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EL AMOR DE MI VIDA por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, tienen su dueño oficial to solo los uso para intereses de ocio y distracción

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una nueva historia, espero que les guste, esta historia tiene a mi personaje favorito (Hades), como en el fic de "El heredero del diablo Hades era tan desgraciado que asustaba, en esta historia es todo diferente

Capítulo 1.- Aniversario

 

Shun estaba acostado en su cama, era tarde en la noche y Shaka no llegaba, el peliverde no estaba dormido, pero estaba quieto en la oscuridad, intentaba pensar y determinar el momento justo cuando todo se fue al diablo, Shun se volteó en la cama quedando recostado en su espalda, tenía frío… últimamente siempre tenía frío, la verdad no importaba que su rubio esposo estuviera con él en la cama o no, hacía semanas que no tenían sexo, y meses que no hacían el amor, meses que no compartían un beso o una caricia, se volvió a voltear y quedó acostado de lado cuando escuchó la puerta del departamento que se abría, escuchó cuando Shaka puso las llaves en la mesita de vidrio y lo oyó mientras abría la refrigeradora, minutos después entraba a la habitación tratando de no hacer ruido, fue directamente al cuarto de baño, minutos mas pasaron hasta que lo sintió acostarse a su lado, Shun lo pensó y decidió que no estaba de humor para pelear así que no dijo nada ni se movió siquiera, Shaka suspiró y se volteó dándole la espalda sin tocarlo siquiera, así era su relación últimamente, todos los días

 

A la mañana siguiente Shun hacía el desayuno en pijama cuando Shaka salía recién bañado y enternado, listo para ir a su trabajo, el rubio tenía una pequeña empresa distribuidora de computadoras y equipos electrónicos que había levantado con su amigo Saga de la Universidad y ahora salió todo apurado buscando algo que aparentemente no aparecía por ninguna parte

- Shun no has visto mi corbata azul? – preguntó el rubio sin siquiera mirar a su esposo que estaba de pie frente a la cocina

- No – dijo Shun simplemente

- Me puedes ayudar a buscarla? – dijo el rubio con algo de molestia

- Se me queman los panqueques – respondió el joven con un tono algo cansado, esta era su conversación de todas las mañanas, Shaka algo perdía y le reclamaba a Shun lo que sea que no hallaba

- Por qué diablos haces eso? – dijo el rubio señalando al sartén

- Me gustan – Shun solo se encogió de hombros

- Pues deberías dejar de comerlos, como que has subido un poco de peso

- Ahora estoy gordo… - dijo Shun en voz baja y suspiró

- Qué dijiste?

- Nada… yo nunca digo nada, y si algo digo a ti no te importa – volvió a decir el peliverde y efectivamente Shaka no lo tomó en cuenta

- No vendré a comer hoy al medio día y no se a que hora llegue en la noche

- Que sorpresa – dijo el joven con fastidio

- Me escuchaste? – por primera vez en la mañana el rubio se volteó para ver a Shun que lo miró a los ojos y muy serio le dijo

- Yo siempre te escucho Shaka

- Nos vemos

- Ajá

Shaka tomó un sorbo del jugo que estaba servido en la mesa e hizo una mueca de desagrado

- Durazno? – reclamó el rubio

- A mi me gusta – Shun se encogió de hombros

- Pero a mi no, honestamente…

Shaka no dijo nada mas, se puso el saco y salió del departamento, Shun acabó de hacer los panqueques, los sirvió y les puso miel, se sirvió un vaso de leche y empezó a comer, sus días eran así, veía a Shaka 5 minutos en la mañana, por lo regular se quejaba de algo y se iba después de criticarle algo, Shun estaba a cargo de la casa, no trabajaba, no estudiaba y solo debía estar pendiente de su rubio esposo, el super empresario, aparte de atender el departamento tenía que hacer las compras, cocinar, limpiar, hacer los mandados y encargos, pagar la luz, el agua, el teléfono, hacer los depósitos bancarios, etc., etc., etc., si alguien le hubiera dicho que esta sería su vida cuando se casó con aquel rubio que parecía perfecto para él, no lo hubiera creído

 

