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AL FINAL DE CUENTAS por Shinigami Ely chan

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AL FINAL DE CUENTAS


 


Gundam Wing


Heero – Duo


By Shinigami


 


( serena_shezard@yahoo.com.mx o misato_katzuragi@hotmail.com )


 


 


 


Corría el año 170  la Tierra vivía pacíficamente y se había vuelto el centro de  atención, debido a las nuevas políticas económicas impulsadas por la pacifista Darlian que no solo  habían ayudado  a desarrollar pequeñas industrias, si no que también impulsaban  la reconstrucción y levantamiento de nuevas colonias.


 


Gracias a los nuevos tiempos la gente había olvidado el por que de la guerra, la historia había sido tan modificada que  ahora se limitaba a decir que los valientes jóvenes del ejercito terrestre habían conseguido la paz después de el levantamiento armado y tratado firmado hacia mas 3  años........


 


-            La nueva era  a cambiado la forma de pensar  y de vivir de la gente - murmuraba un solitario joven de cabello largo y castaño, que avanzaba por las calles llenas de gente, que ahora se encontraban adornadas con grandes pancartas de vivos colores que los niños corrían para mostrar a sus padres, quienes se mostraban felices de  celebrar el tercer aniversario de la paz – Al parecer siempre obtuviste lo que querías, verdad? – pregunto a uno de esos tantos carteles que pasaban frente a sus ojos… sin darse cuenta que la persona delante suyo detenía su avance.


 


-            Acaso eres ciego? – replico molesto un robusto sujeto vestido de verde y con apariencia de mal viviente - por que no te fijas por donde caminas- acercándose a el


 


-            Disculpa no fue mi intención – respondió indiferente el joven de ojos violetas, antes de ser tomado por las solapas de su chaqueta y ser rodeado por otros 4 sujetos que al parecer acompañaban al primero.


 


-            Claro que no si lo hubiera sido ahora ya no la contarías, pequeño, - replico sarcástico mientras buscaba atemorizar al joven, que le miraba sin demostrar emoción alguna - no tiene miedo  – pensó para si mismo antes de arrojarlo lejos - Bah ¡ , no vales la pena, largarte de aquí, antes de que me arrepienta – culmino solo para darle la espalda


 


-            Sabes…. – agrego uno de los 4 sujetos que le acompañaban - deberías agradecerle a nuestra líder pacifista el que Frank no te haya golpeado – sonreía sarcásticamente, mientras que el resto de los individuos que le habían rodeado anteriormente reían, al verlo levantarse y  alejarse de ahí.


 


Vaya ironía, ahora resultaba que debía su vida a la persona que menos deseaba volver a ver en el resto de la misma y la que se había encargado de  casi destruirlo hacia casi …


 


-            Dos años – suspiro melancólico mientras observaba la puerta principal de aquel restaurant, que a simple vista era mas de lo que esperaba, ya que mostraba amplios ventanales rodeados de plantas y animales exóticos que reflejaban la imagen de todo aquel que circulaba por el lugar, mientras que probablemente en el interior permitía a los comensales tener una visión completa del exterior - demasiado como para que lo hubiese elegido… sin embargo, acaso no habían cambiado tanto las cosas, como para que lo sorprendiera con algo como eso ?  - pensaba para si mismo mientras ingresaba al lugar, que efectivamente mostraba la gente que pasaba, sin dejar que esta viera hacia el interior… un buen toque para un encuentro casual – sonrió amargamente – pero después de todo eso era a lo que iba o no? si no por que había aceptado esa cita? es que acaso pensaba, no realmente ese era el problema jamás pensó, solo acepto….


 


-            Mesa para uno ? – Le interrogo al observarlo tan ensimismado, un hombre alto, moreno  y de ojos cafés que  se encontraba en la recepción  del lugar.


 


-            Disculpe, pero busca a alguien en especial ? – Volvió a preguntar el hombre al no obtener ninguna respuesta


 


-            Soy Duo Maxwell  –expreso indiferente


 


-            Oh, joven Maxwell, es un placer tenerlo aquí, sígame por favor - asevero el hombre que ahora reconocía como capitán de meseros, mientras lo guiaba al rincón mas lejano del lugar y mostraba una pequeña mesa circular, sencillamente decorada con manteles blancos y velas rojas, que no solo brindaba una visión completa del lugar, si no también demostraba que había sido planeada para esa clase de citas, ya que se encontraba oculta por dos grandes plantas artificiales, que impedían a los demás ver quien se encontraba ahí, brindando aun mas intimidad a sus ocupantes – Desea algún aperitivo o prefiere esperar a que llegue…– intento señalar amablemente.


 


-            Esperare – interrumpió bruscamente, mientras observaba como este se encargaba de hacer señas a una de las meseras para que llevaran café a la mesa


 


-            Con eso será suficiente  – mirándolo de reojo -  por favor, no quiero que me molesten  – respondió mientras bebía un sorbo del café recién servido por la mujer, para después mirar por el ventanal …


 


-            Como usted ordene joven Maxwell,pero – obteniendo nuevamente su atención – si necesita algo no dude en pedírselo a Hitomi  – señalo a la joven que ahora le sonreía coquetamente.


 


-            Lo tendré en cuenta – sentencio fríamente mientras observaba como ambos jóvenes volvían a sus labores sin mirarle mas….


 


-            Maxwell – sonrió amargamente - cuanto hacia que no usaba su nombre?, si era el mismo tiempo que tenia lejos de las peleas, lejos del mundo, pero sobre todo…  lejos de aquella ciudad


 


 


****  Recuerdo  ***


 


La Tierra dos años atrás ...


 


-            Vamos Heero, acompáñame al cine – suplicaba una vez mas el joven trenzado a su compañero, que se encontraba concentrado en sus actividades laborales.


 


-            Ahora no tengo cosas que arreglar con Reelena – señalo fríamente su ex – compañero de guerra.


 


-            Y tiene que ser hoy – mostrando un rostro de tristeza - vamos se supone que soy mas importante que ella – reclamaba el joven en su ultimo intento de convencerlo.


 


-            Sabes que eres mas importante que ella – respondió el joven mientras tomaba la barbilla del mas pequeño y depositaba un pequeño beso en sus labios -  Pero en esta ocasión no solo se trata de ella – agrego en tono aun mas frió, tratando de imprimirle seriedad al asunto.


 


-            Esta bien – respondió aparentemente vencido  - pero ... – agrego mientras se colocaba frente a el y sonreía seductoramente - prométeme que pasaras el jueves conmigo –insistió nuevamente  - Es tu día libre – asevero mientras lo abrazaba por la espalda – Lo prometes? – girándolo para depositar otro beso, que fue sutilmente rechazado


 


-            De acuerdo  - se escucho mientras se libraba de los brazos de su amante y salía de la habitación – lo prometo  - susurro antes de cerrar la puerta.


 


Duo suspiro resignado mientras se recostaba sobre la cama que compartía con Heero desde hacia mas de 3 años, Ultimamente su conducta de había vuelto mas insegura e infantil, de seguro ese era el motivo por el cual se estaban distanciando tanto,  pero que mas podía hacer cuando hacia mas de 4 meses que sentía que estaba perdiendo no solo su atención, si no también su cariño… era por eso que se había vuelto hostigoso y caprichudo… - dándose vuelta sobre si mismo - pero que hacer cuando después de tanto tiempo juntos la presencia de esa mujer nunca los dejaba en paz,  ante todo tenia que aparecer y demostrarle que aun tenia poder sobre el  - acurrucándose en la almohada  - Y esta vez no era diferente – suspiro frustrado - sus planes habían vuelto a posponerse solo por que ella aseguraba que estaba en peligro, había llamado muy temprano asegurando que había tenido graves enfrentamientos con el líder de la colonia L9 – 16 y estaba segura que eso no seria nada bueno para continuar con el proceso pacifista por el que tanto habían peleado juntos…


 


-            Si claro, como si ella se atreviera a enfrentar a alguien –murmuro burlonamente


 


Lo mejor seria no seguir pensando en eso, después de todo tenia a Heero a su lado y el que corriera a ayudar a esa  mujer no significaba realmente nada, además confiaba en el y estaba seguro que este le amaba, así que , por que tener miedo,solo por que ella estaría siempre dispuesta para el ?   no eso no debía ser un motivo de duda, pero… - Demonios ¡ - murmuro con exasperación, al ser conciente del rumbo que tomaban sus pensamientos,definitivamente debía salir de esa casa….


