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ANGEL O DEMONIO por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo me gusta hacerlos sufrir muajaja

Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!!!!!!, volví

Esta es una historia en donde la idea m ha dado vueltas la cabeza por mucho tiempo, es un one shot, espero que les guste

ANGEL O DEMONIO

 

Capítulo único.- Las apariencias engañan

 

Era Haloween y había una fiesta por todo lo alto en el Gimnasio de una de las Secundarias de Tokio, los revoltosos estudiantes de los últimos años habían conseguido con éxito dejar fuera de combate a los profesores tutores y ahora habían podido llevar al salón varios barriles de cerveza y muchas botellas de variados licores y todos lo estaban pasando bomba, en una de las esquinas estaban los dos mejores amigos en el mundo, Aioria y Milo, los chicos estaban tomándose unas cervezas y charlaban amenamente, Milo era el capitán del equipo de basketball por lo que era alto, atlético, de cabello azul algo largo, ojos azules y una sonrisa muy sensual, Aioria era un poco mas fornido que su amigo, estaba en el equipo de lucha, tenía los cabellos castaños claros y cortos, los ojos cafés y una sonrisa tierna, ahora estaba vestido de enfermero y su amigo de pirata

 

- Osea que es en serio? – preguntó el castaño dando un sorbo a su bebida

- Si… cuántas veces tengo que decírtelo, Camus ya no representa nada para mi, él fue el que quiso terminarlo todo y si quiere enredarse con ese estúpido pues que le aproveche

- Yo creo que estás ardido – dijo el enfermero en tono algo burlón

- Ardido tu culo – respondió Milo agresivamente lo que hizo reír a su amigo

- Con mi culo no te metas

- Nahh… no eres mi tipo, además te conozco demasiado bien y lo que es peor, tu me conoces demasiado bien a mi, lo nuestro nunca funcionaría

- Tu tampoco eres mi tipo, pero hablando de eso yo creo que necesitas un cambio de aire, Camus te ha chupado la vida los últimos seis meses, necesitas ampliar tus horizontes y yo tengo el remedio para eso, sabes que hoy en la noche vi una belleza que estaba medio escondido junto a los graderíos, como no sabía quien era por ahí me puse a averiguar y resulta que hay dos hermanos que recién empezaron estos días en el Colegio y vinieron hoy en la noche a la fiesta, mira aquel es el hermano mayor – Aioria señaló a un muchacho de cabellos y ojos azules pero su aspecto era imponente, alto y atlético de mirada dura, estaba usando un traje de cazador y caminaba por el salón como evaluándolo, no hablaba con nadie pero atraía las miradas de varios chicas y chicos

- No no no no, ese es tu tipo no el mío, a mi no me gustan así grandotes – dijo Milo meneando suavemente su cabeza y bebiendo un poco de su cerveza

- No es tan grande, yo soy mas grande que él, pero te estaba hablando de su hermano que es aquel, si lo vez? – Aioria señaló ahora a un muchachito de cabellos y ojos verdes que estaba vestido de ángel con una túnica hasta las rodillas, sandalias doradas, alas en su espalda y un halo en su cabeza, el jovencito que no podía tener mas de 15 años sonreía algo tímido y solo negaba con la cabeza cuando Shura, uno de sus compañeros de aula, le ofrecía una cerveza, aquel muchachito se veía muy joven y dulce, inocente… todo lo contrario a Camus por lo que Milo sonrió, se acomodó la espada que tenía en el cinto, acabó la cerveza que tenía en su mano y caminó decidido hasta la angelical criatura que ahora se quedaba sola de nuevo al Shura alejarse

 

- Hola… cómo te llamas? – dijo el peliazul parándose junto al joven y apoyando su espalda en la pared

- Ho—hola…

- Yo me llamo Milo, y tu?

- Sh—Shun…

- Shun?, vaya… que lindo nombre, eres nuevo verdad?, dónde vivías antes?

- Ohh… en Alemania

- Vaya… yo pensé que en otra ciudad de por aquí, y que te parece nuestra pequeña isla?

- Bien…

- Ohh… no tengas miedo, yo solo quiero charlar un ratito contigo, te veías tan solito y pues… yo soy del comité de bienvenida a los nuevos alumnos, no habías venido antes verdad?

- Antes?

- Si… no habías venido a clases verdad?

- No… llegamos hoy en la tarde y… mi nissan quiso venir, papá hizo que me trajera

- Eso está muy bien, dime, quieres ir a dar una vuelta por la escuela?, así te familiarizas y la conoces no?

