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Mi corazón... Tú corazón por minima

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Notas del fanfic:

Una idea más que salio... amo a Chico Bestia y me dolio un poco hacerle esto, pero sera el prota de esta trama.

I

 

Un año, o casi un año, un día más, un día menos, era increíble ver como el mundo seguía su curso aun después de una catástrofe, y es que al mundo no le importa si un día estas respirando o al segundo siguiente te atropella un camión, una verdad triste pero real, tan real y dolorosa, todo tiene que seguir su curso, por muy doloroso que fuera, igual las vidas de las personas, incluso la de los héroes.

 

 

 

Un año, o casi un año, desde que la torre de los titanes se veía más silenciosa, menos acogedora, mas opaca, a pesar de que casi todos los rayos del sol golpeaban su estructura en esa ciudad soleada, más porque para los jóvenes titanes así les parecía; Raven se había vuelto mucho más silenciosa que como era antes, solo hablaba cuando era indispensable, se encerraba en sus libros de hechizos y en su habitación la mayoría del día; Starfire, la alegré tamaraniana había seguido a su amiga y se había vuelto más seria, aun sonreía, reía, pero ya no como antes, ya no había esa inocencia que ya rayaba con la ingenuidad, había madurado, por así decirlo; Cyborg se la pasaba más tiempo en su taller creando naves, mejorando su auto, ocupando su mente para no pensar y recordar, los videojuegos estaban abandonados, pensó en más de una vez tirarlos, pero no lo hiso, quería que existiera algo de él para sentir que no se había ido del todo; y Robin, el sabio líder, el pilar del equipo, era una estatua, como siempre fue un chico serio y centrado, pero la culpa, los miles de quizás y por qué que lo atormentaron durante meses lo hicieron prometerse ser un mejor líder, alguien que no dejaría que de nuevo uno de sus camaradas se sacrificara, se suponía que el debió ser el que se quedara en ese edificio, se suponía que el debió asegurarse que todo su equipo estuviera a salvo pero no; la tragedia que aconteció a los jóvenes titanes fue algo que jamás vieron venir, eran héroes, arriesgaban sus vidas por ese trabajo, sabían que existían miles de riesgos, peligros y amenazas, podrían morir tratando de salvar a la humanidad, pero como equipo se podía confiar en que todo saldría bien, mas esa vez no fue así.

 

 

 

Un año, o casi un año, desde que el miembro más revoltoso, bromista y verde los había dejado, Chico Bestia, el que jugaba horas con Cy a los videojuegos, el fanático de los productos de soya, vegetariano por excelencia, el que trataba de sacarle una sonrisa o risa a la según él “amargada” de Raven, el que gustaba jugar con Dita y Starfire los días que no tenían misiones, el que respetaba a Robin como líder y amigo, hasta admirarlo, un buen amigo, un gran camarada, un buen Titán que hasta el final vio por sus amigos antes que él.

 

 

 

Todo había empezado como un día como cualquiera en la torre T, todos desayunando según sus gustos, Cy unos huevos con tocino, muy para el desagrado para el chico verde, Starfie unos hotcakes algo quemados con el centro crudo, como le gustaba a la alienígena junto a un bote de mostaza como bebida, Chico Bestia un pedazo de tofu y su leche de soya, Raven una taza de té con algunas tostadas y mermelada, y Robin un cereal con leche de soya, alguien se había acabado la leche y otro alguien se estaba comiendo los últimos huevos y tocino para el desayuno.

 

 

 

-Oh vamos viejo, la leche de soya no es tan mala, además es saludable y ningún animal sufrió para conseguirla- ese era Chico Bestia, siempre tratando de animar a sus amigos, y alabando las bondades de la soya.

 

 

 

-Debiste ser más rápido amigo, ya saben lo que dicen, el que madruga se queda con los huevos y el tocino-

 

 

 

-Muy gracioso Cyborg, como te gusta tanto comerlos, serás tú el que le toque ir a comprar más víveres-

 

 

 

-Pero hoy tenía planeado encerar mi auto-

 

 

 

-Ya sabes lo que se dice, el que se levanta temprano y se come los huevos y el tocino, le toca ir al mandado-

 

 

 

-Muy gracioso bestita-

 

 

 

Si, la vida de los titanes seguía su curso normal, por lo que esa tarde no les extraño un llamado de alerta de la ciudad, al parecer un ladrón había robado cierta información y muestras de uno de los laboratorios de la ciudad por lo que fueron a investigar.

 

 

 

-Doctor, ¿Qué fue lo que se llevaron?- preguntaba Robin al científico en jefe de esos laboratorios, el ladrón no había dejado algún rastro o huellas digitales, era un trabajo profesional, la pregunta era, ¿Qué era tan importante que había tomado tanto cuidado para robarlo?

 

 

 

-Como sabrán, este es un laboratorio de investigación genética, tratamos de investigar algunas enfermedades hereditarias, sus tratamientos y curas, últimamente hemos tratado de investigar formas para hacer el cuerpo del ser humano más saludable, y lo que se robaron fueron nuestras últimas investigaciones junto a varias muestras-

 

 

 

-Si solo es un robo de empresas, no creo que sea lo único por lo que nos hubieran llamado- Robin sospechaba algo, y sabía que ese hombre no decía toda la verdad, no había dejado de sudar y mirar cada cinco segundos a otro lado que no fueran sus ojos, un claro signo de nerviosismo.

 

 

 

-Tienen razón, si esto fuera tan sencillo solo sería necesaria la presencia de la policía y no hubiera tenido que llamarlos- el hombre de rasgos asiáticos saco un pañuelo y limpio en sudor de su frente, estaba realmente preocupado -las muestras no son solo ADN expuesto con algunas radiaciones, si no algunas mesclas y… células madre-

 

 

 

Ante lo último mencionado más de uno lo miro con desconcierto, causando que el hombre pareciera encogerse un poco más por las miradas penetrantes que le dirigían, especialmente la del líder del grupo.

