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HASTA QUE NUESTRO PASADO NOS ALCANCE por Ryoko_san

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Notas del fanfic:

Disfrutad!!
la verdad ando algo estrasada, espero actualizar pronto mis otros fic´s... ;)

Notas del capitulo: Espero les guste, lo escribi de a rápido, se me ocurrio ahorita xD
...
...
Te miro, tan tranquilo, soñando en un mundo en paz, pensando en todas las cosas bellas que pudieras vivir como un niño normal, con amigos, con juguetes, con un brillante futuro por delante y sin embargo estas aquí, a mi lado, en medio de un obscuro y frio bosque, aferrándote a mí aun mientras estas en la inconsciencia del sueño. Tu cabeza sobre mi hombro y tus manos cerradas con fuerza sobre mi camisa, como si supieras que intento por todos los medios hacerte volver, que deseo culparme de todos los crímenes y que vuelvas a la aldea y te olvides de mí… Pero, ¿Cómo fue que llegamos a esto?...








-------------------






Lluvioso, ese día estaba a minutos de convertirse en un diluvio, me estresaban los días así porque papá parecía gato enjaulado, recorriendo la casa de arriba abajo con su eterna cara de amargado, regañando y gritando por todo y por nada, bufando cada 5 minutos por alguna estupidez y porque…




-¡Deja de estar perdiendo el tiempo mirando por la ventana como idiota y ponte a hacer algo de provecho, como ir a tu cuarto a estudiar, que buena falta te hace pequeño inútil!




…Y porque papá no dejaba pasar ni una oportunidad para estar hostigando a mi hermanito.




Y Sasuke, como un gatito asustado se escurría rápidamente hacia su habitación, la verdad es que eso parecía cuando se espantaba, un minino con las orejitas dobladas hacia abajo, sus grandes ojos llenos de miedo y con una esponjosa colita entre las patas.




Mi pequeño hermano menor de tan solo 6 años es tan ingenuo y encantador como un ángel de Botticelli y yo, su hermano mayor por 5 años, soy lo más parecido a un cubo de hielo.





Luego de la escena de la huida yo dirigía mi fría mirada hacia mi padre quien me ignoraba olímpicamente y seguía su camino, escuche que maldecía por lo bajo después tomaba el viejo paraguas y salía de la casa dando un fuerte portazo. Me levanté del sillón y decidí seguir el mismo rumbo que Sasuke había tomado y como siempre, lo encontraba sentado frente a su escritorio leyendo alguno de los libros del colegio mientras apretaba sus temblorosas manitas sobre sus piernas y dejaba escapar silenciosas lágrimas amargas.



-Sasuke –Le llame tranquilamente, pero no me contestó, ni volteo a verme. Yo me acerque más a él, me arrodille detrás de la silla y le abrace por la espalda, recargue mi barbilla sobre la coronilla de su cabeza y aspire su aroma, la verdad es que en aquellos días mi amor no iba más allá de lo fraternal, yo le quería como a mi hermanito menor y nada más… -Sasu, cálmate, no tienes por qué estudiar si has sacado excelentes notas –Le dije en un susurro mientras sentía como su infantil cuerpo se convulsionaba presa del llanto.




-Pero no han sido perfectas –Me dijo entre hipidos –No soy perfecto como tú, hermano… -Murmuro tristemente.




-Yo no soy perfecto –le conteste mientras rosaba mi mejilla con su cabello suave y negro



-Pero papá me detesta por no ser como tú –Me contestó mientras intentaba zafarse de mis brazos



-Y eso ¿Qué importa? ¿No me tienes a mí? –Y sin saberlo hice la pregunta que cambiaría por completo nuestras vidas, aunque en aquel momento yo no lo sabía.



El se quedo quieto, luego me miro con sus ojos hinchados y enrojecidos -Pero tú no me amas –Declaró de súbito, nuestras caras estaban muy cerca y pude percibir el dolor en sus ojos al notar que tardaba en contestarle, su respiración se torno irregular y por la cristalina capa que comenzaba a empañarle los ojos supuse que estaba a punto de llorar de nuevo pero ahora el causante de su pesar sería yo.



-Yo te quiero mucho –le dije mientras lo abrazaba con fuerza, como si con esa simple acción sus lágrimas no pudieran salir de sus infantiles ojos y pegando mi frente sobre su cabeza comencé a explicarle –Solo puedes amar a tu pareja no a un amigo o a un hermano –Intente explicarle –El amor es complicado y tu aun no sabes el significado de esas palabras, tu aun no sabes lo que es amar…




Escuche que su respiración se regularizaba pero sentí que algo húmedo resbalaba por mis manos, las mismas manos que yo tenía alrededor de su cintura, no quise levantar mi cabeza de sus cabellos, me quede ahí sin hacer nada, no sabía qué hacer….



