Éxito
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Nunan Neomu Yeppeo (Replay) ~
La primera vez que sus miradas se cruzaron, Minho se sintió intimidado por aquellos ojos felinos que no mostraban más que frialdad. Le tomó algunos días acostumbrarse a la intensidad en la mirada de Key, pero finalmente lo consiguió. Al hablar con él, su concepto se modificó radicalmente. Lejos de ser un chiquillo presumido y superficial, Kim Kibum era sumamente agradable, cálido y hasta cierto punto maternal, especialmente con Taemin, el más joven de ellos. Por alguna razón, a partir de ese momento, su corazón no volvió a latir con normalidad.
Cuando Kibum vio por vez primera a Minho, no pudo evitar cuestionarse si aquel chiquillo asustado era real o no. Lejos de los chicos que había visto, su dongsaeng era terriblemente hermoso, con aquellos ojos grandes y los labios llenos. Y aunque sabía que su mirada le incomodaba, le resultaba imposible no mirarlo. Había algo en él que le atraía inconscientemente. Y cuando escuchó su voz sin aquel temblor, su corazón dio un vuelco y una sonrisa idiota se formó en sus labios. Algo extraño le estaba ocurriendo.
Love Like Oxygen ~
Kibum se miró al espejo, terminando de soltar los botones de su camisa rosa. A unos cuantos metros de él, Minho terminaba de sacarse la prenda azul que había usado para la grabación de su segundo video, su siguiente éxito. El chico parecía perdido en sus pensamientos, pues se sobresaltó un poco al sentir la mano de Kibum posarse en su brazo. Sus miradas se cruzaron y ambos sonrieron, hasta que una tercera voz los obligó a separarse.
Por alguna extraña razón, ambos dejaron de hablarse después de aquello. Quizá porque habían logrado sentir esa corriente eléctrica recorrerles de pies a cabeza y el miedo a los nuevos sentimientos los orilló a crear una barrera sólo rota al actuar en público, cuando el fanservice se volvía una rutina diaria y un escape de esa realidad que los mantenía alejados.
A.Mi.Go. ~
Minho sentía que su corazón escaparía fuera de su pecho en cualquier momento. Mientras los chicos iban a un programa de radio, Kibum y él permanecían ensayando el rap para su nueva canción. Sin embargo, él no podía dejar de observar los labios de su hyung mientras cantaba. ¿Por qué Key provocaba todo eso en él? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él desde que lo vio por vez primera en aquel pequeño cuarto donde fueron presentados?
Un par de dedos acariciando su mejilla lo devolvieron a la realidad, una donde se había olvidado de interpretar su parte. Lejos de regañarlo, como usualmente lo habría hecho, Kibum le sonrió, cerrando sus ojos de gato y dejando que descansara la cabeza en su hombro. Estaba cansado, pero sólo de sentirse de esa forma que no lograba comprender.
Juliette ~
Jinki había resbalado durante la primera presentación de la nueva canción, golpeándose una rodilla. Cuando volvieron al camerino, Minho se preparó para escuchar los gritos de Kibum por el ridículo protagonizado por su líder, pero eso jamás ocurrió. Tan pronto ingresaron a la pequeña habitación, Key tomó la mano del mayor y lo sentó en una de las sillas, levantando la tela de su pantalón amarillo y revisando el daño (consistente en un feo raspón). Curó la herida sin quejarse, sin llamarle la atención, con una bonita sonrisa adornando sus labios. -Buen trabajo, hyung.- pronunció, terminando de colocar la venda. -Lo has hecho muy bien hoy.- y Jinki había sonreído con vergüenza, sonrojado. Jonghyun y Taemin también sonrieron, pensando que su umma estaba comenzando a madurar. Pero para Minho, no era así. Porque él estaba celoso.
Key se dio cuenta de ello y soltó una pequeña risita. Vio al menor bufar y salir del camerino, por lo que pronto corrió tras él y se colgó de su brazo, haciendo un adorable puchero hasta conseguir una de esas tímidas sonrisas que tanto le gustaban. Porque finalmente había logrado conocer un poco más del chiquillo misterioso, de Choi Minho.