- No lo creo… mi nissan…

- No te preocupes por él, vamos… tenemos una sala de Astronomía muy hermosa y podremos ver las estrellas

- Pero…

- Pero nada, vamos…

 

Milo tomó de la mano a Shun y lo jaló sacándolo del gimnasio mientras Aioria como todo buen amigo estaba distrayendo a Ikky que apenas su ototo había salido del salón ya lo buscaba con la mirada, Shun tenía las manos muy frías y caminaba junto a este peliazul que sonreía y lo llevaba por los desiertos pasillos de la escuela

- Milo… espera, yo creo que debemos volver – dijo el joven algo nervioso

- No seas miedoso Shun, dónde está tu sentido de la aventura? – Milo le sonreía abiertamente lo que le daba algo de confianza y ya no opuso resistencia y se pegó un poco mas al mayor que caminaba con seguridad por los oscuros pasillos

- No lo sé…

- Vamos… no te parece emocionante?

- Nos reprenderán si nos encuentran?

- Solo si nos encuentran… por eso vamos… más rápido…

Milo agarró con mas fuerza la mano de Shun y subieron las gradas hasta el último piso en donde se toparon con una puerta cerrada, Milo sonrió, se agachó y de su cinto sacó lo que parecía una horquilla y con una habilidad única abrió la puerta para entrar a un salón bastante grande que tenía varios pupitres acomodados en un círculo y un escritorio en la mitad, Milo dejó a Shun en el escritorio central y fue hasta el fondo del salón en donde aplastó un botón y el techo se abrió ante sus ojos revelando la estrellada noche, Shun al verlo sonrió

 

- Te dije que valía la pena

- Falseaste la cerradura

- Nahh… eso es fácil, oye, quieres un trago?

- No gracias… no tomo licor

- Ni un poquito?

- La verdad no, pero si tu quieres pues sigue

Milo sacó una botella pequeña de whisky, la abrió y le dio un sorbo, cerró los ojos e hizo una mueca, dejó la botella en el escritorio y se puso a nombrarle las constelaciones a Shun que miraba embelesado las estrellas por lo que no se alejó de Milo que de poquito a poco se iba acercando a él mientras le hablaba casi al oído

 

- Sabes mucho de esto – dijo Shun luego de un rato en el que habían señalado las constelaciones y una estrella fugaz había atravesado el cielo

- Me gusta mucho la astronomía, cuando era niño y me dio varicela mi papá me compró un telescopio para que no me sintiera encerrado en mi habitación, entonces ahí empecé a ver las estrellas, bueno… también espiaba a los vecinos pero principalmente veía las estrellas y la luna, lo encuentro relajante

- Pícaro tu…

- Siempre…

Milo se acercó con la obvia intención de besar a Shun en los labios pero el ángel desvió en el último segundo su rostro y el beso le cayó en la mejilla, Milo sin darse por vencido continuó con un caminito de besos por aquella mejilla hasta llegar a la comisura de sus labios pero ahí el peliverde se apartó

- No me digas que no te han besado nunca? – susurró Milo directamente en la oreja del menor

- No es eso… es que apenas nos conocemos y…

- Eso no tiene nada que ver, hoy en la noche apenas te vi, pues yo… me flechaste por completo, no me digas que no te gusto ni un poquito? – Milo acariciaba la mejilla de Shun y lo miraba a los ojos, Shun solo sonreía algo tímido y jugaba con sus manos

- Si… si me gustas… pero…

- Pero nada, no me digas que tienes novio?

- No… novio no tengo, pero mi nissan…

- Qué con él?

- Es muy celoso

- Bueno… ves a tu nissan por aquí?, no verdad, que mejor manera de empezar tu nueva vida aquí que conmigo a tu lado, cuando bajemos te voy a presentar a todos mis amigos, todo va a estar bien… de veras

- No se

- Necesitas que te convenza

- Cómo me vas a convencer?

- Yo tengo mis medios

 

Milo tomó la mano de Shun y la llevó suavemente a sus labios para besarla, el joven escondió un poco su rostro con su cabello, a Milo este muchachito le parecía por demás sensual, tenía una aire de inocencia que le provocaba corromper de todas las maneras posibles, Shun sonreía y miraba a Milo con picardía cuando el mayor besó cada uno de sus dedos y acabó lamiendo uno de ellos, con esa sonrisa de Shun, Milo se animó y lo tomó entre sus brazos, en verdad que el joven tenía frío, su piel estaba helada, bueno… solo estaba usando una túnica corta y ahora se dejó abrazar y finalmente sus labios se unieron en un cálido y suave beso, los labios de Milo se movían suavemente sobre los de Shun que no necesariamente estaba correspondiendo pero se dejaba hacer mansamente, poco a poco sus movimientos se hicieron acompasados  y sus besos se fueron profundizando hasta que Milo se movió acercando su cuerpo al del menor que se apartó poniendo sus manos en el pecho del peliazul

