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Bathroom: Love you until the illusion~ por Mikuzita-Chan

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Notas del fanfic:

Ok, supongo que algunas ya habran leído este fanfic!

estaba en mi otra cuenta, pero eh desidido borrarlo de esa! y colocarlo acá, este fanfic me lo pasé escribiendo durante 3 días sin parar, a demás de escucharn sin cesar la misma canción, obviamente es

 

Bathroom de GazettE

y es un Reituki, espero que esta vez tenga más reviews que la vez pasada, me di cuenta que...TODO el fanfic estaba lleno de faltas de ortografía tremendas, las cuales creo corregí la mayoría  a demás de que cambie ciertas partes de la narración. 

se agradece a quienes lo lean!, de paso pondré los reviews recibidos con anterioridad aqui mismo.

Este fue mi fanfic # 30!, publicado el: 01/10/11.

 

Gracias por leer y por favor dejen reviews!

Notas del capitulo:

Vamos con lo otro, es un songfic como ya antes creo haberlo mencionado, la cancion se encunetra hacia la izquierda, en cursiva y entre "comillas".

puede que siga teniendo el mismo resultado de reviews que la última vez, pero bueno, espero sus reviews para poder saber que tal estaba este extraño fanfic.

he cambiado el resumen de paos ya que no me convencia tanto.

dejaré los reviews recibidos en las notas finales.

para contactarme:

Twitter:

@Mikuzita_Zetsu

 

Facebook:

 

http://www.facebook.com/Shiroyama.Kouyou

 

 P.D: si agregan por favor avisen!

 

Correos:

 Silly_God_Disco@live.jp

Namae_No_Nai_Hana@live.jp

The_Invisible_Wall@live.jp

 

Gracias!

Bathroom:  Love you until the illusion

 

By: Yuu Kouyou Shiroyama

(Mikuzita-Chan)

 

1._ Los deseos del más allá

 

Miraba una y otras vez las paredes blancas de su lúgubre habitación, la luz estaba apagada y la ventana dejaba entrar la brisa gélida del cruel invierno. Su rostro total neutro no mostraba sensación o gesto algunos, solo sus ojos sin algún brillo aparente demostraban lo vacía que estaba su alma.

—       “deberías moverte”—escucho y volteo a ver a la persona que permanecía parada en la entrada de la habitación.

 

—         ¿Por qué? — pregunté a aquel intruso y cerró con fuerza sus ojos.

 

—        “tienes que seguir viviendo”—contestó con voz suave a su receptor quien abrió de nueva cuenta los ojos y se levantó de la cama caminando a paso lento donde aquel ser reposaba su cuerpo en el marco de la puerta.

 

—        No lo hare, no sin ti…— susurró con dolor y volvió a ver  a los ojos, aquellos ojos cafés que congelaban hasta lo mas profundo de su alma.

 

—     “sabes muy bien que no habrá un “mañana” juntos”—le respondió con voz acompasada, tenia razón…”el mañana”  juntos era tan irreal como él mismo.

 

—     Si lo habrá— sonrió mientras sus palabras sonaban tan convincente a los oídos de cualquiera que no notara como esta se comenzaba a tornar quebradiza.

 

—     “No sigas metido en una ilusión”—le contestó con lastima, era su culpa  no cabía duda de ello pero fue algo que sin duda él no planifico.

 

—     Quiero vivir en ella por siempre—dijo y volteo su vista a sus manos pálidas y secas, hizo el ademan de sonreír ante tan terrible vista, él sólo estaba a acabando con su propia vida de la manera más egoísta posible, pasaron varios minutos de silencio  y volvió a dirigir su vista hacia la puerta y él ya no estaba.

 

Soltó un fuerte suspiro y volteo a ver nuevamente el reloj que se encontraba en la mesilla de noche, 3h00 am se podía ver a simple vista; sonrió nuevamente mientras la silenciosa soledad lo acompañaba en el frío que dominaba en la habitación. Esa sería otra larga noche donde Morfeo no pasaría por el, de eso estaba más que seguro.

 

“¿Por qué no me da sueño?

Estoy profundamente conmovido por el silencio”

 

Mañana siguiente.

 

En ningún momento de la oscura noche sus parpados se cerraron ni su cerebro se desconecto para poder descansar, simplemente escuchando el crujir de las ramas y el viento chocar contra su hogar…era toda una hermosa sonata nocturna.

Se levantó de su mórbida cama con toda la pereza del mundo y camino con tranquilidad a través de los pasillos de aquel departamento apático, cada parte del lugar le traían tantos recuerdos, hermosos e inolvidables recuerdos de hace 5 años atrás eran los causante de su dicha.

Siguió caminando hasta llegar a la sala de estar donde se posó sobre el sillón de cuero negro dejando caer su cabeza sobre el respaldar, no se oía nada, ningún electrodoméstico funcionando…ni el pasó de alguien más.

Aquel irritante silencio lo comenzaba a impacientar así que comenzó a tararear una pequeña melodía que conocía a la perfección…. ¿Cuánto amaba esa canción? Más que su propia vida ya que demostraba su estúpida y patética vida de zombi, viviendo por vivir sin escusa alguna por que luchar, porque respirar, porque dejar latir su corazón…todo en él estaba MUERTO.