-Y dime Itachi… -Su voz sonó distante, como si en realidad estuviera hablando solo y debo confesar que me sorprendió que me llamará por mi nombre, pero aun así no quise mirarlo, no mude de posición ni un centímetro - ¿Cómo quieres que sepa que es amar si nadie nunca me ha amado? –Y en esa pregunta su voz tenía el timbre de dolor y angustia que nunca antes había oído… me quede pasmado, ¿Desde cuándo un niño de 6 años puede preguntar cosas como esas? –Tú conociste a mamá –Me dijo en un murmullo y mis manos seguían empapándose de una amarga agua salada – Supiste lo que es ser amado incondicionalmente, pero yo no la recuerdo, el cáncer la mato cuando yo aun era muy chico…




-¡Ella te amaba! –Exclame con dolor, por un momento sentía que no estaba hablando con mi hermanito sino con una persona mayor y eso comenzaba a asustarme.



-Pero ella ya no está –Me contestó indiferente –Y ahora nadie me ama… -Luego de súbito se levanto de la silla y dejo mis brazos vacios. Se paro frente a mí, yo aun seguía arrodillado detrás de una silla vacía, me miro angustiado, como si de repente se sintiera perdido y lo vi tan frágil que sentí que lloraría con él, ¿Cómo no me di cuenta que Sasuke sufría de soledad? Hacía ya tanto que no jugábamos juntos yo daba por hecho que él sabía que lo quería pero parece ser que no era así, él tenía miedo a sentirse como se sentía… solo.



-Sasuke, soy tu hermano, siempre voy a estar para ti… -le dije con una lastimera sonrisa.




-No me tengas lástima –me dijo enojado, haciendo un puchero – NO quiero que me quieras, eso ya no me basta, eso no me garantiza que vas a estar conmigo siempre –Me dijo molesto



-Pero no puedo quererte de otra forma Sasuke –Le dije desesperado.



Se quedo parado, mirándome pero ya no dijo nada, solo se sentó en su silla de nuevo, en silencio, yo planeaba abrazarle de nuevo, explicarle…


-Sasuk…


-Tengo hambre –me dijo cortante y entonces era más que obvio que él ya no quería hablar más al respecto y yo como un cobarde, no lo intente otra vez.



-En un momento preparo la cena –Le dije, me levante y huí de aquella habitación.









No está de más decir que los días que siguieron fueron terriblemente tensos y a nuestro padre poco le importo esta situación, Sasuke no me hablaba y cerraba su cuarto con seguro cuando intentaba seguirlo después de que padre le hubiese dicho algo hiriente. Mi hermano se volvió frio y huraño, su carácter se torno cruel y no tenía amigos, estaba preocupado.



Recuerdo que un día, cuando yo tenía 16 años, regresaba de la escuela a casa antes de lo previsto, abrí la puerta y escuche los pasos acelerados de alguien en el 1er piso, pensé que era Sasuke, sin embargo a los pocos minutos vi bajar a mi tío Madara, tenía el cabello revuelto y eso me causo mala espina.



-Hola sobrino, que bueno que has llegado, Sasuke se ha peleado y tuve que ir por él a la escuela ya que tu padre aun no regresa del extranjero, revísalo, trae un moretón enorme en la cara, bueno ya me voy, nos vemos luego –Y salió de la casa.



Yo subí a la habitación de Sasuke, estaba completamente desordenada, escuche el agua caer y supuse que estaba tomando una ducha. Toque un par de veces y nadie me contestó.



-Sasuke, ¿Estas bie… -Y la puerta se abrió de golpe, Sasuke salió del baño empujándome en el proceso –¿Que quieres? –me preguntó molesto sin mirarme, estaba parado frente a su armario escogiendo la muda de ropa que se pondría.



-¿Te has peleado en la escuela? –Le pregunté



-Eso fue lo que te dijo el tío, ¿no? –Me contestó altanero, me encaro y pude notar el enorme moretón sobre su cara, al momento me acerque a él para revisarlo pero él me aparto con un manotazo –Déjame en paz, estoy bien. – Y luego a empujones me saco de su habitación.



Desde aquel día no deje solo a Sasuke con Madara, recuerdo que un día nos quedamos solos los tres, cuando papá tuvo que salir de emergencia, el ambiente era sofocante y notaba a Sasuke demasiado nervioso.



-Hey, Itachi –Me llamó tío Madara y note que la mandíbula de Sasuke se tensaba al instante y Madara sonreía burlonamente – ¿No te gustaría ir a dar una vuelta al parque y charlar un rato? mientras Sasu se puede quedar a hacer su tarea.



A mí me tomo por sorpresa la invitación y estaba a punto de declinar aunque no fue necesario…



-No puede ir –Por que Sasuke la rechazó por mi –él dijo que me ayudaría a hacer mi tarea –Me sorprendí, hacía años que no me pedía ayuda para sus deberes escolares, pero pude notar una muda súplica en su mirada que me hizo seguirle la corriente.



-Es cierto, lo había olvidado –Dije serio –Lo siento tío, otro día será.



-No te preocupes Itachi –Contestó él –Ya habrá tiempo para platicar sobre algunas… cosas –Y soltó una carcajada molesta que tensó aún más a Sasuke.


Recuerdo que pasaron un par de semanas más y sucedió algo que me sorprendió pero que a la vez me alivio mucho. El teléfono sonó un par de horas después de que yo había vuelto a casa procedente de la escuela.