Shun estaba en la Universidad cuando conoció a Shaka, Shun estaba en primer año de economía y Shaka estaba acabando la carrera de Finanzas, estaban en la misma Facultad y se conocieron en un baile que hubo, a Shaka el joven le pareció sumamente atractivo y le gustó inmediatamente, lo cortejó, lo invitó a salir y al poco tiempo eran novios, un año después Shaka acabó la carrera y consiguió empleo en una multinacional, le pidió a Shun que se mudaran juntos, lo hicieron…, al inicio todo era fantástico, luego le pidió matrimonio, se casaron, con el tiempo Shaka le pidió a Shun que dejara de estudiar y el joven para evitar problemas con su celoso esposo lo hizo y dejó la carrera a la mitad, Shaka era muy posesivo y algo explosivo entonces por el bien de su matrimonio sacrificó su carrera, el rubio nunca permitió que su esposo trabajara, eventualmente Shaka dejó la multinacional y con su amigo Saga de la Universidad montaron su propia empresa por lo que él ganaba lo suficiente para mantenerse cómodamente

 

De eso ha pasado casi cinco años, ahora Shun tenía 23 años y en los precisos momentos estaba insatisfecho con su vida, miraba su rutina y se preguntaba qué rayos pasó?, dónde quedó la pasión del inicio?, aquel hermoso tiempo cuando no podían esperar para estar solos y hacerse el amor, dónde quedaron las salidas?, dónde quedaron las caricias a la madrugada cuando Shaka lo despertaba para amarse una vez mas?, dónde quedaron los detalles?, ahora su esposo ni lo miraba, Shun se sentía cual mueble extra en el cuarto, sus días eran vacíos, la rutina lo estaba matando, había hablado con Shaka de que quería trabajar o volver a la Universidad pero el rubio se había negado rotundamente, acaso no se daba cuenta que el se estaba muriendo poco a poco?, no… que se va a dar cuenta de nada, para darse cuenta tendría que verlo realmente y eso es lo que el rubio precisamente no hacía

 

En la mañana Shun arregló el departamento y salió, no quería cocinar para el solo y mucho menos comer solo, estaba cansado de almorzar mirando el televisor, así que se duchó, se vistió y fue hasta el restaurante que tenía su hermano mayor Ikky, a decir verdad Ikky era lo único que tenía Shun en la vida, ellos eran huérfanos y siempre se habían llevado bien, hasta que Shun se casó claro… a Shaka le disgustaba el hermano de su esposo, decía que era una mala influencia y hace mucho tiempo le había prohibido que se vean, Ikky no había vuelto a poner un pie en casa de Shaka pero eso no impedía que Shun fuera a visitar a su hermano, mas o menos un año Shun acató los deseos de su esposo, después ya no le importó, mientras Shaka no lo sepa no habría problema, no iba a perder así a su hermano ni mucho menos

 

- Shun… que alegría verte, ven prueba esto – Ikky tenía una cacerola humeante y la estaba sosteniendo con un mantel pana no quemarse, la estaba revolviendo con una cuchara de madera la que le ofreció a su hermano poniéndola a dos centímetros de su boca

- Es verde – se quejó Shun, era una salsa de apariencia sumamente extraña

- No lo mires, solo cómelo y luego me dices

Shun sopló, abrió la boca y casi se atora, era una salsa extremadamente picante que le quitó el aire y se puso todo rojo sin poder respirar

- Mucho picante?

Shun solo asintió buscando desesperado agua, Ikky le dio un pedazo de pan, Shun menó la cabeza pero Ikky insistió, el peliverde tomó el pedazo de pan y se lo comió ávido, en verdad se sintió mejor

- Estás loco Ikky?, quieres matarme? – preguntó el menor apenas recuperó el aliento y pudo hablar

- Nahh, es una nueva salsa que pienso poner en el menú, aunque creo que se me pasó la mano

- Puede ser, oye y cómo está Hyoga? – se interesó el menor sorprendido de no ver por ninguna parte a su cuñado

- Está bien, se fue a Siberia ayer a ver a su madre, vuelve el viernes – dijo un poco triste el peliazul

- Y no lo acompañaste? – Shun arqueó una ceja, eso no era propio de Ikky, su hermano amaba a su rubio esposo y por lo regular cuando viajaban lo hacían juntos

- Yo estaba de ofrecido pero me dijo que quería estar solo, el aniversario de la muerte de su mamá lo pone todo extraño, si el quiere espacio pues se lo doy, cuando vuelva prendo la chimenea, traigo un vinito, le doy un masaje hasta que se le vaya la mala vibra y ya, el pobre ha estado algo deprimido últimamente pero no te preocupes, yo se como tratar a mi rusito – dijo Ikky con una confiada sonrisa

- Todavía nada? – se interesó el peliverde

- No… nada, yo le digo que no se estrese, el estrés puede ser una de las causas por las que no podemos, el médico dice que no hay nada mal conmigo o con Hyoga pero hasta ahora… nada

- No te preocupes nissan, créeme el bebé que ustedes tengan será el mas deseado del planeta, solo no lo consientan mucho cuando llegue, luego no lo van a poder controlar, especialmente si hereda ese carácter tuyo – dijo Shun codeando a su nissan que solo sonrió

- Para eso estás tu no?, pero qué pasa contigo? Por qué esa carita?

