Park JungSu parpadeó al tiempo que bostezaba y se estiraba ostentosamente. Luego, con el cerebro aún medio dormido, comprendió que el ruido martilleante en su cabeza provenía en realidad del despertador de su mesa de noche. Lo apagó desganado para después sentarse. Se sentía con sueño todavía. Más que de costumbre a decir verdad. De cualquier forma y con la decisión que todo buen líder necesita, se impulsó hacia delante. El frio del piso le hizo ir dando brinquitos hasta las persianas. Las abrió y dejó que el sol irradiase por completo la habitación. Suspiró. Quizá la pesadez que sentía se debía a que se trataba de inicio de semana. Lunes. Y no es que hiciese gran diferencia entre un Lunes o un Domingo para él, pues los horarios de los artistas son muy variados pero, aún así, al parecer el día cargaba con algo kármico que le impedía disfrutarlo al cien por ciento.
Tras un par de flexiones y ya sintiéndose completamente despierto, caminó hacia el espejo de cuerpo completo en la esquina de su habitación. De costumbre se miraba fijamente un par de minutos mientras se repetía positivamente que podía mejorar lo que veía frente a él.
“Muy bien, JungSu, veamos en que debemos trabajar un poco más hoy. ¿Será mi sonrisa? ¿Mi peinado? ¿Mi actitud? ¿Esa no se puede ver en el espejo, o sí?
Posó sus ojos determinadamente en el reflejo, como si se tratara de un enemigo a vencer. Frunció el ceño.
“¿Estoy soñando todavía?”
Se frotó los ojos vigorosamente. La figura frente a él tenía una cara de completa perplejidad, muy parecida seguramente a la misma expresión que él debía estar esgrimiendo.
“Imposible… de verdad sigo dormido y este es uno de esos sueños que me dicen que ya es hora de levantarme y no puedo y se me hará tarde a mí y al resto”
Un grito agudo, ensordecedor, se escuchó en ese preciso instante y a JungSu no le quedó más remedio que dejar sus cavilaciones para otro momento. Podía reconocer ese chillido en cualquier lado: HeeChul de mal humor. Salió corriendo a toda prisa, dejándose llevar por los acontecimientos que su sueño pudiese proporcionarle. Otro grito le indicó que el de ojos almendrados se encontraba encerrado en el baño y, como la retahíla de maldiciones no cesaba decidió tocar a la puerta.
-¿Qué ocurre Chul-ah? –la puerta se abría de golpe y, HeeChul estaba a punto de gritarle exactamente lo que ocurría cuando las palabras se le atoraron en la garganta. JungSu contuvo el aliento, sintiendo que el sueño se volvía pesadilla. El menor también se quedó mudo un par de segundos, apuntando acusadoramente su dedo en dirección al líder y, cuando la voz le volvió, fue para gritar con más fuerza, de manera histérica, como si hubiese visto un fantasma. LeeTeuk abrió mucho los ojos al comprenderlo: no era un sueño. Jamás había visto histerizar de esa manera al menor, por lo que su mente no podía reproducir aquél terror en las facciones del hombre frente a él. Aunque no podía decirse que frente a él hubiese un hombre… se trataba más bien de un chico… igual que él.
-¡¡¡¡AAAHHHH… AAAAHHHH!!!!... ¡¡¡¡SIWON TENÍA RAZÓN Y YO NO Y EXISTE DIOS Y NOS ODIA Y ESTO ES EL APOCALIPSIS Y….. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!! –HeeChul continuaba gritando. En el dormitorio se escucharon pasos y pronto otros gritos acompañaron a los del amante de los gatos. El mayor empezó a sentir nauseas al tiempo que se ponía pálido. Sintió que el de ojos almendrados le sujetaba con ambas manos de la playera holgada con la que suele dormir para agitarlo vigorosamente -¡¡¡¿PORQUÉPORQUÉPORQUÉPORQUÉSOMOSADOLESCENTES?!!!... ¡¡¡NOMEGUSTABASERADOLESCENTEYNOMEVAAGUSTARVOLVERASERLO!!! –y como LeeTeuk no tenía respuesta para ello, hizo lo mejor que podía hacer en ese momento (o no): vomitó todos sus nervios y temores contra el cuello y pijama de HeeChul. Este lo soltó de inmediato, dejando su cara de terror para sustituirla por su cara de completo asco y desprecio por el chico frente a él -¡Yiuck!
