Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BURLANDO AL ARQUERO por crystalwall

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo tomo sus nombres con fines de ocio

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una nueva historia, esta es cortita pero tiene lo suyo

Capítulo 1.- El problema

 

En una noche de luna donde las estrellas se podían apreciar en lo alto, en Grecia, en el Santuario de la Diosa Atena una sombra se movía rápidamente en su camino en ascenso, ahora se encontraba pasando la casa de Virgo con mucho sigilo para no ser descubierto la atravesó casi en puntillas, para poder hacerlo disminuyó su cosmo al máximo, lo mismo hizo con en las casas de Libra y Escorpión hasta que llegó a su objetivo, la casa de Sagitario, a esta casa no entró, el guardián, el caballero dorado que la protegía, el valiente y emblemático Aioros tenía un defecto gravísimo…, el sueño ligero, por lo que esta vez el visitante rodeó la casa jugándose la vida en los riscos hasta que llegó a su objetivo… la ventana

 

La ventana en cuestión estaba cerrada pero no asegurada por lo que con un empujoncito se abrió sin hacer ruido, la imponente figura que estaba encapuchada con una habilidad felina entró al cuarto y vio al objeto de su deseo, allí estaba aquel que lo atraía como imán, plácidamente dormido, acostado de lado y cubierto solo con una sábana… Seiya… el caballero de bronce descansaba después de un arduo día de entrenamientos, el encapuchado al verlo dormido, con el semblante sereno, su respiración acompasada y su cabello algo revuelto, no lo pudo resistir y se empezó a desnudar, prenda a prenda fue quedando desnudo bañado en la luz de la luna que delineaba su escultural cuerpo, joven y fuerte, suavemente retiró la sábana que cubría al caballero y poco le faltó para que se le haga agua la boca, Seiya estaba acostado de lado con una pierna recogida lo que delineaba su apetitoso trasero y estaba usando una ajustada camiseta sin mangas y unos boxers, el castaño no dormía con pijama, eso le parecía muy sensual al mayor que se acomodó en la cama abrazándolo por la espalda para levantar su camiseta y acariciar directamente la suave piel de su vientre y de su pecho

 

Seiya se movió un poco pegándose mas al cuerpo del mayor que suspiró cuando el trasero del castaño rozó su ya excitado miembro, ahí si ya no pudo aguantar mas y con la mano que estaba acariciando el pecho de Seiya empezó a juguetear suavemente con uno de sus pezones, el castaño se volvió a mover y suspiró pero no se despertó, el mayor empezó a besar su cuello y a lamer la oreja del dormido caballero que ahora si estaba despertando y susurró

- Mmmm… Ikky… mmmmm

- Me extrañaste? – preguntó el visitante con una voz ronca muy sensual

- Ikky… Ikky…

- Seiya… ya despierta – el peliazul volteó al castaño y lo besó en los labios, el muchacho no correspondía propiamente porque aún estaba medio dormido pero se despertó en verdad cuando sintió como una lengua ingresaba en su boca y el peso de un cuerpo mas grande que el suyo se acomodaba entre sus piernas, el castaño abrió los ojos entre complacido y asustado pero abrazó con emoción al visitante cuando se dio cuenta que era su novio el que lo besaba, ahí el caballero de Pegaso estrechó con fuerza a Ikky con sus brazos y piernas y correspondía como Atena manda a sus besos que cada vez eran mas profundos y placenteros, cuando el beso se rompió por falta de aire, Seiya dijo en un susurro

- Cuándo volviste?

- Aurita… solo pasé a mi templo a bañarme y aquí me tienes, no podía estar lejos de ti ni un minuto mas

- Tu maestro no se dio cuenta que te escapaste?, no te encontraste con nadie en el camino, no tuviste problemas para llegar?

- No… Aioria duerme como piedra, no vi a nadie al subir pero… tu maestro está aquí?

- Si…

- Ok., tu crees que lo podremos hacer sin mucho escándalo?, en verdad me muero de ganas de hacerte el amor y te recuerdo chiquito que lo ofrecido es deuda

- Yo no me olvido de mis promesas pollito

Seiya sonrió y volvió a besar a Ikky que correspondió a sus besos, con suaves caricias lo fue despojando de su camiseta ahí se dedicó a besar su cuello y fue bajando por su cuerpo pasando por sus hombros y entreteniéndose en sus pezones los cuales lamió, mordió y chupó por turno ocasionando gemidos suaves por parte del castaño y que la cama cruja cuando el mas joven se arqueó en ella, pero cuando el Fénix estaba por bajarle los boxers a Seiya escucharon una voz detrás de la puerta