-Diga –Contesté de mala gana, como siempre.


-¿Itachi? Soy yo tu papá, no voy a llegar hoy, mi hermano esta en el hospital, tuvo un accidente en su auto y está muy grave. –Su voz sonaba alterada, al parecer no le daban muchas esperanzas.





Dos días después… murió.





La verdad yo tenía la vaga sensación de que ese tipo le había hecho algo a Sasuke el día que llegue temprano, pero mi hermanito, tan huraño como era, jamás se presto para hablar sobre aquel día y además cuando nos dijeron que Madara estaba muerto vi sonreír a mi hermano como no lo había hecho desde hace mucho tiempo, así pues supuse que mis ideas eran correctas y descansé tranquilo sabiendo que el tío había muerto.




Sasuke no cambio mucho, sin embargo había algo en él que me inquietaba, su mirada a veces se tornaba siniestra y más cuando me veía hablar con alguno de mis amigos, maestros o vecinos. Con el pasar de los meses descubrí que si de por si mi vida social era muy precaria desde un tiempo a la fecha se había vuelto francamente deprimente hasta tornarse nula e inexistente. No me preocupe por eso, a decir verdad creo que no le tome la importancia necesaria y seguí con mi vida… ese fue un error muy grande.





Cuando Sasuke cumplió 13 años, papá tuvo que salir de viaje y ni una llamada por teléfono hizo, la relación de Sasu con nuestro padre era deplorable ambos se ignoraban mutuamente pero no era como si se odiaran, era una sensación extraña pues papá solía culparlo de la muerte de nuestra madre o echarle en cara cualquier error que cometía por mínimo que éste fuera y por su parte Sasuke ya se había acostumbrado a esto así que simplemente lo ignoraba.




Pero como iba diciendo, en el cumpleaños 13 de Sasuke, tuve que salir temprano a la escuela y no quise despertarlo, sin embargo me esforcé por llegar rápido a la casa y prepararle un pastel, recuerdo que termine pronto y apague las luces. Espere bastantes horas y hasta muy entrada la noche escuche la puerta abrirse, al instante encendí las luces y grite él clásico “Feliz cumpleaños” pero me quede petrificado cuando lo mire.
Llevaba toda la ropa mal puesta, no podía caminar correctamente, se tambaleaba y apestaba a alcohol.



Estaba a punto de gritarle lleno de coraje cuando vi que fijaba su mirada a la mesa detrás de mí y veía el pastel, el letrero de “Feliz Cumpleaños” y el regalo que le había comprado, luego me miró, sus ojos estaban brillosos, como si fuera a llorar de la alegría y me abrazo con fuerza.




-Te acordaste, te acordaste, te acordaste –Murmuraba con emoción una y otra vez, parecía un niño pequeño otra vez y a mí se me pasó el enojo pero me sentí infinitamente triste, la desesperación con la que me abrazaba y repetía esas palabras no eran más que el reflejo de una alma lastimada. Yo correspondí su abrazo con todo el cuidado posible, sentía que era tan frágil.



-Anda, vamos a apagar las velas y que pidas un deseo –le dije mientras le revolvía los cabellos, el me siguió, aun tambaleante pero feliz.



Sopló las velas con fuerza y luego me miró -¿Sabes que deseé? –Me pregunto con una sonrisilla traviesa, en serio que el alcohol sacaba al niño que estaba dentro de Sasuke.



-No, pero no debes decírmelo o no se hará realidad –Le conteste con una sonrisa de lado.



El se quedo en silencio y se paró cerca de mi oído y me habló en secreto, como si hubiese más gente a parte de nosotros dos –Deseé… que me puedas amar… -Yo lo volteé a ver con los ojos abiertos de par en par.


-¿Pero que…


-O bueno Itachi –me dijo mientras se dejaba caer sobre la silla –es mi cumpleaños, al menos finge que me amas… solo por hoy –Y sonrió de manera melancólica.



Suspire pesadamente y sin realmente saber él impacto que tendrían mis palabras le sonreí, creí que era un juego y yo estúpidamente le seguí la corriente –Bien –Le dije mientras tomaba el cuchillo y procedía a partir el pastel -¿Qué tan grande vas a querer tu rebanada, mi amor? –La expresión me salió tan natural que hasta yo me sorprendí y cuando vi la enorme sonrisa que cruzó los labios de mi hermano supuse que a él le había encantado que le llamase de aquel modo.



El resto de la noche seguimos hablándonos como si fuéramos una pareja de recién casados, yo le hablaba con la ternura con la que se le habla a una novia de sensible corazón y a él no parecía molestarle, al contrario se comportaba más alegre e infantil y no voy a negar que a mí me gusto, parecíamos lo que siempre quisimos y nunca tuvimos… una familia.




Lástima que nada dure para siempre y yo, pensando que todo lo anterior fue producto de la borrachera de sasuke decidí hacer como si nada hubiese pasado al día siguiente, tiempo después sabría que aquella actitud mía había lastimado aun más a mi hermanito.