-Pe… perdón… -JungSu se tambaleó un poco antes de sentarse en el suelo, a la entrada del baño. Se sentía muy mareado y confundido.
“¡¿QUÉ DEMONIOS OCURRE AQUÍ?!”
-¡Un perdón no basta! ¡Cómo si no tuviese suficiente con esto! –y el de ojos almendrados se señalaba a sí mismo, con sus ojos almendrados grandes y su nariz un tanto pequeña. El rostro había perdido las facciones duras que se habían forjado a través de los años para ser sustituidas por unas mejillas un tanto redondas y una piel que apenas denotaba intentos de vello facial. No quedaban ni rastro de ojeras o de bolsas debajo de los ojos. Se giró para verse de nuevo en el espejo mientras que con una mano se sujetaba los pantalones del pijama, sintiéndose estúpido. Hasta el día anterior no había poseído un “gran” cuerpo con enormes músculos pero al menos ya estaba embarnecido y lucía como un hombre. Ahora su ropa le nadaba y su cuerpo era tan delgado que parecía poder quebrarse en cualquier momento –Esto es… ¡¡¡HORRIBLE!!!
-¡OH POR DIOS!... ¡USTEDES TAMBIÉN! –ShinDong salía de su habitación después de ponerse una playera y de recuperarse del primer impacto. Su redondez había aumentado considerablemente al tiempo que su estatura disminuía bastante -¡¿Cómo ocurrió?! –LeeTeuk observo unos segundos el vientre del menor, luego bajó la vista hacia sus delgados brazos ya sin rastros de músculo formado y, completamente aterrado, se puso lívido y se desmayó –Ah… ¿hyung?
-Déjalo… ya lo conoces… -el de ojos almendrados se mordió el puño de pura frustración. Ahora ya salía YeSung de su cuarto, con la cara de seguir completamente dormido y el pelo alborotado. Su rostro es bastante redondeado mientras que el resto de su cuerpo es también muy delgado y pequeño. No parece haberse dado cuenta de su situación hasta que ve a los dos chicos frente a él. Parpadea. Una y otra vez como intentando enfocar. Luego eleva ambas cejas y se encoge de hombros, como decidiendo que hay cosas más raras en el mundo que levantarte con muchos menos años encima.
-¿Puedo usar el baño? –Ve a HeeChul que talla su playera de manera frenética para quitarle los residuos de vómito y a JungSu desparramado en el suelo –Tengo que esperar, ¿verdad?
-¡Como siempre, eres un genio! –le gruñe el mayor, intentando no desvanecerse igual que el líder. ShinDong niega con la cabeza, indicándole que definitivamente no es un buen momento para ningún comentario.
-JongWoon hyung… ¿ya te diste cuenta que te ves como de 15 años?...
-Ahm… tuve la impresión… pero no sé… es tan temprano… y es Lunes… las cosas a veces pasan… creo… -al chico rellenito no le quedó más remedio que levantar ambas cejas, sorprendido. Su mayor si que podía resultar raro en ocasiones.
-¡¿A VECES PASAN?! –HeeChul no se lo tomaba tan bien. En realidad se lo tomaba pésimo. Empujó el cuerpo de LeeTeuk para que su cabeza librara el paso de la puerta y la azotó sonoramente, intentando alejarse de la locura desatada fuera del baño.
-Él no está de buen humor… ¿es porque es Lunes? –ShinDong volvía a negar con la cabeza ante el comentario del mayor.
-Creo que tiene que ver con nuestra apariencia… ¿me ayudas a cargar a umma hasta el sillón? ¿Vemos si los demás están igual? –el amante de los philtrum asintió. Sujetaron a LeeTeuk por brazos y piernas e intentaron cargarlo en vano. El mayor estaba realmente delgado y con una estatura inferior a la de su forma adulta pero, por desgracia, los otros dos chicos son menores que él y aún están menos desarrollados. Terminan arrastrándolo por todo el pasillo hasta la sala, donde lo dejan tirado porque se resisten a intentar subirlo al sillón. Luego caminaron a la habitación que comparten EunHyuk y DongHae. Tocaron a la puerta y como nadie respondía, decidieron abrirla. Ambos (hombres) chicos se encontraban enzarzados en una pelea de almohadas, conteniendo la risa lo mejor posible para no llamar la atención. Ambos resultaban pequeños y delgados. A EunHyuk le resaltaban bastante sus muy pequeños ojos, aún con su apariencia antes de la cirugía y DongHae mostraba a través de sus risas unos dientes bastante irregulares. Parecían adaptarse muy bien a la nueva situación.