- No es nada nissan – dijo el peliverde con tristeza

- Shaka? – Ikky arqueó una ceja al preguntar por su cuñado

Shun solo se encogió de hombros y suspiró meneando la cabeza

- Ese es un idiota – dijo el peliazul acariciando el rostro de su hermano que le sonrió ante el gesto

- Pues si, pero no quiero hablar de eso, vine a que me alimentes, no quería comer yo solo en casa

- Viniste justo, la salsa picante no es la única que he estado practicando, tengo unas costillas fantásticas, te vas a chupar los dedos

Shun sonrió y almorzó charlando con su hermano, eso era lo que necesitaba, cuando estaba deprimido solo su hermano lograba subirle el ánimo, pero lo de la chimenea le puso a pensar

 

Esa noche Shun andaba caminando por el departamento cuando llegó Shaka, increíblemente su esposo había llegado temprano, el rubio se veía algo molesto

- Tu sigues en pijama?, no haz hecho nada en todo el día? – dijo a manera de saludo, pero con tono de reclamo

- Es otra pijama Shaka, e hice muchas cosas hoy, tu crees que esta casa se maneja sola?, que tus cuentas se pagan solas?, yo hago todo eso Shaka, en la tarde llovió y me mojé a lo que volvía, llegué me duché y me cambié, por eso estoy en pijama

- Ohh

- De cualquier manera no quiero discutir contigo, tienes hambre?

- Qué hay de comer?

- Ensalada, puré de papas y pollo – por lo regular Shun se aseguraba de tener comida en casa, a veces llegaba Shaka temprano y pedía de cenar, si por azares del destino no había nada el rubio aparte de enfurecerse y llamar a pedir una pizza se lo echaba en cara todo la semana como mínimo

- Gracias, ahora te acepto lo que me quieras dar, me muero de hambre

- Cámbiate y ven, ya te caliento todo

Shaka se dio una ducha rápida, se cambió y cenó con la compañía de Shun, luego de que el peliverde lavara la vajilla que quedó de lavar y fue al cuarto el rubio estaba sentado con el televisor prendido en las noticias y su computadora personal también encendida en sus piernas

- Qué haces?

- Trabajo Shun… tengo que acabar esto para mañana – dijo el rubio ausentemente sin siquiera regresarlo a ver

- Y cómo estuvo tu día en la oficina? – Shun quería hacer conversación pero el rubio estaba ido totalmente y no lo tomaba en cuenta

- Ah? – preguntó Shaka totalmente perdido

- Qué como estuvo tu día en la oficina? – repitió el peliverde

- Bien…

- Solo bien?

- Shun por favor… tengo que concentrarme en esto y me estás distrayendo

Shun no dijo nada mas y se acostó de lado dándole la espalda a su rubio esposo que trabajó con su computadora hasta bien tarde en la noche, cuando la apagó Shun ya estaba dormido, con un suspiro Shaka se acomodó en la cama y se durmió también

 

Los días pasaban iguales, ese fin de semana era su aniversario, el rubio no había dado señas de haberse acordado, Shun por si acaso tenía por ahí una botella de vino y le había comprado un suéter negro de los que tanto le gustaban a su esposo, el sábado llegó y pasó sin pena ni gloria, temprano en la noche antes de la cena, Shaka estaba acostado mirando la televisión, Shun se subió en la cama con una sonrisa

- Sabes que día es hoy? – preguntó el joven

- Sábado? – dijo Shaka un poco molesto de ser interrumpido y sin entender porqué Shun le hacía una pregunta tan absurda

- Si… pero no – Shun le sonreía pero el rubio no entendía la indirecta

Shun le quitó el control remoto de la tele y se sentó en las caderas de Shaka que se mostró un tanto sorprendido por la actitud de su esposo que ahora besó sus labios con suavidad, Shaka puso sus manos en los hombros del peliverde y lo separó un poco mirándolo con sorpresa

- Vamos… qué día es hoy? – insistió Shun

- No sé Shun

- Te voy a dar una pista

El joven tomó la mano de Shaka y la puso en su trasero, se agachó para besarlo nuevamente pero Shaka volvió a separarlo antes de que sus labios se tocaran

- Estoy cansado Shun, lo único que quiero es comer y dormir, esta semana ha sido muy pesada para mi

- Siempre estás cansado Shaka – Shun dijo esto entre molesto e indignado

- Es que yo trabajo Shun – Shaka respondió de manera hiriente, dando a entender que él si hacía algo y el otro no hacía nada

- Si me estás sacando en cara que yo no, te recuerdo que tu te opusiste a que yo trabajara – Shun se iba molestando, no solo por lo que su esposo le había dicho sino mas bien porque lo rechazó

- No te estoy sacando en cara nada, solo no tengo ganas

- Tres meses Shaka… - dijo Shun en voz baja sentándose junto a su esposo en la cama y suspirando con pesadez

- Tres meses qué?

