reconciliarse, está bien comprende a su cazador, sabe que todo es su culpa, pero al menos debería intentara ponerse en las buenas, hacer las paces, decirse cursilerías, decir un te amo y recibir otro devuelta, desea hacer todas esas cosas otra vez con su niño.
Kaname subió hasta su cuarto pero antes de entrar decidió probar su suerte, fue a la habitación de Zero pensando que podría seguir allí, pero cuando abrió la puerta no había nadie, su niño, su cazador no estaba allí, el castaño suspiro, mejor era ir a darse una ducha y de ahí se dedicaría a buscar a su amante, y para eso era mejor darse un baño reparador y que le despeje la mente, que lo relaje o terminara enfadándose con Zero y poniendo las cosas pero de cómo estar ahora, y de seguro esa sería la gota que resbalaría el vaso de la paciencia de su vampiro de ojos amatistas.
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Zero estaba en su habitación cuando sintió que Kaname llego, se sorprendió que el señor todo poderoso y demasiado ocupado para estar con él allá llegado temprano, pero como no quería verlo, no tardo en ocultar su presencia y en saltar por la ventana, no quería ver al castaño no ahora, prefiere estar solo o con lily, si esa era una nueva idea. El peli plata corrió a velocidad vampírica al establo que estaba en el mansión, era un lugar de madera muy bien hecho con paja en el suelo, con unos cuantos caballos purasangre y su hermosa lily, entro al lugar y se acerco a su yegua abrazándola, ella era la única que siempre estaba con el cuándo necesitaba a alguien.
— Sabes lily hoy el señor estoy muy ocupado para atenderte llego temprano- comento con una sonrisa triste - pero no quiero verlo, estoy enojado con él, tú sabes el porqué, el señor estoy cansado, ya no me escucha, nuestra comunicación es nula, ya no hemos hecho el amor hace un mes y medio, ni siquiera un beso o por ultimo una caricia, nada no he recibido nada de él, argg… Kaname tonto,– gruño molesto y pateando la paja como un niño pequeño haciendo berrinche - ni siquiera me escucho cuando le iba a decir que últimamente me he sentido mal y estoy seguro de que no sabe que mi cuerpo comenzó a rechazar las tabletas otra vez, tal vez me voy a morir y él ni siquiera se va a enterar – sollozo el peli plateado con sus ojos se llenos de lagrimas - tu eres la única que siempre está conmigo, me escucha y me consuela, sabes yo tenía que haberme enamorado de ti, ¿te imaginas yo enamorado de ti? En fin yo tenía que enamorarme de ti y no del idiota de Kaname, y el tenia que enamorarse de su trabajo así ahora nadie estaría sufriendo- hizo una pequeña pausa por el nudo en su garganta – bueno la otra persona o vampiro que siempre está conmigo y me aconseja y distrae es Kain con Aidou, son mis amigos y Akatsuki me ha dado su sangre últimamente con autorización de Hana claro está, ya sabes que últimamente he estado demasiado sediento y como el señor estoy ocupado para ti no está disponible por su trabajo tengo que beber de otros y Kain se ofrece aunque su sangre no me satisface, Kaname es tan idiota que no sabe nada de lo que me ha pasado – suspiro pesadamente - Bueno que puedo hacer, sabes quién más me da su sangre, Ichiru y su sangre me satisface más que la de Kain, aunque el sabor de esa sangre es extraña, cambio desde que se convirtio en vampiro o eso creo. Sabes lily creo que te estoy mareando con mis problemas ¿quieres ir a dar una vuelta?- pregunto un poco más animado y limpiándose las lagrimas.
Zero ensillo a su yegua, cuando ella estuvo lista él se subió en ella y la hizo caminar. En el momento que ya estaban en el gran campo la hizo correr por todo el lugar; le encantaba montar a caballo sentir el aire en su rostro, y sentirse cerca de lily, eso hacía que se relaje un poco aunque ahora lo hacía diariamente porque el no poder estar cerca de Kaname y estar todo el tiempo enfadado con el porqué no lo toma en cuenta lo tiene estresado, quiere descargar su ira con algo, pero no lo han llamado en más de dos semana para una misión y ahora más que nunca desea ir a una.