Pasaron un par de meses y yo me fui una semana al extranjero como parte de una práctica de la universidad, por aquellas fechas se leería la segunda parte del testamento del Tío Madara, que en realidad solo era la repartición de bienes, mi padre me llamó diciendo que el abogado le había dado una carta y que a mí me había enviado un paquete que él había tenido que recibir, a mi me dio igual que Madara me dejara algo, así que le dije que las revisaría cuando volviera.




Regresé a casa un lunes por la mañana, todo estaba muy silencioso, creí que nadie estaba en casa, entonces decidí ir a dejar mis cosas a mi habitación, cuando fui subiendo las escaleras, me llego un extraño aroma, me acerque a el cuarto de Sasuke, la puerta estaba entre abierta, la habitación estaba completamente destruida y en el suelo estaba el cuerpo desangrado de mi padre, tenía un cuchillo de cocina atravesándole la espalda. Me quede en shock unos momentos, después me arrodille junto al cuerpo inerte en el suelo, no lo toque, pero lo mire de cerca, y entonces note que por toda la habitación había fotos regadas, tome una y para mi sorpresa eran fotos mías… fotos mías en diversas situaciones sin embargo abundaban las fotos en las que estaba completamente desnudo como cuando me estaba bañando o cuando me cambiaba de ropa. Mi padre tenía en su mano una hoja de papel arrugada, la jalé con cuidado la doble y la guarde en mi pantalón. Me levante y sobre la cama de Sasuke había un paquete que decía “Con cariño para mi sobrinito Sasu_chan” lo abrí y vi que tenía un CD, lo tomé también.




Salí de la habitación y entré a la mía, sobre mi cama estaba un paquete, supuse que era lo que me había enviado Madara, lo abrí y vi que estaba vacío, solo tenía una nota que decía “Itachi, esto era de tu hermano”. No supe que había ahí, recordé el disco y lo puse en la computadora…




En la imagen se veía Sasuke cuando tenía 11 años, estaba acostado sobre la cama con la mirada enojada y temerosa.


-Vamos Sasu_chan, cambia esa cara –Esa era la voz de Madara, quien sostenía la cámara y no salía a cuadro. –Te vas a ver hermoso cuando te la meta hasta el fondo.



Cuando oí esa declaración tan obscena casi me muero de rabia y más al ver la mirada de terror en mi hermanito.



-Vamos, quítate la ropa despacio, que quiero saborearte.
Mi hermano hizo un gesto de disgusto y se abrazó a sí mismo.



-¡Hazlo ya! –Le grito Madara –No querrás que Itachi se entere de tu pequeño secretito, ¿Verdad? –Le amenazó.



Mi hermano dejo escapar un par de lágrimas de frustración e impotencia y poco a poco se deshizo de su ropa, entonces Madara le indico que le chupara su asqueroso y erecto pene, lo grabó mientras lo hacía y al mismo tiempo dejaba salir palabras humillantes y obscenas entre gemidos de placer. Se vino en su cara, después colocó la cámara en un tripié y entonces la imagen casi me hace morir de dolor… lo iba a violar con todas las letras. Yo tensé mi mandíbula y mis puños se cerraron con fuerza, quería entrar en la puta película y matar al desgraciado.



-No, espera, no quiero –Decía asustado mi hermano mientras retrocedía hasta el otro extremo de la cama


-Por favor Sasuke, ya llegamos hasta aquí, no me voy a detener –Le dijo al tiempo que tomaba uno de sus tobillos y lo jalaba hacia él.


-Voy a gritar – Amenazo Sasuke dándose un poco de valor


-Anda, grita y yo le enseñare a tu hermano todas las fotos que le has tomado –Sasuke le miro con miedo y odio a lo que Madara sonrió con prepotencia –Imagínate la cara de asco que pondrá, eres un pequeño pervertido Sasu_chan, por eso necesitas un castigo, para que se te quite lo asqueroso.



Después de aquello el muy maldito le separó con fuerza las piernas y penetró a mi hermano quien liberó un agónico grito de dolor y su espalda se curvó hacia atras, no pude más, quite el video y me deje caer de rodillas mientras lloraba –“No te pude proteger”- Y entonces caí en cuenta de algo… - “Todas esas fotos mías desnudo… ¿me las tomaste tu, Sasuke?” –Y mi llanto cesó para darle paso al asombro – “Dios, esto no puede estar pasando” –Entonces saque el papel que tenía en la mano mi padre.




“Querido hermano, si estás leyendo esto es porque ya morí y no pude corregir a tu perverso y enfermo hijo menor, quería evitarte este gran enojo solucionándolo por mi cuenta pero es necesario que sepas que tu hijo menor ha ahuyentado a todos los amigos y conocidos de Itachi por que el muy asqueroso esta obsesionado con él, tanto así que tenía una colección de fotos de él desnudo en la ducha, claro, yo lo descubrí y se las decomise al instante… se las envié a Itachi como prueba de la veracidad de mis palabras, lo siento…


Atte: Madara Uchiha”







Entonces pude imaginarme todo lo que sucedió cuando mi padre vio las fotos…



-¿Y sasuke? –Me pregunte asustado, entonces escuche un débil quejido proveniente del cuarto de Sasu, sin perder el tiempo fui de inmediato…



Me pare en la entrada y me concentré en escuchar el sonido, venia de adentro del armario, lo abrí y vi a Sasuke, lleno de golpes y sangre escurriéndole de la cabeza, me miro y después bajo la cabeza con vergüenza.