 

“Estoy tarareando a solas en mi húmeda habitación

Se siente un gran vacio”

 

Narra Ruki

 

—     Si tan sólo estuvieras aquí— susurré con sus ojos llenos de lágrimas luego de varios minutos de tararear la misma canción—  si tan sólo regresara a aquellos días…

 

—     “sigo aquí” — escucho  y mi vista se dirige a la entrada de la sala, puedo verte con esa sonrisa que causo que me enamorara de ti hace tantos años.

 

—     Lo sé…—te respondo  y te veo acercarte.

 

—     “deja de hacer esto”—  su voz suena suplicante pero como miles de veces lo he hecho, ignoraré su petición.

 

—     No pidas milagros Reita-kun—  extiendo mi mano hacia ti pero tú sólo te alejas y desapareces por donde viniste, mi alma se rompe una vez más mientras mis ojos intentan derramar lagrimas pero…ya no tengo ni una gota más para llorar.

 

¿Qué era llorar? No lo recuerdo, no recuerdo tampoco lo que es sentirse “vivo”, respiro por respirar pero de allí…no soy nada ni nadie.

 

Mi mente vuela entre los recuerdos de lo que era real y lo que es sólo una ficción, ¿Me estaré volviendo loco? No lo creo. De pronto escucho la puerta del departamento abrirse, ha llegado Uruha seguramente con su equipo médico y sus ojos rojos de tanto llorar por mí… ¿Por qué lo hace? Estoy perfecto por fuera o eso quiero aparentar.

 

—     Ruki— escucho su voz aproximarse- he venido- anuncia con una sonrisa en su rostro mientras cierra despacio la puerta.

 

—     Bienvenido— susurro y fijo mi vista en él, no ha cambiado en nada…sigue siendo el mismo Shima de siempre, sólo que este ahora es triste y aunque aparente ser fuerte, sé que esta tan dolido como yo.

 

—     ¿Cómo te sientes? — me pregunta interesado mientras deja sobre la mesa una gran funda negra y procede a tomar asiento junto a mí.- ¿Has comido?

 

—     No…—susurré de inmediato y lo siguiente que escuche fue un suspiro proveniente de él- pero no tengo hambre.

 

—     Debes de comer— toma mi mano e intenta buscar mi mirada—debes superarlo

 

—     Já…—solté un bufido— ¿Quién habla de superación?— lo miré molesto, ¿Quién se creía? ¿la mamá de tarzán?

 

—     No vine aquí para que me eches cosas en cara— me tomó con brusquedad del brazo y me llevó hasta la cocina- ahora comerás.

 

—     No quiero—respondí mientras me solté de su agarre para sentarme en una de las tantas sillas que decoraban la cocina-comedor de mi hogar— y no eres nadie para decirme que o que no hacer.

 

—     Deja de ser tan caprichoso— sacó de la nevera un viejo pedazo de carne- que asco…esto esta momificado Ruki—me dijo molesto— no debí tomar la decisión de dejar que comas tú solo.

 

—     Es tarde para lamentarse Kouyou— respondí

 

—     Eso deberías metértelo bien al fondo de tu cabeza—respondió molesto y comenzó a tirar toda la comida descompuesta y expirada de la refrigeradora en una funda de basura— desde hoy me mudaré contigo.

 

—     No te lo permitiré— respondí y tome una fruta de plástico que había en un plato de vidrio— déjame solo y en paz.

 

—     No lo haré— se acercó a mi y me quitó la fruta volviéndola a colocar en su sitio- por suerte traje una sopa instantánea— sonrió para si mismo y se fue a la sala.

 

—     Te la terminaras comiendo tú— respondí seguro de mis palabras

 

—     Veremos—dijo mientras regresaba.

 

—     Acepto el reto.

 

 

 

2._ Un coctel de pastillas y recuerdos.

 

 

 

Dos horas después.

 

Me encontraba en mi cama con los ojos cerrados mientras lo único que hacia eco en el lugar era el acompasado ruido de mi respiración.

 

Shima lo había conseguido…me hizo comerme hasta el último fideo de la sopa instantánea que había traído para mi pero eso no me afectaba, nada de lo que pasara en mi entorno me importaba.

 

Él ya se ha marchado no sin antes haberme dado mi delicioso coctel.

 

Flash Back

 

Nos encontrábamos ambos nuevamente en el sofá, yo recargaba mi nuca en el respaldar del sofá de cuero mientras en mi mano sostenía un vaso de agua.

 

—     Ten…—me extendió unas cuantas pastillas las cuales tome y las introduje una a una en mi boca para luego tragármelas con el vaso de agua— espero que con esto duermas, el médico quiere verte pronto.

 

—     No estoy enfermo—respondí defendiéndome y coloqué el vaso en la mesa de centro donde aún estaba aquella funda que había traído Shima consigo- puedes ser más…no sé…

 

—     ¿Normal?— reí un poco ante su respuesta

 

—     Si…normal y ¿Traer esas horribles pastillas en un bolso?

 

—     Esta bien, así será la próxima— “espero que exista la próxima”  pensé en ese momento

 

—     Gracias—respondí y de pronto sentí que Shima besaba mi mejilla

 

—     Cuídate chibi, vendré pronto— me abrazo hacia su cuerpo.