- Ok., ahora si quiero un trago – dijo el joven y Milo complacientemente le acercó la botella, Shun tomó un trago pero lo escupió haciendo caras, Milo al verlo se rió, seguramente era el primer trago que tomaba en su vida, por eso la reacción y tomó la botella de sus manos para ponerla en el suelo junto al escritorio, Shun se iba a limpiar la boca pero Milo lo detuvo, se acercó y lamió la comisura de sus labios que sabían a whisky y enseguida buscó sus labios para devorarlos a lo que el peliverde no se opuso y con mas confianza se entregó a los pasionales besos de Milo

 

El peliazul tomaba de la cintura el delgado cuerpo de su compañero y lo pegaba al suyo propio mientras que con la otra mano lo tomaba de la nuca buscando profundizar el beso, Shun tenía ambas manos apoyadas en el pecho de Milo, no lo estaba empujando, a Milo le daba la impresión de que buscaba calor, el mayor le zafó el broche que sujetaba las alas y Shun abrió los ojos y se paralizó rompiendo el beso

- Tranquilo, quiero quitarte las alas para poder ponerte mi capa, estás helado – dijo el pirata pasando sus manos por los hombros y brazos del muchachito que en verdad tenía helada la piel

- Siempre estoy helado – Shun sonrió y se encogió de hombros

- Hasta hoy, yo calentaré tu piel

- No lo dudo… tu eres muy cálido… todo tu, irradias calor, eso me gusta, y mucho – Shun jugueteaba de una manera muy sexy con los botones de la camisa del pirata sin zafar realmente ninguno, todo este juego era muy divertido y excitante, la inocencia del ángel era solo apariencia y mientras mas tiempo pasaban juntos mas el pirata lo podía comprobar

- Me alegro – Milo sonreía de una manera muy sensual y le guiñó un ojo a Shun que rió con ganas

Ya sin resistencia el pirata le sacó las alas al ángel y le puso su capa para protegerlo del frío aunque tenía muchas ideas mucho mas pecaminosas para que el joven entre en calor, cuando le anudó el lazo en el cuello lo volvió a tomar en sus brazos para seguir en donde se quedaron con la diferencia que ahora esa dulce boca se abría dando paso a su lengua que la recorrió entera deleitándose en su sabor, Shun correspondía muy bien a sus besos, tenía una forma de mover la lengua muy sensual, sin prisas, como si tuviera todo el tiempo del mundo, Milo fue el que rompió el beso por falta de aire pero dirigió sus labios al cuello del menor que ahora estaba enredando sus dedos en la azul cabellera y echaba su cabeza para atrás brindándole mas acceso a su compañero que caminó con el joven en brazos hasta apoyarlo en el escritorio e intentó recostarlo pero Shun no lo permitió

 

Milo hizo un puchero y Shun rió pero se sentó en el escritorio y abrió sus brazos, Milo sin necesitar mas invitación buscó esos labios carnosos que lo enloquecían y muy suavemente se acomodó entre las piernas del menor y pegó sus cuerpos sin romper el beso, Shun rodeaba el cuello de Milo con sus brazos mientras que el mayor lo estrechaba contra su cuerpo y le acariciaba la espalda, las cálidas manos de Milo recorrían suavemente el cuerpo del menor que besaba como los dioses y se movía muy sensualmente, cuando el beso se rompió el peliverde lamió la oreja del peliazul lo que lo hizo estremecer y se arqueó un poco al sentir el suave toque de esas cálidas manos en su pecho, Milo acariciaba los endurecidos pezones del menor que por el frío eran notorios aún por debajo de la fina tela de la túnica, Milo estaba fascinado con todo esto, este chiquillo era fantástico, la verdad si se sorprendió cuando Shun lo atrajo mas a su cuerpo cuando rodeó su cintura con las piernas y le empezó a aflojar el cuello de la camisa, pero cuando Milo por segunda ocasión lo quiso recostar en el escritorio el mas joven no lo permitió, solo meneó la cabeza pero sin dejar de sonreír, Milo sonrió también y buscó sus labios nuevamente pero Shun de un salto se bajó del escritorio y se separó de golpe, lucía algo asustado

- Qué pasa?

