Los niños de la Tierra: Salvación por Zoe Wayne

Gracias a Giselle por betear ^^ 

Atención: Torchwood (y todo su mundo) pertenece a Russell T. Davies y a la BBC (Por desgracia) esta historia es para entretener, no se gana ningún dinero con ella


Los niños de la Tierra: Salvación



—¡Lo estás haciendo otra vez!—Gritó Ianto girándose hacia Jack plantándole cara y reprimiendo las terribles ganas de llorar que tenía, de ir corriendo hacia su amante y pegarle un puñetazo en su espectacular cara. 

De chillarle y exigirle que fuera sincero, de… 

Lanzarle toda su angustia, decepción, furia y tristeza.

Sintiéndose idiota a la vez que desamparado y solo porque tenía la certeza de que el hombre que amaba no existía. 

De que todo lo que había conocido de Jack era parte de esa fachada llamada Capitán Jack Harkness. 

Nada era verdadero. 

Todo era una sarta de engaños y manipulaciones. 

Al girarse “ese desconocido” (porque en ese momento no sabía cómo llamarlo) vio ese impenetrable muro que se levantaba a su alrededor. 

—¡Háblame, Jack! ¿A dónde vas?— Fue capaz de decir tragándose todos esos sentimientos que le carcomían las entrañas. 

Su voz había sonado demasiado necesitada, vulnerable, pero no le importó. 

Porque el muro se tambaleó por un instante y Jack se detuvo, bajando el rostro avergonzado, seguramente, y cerrando los ojos para tomar fuerzas. 

—A llamar a Frobisher. No puedo hacerlo desde aquí— Le explicó girándole manteniendo la fachada. 

Las distancias.

—Porque podría rastrear la llamada. ¿Puedo?— Le preguntó ese último con reproche y hasta violencia. 

Ianto movió las cejas analizando las palabras y al no comprender por qué Jack tenía que hacer esa llamada exclamó “Tú eres el jefe” 

—Y sólo por eso sabes que tengo una hija llamada Alice y un nieto llamado Steven y Frobisher los secuestró ayer— Soltó entonces la bomba. 

Luego al encontrarse sus miradas sólo descubrió frialdad. 

Jack se marchó segundos después dejándole solo con esas palabras afiladas que se le clavaron en el corazón como puntiagudos alfileres.

Lo vio irse sin decir nada más 

Alejándose paso a paso, ampliando ese abismo entre ellos, sabía que lo había perdido. 

En ese momento lo supo. 

Si es que Jack alguna vez había sido suyo. 

“Nunca” Pensó sin poder moverse, aún observando el vacío delante suyo que era un reflejo de su interior. 

Entonces tras unos interminables segundos, algo pasó: “¡Ianto!” Escuchó la voz de Jack y al girarse de nuevo hacia el otro lado se lo encontró a dos palmos de su persona.

Este parpadeó al cruzarse sus irises porque Jack parecía diferente, cambiado. Lo estaba mirando con dolor, tristeza, arrepentimiento…

Amor 

Como si le estuviera pidiendo perdón sin palabras —Lo siento…— Susurró casi con temor entonces y antes que de Ianto pudiera abrir boca para responderle lo estaba besando con todo su ser, como si hiciera décadas que no lo hacía, atrapando sus labios con ansia y energía, devorándolo con la lengua hasta hacerlo gemir y oscilar como una hoja al viento entre sus brazos. 

Su aroma lo invadió embrujándole, su sabor y pasión lo encendió desde dentro hacia afuera, eliminando todo sentimiento negativo. 

Y al encontrarse de nuevo sus miradas Ianto comprendió lo que estaba sucediendo. 

—Jack— Exclamó sin poder apartar los irises 

—Shh— Dijo este con ojos brillantes alzando su mano izquierda hacia sus labios para hacerlo callar, luego deslizó los dedos por estos hasta acariciar su barbilla y cuello lentamente, despacio… 

Haciéndolo temblar de nuevo mientras Jack con su otra mano tocaba su corazón. 

—No digas nada, no tenemos tiempo…— Le suplicó con voz ronca, tocándolo casi con devoción. — Pase lo que pase... —Susurró acercándose de nuevo consiguiendo que sus labios acariciaran su oreja levemente, después siguió hablando…

Y cuando su pulsera comenzó a pitar, Jack supo que su tiempo se había terminado — ¡Recuérdalo! —Exclamó afectado caminado hacia atrás, entrelazando sus manos por unos segundos temeroso de soltarlo, de encontrarse con su mirada otra vez, ya que vería todo aquello que nunca se había atrevido a decir—Ianto Jones…— Le dijo cuando sus irises impactaron al fin —¡Te amo! — Exclamó con sentimiento, luego al tocar el dispositivo de su pulsera, simplemente desapareció. 

—Jack…—Gimió entonces Ianto haciendo un esfuerzo titánico para no llorar — Cómo he podido dudar de ti…— Continuó hablando paralizado, conmovido, demasiado afectado como para dejar de mirar al frente, después bajó la cabeza y cuando vio una mini mascara antigas solo para la nariz en su mano derecha, las lagrimas llegaron al fin —Te amo demasiado…—Le confesó pero Jack ya se había ido

Luego sujetándola con energía se permitió sonreír porque sabía que tendría toda la vida por delante para decírselo. 



¿Fin? 


Hola a todos

Aquí esta mi tercera y última versión de este fic. La verdad es que he tenido problemas para expresar lo que quería explicar… será porque no soporto la tercera temporada de Torchwood ¬¬ y en mi versión anterior puse la Celda holográfica (El artefacto que sale en el capítulo 1x02 “El primer día”) porque pensé que se entendía que realizaría la función de mascara antigas… pues no 

Lo cierto es que la muerte de Ianto es tan estúpida como el hecho de que Jack, Ianto o Gwen no pensaron que necesitarían algún tipo de protección extra contra los 456… ¡Una simple mascara le hubiera salvado la vida!


¡Muchas gracias por leer!


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Zoe Wayne