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The Magical and White Christmas por J2Y2C

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Notas del fanfic:

Para Sora Uchiha que me pidió un ChangTae, chwang que se desespera por qué no sucede nada con estos dos y para to@s aquell@s amantes de esta preciosa pareja, y a falta de mi ordenador el día 25 y posteriores me veo en la necesidad de subirlo hoy. 

Espero hayan pasado una muy feliz navidad.

-Taemin apúrate se nos hará tarde.


Escucho la suave voz de mi prometido desplazarse desde la entrada de la casa, tomo la primera bufanda que encuentro en el perchero del recibidor y salgo corriendo cerrando la puerta con un estridente ruido, puedo distinguir la amplia espalda de mi novio enfundada en un suéter negro perderse en el asiento del piloto dentro del auto, cierro el portón, Changmin ya se ha encargado de sacar el auto fuera. Me acerco a su ventana abierta.


-¿Taemin empacaste el abrigo blanco?


-Sí, también empaque tus guantes blancos.


-Muchas gracias amor, ahora sube que te resfriaras con este clima.


Le hago caso y monto en el auto junto a él, en el asiento de copiloto, volteo a verlo, el roba un beso de mis labios, sonrío, y emprendemos el viaje hacia la casa de Jung Yunho, mi maestro de piano y muy amigo de mi Changmin. Hoy es el día de nuestra boda, en este país es algo completamente legal y llevamos esperando por esto alrededor de 7 años, casi 8 años ya. Yunho y Jaejoong, su novio, son nuestros padrinos, nos cambiaremos en la casa de Yunho y ahí dejaremos el auto con el equipaje listo para irnos de luna de miel, Jaejoong insistió en pagarnos el viaje así que hoy mismo tenemos que irnos porque esas fueron sus órdenes.


El camino se me hace extremadamente largo, estoy muy ansioso de que llegue el momento de la boda, aunque también estoy nervioso creo que es más palpable la emoción que siento por el acto, porque por fin seré el esposo legal de Changmin y el será el mío, sonrío, solo mío.


-¿Nervioso?- la voz de Changmin me distrajo de mis pensamientos


-Ansioso- recibí una sonrisa de su parte- ¿crees que esta vez sí nevé?, hace tres años que no sucede…


-Tal vez suceda ¿me ves cara de meteorólogo?- como siempre el lado sarcástico de Changmin no tardaba en aparecer.


-Espero que no, el meteorólogo viejo de la televisión no se compara con mi prometido.


Recibí una nueva sonrisa de su parte y de nuevo me perdí en el paisaje a través de la ventana. Hace 7 años que decidimos venir a vivir a este país, lo decidimos así desde el momento en que tomamos la decisión de comprometernos, bueno, en realidad Changmin es quien me propuso matrimonio a mí cuando aun tenía 14 años, meses antes mis padres me habían abandonado a mi suerte sin permitirme volver al que alguna vez llame hogar, por supuesto, yo no estaba solo, tenía a Changmin como novio, sus padres sabían de nuestra relación y aunque al principio no fue una idea muy agradable para ellos lo fueron asimilando poco a poco. Tiempo después me propuso matrimonio y decidimos, luego de investigar a fondo, en venir a vivir a esta ciudad, un año atrás cuando estábamos aun empezando los preparativos de la boda, la hermana de Changmin también se decidió a vivir en este país. Y hace un año atrás habíamos conseguido el permiso y la fecha para contraer nupcias, justo un mes antes de navidad, y por supuesto ahora éramos legales de este país que muchas cosas buenas nos había traído, sobre todo el que podíamos ser nosotros mismos sin tener que seguir las normas de nuestra antigua y estricta sociedad donde la mayoría de las personas no aceptaban algo que no estuviese en lo condicionado como anormal según los estándares públicos.


-¿Y la melodía que interpretaras para mí?- de nuevo si voz me saco de mis pensamientos.


-Yunho y Jaejoong me la han enseñado a la perfección, no te preocupes- me estire en el asiento, el cinturón de seguridad me estorbaba un poco pero aun así eso no evito que besase la mejilla de mi novio, no lo que saco una sonrisa de su parte.


-No estoy preocupado, se que la interpretaras a la perfección, solo estoy ansioso de que por fin me dejes oírla.


-No desesperes Changminnie.