- Escuché algo – Shun señaló hacia la cerrada puerta que daba al corredor y se acurrucó en el pecho de Milo que prudentemente no se rió y lo abrazó

- Aquí no hay nadie, no te preocupes… - Milo levantó con la mano el mentón del joven para besarlo pero Shun lo esquivó y meneó la cabeza

- No Milo… estoy seguro que escuché algo, puedes ir a ver?

- Claro

 

El peliazul fue hasta la puerta, se asomó por el pasillo pero no vio a nadie ni nada fuera de lo común, se dio la vuelta luego de cerrar la puerta y pasarle el cerrojo y caminó lentamente hasta Shun para tomarlo en sus brazos y besarlo nuevamente

- No hay nadie? – preguntó el peliverde que estaba envuelto cual tamal en la capa de pirata de Milo

- No… no hay nadie – respondió el peliazul con un corto beso

- Estás seguro?

- Si… seguro, nadie nos va a interrumpir

- Ok.,

Milo quiso sentar a Shun nuevamente en el escritorio pero el muchachito le sonrió pícaramente y lo recostó a él, luego cual felino el menor trepó al escritorio, se sentó en las caderas del peliazul y buscó sus labios, Milo estaba en el cielo… se sentía extremadamente bien, el ángel siguió desabrochando sus botones hasta abrir su camisa totalmente, Milo tembló un poquito al sentir las frías manos de Shun que acariciaban su pecho suavemente, el menor besaba su cuello y fue bajando por su pecho y mordió su pezón derecho, Milo sintió un piquetito solamente y luego como la lengua de Shun obraba maravillas en su piel y lo chupaba deliciosamente, el peliverde continuó con su camino de besos hacia el norte y Milo como quien no quiere la cosa aflojaba disimuladamente la cuerda dorada que ceñía la túnica que el joven estaba usando hasta quitársela, luego dirigió sus manos hasta el trasero del joven que saltó un poco pero no se detuvo en lo que estaba haciendo

 

- Mmmm… Shun… mmmm…

- Me deseas Milo? – Shun estaba lamiendo y besando el cuello del mayor que estaba buscando la manera de subirle la túnica para quitársela pero el muchachito no estaba quieto por lo que se le dificultaba la tarea

- Si… me vuelves loco

- Bien…

 

Milo buscó los labios de Shun nuevamente y se unieron en un muy apasionado beso pero… había algo diferente, el peliazul podía probar un sabor extraño, algo metálico, en la boca del menor pero antes de que pudiera pensar mucho en ello Milo rompió el beso y se llevó la mano a la boca, se había cortado la lengua pero no entendía como, Shun se incorporó un poco y miró a Milo de una manera extraña, había hambre en sus ojos, toda la inocencia se le fue en un segundo y sonrió pícaramente, pero su sonrisa no era la misma, ni sus ojos… Milo intentó moverse pero su cuerpo no le respondía, intentó gritar pero ningún sonido salía de su garganta, ante él y en un segundo la angelical criatura con la que había compartido unos muy placenteros besos y caricias había cambiado totalmente, sus bellos ojos verdes eran ahora rojos, en su antes dulce sonrisa ahora se podían apreciar un par de afilados colmillos que resaltaban y había sangre en la comisura de sus labios, su sangre…

- No me equivoqué contigo, eres delicioso – Shun acarició su pecho una vez mas y ahí Milo se dio cuenta que sangraba, hace un ratito cuando Shun lo había mordido en el pecho lo había hecho sangrar y él no lo había sentido, Shun lamió su dedo que tenía la sangre de Milo en él y sonrió - No te preocupes… no te dolerá

Milo se tensó aún mas al sentir las manos de Shun recorrer su pecho hasta acariciar su cuello y voltear su cabeza hacia la derecha y exponerlo ante él, el peliazul cerró los ojos cuando sintió un piquetito en su cuello, de una certera mordida el peliverde había encontrado el punto apropiado y absorbía sin mayor esfuerzo la sangre de su víctima que cada vez se sentía mas débil y sin voluntad, inevitablemente el pirata fue aflojando su cuerpo hasta que quedó cual muñeco de trapo tendido sobre el escritorio a completa merced de aquella infernal criatura

 

Todo era silencio en el aula de Astronomía hasta que de una patada la puerta se abrió y era aquel peliazul que también estaba en el baile vestido de cazador y que traía a cuestas al castaño que llevaba traje de enfermero

- Shun!!!