Ring Ding Dong ~
Minho sonrió al ver a Kibum jugar con la cámara que grabaría el nuevo video. Sabía que se sentía extraño con su nuevo corte y el cabello negro, pues estaba acostumbrado a sus rizos levemente dorados. Él mismo se sentía fuera de lugar con el cabello así de largo, pero cuando veía a Jonghyun acomodarse las mechas rubias, sabía que su situación no estaba tan mal. Se dedicó a pensar en la canción que se robaría el corazón de millones de fans en el mundo y la compleja coreografía. El agua pesaba, pero al ver a Key sonreír de esa manera, todo cansancio desaparecía. Ese sentimiento seguía creciendo, confundiéndolo, y ya no trataba de ocultarlo.
Key sonrió cuando la grabación fue reproducida. Habían sido horas de trabajo sin descanso, pero cada segundo valió la pena. De regreso al departamento, dejó que su cabeza descansara en el hombro del alto, quien lo rodeó inmediatamente. Ahora, las cosas parecían haber mejorado. Minho seguía siendo igual de serio y tímido, pero al menos lo dejaba acercarse un poco más. Y eso, para Kibum, era un gran paso.
Lucifer ~
La coreografía era demasiado complicada para él. Minho sentía que moría cada vez que trataba de efectuar cada paso correctamente. Incluso Taemin cometía errores al momento de tratar de recordarlos todos. Key era el único que parecía disfrutar esa tortura, quizá porque era uno de esos tantos desafíos que se creía capaz de llevar a cabo. Así que se pegó a él por días, ensayando sin parar por horas, incapaz de creer en toda la energía que podía poseer el muchacho bonito.
Agotado. Kibum se dejó caer en el frío suelo del salón de ensayos, con el cabello que aún conservaba pegado a su frente. Le gustaba el nuevo corte, pero aún no lograba acostumbrarse a la que alguna vez creyó una buena idea. Acarició los cabellos ahora cortos de Minho antes de irse a casa, sabiendo que el menor ensayaría un rato más. Y una sonrisa apreció en sus labios, porque el modelo estaba dando lo mejor de sí en esta ocasión. Y él era el único ahí para verlo.
Hello ~
Rojo. Kibum se miró al espejo muchas veces ese día, preguntándose por qué su atuendo era rojo. Minho, a su lado, le miraba con diversión. Quejas, quejas y más quejas. Eso era lo que el menor se veía obligado a escuchar, pero no le molestaba, porque su hyung solía ser así de terco y eso le gustaba. Se había visto tentado en decirle que se veía lindo así, más no lo hizo por miedo a la sonrisa burlesca y la mirada irritada que le serían ofrecidas.
Cuando el video salió y se convirtió en algo digno de recordar, Key sonrió como nunca lo había hecho y se colgó del cuello del alto, mirándolo directamente a los ojos. Besó su mejilla en un arranque de euforia, ganándose miradas divertidas de los otros tres miembros de SHINee. Para ese momento, Minho ya no temía a sus sentimientos, pero Key aún no estaba preparado para arriesgar su corazón. El líder, el vocalista principal y el maknae estaban al tanto de todo, pero no deseaban interferir. Quizá, sólo quizá, pronto los dos raperos del grupo dieran el siguiente paso. Si no, ellos realmente tendrían que darles un empujón.
Replay ~
El cabello de Kibum era rubio de nuevo y el de Minho estaba largo una vez más. El debut japonés había sido el acontecimiento más esperado. Todo un espectáculo digno de admirar. Los chicos se habían lucido, vendiendo un gran número de copias de su álbum, superando las expectativas de todos, incluso de sí mismos. Key había abrazo a Minho entre risas al llegar al departamento, quien le había tomado en brazos para hacerle girar. Cuando los pies del rapero más bajo tocaron el suelo, los labios del alto se adueñaron de los suyos.
Era un beso torpe, uno que apenas podía seguir el mayor, pero que había ansiado por mucho tiempo. Inexpertos, nerviosos y emocionados, ambos exploraban la boca del contrario, tratando de sincronizar el movimiento de sus labios. Cuando por fin lo hicieron, fue la falta de oxígeno la que les obligó a separarse. Sus miradas se cruzaron al tiempo que el sonrojo llegaba a sus mejillas. ¿Qué acababa de ocurrir? Lejos de cuestionarse uno al otro, de gritarse o sentirse aún más avergonzados, volvieron a unir sus labios, tratando de entender los sentimientos que se ocultaban tras ese simple acto.
Jinki, Jonghyun y Taemin les observaban desde el pasillo, con una enorme sonrisa en sus rostros. Porque para ellos tres, lejos de todos esos discos vendidos, los videos grabados, las canciones cantadas, los conciertos ofrecidos, el que sus amigos por fin estuviesen juntos era el más grande y verdadero éxito.