- Ikky… es tarde, vuelve a tu templo, mañana ves a Seiya – Aioros no sonaba ni molesto ni fastidiado, mas bien sonaba a recién despertado y cansado

La pareja se quedó quietecita sin moverse esperando que Aioros se fuera pero el mayor sin alejarse en lo más mínimo dijo desde afuera

- Voy a contar hasta contar tres y voy a abrir la puerta, no me importa como estén ustedes…

Ikky se levantó como un rayo y en menos de lo que canta un gallo estaba completamente vestido, cuando Aioros abrió la puerta el Fénix ya estaba caminando de salida, solo regresó a ver a Seiya (que ya estaba puesto su camiseta) que lo vio marcharse con tristeza, Aioros le dedico una mirada de reproche a su alumno y cerró la puerta, Seiya se dejó caer en las almohadas maldiciendo a todos los Dioses por tener un maestro con insomnio y sueño ligero, Ikky salió cabizbajo del templo de Sagitario, solo escuchaba y asentía mecánicamente a todas las cosas que el maestro de su novio le decía, que estas no son horas de venir a ver a Seiya, que mientras el castaño viva bajo su techo ambos tendrán que respetar las reglas, que la relación estaba avanzando muy rápido para su gusto, que él no estaba de acuerdo en que tuvieran sexo tan jóvenes, que no saben lo que es el amor entonces cómo van a hacer el amor y montón de cosas mas, el dorado guardián de Sagitario fue sermoneando al Fénix hasta la entrada de su templo

 

- Ya ni me acuerdo cuántas veces te he dicho esto Ikky, pero si sigues sin hacerme caso te prohibiré la entrada a mi templo – terminó de decir el mayor al ver que Ikky no lo tomaba en serio

- Ahh? – esto era nuevo y tomó al Fénix por sorpresa que se detuvo en seco y volteó para encontrarse con Aioros que lo miraba enojado

- Así como lo escuchas, tu tienes que respetar a mi aprendiz y a mi templo – sentenció muy serio el dorado arquero

- Pero si Seiya está de acuerdo en que le falte al respeto y yo en verdad quiero que él me lo falte a mi – dijo el Fénix intentando suavizar a Aioros que lo miró con mas rabia de ser posible

- Eso no está en discusión, Seiya es más inconsciente que tu pero para eso aquí estoy yo, y mañana mismo hablaré con mi hermano, es impresionante la manera como te escapas del templo de Leo

- Aioros… yo amo a Seiya, no nos prohíba vernos, nos mataría – Ikky no necesariamente rogaba, solo pedía amablemente al Maestro de su novio que no le negara permiso de verlo, lo de los ruegos no eran para Ikky, él era muy orgulloso como para rogarle ni a Aioros ni a nadie la verdad

- Lo pensaré, por lo pronto tienes prohibido el paso por esta casa

- No… Aioros…

- Te lo he advertido muchas veces Ikky y tu no me tomas en serio, bueno… vamos a ver si esta vez es diferente

- Está bien… yo acataré todas sus reglas, yo cumpliré sus exigencias pero no me prohíba ver a Seiya – concedió el Fénix luego de respirar profundamente y contar mentalmente hasta diez

- Lo consideraré… pero ya vete

 

Ikky sin decir nada mas se dio la media vuelta y fue escaleras abajo todo derrotado pensando en Seiya, por qué tenía que haberse enamorado precisamente del único caballero de bronce que tenía un idiota por maestro?, a Camus le valía un severendo rábano lo que Hyoga haga o deje de hacer con tal de que cumpla con sus entrenamientos y demás obligaciones en el templo, el caballero dorado de Acuario andaba mas preocupado persiguiendo a Milo por todas partes que preocupándose de las andanzas de su aprendiz, lo mismo hacía Aioria de Leo, es más su propio maestro le había dicho que solamente le avise si Seiya iba a quedarse a dormir en su templo para él ir a buscar posada en templos vecinos (literalmente vecinos porque ahí el castaño iría a visitar a Shaka de Virgo), el anciano maestro de Libra no necesariamente andaba tras Shyru ni le censuraba sus constantes visitas al templo de Capricornio, su propio hermano andaba de novio últimamente del pato de los hielos (Hyoga) y Shaka no le armaba drama aunque si lo tenía muy bien vigilado pero sin interrumpir su vida o meterse en sus decisiones, sólo a él le negaban la libertad que ansiaba para poder pasar sus ratos libres con el sexy pegasito, sin supervisión adulta claro está… rayos… Aioros era el problema, Aioros y su insomnio, Aioros y su moral tan alta, Aioros y sus reglas medievales, Aioros y todo su tiempo libre… ok., Ikky se detuvo en seco en las escaleras que conectaban los templos de Virgo y Leo y una luz se encendió en su cabeza, Aioros era el problema… solo tenían que burlar su vigilancia para poder estar juntos, ya estaba mas que comprobado que él no podría subir al templo de Sagitario porque su dorado guardián despertaba a la menor provocación, ahora si él podría sacar a Seiya… pero tal vez eso tampoco funcionaría, si Aioros podía sentir cuando él entraba sin permiso lo mas probable era que sintiera también si Seiya salía sin permiso, rayos!!!, esto había que pensarlo y bien…