 

—     Si…—respondí y acepte su gesto, luego de unos minutos se marcho llevándose consigo aquella funda que era mi perdición.

 

 

 

Fin del Flash Back

 

“¿Por qué no puedo dormir?

Por que te vi”

 

 

La dosis que me daba ya no surgía efecto en mi débil cuerpo, era resistente a unas cuantas pastillitas blancas y unas capsulas de extraños colores vomito que tenían una cobertura plástica con un terrible sabor.

 

—     “Deberías dormir”—nuevamente allí estás, te estaba esperando y me levanto de la cama para poder caminar hasta ti.

 

—     Sabes cual es mi respuesta….—intente acercarme más hacia ti pero té de inmediato te alejaste más

 

—     “Deja de lastimarte de esta manera”— me reprochaste y me miraste con dolor.

 

—     ¿No entiendes que te necesito?- te pregunté dolido y frunciste el seño

 

—     “Él que no entiende aquí,  eres tú Takanori”—tu voz se escuchaba molesta…ese no es el Aki-chan que siempre cuido de mí, esa no es la persona que yo amé.

 

—     ¿Entender que? ¿Qué ya no me amas?— me dolía decirlo pero eso parecías demostrarme, me miraste sorprendido.

 

—     “¿En qué te has convertido?”— preguntaste luego de unos minutos— “¿En qué mundo estás?”

 

—     En el que solo existe tú—las lágrimas habían regresado de su largo viaje, allí estaban para hacerme añicos otra vez…para demostrar la puta debilidad que siempre he llevado dentro.

 

—     “No llores…”— sabía muy bien y hasta de sobra ese sermón.

 

—     Llorando…no sacas nada-me di la media vuelta y me acosté en mi cama esperando que el sueño viniera por mí lo más pronto posible pero nada de lo quería ocurrió, seguías allí mirándome enojado mientras yo no podía parar de llorar como un maricón.

 

 

¿Hasta donde llegar amar?

 

Esa pregunta resonó en mi cabeza una y otra vez.

 

 

“El suelo se ha humedecido por mis lágrimas

Recostando mi cabeza mientras duermo”

 

 

 

*-*-*-*-*-*-*-*

 

 

3._ ¿regresar a la realidad?

 

Mañana siguiente.

 

Como milagro hecho por el arcángel Gabriel aquella noche después de tantos sollozos y tu fija mirada sobre mí,  caí rendido en brazos de Morfeo, pero este me dejo ir cuando una mano me movía sin cesar para conseguir que despertara.

 

—     Ruki—escuché una voz bastante familiar.

 

—     ¿uhm?—musité cansado mientras de a poco abría mis ojos para poder ver a un uruha algo sonriente.

 

—     Que bueno que consiguieras dormir — me senté en la cama y restregué mis ojos

 

—     Existen los milagros de vez en cuando— contesté con una sonrisa más falsa que las frutas de plástico, él simplemente se rió y me tomó de la mano.

 

—     Debes de arreglarte, iremos al médico—fue en ese momento que mi sonrisa falsa desapareció.

 

—     No necesito ir— respondí

 

—     Claro que debes ir—una tercera voz apareció en la conversación y unos ojos negros se fijaron en mí.

 

—     “Buenos días Ruki ¿Cómo estas?”— imité la voz del recién llegado con sarcasmo.

 

—     Deja de hacerte el chistoso y vámonos— respondió molesto

 

—     Aoi-le llamó la atención Uruha— no le hables así

 

—     Se estaba burlando de mí  — respondió herido el poni

 

—     Y tú no tienes otra mejor manera de entrar y saludar— le respondió molesto.

 

—     ¿Así dicen que se aman?— les respondí mirándolos a ambos fastidiados— ¿Qué persona que se ama le habla al otro de esa manera?

 

—     Lo siento—susurró Aoi mientras se acercaba a nosotros.

 

—     Yo también lo siento— el más alto se acerco a su novio y lo besó, como yo desearía besarte a ti de esa manera.

 

—     Te Amo Kouyou— rompieron el beso y se abrazaron con fuerza.

 

—     Yo también te amo Yuu— se ven tan hermosos así, sonreí un poco al verlos pero a la vez me partía el alma por dentro ver tanta felicidad que desprendían ellos mientras que yo ¿Qué tengo? ¡NADA!

 

Luego de aquello se separaron y salieron para que me vistiera, luego nos fuimos en el auto de Aoi a una clínica que quedaba en el centro de la ciudad, ambos iban conversando cosas sin importancia mientras yo me dedicaba a mirar por la ventana.

 

Tokio si que había cambiado en no sé…unos meses, prácticamente desde que no salgo y no me interesa salir. De pronto el auto se detuvo frente la clínica y los tres bajamos para encaminarnos al consultorio de mi pesadilla.

 

 

Ya dentro.

 

—     Bueno días, jóvenes— habló un veterano recibiéndonos

 

—     Buenos días, doctor —respondieron Aoi y Uruha

 

—     Matsumoto-san —se acercó el médico hacia mí- adelante—me señaló el interior de su consultorio mientras que Aoi y Uruha tomaban asiento en las sillas de la sala de espera.

 

—     Ok-ingresé y él me siguió, me recosté en el típico mueble donde te sientas a contarle todas tus penas al sicólogo, siquiatra o lo que sea, él cerro la puerta detrás de si y se sentó junto a mí pero en una silla aparte.

