Ichigo y sus queridos hermanos caminaban tranquilamente hacia la universidad ansiosos por empezar el nuevo año, el menor de ellos, Kon llevaba aquel sus queridos vaqueros grises de la suerte, un jersey negro pegado al cuerpo y unas desgastadas botas militares. Miraba todo el campus asombrado y con la baba cayéndosele por la boca al ver a tantas bellezas a su alrededor.
El mayor Shirosaki le miraba divertido, se había puesto una sudadera con capucha y los pantalones parecía que se le iban a caer en cualquier momento de no ser por el cinturón, los múltiples collares con calaveras y cruces decoraban su fuerte cuello. Era un año más mayor que ellos y cursaba el segundo año de carrera en Ingeniería por lo que para él aquello era lo mismo de siempre: La gente sentada en el césped conversando el círculos de amigos, las hojas rojas del arce revoloteando por el aire a lo paisaje romántico, su hermano conversando con la primera chica que se le cruzaba….lo de siempre.
Ichigo el mediano les seguía unos pasos por detrás aun mas dormido que despierto. Su gemelo Kon y él se habían mudado hacia poco a la residencia de estudiantes de la uní al cuarto de su hermanito mayor. Las fiestas nocturnas de la universidad ya habían hecho mella en él como ponían de manifiesto sus grandes ojeras y su ropa hecha un asco, como si hubiese cogido lo primero que había visto en el armario sin preguntarse que era.
Finalmente y tras perderse varias veces llegó a su maldita facultad de periodismo que de lo vieja que era parecía que se iba a derrumbar en cualquier momento. Entro resignado buscando su clase y desabrochándose el gran abrigo. Sus hermanos ya habían seguido sus respectivos caminos para llegar a las respectivas facultades.
Nada más entrar se encontró con un chico de pelo negro y un tatuaje en la cara que se encontraba aun mas dormido que él y que por el mapa en su mano perecía también más perdido. Se acerco a él sigilosamente y le dio una fuerte palmada en la espalda que hizo al otro despertarse repentinamente.
-…nas Hisagi- murmuro al catatónico estudiante. El chaval se giro una con cara de asesino que le hizo tragar saliva pero que tras reconocerle le dedico la más inocente sonrisa.
-Ichigoooooooo…-dijo pasando un brazo por su hombro y revolviéndole el pelo- carbón por que no me dijiste que te habían aceptado en periodismo-
-Se me olvido- respondió directo intentando zafarse del agarre. El otro al oírlo le miro con ojos de perrito abandonado y herido y Ichigo solo suspiro sonriendo a su viejo amigo.
-Vale… em no tuve tiempo- el otro volvió a sonreír complacido como si nada hubiese pasado.
-Bien… bueno vamos- dijo felizmente agarrándole del brazo y tirando de él arrastrándole por uno de los tenebrosos pasillos mirando fijamente el mapa que curiosamente llevaba al revés. Aquel día llegarían tarde, muy tarde.
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Kon por su parte era feliz, estaba sentado en un banco escuchando a un hombre decir….cosas, y tenía a dos bellezas despampanantes a su lado, una rubia que se hacía llamar Halibel y una pelirroja llamada Orihime con cara de santa ,las dos más grandes bellezas de su curso. Gracias a dios se había metido en Bellas Artes donde el porcentaje de féminas por clase era máxima.
Sus felices pensamientos sobre orgias en la clase de pintura fueron interrumpidos cuando la pelirroja se le acerco confidencialmente y le pregunto susurrando contra su oreja muy seria.
-Oye tu sabes donde están los talleres, es que luego tengo que ir allí y no sé donde están- su boca rozo sin querer su oreja y sus descomunales pechos su brazo al intentar acercarse para no levantar la voz.
-Claro yo te llevo luego- le respondió intentando contener una hemorragia nasal.
La rubia gruño a su otro lado según él celosa de que no le prestase suficiente atención asique como no podía atender a las dos a la vez se intento centrar en el profesor en el estrado que seguía diciendo….palabras.
Si definitivamente era feliz, muy feliz.