 

A la mañana siguiente Aioros sermoneó a Seiya por tres horas, ahí lo tuvo sentado en el sillón mientras él le decía lo importante de darse a respetar, de honrar su casa, de no dejarse caer en la tentación (a criterio de Seiya solo le faltó decir “Y líbranos del mal… amén), Seiya solo lo escuchaba y asentía en silencio como siempre hacía cada que su maestro lo sermoneaba por su noviecito pero casi se atora (y con el aire) cuando le comunicó que había prohibido el paso por el templo de Sagitario al aprendiz de Leo

- No… maestro por lo que mas quiera, no me prohíba ver a Ikky, yo lo amo – rogaba el castaño que se empezaba a sumir en la desesperación

- Tu crees que lo amas, qué sabes tu del amor, apenas tienes 15 años, te falta mucho por vivir pequeño, él es tu primer novio y por lo que vi anoche tu… tu y él… - el tono inicial de Aioros era paternal pero luego se volvió incómodo

- Anoche nos vio? – Seiya se puso todo rojo de la vergüenza

- No necesito que abras la puerta para ver lo que está pasando adentro, soy un caballero dorado niño… yo lo veo todo, lo sé todo

- Cielos… maestro… - Seiya no sabía debajo de que piedra meterse y bajó la cabeza

- Dime la verdad Seiya… tu y él?

- No maestro – aseguró el castaño aún sin levantar la vista, todo esto era sumamente incomodo

- Porque lo que vi…

- No maestro… en serio… no lo hemos hecho… todavía… hemos tenido problemas… técnicos

- Que tipo de problemas técnicos? – Aioros arqueó una ceja, esto le pareció extraño

- Por favor maestro ya no me pregunte de esto… me da vergüenza – en verdad el valiente caballero Pegaso estaba mas rojo que un tomate y se quería morir ahí mismo

- Vergüenza debería darte estar prácticamente desnudo en la cama con Ikky entre tus piernas – le dijo molesto e indignado el Santo Dorado

- Maestro… por todos los Dioses – Seiya se dejó caer en el sillón y se cubrió el rostro con uno de los cojines pero Aioros tomó el cojín de las manos de su aprendiz para evitar que se escondiera tras de él y enderezó a Seiya tomándolo de los hombros y mirando directamente a sus ojos muy serio le dijo

- Tienes que escuchar esto Seiya, el sexo no es juego, tiene muchas consecuencias que deberás afrontar, son cosas de adultos y tu no eres adulto todavía como para estar jugando con esto

- Yo no estoy jugando maestro, yo amo a Ikky y él me ama a mi, nosotros queremos… hacerlo

- Estás muy joven

- Pero maestro…

- Maestro nada… hasta que me demuestres que eres lo suficientemente maduro para enfrentar las consecuencias de tus actos Ikky tiene prohibida la entrada a este templo y tu tienes prohibida la salida si yo no estoy contigo o algún adulto que yo considere responsable, y si creen que por adulto responsable me refiero a mi hermano déjame decirte desde ahora que no está incluido en esa lista – Aioros sabía que su hermano menor apoyaba o mas bien dicho no le importaba lo que haga o deje de hacer su aprendiz, entonces menos le iba a importar lo que haga Seiya

- No maestro por favor… Ikky volvió anoche de la misión por la que estuvo afuera casi un mes, yo lo he extrañado mucho, por favor déjeme hablar con él, déjeme verlo, por favor maestro… yo nunca le pido nada, soy un buen aprendiz, yo ayudé salvar al mundo, solo quiero ver a mi novio, no es mucho lo que pido, por favor maestro – el Pegaso rogaba casi con desesperación, Aioros nunca se mostró muy de acuerdo con su relación con Ikky pero ahora… estaba todo radical, sería porque no había visto al Fénix en algún tiempo por lo que no habían tenido ninguna discusión, las discusiones en el templo de Sagitario eran siempre por cierta ave de fuego que a Aioros le gustaría desaparecer

- Está bien… lo verás única y exclusivamente bajo mi supervisión, desobedecen mis reglas y los horarios de visita que voy a poner y en verdad te voy a prohibir que lo veas, está claro?