En aquel momento pude divisar la casa de Yunho a través de los cristales del auto, y de nuevo el nerviosismo que se había disipado al hablar con Changmin volvió. El auto fue aparcado fuera de la casa de según Changmin para que pudiese escapar mas fácilmente si me arrepentía de casarme con él, cosa que yo sabía sería imposible. Fuimos recibidos por Yunho quien ya se encontraba perfectamente arreglado para la ocasión con su traje negro, camisa azul y corbata a juego; Changmin fue el primero en pasar con los trajes de ambos protegidos en bolsas plásticas, y luego yo entre en la casa saludando a Yunho con un beso en la mejilla, me gire para cerrar la puerta y apenas había terminado de cerrarla cuando me sentí siendo arrastrado casi literalmente por el pasillo hasta las escaleras y posteriormente a la habitación de Yunho, ya librado del agarre voltee para ver el porqué de la repentina acción de Jaejoong, le mire con la duda rondando en mi cabeza a lo Jaejoong solo sonrió y abrió la boca para responder.


-No tenemos mucho tiempo, Changmin es rápido en arreglarse pero a tu tendrás que ver aun más espectacular de lo que te ves a los ojos de él- fue su resumida respuesta para posteriormente tenderme mi traje de novio aun en la bolsa plástica que lo protegía ¿Cuándo fue que le quito esto a Changmin?, el solo sonrió por la cara sorprendida que puse, se paro frente al espejo para arreglarse la corbata rosa y las mangas de su cabeza igual rosa bajo ese traje negro, y fue entonces que me di cuenta que él también ya estaba completamente listo y eso solo significaba que ya estábamos sobre tiempo, porque la verdad que Jaejoong era conocido por tardarse horas arreglándose para asistir a un evento aunque siempre llegaba puntual. Jaejoong me ayudo a vestirme y me maquillo solo un poco según él para que Changmin no pudiese controlar sus instintos y he hiciera conmigo lo que quisiese en la luna de miel, yo por supuesto, a pesar de lo que muchos pensaban por mi apariencia inocente, no me avergoncé de sus palabras porque deseaba exactamente eso, que Changmin no se controlara a la hora de hacerme completamente suyo.


Unos golpes en la puerta nos hicieron levantarnos de la cama donde Jaejoong me había sentado para delinear mis ojos.


-Boo ya es hora de irnos, el juez nos espera dentro de 20 minutos y no debemos confiarnos de que el registro está a unas cuadras de aquí- la voz de Yunho se escucho apurada, él tenía razón, no debíamos confiarnos con el tiempo.


Jaejoong termino de darle los últimos toques a mi largo cabello, teñido de un rubio cenizo claro, y a mi maquillaje. Bajamos las escaleras con rapidez, Yunho y Changmin nos esperaban sentados en el gran sofá de la estancia principal, mi novio se me levanto con una sonrisa en sus labios y su mirada sobre mí, él vestía un traje negro con corbata del mismo color y la camisa blanca, contrario a mí que tenía un traje blanco al igual que la corbata y mi camisa era de color negro. Se acerco a mí tomando mi mano y Jaejoong siguió hasta Yunho.


-Estás precioso, ¿Quién te puso una tiara en el cabello?


Admito que aquello fue bastaste extraño, pero era una tarea casi imposible contradecir a Jaejoong, y digo casi porque solo Yunho era capaz de hacerlo y claro, yo no soy Yunho, así que me tuve que resignar a quedármela.


 -Fui yo ¿algún problema?- el tono de voz retador de Jaejoong hizo que Changmin volteara en su dirección, pero como conozco a mi prometido mejor interrumpí su confrontación de miradas antes de que empezaran sus típicas pequeñas discusiones tontas.


-¿No te gusta?- hice un puchero y baje el rostro para darme un aura triste.


-¡No! ¡No! ¡Claro que me gusta!, estas precioso, solo que…


-No te vas a poder resistir a él y terminaras dejándolo sin dormir toda la noche y no precisamente platicando o viendo televisión…-la boca de Jaejoong fue callada por la mano de Yunho sobre ella.


Las mejillas de Changmin se tornaron rojizas, eso me hacía ver que el plan de Jaejoong con mi apariencia estaba dando resultados y eso era muy bueno para mí, porque aun soy un adolescente y el que mi novio-prometido no se digne a tocarme en los 9 años que llevamos de novios es algo demasiado frustrante para mí.


-Como sea, ya vámonos que se les ara tarde, te ves muy bien así Taemin- Yunho sonrió y dejo libre a Jaejoong quien enseguida tomo su brazo para salir de casa.