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Shirosaki por otro lado se aburría en su clase de lógica que había empezado desde el primer día sin presentaciones ni mierdas, el profesor un maniaco con tatuajes en la cara relacionaba unos números con otros como si fuese la cosa más fácil del mundo, mientras les insultaba y les llamaba de todo menos cosas bonitas por su supuesta ineptitud.
Arrugo una hoja de papel entre sus manos y empezó a tirarle pedacitos al moreno de delante que al notarlo le dirigió una mirada de furia que no hizo más que alentarle a que le tirase aun mas papelitos. Cosa que cumplió al instante.
El moreno entonces cabreado y con su orgullo herido por su falta de persuasión, empezó a devolverle el ataque con trozos de goma cada vez más grandes. Rápidamente el juego se convirtió en una batalla campal por toda la clase.
Empezaron a volar, papeles, lápices, sillas, morenos… mientras el profesor gritaba como un descosido. Pero finalmente acabo uniéndose a la contienda cuando un libro se estrello contra su amargada cara.
Y así acabo su primera clase del año, sentado en la enfermería con la cabeza sangrando y un moreno a su lado en las mismas o peores condiciones.
-¿Hey chaval cómo te llamas?- empezó intentando distraer su mente del dolor en su frente.
-Muérete bastardo- le respondió el chico, agarrando el hielo aun mas fuerte contra su morada mandíbula.
- Muy bien Muérete, yo soy Shirosaki, pero puedes llamarme Shiro- le respondió con una gran e hipócrita sonrisa, tendiéndole una mano, fingiendo aun no conocerle.
-Te crees muy gracioso carbón- contesto el otro con una vena en la sien devolviéndole la anterior mirada de odio. Luego continuo acercándosele intimidante y agarrándole del cuello de la camisa- porque a mí no me hace ni puta gracia-
-Venga Kaien solo ha sido una broma- siguió conciliador el albino. El otro como respuesta le soltó la camisa y emitió un gruñido- te vienes esta noche a mi casa a jugar a la play con Grimm y conmigo ¿no?- Murmuro el de ojos dorados mirando al techo.
-¿Acaso no es lo que acabo haciendo siempre?- murmuro ya cansado el moreno.
-Así me gusta-sonrió- esta vez Grimm y yo te vamos a dar la paliza de tu vida, lo juro-
-JA, mas quisierais bastardos- dijo sonriendo por fin aun con el hielo en su cara. Solo a él se le ocurría tener semejantes amigos
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Había sonado el timbre y tocaba descanso después de la interminable presentación que había hecho el profesor de literatura, en la cual tanto Ichigo como Hisagi habían recuperado las horas perdidas de sueño.
Ahora les tocaba ir a la cafetería de la facultad a llenar sus famélicas tripas. Los dos amigos se sentaron en una mesa apartada buscando un poco de intimidad en tétrica habitación en la que el viento helado susurraba como los fantasmas, en serio, la facultad daba pena parecía el típico colegio de una película de terror. A continuación pidieron sus ordenes a una peli verde despampanante que no dejaba de mandarle a Ichigo miradas insinuantes.
Después de un rato de espera, otro camarero se acerco a ellos a entregarles sus deliciosas pizzas mientras la peli verde lloraba en una esquina por que Ichigo la ignoraba. Fue entonces cuando Ichigo se dio cuenta de un importantísimo detalle.
-Disculpe señor- dijo dirigiéndose al camarero peli azul vestido con el ridículo uniforme de la cafetería - hay una mosca en la pizza-
El peli azul se giro con cara de cabreo y asesino en serie alzando una ceja, y los dos amigos tragaron saliva de repente intimidados.
-Disculpa no sabía que eras tan delicada- y cogiendo la pizza con gestos bruscos saco la mosca y la lanzo lejos, luego le devolvió la pizza tan pancho- ya esta princesa ahora ya puedes comer- dijo con una sonrisa de superioridad dándose la vuelta y dirigiéndose a la barra.
Los amigos se quedaron a cuadros ¿qué narices pasaba con aquel chaval?¿Desde cuándo los camareros se comportaban así?
-Espere señor- pidió Ichigo levantándose y dirigiéndole la más maravillosa sonrisa. El peli azul se acerco a él otra vez rodando los ojos.
