Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Chain of Pain por Yori

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Nuevo fic!!!

Se que debo muchas continuaciones, y varios de los fics tengo intenciones de seguirlos, no os preocupéis. Pero no pude evitar escribir esta historia, la cual creo que será cortita.

La pareja por ahora no la desvelaré, pero será poco habitual =) Tal vez la adivinéis n_n

Notas del capitulo:

La primeravez que pongo a Kai como protagonista de un fic mío...jajaja es algo extraño, ya que nunca le doy ni importancia... Pero me parecía bueno para este fic, asi que espero que os guste! ^u^

Sin más que decir, a leeer!!!

Kai, el Marginado

 

 

 

 

 

 

Ohara, es un pueblo cercano a Kyoto. No es un pueblo muy grande, pero tiene un gran encanto clásico de la época Edo. Cada año, durante tres que llevo aquí, los turistas aparecen para ver los cerezos florecidos o el conocido templo de Sanzen-in.

 

Cuando mis padres y yo llegamos a este pueblo en primavera, creía que solo sería turismo rural. Cuan confundido estaba cuando mis padres, meses más tarde, me anunciaron que habían comprado una amplia casa en el pueblecito. Para mí, un chico de una ciudad amplia como Tokio era un gran cambio, no solo viajaba hasta Kyoto, sino que ni siquiera satisfechos con cambiar de urbe, me llevaban a un pueblo alejado de la mano de dios.

Yo tenía toda mi vida en Tokio, era un chico con buenas notas en el instituto, amigos y sobretodo, un gran amor. Miyavi había sido mi mejor amigo durante los años de primaria, posteriormente en secundaria habíamos continuado siendo inseparables…pero poco a poco ambos nos fuimos dando cuenta de que lo nuestro iba mucho más allá.

El término homosexual, estaba muy lejano a mí en esos momentos, casi me resultaba indiferente hasta que contemplé con otros ojos el cuerpo de Miyavi, uno de esos días en que se quedó a dormir en mi casa cuando mis padres trabajaban.

Todo había comenzado normal, cenamos comida precocinada mientras que veíamos una película de tiros y sangre. Aunque Miyavi ese día estaba más callado de lo habitual, ya que normalmente era un loro. No fui consciente que se acercaba a mí, lentamente, hasta que su brazo me abrazó y en medio de una escena de lucha final con persecución de coches, Miyavi me besó. No pudimos parar en toda la noche, sabiendo que nuestros sentimientos eran reales y sinceros. Esa noche, a mis catorce años de edad perdí mi virginidad con el que pensé que sería mi eterno amor…

 

 

 

                                                               

-        ¿¡Qué!?- gritó Miyavi. Estaba sin camiseta y se había levantado del tirón de la cama.- ¡No me puedes estar diciendo esto ahora, Uke!

-        Lo siento- miré las sábanas de mi cama, apretándolas entre mis manos.- Yo…no quiero ir, lo sabes, pero mis padres me obligan.

-        ¡Pues quédate a vivir conmigo!- exclamó. Yo había comenzado a soltar sigilosas lágrimas. El se acuclilló a mi lado, levantándome el mentón suavemente con sus dedos.- Huyamos juntos, Kai.

-        …Yo…- ¿Huir?

-        Nos queremos, somos felices, nada saldrá mal. Tus padres siempre estuvieron en contra, nunca soportaron que estuviésemos juntos, que fueses gay…por eso te alejan de mí…- murmuró con un hilo de voz.

-        Pero…

-        ¿Cuál es el problema, Kai?- formuló molesto, alejándose de mí. Y partiéndome el alma con su distancia y su mirada de rabia.- ¿Acaso no me quieres?

-        ¡No dudes eso! ¡Nunca!- grité con todas mis fuerzas, clavando mis llorosos ojos en los suyos.

-        ¿Entonces?- enunció fríamente.

