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Nuevo Colegio por AkikoYaoi

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1.- La carta


 


A pesar de faltar una semana para el fin del año escolar, el equipo de basquetbol de la preparatoria Shohoku se encontraba en medio de un partido de práctica como si entrenaran para el Campeonato Nacional. Cuando Ayako, la manager del equipo, hizo sonar el silbato, todos la miraron curiosos.


-­­El profesor Anzai desea hablar con ustedes.


Todos acudieron raudos junto a su entrenador. Y respetuosos guardaron silencio esperando que hablara. Claro, todos excepto Hanamichi Sakuragi.


-Gordito ¿qué sucede? No puedes interrumpir la práctica de este Genio -decía mientras tiraba de su papada.


-¡Jojojojo! Sakuragi, el señor aquí presente tiene que entregarles unas cartas a algunos de ustedes.


Recién en ese momento los integrantes del equipo cayeron en la cuenta de que había un hombre un paso más atrás del entrenador.


-Kaede Rukawa, Hisashi Mitsui y Hanamichi Sakuragi -dijo el hombre tendiéndoles un sobre a cada uno de los nombrados-. Muchas gracias por su tiempo, profesor Anzai -dijo dirigiéndose al entrenador.


-No tiene nada que agradecer, espero que todo salga bien, señor Etsuko -dijo respetuoso.


Luego de la retirada del misterioso hombre, los muchachos se vieron obligados a volver al partido de práctica, por lo tanto se quedaron con las ganas de saber cuál era el contenido de las misteriosas cartas.


Al finalizar el entrenamiento se les dejó en libertad de acción y todos se dirigieron a los vestuarios para poder saber de una buena vez que decía el dichoso papelito.


Sakuragi fue el primero en abrir la carta y leerla en silencio.


Señor Hanamichi Sakuragi:


Tenemos el agrado de invitarle a formar parte de la nueva preparatoria que se inaugurará en Tokio a partir del próximo año.


También se le hace extensiva una beca deportiva que le permitirá terminar la preparatoria sin costo alguno.


Si usted está interesado en asistir el próximo año al Internado Midori, le pedimos acuda el día sábado 20 del presente mes a las 18.30 al auditorio de la Universidad de Kanawaga.


Atentamente: Kaito Hideki


Director del Internado Midori


El revoltoso pelirrojo no entendió y volvió a leer la carta con atención. Al terminar la segunda lectura continuaba confundido. La verdad si había entendido lo que decía la carta, lo que no entendía era porque estaba dirigida a él. Le parecía que Michi o el Zorro podían conseguir una beca, pero también estaba Riochín, que llevaba más tiempo en esto del basquetbol que él y por tanto tenía más experiencia.


-¡Hey! Hana, amigo. Te estoy hablando ¿por qué no contestas? -dijo Ryota-. Bueno, no importa, preguntaba que qué es lo que dice la carta.


-Léela tú -dijo mientras le tendía el papel, sintiéndose incapaz de explicar el que le dieran un cupo en un Internado con una beca deportiva.


Fueron segundos los que Miyagi tardo en leer la carta. Sakuragi había tardado demasiado con la suya, así que ya había leído la de Mitsui.


-Dice lo mismo que la de Mitsui -dijo luego de su comprobación.


El pelirrojo salió de su ensoñación.


-¿Es cierto, Michi? -gritó hacia su compañero.


-Si... ¿qué harás, Sakuragi? -le preguntó.


-Yo... la verdad no lo sé. Creo que lo mejor será ir el sábado, quizás ahí expliquen algo.


-Sí, yo también creo que de momento es la mejor opción.


-¿Y tú Zorro? -habló al pelinegro que se dirigía a las duchas.


-Ya lo veré -dijo cortante, sin detener su andar.


-Estúpido Zorro taimado -murmuró el pelirrojo.


Luego de que ambas cartas pasaran de mano en mano, todos sus compañeros conversaban sobre la novedad. La noticia se esparció como la pólvora por todos los rincones de Shohoku: tres de los integrantes del equipo de basquetbol fueron invitados con una beca deportiva a un nuevo Internado.