 


-            Tal vez sea bueno visitar a Quatre, hace mucho que no nos vemos – expreso alegremente, mientras se levantaba de la cama y se colocaba una chaqueta dispuesto a olvidar sus dudas – Lo mejor será que le deje una nota – se dijo así mismo, - aun recordaba la ultima vez que había salido sin informarle donde podía encontrarle, Heero se había puesto como loco, había sido capaz de ir a molestar a cada uno de sus conocidos, incluso Wufei estuvo a punto de golpearle por interrumpirlo con su nueva conquista, eso había sido muy divertido


 


-  Tal vez Heero tenga algún papel libre en su escritorio  - sonrió para si mismo, mientras observaba el desorden que almacenaba su pareja en un lugar tan pequeño – Después de todo si has adquirido algo de mi – sonrió aun mas mientras comenzaba a revolver el contenido del cajón en busca de la hoja, sin embargo cuanto mas revolvía, mas le sorprendía el contenido, Chocolates, dulces, regalos e incluso pequeños sobres en forma de corazón, no cabía duda que Heero seguía rompiendo los corazones de muchas chicas - una sonrisa picara cruzo por su rostro – tal vez el no se molestaría si leyera algunas de esas cartas o si ?, después de todo llevaban años juntos y nunca habían guardado un secreto, por mucho tiempo - sin pensarlo, tomo una de las pequeñas cartas y la abrió dispuesto a disfrutar del contenido, después de todo seria un buen motivo de molestia para su pareja, ya que si no se las había mostrado era por que aun seguía siendo tan reservado como antes - Lo mejor será que me apresure – sonrió nuevamente y comenzó su lectura, mientras se sentaba en el escritorio del joven estoico.


 


Dos minutos después, la sonrisa que había adornado el rostro del trenzado había desaparecido totalmente, el contenido de aquella carta era demasiado como para ser cierto, además … quien podía asegurar que realmente las imágenes que se encontraban en ella fueran reales?  – pero y si lo eran?, que haría el, cuando Heero le pidiera que se fuera ?, suplicar ? aceptar un trato ? y si nunca lo hacia,debía acaso fingir que no sabia nada y continuar igual…


 


******** Fin del recuerdo *******


 


-            Disculpe Sr. Maxwell ? – interrumpió sus pensamientos la mesera previamente asignada para su servicio – llego este mensaje para usted – extendiéndole un sobre blanco, mientras le miraba coquetamente


 


-            Que hora tiene? – pregunto tomando el sobre de sus manos.


 


-            Son cerca de las 6 – respondió sonriente la joven.


 


-            Las 6 – repitió sin querer


 


-            Tal vez debería ordenar algo – sonriéndole aun mas  – puedo recomendarle los platillos del día, le aseguro que su espera se hará menos tediosa si la acompaña con algo de comida – haciendo una pausa para atraer aun mas la atención de aquel joven de ojos violetas - y si usted quiere yo podría …


 


-            Maxwell? – interrogo una voz a su espalda cortando por completo el aire de seducción que había formado la chica, solo para mostrar frente a el a una joven de estatura mediana, pelirroja, tez blanca, rasgos finos y apariencia coqueta.


 


-            No puedo creerlo – sentándose a su lado – que es lo que haces en este lugar? – interrogo curiosa la joven mientras veía alejarse a la mesera - vamos no me digas que me has olvidado – sonriendo tranquilamente – No puedo creerlo – mirándolo fijamente - lo has hecho? – mostrando indignación al no recibir respuesta  – creo que e cambiado un poco mi apariencia – se detuvo para beber de la misma taza que el trenzado sostuviera  minutos antes- pero jamás me imagine que fuese para tanto – volvió a sonreír tranquilamente – soy yo Dorothy… - agrego al ver que Duo jamás le reconocería…


 


-            Dorothy ? – articulo por fin el joven frente a ella – Dorothy Catalonia ? - volvió a preguntar incrédulo ante tal revelación


 


-            La misma  – explico sonriente mientras llamaba a la camarera que antes coqueteaba con Duo – podrías ser  tan amable de traer una botella del mejor vino que tengas en bodega – agrego cortantemente para volver su mirada al joven frente a el


 


Duo la miraba incrédulo, al parecer no quedaba nada de la rubia caprichuda y hambrienta de guerra que el había conocido, por el contrario, la persona frente a el se mostraba segura, como toda una mujer de negocios,  se notaba que le pertenecer al parlamento le había sentado de maravilla, aunque el jamás imagino verla en un traje sastre, realmente el negro era un color que le hacia resaltar esa belleza que no había pasado desapercibida por los demás comensales.


 


-            Y que haces aquí? – interrogo curiosa la joven al notar que no había molestia en su interlocutor por su inesperado encuentro – si puedo saberlo? – agrego en tono cómplice.


 


-            Nada en especial – mintió tranquilamente


 


Dorothy los conocía demasiado bien como para saber cuando intentaban engañarla, no por algo se había mantenido cerca de ellos por mas de 3 años, así que trato de buscar ese brillo en sus ojos que siempre le  indicaba que mentía, sin embargo esta vez no podía encontrarlo, por el  contrario, parecía que en su lugar veía la misma indiferencia y frialdad que en los de …


 


-            Heero – murmuro mas para si misma que para el trenzado


 


-            Que ? – agrego el joven al notar que la ex – rubia aun era muy perceptiva


 


-            Has vuelto por que el te llamo – asevero segura de continuar teniendo esa perspicacia que le caracterizara pocos años antes – no es verdad? – interrogo, solo para obtener como respuesta una mirada aun mas fría que la que la había recibido con anterioridad – aun no lo perdonas ? – pregunto indiferentemente mientras la camarera depositaba el vino en las copas.


 


-            Que te hace creer que e vuelto solo por el ? – expreso tratando de evitar  la ultima pregunta


 


-            Veamos… - deslizando sus dedos en el borde de la copa dispuesta para el – repentinamente después de casi 5 años, reapareces en escena  - ofreciéndole la copa - justo cuando el va a ser ascendido a líder de las fuerzas terrestres – miro a su interlocutor que bebía el contenido sin mostrar ninguna emoción…


 


-            Sabes lo que eso significa ? – le pregunto antes de continuar – significa que eso lo dejara libre de cualquier promesa o deuda hecha previamente - agrego simplonamente – pero supongo que eso ya no importa, verdad ? –  observándole – sobre todo cuando se dice que el famoso historiador Christopher Demond esta a punto de comprometerse con uno de sus colaboradores mas cercanos – sonrió ampliamente al ver el desconcierto de su interlocutor – Acaso creías que nunca lo sabría ?- contesto mientras, observaba como el rostro de Duo, por fin mostraba emociones


 


-            Quien mas lo sabe ? – pregunto mientras intentaba recobrar su serenidad


 


-            Nadie… - agrego coquetamente – bueno al menos eso creo…  – jugando nuevamente con su copa -  pero te aseguro que no están muy lejos de hacerlo


 


-            A que te refieres ?- pregunto interesado en el comentario


 


-            Pues – meditandolo - será por el hecho de que solo pocas personas conocen tantos detalles de la guerra – mirando a la calle – además hay detalles que solo ustedes dos conocían - murmuro mientras lo miraba de frente nuevamente – pero,  incluso el tuvo que ubicarte por tu verdadero nombre o me equivoco ? – volvió a sonreír  –– ahora me dirás que es lo que haces aquí ? o quieres que lo descifre nuevamente ? – agrego segura de que obtendría todas las respuestas que buscaba


 


-            Eso no será necesario – escucharon una fuerte voz que los hizo volver su mirada hacia su costado… frente a ellos, un joven de unos 20 años, de cabello castaño y ojos azul cobalto los observaba seriamente.