 

—     ¿Cómo se ha sentido estas semanas? ¿Ha podido dormir?— tomo su libreta mientras sólo se dedicaba a hacerme preguntas estúpidas.

 

—     Sólo ayer—fui sincero.

 

—     ¿Sólo ayer?—quitó la vista de su libreta para fijarla en mí.

 

—     Sí, sólo ayer dormí...—el estúpido médico iba ha decir algo pero lo interrumpí- Sí, desde la última visita que le hice una visita.

 

—     Eso fue hace más de 3 semanas Matsumoto-san, al parecer tendré que subirle la dosis de somníferos— comenzó a escribir en su libreta y yo solo suspiré.

 

—     No importa cuantas veces suba  la dosis-respondí mirando el techo— yo no estoy enfermo, no necesito de sus drogas.

 

—     Si estás enfermo, no aceptas la realidad, no aceptas tu entorno— este medicucho de cuarta no sabe nada…él no me entiende— entiéndalo y compréndalo Matsumoto-san, necesita ayuda.

 

—     ¿aceptar que?- estaba colmando mi paciencia- ¡ESTOY SANO! ¡NO SOY UN LOCO!

 

—     Matsumoto-san usted alucina –me responde molesto- deje ese mundo, acepte que…-acorte su siguiente frase.

 

—     ¡Cállese viejo mediocre…usted es el loco!

 

—     Yo no estoy loco Matsumoto-san— su voz se notaba bastante molesta pero ni me inmute— usted no acepta que el señor Suzuki a fallecido—  lo miré dolido al médico de pacotilla ese mientras el tiempo se detenía con la palabra “fallecido” resonando en mi mente miles de veces, mi corazón se oprimió y a penas procesé sus palabras me negué frenéticamente pero a la vez sabía que sus palabras eran ciertas.

 

Mi mente colapsó y me golpeó con dolorosos recuerdo que me comen el alma, cosas que mi mente bloqueo y creo mi mundo…junto con una severa depresión.

 

 

 

“Enfrentando una realidad que nunca quise conocer

Simplemente careciendo de emoción”

 

 

 

—     ¡CALLESE, ES UN MENTIROSO!—grité engañándome ante la cruda y cruel realidad.

 

 

 

 

Lo sabía…

Reita ya no estaba conmigo desde hacia meses…

 

 

 

—     Cálmese Matsumoto-san—intentó acercarse a mí pero yo lo empujé y salí del consultorio sin ver a Uruha y Aoi quienes intentaron de seguirme pero por órdenes del viejo ese no lo hicieron.

 

No se cuanto corrí, casi me atropellan y un perro salió correteándome por la calle hasta que se cansó de seguirme, luego de tremenda maratón que me di,  caminé hasta un parque.

 

—     Aquí te vi por primera vez…—susurré mientras me acercaba a una fuente que se encontraba en medio de los grandes arboles y el césped brillante que decoraban el parque- aquí…te dije cuanto te amaba…aquí me juraste estar siempre junto a mí.

 

 

 

Flash Back

 

 

 

—     Ruki…—me llamaste

 

—     ¿Si?—me acerque a ti mientras ambos mirábamos el agua de la fuente.

 

—     Te amo—me susurraste cerca del oído sacando una sonrisa de mi rostro.

 

—     Yo también te amo Reita—entrelacé nuestras manos y recosté mi cabeza en tu hombro

 

—     Me alegra escuchar eso—respondiste y apoyaste tu cabeza sobre la mía.

 

—     Siempre te amaré Reita—te dije con una sonrisa en el rostro.

 

—     Yo también Ruki y es más— hiciste una breve pausa— jamás te abandonaré, siempre estaré a tu lado pequeño enano

 

—     ¿Es una promesa? —me separé de él y lo mire a los ojos

 

—     Es una promesa- junto nuestros labios en un dulce beso.

 

 

 

Fin del Flash Back

 

 

 

¿Dónde quedó aquella promesa? ¿En que maldito juego me metiste?

 

¿Dónde estás como me lo prometiste una y otra vez?

 

¿Reita? ¿Por qué me abandonaste?

 

Nuevamente las desgraciadas lágrimas bajan por mis mejillas mientras mis uñas se clavan en mis brazos lastimando mi piel, rasgándola para que la sangre fluya libremente.

 

—     “Deja de hacerlo”— nuevamente estas aquí y volteo a verte dolido mientras mis sollozos no paran de escapar por mi boca, es increíble pero allí estás como siempre te recuerdo…con tu bandita en la nariz, tu pelo revuelto y mal teñido, tus ojos llenos de melancolía me matan y lo pálido que te vez sólo me hace llorar con mucha más fuerza.

 

 

¿Cómo la vida pudo ser tan cruel con nosotros?

 

 

 

“Te mire sin decir nada, olvidándome incluso de pestañear

Solo quiero mirarte a mi lado”

 

—     ¿Qué quieres que haga? ¿Darte un premio?— te pregunté molesto mientras el dolor me come el alma por dentro— ¿Dónde quedaron las promesas?

 

—     “Las he cumplido”—te acercas a mí—“Estoy aquí”—esto es un círculo vicioso, intento de creer aquellas palabras que parecen tan reales, que me hacen sentir vivo de nuevo.