-Taeminnie, en verdad te ves muy bien mi amor- Changmin beso mi frente y ambos salimos, de casa de Yunho, tomados de la mano.


El camino hacia el registro fue silencioso pues Jaejoong era quien conducía y él decía que teníamos prohibido hablar en el auto hasta que pudiese aprender a controlar el auto y hablar al mismo tiempo, y la verdad esperaba que eso sucediera bastante tiempo después; todo el camino me la pase recostado en el pecho de Changmin, porque el rítmico palpitar de su corazón calmaba los nervios que sentía de saberme el, a unos minutos, futuro esposo de el ser más perfecto del planeta. Una vez que llegamos al registro sentí que todo pasaba a una velocidad desesperante.


-Taeminnie tranquilo…-Changmin comenzó a susurrarme al oído pero yo le interrumpí.


-Estoy tranquilo- Por supuesto que no lo estaba, pero no lo iba a admitir.


-¿Seguro que quieres casarte conmigo?- su mirada estaba seria ¿pudiese ser que hablase en serio?


-¿Cómo me preguntas eso? ¡Por supuesto que sí!


-Que bueno porque ya es muy tarde para arrepentirte y no te iba a dejar ir- me envolvió en un abrazo y beso mi mejilla.


-Malo- hice un puchero y él beso mis labios.


-No mi bebé, no soy malo, soy un tonto locamente enamorado.


Ambos sonreímos por sus palabras pero salimos de nuestro mundo al escuchar nuestros nombres de boca del juez; Changmin tomo mi mano y entrelace mis dedos con los de él mientras nos acercábamos a la gran mesa donde un señor, ya entrado en años y de cabello canoso, esperaba nuestra presencia.


-¿Ustedes son Shim Changmin y Lee Taemin?


-Sí señor.


-Sí- sentía que no podía decir más por el nudo que tenía en la garganta, y la verdad no entendía él porque, si desde siempre había querido llegar a este momento.


-¿Sus documentos?


-Aquí están- la secretaria le entrego dos folders al señor canoso.


-Gracias…- se acomodo en su silla y cogió dos bolígrafos- bien, prosigamos…-tomó entre sus manos los documentos de mi, aun, prometido- Shim Changmin ¿se encuentra aquí presente bajo pleno uso de sus facultades y porque así lo decidió?


-Si- la voz de mi novio sonaba tan tranquila.


-¿fue amenazado de alguna manera para llevar a cabo esta ceremonia?- en ningún momento volteo a ver a Changmin, solo se ocupaba de los documentos.


-No.


-De acuerdo…- cambio de folder- Lee Taemin…-paro de hablar y levanto la vista para verme- ¿tiene 21 años?- solo asentí leve con la cabeza y mire a ver a Changmin que me sonrió divertido- como sea… ¿se encuentra aquí presente bajo pleno uso de sus facultades y porque así lo ha decidió?


-Sí.


-¿Fue amenazado, extorsionado, obligado, de alguna manera para llevar a cabo esta ceremonia?


-No señor- mis nervios seguían ahí pero la sonrisa de Changmin lograba calmarlos bastante.


-¿Los testigos ya fueron entrevistados?- el canoso se dirigió a su secretaria.


-Si señor- ella le entrego dos nuevos folders.


-¿Lee Taemin, eres joven, seguro que deseas casarte?- volvió a preguntar el viejo.


-Si señor, quiero casarme con Shim Changmin, llevo esperando muchos años para ello- suspire, esperaba que esa respuesta bastara para callarlo.


Estuvo haciendo varias preguntas más por algunos minutos y posteriormente volteo un pesado libro con muchas hojas hacia nosotros, dejo los dos bolígrafos sobre este y levanto la mirada a nosotros.


-Procedamos a terminar de casarlos, ¿tienen anillos o algo así?


Nadie respondió, pero Changmin dejo sobre la mesa dos pequeñas cajas blancas, una con una “T” para mí y otra con una “C” para él, tome mi cajilla correspondiente y la abrí, dejando a la vista el anillo de oro blanco con mi peculiar huella digital, grabada en él, admire unos segundos el anillo y levante la mirada para posarla sobre los ojos chocolate de Changmin que me miraban con aquel brillo enamorado que tanto adoraba.


-Por favor, jóvenes dejen los anillos al cuidado de uno de sus testigos.


Jaejoong enseguida se acercó a nosotros para tomar las alianzas.