 


-            Desde cuando estaba ahí ?, es que acaso había escuchado su conversación con Dorothy ? aunque así fuera, ahora solamente le importaba el estremecimiento que le había recorrido de los pies a la cabeza, en cuanto escucho su voz…


 


-            Heero – sonrió la joven, intentando imitar la coquetería de la camarera con la que había encontrado a Duo  – Oh, pero que torpe… - se reprimió burlonamente -  si ahora ya eres teniente – acariciando las bandas  de la chaqueta que confirmaban sus palabras - el Teniente Yuy – agrego mirando a Duo que se había quedado completamente atónito desde que Heero llegara,  por que demonios tenia que hablar, estaba segura de que si le hubiera dado 10 minutos mas, hubiese podido obtener su confesión de lo que sentía por el, pero ahora… - que es lo que haces por aquí?– pregunto con familiaridad y aparenté desinterés - creí que habías dejado de frecuentar estos lugares hace mas de 2 años – haciendo una pausa mientras ofrecía su copa de vino - justo cuando terminaste con ella - agrego tranquilamente, al ver que la mirada de su antiguo interlocutor se encontraba nuevamente sorprendida - Pero que tarde es, de seguro Jhon se enojara mucho en cuanto me vea- expreso preocupada- Duo me dio mucho gusto verte, espero que no desaparezcas de nuevo – dijo, mientras se acercaba a su lado para depositar un beso en su mejilla mientras le susurraba algunas palabras en su oído


 


-            Bien, fue un placer haberle visto por aquí Sr. Yuy - se despidió cortésmente, la pelirroja mientras se alejaba de la mesa y se dirigía en busca de su auto.


 


habían pasado mas de 20 minutos desde que Dorothy se había marchado dejándoles  solos y Duo aun pensaba en las palabras dichas por la ahora pelirroja… -


 al parecer su perspicacia si había disminuido después de todo – sonrió mientras se dedicaba a mirar al joven frente a el…


 


Por su parte Heero se mantenía ausente, recordando como era que se había metido en esa situación y como un objeto tan simple le había obligado a mantenerse aparentemente aislado durante esos dos años, con el solo fin de conseguir el puesto que ahora ostentaba.


 


********** RECUERDO ***************


 


-            Vamos Heero, acompáñame al cine – escuchaba al joven trenzado que le suplicaba por un poco de atención, mientras el observaba atento la pantalla de su portátil.


 


-            Ahora no – expreso sin mirarle -  tengo cosas que arreglar con Reelena – señalo mientras cerraba su sesión dispuesto salir de esa recamara, para llegar a la cita antes concretada.


 


-            Y tiene que ser hoy… -  le pregunto tristemente su amante,  al parecer este era uno de esos días en los que le daba por ponerse peor que niño pequeño - vamos se supone que soy mas importante que ella – escucho el reclamo que acabaría con el resto de su resistencia, así que cerrando su computadora se dirigió hasta donde se encontraba el trenzado - sabes que eres mas importante que ella – le respondió mientras tomaba su barbilla para depositar un suave beso en sus labios  -  Pero en esta ocasión no solo se trata de ella  – agrego en tono aun mas serio… mientras se alejaba en busca de su chaqueta…


 


-            Esta bien – escucho el suspiro que le daba la victoria - pero ... – siempre había peros… era especialista en hacer eso, pensaba mientras veía como Duo se acercaba a el y le sonreía de manera seductora - prométeme que pasaras el jueves conmigo – por que insistía tanto… acaso tenia miedo de algo.. pero de que ? - Es tu día libre – escucho mientras era sujetado por sus brazos – Lo prometes ? –  alcanzo a escuchar antes de darse cuenta de sus intenciones, después de todo tal vez ella tenia razón.


 


-            De acuerdo  - liberándose de esos brazos que deseaba tener siempre a su alrededor, pero que por ahora le resultaban demasiado dominantes  –  lo prometo  - le dijo antes de salir de la habitación rechazando sus labios…


 


-            Por que lo había hecho… si realmente amaba al trenzado, por que había decidido refugiarse en otros brazos… realmente no lo sabia, solo sabia que necesitaba huir de ese lugar… y el ultimo mensaje en su computadora le había dado la excusa perfecta para hacerlo… definitivamente era mucho mas astuta de lo que parecía …


 


Salio del edificio y abordo su automóvil solo para media hora después llegar al lugar en donde  estaba la libertad  que buscaba.


 


-            Heero – escucho la chillona voz que le irritaba continuamente - creí que ya no vendrías - le dijo mientras depositaba un beso en sus labios – te e extrañado mucho - deteniéndose a mirarlo – mi cama te a extrañado demasiado – le  susurro sensualmente al oído para inmediatamente después sentir que era levantada y conducida al interior de la residencia.


 


En ese lugar a nadie le parecía extraño ver esa clase de escenas, sobre todo desde que la pacifista se dedicara abiertamente a acechar a su joven guardaespaldas por mas de 2 años, incluso era para muchos increíble que hubiese aceptado ser solo la amante del joven cuando era obvio que lo dominaba… incluso muchos habían apostado cuando finalizaría la relación entre los ex – soldados y se anunciaría oficialmente que se comprometería con ella, pero aun ahora no parecía haber planes futuros


 


*************


 


Pasaba de la medianoche cuando Heero regreso al departamento, todo estaba tan tranquilo, seguramente su pequeño ángel ya estaría en los brazos de Morpheo, era lo mejor ya que si lo veía en el estado en el que se encontraba seguro sabría la verdad.


 


Y es que si bien llevaba tres años de estar con el, hacia mas de uno que el y Reelena tenia un pequeño “ desahogo “ como solía llamarle ella a esas tardes que pasaban encerrados en su alcoba por estar discutiendo asuntos pacifistas y esta vez no había sido diferente, ella se había encargado de darle la excusa perfecta para salir y una vez a su lado había vuelto a despertar en el esos instintos tan primitivos no la amaba de eso esta seguro, pero aun así…


 


- Duo ¡ - susurro mientras encendía la luz de la recamara dispuesto a refugiarse en sus brazos, como lo hacia siempre, después de sus encuentros y a no pensar mas en el por que había vuelto a caer en el poder de aquella mujer,


 


Sin embargo se sorprendió al no encontrarle durmiendo en la cama, al parecer había salido, pero a donde, eran mas de las 12 y de sobra sabia que no le agradaba estar tan tarde en las calles,  algo no estaba del todo bien ahí…


 


Recorrió el departamento buscando algo que le indicara donde podría estar su pequeño, normalmente dejaba alguna nota informándole donde estaba o a que hora regresaría, pero ahora, parecía como si no hubiese querido que le encontrara…


 


Decidió llamar a Quatre, tal vez el sabría donde se encontraba, así que se dirigió a su recamara dispuesto a levantar a medio mundo tan solo para encontrarle, pero cuando estaba a punto de marcar una tarjeta en forma de corazón llamo su atención, en que momento había dejado eso afuera, era cierto que no había nada comprometedor en ellas, pero si Duo las veía, seguramente se burlaría de el


 


Saco la tarjeta del sobre dispuesto a releer la sarta de tonterías que Reelena había escrito para el, era increíble que esa mujer pudiera ser tan molesta hasta por carta - sonrió, tal vez si seria divertido mostrárselas algún día


 


De igual forma que su rostro se había iluminado al pensar en la sonrisa de su amante, al leer esas tarjetas, este se había vuelto pálido, casi sepulcral


 


Lo que sus ojos estaban viendo no podía ser realidad, el jamás había visto nada de lo que había ahí…


 


Lentamente comenzó a revisar cada una de las 6 paginas que contenía esa tarjeta, cada una tenia como fondo una fotografía difuminada que mostraba a dos jóvenes amantes en uno de sus momentos de mayor intimidad, una escena demasiado conocida para el y el texto … el texto no dejaba lugar para dudas, sobre cuándo y como ocurrían aquellos encuentros…


 


Reviso la tarjeta en busca de la fecha y la encontró impresa con letras doradas :   Año 165 DC


 


-            Eso es imposible - murmuro para si mismo mientras la rompía – Si Duo hubiese visto aquello, seguramente no se lo perdonaría jamás,  pero como es que estaba en su casa, el no recordaba haberla visto antes,  inclusive la fecha, ni siquiera coincidía con el año en que el y Reelena habían iniciado a entenderse


 


De repente a su mente acudieron las palabras dichas aquella tarde por la rubia   :


 


****** Flash *********


 