-¿Qué te pasa ahora?¿Te has roto una uña?- dijo burlándose de él y cruzando los brazos sobre el pecho y levantando el mentón en actitud de superioridad.
Ichigo se acerco a él insinuante y lento y Grimmjow sospechoso frunció el ceño preguntándose si el chico estaba bien de la cabeza.
-No solo quería darle esto- empezó Ichigo en tono insinuante y cogiendo la deliciosa pizza con sabor a mosca se la estampo en la cara restregándosela durante dos maravillosos segundos.
- Y la próxima vez que me llames princesita te castro- continuo aun sonriendo y apoyando una mano en su hombro de modo amistoso como si hablase con un niño. Mientras la pizza resbalaba lentamente por su cara.
El restaurante se había quedado en silencio, Hisagi le miraba con cara de terror y el resto de alumnos le daban el pésame mentalmente. Grimmjow era uno de los cabrones de la universidad si estaba trabajando en la cafetería era por castigo no porque quisiese.
Pero Ichigo que era una persona inteligente ya había cogido a Hisagi y tirado de él fuera de la escena del crimen. Impidiendo que el peli azul se descargase sobre su persona.
-Esta te la apunto criajo- comenzó a maldecir mientras un aura oscura se extendía por la cafetería haciendo que los que allí estaban saliesen corriendo como habiendo visto un ángel del apocalipsis.
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Finalmente el día había acabado y los tres hermanos se dirigían a su habitación para descansar, atravesando las multitudinarias calles de la ciudad. Ichigo Kon y un auto invitado Hisagi hablaban animadamente sobre lo que harían aquella tarde. La decisión estaba entre las pelis porno de Kon o los videojuegos de Ichigo.
Hisagi simplemente sonreirá a sus amigos afirmando en sus absurdas argumentaciones, con una gota bajando por su espalda y preguntándose qué amigos tenia.
Shirosaki les seguía, admirando de lejos a sus dos impresionantes hermanos y esperando a que llegasen ciertas personas con las que había quedado hacia un rato. De repente se acordó de una cosa.
-Hey Ichigo he invitado a unos amigos a la habitación no os importa ¿no?-
-¿Qué?...no claro que no-respondió Ichigo mucho más interesado en convencer a Kon sobre las ventajas de los videojuegos sobre el porno.
Shirosaki sonrió y siguió andando detrás de los hermanos hasta que vio a dos tíos con cara de matones dirigirse hacia él. Feliz agito una mano en el aire y grito:
-Grimmjow, Kaien cabrones como narices podéis tardar tanto-
Sus hermanos y su amigo se pararon y se le quedaron viendo como si fuese un loco maniático, los dos aludidos llegaron a su lado e intercambiaron palmadas e insultos entre sonrisas.
-¿Por qué tienes la cabeza vendada Shiro?- pregunto el peli azul. Kaien y Shiro se miraron cómplices y contestaron a la vez:
-Por nada, por nada-
-Y una mierda, ¿que ha sido esa mirada de antes? Os habéis medido en una pelea sin avisarme ¿no? Justo hoy que necesitaba desahogarme, como podéis ser tan …-
-Pobre Grimmito, que necesitaba desahogarse- se burlo Kaien acariciándole el pelo a lo consolador. Un fuerte puñetazo por parte del peli azul le hizo callarse rápidamente.
-Bueno como mis dos mejores amigos os voy a dar el placer de presentaros a mis queridos hermanos asique ya me estáis dando las gracia - empezó el albino dándoselas de héroe e ignorando a los otros- Este es Kon el pequeño, el moreno se llamaba…em… esto-
-Hisagi- le ayudo el aludido de repente enfadado.
-Eso Hisagi, es un amigo de mi hermano- dijo quitándole importancia haciendo que el aludido quisiera romper algo- y el otro es Ichigo mi otro adorado hermano- dijo dirigiéndose a Ichigo que de repente se había puesto pálido.
-Bueno pues ya esta, vamos a mi cuarto a jugar ¿no?...- nadie contesto al albino.- Hey me estáis escuchando, Ichigo...¿Grimmjow?-
Pero era demasiado tarde el peli azul ya había localizado a su nueva víctima y se avanzaba sobre ella.