El aludido solo levantó la mirada y vio como su hermano mayor soltaba el cuerpo de aquel castaño y se acercaba a él

- Guárdame un poco no? – dijo el cazador con una sonrisa torcida

- No… tu ya tuviste el tuyo, este es mío

- Egoísta

- No… solo posesivo

- Bueno, date prisa, debemos irnos

Shun volvió a morder a Milo que estaba perdiendo la conciencia en este punto y solo podía ver el cuerpo de su amigo que lo miraba con ojos vacíos e inexpresivos, a los pocos momentos ya no había vuelta de hoja para el peliazul, ya nada lo salvaría y se perdió en la inconciencia cuando ya no había sangre que bombear y su corazón dejó de latir

 

Mientras Shun se arreglaba su ropa tranquilamente, Ikky tomó el cuerpo de Aioria y el de Milo y los puso en el centro del salón, regó sus cuerpos con el whisky de la botella que Milo había llevado y les prendió fuego, Shun dejó la capa de pirata de Milo por ahí y se volvió a acomodar sus alas

- Te demoraste esta vez Shun… algún problema? – Ikky se interesó, estos últimos días su hermano como que estaba desganado y algo molesto por la mudanza

- No… tenías razón nissan, me hacía falta salir un poco, gracias por traerme – contestó el peliverde con una sonrisa

- Si vez lo que te digo?, te hacía falta un bocadillo joven y tierno

- Bueno eso si, él fue muy tierno, sabes que se preocupó porque creía que tenía frío?

- Ahh los humanos… los humanos…, pero déjame decirte Shun que te expones, te demoras mucho con ellos

- Ya me conoces nissan, me gusta jugar… oye podemos ir a los muelles, aún tengo hambre

- En serio?, ya vamos tres Shun

- El segundo no cuenta, era muy flaco

- Qué voy a hacer contigo ah? – dijo el cazador abrazando al ángel que le sonrió y le devolvió el abrazo

 

- Creo que me va a gustar vivir aquí – dijo el peliverde pensativo, Ikky ya había encendido el fuego en algunos puntos de la parte trasera del salón y ambos caminaban lentamente saliendo hacia el pasillo para bajar las escaleras

- Si… solo tenemos que ser cuidadosos esta vez si quieres estar por estos lugares mas tiempo que la última vez

- Cuántos años vivimos en Alemania? – Shun frunció el ceño cuando preguntó esto

- No se… creo que cincuenta o algo así – contestó Ikky sin poner mayor atención al fuego que se extendía y ambos hermanos no se inmutaron en lo mas mínimo cuando las ventanas alrededor suyo explotaron

- Me sigue gustando mas Francia, aunque Italia estuvo muy bien también

- Yo no volvería a Italia ni amarrado Shun, no te acuerdas lo que nos pasó allá?

- El hecho de que tu relación con Julián haya terminado tan mal no significa que no podamos tener una relación civilizada otra vez con ese clan, a mi me cae bien Sorrento además han pasado mas de cien años nissan

- Tu perdonas muy rápido Shun

- En serio vas a guardar rencores por toda la eternidad?, literalmente toda la eternidad?

- Bueno si lo pones así…

- De cualquier manera me gusta esta ciudad, nos divertiremos mucho aquí

- Claro… tu te diviertes en todas partes

- De que nos sirve ser inmortales si no le encontramos el gusto?

- Eso si… pero nada mas de estudiantes de colegio por un tiempo

- Bueno nissan, pero déjame decirte que ese Shura debe estar delicioso, su aroma… cítrico, como naranjas – dijo el peliverde con mirada soñadora

- Tu siempre los identificas, para mi todos huelen igual – Ikky se encogió de hombros, en esos momentos salían del edificio que se iba llenando de humo y escombros a lo que el techo del salón de Astronomía cedió y cayó sin remedio

- Pues si… voy a hacer a Shura plan de largo plazo, lo quiero probar, no me voy a quedar con las ganas

- Haz lo que quieras, solo ten cuidado ototo

- Por favor Ikky, cuál fue el que hizo la última masacre por la que nos tuvimos que mudar de país?

- Ok., tienes un punto pero tu también ya estabas cansado de estar ahí o no?

- Bueno eso si…

 

Ikky y Shun caminaban atravesando el patio del Colegio sumidos en su conversación, riendo y charlando mientras a su alrededor los chicos corrían, gritaban y lloraban al ver como se consumía el último piso del Colegio, las sirenas de los bomberos se oían a lo lejos y los oficiales de la policía pasaban apresurados junto a los dos inmortales que fueron calle abajo hasta perderse en la oscuridad

 

 

Notas finales:

La verdad me quedé con ganas de los vampiros y pues esta historia no tiene relación con la otra porque aquí los vampiros son Ikky y Shun pero según yo así cazan los vampiros cuando tienen antojo de jugar con su comida

Muchas gracias por leer y nos vemos pronto, saludos, bye


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