-        Yo…no puedo alejarme de mis padres…- Tenía miedo, siempre había estado protegido por ellos, a pesar que no aceptasen mi orientación sexual, habían dado todo por mí y no podía abandonarles.- Por favor, entiéndeme Miyavi…

-        Entiendo que tu amor es falso, nunca me has amado- dijo comenzando a buscar su ropa para largarse de allí.

-        ¡No! Yo te quiero, lo juro…- grité, saliendo de la cama, para abrazarle.- Por favor, tan solo espera a que cumpla los dieciocho, después nos iremos a vivir juntos.

-        No sé si puedo esperar dos años, Yutaka…- respondió, quitando mis manos de él y marchándose rápidamente de la habitación. Poco después, el portazo de la puerta principal, me confirmó su salida.

 

 

 

Dos días después, no había vuelto a saber de Miyavi. No me cogía el teléfono y no abría la puerta de su casa, y cuando era así solo aparecía su madre dándome excusas baratas de que no se encontraba allí, cuando podía perfectamente oírle tocar la guitarra en su habitación.

 

Había llegado el día de mi salida, las cajas de mudanzas habían viajado antes hacia nuestro nuevo “hogar”. Tan solo llevaba alguna que otra maleta con mis cosas más apegadas. Mi estado era lamentable y no tenía ganas ni para quejarme nuevamente a mi madre con nuestra mudanza. En silencio, bajo la preocupada mirada de mi madre me introduje en el vehículo que nos llevaría al aeropuerto.

Justo cuando el coche partía oí la voz inconfundible de Miyavi, ilusionado miré hacia atrás, viendo como venía corriendo hacia el vehículo mientras este se alejaba más y más. Mi madre lo vio, le supliqué con la mirada que me dejase despedirme de él, a pesar de su intolerancia.

 

-        Bien, despídete de él cariño. Pero no tardes mucho, no podemos perder el vuelo- accedió mi madre, bajo la mirada de negación de mi progenitor.

-        Gracias, gracias- dije mientras abría la puerta y salía con desesperación del coche.

 

Me lancé corriendo a los brazos de Miyavi, en un abrazo que nos cortó la respiración a ambos, para luego perderla completamente en un pasional beso que demostró todos nuestros sentimientos. Final y desgraciadamente, tuvimos que separarnos, aunque no mantuvimos mucha distancia.

 

-        No podía dejarte ir sin verte…

-        Miyavi- lloriqueé. Él tan solo me limpió las lágrimas con uno de sus dedos. Él siempre había sido el fuerte…

-        No pienso dejarte Kai, no sé como, pero esto no es un adiós. Hablaremos todos los días, iré ha verte en cuanto pueda…pero no te dejaré.

-        G-gracias- dije como pude.- Te quiero, mucho, mucho…

-        Y yo a ti. Pero no llores más, que esto no es una despedida- sonrió, como él solo sabía.- ¿Sonríes para mí?

 

Como pude formé la mejor sonrisa, solo para él…

 

-        Ahora, vete, tus padres te están esperando.

 

Un nuevo beso, un último beso hasta saber cuando…

 

 

 

 

Es verdad, que a pesar de estar en Ohara ya viviendo durante casi un año nuestra relación no había acabado. Ya no era lo mismo de antes, pero Miyavi había podido acudir a Kyoto en secreto de mis padres para vernos. Seguíamos hablando, pero mi vida había cambiado demasiado…y el seguía exactamente igual.

 

Al ser un pueblo pequeño, todo se terminaba sabiendo, más cuando solo hay una escuela a la que acudir. La cual odiaba profundamente. La razón de ello había sido que desde mi entrada, no había parecido captar la simpatía de los pueblerinos. Allí era visto como el chico repipi de la ciudad, no querían extranjeros…y yo lo era.

 

 

 

Como cada día me desperté a las siete de la mañana, me duché y desayuné antes de salir con un paraguas en la mano, debido a que estábamos en época de lluvias. El cielo estaba gris y la lluvia caía incesante como el llanto de una madre cuyo hijo ha fallecido.

 

Dejé el paraguas junto a los demás en la entrada y me encaminé entre el alumnado para ir hasta mi taquilla, donde me cambié los zapatos mojados por los del interior. Esta mañana había más bullicio del habitual, todos parecían algo nerviosos, como hormigas antes de una tormenta.