 

 

 

-¿Células madres?, ¿Qué es eso?- aunque Starfire conocía el idioma y lo podía hablar con fluidez, había varias palabras que le costaba entender su significado, y esa era una de esas veces que se perdía en la conversación.

 

 

 

-¿No estará diciendo que experimento con… bebés?- pregunto con cierto horror el chico verde, que se mostró mucho más serio de lo normal.

 

 

 

-Fetos en realidad-

 

 

 

-¿y por qué cree que le ayudaremos a recuperarlos?, por lo que a nosotros nos concierne deberíamos entregarlo a la policía, esa clase de experimentos son ilegales- la voz de Robin era fuerte y dura, entrecerrando los ojos y traladandolo con su mirada al científico que trataba por todos los medios de mantener la calma.

 

 

 

-Antes de que me juzguen, déjenme decirles que no estoy haciendo nada malo, solo estoy ayudando a algunas familias a tener hijos saludables, por desgracia no todas las parejas tienen la suerte de poder tener una descendencia 100% saludable, gracias al juego de la ruleta de la genética-

 

 

 

-Robin, ¿tú que dices?- pregunto Cy no muy convencido sobre ese caso.

 

 

 

-Iremos a buscar al ladrón, aun no estoy convencido por completo con su argumento, pero si hay vidas potenciales en peligro, es nuestro deber salvarlas- como siempre el sentido de la justicia en el joven petirrojo gano, porque aunque le pareciera muy sospechoso ayudarían a salvar a esos fetos.

 

 

 

-Muchas gracias Titanes-

 

 

 

Con una última mirada el científico se marchó para que los Titanes empezaran con su trabajo, como en el primer análisis de la escena del crimen no encontraron huellas del delincuente.

 

 

 

-Raven, ¿puedes rastrearlo?-

 

 

 

-No dejo nada con lo que lo pueda rastrear su aura, y los fetos no tienen una energía con lo que se pueda rastrear-

 

 

 

-Oigan, ¿para qué necesario los trucos de Raven?, me tienen a mí, por muy cuidadoso que haya sido seguramente dejo un olor- dijo el verde del grupo antes de convertirse en un sabueso y empezar a olfatear el laboratorio.

 

 

 

-Buena idea Chico Bestia, mientras tú buscas un rastro junto a Raven y Starfire, Cyborg y yo investigaremos un poco más sobre el doctor Wong-

 

 

 

-¿Qué pasa Robin, no confías en ese señor?-

 

 

 

-No, tengo un presentimiento de que no nos ha dicho toda la verdad- el instinto de detective del líder del equipo le estaba zumbando en sus oídos, diciéndole, advirtiéndole que no todo estaba bien.

 

 

 

-Entonces regresemos a la torre T a investigar-

 

 

 

-Nosotros les avisaremos cuando hayamos encontrado alguna pista de nuestro ladrón-

 

 

 

-Nos vemos chicos-

 

 

 

Si, un caso más para los jóvenes Titanes, y su líder como siempre había tenido razón, más adelante cuando investigara se darían cuenta que el doctor Wong no buscaba tener bebés sanos para padres en busca de hijos, sino algo más complicado, y que el simple robo no era tan simple, lástima que lo hubieran descubierto un poco tarde, ya que así hubieran estado más preparados cuando se enfrentaran a los villanos en turno, tal vez los resultados hubieran sido diferente.

 

 

 

 

 

Esa tarde, mientras los Titanes buscaban pistas, lejos, muy lejos de ahí, en las afueras de la ciudad, en una casona vieja y abandonada, o que parecía abandonada, un carro viejo se detenía enfrente de ella y bajaba un hombre tan antiguo como el vehículo o más, cargando un maletín café y con traje gris, subió los escalones del pórtico y en vez de sacar una llave o tocar el timbre al llegar a la puerta, puso su palma vieja y arrugada en una de las paredes, empujo ligeramente y abrió un pequeño tablero con números, marco una cifra indeterminada y segundos después la puerta se abrió, adentro le esperaba su jefe.

 

 

 

-Tan puntual como siempre doctor- hablo una voz entre las penumbras de la casa, una voz gruesa y con un toque elegante.

 

 

 

-¿Ya trajeron las muestras?- pregunto algo ansioso, como un niño preguntando por un nuevo juguete o un dulce muy apetecible.

 

 

 

-Así es, nuestro hombre logro conseguirlas, ahora le toca a usted realizar su trabajo para ver finalizado al fin este magnífico proyecto-

 

 

 

-Sera un placer hacerlo, siéndole sincero señor, si no fuera por usted, ahora ese estúpido de Wong se estuviera llevando la gloria por la investigación de la cual me saco, por lo cual le estoy muy agradecido-

 

 

 

-No hay nada que agradecer, ambos tenemos objetivos en común, además, ambos sabemos que Wong no tiene el suficiente intelecto para ver el potencial de su proyecto, ahora baje al sótano, ya tenemos todo predispuesto para el comienzo de los experimentos en el laboratorio-

 

 

 

El sujeto entre las sombras aplasto un botón y en las escaleras que se veían desde la entrada empezaron a moverse dejando ver una puerta oculta, una última mirada se dedicaron en silencio acuerdo y el anciano hombre se encamino entre aquel pasadizo para continuar con su misterioso trabajo dejando a su ahora jefe solo.

 

 

 

-No deberías agradecerme, solo eres un peón más en este juego… cuando me dejes de servir me desare de ti-

 

 

 

 

 

Como era de esperarse de un sabueso, o de Chico Bestia transformado en sabueso, lograron encontrar el rastro del ladrón, ya llevaban un par de horas y los estaba llevando lejos de la ciudad, por lo que decidieron comunicarse con su líder y Cyborg, acordaron encontrarse en los límites de la ciudad, ellos también habían encontrado mucho, pero no suficiente, aún quedaban barias dudas.

 

 

 

-Ya estamos aquí chicos, ¿Ya lo encontraron?- pregunto Cy bajándose de su carro junto a Robin y posicionarse junto a Raven, estaban cerca de donde empezaba un frondoso bosque.