Al terminar la semana y por tanto el año escolar, Sakuragi y Mitsui habían sufrido más acoso que en todo el tiempo que llevaban en la preparatoria. Habían repetido la misma historia una y otra vez y aún nadie se daba por enterado que no tenían idea de lo que harían.


 


˜*˜


 


El pelirrojo y Michi habían quedado en un parque cercano para llegar juntos al lugar donde fueron citados. También habían invitado al Zorro, pero no sabían si llegaría ya que contestó con un simple "Mnhñm" que podía significar realmente cualquier cosa.


-Hola, Michi -saludó el pelirrojo acercándose al banco donde esperaba su compañero.


-Hola, Pelirrojo -contestó- ¿nos vamos?


-Sí, estamos con el tiempo justo.


Cuando iban llegando a la salida del parque apareció el Zorro.


-Hola, Rukawa -saludó Mitsui cortésmente.


-Hola.


-Caminemos de una vez, no quiero llegar atrasado -los apuró Sakuragi.


-Está bien, está bien. No seas impaciente, Pelirrojo -contestó Mitsui.


Comenzaron a caminar en dirección a la Universidad. Mitsui y Sakuragi conversaban animadamente mientras Rukawa solo los ignoraba. En cierta medida se sentía celoso de ellos dos que podían hablar y bromear tan fluidamente cuando a él las palabras se le atoraban en la garganta cada vez que lo intentaba. Suspiró.


En la entrada de la Universidad se encontraron con Sendoh, Koshino y Fukuda de Ryonan que estaban en las mismas condiciones que ellos. Habían recibido la carta y no sabían qué hacer. El grupo se dirigió al auditorio y luego de presentar la carta como comprobante, pasaron a tomar asiento.


El pelirrojo miraba alrededor entre quienes estaban sentados y quienes iban llegando para ver alguna otra cara conocida. Un par de asientos más adelante vio a Jin y Kyota del equipo de Kainan.


-Lástima que el Gori, el Jefe Mono, el Viejo, el Suplente y el Miope hayan terminado la preparatoria. Sería divertido estar todos en el mismo Internado -dijo Sakuragi a Mitsui que estaba a su izquierda.


-Sí, he de reconocer que sería una experiencia agradable formar un equipo junto con ellos -contestó.


-Pero mira el lado positivo, Sakuragi -le habló Sendoh que estaba a su derecha- si ellos estuvieran tendrías cero posibilidades de ser titular.


-No molestes a este Genio, Puercoespín, ya verás como la próxima vez que nos enfrentemos te ganaré.


-¡Jajajajaja! He escuchado eso durante un año -dijo burlón.


-Bah, no necesito vencerte para saber que soy el mejor.


Sendoh no pudo seguir molestándolo porque en ese instante se apagaron las luces del auditorio. En el escenario se proyectó una especie de película mientras a un costado se veía al hombre que había llevado las cartas.


-Buenas tardes a todos los asistentes. Me presento, soy el Secretario General del Internado Midori, Taichi Etsuko. Muchos se estarán preguntando qué es exactamente lo que hacen aquí, se los explicaré. Todos los aquí presentes fueron llamados con una carta similar a esta -se proyectó en el escenario el cuerpo de la carta-. El Internado Midori es una preparatoria privada que abrirá sus puertas a partir del próximo año, pretende especializarse en la formación de deportistas de alto rendimiento y es por eso que todos ustedes han sido beneficiados con una beca deportiva total, porque son los mejores en sus áreas: judo, futbol, basquetbol, tenis, atletismo, etc. -se escucharon murmullos que cesaron en cuanto el hombre en el escenario volvió a hablar-. Lo único que ustedes deben hacer para asistir el próximo año es matricularse antes del 30 de este mes con su tutor legal. Si así lo hacen, al llegar a la preparatoria se les asignará un cuarto compartido con otro estudiante, cinco uniformes y cinco buzos completos y sus libros de estudio. La preparatoria -comenzaron a proyectarse imágenes del Internado- se encuentra a 20 Km de Tokio siguiendo la salida norte. En las imágenes pueden apreciar las habitaciones, las salas de estudio, bibliotecas y gimnasios -luego de unos minutos donde solo se observaban las fotografías del lugar, el hombre terminó su presentación-. Por ahora eso es todo, muchachos. Espero verlos el próximo año en el Instituto Midori.