-Tú, criajo te voy a dejar tan deforme que la cirugía estética no va a poder ni arreglarte- le amenazo el mayor cogiéndole del cuello de la chaqueta y acercándoselo a su cara.
-Bueno aun así seguiré estando mejor que tu- le respondió Ichigo sonriendo. Grimmjow se quedo parado sorprendido y con una gota bajándole por la nuca, era la primera vez que alguien contestaba a sus amenazas, y ahora sabia que le sacaba de quicio.
Levanto una mano en el aire cerrando el puño y se preparo para estallárselo en la cara, pero unos leves toques en su espalda le hicieron girarse.
-¿Qué?-le dijo al sonriente Shirosaki a sus espaldas- ¿No ves que estoy un poquito ocupado?- y su atención volvió a recaer sobre el menor que le estaba mirando…¿Apenado?.
Un puñetazo le cruzo la cara y le mando a volar a varios metros de su presa. Cuando se levanto para partirle la cara al tipo aquel, se encontró con un muy enfadado Shirosaki que abrazaba posesivamente a Ichigo. Parecía un tigre dispuesto a abalanzarse sobre el, sus ojos destilaban odio puro y Grimmjow tuvo miedo, mucho miedo.
-No te atrevas a ponerle una de tus mugrientas manos a mi querido hermano o juro no habrá montaña suficientemente alta, ni valle suficientemente profundo para que te escondas de mí ¿entendido bastardo?-
-Ss..si- Grimmjow lloraba presa del pánico.
-Bien- dijo sonriendo como si no hubiese pasado nada. A continuación se dirigió a Ichigo- y tu ¿no te he dicho que no te metieras en problemas?-
-No eran problemas y además no necesitaba tu ayuda podía haberme defendido yo solo- dijo mirándole con el entrecejo fruncido.
-Bueno bueno,¿ nos vamos a casa a jugar?- empezó dirigiéndose a los otros.
Hisagi se escondía detrás de Kaien para que no le vieran con aquellos desgraciados que estaban montando la escena en medio de la calle, sin darse cuenta de la no muy sana mirada que Kaien le dedicaba.
Kon ya había empezado a ligar con un grupo de chicas. Shirosaki frunció el ceño y se dirigió a él cabreado, a continuación le agarro de la camisa y le arrastro por la calle en dirección a su casa. Hisagi y Kaien les siguieron rápidamente conversando sobre la vida privada del menor ¿que si tenía novia? ¿que si le gustaba alguien? Hisagui intentaba contestar a las preguntas del desconocido. Ichigo les empezó a seguir.
-Espera- murmuro Grimmjow en el suelo tendiéndole una mano para que le ayudase a levantarse.
-Muérete-
Grimmjow se puso de pie.
-Te llamas Ichigo ¿no?-
-Si-
-Bien yo soy Grimmjow pero puedes llamarme majestad si lo prefieres- Ichigo le ignoro y siguió caminando, Grimm frunció el ceño, luego bajando le mirada empezó-Lo siento princesa, no sabía que eras su hermano-
Un tic empezó a saltar en la ceja del menor.
-Primero: fue lo primero que dijo, que no le escuchases es problema tuyo. Segundo: que sea su hermano no cambia nada, sigues cayéndome mal y yo pienso seguir tratándote igual aunque seas su amigo, que tu no lo hagas me la suda-
Grimmjow le miro divertido por el ataque de furia del menor, realmente era bastante guapo, tendría que tener una charla con Shirosaki sobre ciertos derechos de posesión.
-Y Tercero:..-Continuo Ichigo- ¿recuerdas lo que te dije esta mañana sobre lo de volver a llamarme princesa?-
-¿El que?… ¿lo de castrarme?- pregunto empezando a seguir al los otros cuatro.
-Si- contesto Ichigo con el ceño fruncido y siguiéndole unos pasos más atrás. Grimmjow se paró de repente y volvió la cabeza mirándole por encima del hombro.
-Bueno si eres tu el que lo hace realmente no me importa- respondió socarronamente guiñándole un ojo seductor, y reemprendiendo la marcha.
Ichigo se quedo callado sin saber que contestar con un fuerte sonrojo en su cara, hasta que volvió al mundo y susurrando un “idiota” siguió a sus hermanos en dirección a su casa.