 

 

 

-No, los estábamos esperando, pero gracias a las habilidades de Chico Bestia pudimos encontrar su rastro-

 

 

 

-Sí, lo se Star, soy genial-

 

 

 

-Si claro, es genial olfatear más de 50 kilómetros de suelo sucio y un charco de dudoso contenido-

 

 

 

-No es mi culpa que la gente de esta ciudad eche al suelo tanta porquería se le ocurra, por favor no me recuerdes eso Raven- ante el recuerdo del contacto de su nariz perruna con el charco gris de hacia unas horas Chico Bestia no pudo evitar poner una de sus peores caras de asco.

 

 

 

-Buen trabajo Chico Bestia, ahora hay que concentrarnos en encontrar a ese ladrón, al parecer las cosas son un poco más complicadas de lo que parecen, lo que pudimos encontrar del científico Wong es que sus investigaciones no son precisamente para encontrar curas milagrosas, sino más bien para la manipulación genética para fines bélicos, humanos con súper poderes-

 

 

 

-Genial, otro maniaco tratando de ser científico loco- Raven no podía creer que este fuera el tercero de este mes tratando de crear una forma de hacer poderes artificiales.

 

 

 

-Pero, ¿pero para que necesitan a los bebés?-

 

 

 

-Sus conejillos de indias- contesto Robin apretando los puños.

 

 

 

Todos quedaron impactados, diariamente veían ladrones, secuestradores, villanos con un plan para dominar al mundo, pero ver a personas atentar contra seres tan inocentes que no podían defenderse era como un insulto, una blasfemia.

 

 

 

-Eso es terrible- Star fue la primera en dar su opinión, mas en esta ocasión no fue la más expresiva de todos.

 

 

 

-Suéltame Cy, ese tipo es un bastardo- Chico Bestia era el que estaba más furioso e indignado, quería encontrarse de nuevo con ese doctorcito y darle una buena lección, mas su amigo cibernético lo tenía muy bien sujeto.

 

 

 

-Cálmate Chico Bestia, se cómo te sientes, Cyborg y yo ya le avisamos a la policía, ellos se encargaran del Doc. Woung, ahora nuestro deber es encontrar a ese ladrón y esos fetos, algo me dice que quien sea que los haya robado planea continuar con lo que tenía planeado él-

 

 

 

-Robin tiene razón Chico Bestia, tenemos que encontrar a esos pequeños antes de que sea demasiada tarde-

 

 

 

-Está bien, sigamos el rastro de nuevo- algo más calmado pero tenso volvió a transformarse en sabueso y empezó a guiar a sus amigos.

 

 

 

 

 

De regreso en la antigua casona, dos hombres discutían en una habitación.

 

 

 

-Debemos irnos lo antes posible- decía un hombre delgado, con ropas totalmente negras y un aspecto cansado.

 

 

 

-creo que no será posible, además, tú mismo lo dijiste, fue un trabajo perfecto-

 

 

 

-Pero no olvide que estamos en la ciudad de los Titanes, esos héroes tienen más de un truco para atrapar a los criminales-

 

 

 

-Cierto, cierto, pero yo también tengo mis trucos, y planes-

 

 

 

-Está bien, haga lo que quiera, yo ya le advertí, me marcho-

 

 

 

-Me temo que no puedo dejarlo ir, como ya le mencione, yo tengo mis planes y me gusta que se lleven al pie de la letra-

 

 

 

Hubo un estallido como un trueno, el olor de la pólvora y sangre fresca inundando el aire, no hubo gritos o lucha, todo fue demasiado rápido y certero, ya no había dos hombres, solo uno, observando un cuerpo muerto, ya había servido a sus fines, una pieza desechable, como aquel científico que trabaja tan confiado para él.

 

 

 

-Además, la presencia de los Jóvenes Titanes no está del todo mal-

 

 

 

 

 

-Chico Bestia, ¿estás seguro que este es el lugar?-

 

 

 

-Claro que si Robin, o al menos este es lugar hasta donde me llevo el rastro del ladrón-

 

 

 

Frente a los Titanes se erguía una vieja casa, escondida entre la maleza y demás vegetación del bosque, no parecía ser la típica guarida de villano a las que estaban acostumbrados, pero también debían de saber que no siempre todo es lo que parece, así que con precaución se acercaron a esta, fue Cyborg quien descubrió primero el tablero oculto y que aunque pareciera una simple casa de madera esta estaba reforzada con vigas de acero.

 

 

 

Habían logrado entrar, quizás demasiado fácil, como el exterior el interior era igual de común y corriente que la fachada de la casa, polvo, telarañas, si no fuera por las huellas de pisadas recientes en el suelo jurarían que esa casa estaba realmente abandonada, decidieron separarse y cada quien fue a buscar en cada cuarto alguna pista y al ladrón, Raven fue a la cocina, no obtuvo mayor resultado que un ratón escondido en la alacena; Cyborg al vestíbulo, aparte de unos muebles roídos y uno que otro cuadro despintado; Robin reviso lo que era el estudio, no había libros, o papeles que le indicaran quien podría vivir ahí, lo que le hiso pensar o aquel ladrón era muy listo o había alguien más tras este delito; Starfire y Chico Bestia fueron a inspeccionar el segundo piso, se repartieron los cuartos y cada quien revisaba con sumo cuidado tratando de encontrar al ladrón, para su mala suerte fue Chico Bestia el que encontró al ladrón.

 

 

 

Ya había olido ese aroma, el que solo los animales y personas que han estado cerca de él reconocen como algo familiar, el aroma a muerte, por eso dudo abrir esa última puerta y no se sorprendió tanto cuando vio a ese cuerpo tirado en el piso, pero era inevitable sentir ese horrible nudo en el estómago, o albergar esa esperanza de que estuviera vivo, a pesar de ser un criminal, se acercó al cuerpo, y percibió un aroma ligero a pólvora, junto al de otra persona que no era la persona tirada a sus pies con un hoyo en el corazón, llamo a sus compañeros y en un par de segundos ya todos estaban en la habitación viendo lo mismo que él.