-            Heero – susurro la joven mientras se abrazaba aun mas al cuerpo junto a ella  - quiero que te quedes conmigo - expresaba mientras iba dejando un rastro de húmedos besos por todo su abdomen - quiero que no haya mas obstáculos entre nosotros y seas únicamente mío  - continuaba balbuceando mientras su mano descendía hacia su entrepierna  - lo prometes, verdad? – se detuvo antes de proseguir con su destino


 


-            Lo que sea – agrego el joven de mirada cobalto, mientras comenzaba a besarla apasionadamente y se deja llevar nuevamente por sus instintos


 


***************************


 


A eso se refería con ser únicamente suyo, quería sacar a Duo de su vida, pero por que , ella  misma había aceptado permanecer en las sombras, por que ahora exigía su exclusividad,  Lo mejor seria buscarla y aclarar las cosas, pero eso seria por la mañana, por ahora esperaría a que Duo regresara y así poder descubrir si se había cruzado con aquella tarjeta


 


**************************


 


Eran mas de las 10 de la mañana cuando Heero despertó, se había quedado dormido en el sofá esperando a que Duo apareciera o llamara por teléfono, pero nada,al parecer sus sospechas eran ciertas


 


Decidió que no le serviría de nada quedarse esperando, lo mejor era buscar respuestas, así que abordo nuevamente su automóvil  y se dirigió al recurso de su amante, con demasiadas ideas cruzando por su mente, Duo, Reelena, la tarjeta… su continua estupidez por buscar lo que ya tenia -  golpeo con frustración el volante  –  sin darse cuenta,  había llegado a su destino, no quería llamar la atención de todos, así que estaciono su automóvil unas cuantas cuadras antes y gracias a sus habilidades, había logrado entrar sin necesidad de toparse con alguno de los guardias, estaba a punto de subir a la habitación de Reelena cuando una platica entre dos de los hombres de mas confianza para ella llamo su atención.


 


-            Es cuestión de tiempo – escucho la voz del anciano Paigan – la señorita Reelena se dará cuenta que no le conviene mantener a su lado a un simple soldado – expresaba tratando de defenderle.


 


-            Vamos Paigan – crees tu que Maxwell se rendira tan fácilmente, después de todo ya es casi un año desde que esto inicio y si el no a decidido dejarle es solo por dos cosas : primera : “ la señorita “, como tu la llamas, - agrego sarcástico – no es rival para el y segundo ellos están enamorados, de sobra sabes que para el joven Yuy esto solo es un desahogo, un periodo de libertad que cree que ya no tiene en su relación


 


-            Eso es un insulto – reclamaba con furia – como te atreves a decir que la señorita Reelena no es capaz de mantener a alguien a su lado


 


-            No es para que te molestes – trato de tranquilizar a su compañero - sabes bien que digo la verdad, además, crees que si esto se hiciera oficial, ella aun lo querría consigo ?- pregunto desdeñosamente.


 


-            Por supuesto – asevero seguro – ella le ama y es por eso que le deja tener la libertad que necesita – sonrió – además, nunca se te a ocurrido pensar que si el tal Maxwell no a terminado con el, es solo por que no lo sabe? – interrogo


 


-            A que te refieres ?, no habrás sido capaz o si ?- pregunto desconfiadamente


 


-            Tu crees que la señorita merece ser siempre la segunda - mirando a su interlocutor fijamente - pues yo no - respondió molesto nuevamente – para mi ella debe tener todo lo que quiera - haciendo una pausa – aunque eso sea ese mediocre soldado.


 


Heero comenzaba a cansarse de esa charla, era cierto que buscaba un desahogo como el que ella le había dado, pero el mantenerse a su lado para siempre no era algo que hubiese siquiera contemplado


 


-            Pues al parecer ese mediocre soldado como tu lo llamas, es el que a resultado beneficiado – continuaba siendo sarcástico – piénsalo, quien tiene al amor de su vida a su lado y al mismo tiempo consigue los favores de la representante pacifista Reelena Peacecraft


 


-            Eso no será por mucho – agrego sonriente


 


-            Paigan, que fue lo que hiciste, esa cara tuya me dice que has hecho algo para que ella salga beneficiada .


 


-            Yo no e hecho nada  nuevo – trato de defenderse  –  solo adelante un poco las cosas, después de todo solo a un idiota como el se le ocurre que a Maxwell …


 


El nombre de Duo en labios de ese hombre le hizo reaccionar,  que demonios había hecho, seria acaso que había dañado a Duo ?, sin meditarlo, salio de entre los arbustos en los que se había escondido para escuchar la conversación.


 


-            De que demonios hablas Paigan? – interrogo mientras tomaba al mas viejo del saco y lo levantaba por encima de su cabeza – que le has hecho a Duo? – volvió a preguntar, mientras el anciano solo sonreía burlonamente frente a el


 


-            Nada que no me agradecerá en el futuro


 


-            Eres un… – estaba a punto de perder la paciencia y la sonrisa de victoria del anciano no le ayudaba mucho para conservarla


 


-            Vamos, acaso realmente te importa ese mocoso – continuaba sonriendo aun cuando sentía que el aire comenzaba a faltarle a sus pulmones – si así fuera no vendrías aquí…


 


-            Basta, lo va a matar - intentaba hacerlo reaccionar el joven con el que Paigan charlaba anteriormente


 


-            Que le has hecho? – preguntaba mientras aumentaba la presión en el cuello


 


-            El solo a obedecido mis ordenes  – escucho a su espalda la respuesta tranquila de Reelena que descendía envuelta en una bata rosa, que demostraba el por que siempre obtenía lo que quería – ahora bajalo lentamente –  ordeno


 


Heero no entendía el por que, pero poco a poco hizo que el anciano descendiera hasta que sus pies tocaron tierra y solo entonces  le soltó y dirigió su mirada a la mujer con la que había pasado la tarde anterior …


 


-            Que fue lo que le pediste? – pregunto un poco mas tranquilo


 


-            Solo que adelantara lo inevitable – sonrió coquetamente – Heero tu sabes que pronto seré nombrada oficialmente como la representante mundial del pacifismo – mirándolo – y alguien tan importante no puede ocupar el segundo lugar en una relación o si ? – le pregunto con aparente inocencia – Por que no entras y platicamos al respecto – sonriendo – te aseguro que podremos llegar a un acuerdo, después de todo yo nunca me e opuesto en que permanezca a tu lado  - avanzando al interior de la casa.


 


Para Heero eso había sido una gran revelación, como es que no se oponía a su relación, si lo que había hecho ahora demostraba lo contrario, además las palabras de aquel joven que platicaba con Paigan


 


-            Deseas beber algo? – escucho, mientras observaba aquella habitación, jamás había estado en ella, era una sala demasiado amplia, de tipo rustico, adornada finamente por estatuas y pinturas de elevado costo, frente a la puerta principal se encontraba una chimenea que intentaba calentar el frió ambiente de aquel lugar - o prefieres que pongamos las cartas sobre la mesa ? – volvió a escuchar mientras observaba la copa que la joven le ofrecía


 


-            Que es lo que pretendes? – pregunto fríamente, mientras se sentaba en uno de los sillones de aquel lugar y apresuraba el contenido de la copa


 


-            Pretender – lo miro pensativa – nada…


 


-            Entonces? – volvió a interrogar


 


-            Entonces… - suspiro resignada  -  mi querido Heero  - dijo mientras servia licor en una de las copas -  creí que serias mas inteligente y para estas horas ya habrías descubierto lo que quiero… - avanzando hacia el- Te quiero para mi  – agrego sensualmente mientras se sentaba sobre sus piernas y le rodeaba el cuello con sus brazos


 


-            Eso no entraba en los planes – respondió indiferente  mientras se quitaba su peso de encima y  avanzaba hacia la ventana detrás suyo.