Las luces volvieron a encenderse. Se escuchaban algunas conversaciones, pero pocas. La mayoría de los presentes estaba algo asombrado de tanta maravilla.


-Somos demasiados. ¿Qué ganan ellos permitiendo a tantos estudiantes estudiar gratis? Es una preparatoria privada, él mismo lo dijo -Sakuragi rompió el hielo, haciendo la gran pregunta que era la causante de su confusión.


-Pues, no estoy muy seguro -dijo Sendoh- pero lo único que se me ocurre es que quizás este año no tengan muchas ganancias, pero al salir la primera generación de grandes deportistas, los que quieran alcanzar un alto rendimiento van a llegar como abejas a la miel.


-Es una buena teoría -dijo Mitsui- es quizás la única respuesta posible.


-¿Qué harán? -volvió a preguntar Sakuragi.


-No lo sé -dijo Mitsui.


-Ni yo -agregó Sendoh.


Fukuda se encogió los hombros y Koshino negó con la cabeza, tampoco ellos sabían qué hacer.


-Le preguntaré al Gordito que piensa de todo esto -dijo Sakuragi- él debe de tener alguna una idea.


Todo este intercambio de palabras lo habían hecho mientras se dirigían a la salida. Una vez ahí, se despidieron para ir cada uno a su hogar y meditar ahí la decisión.


 


˜*˜


 


El pelirrojo acababa de llegar a su hogar cuando comenzaron a golpear la puerta.


-¡Ya voy! ¡Ya voy! -gritó molesto por la insistencia de quien tocaba.


Al abrir la puerta se encontró con su Gundam al otro lado. Entraron como quien entra a su casa sin esperar siquiera una invitación por parte del pelirrojo.


-¿Y bien, Hanamichi? Cuéntanos -habló Yohei como portavoz del grupo.


Durante casi una hora, Sakuragi les contó con lujo de detalles la explicación del hombre en el escenario, las imágenes que allí se proyectaban y las conversaciones con los demás.


-¡Wow! -dijo Takamiya- supongo que aceptaras.


-Acabo de decir que no lo sé Gordo. Pon atención. Primero me gustaría hablar con el profesor Anzai y saber su opinión.


-Creo que es de momento, la decisión más sabia -dijo Yohei.


 


˜*˜


 


Al otro día el pelirrojo se dirigió a casa del entrenador para hablar con él. Tocó la puerta e inmediatamente le abrió la esposa del profesor.


-Sakuragi, querido. Pasa, pasa -dijo amable la mujer.


-Gracias, señora Anzai.


-Supongo que vienes a ver a mi marido. Alguien más acababa de llegar cuando tocaste a la puerta.


-Puedo volver más tarde -dijo para no interrumpir.


-No creo que sea necesario ¿por qué no lo comprobamos? -dijo con una sonrisita.


Caminaron por un pasillo hasta llegar a la sala de estar.


-Viene alguien más -anunció la mujer.


-¡Ah! Zorro apestoso ¿qué haces aquí?


-Supongo que lo mismo que tú.


-¡Jojojojojo! -se rió el entrenador.


-No te rías, Gordito -dijo Sakuragi mientras le tiraba de la papada.


-Vamos, siéntate, Sakuragi.


Luego de pensarlo un segundo, hizo lo que el profesor le pedía. Al fin y al cabo el quería preguntarle si sabía algo de ese Internado y al parecer Rukawa también.


-El Internado Midori -comenzó el Gordito- tiene como Secretario General al señor Taichi Etsuko. Lo conozco y hablé con él el día que fue a dejar las cartas. Por lo tanto yo ya sabía lo que decían. Curiosamente me surgió la misma duda que a ustedes: con tanta beca deportiva ¿qué ganan? Nada, por ahora. Pero si quizás en unos dos o tres años cuando los mejores deportistas de cada área comenten que estudiaron en ese lugar. Están haciendo una inversión arriesgada, pero si supieron elegir a sus becados, es bastante probable que dé frutos a largo plazo.


-¿Eso quiere decir que la beca deportiva es una oferta seria y confiable? -quiso asegurarse Sakuragi.