 

 

 

-Esto se está complicando un poco más de lo esperado-

 

                                   

 

-¿Un poco Robin?, tenemos a un muerto y ni pista de los fetos-

 

 

 

-Calma Cyborg, sé que esto se ve mal, pero estoy seguro que estamos cerca de encontrarlos-

 

 

 

-Si no es que los haya vendido y ya estén muy lejos de aquí-

 

 

 

-Gracias por tu positivismo Raven, solo necesitábamos uno de tus comentarios para sentirnos mejor-

 

 

 

-Solo estoy siendo realista Chico Bestia, hay que esperar lo peor-

 

 

 

-Chicos, chicos, no hay que pelear-

 

 

 

-¡Basta!, sé que esto se ve muy mal, nuestro principal sospechoso está muerto, pero debemos centrarnos y buscar a los fetos, que son nuestra prioridad, además de que es posible que haya algo más grande detrás de todo esto-

 

 

 

Los chicos se callaron y reflexionar lo dicho por Robin, como siempre tenía razón, pero era inevitable estar tensos en esa clase de situación.

 

 

 

-Chico Bestia, nos dijiste que habías encontrado otro rastro, ¿puedes llevarnos hacia el origen de este?-

 

 

 

No hubo necesidad que se lo dijeran dos veces, ya se había convertido en sabueso y de nuevo guiaba a su equipo por la casa, fue un poco más difícil, ya que gran parte de la casa estaba impregnado su aroma, era claro que ese individuo vivía ahí, o había pasado mucho tiempo en esa casa; los jóvenes Titanes dudaron un poco sobre los sentidos de su colega verde, ya que adonde habían terminado eran las escaleras, ahí terminaba el rastro según el chico verde, pero a menos que se haya esfumado en el aire no veían mucho sentido, hasta que a Cyborg se le prendió el foco, literalmente, y escaneo esa zona, de nuevo había un panel oculto, y debajo de la alfombra y la madera de las escaleras estaba una puerta oculta, de nuevo fue sencillo abrirla, no es que Cyborg no fuera un genio abriendo esa clase de cerraduras, pero hasta el sospechaba que esto no terminaría bien, todos los titanes presentían eso, por lo que siempre estuvieron alertas.

 

 

 

Al abrirse la puerta se dejó ver un pasillo de paredes metálicas de un gris oscuro, y se inclinaba poco a poco, no había focos o lámparas que lo iluminaran, y ya estaba oscuro, por lo que Cyborg prendió una lámpara en su hombro y Starfire utilizo sus poderes concentrando algo de energía para ayudar a iluminar su camino.

 

 

 

A pesar de no haber lámparas si había cámaras, las cuales gravaban cada movimiento realizado por los jóvenes titanes desde que entraron a su guarida, por supuesto que había puesto trampas, pero no deseaba usarlas, no aun, dejaría que se adentraran un poco más, solo un poco más, el doctor ya se había escondido en un lugar seguro, los fetos seguían en el laboratorio, como carnada para esos héroes.

 

 

 

Ya llevaban algo de tiempo caminando, se encontraron con varias puertas, mas eran solo almacenes para guardar materiales de laboratorio junto algunos químicos, fue hasta que llegaron a la última puerta que descubrieron un laboratorio perfectamente iluminado y con tecnología de la más alta calidad.

 

 

 

-Para ser ladrones tienen muy buen equipo- Cyborg con una sola mirada supo al ver esos aparatos que sea lo que estaban haciendo los sujetos que robaron el laboratorio estaban muy bien preparados.

 

 

 

-Revisen el lugar, es posible encontrar al cómplice de nuestro ladrón-

 

 

 

-Y no olviden a los bebés-

 

 

 

El lugar estaba lleno de máquinas registrando información, frascos llenos de líquidos de dudosa procedencia, algunos fetos de animales en cloroformo, cosa que le provoco escalofríos a Chico Bestia y repulsión a más de uno, fue cuando Robin se acercó a una mesa de trabajo que descubrió debajo de esta una especie de cubeta metálica, como de esas antiguas que servían para llevar leche, pero a la vez muy diferente, ya que sabía que esa no llevaba leche, sino algo más delicado.

 

 

 

-Los encontré-

 

 

 

-¿ahí están?- Starfire junto a los demás se acercaron a su líder para ver el extraño embace metálico, aun no comprendía muy bien la situación de los fetos/bebés, porque en su planeta jamás habían experimentado con ello, siempre los bebés en su especie salían sanos y fuertes, era poco probable que un bebe tamaraniano saliera con un defecto genético o enfermo, como en ese planeta, como los humanos.

 

 

 

-Cyborg revisa que estén bien-

 

 

 

-Robin… no están- lo escaneo de nuevo, lo abrió dejando escapar algo de vapor del material criogénico que hacía que los fetos se conservaran, pero no había nada.

 

 

 

-Entonces, eso quiere decir…-

 

 

 

Las esperanzas en el equipo empezaron a decaer, la posibilidad de haber llegado tarde, que no pudieran encontrar a los embriones, era algo que les preocupaba de sobremanera.

 

 

 

-Esperen, creo que percibo otro aroma en esta cosa, es del mismo sujeto que impregno su aroma en toda la casa y de otro sujeto- Chico Bestia se transformó por enésima vez ese día y guio a su equipo a una puerta oculta detrás de un anaquel.

 

 

 

Starfire con su súper fuerza no le fue ningún problema mover el anaquel y dejar al descubierto la puerta, esta no tenía cerradura especial o alguna otra forma de seguro, solo una perilla sin cerrojo, entraron al cuarto detrás de esta y al igual que el pasillo se encontraba oscuro, de nuevo Star y Cy fueron los encargados de iluminar el lugar, y para sus sorpresa ahí estaban, unos tubos del tamaños de una probeta, tres en total, con una figura indefinida del tamaño de un frijol en ellas, cuando Cyborg se acercó a analizarlos y todos ya se encontraban adentro del cuarto se escuchó un pequeño y leve chasquido, pero a pesar de ello los puso alerta, de las paredes empezaron a caer láminas de metal convirtiendo al cuarto en una caja de acero reforzado.