 

—     Lo sé…—te miré de pies a cabeza— jamás te has ido de mi lado….jamás ocurrió nada— nuevamente la falsedad sale de mi boca y tu suspiras con pesadez, a lo que pestañeo nuevamente te has marchado.

 

—     “Mentiroso”…—susurro y siento que mi cuerpo tiembla sin control  para luego todo volverse borroso.

 

 

*-*-*-*-*-*-*-*

 

Narra la Autora.

 

Su cuerpo dolía, sus ojos ardían a millares surgir mientras que su mente aun estaba colapsada, no sabía donde estaba pero se encontraba acostado en algo cómodo y suave; respiró profundamente y abrió de a poco sus ojos acostumbrándose a la luz recibida sobre ellos, estaba en su cuarto bien arropado y con un suero en su mano.

 

Su pesadilla era realidad, no quería eso para él, no quería vivir aquella realidad tan dolorosa.

 

—     Maldición…—susurró con la voz ronca.

 

—     ¿Ya despertaste?—entró el pelinegro con los brazos cruzado y con su mirada clavada en el menor.

 

—     No, sólo soy un sonámbulo que habla— contestó con sarcasmo

 

—     Que gracioso— dijo sin nada de gracia y se acercó al rubio

 

—     Lo sé— intentó incorporarse pero el dolor era mucho más fuerte que toda su voluntad junta.

 

—     Quédate quieto— se sentó en la cama junto al pequeño.

 

—     ¿Cómo llegue aquí?—preguntó con curiosidad.

 

—     La gente llamó a la policía porque decían que un loco hablaba sólo cerca de la fuente- dijo esto haciendo una mueca de desagrado— así que cuando llego la policía estabas ya desmayado, encontraron tu cédula de identidad y nos llamaron.

 

—     Oh…entiendo— miró al mayor de azabaches cabellos.

 

—     Ruki…—tomó la mano el pequeño— ¿Por qué haces esto?

 

—     ¿Hacer qué?

 

—     No te hagas el tonto—comenzaba a molestarse, le dolía en lo más profundo del alma, dolía ver como su mejor amigo se ahogaba y se autodestruía.

 

—     Soy un tonto, Yuu- sus ojos comenzaron a llenarse por las ya conocidas lágrimas.

 

—     No lo eres pequeño—apretó con fuerza la mano de Ruki mientras este sollozaba— son cosas que suceden y debes superarlas.

 

—     No puedo—volteo a ver la puerta y vio a quien mas añoraba en ese momento- allí está- dijo anonadado

 

—     Eso no es cierto—miró hacia la misma dirección que el pequeño rubio y no vio a nadie— Ruki necesitas ayuda

 

—     No la necesito—respondió seguro y dirigió su vista hacia Aoi— Yo no estoy loco,  Yuu

 

—     Entonces, sé egoísta Ruki— el rubio abrió sus ojos de par en par— Ya no te hagas esto

 

—     No puedo—negó incesantemente— Él vendrá a verme, él esta aquí Yuu

 

—     No Ruki, él ya no esta aquí, él se fue—intentó hacer recapacitar a su amigo— Él no vendrá, deja de pensar en él, piensa en ti y en lo que te haces… ¿Estas feliz con todo esto?- El guitarrista ya no aguantaba más, las lágrimas estaban a punto de salir disparadas.

 

—     No—cerró los ojos para evitar ver al mayor.

 

—     ¿Entonces por qué? Dímelo.

 

—     A veces desearía olvidarlo…pero me es imposible—contestó y el pelinegro para ahorrarse un griterío y poner mucho peor a Ruki salió de la habitación dejándolo solo.

 

 

 

“Quiero dormir, pero tengo miedo de despertar

Quiero olvidarte, que egoísta, es una locura”

 

 

 

*-*-*-*-*-*-*-*

 

 

4._ Regresando al pasado

 

Luego de varios días a punta de sueros Ruki se encontraba de nuevo en pie, aunque su salud había mejorado un poco no era lo suficiente, muchas veces llego a tener ataques de paranoia gritando el nombre de aquel ser que ya no estaba junto a ellos.

 

—     Reita—susurró desde su cama con un portarretratos de él junto al mal teñido.

 

Hace tan solo unos meses había estado entre sus brazos, sintiendo aquel calor que le transmitía, aquel sentimiento que parecía no tener fin.

 

Cerró los ojos mientras su mente lo transportaba a aquel fatídico día en que lo había perdido.

 

Flash Back

 

Takanori Matsumoto era un chico normal y con una vida bastante tranquila, tenía un novio que amaba mas allá de la razón,  tres amigos increíbles a quienes molestar cada vez que le diera sus arranques de infantilismo, todo era perfecto.

 

O creyó que era así, vivía con su novio, este jamás presentó algún síntoma de estar enfermo.

 

Había llegado de hacer unas compras cuando comenzó a escuchar como alguien tosía sin control alguno, se asustó mucho y se adentró temeroso al departamento.

 

—     ¿Akira?—preguntó con miedo— ¿Estás?—volvió a preguntar pero no recibió respuesta alguna, la tos extrañaba había desaparecido y sólo la soledad se hacia presente junto a  un palpito extraño se colaba en su pecho. Suspiró y pensó que sería su imaginación cuando de pronto aquel sonido volvió ha hacer eco en el departamento, se detuvo a escuchar de donde provenía. Era del baño.