- Si maestro,  lo que usted quiera – Seiya respiró un poco aliviado

- Bien… el Fénix puede venir hoy en la tarde luego del entrenamiento y puede estar dentro del templo por un lapso de 30 minutos

- 30 minutos? – preguntó el Pegaso con indignación

- Otra queja y te lo bajo a 10

- 30 suena perfecto – dijo Seiya levantando las manos en son de paz

- Muy bien, yo avisaré a Aioria, tu prepárate para entrenar que ya hemos perdido mucho tiempo en esto

 

Aioros bajó al templo de su hermano y lo encontró entrenando con Ikky, el peliazul miró a Aioros con recelo, ahora que había pasado?, Aioros llamó a su hermano menor y hablaron solo unos momentos, de cuando en cuando Aioros lo regresaba a ver y al Fénix le reventaba la sonrisita que Aioria tenía la cual se borraba totalmente cuando Aioros lo miraba directamente, luego de un par de minutos solamente el dorado arquero se fue y Aioria caminó hasta donde estaba Ikky

- Qué pasó?, qué dijo Aioros? – al Fénix le comía la curiosidad

- Así que desnudo en la cama con el pegasito eh? – el tono de Aioria era por demás divertido

- Por todos los dioses!!!, eso dijo? – el Fénix se puso pálido

- Algo me contó, pero lo importante es que me encargó vigilarte mucho para que no te me escapes, así que prométeme Ikky que ya no te vas a escapar -  esto lo dijo Aioria con una sonrisa sumamente divertida y un tono pícaro

- Se lo prometo – dijo algo inseguro el Fénix lo que hizo que Aioria se riera con mayor soltura, al León dorado no necesariamente le preocupaba si Ikky se escapaba, su aprendiz era uno de los caballeros mas fuertes del Santuario por lo que él dormía tranquilo, si Ikky se metía en problemas (lo que era poco probable) Aioria estaba seguro que el mismo saldría de ellos y con sus propios medios, el Fénix no necesitaba ayuda de nada ni de nadie, no había que cuidarlo ni mucho menos, y si a eso íbamos tampoco Seiya, él era muy fuerte y capaz pero Aioros había despertado su instinto paternal con su aprendiz, ahora ya no podía sermonear al León Dorado y necesitaba un nuevo gil (A criterio de Aioria claro está)

- Buen chico, ahora mi hermano me dijo que puedes subir al templo de Sagitario para que puedas hablar con Seiya bajo su supervisión por treinta minutos, que te espera a las 06:30 de la tarde en punto porque ellos cenan a las siete y no estás invitado

- Podré ver a Seiya hoy? – preguntó esperanzado el Fénix

- Al parecer tu noviecito le hizo un millón de promesas a mi hermano y entre ellas está la de que tu te vas a comportar, así que compórtate

- Si Maestro

- Ya quita esa cara, por lo menos vas a poder ver a Seiya no?

- Pues si…

 

Esa noche Ikky llegó puntualito al templo de Sagitario pero la sonrisa se le borró del rostro cuando fue Aioros el que salió a recibirlo, la expresión del dorado arquero era seria, Ikky le saludó muy respetuosamente por lo que Aioros se hizo a un lado para dejarlo pasar, en el salón Seiya estaba de pie y sonrió aliviado de ver que Ikky entraba al templo lentamente, el peliazul fue hasta donde el castaño y le dio un suave beso en los labios y se iban a abrazar para profundizar el beso pero Aioros se aclaró la garganta y la joven pareja de un salto se separó

- No se muevan de aquí… yo voy a estar en el estudio y desde ahí los puedo ver así que háganse un favor a ustedes mismos y no intenten nada, miren que si se pasan me traigo mi computador portátil a la sala y me siento junto a ustedes, mi Internet inalámbrico llega hasta el templo de géminis, así que no me provoquen ustedes dos

- Si maestro

Aioros se fue para el estudio que en verdad tenía una muy buena vista del salón principal en donde Seiya tomó a Ikky de la mano y lo llevó al sillón, se acomodaron en él pero Seiya lucía triste e Ikky enfadado, toda esta situación era por demás ridícula a su criterio

- En verdad nos puede ver desde ahí? – preguntó Ikky en voz baja

- Si… yo me estoy empezando a convencer de que puede vernos aún a través de las paredes o algo

- Ay Seiya… esto es… ahhhhh… - el poderoso Fénix en verdad estaba frustrado por todo esto

- Yo sabía que esto iba a pasar – dijo el Pegaso bajando la mirada, su tristeza era palpable

- A qué te refieres?