Después de una hora de montar en lily correr por todo el campo regreso a su yegua al establo tenía que darle de comer, busco su comida por todo el establo y cuando la encontró le dio su porción diaria.
— Aliméntate bien ¿sí?- pidió el cazador – ahora te dejo, gracias por escucharme- agradeció el menor y luego se fue del lugar.
Iba a regresar a la casa pero aun sentía la presencia del señor no tengo tiempo para ti y la verdad aun no quiere verlo, aun no entiende porque llego temprano si ese idiota es feliz en el estúpido trabajo.
Zero gruño, no quería estar cerca de Kaname, ahora no. El peli plata se fue a la cochera, buscando de inmediato su adorada moto BMW R 1200 RT; Saco la llave se subió en ella ira a ver a su hermano o a Kain, necesitaba sangre y no piensa pedírsela a Kaname, no se va a rebajar a estar pendiente de él todo el tiempo, después de que lo ha ignorado. El cazador metió la llave en la ranura y la encendió pero justo cuando iba arrancar vio a Kaname Kuran tapándole el camino mirándolo expectante.
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Kaname después de sus 45 minutos de baño relajante, se vistió con ropa casual, lo más rápido que pudo; aun no podía sentir a Zero al parecer el estaba demasiado enojado, pero ahora tenía que arreglar las cosas, ya ha pasado más de un mes que no habla con él, que lo ha ignorado y todo por el trabajo, sabe que su cazador está mucho más que enfadado y asume toda la culpa, sabe que nunca tubo que tratar así a su peli plata pero estaba tan estresado y lleno de trabajo que no tenía tiempo para su niño, Dios ¿Cómo no va a tener tiempo para su razón de vivir?
Kaname salió de su habitación, sabía que Zero no estaba en la casa era mejor ir a ver al establo, tal vez estaba con lily; antes de llegar al establo vio una cabellera muy familiar que se dirigía a la cochera, lo más seguro era que su peli plata se iría de la casa a dar un paseo, sin embargo eso no lo podía permitir el debía hablar ahora con su amante, ahora debían arreglar sus problemas.
Kaname corrió al lugar y vio como su cazador esta por irse, el castaño se puso en el camino del chico de ojos amatista para evitar que se vaya, mirándolo a los ojos.
El peli plata suspiro frustrado, al parecer ya era tarde para irse, miro a Kaname y esperando que digiera algo, porque él no iba abrir la boca, lo único que quiere ahora es estar en otra parte.
— Zero, emm… necesitamos hablar – expreso el mayor esperando un gesto de su niño que le diga que si hablaran.
— ¿Qué diablos quieres Kuran?- pregunto molesto.
— Que hablemos Zero – pidió el castaño.
— No tengo tiempo, déjame pasar – exigió el peli plata.
— No - dijo simplemente el castaño- quiero que hablemos.
— Hmm creo que ahora yo soy el que no tiene tiempo - gruño e intento bajarse de la moto pero un mareo lo detuvo así que se quedo sentado tratando de que Kaname no lo notara.
— Ahora - dijo simplemente y se acerco a Zero por el lado derecho de la moto.
— Dije que no –gruño. Tomando aire para disipar el mareo y se bajo por el otro lado.
Este era un mal, muy mal momento para que le dieran los síntomas por falta de sangre y le ardiera la garganta, pensó en todas las posibilidades para escarpar de Kaname, si lograba salir y escabullirse podía seguir escondiendo su presencia, así que camino con paso inseguro a la entrada pero antes de llegar, Kaname ya la estaba bloqueando el camino.
Zero intento pasar por el lado, pero Kaname lo sujeto con firmeza, sin lastimarlo, de la muñeca.
— Suéltame - trato de sonar amenazante.
— Hablemos Zero por favor – pidió el castaño.
— ¿Ahora si tienes tiempo? después de 2 malditos meses que no me haces caso por tu bendito trabajo, no mejor no me toques, se puede poner celoso tu trabajo y que tal y te abandona - dijo con sorna Zero.