 

 

 

-¡es una trampa!-

 

 

 

Apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando unas pequeñas compuertas se abrieron en el techo y empezó a soltar un gas blanco, era somnífero y los efectos ya se estaban sintiendo, Starfire fue las mas rápida en actuar, trato de golpear las paredes reforzadas pero con el cansancio que sentía no pudo hacer mucho, apenas una abolladura, luego  Cyborg noto que el único lugar donde no había acero reforzado era el suelo, transformo su brazo en su bazuca de energía y disparo, había funcionado, había creado un gran oyó en el suelo, pero debido a esto se empezó a desquebrajar por completo cayendo todos a una enorme alcantarilla.

 

 

 

Las aguas eran demasiado fuertes, había llovido los días pasados, y las alcantarillas estaban hasta reventar de agua y la corriente que producían era tan fuerte como los de un salvaje rio desbordado, un gran problema para cualquiera, incluso para héroes experimentados, más si tu cuerpo es de metal, y tu lugar menos favorito es el agua.

 

 

 

Quizás fue un minuto o más, pero para él fue una eternidad, fue una de esas veces que no pensó lograrlo, se le estaba acabando el oxígeno, por muy mecanizado que estuviera, aun necesitaba aire para vivir, fue cuando estaba dejando salir su última burbuja de aliento, o sentiría que explotaría, que sintió un tirón que lo jalaba con más control en comparación que la corriente, y el aire estaba de regreso a sus pulmones, había logrado salir a la superficie en una zona más calmada de la alcantarilla gracias a la ayuda de algo que le sirvió como tronco, largo y escamoso, era Chico Bestia transformado en un gran cocodrilo, lo reconoció por sus ojos verdes, ese tono único en su amigo morfológico.

 

 

 

El enorme cocodrilo ayudo a su amigo a llegar a una orilla que no estaba sumergida en el agua, agradeciendo pisar firme, con asquerosos restos de desperdicios, pero piso firme al fin y al cabo.

 

 

 

-Gracias amigo, ¿Cómo te encuentras tú?- Cyborg espero respuesta de su amigo verde pero esta no llego -¿Qué pasa?, ¿Por qué no te transformas?- lo miro extrañado, tal vez ese gas había tenido un efecto secundario con su amigo, pero comprendió lo que pasaba cuando este voltio su cabeza hacia a él y abría la boca para que viera que es lo que tenía en ella, uno de los tubos de ensayo, intacto milagrosamente entre las fauces fuertes de un cocodrilo, -lo salvaste-

 

 

 

Con sus manos tomo con delicadeza el frasco de cristal, como ya había dicho antes, estaba intacto, y al parecer el embrión también estaba en óptimas condiciones.

 

                                                                       

 

-hola bebé, ya estas a salvo- Chico Bestia había vuelto a su forma humana y saludaba al pequeño tubo como si lo comprendiera, esto le causo algo de gracia, tal vez ese era uno de los súper poderes de Chico Bestia, sacar una sonrisa a la gente consiente e inconscientemente en los momentos necesarios, como en ese.

 

 

 

-Siempre he sabido que tenías un instinto maternal, y ahora lo confirmamos-

 

 

 

-queras decir paternal, y no tiene nada de malo que un hombre tenga su lado sensible, a las chicas les encanta-

 

 

 

-Claro, será mejor ya regresar con los demás, este lugar me pone nervioso-

 

 

 

-Escuchaste bebé, es hora de salir de este horrible oyó-

 

 

 

-No sé para qué le hablas, ni si quiera te escucha, estoy casi seguro que ni siquiera aun se ha desarrollado su cerebro- abrió un compartimiento en su pecho y guardo la probeta, ahí estaría seguro, pero debían de actuar rápido, sin el equipo adecuado ese embrión tendría un destino fatal.

 

 

 

-No digas eso, dañaras sus sentimientos, por si no sabes los bebés son muy sensibles sobre lo que sienten de ellos- Chico Bestia hiso una cara de ofendido y miro reprobatoriamente a su amigo, sabía que lo dicho del instinto paternal era broma, pero al parecer si lo tenía y apenas se daba cuenta, eso o el agua de alcantarilla le había revuelto un poco el cerebro.

 

 

 

-Eso parece más un renacuajo que un bebé-

 

 

 

-Claro que no-

 

 

 

Antes de que empezaran una riña infantil entre los dos, el transmisor de Cyborg sonó, era Robin.

 

 

 

-¿Cómo se encuentran muchachos?-

 

 

 

-Sin contar el horrendo sabor de agua de alcantarilla en la boca, excelente amigo-

 

 

 

-Excelente, pero tenemos malas noticias, logramos rescatar a dos de los embriones, pero perdimos a uno-

 

 

 

-No te preocupes amigo, porque nosotros lo tenemos-

 

 

 

-Eso es maravilloso- se escuchó la voz casi grito de Star al otro lado de la línea, quien al parecer había empujado a Robin al escucharse un leve sonido de caída –ho, lo siento Robin-

 

 

 

-Solo ten un poco más de cuidado Star, este lugar es muy resbaloso-

 

 

 

-Robin, según mis sensores Chico Bestia y yo nos encontramos a un kilómetro de ustedes, así que iremos a encontrarlos-

 

 

 

-De acuerdo, los estaremos esperando- Robin corto la comunicación, ellos esperarían donde estaban, confiaba en sus colegas, y si ocurría algo sabrían defenderse.

 

 

 

-¿Y según tú como iremos con ellos si todo está lleno de agua?- ante la pregunta que hiso vio cómo su amigo solo sonreía –Oh no, no vuelvo a entrar en esa cosa, apesta y está llena de cosas asquerosas-

 

 

 

-Hazlo por el bebé-

 

 

 

Chico Bestia le dedico una de sus mejores miradas de odio sabiendo que no podría oponerse a ese argumento, si por algún descuido dejaban que ese tubo de ensaye tocara esas aguas estaba seguro que se contaminaría así como que perdería más pronto la temperatura necesaria para seguir viviendo, y no podía permitir eso, aunque eso significara cargar a su pesado amigo por todo el alcantarillado para salir de este.