 

Fin del Flash Back

 

Fue en ese instante cuando su pesadilla comenzó, fue allí que todas las razones de su existencia se desvanecieron.

 

—     Akira— no podía parar de repetir aquel nombre— Te necesito…

 

 

“Estoy diciendo su nombre

Pero este silencio me enloquece”

 

 

 

Flash Back

 

Caminó con miedo hacia el baño, la tos había desaparecido nuevamente pero aun así quería investigar que sucedía. Llegó al susodicho lugar y abrió lentamente la puerta encontrándose con el peor panorama que había visto en su vida.

 

Reita estaba en el suelo rodeado de pañuelos repletos de sangre fresca, el pánico lo invadió y corrió junto a su amante sosteniéndolo entre sus brazos.

 

—     ¡Reita! ¡Reita!—sacudió el cuerpo de Reita sin parar pero este no respondía, tenía la boca semi abierta con varios rastros de sangre en ella y al parecer estaba desmayado— ¡Akira, respóndeme! —demando pero no recibió respuesta alguna, así que tomo su teléfono móvil y llamo rápido a emergencias.

 

—     Reita—tiró su celular en alguna parte del baño y se abrazó al cuerpo del rubio el cual se encontraba frio— te pondrás bien— las lágrimas habían aparecido acompañadas de fuertes sollozos.

 

—     Ruki—escuchó la voz de Reita llamarlo y de inmediato lo miró

 

—     Reita—se abrazó a su cuerpo— ya te pondrás mejor

 

—     Gracias Ruki—su voz se escuchaba ronca y desgastada. De pronto algo irrumpió en el departamento, era la ambulancia con los paramédicos quienes entraron y alejaron a Ruki de Reita para llevarlo al hospital.

 

 

 

“Al carecer de tu calor yo grité

Sujetando tu delicado hombro”

 

 

 

En el hospital

 

POV Ruki

 

Me encontraba en la sala de emergencias, habían ingresado a Reita de emergencias, estaba impaciente porque nadie salía a decirme nada hasta que un tipo con bata blanca apareció a hablar conmigo.

 

—     ¿Familiares del señor Suzuki?—habló con una ficha en su mano la cual leía con  insistencia, me acerqué a él y lo miré asustado

 

—     Yo soy su amigo, dígame como se encuentra— no aguantaba más la espera— ¿Estará bien?—la cara que puso el médico me lleno de pánico.

 

—     Lamento decirle que no, joven— su cara demostraba angustia—el señor Suzuki está demasiado grave

 

—     ¿Por qué? ¿Qué tiene?—comencé a llorar nuevamente

 

—     Cálmese— me invitó a sentarme junto a él en las sillas de la sala de emergencias

 

—     ¿Cómo quiere que me calme?— le pregunté molesto mientras no podía para de llorar

 

—     Cálmese y le diré que tiene pero primero necesito que se tranquilice— intenté calmar mi llanto pero me era casi imposible.

 

—     Dígamelo-le demandé y el médico suspiró.

 

—     Su amigo está en la ultima etapa de un cáncer de pulmón grave- el tiempo se detuvo en ese momento, mi vida paso ante mis ojos y todos mis sentidos se apagaron. ¿Cáncer? ¿Etapa final? Mi cabeza no podía asimilarlo muy bien.

 

—     ¿Qué?...-susurré comenzando a temblar

 

—     Su amigo tiene cáncer y no podemos salvarlo

 

—     Eso no es cierto—tomé al médico del cuello de la camisa— deben de hacer algo—supliqué pero el alejo mis manos de él

 

—     Lo lamento señor, pero no podemos hacer nada, el paciente sabia su condición desde que se la diagnosticamos hace más de tres meses

 

—     ¿Tres meses?— lo mire sorprendido

 

—     Él no quiso tratarse, lo lamento joven—suspiró— en unos minutos puede pasar a verlo- sin mas se levantó y se alejó. Lloré y lloré hasta que una enfermera me permitió entrar ver a Reita. Llegué hasta su habitación, entre y allí estaba él despierto con varias máquinas conectadas a su cuerpo y con suero.

 

—     Maldito-susurré molesto mientras me acercaba a él.

 

—     Ruki-me miró dolido

 

—     ¿Por qué lo ocultaste?—comencé a reprocharle

 

—     Porque no quería que sufrieras por mí—extendió su mano hacia mí y sin dudarlo me acerqué a tomarla.

 

—     Eres un maldito egoísta, Reita- lloré con más fuerza

 

—     Lo siento Ruki—me acerqué a besar sus labios

 

Lo abracé a mi cuerpo y le dije cuanto lo amaba.

 

A los pocos minutos llegaron Aoi, Uruha, este último lloraba sin parar ya que Reita era su mejor amigo desde la infancia mientras que Aoi se quedo abrazándome como lo esperaba, Kai no pudo venir, él se había casado hace varios meses con una chica coreana la cual estaba embarazada y no podía viajar.

 

Solo estábamos nosotros cuatro, nos teníamos y eso era lo que importaba.