-Lo siento –Murmuró –Lo siento –repitió más alto –Lo siento, por favor no me odies –Dijo mientras se intentaba parar. Yo lo tomé y puse uno de mis brazos debajo de sus rodillas y otro debajo de su cuello y lo levante, él lloraba en silencio, pero no se resistía ni nada.



Lo coloque sobre la cama -¿Qué paso? –Le pregunté manteniendo la calma.


El suspiró cansado –Yo… cuando regrese de la academia, padre estaba sentado en la sala, me estaba esperando, pero como siempre, yo creí que iba a ignorarme, me seguí de largo y subí hasta mi recamara entonces escuche unos pasos rápidos subir las escaleras, volteé y note que papá ya estaba detrás de mí, adentro de mi habitación –me miro un momento y luego continuó –Me arrojo las fotos en la cara y comenzó a gritarme que era una puto maricón asqueroso, un puto mal nacido y un montón de cosas más, luego comenzó a golpearme con un odio que nunca imagine que me tenia, creí que me iba a matar pero… -Me miro y esta vez si me sostuvo la mirada –Pero antes de morir quería volver a verte… - Y sonrió yo lo mire y sentí que mi corazón se contraía de congoja –Entonces me levanté y le regresé un par de golpes que para él no fueron nada, tomo mi cabeza y la azotó contra el piso y me dijo que no dejaría que te echara a perder a ti, que si tantas ganas tenia de una verga en el culo el me la podía meter –Entonces sus ojos se anegaron en lagrimas de enojo – Yo le grite que estaba enfermo y él me respondió que de que me quejaba de todos modos era un puto que con cualquier verga sería feliz, quise zafarme pero me golpeo con más fuerza contra el suelo hasta creí que me desmayaría, sin embargo me volví a agitar cuando sentí que jalaba mi pantalón hacia abajo junto con mi ropa interior, me dijo “Te va a encantar y después de esto te largas de esta casa yo jamás, óyeme bien, jamás voy a permitir que te acerques a Itachi” y eso ya no lo pude soportar hermano –Me dijo mientras con esfuerzo tomaba mis manos entre las suyas, que estaban frías, temblorosas y sonreía lastimeramente –Entonces me estire hasta llegar a la base de mi cama saque el cuchillo que ahí guardaba desde que Madara me violo chantajeándome con las fotos que ya has visto –Me dolió recordar lo que había visto en el video y apreté sus manos, como si quisiera que entendiera que le daba mi apoyo- Y con un rápido movimiento me gire y se lo clave en la espalda… y lo mate –Dijo lo último en un susurro mientras temblaba.




Yo creí que temblaba de miedo o algo así, sin embrago cuando levantó la cara tenía una sonrisa de oreja a oreja y una mirada con un destello de demencia yo quise retroceder un poco pero él me lo impidió presionando mis manos con fuerza –No me arrepiento de haberlo matado –Me dijo –Por ti todo vale la pena, incluso haberme deshecho de Madara fue satisfactorio.



Lo miré atónito, por Dios, él es apenas un niño, no puede pensar así… Es mi culpa, soy un inútil hermano mayor, sí, eso es… todo esto es mi culpa…



-Tranquilo –Le dije – Todo esto es mi culpa, yo diré que maté a nuestro padre ¿Entendido?



-No –Y me apretó las manos aun mas fuerte –Si dices eso te meterán a la cárcel y no quiero estar lejos de ti, no he hecho tantas cosas para que al final te alejen de mi… Por favor Itachi entiéndeme, yo te amo –me dijo. Yo no hice nada… total todo esto era mi culpa, si yo le hubiese prestado más atención el habría sido un niño normal, sin miedos, sin dependencias, incluso me sentía culpable de las muertes de mi padre y tío aun que se lo merecían los muy malditos. –No me dejes Itachi –Me abrazo y recargo su cabeza en mi hombro –Finge que me amas, por favor, déjame vivir en mi mentira… -Entonces sentí un metal frio contra mi cuello, Sasuke tenía una daga escondida bajo su almohada y ahora me amenazaba con ella. –No puedo dejarte ir con alguien más, tú eres mi todo…



Yo lo mire impávido, me sentía mal, me sentía culpable y responsable de lo que había hecho Sasuke, sentí como la daga se clavaba poco a poco en mí, me ardió y luego sentí un líquido caliente recorrer mi cuello, yo gemí… no sé porque lo hice, quizá me sedujo el peligro o los impactos emocionales del momento me han desequilibrado a mi también…



-Toma tus cosas, nos largamos –Le dije de repente, él se enderezó como impulsado por un resorte, me quito la daga del cuello y me miró emocionado.


-¿En serio? –Me pregunto repentinamente feliz.