 

 

 

-¡¿PERO QUE HA HECHO?!- sentía que le daría un ataque, su jefe había dejado que los jóvenes titanes escaparan, y en el proceso se habían perdido las muestras, todo estaba perdido.

 

 

 

-Sera mejor que se tranquilice mi colega, debería tener más confianza en mis planes, yo no hago nada sin calcularlo previamente- el hombre apretó un botón y delante ambos aparecieron docenas de pantallas de imágenes de la alcantarilla –solo estoy jugando un poco-

 

 

 

 

 

En alguna parte del alcantarillado…

 

 

 

-Esos dos se están tardando-

 

 

 

-Debes de tener un poco más de paciencia Raven-

 

 

 

-Yo no soy el que anda contando los segundos con su dedo-

 

 

 

-No sé de qué hablas- ante verse al descubierto aparto la mirada de su amiga, jamás admitiría que también estaba algo preocupado.

 

 

 

-Miren chicos, algo se acerca por ese túnel- la pelirroja llamo la atención de sus amigos al ver como una sombra se empezaba a acercar a ellos.

 

 

 

-Tranquilas, es Cyborg y Chico Bestia-

 

 

 

En efecto, lo que se acercaba era Cyborg montado sobre el lomo de un enorme lagarto, el cual no parecía estar de muy buen humor por nadar en esas aguas; al estar por fin todos los titanes reunidos se enfocaron en el problema principal, los embriones, la forma de mantenerlos seguros, los que habían salvado Robin y las demás estaban en un compartimiento especial de su cinturón, y decidieron que era mejor ponerlos en el compartimiento de Cyborg, que utilizando un sistema de enfriamiento los mantendría a una temperatura adecuada.

 

 

 

-Mira, ya estas con tus hermanitos- de nuevo el joven héroe verde hablo con la pequeña creatura del frasco, con cierto cariño que hizo enternecer a la pelirroja y a alguien más, y le causo de nuevo algo de gracia al afroamericano.

 

 

 

-¿Y tú como sabes que son sus hermanos?-

 

 

 

-No lo sé, pero estaría bien que lo fueran, así no estarían solitos-

 

 

 

-No quiero romper este momento tan maternal del chico bestia-

 

 

 

-Es paternal-

 

 

 

-Pero tenemos que encontrar a esos científicos locos que intentaron experimentar con esos fetos-

 

 

 

-Que son bebés-

 

 

 

-Cyborg tiene razón amigos, pero para eso será mejor salir primero de este lugar-

 

 

 

 

 

-De eso me puedo encargar yo- dijo Raven para que todos se acercaran e hicieran un pequeño círculo, ella los transportaría, ya estaba haciendo su burbuja de energía negativa pero no pasó nada -esto es inusual, alguien ha protegido estos túneles para que no nos podamos ir por medio de mi energía-

 

 

 

-Sea quien esté detrás de todo esto está muy bien preparado- de nuevo el presentimiento de que algo peligroso los amenazaba recorrió su columna vertebral, mas debía estar sereno como líder y pensar una forma rápida de salir de ahí.

 

 

 

No tardaron mucho en ponerse de acuerdo y seguir los planos que tenía en la memoria su amigo electrónico, pero ninguno de ellos sospechaba que no solo Cyborg tenía una conexión a internet y que nuestro villano había jaqueado los mapas de la ciudad, los estaba guiando hacia su trampa, era tiempo de atrapar al ratón.

 

 

 

Para alegría de Chico Bestia no tuvo que meterse de nuevo en esas aguas negras, Raven con su magia creaba algo de suelo si tenía que cruzar alguna parte que estuviera inundada con esta, su camino continúo cerca de media hora, nadie dijo nada en todo ese trayecto, incluso Chico Bestia que era el más parlanchín de los cinco intento decir algo, eso auguraba algo malo, al encontrar una salida se sorprendieron el haber terminado enfrente de uno de los suburbios en construcción de la ciudad, no había gente en esa zona, pero se podía guiar ellos mismos para llega a la clínica u hospital más cercano para que atendieran a los fetos, se separarían, Robin y las chicas regresarían al bosque a investigar para atrapar al villano detrás de todo esto, que probablemente ya se encontraba a varios kilómetros de la ciudad, y Cyborg y Chico Bestia irían a atender a los embriones, pero se confiaron al pensar que ellos irían por el villano y al estar en esa parte de la ciudad, ellos no tuvieron el control desde el principio, ya que él lo había calculado todo, ahora que ellos, jóvenes héroes cansados y confiados, seria fácil atacar.

 

 

 

Fue un pinchazo, o así fue como lo sintieron, penetro tan fácil y rápido como el aguijón de un abeja en la piel de un niño, y tan doloroso como mil tentáculos de medusas venenosas, alguien los había disparado por la espalda, un dardo con una mescla de somnífero y veneno a la vez, tan fuerte para derribar a la súper humana de Star y Cy, tan doloroso que hiso retorcer a Robin y Raven que conocían de dolor, pero a pesar de ellos Chico Bestia se mantuvo de pie, lo suficiente para darse vuelta, y verlo por primera vez, con esa sonrisa prepotente sabiéndose controlador de la situación, y lo odio, no solo por causarle dolor a él, a sus amigos y a esas creaturas inocentes, porque presentía con ese instinto animal lo terrible que podría llegar a ser, y así como sus amigos cayo inconsciente en el asfalto.

 

 

 

Sentía el cuerpo entumecido, el dolor había dejado algunas secuelas, pero nada para dejarlo inconsciente más  tiempo, abrió los ojos encontrándose con la luz incandescente de un foco en el techo, gracias a su antifaz la luz no lo cegó por completo, trato de moverse pero no pudo, cadenas tal vez, pero no, era a causa del somnífero, como pudo volteo su rostro encontrándose con el de su amigo Cyborg, por estar de perfil solo podía ver ese sensor que usaba de ojo izquierdo y que en esos momentos se encontraba apagado, no pudo ver si alguien más estaba al otro lado de él por lo que giro la cara de nuevo y se encontró con el rostro apacible de su amigo verde, que estaba ladeado hacia su dirección, dejándole ver cada detalle de ese rostro relajado, pero no debía distraerse, así que presto atención a cosas más importantes, como que gracias a que el cuerpo de su amigo era más pequeño pudo distinguir los cuerpos de las féminas de su equipo también inconscientes, al menos sabía que todos estaban juntos, eso era una preocupación menos, ahora debía idear la forma de salir de esta.