 

 

 

 

“Enfrentado una realidad que nunca quise conocer

Sintiendo a mi corazón ahogarse”

 

 

 

Pasaron varios días y Reita fue dado de alta, sus probabilidades de vida eran de unos seis meses, pero el cáncer no perdona y el de él era tan agresivo que lo consumió en menos de lo que los médicos habían pronosticado.

 

Fue una mañana fría, esa noche habíamos hecho el amor y le había dicho que lo amaba hasta más allá de lo que pudiera pasar.

 

Me levante y me vestí, no note nada raro, Reita era de los que dormía bastante pero me comencé a preocupar porque lo había visto en la misma posición por mucho tiempo, así que me acerqué y su cuerpo estaba muy frio, sus labios morados y lo peor de todo…no respiraba.

 

Comencé a gritar y llamé a una ambulancia, cuando ellos llegaron  no pudieron hacer nada, declararon muerto a Reita por un paro cardíaco respiratorio en la madrugada, había muerto abrazándome y por sobre todo sonreía.

 

Ver como se lo llevaban envuelto, ya no tenerlo a mi lado…

 

Me estaba volviendo loco sin él.

 

 

 

“Me contuve mordiendo mis labios, sabia que mis lágrimas

No tenían sentido sin ti”

 

 

 

Fin del Flash Back

 

 

 

 

5._ ¿hasta donde llega amar?

 

Estoy cansado de todo esto,  de vivir sin sentido aparente. La vida es difícil así y a pesar de que tú me visitas cada vez y cuando pero yo te quiero, aquí en a mi lado abrazándome, que todos nos vean y gritemos al mundo cuanto nos amamos,  quiero ser egoísta y encontrarme contigo en este mismo instante.

 

Me levanto de la comodidad de mi cama y camino hasta el baño de paredes blancas, están todas tus cosas de uso personal, tu perfume, tu toalla, todo esta tal y como quedo cuando usaste todas esas cosas por última vez, me recuesto en el suelo donde te vi casi agonizando a causa de la terrible tos que te causaba esa maldita enfermedad.

 

—     Iré contigo—digo decidido pero nuevamente allí estas frente a mí.

 

—     “No lo hagas”—me dices y yo sonrió ampliamente

 

—     ¿Qué harías si hubiera sido él que se fuera?— no dices nada y yo sonrió ampliamente— me levanto y saco una navaja de mi bolsillo, sí,  esto ya lo tenía planeado.

 

—     “Ruki, no”—me miras desolado y abro la herramienta corto punzante y la coloco sobre mi mirada.

 

—     Nada tiene sentido ya, estoy loco sin ti— volteo a mirarte, eres tan irreal y eres mi vida entera, ya no quiero vivir sin ti— no importa cuanto digas, esto acaba aquí.

 

 

 

“Escucho una voz detrás de mí y dice “no te rindas”

Y no me importan las excusas que puedas decirme”

 

 

 

—     “Tienes mucho por delante”—me dices pero yo te ignoro

 

—     Mi vida acabo cuando tú te fuiste— acerco la navaja a mis muñecas las cuales desgarro con el filo de la navaja, la sangre comienza a fluir de a poco, ya no siento dolor desde hace mucho tiempo, no duele y sigo haciendo miles de cortes ante tu mirada desolada y tus labios me gritan con desespero que no lo haga.

 

—     “ Detente”— me demandas pero sabemos que eso no sucederá

 

—     Reita, Te amo, Recuérdalo siempre—susurro mientras sigo cortando mi piel.

 

 

 

“Por que tú estabas ahí frente  a mí

Ante mis ojos luciendo solitario”

 

Flash Back

 

El día del funeral estaba toda la familia de Reita allí, su madre gritaba porque no incineraran su cuerpo, casi se lanza a no ser de que su esposo la haya detenido antes.

 

Yo estaba calmado a la fuerza, me habían sedado antes de ir y estaba en una silla de rueda la cual empujaba Uruha junto a Aoi, quienes no paraban de llorar.

 

—     Reita—susurraba Uruha entre sollozos.

 

—     Él está en un mejor lugar—dijo Aoi intentando de sonar optimista pero más que obvio,  se rompía en llanto por dentro.

 

—     Aki-chan— susurré medio adormilado mirando como ingresaban su féretro en el crematorio—Te amo—no podía llorar por culpa de que me sedaron pero por dentro me sentía de los mil demonios, era mi culpa por no cuidarlo como era debía, extrañaba sentir su calor.

 

Reita…te necesito.

 

Perdóname.

 

 

“No pude hacer nada por ti

Me odie tanto a mi mismo tanto que podía morir”

 

 

 

 

Fin del Flash Back

 

 

—     “Para”— te escucho suplicar mientras la sangre no para de flui—“ te lo ordeno Ruki”

 

—     Cuando estés a mi lado, lo haré.

 

—     “Estas loco”— te veo llorar por mí, con mas razón debo hacer esto, soy yo quien te causa tanto dolor.

 

—     Shima vendrá pronto, debo apresurarme—te acercas a mí y tus ojos lloran a mares.

 

—     “Debes vivir”

 

—     No quiero, no si no te tengo a mi lado—intento tocarte pero te alejas.