-Shin Changmin, comienzo con usted. ¿Toma usted a Lee Taemin como su legítimo esposo, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por la Ley?


-Así es- Changmin me sonrió y el señor canoso volteo hacia mí.


-Lee Taemin. ¿Toma usted a Shin Changmin como su legítimo esposo, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por la Ley?


-Si


-¿Estamos bien de tiempo?- el juez preguntó a su secretaria, a lo que esta le respondió que si- …tómense de las manos...- así lo hicimos- Shim Changmin puede hacer sus votos a Lee Taemin.


-Yo, Shim Changmin, te tomo a ti Lee Taemin, como mi legítimo esposo, para que los dos seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.


-Joven Lee Taemin es su turno.


-Yo, Lee Taemin, te tomo a ti, Shim Changmin, con todo mi amor, como mi legítimo esposo, para que seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe.


-Testigos acérquense y denle los anillos a los novios.


Jaejoong y Yunho se acercaron a nosotros junto con la hermana de Changmin y su respectivo esposo, Jaejoong deposito en la palma de cada uno el anillo correspondiente.


-Ahora por favor repitan lo que está en la hoja y pongan el anillo a su pareja cuando Lee Taemin termine las partes correspondientes- le tendió una hoja blanca con pequeñas letras negras a Changmin.


-Con este anillo me caso contigo, y con mis bienes terrenales te doto, y por este acto declaro delante de la ley y de estos testigos que te tomo como mi esposo y que te seré fiel esposo-


El juez me dio una hoja blanca, pero las palabras escritas ahí no eran las mismas que había dicho Changmin.


-Recibo este anillo de ti, y por lo tanto declaro delante de Dios y de estos testigos que te seré fiel en la alegría como también en la tristeza- al finalizar el juez hizo una seña a Changmin quien tomo mi mano derecha y adentro el anillo con su huella digital en mi dedo anular para posteriormente besar el dorso de mi mano; sonreí por su acción.


-Lee Taemin, puede proseguir.


-Con este anillo doblemente sellamos nuestros votos, y tú compartes conmigo el símbolo de nuestros esponsales.


Ahora el juez me hizo la misma seña hecha a Changmin y yo tome el anillo entre mis dedos temblorosos, Changmin me tendió su mano y yo deslicé el anillo con mi huella digital en su dedo anular.


-Por cuanto se han declarado sinceramente su deseo de ser unidos en matrimonio, los declaro esposos y los exhorto a que sean fieles a los votos que han tomado. Con este matrimonio emprenden una vida nueva con mayores responsabilidades. Sólo encontrarán la verdadera felicidad si cumplen con las obligaciones que han contraído. No permitan que en su voz se apaguen los tonos tiernos de cariño ni que sus ojos pierdan el brillo con que resplandecían durante el noviazgo. Que su amor crezca cada día más… Ahora por favor tomen cada uno un bolígrafo y firmen, los testigos de los contrayentes también.


Changmin fue el primero en firmar, luego le seguí yo y luego todos los demás; en ningún momento nuestras manos se soltaron.


-No me queda nada más que decir, solo que delante de la ley ambos son considerados como esposos y… ya pueden besarse.


No espere a que me lo repitieran dos veces y  junté los labios de mi ahora esposo con los míos en un beso suave y lento; nos separamos en unos segundos, Changmin me beso la mejilla y dio las gracias al juez para dar media vuelta y caminar hacia la salida conmigo detrás de él aun agarrados de la mano con los dedos entrelazados.


Paramos en la entrada y la hermana de Changmin y él esposo de ella, se despidieron de nosotros dándonos buenos deseos y entregándonos un gran regalo que no fue capaz de sostener, así que fue a parar a los brazos de Changmin, y uno más pequeño que tome entre los míos; quería preguntar el porqué de los dos regalos de bodas pero se vería muy grosero así que mejor callé y agradecí por los presentes. No tuvimos mucho tiempo para despedirnos porque Jaejoong nos apuro a llegar al auto para que pudiese llevarnos hacia el aeropuerto, suerte que el auto de Jaejoong era espacioso o si no hubiésemos tenido que hacer una parada para dejar el regalo pesado en casa de Yunho ¿y porque solo el pesado?,  porque Jaejoong nos obligo a llevar el regalo más pequeño alegando que no era muy difícil de trasportar y que me seria de mucha ayuda, y eso me hizo sospechar de su contenido, pero aun así le reste importancia pues tenía cosas mucho más importantes que pensar, como el que ya era esposo de Changmin; y de nuevo me recosté en el pecho de mi amor, en lo que llegábamos al aeropuerto, mientras admiraba la alianza en mi dedo anular derecho.


