Podría decir, que esta historia es de hace algunas décadas; podría decir, que esta historia ha pasado de generación en generación; y que ha pasado de persona a persona, sobre todo…de chica en chica, pero, ¿por qué? Bueno, seguramente porque es una historia que seguramente todos de una u otra forma quisiéramos vivir, incluso las personas que dicen odiar este tipo de cosas.
Yo me consideraba una de ellas, de las que suelen odiar las rosas, las que odian las cosas románticas, las que odian ser en esa forma, el centro de atención…de aquellas que preferimos primero la acción, y después las “flores”…
Es una historia, desde mi punto de vista, que no quisiera que me sucediera, como dije, me he catalogado siempre como alguien carente de sentido “cursi” o afecta a ese tipo de detalles provenientes de los chicos pero…si esto que voy a decir, ha resultado tan afecto a la mayoría de las personas, no es exactamente por su contenido romántico, o por su vocabulario refinado estilo inglés. Creo que más bien…es por todo el drama que tiene.
No es una historia que agrade escuchar, o en mi caso, a mi no me resulta satisfactorio, al contrario, es doloroso, pero me estoy adelantando a todo lo que puede suceder, como siempre lo hago; y si lo hago, es justamente porque se me ha enseñado a no bajar la guardia, nunca, porque cuando lo haces es cuando la vida se encarga de tirarte, pero lo hace de una manera tal baja…que terminas odiándola, como yo, como tú…porque, no me puedes decir que la vida siempre ha sido buena contigo, o ¿sí? Porque si eso es cierto, entonces tú me estás mintiendo, porque nadie mejor que yo, sabe que eso no es verdad.
Bueno no me saldré del tema, a lo que me refería con el inicio de esa dichosa historia es que por sí misma es trágica, en todo sentido de la palabra.
¿Alguna vez cuando has empezado algo y lo empezaste mal, no ha terminado peor? Pues esta historia es así, a mi parecer, ya sabiendo todo lo que va a pasar hubiera preferido entonces ni siquiera empezarla, pero ¿quiénes somos como para arreglar ese tipo de cosas? Al final no somos Dios, y lamentablemente por más cosas que nos pasan no dejamos de creer en eso. Siempre sintiéndonos superiores, como si de verdad fuéramos sabios en todo, como si fuéramos perfectos aún sabiendo que la perfección ni siquiera existe y que por más que nos esforcemos puede y siempre va a haber alguien “mejor” que nosotros.
Oh por favor discúlpenme, estoy saliendo del tema de nuevo, ¿por qué? Bueno seguramente es porque hoy, estoy divagando más que otras veces, y eso no quiere decir que justamente sea alguien que fácilmente pierde la cabeza, oh no,
ese no es el camino, sino que mejor dicho; soy una persona un tanto despistada. Hace algún tiempo no era así, lo que hizo que cambiara es que…seguramente le perdí el sentido a todo; o que realmente no hay algo en este momento que me interese, antes lo había, ahora ya no…por el simple hecho, de que me aburro con facilidad, y soy alguien que cambia demasiado su mente, sus ideas, sus diversiones, y por que no…también sus realidades.