En el rincón vi a mi mayor pesadilla, al menos por ahora… Su nombre era Kaoru, era moreno, rasgos duros y todo un matón. Mis brazos lo demostraban…mis costados sufrían el acoso de sus puños.

Veloz, antes de que me viese me escondí detrás de una columna. Asomé un poco la cabeza para ver si me había descubierto. No era así, ya que estaba demasiado ocupado torturando a otro pobre mal nacido como yo, junto con su amigo inseparable Die. El desgraciado de turno, era Shinya Terachi. No era inusual que los matones de la escuela la tomasen con él, era ya víctima común.

 

-        Eh…llorica, ¿qué haces ahí en un rincón?- inquirió Kaoru, dándole un puntapié como quien lo hace con una lata tirada en el suelo.

-        Ya no tienes nada que temer ahora, ¿no?- enunció Die, acuclillándose y acercando sus manos al temblante Shinya, quien se sujetabas las piernas y miraba al suelo asustado.

-        ¡N-No me toques!- gritó, dándole un manotazo al pelirrojo. Inmediatamente sus ojos se abrieron aterrorizados por lo que había hecho.

 

Die lo miró con sorpresa, pero Kaoru aprovechó para darle una fuerte patada en un costado. Una regla de oro del acosado: Nunca toques a un matón.

 

-        Hijo de puta- indicó Kaoru, mientras que Shinya se protegía con los brazos de la lluvia de puñetazos.

-        Seguro que tú asesinaste a Saga- dijo Die, mientras que se unía también a los golpes.

-        No…no…yo no…- lloriqueaba atormentado Shinya.

-        Eres una asesino- comenzaron a decir. Por suerte, en ese momento sonó la campana, anunciando el comienzo de las clases. Kaoru y Die se marcharon, canturreando el himno de “asesino”.

 

Yo salí de mi escondite y anduve hasta Terachi, quien seguía temblando y abrazándose las rodillas mientras que murmuraba.

 

-        Yo no le maté…yo no le maté…- una y otra vez.

-        ¿Shinya? ¿Te encuentras bien?- pregunté en un murmullo, arrodillándome a su lado.

 

Entonces Terachi levantó la cabeza, dejándome ver un rostro angustioso y marcado por las lágrimas. Pero eso era insignificante, incluso las marcas de los recientes golpes lo eran cuando vi el collar de espinos que se hundía en su sangrante cuello.

 

-        Shin…ya- susurré, alzando mi mano para tocar aquel objeto.

-        ¡No me toques!- gritó, levantándose.- Por favor, Kai, aléjate de mí. Yo…estoy maldito- advirtió antes de irse cojeando por el pasillo.

 

 

¿¿Maldito?? ¿Qué significaba ese extraño collar alrededor de su cuello? No era de perro…de hecho parecía un instrumento nuevo de tortura, ya que parecía que no se podía quitar nunca.

 

 

 

Acudí a mi aula apresuradamente, no quería llegar tarde ya que no deseaba quedarme posteriormente castigado debido a un retraso innecesario.

Las primeras dos horas, correspondieron a literatura universal. Me gustaba, ya que me permitía informarme de nuestra propia cultura como la del resto del mundo, si algún día quería salir de este pueblo y viajar con Miyavi, era bueno saberlo.

Tras dos horas más, esta vez de matemáticas, sonó el timbre que anunciaba la hora del almuerzo, el cual se debía tomar en la misma aula o por lo menos en el recinto de la escuela.

Vi como los grupos se formaban animados por la idea de pasar un rato entretenido después de cuatro incesantes horas de materias. Vi como Uruha, quien pensé que era mi amigo se juntaba a su grupito. Uruha me había recibido con los brazos abiertos cuando llegué, pero luego me di cuenta de que tan solo era un pretexto para sacarme información personal y prácticamente publicarla por todo el pueblo.