- Tu… vas a terminar conmigo verdad?

- Qué???... no Seiya… por todos los Dioses… yo te amo cómo voy a terminar contigo?

- Por todo esto… mi maestro…

- Esos son detalles técnicos, ven acá

Ikky se sentó mas cerquita de Seiya y levantó su mentón con su mano y besó sus labios con mucha ternura mientras acariciaba su rostro, luego pegó su frente a la de Seiya que suspiró

- Cómo te fue en la misión? – preguntó Seiya ya un poco mas tranquilo, la paciencia no era una de las virtudes de Ikky y su maestro lo dificultaba todo

- Odio a Hyoga – dijo Ikky a manera de respuesta

Seiya sonrió y por los siguientes veinte minutos Ikky y Seiya hablaron de la misión a la que había ido el Fénix, de cómo Hyoga suspiraba cuando veía la foto de Shun (eso le reventaba a Ikky por cierto), de cómo a Camus no le importa nada y en verdad es un cubo de hielo, un cubo muy hábil porque salvó sus vidas mas de una vez, Seiya le contó las últimas novedades en el Santuario que no eran muchas, que Aioros en términos generales si era muy bueno con él y ahora estaban practicando movimientos defensivos avanzados y todas esas cosas, que por lo regular le duele todo pero que el creía que ahora era mucho mas fuerte gracias a los nuevos entrenamientos

 

- Entonces a la final fueron por Francia e Italia eh?

- Si… lo que me recuerda… te traje algo – el Fénix se puso de pie y buscó algo en su bolsillo, sacó una cajita y la puso en las manos de Seiya que emocionado la abrió, era un dije de un Ave Fénix con una cadena muy fina, todo en plata, Ikky tomó la cadena de las manos del castaño y se la puso en el cuello, Seiya llevó sus manos al pecho y sonreía acariciando el dije

- Un Fénix eh?

- Así me vas a tener cerca de tu corazón, yo te tengo cerca del mío – Ikky se abrió un poco la camisa y él tenía una cadena con el dije de un Pegaso – Seiya acarició el dije y abrazó efusivamente a Ikky y lo besó en los labios con pasión, el mayor estrechó el joven cuerpo contra su pecho correspondiendo al beso que fue interrumpido por la llegada de Aioros que se aclaró la garganta, la pareja se separó, Seiya estaba un poco sonrojado pero el semblante de Ikky era indescifrable

- Ya son las siete Seiya, acompaña a Ikky hasta la entrada del templo y te quiero adentro en dos minutos para la cena – dijo Aioros muy serio

- Si maestro

Ikky se despidió con un movimiento de cabeza de Aioros que hizo lo mismo y salió del templo de Sagitario de la mano de Seiya que ya afuera lo volvió a besar con pasión

- Ya entra… no quiero… que tu… maestro… prohíba… hasta… estas… visitas… - dijo el peliazul entre besos pero sin realmente soltar a Seiya que seguía guindado de él y tampoco lo soltaba

- Ikky… te amo…

- Y yo… a ti…

- SEIYA!!!!!! – escucharon el grito del maestro y ahí si se separaron de un salto

- Ya vete – dijo Ikky y palmoteó el trasero de su novio que solo sonrió y entró de un salto al templo, Seiya sonreía e Ikky también pero a lo que el castaño se perdió dentro de la edificación el semblante de Ikky se ensombreció y ahora parecía que tenía… pena, rayos!!!!, si solo fuera sexo no habría problema pensaba el Fénix mientras bajaba las escaleras, si en verdad solo quisiera acostarse con Seiya ya se hubiera acostado con otro para que le pase la picazón pero… no era eso, en verdad se había enamorado de ese chiquillo dulce y divertido, bueno… necesitaba ayuda para poder pasar mas tiempo con su pegasito pero cómo diablos lo podría hacer?, será que Aioria lo ayudaba?, tal vez Hyoga y Shun también, Shyru… bueno, ahora era momento de comprobar si en verdad sus amigos salían al rescate

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, desde mañana Ikky empieza a hacer planes, solo hay que ver cómo le resultan

Muchas gracias por leer, nos vemos mañana, saludos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).