 


-            Planes ¿ - silencio –  tal ves no en los tuyo querido – agrego sarcásticamente – por que en los míos, siempre fuiste el trofeo – expreso sonriente - así que por que no mejor discutimos las condiciones, te parece? –  sentándose en uno de los sillones de aquella enorme sala – bien si no quieres hablar – levantando el teléfono


 


-            A quien llamaras? – pregunto desconfiado


 


-            A tu querido Duo, por supuesto, acaso crees que le perdería de vista, cuando se cuanto te importa? – sonriéndole  –  Estoy segura de que estará encantado de bajar a saludarte - agrego mientras espera que le respondieran del otro lado de la linea – Hazlo pasar – expreso antes de colgar el teléfono y mirar a su futuro prometido - Es cierto – murmuro con aparente sorpresa – Heero – le llamo recobrando su atención – Olvide mencionarte que tu precioso ángel – mirando su cara de sorpresa ante sus palabras – Te sorprende que lo sepa, a decir verdad cuando esto inicio pensé que era a  mi a quien te referías, sin embargo pronto pude darme cuenta de que aunque estas conmigo aun piensas en el – sonrió tratando de restarle importancia al asunto – Pero ese no es el punto, el punto es que el vino aquí muy temprano tratando de encontrar respuestas a su preguntas  y sabes – haciendo una pausa al ver entrar a aquel joven que le había molestado tanto desde el principio


 


-            Duo – susurro Heero al ver como este ni siquiera le dirigía la mirada


 


-            De que se trata este entupido juego? – Interrogo el recién llegado – Te he dicho que ya no me interesa saber el por que esta a tu lado – agrego dolorosamente


 


-            Duo … yo …. – trato de hablar Heero, pero la pesades que invadía su cuerpo en ese momento era demasiado aun para el


 


-            Cariño, no tienes por que seguir sintiendo lastima por este pequeño – corto sus palabras, mientras avanzaba hasta su lado y le abrazaba posesivamente


 


Para Heero las cosas parecían suceder lentamente, incluso solo una que otra palabra de las que se decían en aquella habitación le habían llegado con toda claridad


 


-            Como escuchaste, el ya entendió que no vale la pena seguir humillándose – sonriendo – O no es así, Maxwell? – pregunto directamente la rubia


 


-            Si todo lo que querías era que les observara juntos, ya lo e hecho – respondió tratando de controlar ese impulso de saltar encima de ella y eliminarla – así que ahora que e obtenido mis respuestas, lo mejor será que me vaya – agrego mientras se daba la vuelta sin mirar atrás en ningún momento, sabia que eso debía ser así, de lo contrario el jamás se hubiera resistido a una de las tantas miradas suplicantes que Heero solía lanzarle cuando se sentía culpable


 


-            Duo espera  - escucho a sus espaldas – Recuerda que serás uno de los invitados principales en mi boda, así que por favor no te alejes demasiado, estoy segura de que a Heero también le agradara verte – agrego sin aparente malicia mientras besaba a un Heero totalmente descolocado


 


-            Que demonios había sido eso? – se preguntaba Heero mientras se sentía totalmente desubicado, realmente no había entendido el por que Duo se iba tan tranquilamente, dejándolo en las manos de Reelena, - es que acaso estaba terminando con el ?, seria acaso que ya no le importaba ? - no pudo seguir preguntándose el por que de su actitud, ya que la sensación de caída y vació que ahora le dominaban, le habían hecho perder el equilibrio, al intentar ir tras el


 


-            Lo siento Heero, pero debía asegurarme que no fueras tras el – le susurro la rubia, mientras daba la señal a dos de sus hombres para que lo subieran a su alcoba


 


Después de lo que había visto estaba segura de que Duo, jamás le perdonaría… Ahora sabia que tenia todo lo que necesitaba para seguir siendo la mas aclamada y envidiada de su genero.


 


*********** Fin del Recuerdo *******


 


Después de eso Heero, se había dedicado a complacer hasta el mas mínimo capricho de la rubia, sin preguntar jamás el por que de sus acciones pasadas e incluso había accedido a aceptar su propuesta de matrimonio en cuanto el recibiera su nuevo puesto en las fuerzas terrestres, y ese día por fin había llegado, lo mas probable es que le estuviera esperando para anunciar a todo el mundo que mañana se llevaría a cabo la celebración, el había estado ausente a todos los preparativos, sin embargo el sobre que estaba sobre la mesa, llamo su atención…


 


-            Así que cumplió sus amenazas – interrogo sarcástico al trenzado que le miraba sonriente


 


-            Aja


 


-            Y no piensas abrirla  ? – interrogo al ver que al parecer no le interesaba su contenido


 


-            No  - respondió secamente – Tengo otros planes para ella – le sonrió alegremente


 


-            Sabes que debo irme, cierto? – interrogo el estoico teniente mientras apuraba el contenido de la copa de su acompañante


 


-            Acaso querías asegurarte de que no hiciera lo mismo? – interrogo sarcástico al ver como bebía de su copa y no de la que Dorothy le había ofrecido con anterioridad


 


-            Sabes que nunca dudaría de ti -  tomando sus manos – pero aun no confió en esa pelirroja aristócrata -  señalo severamente


 


-            Te dará gusto saber que a perdido parte de su encanto – señalo picaramente el trenzado – pero de eso hablaremos mañana – soltándose del agarre de su interlocutor – Aun falta el final  - señalo sonriente mientras se retiraba del lugar dejando a Heero con una sonrisa poco amistosa en sus labios


 


*****************


 


Ese día había sido mucho mas productivo de lo que esperaba, el ver a Dorothy interrogando a Duo, le hizo imaginar cientos de cosas, pero después de escuchar el tema, se tranquilizo, sin duda la joven amiga de Reelena seguía siendo astuta, pero nadie lo era mas que ellos y eso quedaría demostrado muy pronto, pero por ahora debía limitarse a consentir los caprichos de su prometida….


 


-            Buenas noches teniente Yuy – señalo el anciano Paigan al verle llegar – le felicito por su asenso – señalo hipócritamente


 


-            Eres muy amable – sonriéndole – Pero dime donde esta? – pregunto ansioso


 


-            Ella aun no baja, pero me a pedido que le avise que estará lista en 15 minutos – respondió sonriente el anciano


 


-            Bien, entonces creo que lo mejor será subir a saludarla, estoy ansioso de verla – señalo mientras se apresuraba a subir los escalones de dos en dos.


 


Una vez arriba, se encontró con que la puerta que siempre se había mantenido abierta para el, estaba ahora cerrada, que demonios estaba planeando esa mujer…


 


-            Sr. Yuy  - señalo una de las mucamas - Si busca a la señorita, esta en su alcoba, al parecer tuvo algunos problemas con el cuarto de baño y dijo que a usted no le incomodaría – le indico la jovencita


 


-            Vaya  - volvió a sonreír, mientras avanzaba hacia el lugar que le había mantenido preso por mas de 2 años, el mismo lugar donde habían planeado todo, era una suerte que decidieran limpiarlo el día anterior  - estará lista? – interrogo de nuevo con impaciencia.


 


-            Heero – la voz chillona de su prometida le hizo saber que si lo estaba – que te parece mi nuevo vestido?,  lo mande hacer en L2, hace 6 meses y creí que nunca llegaría- señalaba, mientras giraba mostrando un modelo realmente extraño, planeado obviamente para que nadie le opacara, ni en talle ni en texturas, al parecer estaba hecho de una combinación de seda y licra rosa que se ajustaba a sus movimientos  demostrando el cuerpo totalmente desarrollado de la pacifista, que además remarcaba dos de sus mejores atributos – como ella decía – pues los escotes en la espalda y frente eran realmente generosos y debido a su corte transversal, también mostraba parte de sus muslos y quizás un poco mas si ella así lo decidía


 


-            Me parece que te queda maravilloso – le dijo mientras depositaba un apasionado beso en sus labios – Pero creo que ahora seré yo quien opaque tu belleza – mirándola con ternura – después de todo debo asistir con el uniforme - expreso mientras la tomaba por el talle para besarla nuevamente


 


-            Eso no será problema, después de todo esa es parte de la razón por la que hoy es un día especial – agrego feliz mientras le tomaba del brazo y le hacia avanzar a su lado para dirigirse al salón de eventos en el cual se realizaría la cena en su honor


 


Una vez ahí, Heero se había encargado de lucir a la mujer que le acompañaba, cosa que no era realmente difícil, puesto que desde su ingreso varias miradas masculinas estaban devorándola, al parecer el modelito que le había sugerido Hilde había funcionado a la perfección


 