Apenas Jaejoong aparco el auto en la entrada principal del aeropuerto mi tranquilidad se vio interrumpida por las carreras de un lugar a otro en el gran edificio mientras Jaejoong nos gritaba que nos apuráramos y Yunho era prácticamente arrastrado por él para que nos siguiese el paso. Ni siquiera tuvimos tiempo de cambiarnos, aunque Jaejoong alego que podíamos hacerlo en el avión porque de todas formas nuestros boletos eran de primera clase y Jaejoong y Yunho habían movido sus contactos para dejarnos un cubículo privado para que tuviésemos privacidad y empezásemos nuestra luna de miel, cosa que definitivamente Changmin no iba a permitir que tomase un gran avance mientras estuviésemos en el avión.


Nos despedimos de Jaejoong y Yunho en el andén que marcaba nuestro vuelo correspondiente y nos adentramos por el largo túnel hasta el avión, solo con una pequeña maleta de mano y nuestro regalo de bodas que al parecer no contenía nada peligroso porque, si no, hubiese sido confiscado. La azafata nos condujo hasta nuestros lugares, dos asientos apartados del resto, ocultos tras una cortina, con una pantalla de plasma al frente y una pequeña mesa.


-¿Desean algo de tomar?


-No, muchas gracias, solo no entre sin avisar por favor, mi esposo y yo queremos cambiarnos- ella asintió a las palabras de Changmin con una traviesa sonrisilla y se retiro, a saber que hubiese pensado.


Changmin dejo el bolso sobre uno de los asientos y lo abrió, sacando ropa de él y mía para hacer justo lo que le había dicho a la azafata. Se volteo a mirarme y me sonrió inclinándose hacia mí para darme un pequeño beso mariposa; deshizo mi corbata y la dejo sobre el asiento, después tomo los botones de mi saco y los empezó a soltar de su ojal uno por uno hasta terminar con ellos y sacarme el saco, prosiguió con la camisa, desabrochando primero las mangas y luego el frente, y hecho aquello me quito la camisa, se volteo un momento para tomar una camiseta, manga larga, y la paso por mi cabeza y brazos, vistiéndome; Changmin se propuso seguir con mis pantalones pero no le deje, ¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de que me conozco y lo conozco demasiado bien como para saber que no soportare el tener sus dedos rozando mi piel y mucho menos ver escenas que mi mente malinterpretara, y que Changmin, aunque lo sepa, no hará nada por bajarme la calentura y se hará el que no sabe nada dejándome con un gran problema entre mis piernas y en mi mente. Changmin comenzó a desvestirse en el reducido espacio y yo decidí dar media vuelta antes de que mi imaginación comenzase a volar, creo que necesito pronto que la luna de miel comience, mis hormonas se han revolucionado con solo darse una idea de lo que podrá suceder, claro, si es que Changmin se digna a tocarme, porque según él tiene miedo de hacerme daño ya que soy mucho más pequeño que él. Termine de cambiarme y espere de espaldas a Changmin hasta que este terminara; cuando cogió el bulto para colocarlo arriba, en una pequeña repisa, sobre nuestras cabezas, me voltee y pude observar sobre mi asiento, junto a la ventana, mi reproductor de música, mis audífonos, una gran manta color rojo vino, y el regalo envuelto en colores blanco y plateado.


Ambos ya estábamos cómodos para empezar el viaje a bordo del avión, Changmin había subido las barandas de los asientos para que “nada nos separase” así que yo estaba acostado, de nuevo, contra su pecho con los audífonos blancos puestos escuchando las melodías que habían compuesto Jaejoong y Yunho, la manta nos cubría a ambos y el regalo había sido olvidado debajo de mi asiento porque habíamos decidido abrirlo hasta llegar al hotel luego de que este avión llegase a su destino; Changmin acariciaba mis cabellos delicadamente, la tiara aun seguía en su lugar, y unos minutos después las caricias cesaron y la cabeza de cabeza de mi esposo se apoyo sobre de la mía, cuando Changmin hacia aquello era porque estaba a punto de caer dormido así que trate de no moverme ni un centímetro hasta que él se durmiese; el día anterior Changmin había llegado muy tarde de trabajar y aun así al llegar a casa me saludo con un largo beso, ceno rápidamente y se encerró en su estudio a terminar su trabajo hasta que lo sentí entrar en la cama a las 5 de la mañana, cuando al día siguiente le pregunte la razón él me contesto que debía terminar lo que tuviese pendiente porque no quería trabajar ni un segundo en nuestra luna de miel para dedicarme todo ese tiempo a mí.


