Podía ver como el ocaso se extendía a lo lejos, tras esos verdes montes, acariciando con sus últimos rayos las negras paredes del castillo. “Su prisión.”
Y como por inercia, recordó ayeres de cuando fue feliz… “De cuando estabas tú…”
Apretó con enojo los barrotes del barandal que chillaron dolorosamente. Se había prometido no volver a hacer eso y sin embargo… “Aun te extraño.”
La orfandad batallaba con energía dentro de su ser… y cada día ganaba terreno. “Si hubiera…”
El “hubiera” no existía y él lo sabía a la perfección… entonces…
Nunca se decidió, nunca lo intento, solo se conformo verlo de lejos y aun si, el era feliz, tan solo con saber que respiraba el mismo aire que el… un día, el se acercó, se plantó delante y le beso… “Esperaba un golpe…jejeje…” Un golpe que no llego…pero que tarde o temprano, llegaría…
El mejor día de su vida fue saber que él sentía lo mismo… Su dicha no tenia limites y se imaginaba el hombre más feliz del mundo al abrazarlo, al tocarlo, al poseerlo; no cabía en si cuando su amado pronunciaba su nombre en diferentes tonos que el adoraba.
“Te amaba como loco…”
Pero…
La desgracia rondaba por su hogar… las banshees aullaban una helada noche de invierno, el viento traía susurros de dolor y las hojas de los arboles soltaban lamentos lúgubres.
No esperaba que su puerta fuera tirada por varias figuras negras encapuchadas , no esperaba que lo desarmaran en un momento de distracción, no esperaba que tomaran la varita y le apuntaran, no esperaba una sentencia que jamás intento obtener, no esperaba ese conjuro maldito… no esperaba que él se atravesara, no esperaba que el recibiera la maldición, no esperaba verlo levantarse y lanzar ese encantamiento que solo los de la Orden Negra podían utilizar, no esperaba que todos desaparecieran hechos pedazos, no esperaba que se desplomara bañado en sangre…
“-¡¡NOOOOOOO!!-“
Realmente esperaba que abriera los ojos mercurio que tanto idolatraba y le dijera que todo iba a salir bien… resulto un farsa.
“-…lo siento… venían por mi… desde un principio… sabían… de mi… amor… renuncie a ellos… por…qu…e…en…verdad…te…amo…-“
“-No, por favor ¡Por favor!-“
“-L-lo…siento…yo…no…podi-i-a… de-dejar… que…te…mataran…Tu… e-eres…muy…impor…tan…te…para…todos…-
“-Idiota…. ¡Tu eres lo más importante para mí! ¡Tú eres mi vida! ¡Tú eres mi principio y mi final! ¡Tú eres a quien más amo! ¡¡¡TE AMO!!!-“
Esas pupilas platas poco a poco apagaron su luz… matando su esperanza, sus ilusiones…a él.
“-Por favor, ¡¡Me prometiste que siempre estarías conmigo!! ¡¡ Lo prometiste!!-“
“-Y…siempre…lo…hare…gra-gracias…le…on…-“
Su cuerpo se enfrió de golpe, el corazón dejo de latir y el charco de sangre se extendió todavía más.
“-¡¡¡NOOOOOOOOO!!!-“había desgarrado su alma…lo había perdido todo…todo.
Beso como poseído esas líneas rosas que tanto degusto en muchas ocasiones, nunca tan anhelados como en ese momento de dolor, ahora, ensangrentados, sin color.
Abrazo el cuerpo inerte para darle calor… “Para devolverlo a la vida.”
No esperaba que estuviera muerto.
Grito, grito una y otra y otra y otra y otra vez hasta romperse las cuerdas vocales, mas, siguió desahogándose hasta llegar a no emitir sonido, solo sacar hilos rojos de la boca, hasta desmayarse.