-¿Puedo jugar? –YeSung decidió que si a ellos no les importaba, entonces a él tampoco. De chico siempre había resultado el raro y muy pocas veces querían jugar con él y ahora, aunque técnicamente no era un niño, si no un adolescente, podía realizar su sueño y ser parte de algún juego infantil. ShinDong suspiró pesadamente y salió de la habitación mientras los otros chicos le pasaban una almohada al mayor para que se les uniese. La locura se había desatado. Lo mejor era ver si el resto de sus compañeros estaban contentos con la situación. Ya con HeeChul y su neurosis tenían suficiente.
A SungMin hubo que abofetearlo un par de veces para que dejara de gritar pero, después de eso, tan solo caminaba de un lado a otro luciendo un puchero lindísimo. Con KyuHyun las cosas resultaban bien, y a la vez mal. Tras verse en el espejo y notar que ahora no lucía de más de 13 años, y que por tanto, sus problemas de acné apenas estaban a punto de comenzar, grito un sonoro “¡ESTUPENDO! ¡SEGURO QUE NOS DAN EL DÍA LIBRE!” y con eso, tomaba su consola y se ponía a jugar sin más. RyeoWook también estaba atrincherado en el baño, solo que él en el del onceavo piso y sus lloriqueos se escuchaban por todo el lugar. Como no había modo de que abriera la puerta, el comité de investigación y búsqueda de miembros (conformado tan solo por ShinDong y SungMin) regresaron al doceavo piso, lo más sigilosamente posible para no ser vistos por nadie más, y fueron a zarandear al líder hasta que este reaccionó. Cuando volvió a verlos en su forma adolescente, gritó nuevamente, pero ya se sentía un poco más preparado para no colapsar. De ahí caminaron al baño donde suplicaron a HeeChul que por favor saliera porque ambos baños estaban ahora bloqueados y no era justo para las vejigas e intestinos de los demás. Además debía ayudarles a sacar a RyeoWook, que seguramente estaba muy asustado porque no dejaba de llorar en el baño. Finalmente abría la puerta con desgane, mostrando también unos ojos llorosos y un puchero enorme, pero a la vez una determinación absoluta a no dejarse vencer por un pequeño contratiempo.
-Bien… vamos a sacar a Wookie-ah del baño… -LeeTeuk suspira, aliviado. Tener a HeeChul de su lado siempre es buena señal, aunque no esté muy seguro de que. En su camino deciden pasar primero por EunHyuk y compañía, que no dejan de reírse y perseguirse con almohadas. Dos gritos autoritarios y todos dejan de jugar. Caminan con rapidez, todos usando gorra y lentes, como si con eso dejasen de parecer adolescentes, y bajan en el elevador al onceavo piso, donde arrancan con bastante esfuerzo a KyuHyun de enfrente de la pantalla. Luego, como pueden, se sientan en la pequeña sala, expectantes, a que Heechul y LeeTeuk logren sacar a RyeoWook de su guarida.
-Wookie-ah… Wookie-ah… vamos… todos estamos en la misma situación… -el líder intenta sonar tranquilizador aunque él mismo esté muerto de miedo –si sales un momento… podrás comprobarlo… -HeeChul observa la puerta fijamente y con desdén, como si al hacerlo pueda volarla en pedazos. Él mismo quería volverse a encerrar en el baño y jurarse que jamás volvería a mezclar alcohol. Esto TENÍA que tratarse de algún tipo de alucinación. Pero si él no podía hacerlo, entonces nadie más debería de gozar del privilegio.
-¡Kim RyeoWook! ¡Tengo mi encendedor y la puerta es de madera… TU DECIDES SI SALES O TE QUEMO DENTRO DEL BAÑO! –remarcaba las palabras pateando la antes mencionada, haciendo un ruido seco y estruendoso. LeeTeuk le miró con el ceño fruncido. NADIE debía gritarle a sus pequeños niños (excepto, claro está, el mismo). Sin embargo, no llegó a comentar nada porque el pomo de la puerta comenzó a girar y ante ellos aparecía la figura de un chico muy pequeño. Y muy redondito. Los mayores prácticamente dejaron caer su mandíbula al encontrarse con la versión sobre alimentada del menor. El líder maldijo por lo bajo, recordando que RyeoWook siempre tendía a hacer dieta y a entrar en pánico por cada gramo adquirido.