-Sí, no dejaré que nos atrapen y nos separen… mi amor –decidí fingir, total, ¿Qué más dada?





Tome dinero que tenia guardo y pasamos a un cajero a sacar más de las cuentas bancarias y salimos de la aldea a mitad de la noche y corrimos por noches y días enteros, quizá ya sabrían que padre estaba muerto y nos deberían de estar buscando…



En las noches dormíamos en cualquier lugar, como hoy, estamos aquí, debajo de las raíces de un viejo árbol… Te miro, tan tranquilo, soñando en un mundo en paz, pensando en todas las cosas bellas que pudieras vivir como un niño normal, con amigos, con juguetes, con un brillante futuro por delante y sin embargo estas aquí, a mi lado, en medio de un obscuro y frio bosque, aferrándote a mí aun mientras estas en la inconsciencia del sueño. Tu cabeza sobre mi hombro y tus manos cerradas con fuerza sobre mi camisa, como si supieras que intento por todos los medios hacerte volver, que deseo culparme de todos los crímenes y que vuelvas a la aldea y te olvides de mí…



















Llegamos a un pequeño poblado en lo alto de unas montañas, nadie nos reconocería ahí, era una aldea de campesinos, no había ninjas ni nada parecido, este era el lugar perfecto.



Escogí una casa, la más alejada y lleve a Sasuke ahí, el parecía un niño, miraba todo con un entusiasmo desbordante, corrió de arriba abajo yo lo miraba con ternura desde la entrada, entonces él volvió y me miro jubiloso



-Ya he elegido nuestra habitación –Declaro sonriente



Yo, que ya me había acostumbrado a las muestras de “amor” que mi hermano me daba ya me suponía que me pediría dormir junto a él y pues como he dicho… ya no había sociedad que nos juzgara, justicia que nos condenara ni padres que nos separaran, solo estábamos él y yo así pues…. ¿Qué más daba?



-Está bien mi cielo, la habitación que escojas para nosotros estará bien –Le concedí



El sonrió aun más y tomo nuestras pocas pertenencias para acomodarlas en la habitación… yo sabía que mi hermano no me amaba… solo tenía una dependencia muy grande, producto de una soledad extrema, pero yo ya no tenía a nadie más que a él, y ambos estábamos prófugos… pensé en dejarlo aquí, a salvo de todo, volver a la aldea y culparme de todo, así dejarían en paz a Sasuke… inconscientemente di un par de pasos hacia a tras, saliendo de la casa, después di otro par de pasos, y otro más y luego me vi corriendo en dirección contraria a la casa. Escuche el grito desgarrador de Sasuke llamándome, pero yo seguí corriendo sin mirar atrás, la adrenalina me consumía, yo quería dejar libre de culpas a ese ser que ha hecho tanto por mí y que aunque su concepto de amor estaba bastante distorsionado él era la única persona que me había dado lo más parecido a eso, a amor y por él me condenaría a prisión, porque el valía eso y más… de repente sentí que algo me oprimía el pecho, baje la mirada y note una enorme mancha rojiza manchando mi camisa, fui disminuyendo la velocidad hasta que finalmente caí al suelo, agitado y adolorido. Al poco tiempo sentí unos brazos rodeándome con cuidado.




-¿Porqué querías abandonarme? –Me pregunto con la voz quebrada –Yo he hecho tanto por tenerte junto a mí y ¿así me pagas?



Cuando reconocí su voz me quede pasmado… ¿Sasuke acababa de atravesarme el pecho con un kunai por la desesperación de verme partir? Me dolió saber que me atacó pero extrañamente no lo culpe, de hecho creo que solo me sentí triste, supongo que a Sasuke no le importa ser un prófugo siempre y cuando yo esté a su lado, caí en cuenta que yo he sido feliz con él a mi lado estos meses, me preocupaba por que comiera y estuviera bien, mi mundo se redujo a solo él y entonces descubrí algo…



-Sasuke… -le hable con la voz ronca por el dolor, el se acerco a mí para poder oírme –Yo empecé fingiendo… Haciendo como si te amara… y creo que termine amándote… -Y sonreí, luego todo se hizo negro.




Desperté en la habitación de la casa, sobre la cama. Había un aroma a comida casera, intente levantarme pero el dolor de mi pecho fue muy fuerte impidiéndome cualquier movimiento, incluso respirar significaba una tortura, intente mover mis piernas para cambiar de posición, pero descubrí que mi tobillo izquierdo tenía una cinta gruesa de cuero con un cerraje en un costado, ésta a su vez estaba unida a una gruesa y corta cadena que parecía estar atada a la pata de la cama… me asuste… hasta creo que me puse más pálido de lo normal.



La puerta se abrió y por ella entró Sasuke con una charola con un plato humeante y un vaso de jugo de naranja. Traía puesto un delantal sobre su ropa y sonreía con singular felicidad.



-Qué bueno que hayas despertado –me dijo mientras se sentaba a un lado de la cama y ponía la charola sobre el buró.



-¿Por qué me has atado? –le cuestioné serio, intentando disimular mi nerviosismo.