- Tres meses que no hemos tenido ningún tipo de intimidad, tres meses que no tenemos sexo, si no cuentas el beso que te acabo de dar porque tu no me correspondiste son casi seis meses que no me besas o me acaricias

- Shun… - empezó a decir en tono cansado el mayor

- Shun nada, ya ni siquiera me acuerdo de que tamaño es tu pene – el peliverde estaba molesto en este punto

- SHUN, te desconozco – Shaka se incorporó en la cama ante la sorpresa de lo que su esposo tuvo la osadía de decir

- Claro que me desconoces si nunca estás y cuando te dignas estar aquí no me tomas en cuenta en lo más mínimo

- Eso no es cierto

- Me corté el cabello y no lo notaste, puse una palmera en la sala y no la viste, cambié de cortinas el departamento entero y ni te fijaste, ahora uso lentes y ni te has dado cuenta

- Shun…

- Sabes qué?, ya me cansé de ser invisible en tu vida

- No digas eso

Shun se levantó y entró al vestidor salió con un paquete en las manos, desde el pie de la cama le lanzó el suéter al rubio que lo atrapó y lo miró confuso

- Feliz aniversario Shaka

El peliverde tomó sus zapatos, sus llaves del departamento, su billetera y salió dando un portazo dejando al rubio sin palabras y sintiéndose cual vil cucaracha ahora que había recordado que día era

 

Shun se sentó en las escaleras de afuera del edificio, se puso los zapatos y se fue calle abajo, llamó a Ikky que no le contestó, luego recordó que Hyoga había llegado el día anterior, seguramente estaría ocupado atendiendo como se debe al hombre de su vida, resignado caminó y caminó por lo que parecieron horas hasta que le dio frío y vio un bar en una esquina, ya que caray se dijo a si mismo y entró, el ambiente estaba cargado de humo, había una mesa de billar en el fondo, la decoración era rústica pero le agradó mucho al peliverde, le recordaba el bar al que iba cuando estaba en la Universidad, se acercó a la barra y pidió un vodka, el cantinero se lo dio con una sonrisa, Shun estuvo sentado en ese taburete por algún tiempo, no tomaba su trago solo lo veía ausentemente, se sentía muy solo, se puso a pensar y cayó en cuenta que ya no tenía amigos, a Seiya que era su mejor amigo desde la secundaria no había visto en casi tres años, a Hyoga no lo veía realmente, solo se enteraba de sus cosas porque su nissan le contaba las novedades y a Shyru ni se diga, no lo había visto en mas de cinco años, medio complicado ver a su ex especialmente con lo problemático que se sabía poner Shaka ante la sola mención de aquel

 

Una chica muy hermosa de lacios cabellos negros y largos se acercó al peliverde y le sonreía, se sentó en el taburete de junto y le seguía sonriendo mientras lo miraba pícaramente, Shun intentaba no mirarla, hace tiempo que ninguna mujer se le acercaba, esto le parecía extraño

- No me invitas un trago guapo? – dij la chica rompiendo el silencio

- No gracias – contestó shun simplemente, no fue agresivo su tono pero tampoco muy  amistoso que digamos

- Vamos, parece que necesitas compañía, no quieres conversar un ratito? – insistió la joven con una sonrisa franca

- La verdad no, no te ofendas pero no soy una buena compañía estos momentos

La chica pasó su dedo por la blanca mano del joven que no la retiró y se detuvo en el anillo de matrimonio de Shun

- Problemas con tu esposa? – preguntó la chica intentando hacerle conversación

- No, problemas con mi esposo – contestó el peliverde con un suspiro

- Oh rayos!!, lo que digo es muy cierto, todos los hombres guapos o son casados o son gays, y tu eres gay y casado?, no pego una la verdad, tengo el peor ojo en esta cuadra y sus alrededores – la chica sonreía mientras decía esto haciendo reír al peliverde