-No… es tan malo… -dijo JungSu, intentando calmar al menor –solo es un poco de grasa extra y… -el menor abrió mucho los ojos y luego, berreaba con más fuerza.
-Gracias, JungSu… -HeeChul giraba los ojos, frustrado con el sonido chillón que emitía RyeoWook -…de verdad, gracias por tener el tacto y consideración de una piedra… -luego, pasándole los brazos por debajo de las axilas, abrazaba a la versión regordeta y aún más bajita del eterno maknae –shhh… shhh… Heenim está aquí y nada más podrá pasarte…
-¡¿Cómo me convertí yo en el malo?! ¡Tú querías quemarlo vivo! –HeeChul le lanza una mirada bastante significativa al mayor, como diciéndole “eso es más misericordioso que decirle gordo… ya tiene suficiente con medir como 1.20 m de estatura como para fastidiarlo más” antes de darle otras palmaditas y convencer al menor de seguirlos hasta la sala. Ahí todos también parecen sorprenderse del aspecto del de pómulos altos, tan acostumbrados a verlo siendo sumamente delgado. Sin embargo, el comentario de sorpresa no va contra él, si no contra HeeChul. SungMin, que no había en realidad prestado atención al mayor, pues se ocupaba de sentirse miserable, finalmente ponía atención a su persona.
-¡OH POR DIOS!... ¡HYUNG REALMENTE PARECE UNA NIÑA! –todos asintieron, completamente de acuerdo con el comentario realizado. El mayor gruñó, frustrado.
-¡DETESTO ESTA APARIENCIA! –y la única razón por la que no pataleaba como loco es que aún tenía abrazado a RyeoWook y no deseaba lastimarlo.
-¡Pero siempre andas diciendo que eres más guapo que una chica y poniéndote vestidos y esas cosas! –concluyó HyukJae, que no entendía por qué se quejaba tanto si lo que intentaban era halagarle.
-¡ESO ES SHOW! ¡ESTO ES REALIDAD! ¡¿CREES QUE ME ENCANTABA TENER QUE IR AL BAÑO DE CHICAS DURANTE TODA LA PRIMARIA, SECUNDARIA Y PARTE DE LA PREPARATORIA PORQUE LOS OTROS CHICOS SIEMPRE ME SACABAN A PATADAS DEL BAÑO DICIENDO QUE YO NO DEBÍA ESTAR AHÍ?! –todos abrieron los ojos, sorprendidos. Por supuesto, habían escuchado la historia en algún punto pero, habían creído que tan solo se trataba de un invento para hacer la entrevista interesante, no de algún suceso real. LeeTeuk le acarició un poco el cabello.
-Bien, todos, debemos relajarnos y meditar… es decir, claro, no a todos nos gusta nuestra actual apariencia –se llevaba instintivamente una mano a su nariz, que aún mostraba el pequeño hueso sobresaliente del tabique nasal –pero tampoco debemos histerizar… -veía a RyeoWook, que no paraba de llorar. Este, comprendió que se refería a él y haciendo un enorme puchero, le contestaba.
-¡Yo no estaba llorando por mi apariencia, hyung!...¡Bueno, hasta que me la recordaste!... –y se cruzaba de brazos, indignado.
-¿Entonces porqué llorabas? –preguntaba DongHae, confundido.
-Pues… ah… -se sonrojaba –ayer se quedo en mi cuarto Henry-ah… y… y… -bajaba la mirada, apenado. LeeTeuk y HeeChul abrieron mucho los ojos, comenzando a comprender –siempre que él se queda ponemos la alarma veinte minutos antes… ya saben, para… darnos los “buenos días” a nuestro modo… y hoy, cuando suena la alarma, estiro el brazo para apagarla y no alcanzo… primero pensé que quizá nos habíamos movido mucho en la cama durante la noche… me medio incorporé y la apagué… luego sentí sus labios contra mi cuello y sonreí y… y… -no estaba seguro si debía continuar pero como nadie le hacía señas de que se detuviera con su narración, continuó, un tanto avergonzado –empecé a acariciarle la espalda y luego hacia abajo… él hizo algún comentario diciendo que me sentía más “rellenito” pero.. Ambos estábamos muy dormidos todavía… pero…. Entonces… lo acaricié “ahí” y… y… era tan pequeño… -Leeteuk volteó a ver completamente enrojecido a HeeChul antes de que ambos miraran con cierto horror al menor. No se trataba por la descripción que RyeoWook daba sobre su vida íntima, si no porque sus sospechas estaban completamente confirmadas. Si ellos lucían como adolescentes y parecía que todos habían retrocedido en el tiempo la misma cantidad de años, entonces Henry no podía ser considerado siquiera un adolescente todavía –abrí mucho los ojos y… ¡HENRY ERA UN NIÑO Y LUEGO ÉL GRITÓ DICIENDO QUE ME VEÍA COMO DE DIEZ AÑOS! –Intentaba no hiperventilarse pero le resultaba prácticamente imposible -¡ESTABAMANOSEANDOAUNNIÑO! –y volvía a soltarse a llorar profusamente. La mayoría se mordió el labio o las uñas. La verdad es que no sabían que decir al respecto. No se atrevían a comentar un “no pasa nada” ó un “es tu novio y como tal estabas en tu derecho, ni siquiera sabías que ya no era un chico de 21 años” porque la verdad es que, quisieran o no, la idea de RyeoWook toqueteando de manera impura a un niño no era muy halagadora.