-            Teniente Yuy – Escucho a sus espaldas – Es un placer verlo por aquí, pero sobre todo verlo acompañado de una belleza tan exquisita – señalo uno de los sargentos del nivel 6 de seguridad, mientras besaba la mano de la joven rubia, al parecer hasta los miembros mas insignificantes habían recibido una invitación


 


-            Dermeail, usted siempre tan galante – señalo con una sonrisa coqueta al ver que Heero se alejaba un poco de ella


 


-            Y usted tan bella como siempre – señalo depredadoramente mientras comenzaba a acercarse a ella


 


A Reelena le agradaban esa clase de miradas, por que le demostraban todo el poder que podía tener con tan solo una sonrisa, pero lo  mejor de todo era que un solo gesto de incomodidad de su parte y Heero saldría a defenderla, no por nada se había encargado de ser su única obsesión


 


-            Lo mejor será que avancemos – señalo el joven con un gesto de inconformidad en su rostro  - después de todo el Coronel Treaize aun nos espera – volviendo a colocar el brazo de la joven bajo el suyo


 


-            Fue un placer saludarle sargento – se despidió la rubia al ver el rostro ceñudo de su pareja – Heero – hablo en tono meloso – Estas molesto? , te juro que yo no hice nada para que se comportara de esa forma – señalaba tristemente la joven – tu sabes que yo nunca te engañaría, verdad?


 


A Heero esa charla comenzaba a irritarle, el que estuviera o no coqueteando con el, no era algo que le molestara realmente, incluso hubiera estado feliz si la hubieran alejado de el por unos cuantos minutos


 


-            Heero… - escucho a su acompañante – es que no piensas dirigirme la palabra en lo que resta de la noche? – interrogo suavemente la joven – prometo no dejar que vuelvan a molestarme, además contigo a mi lado no creo que nadie sea tan tonto como para enfrentarse a mi futuro esposo – sonriéndole


 


Reelena comenzaba a perder la paciencia, hacia mucho tiempo que Heero no la hacia humillarse de esa manera y el que lo hiciera frente a tanta gente realmente la estaba irritando, estaba a punto de desistir en su intento, cuando una sonrisa traviesa, cruzo por los labios de Heero, esa era la señal que esperaba, así que se coloco  a su lado y lentamente se acerco a su oído y mientras jugaba con el le susurro sensualmente  – Me disculparas  - mirando de reojo las reacciones de su amante, sabia de sobra que un solo movimiento de esos le había funcionado para tenerlo y que aun seguían siendo su punto  mas débil - prometo … -  intento decir algo mas, pero las manos fuertes de Heero la habían tomado por la cintura solo para colocarla frente a el y de esa forma besarla de forma deboradora


 


-            una vez mas lo había dominado -  pensó para si misma


 


Sin embargó, la finalidad del beso de heero había sido otra totalmente, pero aun no era el momento para descubrirse, aun no…


 


-            Miren nada mas, si son la pareja mas envidiada por todos – escucharon una voz proveniente de las escaleras, sin duda se trataba del hombre mas importante en las fuerzas terrestres, Treaize Krushrenada


 


-            Señores – tocando su copa para atraer el resto de la atención – Me da mucho gusto presentarles al nuevo y mas joven de los tenientes del área de seguridad 1 - señalando hacia donde se encontraban - Heero Yuy – aplaudiéndole


 


-            Pero – hablo nuevamente para recuperar la atención de todos sus invitados - No es solo por eso que muchos de los que estamos aquí le envidiamos – agrego descuidadamente – si no mas bien por la belleza que le acompaña desde hace mucho tiempo y con la cual esta por contraer nupcias, la señorita Reelena Darlian, nuestra representante pacifista – volviendo a aplaudir, mientras les indicaba que se acercaran para que los demás les vieran


 


-            Agradezco su amabilidad, pero no era necesario que usted prepara todo esto solo por nosotros  – señalo fríamente el joven de ojos cobaltos, mientras abrazaba posesivamente por la cintura al objeto de tantas envidias como el llamaba a Reelena


 


-            No tienes por que, además, en algo tienes razón, esta celebración inicialmente había sido concebida solo  para festejar los ascensos, pero en cuanto me entere que el famoso escritor Christopher Demond, se encontraba en la ciudad, decidí que seria una buena oportunidad para presentarlo en nuestra ciudad


 


Las palabras dichas por Traize, realmente le habían tomado por sorpresa – su corazón latía desesperadamente - seria acaso que se atrevería a asistir?


 


- Vaya, me encantaría conocerlo, sus libros han demostrado un concepto tan personal de la guerra con las colonias – señalaba admirada la joven rubia


 


-            Por desgracia – el tono de decepción empleado por el anfitrión le hizo volver a depositar su atención en la conversación -  el recibió una llamada muy temprano y salio sin informar a nadie que era lo que ocurría, al parecer estará de regreso por la mañana, así que no contaremos con su agradable compañía hasta después de su boda – sonrió amablemente


 


-            Oh  - señalo decepcionada – espero que le haya hecho participe de la invitación, me encantaría que se encontrara presente en ese momento,  no piensas lo mismo Heero? - interrogo alegremente la joven


 


-            Claro  - sonrió – será un placer verlo ahí, ahora si nos disculpa, creo que hay mas gente que desea ver a mi linda novia – agrego orgullosamente


 


-            Adelante – señalando el paso – pero debes vigilarla bien o podrías salir sin ella – agrego maliciosamente sin obtener respuesta de la pareja


 


Después de casi 2 horas de soportar los abundantes comentarios mal intencionados respecto a su relación con ella decidió buscar un lugar donde pudiera pensar un poco y alejarse de toda la pedantería e hipocresía que abundaba en el salón,  era por eso que llevaba cerca de media hora parado en aquel lugar, mirando a la nada.


 


-            Realmente pareces ansioso -  tan ensimismado estaba en sus pensamientos que no noto, que tenia compañía


 


-            Que haces aquí? – señalo indiferente a la pregunta antes realizada


 


-            Salí de paseo, como hay tanta gente en el salón supe que estarías en una de las terrazas, así que me escabullí hasta aquí – señalo alegremente  – o es que acaso no deseas verme?, por que si es así  - no pudo terminar la frase por que unos labios ya se encontraban cubriendo los suyos, demostrándole que el joven frente a el no solo deseaba verle


 


-            Heero, Heero – se escucho una voz aguda que se acercaba hasta donde estaban


 


-            Debes cuidar tus acciones – expreso mientras se alejaba – pero sobre todo aléjate de los que te conocen, aléjate de Dermail – señalo en forma de advertencia


 


-            Lo haré , no tienes que preocuparte – respondió con una sonrisa en los labios, mientras lo veía alejarse con su “ prometida “ del brazo


 


-            Donde te habías metido, hay mucha gente que pregunta por ti, incluso hay reporteros que están esperando por una foto nuestra – señalo emocionada la joven


 


-            Salí a respirar un poco de aire fresco – mintió – así no tendrás que preocuparte por mi – le dijo al oído mientras depositaba un beso en la curvatura de su cuello


 


-            Entiendo – señalo tranquila, mientras le llevaba de un lado a otro, demostrándole a propios y extraños, que realmente había conseguido el corazón del primer piloto gundam


 


El resto de la noche fue tan divertido como viajar en metro a la hora pico, para Heero las horas pasaban cada vez con mas lentitud, estaba ansioso de que llegara el siguiente día, el hecho de imaginar su rostro cuando pasara todo, definitivamente esos 2 años habían valido la pena


 


********************


La mañana había llegado sin contratiempo para nadie, incluso muchas de las adineradas familias del lugar aun se mantenían descansando para el gran evento vespertino.


 


Sin embargo, la historia que se contaba en la casa Darlian era totalmente diferente, en ella desde las primeras horas de la madrugada los empleados corrían de un lado a otro, buscando, acomodando y cumpliendo cada uno de los detalles que Reelena había mencionado el día anterior, para ella todo debía ser perfecto, no solo por que era la única mujer realmente aceptada en la política, si no también por que este evento finalizaba su capricho mas difícil … Heero.