-Sí, lo es. Y si me permiten el consejo, sería bastante beneficioso para su carrera aceptar. En ese lugar estarán en contacto con grandes deportistas que los pueden ayudar en su crecimiento como basquetbolistas.


-Gracias, Gordito, era todo lo que necesitaba -le dijo Sakuragi mientras le sobaba la panza.


-¡Jojojojojo! -se rió para luego dirigirse al pelinegro-. Y tú Rukawa ¿qué harás?


-Creo que aceptar -contestó.


-Vaya Zorro, si es así, seguiremos viéndonos las caras -le habló Sakuragi.


-Así parece.


-¡Jojojojojo!


Rukawa se retiró luego de resuelta su duda, mientras que Sakuragi decidió quedarse un rato más. Le tenía cariño al Gordito y su esposa era una mujer muy simpática.


 


˜*˜


 


Esa tarde fue a buscar a Yohei para contarle de su visita al profesor Anzai y de su decisión.


-No había querido decirte nada por si es que las cosas no resultaban, pero creo que es lo mejor que podrías hacer -dijo Yohei.


-También lo creo. El Gordito tiene razón, puedo aprender mucho jugando en un equipo con todos los chicos que estaban ahí -recordó a las personas que había podido distinguir.


-Te extrañaremos mucho, amigo.


-Lo sé, no pueden hacer nada sin este Genio ¡Hahahahaha! -se rió Hana, para luego colocarse serio-. Yo también los extrañaré.


-Supongo que vendrás a visitarnos de vez en cuando.


-Sí. Aunque estando en Tokio, lo más fácil sería quedarme en casa de mi tía -dijo con tristeza.


-Entiendo. Venir por un fin de semana sería un gasto innecesario. Solo, aparécete alguna vez antes de acabar el año escolar ¿sí?


-Sí.


Conversaron bastante sobre el tema del nuevo Internado. A veces hablaban de sus amigos, sus aventuras, travesuras y maldades, siendo conscientes que el tiempo que pasaran juntos se reduciría considerablemente al tiempo que duraran las vacaciones de verano.


Al caer la tarde se despidieron, quedando de volver a verse lo más pronto posible y con los muchachos para que les contara como había ido todo con su matrícula. Hanamichi aún no se comunicaba con su tutora legal y debía hacerlo pronto, sin su consentimiento no podría ir a ninguna parte, pero sabía que ella no se negaría si él le decía que ya había tomado una decisión. Con esta idea en mente, volvió a su casa.


 


˜*˜


 


-Moshi moshi...- se escuchó del otro lado del teléfono.


-Tía, soy Hanamichi.


-Hana, cariño ¿ocurre algo?


-No, no tranquila. Es solo que...


-Vamos, Hana, dilo de una vez.


-Me ofrecieron una beca deportiva en un nuevo Internado. Me gustaría ir y para eso debo matricularme con mi tutor legal.


-Vaya, me toma por sorpresa. ¿Estás seguro que eso es lo que quieres?


-Sí.


-Bien, entonces iré lo más pronto posible a Kanagawa.


-Tía... es mejor que vaya yo. El Internado está en Tokio.


-Bueno, entonces puedes venir cuando quieras.


-Sí, gracias tía, iré mañana mismo.


-Nos vemos, Hana.


-Nos vemos.


Luego de cortar el teléfono, Sakuragi se dirigió a su habitación para preparar un bolso con algo de ropa para viajar al otro día a casa de su tía. Su madre había muerto cuando tenía 10 años y su padre cuando tenía 14. Ahora su tía, hermana de su padre era su tutor legal y a pesar de vivir en Tokio y visitarlo una vez al mes, se tenían mucho cariño.


También buscó entre unas carpetas sus documentos: fotocopia del carné de identidad, certificado de nacimiento, certificado de estudios de primaria, secundaria y primero de preparatoria, carné de salud, certificado de defunción de su padre y su madre y el documento legal que indicaba como tutora a su tía.


Creía que no le faltaba nada y con esa idea se fue a dormir.

Notas finales:

Sé que éste capítulo es más que nada la introducción a la historia. Aún así estaré esperando sus Review. Nos leemos :D


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