En la oscuridad, creyó hundirse en un abismo sin fondo…Su luz se había extinguido y no parecía volver más. Caer, caer, caer… ¿Cuántas veces no se había sentido así antes? Entonces, ¿Qué era lo diferente?... “Caer para no volver a levantarse jamás…”
Pateo con fiereza el barandal, con toda la rabia contenida tantos años desde su “partida”… Maldita sea, no podía todavía aceptar que ya estaba muerto.
“-No debieron salvarme…estaría mejor con el…-“
“-Imbécil, de nada serviría el sacrificio que hizo por ti… dale las gracias, retrasado.-“
¿De qué le servía ahora? Tenía una existencia vacía desde que se marcho.
“Ya nada es igual…”
Cada mañana dolía, cada noche maldecía por el frio encadenado a su cuerpo, por la ausencia del otro… por la lejanía del otro.
Cada año pasado en la espalda, cada maldito año llorando… “No soporto mas esta vida… prefiero irme al Seol*” lo extrañaba, lo extrañaba tanto…
Pronto se reuniría con él, pero antes, terminaría con lo que habían empezado.
-Juro que esta noche serán exterminados todos aquellos que se involucraron en nuestra desdicha…Lo juro.-
Su odio, alimentado por Chronos, aumentó cuando se entero que su deceso había sido planeado por esos que se hacían llamar leales.
-Harry, te estamos esperando.- dijo Hermione.
-Voy.-
Entró soberbio al salón del castillo, donde se llevaría a cabo un festín por sus nupcias con nada menos que la hija del ministro.
Los presentes y el ministro le vieron con aprobación cuando tomó la mano de la frívola muchacha; Dumbledore dio un largo discurso, elogiando a la pareja y deseándoles un hermoso futuro.
“Un futuro que me robaste.”
El director lo nombró allí mismo como Jefe de Aurores, además de su nueva mano derecha en el colegio que le vio crecer.
“Hoy todo tiene que caer…Todos tienen que caer conmigo…”
Buscó con la mirada a los antiguos amigos de Malfoy, hallando a Pansy Parkinson, Theodore Nott, Blaise Zabini y Luna Lovegood, su incondicional; los únicos realmente heridos por la pérdida de su hermoso dragón. A una señal, los 4 chicos sellaron las puertas mágicamente sin que nadie se diera cuenta y protegiendo cada salida con su cuerpo.
Se adelantó y tomó la palabra, sin esperar que su mentor terminara de hablar.
-Esta noche, es de gran celebración para muchos y de felicidad para mí, porque hoy, me reuniré con mi verdadero amor, que eh idolatrado desde que se puso en mi camino… Porque esta noche, que es la más esperada por mí, cumpliré con una promesa, un sueño que se ha de realizar con ayuda de todos… Hoy, la mayoría de ustedes pagará el haberme robado a quien más amaba en esta maldita vida, les regresaré con creces el Infierno que me han hecho vivir desde hace años… Empezando con mi prometida, zorra caprichosa y mezquina, mi suegro, déspota incurable, sediento de poder, mis mejores amigos, Ron y Herm, que por renombre se venden al mejor postor y cada uno de ustedes que participaron en la muerte de Draco, ¿Qué como lo sé? Quién sabe, pero desde ese día me dedique a investigar y ¡Vaya sorpresa! Descubrí que la mayoría lo prefería muerto… ¡Malditos egoístas! ¡Nunca piensan en los demás! ¡Me traicionaron!- gritó a todo pulmón.