 

 

 

A los quince minutos que él despertara los demás le siguieron, en ese tiempo no había disminuido en nada el somnífero en su cuerpo, pero ese tiempo no había pasado en balde, lo había aprovechado para estudiar cada detalle que pudo percibir con sus sentidos adormilados, como que estaban en una larga mesa de metal de quirófano, y por el aroma que percibía de formol y alcohol estaban en un laboratorio y se preparaban para cirugía, y las ratas de laboratorio que diseccionarían serian ellos, esperaba que por ser alienígena a Star se le pasara más rápido el efecto, el eco de unos pasos se escucharon afuera del laboratorio, eran dos personas, escucho murmullos, demasiado bajo para diferenciar exactamente qué es lo que decían, pensó que entrarían los dos, pero solo fue un hombre, el doctor.

 

 

 

Pudo reconocer la sonrisa de un psicópata, la de una persona que persigue su meta sin importar que precio, y lo disfrutaba, vio que tomaba un bisturí y lo paso al ras de la piel del rostro de Raven, todos lo miraron con odio, estaba jugando con ellos, como alguien que se tarda en seleccionar la mejor opción, tomo su tiempo para comenzar, y lo haría con él, pudo sentir el frio del metal rasgar su traje rojo, incapaz de hacer nada, su pecho bien formado quedo al descubierto, ya estaba listo para lo peor, sentir el frio del acero podría soportarlo, pero debían hacer algo antes que sus camaradas también pasaran por lo mismo, entonces fue cuando sucedió, un látigo golpeo el rostro de aquel anciano hombre, un tentáculo de pulpo, era Chico Bestia, quien regreso a su verdadera forma y parecía muy cansado, su transformación le había costado mucho a causa del somnífero.

 

 

 

El chico verde se incorporó y busco entre los estantes del laboratorio tambaleante y débil, encontrando unas jeringas y un frasco con un líquido traslucido, a pesar que muchos pensaran que él fuera un tonto sin remedio, era muy listo, pero no le gustaba pensar la mayor parte del tiempo, pero lo sabía utilizar muy bien cuando era necesario, se dirigió a sus amigos y les inyecto ese líquido que los ayudaría a recuperarse de ese somnífero, lograrían salir de ahí.

 

 

 

Ya con mayor manejo de su cuerpo, se preparaban para ponerse en acción, debía de salir de ahí, en esas condiciones no podrían luchar al 100%, pero también debían encontrar de nuevo a los embriones, Cyborg ya no los tenía en su poder, dejaron al inconsciente científico en el suelo sala del quirófano, fue cuando subían por ese pasaje de debajo de la escalera, cuando escucharon la primera explosión, todo el lugar tembló bajo sus pies y alrededor, eso les impulso a salir lo mas rápido posible y cuando por fin llegaron al primer piso una segunda explosión retumbo y las paredes empezaron a rechinar y antes de lo que se imaginaron el aroma a humo y un calor asfixiante los invadió, esa casa se estaba consumando en llamas, las paredes no solo rechinaban por el fuego que las torturaba, si no también por el metal que se empezaba a mover, grandes y pesadas láminas de metal empezaban a bloquear todas las entradas, pero al parecer el fuego había afectado ese sistema de protección y anti escape.

 

 

 

-Esperen, hay que ir por los bebés- Chico Bestia se detuvo antes de pasar el umbral de la casa, no se podían ir sin antes salvar a esas creaturas si estas se encontraban ahí.

 

 

 

Hubo un breve momento de duda en el grupo, estaban débiles, unos más que otros por el potente somnífero, entrar de nuevo era muy riesgoso, y menos si ese lugar corría el riesgo de derrumbarse, y a pesar de ello no podían ignorar el riesgo de perder esas vidas inocentes.

 

 

 

-Chico Bestia tiene razón, él, Star y yo nos adentraremos de nuevo, Raven, Cyborg, espérenos afuera, si alguien sale atrápenlo, estoy seguro que ese doctor no trabajaba solo- Robin dio sus órdenes, envió afuera a Cyborg y a Raven no solo porque necesitaba que atrapara a quien fuera que saliera, sino porque la chica lucia la más débil de todos, él también lo estaba y lo sentía, pero su deber era primero.

 

 

 

Tres de los cinco entraron, pero no saldrían todos; trataron de ser lo más rápidos que podían, así que se separaron, Star reviso nuevamente todas las habitaciones de arriba, Robin y Chico Bestia se adentraron de nuevo al pasadizo debajo de las escaleras y revisaron todas las puertas que encontraron hasta llegar al laboratorio, ahí el fuego era mucho más intenso y el humo al no tener una vía de salida inundaba todo el lugar, sus ojos y pulmones ardían, pero no dejaron de buscar, no encontraron al científico en el quirófano, y entonces comprendieron que ese hombre era el responsable de las explosiones, y muy probablemente se había llevado las probetas con los embriones, sintiéndose derrotados, decidieron salir, si seguían ahí se ahogarían por el humo.

 

 

 

Encontrándose de nuevo en la entrada, ya más llena de fuego y humo se disponían a irse, ya todas las ventanas se cerraron y faltaba poco para que la puerta también cerrara, y fue ahí que Chico Bestia lo oyó, siendo el de los instintos más agudos distinguió ese aroma, y escucho ese click inconfundible de una pistola, antes de que alguien dijera algo, empujo a sus amigos y al segundo siguiente sintió un agudo dolor, los estaban atacando, y sabía perfectamente quien era ese sujeto sin siquiera voltear a verlo, debían salir, rápido, todo su cuerpo se lo decía; Robin se incorporó y vio hincado a Chico Bestia, tenía un mueca de dolor y más atrás de él la figura de un hombre, no pudo distinguirle debido al humo, tal vez fuera el científico o el compañero de este, tenía en una de sus manos un arma, y en otra un control, las puertas no cerraban por que estuvieran un corto circuito, no cerraban porque este las controlaba, vio como alzaba la mano con el control y estas empezaron a cerrar mas rápido, y lo hubieran hecho por completo si no fuera por Cyborg, que llego justo a tiempo para evitar que cerrara.