— Sé que es mi culpa que estés molesto pero yo... - fue cortado inmediatamente.
— ¿Molesto? ¿Quien yo? no para nada Kuran, estoy mejor sin ti, lárgate a tu oficina y ya suéltame - forcejeo Zero, pero el mareo aumento y se detuvo de inmediato.
— ¿Qué es lo que quieres de mi Zero?, ya reconocí que es mi culpa y bueno discúlpame quiero que... bueno, que me perdones por haberte abandonando - dijo al fin Kaname doblegando su orgullo, pero por el perdón de su Zero era lo de menos.
— ¿Crees que con un perdón se olvidaran los 2 meses de indiferencia? los dos meses de necesitarte y tu ni siquiera te enteras que no puedo tomar más los malditos comprimidos que yo... yo - Zero dejo de hablar y sintió perder la consciencia, la adrenalina de su enfado lo hizo llegar a su límite de fuerza.
— Zero respóndeme ¿qué te pasa? - llamaba Kaname con desesperación.
Zero escuchaba la voz de Kaname bastante lejos y levanto su rostro, sus ojos mostraban un rojo intenso y lagrimas acumuladas que se negaban a salir
— Déjame - intento forcejear con Kaname.
— No – Kaname lo levanto al estilo nupcial y salió de la cochera.
— Ya sé que ya no te importo así que...
— Como puedes decir eso - me lo merezco pensó Kaname.
Kaname llego lo más rápido que pudo a su habitación con un Zero medio consciente en sus brazos, sentía su cuerpo muy frio.
— Zero - llamo Kaname - vamos tiene que beber – expreso el purasangre pero Zero simplemente lo ignoro – no seas niño - regaño Kaname – vamos - rogo.
— No – se negó tercamente - ¿para qué? si a ti ya no te importo en lo más mínimo y yo, ¡ay! - se quejo Zero cuando sintió un dolor en el estomago - me duele – gimió y se aferro a la camisa de Kaname.
— Zero dime que te duele, háblame – pidió preocupado, casi histérico.
— Eso no te... arggggggg - se negaba tercamente a dejar vencer su orgullo pero el dolor es intenso, ya le había pasado antes y el dolor disminuía cuando bebía sangre, pero no se lo pediría. Pequeñas lágrimas se dejaron ver.
Kaname sabia lo orgulloso que Zero era y no le pediría su sangre así que no tenía otra opción, acerco su muñeca a la boca se mordió y absorbió su sangre y luego sin que Zero se pudiera negar lo beso dándole el preciado liquido.
Zero se sorprendió ante aquella acción y aunque trato de negarse la sangre de Kaname es deliciosa, la saboreo junto con el beso, ¿cómo lo iba a negar? había extrañado ese contacto por tanto tiempo.
Cuando el apasionado y sangriento beso termino, los instintos vampíricos del cazador se hicieron presentes y sin más se acerco al cuello de Kaname, enterrando sus colmillos con poca delicadeza y bebió hasta que quedo satisfecho, cayendo en un profundo y delicioso letargo.
Kaname lo dejo beber a su antojo y aunque le dolió la mordida tan áspera de Zero no le importo, sintió como este comenzó a quedarse dormido, ya hablarían cuando se despertara, o al menos eso espera.
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Ichiru recién termino de bañarse, solo está con una toalla enrollada en sus caderas, el peli plata está mirándose en el espejo con el ceño fruncido, no le gusta verse así, se encuentra gordo y el no está acostumbrado a eso, el es de contextura delgada y ahora esta gordo… según él, pero hay que admitirlo estaba un poco hinchado.
El peli plata gruño molesto salió del baño y comenzó a buscar ropa, para ponerse algo, mientras es vigilado por la atenta mirada de Takuma que no quiere abrir la boca, ya otros días Ichiru se ponía así de irritable y gruñía molesto por cualquier cosa, ahora no sabía que era pero era mejor estarse calladito para que el enojo de su niño no fuera contra él, aunque ver a su amante desnudo delante del, solo con una toalla en sus caderas, lo excitaba de sobre manera y tiene que tener bastante auto control para no tirarse encima del peli plata y hacerlo gritar de placer como todos los días.