-Debes estar borracho, es mejor que vayas a dormir.-comentó la novia.- Ya hablaremos después, querido.-
-¡No me toques maldita puta!-
-¡A mi hija nadie le dice así!-
-¡Cállese maldito viejo degenerado!-
-Harry, hermano…-
-No soy tu hermano, Ron, a los hermanos no se les vende…Eres un perro traidor, sino fuera por mí, no tendrías nada, ni siquiera tu dignidad.-
-Idiota…-
-Tu tampoco te metas, Granger, malnacida sangre sucia, estúpida sabelotodo ignorante, nunca te creí capaz de revolcarte con el cerdo ese del ministro todo por un absurdo puesto… ¿No lo sabías Ron? ¡Si! ¡Tu adorada prometida se acuesta con mi suegro! ¡Jajajaja!-
-¡Harry!- exclamó el director-¡Basta!-
-Viejo decrépito… Usted pagará el doble, y lo deberá hacer con sangre… Podía esperarlo de cualquiera pero no de usted, ¡Usted me decepcionó! ¡Yo lo veía como un padre y salió peor que Riddle!-
-Tu también me decepcionaste, Harry, al decirme que dejabas todo y te ibas con esa serpiente que no te convenía desde un principio, todo lo que hicimos fue para tu bien, hijo… inclusive si eso quería decir que tendríamos que matarlo.-
-¡No soy su hijo!... Pero hoy… todo se acabará.-
De pronto, se dejó oír un estruendo en las bases del fuerte y un temblor sacudió a la concurrencia, que, histérica, trataba de salir y al descubrir que por nada del mundo se abrirían aun por medio de la magia, gritaban a su “Salvador” que ahora yacía suspendido, lejos de ellos, dentro de una bola encantada, teniendo por guardaespaldas a las serpientes, que frías, observaban el pánico que habían causado.
-Como dije, este es mi sueño y la promesa que hice ante su tumba…Ahora… ¡Abrase el vórtice!-
Su varita y la de sus acompañantes apuntaron debajo de ellos, abriendo un enorme hoyo negro que se fue tragando a las personas mientras se expandía; Dumbledore intentaba cerrarlo, junto con Ron y Hermione pero fue en vano, parecía que con cada intento se agrandaba.
-No puede ser…-murmuró asustado.
-Así es, mi querido director, tuve mucho tiempo para aprender de nuevo y mi adorado dragón me dejó una vasta colección de libros sobre magia negra, allí tiene el resultado de nuestros estudios.-
El rostro del director adquirió un tinte de horror, ¿Desde cuándo había estado planeando todo? Y él, ¿En que había fallado? Alguien peor que el Señor Tenebroso nació desde ese día y el viejo no podía negar que siempre lo intuyó, solo que no quiso verlo, esperando que solo fuese una ilusión… Que caro le salió la despreocupación.
El hoyo negro no tenia fin; por sus paredes escalaban las almas de los caídos, trayendo consigo a los demonios desalojados desde tiempos inmemoriales, ni la más blanca luz podía hacerlos retroceder; allí solo reinaba el dolor, el odio, la oscuridad… la muerte.
La cara de satisfacción de Harry y sus acompañantes no tenia nombre, daban miedo, mucho miedo. Uno a uno se precipitaron al olvido; Dumbledore y acompañantes se resistían pero sabían que no iban a aguantar más y que rogar a Potter era un caso perdido.
-Lo peor no es morir… lo peor es ser olvidado para siempre… Cuando se los trague, todos aquellos a quienes conocieron, que los conocieron y amaron, desaparecerán, así de simple, claro, con la respectiva tortura que tendrán en lo más escondido del Infierno, les deseo buen viaje, mis amados camaradas.-
Sin más, cayeron dando un grito desgarrador.
-Esto es poco a lo que me hicieron…- sendas lagrimas surcaron la morena faz.- Chicos… destruyan todo…-
Una vez afuera del castillo, un conjuro de parte de Luna cerró el vórtice, Pansy hizo volar el fuerte con un potente estruendo, Blaise lo redujo por completo a polvo, Nott lo eliminó para no dejar rastro y el ojiverde, hipando a causa del llanto, convirtió la desolada tumba en un hermoso jardín.
-Draco… esta es mi ofrenda…-
Los allí reunidos dieron vuelta, de regreso a sus vidas, en paz por las acciones para vengar a quien habían amado cuando vivía, si, porque todos amaban al Dragón de Plata…
Una silueta blanca dibujada en el cielo oscuro derramó una estrella como una lagrima al ver partir a los jóvenes.