-No te ofendas hermano, pero no confió en ti –Me dijo tranquilo, como si del clima se tratase, tomo el plato entre sus manos y me acerco la cuchara a mis labios –Anda, come que necesitarás fuerzas para recuperarte pronto –Y sonrió cálidamente.



-Te he dicho que te amo –Le dije ya no tan seguro de mis sentimientos.


El me miró un momento y sonrió melancólicamente –No estás seguro de ello –Declaró, yo me quede asombrado por su deducción, era muy certera, sin duda.












La situación no varió mucho por algunas semanas, hasta una noche, me ayudo a ponerme mi pants que usaba como pijama la verdad la prenda tenia media pierna cortada por que ni por equivocación me zafaría el tobillo pero cuando él medio de cenar me sentí repentinamente caliente, sudaba bastante y estaba muy sensible.


-Me drogaste –Lo acusé


-No, solo te di un afrodisiaco –me contestó inocentemente.


-Eso es una droga –le aclaré impávido pero en realidad estaba un poco asustado… “No pensará hacerme lo que creo que va a hacer, ¿verdad?”. Yo ya había aceptado que loquería mas allá de lo fraternal, pero de ahí a cogerme a mi hermano había mucha diferencia.



Ya no me dijo nada, solo se fue quitando la ropa hasta quedar solo con su trusa.


-¡Por Dios Sasuke, ya basta! somos hermanos ¿No lo entiendes? –Exclame con cara de horror.


El solo bajo la mirada y cerro sus puños con fuerza –Entonces me mentiste ¿No es verdad? Me habías dicho que me amabas solo por compromiso –Luego me miró dolido –Pero yo no puedo evitar amarte y desearte…



Dicho esto se acerco a mí, yo ya tenía los brazos entumecidos junto con mis piernas, incluso hablar se me dificultaba, pero muy al contrario, mi miembro se estaba irguiendo rápidamente, tanto que comenzaba a dolerme, el se acerco y tomo mi miembro sobre la ropa y lo apretó con fuerza y yo solo gemí sin poderlo evitar.



El mantenía una mirada vacía, como si quisiera vengarse de mí… o eso me pareció en ese momento.



Tomo mis pezones y los acaricio, los mordió y finalmente los dejo libres, yo a esas alturas ya estaba más duro que una piedra, me dolía horrores pero aun así no podía evitar alterarme al pensar que todo esto me lo estaba haciendo mi hermano menor…



Vi que me bajaba el pants y comenzaba a darme sexo oral, yo gemía como poseso pero la frustración hizo mella en mi… esto básicamente era una violación, de verdad yo no quería hacerlo con él, no porque no fuera hermoso, sino porque temía que él se atormentara más después que de hecho, fue lo que sucedió.



Cuando mi miembro estuvo completamente erguido, el se quito la ropa interior, se posiciono sobre mi y sin preparase siquiera se auto penetró, lo vi gemir de dolor y lágrimas salir de sus ojos, su cara estaba contraída por el sufrimiento, era más que obvio que aquello no lo estaba disfrutando y menos yo al ver su expresión y sus lágrimas, subió y bajo de mi extensión con fuerza y coraje, pronto sentí su caliente sangre recorrer mi miembro luego mis piernas y terminar en las sabanas…
-Basta Sasuke –Le dije en un murmullo, entre gemidos, pues mi cuerpo reaccionaba ante las caricias. –Deja de atormentarte… -Yo caí en cuenta que no se estaba vengando de mi sino que hacia esto de forma tan dolorosa para él pues de cierto modo las palabras de Madara y nuestro padre estaban en su mente y sentía la necesidad de castigarse… su mente ya estaba demasiado dañada y retorcida… Y su dolor me estaba arrastrando a la locura a mí también.



El se vino y sus contracciones anales me provocaron la eyaculación a mi también… se dejo caer pesadamente sobre mi pecho.



-Perdóname, perdóname, por favor perdóname… –Decía una y otra vez, sus repentinos ataques de culpabilidad lo hacían repetir sus disculpas consecutivamente, como una mantra…



-Suéltame Sasuke –Le dije


-Te vas a ir –Me contestó


-Suéltame te he dicho –Le ordene serio.


El se levanto y tambaleante salió de la habitación y ya no volvió.







No volvió a entrar a mi habitación o al menos solo lo hacía cuando dormía pues cuando despertaba una charola con comida esta a mi lado, paso un mes más o menos, cuando un día abrí los ojos y lo vi parado en la entrada de la habitación. No le dije nada, es más lo vi y luego gire mi cabeza en sentido contrario de donde él estaba, oí sus pasos acercarse lentamente y se detuvieron a una prudente distancia de mi.


Entonces volteé y lo mire, traía puesto un pantalón holgado y sus ojos estaban confusos, entre sus temblorosas manos sostenía una llave.


-Tengo miedo de estar solo de nuevo –Me dijo –Pero no quiero tenerte a mi lado al a fuerza… perdóname por haberte forzado… yo… no lo pensé –Y entonces dejo la llave en el buro, a mi alcance. –Tú mereces ser feliz –Luego salió de la habitación.