El vuelo de varias horas paso sin contratiempos, Changmin se la paso dormido la mayor parte del camino y mientras el dormía yo escuchaba música o también tomaba pequeñas siestas, y en el momento en que ambos estuvimos despiertos y sin ganas de dormir aprovechamos la pantalla frente a nosotros para ver películas, comer, ir al baño y contestar las preguntas indiscretas de la azafata sobre nuestra relación, como por ejemplo ¿cuáles eran nuestras posiciones a la hora de tener sexo?, después de semejante pregunta, que por supuesto nadie respondió, Changmin no la dejo entrar ni un segundo más.


Llegamos a altas horas de la noche a nuestro destino, estuve a punto de perder mi teléfono celular por segunda vez en la semana pero Changmin lo rescato de quedarse dentro de mi asiento, un taxi nos llevo al hotel donde nos hospedaríamos por aquella semana y así pudimos admirar aquella bella ciudad de noche hasta llegar al gran hotel de cinco estrellas que Yunho había escogido para nosotros.


Una vez registrados y acomodados en la habitación con Changmin preparando el jacuzzi para darse un relajante baño y yo tendido sobre la cama con el regalo de mi cuñada junto a mi me decidí a abrirlo sin decirle a mi esposo, total que de todas formas no se molestaría por abrirlo yo solo y luego enseñárselo.


-¡Taeminnie me voy a meter al jacuzzi! ¡¿Quieres venir?!- la voz de Changmin se escucho amortiguada por las paredes y vidrios que escondían al jacuzzi y al baño separándolos de la habitación.


-¡No gracias amor!- no pensaba hacerlo, al menos por ahora, porque ya tenía decidió que hoy, antes de que den las doce y sea navidad, es decir dentro de una hora y media, hare que Changmin caiga ante mis encantos para poder ser por fin completamente de él en todo el sentido de la palabra.


Me senté en la cama con las piernas cruzadas y tome el regalo junto a mi desprendiendo la envoltura que no me dejaba ver su contenido; me encontré con una caja sellada con un poco de cinta adhesiva que no tardo en dejarme el paso libre gracias a la ayuda de una pequeña tijera que Changmin había empacado. Abrí la caja y mis ojos se abrieron todo lo que les era físicamente posible mientras mis mejillas comenzaban a quemar por el inevitable sonrojo que se había apoderado hasta la raíz de mi cabello al ver varios tipos de juguetes sexuales, como esposas, consoladores y otros mas que no conocía, a pesar de mi vergüenza por semejante regalito, del que estaba seguro Jaejoong estaba enterado, tome un pequeño vibrador rojo en forma de huevo de codorniz y una idea llego a mi mente, una gran idea para hacer caer a Changmin. Tome el pequeño vibrador, un par de esposas de cuero unidas entre sí formando una equis, y una botella con un líquido trasparente, lo demás lo deje en la caja y guarde esta debajo de la cama.