El cazador seguía buscando ropa, sacando todo lo que hay en el closet y no encontró lo que quería; lo que quería era ropa ancha para que ocultara que estaba gordo, cuando no encontró lo que buscaba gruño más fuerte y se frustro, ya que si él no estuviera gordo no tendría este problema con la ropa, aunque en realidad toda su ropa le quedaba perfecta para Ichiru no era así. El peli plata sin aguantarlo más dejo caer algunas lágrimas de sus hermosos ojos violetas.
Cuando Takuma olio la sal en el aire decidió que ya era tiempo de intervenir, aparte odia ver como Ichiru llora, se le parte el corazón tan solo con esa acción. El rubio se acerco al peli plata y lo abrazo para que dejara llorar, quería consolarlo pero la verdad no sabe porque llora así que solo le brindo caricias en el cabello y espalda.
— Ya Ichiru tranquilo mi pequeño- susurro amorosamente el vampiro poseedor de esos hermosos ojos verdes-
— ¿Takuma tu me quieres verdad?- pregunto entre sollozos-
— Te amo pequeño – murmuro el vampiro rubio-
— ¿Y no te importa que este gordo?- pregunto-
— Claro que no, si estuvieras gordo te seguiría amando – aseguro- ¿ahora me dirás porque lloras?
— Porque estoy gordo- expreso y se aferro a la camisa de Takuma-
Takuma quedo sorprendido ante esa extraña declaración, para el Ichiru sigue siendo perfecto y no lo ha visto gordo, bueno tal vez está un poquito hinchado pero no se le nota, bueno tal vez si alguien lo ve desnudo y está en la cama con el todas las noches haciéndolo gemir de placer todos los días a cada hora, tal vez allí alguien se dé cuenta pero como sabe que solo él tiene ese derecho nadie lo notaria y ni siquiera él lo nota para ser sincero solo si se le mira detenidamente y analizándolo y seamos realista nadie mira así a las personas que ama para ver sus defectos y para el Ichiru está delgado ni siquiera se nota que esta hinchado, era mejor decirle ahora que esta delgado.
— Ichiru pequeño tú no estás…- trato de decir pero lo interrumpieron de inmediato-
— No te atrevas a decir que no lo estoy porque si estoy gordo – sollozo- y no hay ropa para ocultarlo – lloro-
— Emm… ¿esto es por ropa?- pregunto algo desconfiado no quería darle más motivos a Ichiru para llorar-
— Mm… no, es porque estoy gordo y no lo puedo ocultar - lloro mas fuerte- tu no me comprendes déjame solo – se separo del abrazo de Takuma y se tiro a la cama llorando-
Takuma miro al cielo. Dios ¿por qué me haces esto?, ¿he hecho algo que te molestara? Si es así por favor perdóname. Takuma Ichijou se acerco a su amante y se sentó a su lado e intento acariciar sus cabellos pero Ichiru no lo dejo tirándole un manotazo. El rubio suspiro diciéndose una y otra vez paciencia.
— Ichiru mi pequeño, perdóname si dije algo que no debí ¿sí? – Pidió el mayor – pero si no te gusta tu ropa, podemos ir a comprar algo que quieras, toda la que quieras – susurro el rubio temiendo que eso le molestara mas a Ichiru-
— ¿En serio? – Pregunto el menor secándose las lágrimas y mirando a Takuma-
— por supuesto que si mi hoshi, vamos, vístete y vamos a comprar algo que te guste ¿sí? – pregunto el rubio-
— No – respondió el menor-
Dios ¿y ahora qué? Vamos Takuma ten paciencia Ichiru es tu pareja y lo amas con tu vida si le pasa algo tú te mueres. Ahora respira hondo y ten paciencia. Se decía a sí mismo el rubio para tenerle paciencia a su hermoso amante.
— ¿Por qué no? – pregunto con calma.
Ichiru sonrió y luego se paró de la cama y se posiciono delante de Takuma y lo tiro a la cama para el subirse encima de su amante y besarlo en los labios con pasión.