-Ahm… bien… pues…. ¿Y Henry-ah?... ¿Dónde está? –preguntaba YeSung una vez que el susto inicial de las reveladoras noticias había pasado.
-Cre… creo que se quedó en el cuarto…. La verdad… me aterré tanto que salí corriendo al baño y lo dejé ahí… -ShinDong hizo una seña de que él iría por el maknae. Todos se quedaron viendo, de manera aprensiva, al resto. Era demasiado raro verse así de pequeños. Notaron los rostros suaves de la mayoría, aún sin rastros de vello fácil. También se fijaron en lo bajitos que algunos lucían. Detuvieron sus miradas en HeeChul, que a pesar de ser uno de los mayores, era tan andrógino que, de no conocerlo con antelación, en verdad le hubiesen confundido con una chica. Luego se fijaron en la nariz de YeSung, por la cual había pagado tanto para afilarla un poco. Volvía a ser pequeña y muy chata.
-A ver… -HeeChul, que intentaba poner una fecha más o menos exacta a la cantidad de años que estaban rejuvenecidos, volteaba a ver al de cabello alborotado –KyuHyun-ah… ¿A qué edad te hicieron tu primer operación de ojos?... quiero decir.. es obvio que aún no la tienes hecha… -el menor infló un poco los cachetes y el resto sintió el terrible impulso de hacer un “AAAAAAAAAAAAAAAAAAAWWWWW” enorme porque lucía lindísimo con el gesto.
-Pues… creo que dieciséis…
-Eso no nos sirve… es obvio que eres mucho menor que esa edad… creo… que quizá… -era interrumpido por ShinDong, que llevaba a Henry de la mano. Este resultaba un niño muy flaquito aunque con la cara muy redonda. Sus ojos eran igual de milimétricos y sus manitas lucían diminutas a comparación de las de el otro muchacho. Esta vez nadie pudo evitar el sonido “awwww”… era simplemente demasiado lindo. Henry no parecía pensar lo mismo.
-¡HYUNGS!... ¡NO ES DIVERTIDO! ¡Pensaba quedarme encerrado hasta que las cosas se compusieran mágicamente!...
-¡¿Cómo se van a componer mágicamente?! –aullaba LeeTeuk, sintiendo un nuevo ataque de pánico.
-¡Y yo que sé! ¡Si empezó de la nada, debería acabar de la nada! –como el líder notó algo de lógica en las palabras, no se atrevió a refutarlas por completo.
-¡CALLENSE! –HeeChul hacía berrinche -¡INTENTO LLEGAR A UNA CONCLUSIÓN AQUÍ! –todos guardaron silencio, esperando las sabias palabras del de ojos almendrados –entonces… analizando la situación… a los dieciocho, yo decidí ponerme un arete en el pezón… y me lo quité a los 20… pero.. es obvio que no tengo 20… por lo que debo suponer que tengo menos de dieciocho…
-¡¿UN ARETE EN EL PEZÓN?! –todos gritaron, escandalizados, al unísono. Era un día de revelaciones, al parecer.
-¡SOLO ERA UN ARETE!... ¡NI QUE HUBIERA MATADO A ALGUIEN! ¡QUITEN ESAS CARAS! –y luego se cruzaba de brazos, esperando a que los demás tuviesen el tacto necesario para dejarle continuar. Debió esperar varios minutos –entonces… como les decía… debo tener 17… lo que indica que retrocedimos en el tiempo 11 años…
-Pero.. ¿por qué solo nosotros?...
-¿A qué te refieres, Kyu? –preguntaba SungMin, completamente fascinado por los procesos mentales rápidos del menor.