- Soy Shun

- Yo Pandora, oye Shun me harías un favor super abusivo y sales del bar conmigo?, hice una apuesta con mis amigas y no la quiero perder, por favor no me hagas volver allá, no tolero que se rían de mi y si regreso a esa mesa sola se me burlarán una semana por lo menos

- Claro… te quieres ir ya? – dijo el peliverde, él también estaba cansado de estar en aquel lugar, no iba a conseguir nada así se quedara toda la noche

- Mejor la verdad, no quiero que vengan hasta acá – continuó la muchacha

- Vamos entonces

Shun se levantó del taburete, Pandora tomó su mano y lo jaló hacia la puerta de salida despidiéndose de sus amigas con una seña y salieron juntos al frío de la noche

- Es temprano todavía, quieres compartir un taxi?, para donde vas? – preguntó la muchacha frotando sus manos para calentarlas

- No sé… - respondió honestamente el peliverde

- Oh… así de fuerte la pelea eh?

- Pues que te diré?

- Tienes ganas de ir a otro bar o algo?

- No tomo mucho, ni el trago que tenía acabé – Shun suspiró con pesadez, lo de irse fue una buena idea en ese momento pero ahora no sabía que hacer

- Que tal un pastel de nuez y leche tibia

- Hay una pastelería por aquí cerca? – Shun preguntó sorprendido

- Yo conozco la mejor, ven

La chica tomó de la mano al joven y lo llevó calle arriba un par de cuadras, hasta un edificio de departamentos, se veía lujoso, un portero abrió la puerta dejándolos pasar

- Buenas noches señorita

- Hola Jack, este es Shun y va a subir conmigo, alguno de mis hermanos está en casa?

- No señorita, ambos salieron hace un rato

- Juntos?? – Pandora en verdad se sorprendió, sus hermanos no se llevaban necesariamente bien como para ir juntos a ninguna parte

- No señorita, cada uno por su lado

- Oh… que pena, pero no importa, ven…

Pandora tomó a Shun de la mano y lo metió al elevador, con la llave giró el seguro del ascensor y aplastó el botón que decía PH2 y las puertas se cerraron

- Me trajiste a tu casa – Shun expuso lo obvio

- Tienes que probar mi pastel de nuez, mi hermano dice que levanta hasta a los muertos, yo lo hago para él cuando está triste, así que juzgando por tu cara tu necesitas mi pastel

- Gracias Pandora

 

El elevador se detuvo y se abrió directamente en la sala de un amplio departamento, la chica prendió las luces y guió a Shun a la cocina, era muy amplia, tenía una isla en el centro y una mesa redonda en una de las esquinas en donde se sentó el joven y esperó hasta que la chica sirviera el pastel y trajera la leche

- Y?, tenía yo razón o qué? – preguntó la joven contenta al ver como Shun estaba devorando su pastel

- Es el mejor pastel de nuez que he comido en mi vida y mira que yo soy adicto al dulce – dijo Shun con una sonrisa

- Adicto al dulce?, en serio?

- Si… por?

- Porque eres muy flaco para ser adicto al dulce

- Dile eso al idiota de mi esposo, el otro día me dijo que estoy gordo – dijo con algo de vergüenza el peliverde

- Qué está ciego o qué?, nada que hacer todos los hombres son iguales, es una pena que eso te incluya

- No hay mas ciego que el que no quiere ver

 

Shun y Pandora conversaron por mucho rato en la cocina, no sabía la razón pero Shun se abrió y le contó a Pandora muchas cosas de su vida, de su matrimonio, de sus problemas, la joven le contó de sus estudios, de sus hermanos, de sus padres, fue una conversación de esas de corazón a corazón que les hizo mucho bien a los dos, a lo que Shun se despidió la chica insistió en que se quedara a dormir, ella tenían una habitación de invitados que podría ocupar sin problemas y de paso sirve para hacer rabiar a su esposo, Shun la verdad tenía pensado ir a un hotel pero no quería estar solo así que aceptó la oferta de su nueva amiga y pasó la noche en la habitación de huéspedes, Pandora le dio una de las pijamas de uno de sus hermanos que en verdad le quedaba grande pero igual se la puso y se acomodó en la suave cama, pasó despierto mucho tiempo pensando en todos los giros que había dado su vida, en lo que haría ahora, en cómo debía estar Shaka y hablando de Shaka… el peliverde prendió su teléfono y vio 35 llamadas perdidas de su esposo, vaya… hasta que al fin reacciona, pero con rabia apagó el teléfono, si estaba preocupado pues mejor… se volteó en la cama y siguió pensando en todo y en nada hasta que pudo conciliar el sueño casi al amanecer

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos vemos en la continuación


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