Me quite absolutamente toda la ropa, estaba nervioso por lo que estaba a punto de hacer pero lo tenía bien decidido; me acosté a todo lo largo de la cama y comencé a acariciar mi cuerpo comenzando por mis tetillas, imaginando que mis manos en realidad eran las de Changmin, baje despacio por mi torso y vientre hasta llegar a mi pene que tome entre mis dedos y comencé a masajear con lentitud escuchando la voz de Changmin entonando una canción que en estos momentos no recordaba el nombre, mi pene poco a poco comenzó a ponerse erecto, pare un momento con mi labor, abrí la botella y esparcí un poco de aquel liquido en mi miembro y en mis dedos, tome el pequeño vibrador y también lo bañe de aquel liquido que empezaba a dejarme un poco más caliente; volví a mi trabajo de auto proporcionarme placer solo que esta vez dirigí mi dedo anular izquierdo hacia mi ano acariciando la piel a su alrededor mientras mi mano derecha bombeaba mi pene erecto; un dedo se abrió paso por las estrechas paredes de mi interior , mordí mi labio inferior para no soltar ningún sonido o eso podría alertar a Changmin antes de tiempo; jugué unos segundos con aquel intruso en mi interior para posteriormente meter un segundo dedo, me dolía mucho pero el dolor era rápidamente aplacado por el calor que proporcionaba aquel liquido en mi miembro y entrada, y por supuesto los pensamientos sobre mi esposo ayudaban en demasía. En unos minutos ya tenía tres dedos en mi interior abriéndose y cerrándose en un intento de poder dilatar lo más posible mi entrada pues tenía muy en cuenta el tamaño del pene de Changmin, empecé a sacar y meter mis dedos  y luego de unos segundos ya no lo podía soportar más, necesitaba a Changmin, necesitaba ser marcado por el ahora, inhale y exhale despacio varias veces tratando de calmarme un poco, cuando lo conseguí tome el vibrador que descansaba en mi vientre y lo encendí en el nivel mínimo, lo tome entre mis dedos y lo dirigí sin pensarlo mucho a mi entrada, el pequeño huevillo rojo no tardo en adentrarse en mi cuerpo y tuve ganas de gemir pero aun no estaba listo así que me reprimí apretando mis labios y tapando mi boca con una mano, de nuevo inhale y exhale pero esta vez no estaba obteniendo muy buenos resultados, ya con la suficiente convicción de que no soltaría ningún gemido audible tome el par de esposas de cuero negro, coloque un par en mis piernas un poco mas debajo de mis rodillas y otro par en mis muñecas con la ayuda de mis dientes, una vez que lo hube logrado y estando al borde de la locura por el vibrador en mi ano me decidí a llamar a mi esposo.


-¡Cha!… ¡ah!... ¡Changmin!…


No necesite decir más para escuchar el sonido del agua al ser removida y la puerta de cristal siendo abierta.


-¿Qué sucede mi amor?- su voz sonaba preocupada.


Al doblar la esquina el cuerpo de Changmin se paralizó y sus ojos se abrieron de sorpresa mirándome encima de la cama esposado y a su disposición, él solo tenía una toalla en la cintura sostenida por el agarre que mantenía sobre ella, perfecto, sería fácil deshacer ese agarre sin tener que moverme de la cama.


-ah... Changmin… ah… Tómame… mmm… márcame como tuyo amor…


Y tal parecer que mis palabras surtieron efecto porque su toalla cayó al piso con un sonido sordo, su mirada cambio a una que no había visto jamás, era una mezcla extraña de amor y deseo, camino hasta posase junto a la cama y se subió en ella para quedar junto de mí, me miro de arriba abajo, mi respiración era irregular, mi cuerpo al verle había subido mucho mas de temperatura y el vibrador en mi interior ya no me satisfacía.


-¿Pero qué has estado haciendo pequeño diablillo?, no te puedo dejar ni un momento solo y ya estás haciendo travesuras, creo que por primera vez tendré que castigarte Taeminnie


-Si, castígame…


-Silencio, ahora yo soy el amor- junto sus labios con los míos en un beso hambriento que no sabía cuánto necesitaba, nuestras lenguas se enredaban dentro del beso y las manos de Changmin no perdieron tiempo en vagar por mi cuerpo.


Los dedos de mi amante se entretuvieron en mis pezones ya duros gracias a mis propias caricias, su boca ahora succionaba con fuerza en mi cuello, mis gemidos ya no podían ser contenidos y no me importaba porque ahora Changmin estaba junto a mí y no tuve que hacer nada para atraerlo hacia mí, solo empezar el juego.


-¡¿pero que esto?!- la mano izquierda de Changmin había bajado hasta mi entrada y uno de sus dedos había descubierto el cable del pequeño vibrador rojo en mi entrada- ¡¿Taemin de donde sacaste esto?!


-El regalo...- Changmin se quedo pasmado observando el cable adentrarse en mi cuerpo- Min por favor… te necesito… ya no aguanto.


Y mis palabras parecieron despertar a Changmin de su trance porque sonrió travieso y volvió a llevar sus dedos hacia mi entrada tomando el cable y sacándolo con fuerza, no pude evitar soltar un grito de placer por tal acción.


-Agradezco que te prepararas para mi amor- beso mis labios y comenzó a masturbarse mientras mi boca seguía siendo devorada por la suya.


Unos minutos después ambos gemíamos dentro de los besos, una de sus manos se deslizo hasta mi miembro desatendido desde hace mucho y comenzó a masturbarme mientras el posicionaba su enorme pene rozando mi entrada.


-Mételo…


No necesite decir más para sentir la fuerte embestida llegando de una sola vez hasta el tope, grite de dolor porque después de todo era mi primera vez y ni mis dedos ni el vibrador se comparaban con el tamaño del pene de Changmin.