-Pues… no es que hayamos “retrocedido en el tiempo”… seguimos en el 2012… miren… -todos se asomaron a la ventana y comprobaron que, los autos que se veían desde ahí eran tan modernos como los que habían visto el día anterior –y los celulares están aquí… también mis consolas… solo nosotros lucimos jóvenes…
-¿Por qué solo nosotros?... Esa es una excelente pregunta… -murmuró LeeTeuk. De inmediato todos empezaban a meditar sobre su situación. Todos menos DongHae, que tan solo se dedicaba a jugar con el cabello de EunHyuk.
-Bien… pero entonces… como les decía… somos 11 años más jóvenes… -HeeChul retomaba el tema, intentando recordar a que conclusión había llegado momentos atrás. Era nuevamente interrumpido.
-No son 11 años, hyung…. Son 12…
-¿uh? ¿Por qué aseguras que doce, Hae? –el niño sonrió ampliamente. Finalmente le preguntaban a él.
-¡Por qué yo fui quien hizo que fueran doce años!
-¿Perdón? –HeeChul le miró con cara de incredulidad, no muy seguro de cómo tomarse la obvia mentira del menor.
-¡Yo fui quien lo hizo!... ¡¿NO ES GENIAL?! –y se ponía a brincar en el sofá, a modo de remarcar las palabras.
-¿Y cómo lo hiciste? –preguntaba curioso EunHyuk. Nadie le creía a decir verdad, pero al menos podían matar el tiempo con sus teorías.
-¡FUE SUPER FACIL! ¡¿Recuerdas que antier todos terminamos peleándonos y discutiendo y portándonos mal los unos con los otros?! –todos asintieron -¡yo me sentía sumamente mal!... así que salí a caminar y de pronto una señora me preguntó que ocurría y, como no parecía saber quién soy, decidí que hacer plática con ella no podía ser tan malo… así que le conté… le dije lo mucho que extraño a los que se han ido de la banda y a HeeChul hyung que, a pesar de vivir aquí, no puede cantar con nosotros por lo del servicio… le platiqué sobre como quería que estuviésemos otra vez juntos… recuperar el tiempo… y ella me dio una moneda… dijo unas palabras mágicas y luego dijo que le diera vueltas a la moneda… que por cada vuelta que le diera, nos haríamos todos nosotros un año más jóvenes, para que pudiese regresarnos a la edad en la que todos nos llevábamos bien y darnos una segunda oportunidad… dijo que después de eso aventara la moneda al rio Han y que, a la segunda noche… mi sueño de cumpliría… ¡Y SE CUMPLIÓ! ¡¿NO ES FABULOSO?! –todos se quedaron estupefactos.
-Entonces… veamos si entendí bien… -HeeChul usaba ese tono asesino, cargado de ira, hiel e ironía –estás diciendo que debías girar la moneda… y que por cada vuelta, un año se nos regresaba… -DongHae asintió entusiastamente –y si solo querías que estuviésemos otra vez juntos… -se acercaba despacio al menor, sin quitar su sonrisa amable del rostro, hasta que estuvo junto a él. Entonces, sin más, le soltaba manotazos en la cabeza una y otra vez -¡¿POR QUÉ DEMONIOS LE DISTE TANTAS VUELTAS?! ¡CON 3 O 4 HUBIESEN SIDO SUFICIENTES! ¡¿DOCE AÑOS?!... ¡NO NOS CONOCÍAMOS DOCE AÑOS ATRÁS, IMBECIL!... ¡¿QUIÉN CARAJOS ERA TU MAESTRO EN LA PREPA QUE TE DEJÓ SALIR DE ELLA SIN SABER SIQUIERA CONTAR?!
-¡¡¡¡AUAUAUAUAUAUAUAU!... ¡HYUNGHYUNGHYUNGPERDONAMEAUAUAUAUAUAUUAAU!!!! … ¡¡ERA UNA MONEDA LINDA Y SE VEÍA CURIOSO CADA VEZ QUE LE DABA UNA VUELTA!! ¡¡PERDONA!!
-¡¡¿PERDONARTE?!! ¡¡¡LEE DONGHAE… ESTAS MUERTO!!! –y tras esto, el de ojos almendrados se le aventaba con todo al pescado. LeeTeuk se limitó a golpearse la frente con una mano.
“Genial… apenas es Lunes y Heenim ya matará a alguien… a esto le llamo mal inicio de semana”.