 

 

 

Lo siguiente que paso fue muy rápido, demasiado rápido, se escucharon más disparos, uno pego directo a la pierna de Cyborg, en la unión de la rodilla haciendo que callera, luego una explosión más retumbo en el lugar, como pudo el chico verde se paró y empujo a sus amigos afuera, sabía que Cyborg no podría soportar más el peso de la puerta, y justo cuando la puerta se cerró ellos lograron salir, pero Chico Bestia no, intentaron abrirla, pero todos estaban débiles, impotentes, y más explosiones ocurrieron consumiendo la casa, hasta que una más grande los empujo a todos varios metros, ya no pudieron hacer nada.

 

 

 

 

 

Ese día los malos no ganaron, pero los buenos tampoco, ese día cambio a los jóvenes titanes, dejándoles una enorme cicatriz; nunca encontraron el cuerpo de Chico Bestia, como el de los científico que habían robado a los embriones, hubo una pequeña esperanza de encontrarlo vivo, de que de alguna forma hubiera escapado del incendio, pero no fue así, al doctor Wong lo encarcelaron por experimentar con embriones; hubo un funeral en honor al joven héroe que dio su vida por cumplir con su deber, fueron todos los titanes, tanto los titanes oeste como los honorarios, también otros superhéroes fueron, como la patrulla de la muerte, Giganta fue la que más lloro en el funeral, para ella Chico Bestia era como un hijo, y nunca lo volvería a ver, incluso fue Bathman, aunque eso solo Robin lo supo, fue un encuentro tenso, pero su presencia y apoyo fue agradecido muy en el fondo de su ser.

 

 

 

Así pasó un año, o casi un año, hubo un tiempo en que el grupo parecía que en cualquier momento se disolvería, sin embargo no lo hicieron, seguían estando juntos, pero se habían distanciado.

 

 

 

-Robin no ha salido de su habitación durante casi una semana, me preocupa-

 

 

 

Starfire y Cyborg se encontraban en la cocina, la chica estaba preparando un poco de comida mientras amigo terminaba de comer.

 

 

 

-Es comprensible, dentro de poco se cumplirá un año- al decir esto Cy se levantó y levanto su plato, comprendía el dolor de su compañero, así como él también estaba dolido por el próximo aniversario luctuoso de su amigo verde –estaré en mi taller por si alguien necesita algo-

 

 

 

La chica de cabellos rojos suspiro, esta fecha avivaba las cicatrices de hace un año, pero no deseaba que sus amigos sufrieran solos, por eso trataba de estar pendiente de ellos, no podía dejar que la tristeza los consumiera, eso es algo que ha Chico Bestia no le hubiera gustado y menos si era por su causa.

 

 

 

En el estudio del líder de los Titanes alguien llamaba a la puerta, solo dijo un quedo pase y dejo que entrara la persona quien llamaba, ya sabía quién era, no era necesario preguntar o voltear a ver despegando su vista de los documentos que estaba revisando.

 

 

 

-Te traje algo de comer- su amiga alienígena entraba con una charola con un emparedado y algo de beber, no era una experta en la comida terrícola, pero estaba segura que saciaría su hambre ese emparedado de mantequilla de maní, jalea y tomates.

 

 

 

-Gracias Star- Robin seguía sumergido en sus papeles, pero Starfire sabía lo que pasaba.

 

 

 

-Robin, sé que ha sido difícil para ti, pero no es bueno sufrir solo, todos nosotros sufrimos la ausencia de Chico Bestia-

 

 

 

El pelinegro levanto la vista y encaro la vista a su amiga, aunque la mayoría del tiempo pareciera distraída, en realidad era muy observadora, especialmente con sus amigos.

 

                                        

 

-Es curioso, uno piensa que como héroes somos invencibles, pero no es así, es por eso que hay que tomar decisiones, últimamente he vuelto a pensar en las posibilidades de que hubiera pasado si hubiera escogido otras decisiones-

 

 

 

-Pero no podemos regresar al pasado, nadie puede, y fue Chico Bestia quien tomo la última decisión-

 

 

 

-Sí, ese cabeza dura- paso una de sus manos por sus cabellos ya algo largo cabello, últimamente estaba descuidando su aspecto personal -estoy bien Star, gracias por la comida, ahora debo estudiar un caso, prometo descansar después- no quería preocupar a su amiga, pero deseaba estar solo.

 

 

 

-Está bien, me retirare, voy a llevarle algo de comer a Raven también- muy a su pesar, no podía forzar a su amigo a que se abriera más a ella, antes el confiaba más en ella, pero ahora se había apartado tanto de ella que dolía.

 

 

 

-Ese cabeza dura- al verse de nuevo solo no pudo evitar soltar un largo suspiro.

 

 

 

Dolió, dolió tanto, más que como hubiera imaginado perder a uno de sus compañeros, casi tanto como cuando perdió a sus padres, pero también era diferente, tal vez por ser su compañero, como el hermano menor del grupo, y ambas heridas aun dolían, se sentía culpable, responsable, y también egoísta, ¿Por qué Chico Bestia murió?, ¿No debía ser como líder el que se sacrificara?, tonto Chico Bestia, hasta lo llego a odiar, porque se fue, se atrevió a desobedecerlo y ahora estaba muerto.

 

 

 

De entre los cajones de su mesa de trabajo saco unas fotos, unas más viejas que otras, unas de su vida antes de ser un Titán, otras con su nuevo equipo, algunas individuales y en una de ellas un chico de piel, cabello y ojos verdes lo miraba, sonriente, lleno de vida, mas solo era un espejismo.

 

 

 

 

 

 

 

 


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