Me levanté rápidamente y tomé la llave, me zafé el tobillo, Salí de la habitación y lo busque… el estaba sentado afuera de la casa, mirando hacia la nada, no se había percatado de mi presencia hasta que le hable, entonces me miro horrorizado y retrocedió un par de pasos.


-Sasuke –lo llame otra vez y levanté mi mano con intención de acariciar su cabeza sin embargo el se sintió amenazado y automáticamente se encogió con miedo y cubrió su cabeza con las manos.



-No me golpees, por favor –murmuro mientras retrocedía lentamente… Me sentí aun peor que antes.


Yo lo deje ahí, me fui rumbo al poblado más cercano y busque algún empleo… planeaba no volver, sin embargo me di cuenta que me había vuelto dependiente de él… creo que mi visión de amor se vio distorsionada también pues yo era consciente de que era más por lástima o caridad por la que volvería con mi hermano o eso quería creer…




Regresé ya muy entrada la noche, las luces estaban apagadas, entre rápido a la casa y lo vi tendido sobre la cama en la que estuve encadenado tanto tiempo, abrazando mi almohada… ya no pude mentirme… lo amaba, amaba a mi hermano, lo que dije aquella vez que me atrapo era verdad… fingí amarlo y termine enamorado de él.



Yo lo había hecho sufrir, con mi egoísmo por no aceptar mis sentimientos por temor al infierno y sin embargo él vivía un infierno diario… que injusto había sido.



Me acerque lentamente a su cuerpo dormido y lo acaricié con cuidado, lo voltee boca arriba y lo bese con ternura, al instante él abrió los ojos y me miró sorprendido pero no me detuvo, yo seguí acariciando su cuerpo con delicadeza, le bese el cuello, los hombros y lentamente lo desvestí, tomé su miembro erecto y lo acaricie con ternura.


-Itachi, dime que no es un sueño –me dijo mientras lagrimas silenciosas escapaban de sus ojos.



-No, no lo es –le contesté. Con cuidado lo preparé para poder penetrarlo con cariño y amor, como debía de ser.



Cuando el sintió mi pene en su entrada quiso empalarse rudamente pero lo detuve, tome su rostro con ambas manos y lo mire a los ojos –Deja de hacer eso Sasuke, no tienes por qué castigarte, no fue tu culpa que te sucedieran esas cosas y tú no eres malo, ni asqueroso… -Lo bese con cuidado y luego hable sobre sus labios –Eso que has hecho antes conmigo fue solo sexo, ahora déjame enseñarte lo que es hacer el amor… -Lo comencé a embestir lentamente con cuidado –Siénteme Sasuke –le dije con voz ronca –Siente como te acaricio por dentro, siente la conexión, siente mi amor y no solo mi deseo…


El lloro –Te amo Itachi –Me dijo –Me haces tan feliz… creí que no volverías –y me abrazo con fuerza.


-Prometí no dejarte ¿Recuerdas? Y lo que dije antes es verdad… te amo.



Esa noche me esforcé por hacerlo sentir amado, cuide hasta el último detalle y al final dormimos abrazados y él estaba completamente relajado y en paz.



Sasuke fue cambiando poco a poco, comenzó a tenerme confianza y nuestra vida fue tranquila… su sonrisa me hacia feliz, sentí que era mi deber darle un poco de alegría a mi hermano, alegría que jamás tuvo hasta ahora y después lo ame cada día más, hasta el punto de volverse una adicción para mí. Entendía que quizá solo tal vez nuestro amor no era precisamente eso… pero era algo que se le acercaba y muy probablemente seria a lo único a lo que podríamos aspirar… deje de lado mis miedos ya nada me importaba más que estar junto a él y…




-Llevamos mucho tiempo en este pueblo –Me dijo un día –Debemos mudarnos, ¿No crees?



..Y pretendo ser feliz y disfrutar esta etapa de mi vida hasta el final o… hasta que nuestro pasado nos alcance…





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-Disculpe señor, buenos días –le saludo el uniformado – ¿ha visto a estas personas?


El señor miro la foto un momento y contestó


-Son los hermanos Takamura

-¿Seguro?

-Si son ellos –afirmo el hombre


-¿Y me podría decir donde viven?


-Pues… ¿ve esa casa de ahí?- Y el señor señalo una casita el final del paraje.


-Si –Contestó entusiasmado el policía.


-Pues ahí vivían…


-¿Vivian? –preguntó frustrado


-Sí, hace un par de meses se mudaron sin decir nada, así como llegaron se fueron… pero eran muy agradables sin duda, educados y muy bien parecidos pero misteriosos y solitarios…



-Bueno, muchas gracias señor –Y el uniformado volvió a su patrulla, tomo el radio comunicador y hablo:




-Aquí el comandante Hatake, cambio


-Díganos que noticias tiene comandante, cambio


-Los hermanos Uchiha han vuelto a escaparse… cambio…


-Seguiremos buscándolos… cambio y fuera…


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Hasta que nuestro pasado nos alcance...
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Notas finales: DEJAD REVIEWSSS PLEASE!!! :D

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