-Tranquilo mi vida, no… tenses tu cuerpo, trata de… relajarte… no me moveré… hasta que me digas- sus bellos ojos me miraban con preocupación y yo solo pude asentir cerrando los míos tratando de olvidar el dolor y relajar mi cuerpo.


Unos minutos después aun con el escozor en mi interior pero notoriamente disminuido sentí la necesidad de que Changmin se moviera y así se lo hice saber moviendo suavemente las caderas, Changmin enseguida entendió pues comenzó a embestirme lento, pero no logramos durar mucho tiempo así, ahora los embates de Changmin eran rápido y fuertes, ninguno de los dos podía acallar sus gemidos aunque claramente el más escandaloso soy yo mismo. Una envestida fuerte y particular de Changmin me hizo arquear la espalda lo más que me dejaban aquellas esposas y dejar escapar un muy audible grito de placer.


-¡Otra vez!... ¡ah!... ¡Min!


Changmin sonrió lascivo y volvió a repetir aquel movimiento una y otra vez; al cabo de unos minutos el orgasmo se hacía inminente en mi cuerpo y al parecer Changmin lo sabía porque mi miembro empezó a ser masturbado a máxima velocidad, mis sentidos se volvieron súper sensibles, mi boca busco la de mi amante y este complació mi pedido, las envestidas se hicieron más fuertes y veloces, una descarga eléctrica pasó por toda mi columna vertebral y mis sentidos estallaron liberando un grito de placer absoluto, liberando mi esencia en el pecho de Changmin que siguió embistiendo mi entrada por unos segundos hasta que sentí un cálido liquido llenar hasta lo más profundo de mi interior y gemí de nuevo, era una sensación totalmente nueva, ahora pertenecía por completo a mi único y más grande amor, pertenecía por completo a Shim Changmin y él también lo hacía, ya no tendría escapatoria. Salió despacio de mi, suspire, y sentí como parte de sus fluidos y los míos se esparcían por mis muslos y parte del edredón de la cama King size; soltó las esposas que me mantenían atado y se dejo caer en la cama junto de mi jalándome hacia su pecho, me recosté, ambos sin mediar palabra, aun recuperándonos del orgasmo normalizando nuestras respiraciones.


Fije mi mirar en la ventana, pequeños copos de nieve caían danzantes desde el cielo aun obscurecido, mi reloj de muñeca anuncio las 12 de la noche.


-Feliz navidad, mi amor- bese sus labios, había logrado mi cometido antes de navidad y por fin, luego de dos años, tendríamos una blanca navidad; sentía como si ahora todo fuese mágico, porque simplemente era perfecto.


-Feliz navidad mi pequeño diablillo- Changmin beso mis labios de nuevo y sonrió apretándome más contra su cuerpo- hiciste que cállese en tu trampa Taeminnie, eres muy travieso mi amor.


-Solo quería ser tuyo- un puchero involuntario salió de mis labios.


-Aun sin hacer aquello ya eras mío completamente, pero supongo que tus hormonas no pudieron esperar a que termine de bañarme- el tono irónico en la voz de Changmin me hizo sonreír, porque sus palabras eran la pura verdad.


-Aun así te gusta complacerme y la verdad no creo que hayas sufrido.


-Créeme que no lo hice- rio y acaricio mis cabellos empujando un poco mi cabeza para que me acostase de nuevo, y así lo hice.


-Tengo sueño- bostece y me acomode, amoldando mi cuerpo perfectamente con el de Changmin.


-Duerme mi pequeño demonio-ángel, yo cuidare tu sueño- posó la manta debajo de su almohada sobre nosotros y subió la calefacción solo un poco.


Entrelace nuestras manos portadoras de las alianzas de nuestra boda y cerré los ojos dispuesto a dejarme arrullar por el acompasado palpitar del corazón de mi esposo, y en poco tiempo fui trasportado al mundo de Morfeo protegido por los fuertes brazos de Changmin. Definitivamente esta será una mágica y blanca navidad al lado de mi esposo Changmin. Recordare agradecerle a la hermana de Changmin y a Jaejoong porque seguramente él fue el de la idea de los juguetitos que por cierto tengo que decirle a Changmin… pensándolo bien mañana le diré, ahora solo quiero dormir en paz junto a él.

Notas finales:

Gracias por leer y Feliz Año Nuevo~


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