 

 

 

 

“Fuiste tú el único quien me dio mi nombre

¿Podrías  por favor quedarte a mi lado?
(La última y única persona que fue

Mi amable madre)(1)”

 

 

 

Te di la espalda y comencé a pintar la blanca pared con mi sangre, tú seguramente me mirabas horrorizado. Tracé miles de líneas sobre la blanca pared que se teñía de un rojo carmesí precioso.

 

—     Akira y Takanori— susurré mientras miraba felizmente mi obra de arte, un dibujo como el de un  niño pequeño que recién se abre paso por el mundo, pero para mi significaba mucho, éramos un intento de tu y yo—siempre se amaran—hablé nuevamente mientras seguía “pintando”

 

—     “¿No me harás caso?”—escuché tu voz detrás de mí

 

—     No—negué y seguí pintando pero ya para ese momento mi cuerpo se sentía algo pesado así que deje mi obra de “arte” y con lo último de fuerzas me levanté del suelo caminando hasta llegar a la cama, justo en el lugar donde encontré tu cuerpo sin vida me acosté y cerré un poco mis ojos mirándote.

 

 

 

“Con rojo brillante pinte en la blanca pared

Trazando tu silueta”

 

 

 

6._ Amarte hasta más allá de la muerte.

 

 

Tomé un portarretratos de la mesita de noche donde estabas tú sonriendo, acaricié la imagen de tu rostro y lloré mientras una sonrisa se formaba en mi rostro.

 

Aquellos días de felicidad que nunca más vendrán….aquellos días que pensé en envejecer junto a ti pero que quedaron en el olvido por tu egoísmo.

 

¿Tan difícil fue decírmelo?

 

Lo prometimos, en la salud y en la enfermedad estar juntos, así no fuera en un altar pero era una promesa.

 

 

“Presionando mi mejilla aun caliente con la tuya

Sonreí suavemente”

 

 

Cerré mis ojos y coloqué el portarretratos en la almohada que aún después de tanto tiempo tenia ese olor que desprendía tu cuerpo, lágrimas seguían cayendo por mi rostro mientras el sueño comenzaba a invadirme.

 

Uruha y Aoi me odiaran por abandonarlos, pero deben entender que mi deber es estar junto a ti.

 

 

“Una de mis grandes lagrimas cayo en ti

Y sentí que podríamos ser uno”

 

 

 

Llego un momento en el que no sentí nada, sólo mi alma escapando de una jaula de dolor y sufrimiento. Abrí nuevamente mis ojos y pude verte con mayor claridad, estábamos en nuestra habitación y te veía sonreír levemente, me acerque con mucho miedo hacia ti, cada vez que me acercaba te alejabas pero esta vez fue diferente, no te alejaste mas bien te acercaste a mí y me abrazaste mientras llorabas, me sentí tan feliz nuevamente de estar entre tus brazos.

 

¿Estaba muerto?

 

Esa era la realidad.

 

Me levante y pude ver mi cuerpo inerte sobre las sabanas, ahora sólo era un alma que buscaba estar junto a ti y así fue, allí estabas abrazándome entre sollozos.

 

—     ¿Jamás fuiste una ilusión?—pregunté acercándome hasta tus brazos y acurrucándome en tu regazo como tanto lo deseaba.

 

—     No, siempre estuve aquí para ti-—beso mi frente y cerré los ojos, me sentía en paz después de tanto tiempo agonizando.

 

—     ¿Nos vamos?—le pregunté mirándolo a los ojos

 

—     Sí—sonreíste y acariciaste mi rostro —te extrañe Ruki, te amo.

 

—     Yo también te amo Reita—nos acercamos para luego fundimos en un dulce beso.

 

Nos desvanecimos en el aire, no sabía a donde iríamos, pero mientras Reita y yo estemos juntos

 

No importa si termino en el infierno, lo amaré hasta más allá de la agonía, el dolor y la mismísima muerte.

 

“Cuando cierre los ojos y el calor corporal se haya ido

Estaré a tu lado~…”

 

Fin.

Notas finales:

Reviews recibidos la vez anterior:

 

Lector: Ruru-ChibiRuder 

Primero(?)

Hola! *se seca las lagrimas* Está muy bueno. bien narrado y las frases encajan perfecto. Me ha gustado en demasia.

Fue muy triste imaginar a ReiRei en ese estado y a Ruki ni que decirlo. Me has hecho llorar con ganas ;O; 

Gracias por Compartilo!

Ru~


Lector: Haru ~Tu Mami~ 

 Amor de donde saca historias tan tristes, pero tan hermosas, a ser sincera me rompio el alma y como hace mucho llore, llore su sufrimiento y perdida...y es horrible

Amor aun le queda mucho por recorrer pero va por un buen camino siga asi y amo sus fic, tus redaccioes son buenas tus ideas y tu forma de encajar.

Muchos besitos

 

 

Lector: jocy

nosabes cuanto losiento pero recuerda que no estas sola   me despido ADIOS recuerda que yo soy tu fan 2  ten encuenta que si setienen que ir dejalos ir pero dales unasonrisa aunque duela  ydemuestra que los recordaras aunque no tengas una fotografia o unobjeto y aunque tumente se balla quedan en el corazon tenfe y no tesientas sola adios sigebrillando y cuidate




Estos fueron los reviews recibidos, gracias a ustedes por dejarme tan significativos comentarios!

espero recibir alguno más

gracias.

 

Hasta luego~


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