 


A veces se preguntaba que hubiese sido de su vida sin una obsesión como el , tal vez ahora estaría completamente aburrida de su vida, la cual compartiría con algún vejestorio como Dermail, lo cual no era tan molesto para ella, por que además de darle aun mas poder le permitiría controlarle, después de todo si había domado al piloto del 01, el seguramente seria mucho mas manso que un cordero, tal vez después de su divorcio, seria  una buena opción…


 


-            Toc, toc, toc -  el sonido en su puerta la saco de sus pensamientos – adelante


 


-            Señorita Reelena, disculpe que la interrumpa, pero acaba de llegar este paquete y al parecer contiene algo que usted necesita – expreso una de las tantas mucamas que había contratado solo para tentar a Heero


 


-            Déjalo sobre la cama – señalo indiferente


 


-            Pero me dijeron que era parte de la tradición y que usted debía verlo antes que nadie – insistió la joven


 


-            Esta bien – levantándose del lugar en el que estaba – ahora vete y cierra la puerta – ordeno mientras la veía salir de la habitación, que seria tan importante como para que requiriera su atención a tan temprana hora


 


Sin mucho preámbulo tomo la carta que se encontraba en la superficie del paquete y comenzó a leerla, su contenido, no era algo diferente a lo que se esperaría, viniendo de alguien tan despechado, lo que realmente le sorprendía era lo que parecía contener la caja, pues según lo escrito era un ramo de flores para acompañar su vestido, era increíble que se atreviera a enviarle algo así, pero que mejor para demostrar su poderío que el salir con el en las manos….


 


Descubrió la caja, sin  mucha ceremonia, incluso algunas de las esquinas se encontraban ahora totalmente destrozadas, por culpa de su impaciencia, el contenido de la caja era algo que jamás había visto, esas flores eran realmente hermosas y el olor que desprendían era sumamente atrayente, de no ser por el color violeta que le recordaba los ojos de esa persona, ella hubiera podido declararlas como perfectas


 


-            Toc, toc, toc – nuevamente llamaban a su puerta


 


-            Que sucede? – pregunto antes de abrir


 


-            Ah llegado su asesor personal señorita – escucho del otro lado de la puerta


 


-            En un momento abriré – dijo, mientras guardaba el ramo en la caja y lo colocaba frente a su espejo


 


-            Disculpe el haberlo hecho esperar es solo que … - la persona frente a ella no era Noin su maquillista habitual  – quien es usted? – pregunto a la joven rubia de ojos verde azulados.


 


 


-            Mi nombre es Mizuki y Noin me pidió que le sustituyera en este evento, puesto que tuvo que salir urgentemente de la ciudad por motivos personales – miro la desconfianza en la joven – incluso me entrego esto para usted – extendiendo un pedazo de papel


 


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Mi querida señorita Reelena, lamento mucho el no poder asistirla como siempre, sabe de sobra que hubiese estado encantada de compartir con usted la culminación de su pequeño plan, pero no se preocupe, que me e encargado de enviarle a la mejor de la rama en los alrededores, ella es Mizuki y estoy segura de que hará muy bien su trabajo, además de que lo que usted le diga permanecerá en total secreto.


 


atte. :


 


Noin


 


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-            Vaya – suspiro – pues entonces lo mejor será que entres e inicies con tu trabajo – señalo permitiéndole el paso – espero que realmente seas confiable


 


-            Lo soy, no lo dude señorita- sonrió amablemente


 


Dos horas después Mizuki había terminado de maquillarla y estaba dando los últimos retoques al peinado, pero su rostro demostraba su continuo desagrado, cosa que no paso desapercibida por la joven


 


-            Que demonios ocurre? – pregunto exasperada de ver al joven acomodarle una y otra vez el mismo mechón


 


-            Lo lamento señorita, pero es que me parece que falta algo, algo que le de un toque natural a su imagen - respondió


 


-            Natural? – pregunto sorprendida


 


-            Si – señalo alegremente la joven – algo como un arreglo, no se si tan solo tuviéramos una flor… - murmuro mas para si misma que para ella


 


-            Una flor – repitió la joven – algo como esto – señalando la caja  con el ramo de flores violetas en su interior


-            Son perfectas – sonrió luminosamente – pero como consiguió estas flores?, por lo que se suelen ser muy costosas y difíciles de cultivar – comento mientras aspiraba el aroma de la misma


 


-            Son un regalo – respondió indiferente


 


-            Vaya – expreso sorprendido – es probable que la persona que se las envió la estime por alguna cosa, pues solo suelen darse cuando uno siente admiración - recalco la ultima frase


 


-            Admiración – se repitió a si misma - así que el idiota trenzado la admiraba, bueno si ese era el caso, no tenia por que no llevarlas consigo o si?, además eso le confirmaría a todo el mundo que era amante de la naturaleza – pensó mientras tomaba el ramo y comenzaba a aspirar ese aroma que le había encantado desde que las tuviera en sus manos


 


-            Listo – señalo sonriente la joven – a quedado usted preciosa, estoy segura que este día será de los mas importantes en su vida – sonrió mas ampliamente mientras tomaba sus cosas y salía de ahí sin esperar una respuesta de la joven, que ahora parecía perdida en si misma


 


-            Ahora solo debo llamarle y decirle que todo esta listo  – murmuro antes de cerrar completamente la puerta y alejarse del lugar


 


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-            Ring, ring, ring – sonaba continuamente el teléfono


 


-            Diga – contesto una voz adormilada


 


-            Todo marcha a la perfección – fue lo único que escucho del otro lado de la linea, antes de que esta dejara de establecer una conexión… ahora solo faltaba que Quatre hubiera realizado bien su parte, consiguiendo que usara el ramo.


 


Pero mientras tanto debía arreglarse para presentarse como el hombre triunfador en el que se había convertido…


 


******************


 


Pasaban de las 6 de la tarde, la hora perfecta para una reunión social tan importante como esa, dentro de la mansión, se podía observar el continuo correr de los reporteros, el nerviosismo de los invitados, la furia de varios jóvenes al reconocer que jamás serian competencia para alguien como el teniente y por supuesto la complicidad implícita entre 5 jóvenes espectadores…


 


-            Dime Yuy, como es que conseguiste enredarte en esto? – preguntaba con aparente desinterés el licenciado que había llegado para celebrar el matrimonio civil


-             


-            Tu eres el que me lo pregunta?,  no eres acaso el que se a casado en 8 ocasiones solo por seguir sus instintos animales – sonrió tranquilamente al joven de rasgos asiáticos que tenia frente a el


 


-            Eso nada tiene que ver – expreso con desagrado  -crees que esto funcione? – pregunto con seriedad – sabes lo que pasara si fallamos verdad?


 


-            No fallaremos – fue la única respuesta que pudo obtener de el, antes de que se escuchara el grito de una de las empleadas anunciando el descenso de la novia


Reelena lucia un vestido de noche blanco, sin adornos y de manga larga, demasiado sencillo como para haber sido escogido por ella, el maquillaje y el peinado habían sido planificados con una naturalidad impresionante y la flor en el cabello, esa flor de seguro era su pase a la victoria o a la derrota…


 


En cuanto descendió las escaleras, fue recibida por un sonriente Heero que vestía un traje azul, decorado sencillamente con dos insignias en su brazo derecho.


 


Para ella había sido bastante desagradable tener que admitir que se casara con el traje de teniente, ya que dado el corte y los pocos adornos  que contenía, ella tampoco podía lucirse como siempre, era por eso que llevaba ese horrible vestido, sin embargo la maquillista le había dicho que el ramo de flores enviado por su antiguo rival había destacado mucho la sencillez de su arreglo haciéndola lucir aun mas joven y fresca de lo que ya era; ese comentario había ayudado mucho a su continuo ego,  así que ya no era algo que le molestara tanto


 


La ceremonia se llevo a cabo de forma rápida, demasiado rápida para muchos, pero dado la palidez, diaforesis y poca coordinación que sentía Reelena en ese momento pareció no notar el transcurso del tiempo hasta que fue felicitada por todos los que ahí se encontraba


 


-            Me alegro de que culminaras con tu capricho – escucho a su espalda, mientras intentaba  acercarse a Heero, para pedirle que la sacara de ahí


 


-            Quien podía ser tan insolente como para hablarle así en su propia casa – volteo solo para encontrarse con unos ojos violetas que le miraban con burla


 


-            Que haces aquí? – pregunto secamente


 


-            pensé que tu misma me habías invitado – sonrió sacando una de sus invitaciones de la bolsa de su saco – en fin, no importa yo solo vine a devolverte esto – extendió la mano para entregársela, pero cuando estuvo a punto de tomarla, se limito a partirla en dos partes y avanzar hacia ella y murmurarle burlonamente  – Esta vez seré yo quien disfrutare del espectáculo  - sonrió mientras se alejaba de al pareja y se aseguraba que ninguno de los invitados hubiese notado la escena, ahora todo dependía de Trowa


 


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Trowa, había recorrido toda la biblioteca buscando el maldito casset del que había hablado Heero, pero tal parecía que esa mujer era mas astuta de lo que esperaba, pues la caja fuerte que lo contenía estaba cerrada con 3 combinaciones diferente y  eso realmente no le ayudaba….