Takuma se sorprendió pero respondió de inmediato el beso, con lujuria, si quería hacer suyo a Ichiru, hacerlo gritar de placer, que tiemble bajo su cuerpo y le pida mas entre gemidos y que diga su nombre para que le dé más.
— Takuma hazme el amor- susurro el peli plata-
— Por supuesto que sí – respondió el rubio e invirtió las posiciones, dejando a Ichiru debajo del-
Takuma comenzó a besar el cuello del menor provocando que el peli plata diera pequeños gemidos por la acción, poco a poco Takuma fue bajando hasta llegar a uno de los pezones, allí paso su húmeda y caliente lengua por el lugar provocando que Ichiru se estremeciera y gritara de placer.
— Takuma te quiero dentro ahora - pidió el menor-
— Aun no – susurro
Ichiru gruño como respuesta y destrozo la ropa que andaba trayendo su amante dejándolo desnudo por completo, en verdad sentía la necesidad de sentir y tener a Takuma dentro de él, era algo sorprendente, los últimos tres meses ha tenido la necesitad de hacer el amor con Takuma mucho más de lo normal y hoy es uno de esos días, pero lo que no entiende es porque su deseo sexual subió aunque ahora no le importa mucho que digamos solo quiere sentir a Takuma ahora.
— En verdad estás impaciente – susurro el rubio algo sorprendido pero en fin le gustaba cuando Ichiru se ponía así.
— Solo hazlo por favor – rogo pasando su lengua por el cuello del rubio provocándolo.
Takuma le sonrió y decidió que si era bueno empezar a prepararlo antes que Ichiru se enfade con él y empiece con otros de sus enojos repentinos, así fue como pincho uno de sus dedos para sacar de su sangre lubricando sus dedos y cuando sintió que estaban lubricados metió uno en la entrada de su amante preparándolo lentamente, torturándolo.
— Ta… Takuma – gimió arqueando la espalda – por favor te necesito ya
— Aun no estás listo – respondió metiendo el segundo dedo.
— No me importa, te quiero ahora – pidió.
— pero…
— Takuma, ahora por favor – rogo.
Takuma suspiro, era mejor complacer a su amante, antes que se enoje.
Saco los dedos del interior de Ichiru y los reemplazo por su miembro, se metió en el interior del menor de una sola embestida, sacando un sonoro gemido de dolor mezclado con placer del peli plata, le encantaba escucharlo gemir de esa manera, pero era mejor no moverse aun, hasta que su niño le diera la señal para seguir, sin embargo comenzó a jugar con los pezones de su amante, lamiéndolo y mordiéndolo delicadamente. Posteriormente con su lengua subió hacia el cuello y lo lamio rozando sus colmillos en el área de mordedura, deseaba morder a Ichiru, deseaba esa sangre deliciosa de su amante que desde hace tres meses no ha probado… sin embargo cuando intento clavar sus colmillos en ese delicioso y delgado cuello sintió como Ichiru le tiraba del cabello y en el momento en que levanto la cabeza, el peli plata lo beso en los labios con posesividad y pasión.
Cuando Ichiru sintió a Takuma dentro del gimió de deleite, por fin tenia lo que deseaba ahora solo se tendrá que acostumbrar al miembro de su amante.
El peli plata sintió como el rubio jugueteaba con sus pezones y luego con su cuello, pero él quería besarlo y por ello le tiro del cabello para besar esos tentadores labios y cuando lo logro movió las caderas para darle la señal a Takuma.
Así comenzó una danza sexual de dos amante en perfecta sincronía, la habitación fue invadida por gemidos llenos de placer y pidiendo más, de palabras de amor, los gemidos iban en aumento acorde a las embestidas de Takuma que daba en ese punto exacto dentro de Ichiru, ninguno de los se demoro mucho en llegar al clímax con un grito de placer, el vampiro de ojos violetas se corrió entre sus estómagos y Takuma en el interior del vampiro menor.
Los dos cuerpos jadeantes se sonrieron con amor y luego cuando se recuperaron se fueron a la ducha para tal vez saciar su apatito sexual o para bañarse o quizás las dos cosas.