 

Me había alejado para comer al lado de una máquina expendedora en una esquina, en el pasillo más alejado posible, por si me encontraba con Kaoru, Die o algún otro similar.

En ese momento vi como un castaño bajo se acercaba a la máquina, me observó con una sonrisa, dándose cuenta que era yo.

 

-        ¿Qué haces ahí, Kai?- preguntó con su cálida sonrisa.- Cualquiera pensará que te escondes- soltó unas carcajadas. Eso era exactamente lo que hacía, aunque él vivía muy alejado de mi mundo de acoso escolar.

-        Pues estoy comiendo, Ruki- correspondí la sonrisa.

 

Ruki, Takanori Matsumoto, era un chico simpático y agradable; muy distinto a lo que había conocido allí. Siempre me hablaba e intentaba que me integrara a su grupo, pero eso no era de agrado de los demás…como Uruha o sobretodo de Reita, su novio. En ese grupo no era extraño que hubiese relaciones entre hombres, también a Uruha le gustaban. Pero un gay abandonado y desvirgado, era de lo peor en un pueblo tradicional como este. No es que allí no hubiese infidelidades o perversiones sexuales, pero el silencio y el anonimato en un pueblo tan cotilla era oro. Y yo le había confesado todo eso a Uruha, quien no dudó en cotorrearlo. Pero aquello parecía darle igual a Ruki.

 

-        ¿No quieres venir con nosotros? Antes te llevabas bien con Takashima…

-        Hasta que me traicionó- pensé.- No lo mejor es que me quede aquí…no quiero molestar.

-        Bien, entonces te acompañaré un rato…si no te importa- sonrió tímidamente.

-        ¡Claro que no, no seas tonto!- reí, ilusionado.

 

Hubo un tiempo de silencio, pero pronto nos pusimos ha hablar de viejos cuentos de miedo.

 

-        Sí. Hay una historia en la que si dices tres veces, frente a un espejo, Bloody Mary. Esta saldrá y te perseguirá hasta matarte- conté.

-        Mmm…en el pueblo se cuenta una. Todos los ancianos siempre la temen, ahora más después de lo de Saga…- ¿Saga? ¿Qué pasó con ese cretino? Me pregunté en mi interior, aunque no me dio tiempo a formular la cuestión ya que Ruki continuó.- Dicen que en las cascada del pueblo, llamada cascadas sin sonido. Un día acudió una mujer ansiada de venganza tras el engaño de su marido con otra mujer. Mientras que lloraba y clamaba con odio, se le apareció una figura quien juró hacer desagravio a cambio de su cuerpo, alma y sangre. La mujer, cegada por la rabia de la traición, aceptó. Tiempo más tarde su esposo apareció muerto y una corona de espinos se enredó en su cuello como marca de su pecado…

-        ¿¿Qué pasó con la mujer??

-        Dicen que se volvió loca por la maldición…hubo un incendio en su casa, aquellas ruinas que están cerca de la cascada, y se quemó.

 

El timbre sonó, anunciándonos el regreso a las clases.

 

-        ¡Wow, que rápido se me pasó el descanso!- exclamó Ruki, estirándose.- Reita me matará después de haberle ignorado todo el recreo, ja ja, pero me da igual- anunció con una sonrisa.

-        Lo siento…

-        No te disculpes por nada, ¿volvemos?

-        Sí.

-        Si quieres esta tarde, podemos quedar y te enseño la casa quemada de la historia- sugirió Ruki.

-        Me encantará- respondí ilusionado, por quedar con el castaño.

 

Cuando llegamos a clase, Reita observó a Ruki con sorpresa al verle acompañado de mí. Una congoja broto en mí ser cuando clavó su furiosa mirada en mí, pero no hizo nada más que eso.

 

 

 

Notas finales:

Tengo ya la mitad del siguiente capítulo, asi que si os gusta (cruzo los dedos por que sea asi xD) dejad reviews dándome vuestro apoooooyo!! Siempre es importante!

Espero que os gustase y os causase intrigilla la historia que propongo!

Gracias por leer!! *u*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).