En aquella habitación oscura dos amantes entregaban sus cuerpos al compás de las respiraciones agitadas. En esa cama individual con sabanas azules, y una cabecera de madera, donde ahora se marcaban señales de las esposas que estaban atadas a ella.
Deidara Jadeaba al ritmo de las veloces y profundas estocadas que el moreno le brindaba.
Cada penetración más profunda tocaban aquel punto que llevaba al rubio a el punto de un éxtasis total. Itachi tenía al ojiazul esposado contra la cama tanto de manos y pies, bocabajo Deidara mordía y arañaba la cama como podía. Aquellas sabanas blancas de seda se teñían de sudor y del carmín que brotaba de la entrada lastimada del rubio el cual había sido penetrado deliberadamente y sin preparación.
cada gemido, cada sonido donde las uñas del rubio ojiazul rasgaban esas sabanas que mostraban tener historia de cada minuto de ese exhaustivo y apasionado momento, excitaban e incitaban al miembro del clan Uchiha a ser cada vez un poco más apasionado y agresivo.
En ocasiones, el moreno tendía a callar dichos suspiros, gemidos y cualquier sonido de placer que pudiera emitir con un apasionado beso y un leve descanso para poder volver a tomar aire y con un acto seguido seguir con cada penetración, que de seguro el sabia, le encantaban al ojiazul que en lugar de mostrar cansancio su cara solo demostraba que no se saciaría pronto y quería que ese momento no tuviese fin
Itachi se aferro del trasero del rubio para que sus penetraciones fueran más rápidas y violentas. A Deidara le encantaba y él lo sabía, bajo una de sus manos y la llevo al miembro arqueado y endurecido del ojiazul empezando a masturbarlo salvajemente, arrancando gemidos de placer por parte de Deidara.
Itachi llevo su cabeza hacia atrás al sentir como el rubio se derramaba en su mano después de unos minutos, para después llevar la misma a su boca y lamer la esencia que acababan de otorgarle. Le dio un par de segundos para regresar a el con estocadas mas veloces, dejando ya esta vez que Itachi no pudo ahogar esos gemidos de placer al sentir lo estrecho que el rubio se había tornado.
Deidara extasiado totalmente y lleno de lujuria no paraba de gemir, gritar y lloriquear el nombre del mayor.
Era lo mismo, por más que Deidara se lo pedía Itachi nunca de venia dentro de él, esto de cierta forma molestaba al rubio.
Aunque estaba prácticamente emocionado, feliz y sus emociones positivas estallaban en su interior y exterior, Deidara no podía evitar sentirse vacio, no entendía el porqué su pareja no terminaba dentro de su anatomía siendo que el sabia que tanto anhelaba esa escancia, esa parte del moreno del cual estaba perdidamente enamorado, dentro de él para de cierta manera poder reclamar que él era suyo... solo suyo.
a pesar de la felicidad que sentía cada vez que el amor los llevaba a esa acción sexual tan salvaje pero a la vez tan placentera no tuvo más que recostar su mejilla sobre la cama y tomar una posición fetal solo sintiendo ese vacío que Itachi no aceptaba llenar, Itachi inmediatamente lo noto y paso fugazmente a posarse en forma abrigadora sobre su sudoroso, cansado e insaciable amante.
Tratando de sacarlo de ese estado de ánimo el moreno paso a acariciarlo delicadamente desde el cuello hasta su abdomen.
A pesar de que el rubio quería sentir esa satisfacción de que su amante, su necesidad de vivir y en ese momento su más hermosa prioridad terminara ese acto de amor como debía de ser, el no podía evitar responder a tan adorables y acogedoras caricias, simplemente lo amaba, no podía pedir más, si no solo poder estar vivo y ser de él.
-Dei, tocan la puerta-
Quien se atrevía a interrumpir ese momento, aquel instante en que por primera vez sentía verdaderamente suyo a Itachi, esa ocasión en que por fin sentía que el moreno lo entendía, en que sentía que realmente estaban juntos por amor mutuo y no solo por el amor que el sentía hacia Itachi...
-No abras, se irán- contesto el rubio haciendo un pequeño berrinche
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-Podría Ser importante-
-Claro alguno de tus 'amigos' buscando consuelo-
Itachi chisto ante el comentario, se paro bruscamente y se vistió con las ropas que estaban tiradas en la habitación.
Claro, Deidara era celoso, amaba a Itachi y este le habia sido infiel ya en varias ocasiones. Era tan difícil imaginar a quien más amas en el mundo ser poseído por otro..
Antes de salir con aquella puerta dio un ultimo vistazo a su amante, le sonrió y bajo apresurada pero rápidamente las escaleras.
Al llegar al primer piso camino atravesando rápidamente la pequeña estancia pero al llegar a la puerta hizo un rápido reflejo de revisar que todo estuviese en orden con su apariencia y que no tuviese señas del salvaje y apasionado momento que tuvo lugar hace un breve momento.
Después de haber asegurado que su anatomía y vestimenta estaban en orden sin hacer esperar más al visitante paso a abrir la puerta.
La persona detrás de la puerta era quien menos se podía esperar, ese miembro de su familia al cual siempre le proporcionaba una infantil excusa para no revelar realmente las tareas que llevaba a cabo día con día, que a pesar de siempre dejar plantado y no pasar un momento junto con él, seguía teniéndole un cariño enorme. Su Hermano menor Sasuke Uchiha
-Sa.... Sasuke...- apenas alcanzaba a articular palabra el moreno debido a la gran impresión que le causaba el ver a su hermano menor fuera de su residencia.
Pero al ver en su mirada afligida y fría noto que no era el pequeño Sasuke que había dejado hace algunos años, tenía ante él a un Sasuke indiferente, típico de un adolescente de 16 años.
Pero tal vez sería más que eso.
El menor le hizo llegar una nota al mayor donde se le cedía su patria potestad.
-Que sucedió Sasuke?-
Sasuke tenía una mirada ausente, completamente perdida, pero aun así no demostraba señas de haber ignorado la pregunta de su hermano mayor si no, al parecer, buscaba una manera sutil de poder explicar lo que realmente pasaba.
-Ha pasado demasiado tiempo..-
Itachi no pudo evitar sorprenderse ante esa voz imponente y madura que poseia el menor de su linaje y se dio cuenta que esas palabras eran totalmente ciertas, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que lo había visto.
-nuestra madre y padre han fallecido, y claramente en su última voluntad explicaron que si algo llegase a pasar mientras yo sea menor de edad, quedo a cargo en el primogénito de nuestro padre- termino de añadir.
-Vi..viviras qui?!- Exclamo Itachi casi incredulo.