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AMOR NO CORRESPONDIDO por Vampiresa

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Notas del fanfic:

Aviso: Todo lo relacionado con el universo de saint seiya pertenece a Masami Kurumada , no a mí. A mí solo me pertenece este fic, que por cierto es el primero, por eso me gustaría que me dijeran que les parece con sinceridad, aunque eso signifique que me critiquen, si hace falta lo aceptaré, para dudas, pregúntenme.

Era muy temprano en la mañana, todos los santos estaban reunidos en el templo del patriarca. Allí, en medio de todos ellos su diosa Atena, la diosa de la belleza Afrodita y el todopoderoso Zeus. Los habían convocado para darles una noticia urgente.

-¿Se puede saber de una vez para que nos han llamado?- preguntó un impaciente Milo.

-Mis queridos santos, os he hecho llamar para comunicaros que mi hermana Afrodita se quedará con nosotros una temporada- le responde Atena.

-¿Y porqué se queda aquí?- pregunta un desconfiado Kanon.

-Porque ella desea casarse con Apolo, pero Apolo sigue sin querer casarse con ella- le responde Zeus como si nada.

-¿Y por qué eso debería importarnos a nosotros?- pregunta un confundido Saga. 

-Porque le he prometido que podía escoger a uno de vosotros y casarse con él- responde Zeus tranquilamente dejando a los santos con cara de incredulidad y espanto. 

-Ja ja, lo siento hermano pero te tocó- le dice Kanon a Saga, que aún no asimilaba la información, dándole una palmadita en la espalda.

-Me temo, Kanon, que tú e incluso Shion están incluidos- le dice Zeus.

-¡Qué! ¡No puede ser!- grita un indignado Kanon.

-Lo siento Kanon, pero es así, Afrodita se quedará en mi templo y tendrá dos meses para escoger a uno de vosotros y ahora, ya pueden regresar a sus templos- les dice una apenada Atena que veía venir por lo iban a tener que pasar sus caballeros, aunque lo que realmente le molestaba era tener que compartir su espacio con ella, pero era eso o que su padre Zeus le quitara algunos de sus privilegios. 

Todos se levantan de sus sitios y se dirigen a sus respectivos templos hablando de la noticia que acababan de darles , no sin antes protestar, quejarse e incluso insultar entre dientes a los dioses. De hecho, el único motivo por el que se fueron fue porque Atena les comenzó a chillar con su " oh tan adorable voz ". 

-¡Esto es injusto! ¡Espero que no me escoja a mí!- dice un enfadado Afroditade camino a su templo, causando un murmullo general de acuerdo. 

-¡Lo mismo digo! ¡Espero que no escoja a Camus!- grita un furioso Milo, que como siempre se preocupa más por su hielito que por él mismo. 

-Ya, Milo, cálmate, ¿quieres? - le regaña un sonrojado Camus.

Y así todos se fueron separando del grupo al llegar a sus respectivos templos, sin darse cuenta de que una furiosa diosa les escuchaba a escondidas. ¿Cómo podía ser aquello? Ella era la diosa de la belleza, deberían alegrarse de verla, enamorarse de ella, no enfadarse por tenerla con ellos y criticarla. Eso había dañado su orgullo y juró que se las haría pagar a todos y cada uno de ellos en especial a cierto escorpión inmundo.

 

 -o-

A la mañana siguiente, todos están desayunando cuando entra al comedor Atena, seguida por supuesto de Afrodita. Las dos toman asiento a la cabeza de la mesa y todos empiezan a comer, a la vez que una sonrisa de victoria aparece en el rostro de Afrodita, que observa como Camus, sentado en frente de Milo, se bebe su vaso. De repente, este abre mucho los ojos a la vez que mira a Milo y deja de beber.

Milo está sorprendido por la reacción de su hielito, que se levanta y se marcha sin haber probado bocado alegando que no se encuentra bien, y todo esto después de mirarle con sus ojos pasando de reflejar amor a reflejar odio y asco. No lo entendía, él no había hecho nada para haberle enfadado así, ¿o sí?

Ante todo esto, la diosa se felicitó internamente. Había logrado que el amor del alacrán se rompiera. Por supuesto, el efecto de su pequeño experimento no duraría demasiado, pero con un poco de suerte, para entonces sería demasiado tarde. El hielito habría roto el corazón del alacrán. Su relación no se podría salvar. Riendo, imaginó que esa era una buena idea de hacer entender al escorpión que molestar a la diosa del amor no era buena idea. Pero él no fue el único que dañó su orgullo. Aún le quedaba trabajo por hacer, varias parejas a las que destrozar. Sin embargo, no tenía prisa, le quedan dos meses. En ese tiempo, lograría que todos ellos se arrodillaran a sus pies y suplicaran para que les devolviera a sus parejas. Podría incluso quedarse con el pobre escorpión como prueba de su poder y su habilidad para manipular al resto. Se lo quedaría como trofeo. Con eso en mente, tomó un trago de su vaso mientras pensaba en sus próximas víctimas y en como lograr destrozarlas. Y así, dejó transcurrir el resto del desayuno sin más problemas. Era la calma que precedía a la tormenta.

Notas finales:

Por favor dejenme reviws para saber si continuar la historia o no, gracias por leer y repito, si es malo por favor critiquenme no me molestará.


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