 


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Fuera de ahí la fiesta se estaba celebrando con demasiada naturalidad, si esto continuaba así, jamás podrían deshacerse de ella…


 


debía hacer algo… y pronto…, pero que?, ya la había provocado bastante cuando se acerco a ella, pero al parecer la droga en las flores no había hecho efecto totalmente…


 


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-            Eureka – sonrió feliz el cirquero, mientras obtenía la cinta y se encontraba además con otras que probablemente le servirían aun mas a Duo…


 


Ahora solo debía llevárselas a Quatre y esperar que el estimulante funcionara


 


Rápidamente tomo sus cosas y salio en busca del rubio que le esperaba en la parte menos sospechosa de la casa, la habitación de Reelena


 


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Duo se encontraba cada vez mas inquieto, fingiendo interés en las platicas de aquellos hombres que le rodeaban, al parecer el haber escrito esos libros realmente le habían dado credibilidad y fama


 


-            Joven Christopher, me alegra que pudiese asistir – señalo alegremente uno de los sargentos de la zona 3 – espero que ya haya felicitado a los novios… estoy seguro de que la señorita - sonrió – señora Yuy estará feliz de conversar con usted, es una gran admiradora suya  – le dijo mientras lo tomaba de la mano y lo acercaba nuevamente a ella


 


Esto realmente no funcionaria, en cuanto ella supiera que el escritor que admiraba y el eran la misma persona, se encargaría de hacer un escándalo en su contra, debía hacer algo  y rápido, si quería seguir teniendo la ventaja, pero……


 


En ese momento una de las paredes del salón en el que se encontraban comenzó a exhibir una cinta en la cual  se mostraba a Reelena en cada una de sus peores facetas,  desde la cruel y despiadada hasta la coqueta controladora que mantenía encuentros secretos con varios de los presentes en la boda, para Heero y Duo, esto era realmente una sorpresa, ya que ellos esperaban solo la primera parte


 


Varios gritos de indignación se dejaron escuchar en el salón, varios de los presentes habían terminado con las mejillas rojas y otros mas miraban con recelo a la joven que les había seducido tan fácilmente


 


Para Reelena el panorama no era mucho mejor, la continua sensación de mareo y nauseas que tenia desde la mañana se había incrementado al ver su imagen publica destruida por videos que había comprado a elevados precios y que mantenía ocultos en … un momento como es que alguien haba accedido a ellos, nadie era capaz de descifrar esas claves en tan poco tiempo, nadie menos…


 


Rápidamente busco por todo el salón a aquel que le había ocasionado tantos disgustos antes y que aun ahora continuaba siendo su peor dolor de cabeza, pudo ubicarlo rápidamente entre las mujeres que mostraban varias emociones en sus rostros


 


-            Tu …. – grito tan fuerte que todos volvieron a mirarla – solo tu eres capaz de hacerme algo así – señalándolo


 


-            Reelena debes calmarte – hablaba Heero, mientras intentaba abrazarla


 


-            Eres su cómplice no es cierto? – mirándolo acusadoramente – ustedes jamás dejaron de verse? – rechazando cualquier toque


 


-            De que hablas? – pregunto confundido al ver la actitud de su ahora supuesta esposa


 


-            Hablo de ese maldito de Duo Maxwell – señalando nuevamente al joven trenzado que le miraba con sorpresa


 


-            Señorita Reelena – hablo el licenciado que le había casado – usted esta completamente equivocada – agrego tranquilamente – el joven que usted señala, no es nadie mas que Christopher Demond, el famoso historiador


 


-            Mentira… - volvió a gritar –  maldito, por eso no te encontré nunca, cambiaste tu nombre y profesión – acercándose a el con claras intenciones de golpearlo – eres … - no pudo continuar con su frase pues un repentino desvanecimiento la había hecho caer frente al historiador.


 


-            Por dios – exclamo el joven de mirada violeta – Ayúdenme a levantarla por favor – rogó a varias de las personas que le rodeaban hasta que uno de los reporteros y su esposo se acercaron a ella con intención de llevársela de ahí


 


-            Les pido que se retiren – hablo con voz quebradiza el ahora teniente – por ahora lo mejor para ella es que descanse


 


-            El señor Yuy tiene toda la razón – apoyo el historiador  - además nosotros ya no tenemos nada que hacer aquí


 


Como respuesta solo obtuvo un asentimiento por parte de las pocas personas que aun permanecían en el lugar, al parecer las cosas habían resultado tal cual lo habían previsto…


 


Ahora solo debía salir de ahí y anunciar su viaje a la India, ya Heero se encargaría de separarse de ella, después de todo ahora tenían suficientes pruebas como para hacerlo.


 


************************************


Al día siguiente Duo se disponía a partir con rumbo desconocido aparentemente, cuando recibió una visita inesperada, frente a su balcon se encontraba Heero esperando que abriera


 


-            Que haces aquí? – pregunto con sorpresa – deberías estar cuidando a tu … - nuevamente le había dejado sin habla al cubrir sus labios con los suyos, en un beso suave, sin demandas


 


-            Ella se marcho de la ciudad – le dijo mientras continuaba besando su rostro – al parecer el material que Trowa y Quatre encontraron fue demasiado


 


-            Eso no explica el por que estas aquí? – pregunto mientras fingía separarse de el


 


-            No es obvio? – beso nuevamente sus labios, pero esta vez de forma mucho mas apasionada, deseando con eso romper por completo su resistencia


 


-            No … - respondió en un susurro


 


-            Eh cambiado los planes…. – le dijo mientras besaba su cuello y comenzaba a desabotonar su camisa


 


-            Como … -  la sorpresa le había sacado de ese hechizo en el que Heero le sometía siempre – por que? , que cambios has hecho? – pregunto mientras se acercaba a la puerta y se aseguraba que no hubiese nadie


 


-            Simple  - expreso mientras se sentaba en la cama – ya no necesito ser Heero Yuy… y tu estas apunto de casarte con Estephano de Martino no es así


 


-            Aja… - respondió aun sin entender, mientras se acercaba a el


 


-            Simple, ahora que ella se a marchado y ya que yo no necesito nada de lo que a dejado, puedo irme sin remordimientos e iniciar de nuevo – acariciando su rostro – al igual que tu


 


-            Pero y tu nombramiento – interrogo con tristeza – se cuanto luchaste por el, se que lo deseas mas que  – un dedo en sus labios le había impedido proseguir


 


-            Solo deseo olvidar todo esto e iniciar de nuevo – sentándolo sobre sus piernas – estas dispuesto a aceptar a Estephano en lugar de a Heero – besando nuevamente sus labios y explorándole lentamente


 


-            Creo que podría acostumbrarme – sonrió mientras se dispuso a disfrutar de su ultima noche en esa ciudad


 


Al final de cuentas,  esos dos años de jugar al amante, le habían resultado mucho mas productivos y emocionantes que todo el tiempo que permaneció como la pareja oficial de ese testarudo joven que ahora comenzaba a desvestirle….


 


 


FIN


 


Este es el primer fic que me animo a publicar y lo escribi para una apuesta, se que no es muy bueno, pero mi querida amiga Noriko ( Luz )  insiste que los pocos que e escrito son lindos, asi que me gustaria saber que es lo que piensan acerca de esta novata escritora…


 


( Por cierto… Ayumi espero que puedas leerlo y me des tu opinión…. )


 


Ja ne


 


Shinigami (Ely – chan )


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