Todo empezo con un afrodisiaco por steve98

¿Cómo rayos fue que me llegue a enamorar de el? No lo entiendo, ¿Cuándo fue que le empecé a ver de ese modo? No lo comprendo. Solo sé que antes, solo me atraía, ahora, sé que lo que siento hacia él no es una simple atracción. Yo lo amo.

Mi nombre es Suguro Ryuji. Y estoy en la misma clase que mi persona amada. Soy un chico normal y corriente, como cualquier otro. La verdad es que siempre nos la pasamos peleando, pero lo molesto, por que me da miedo de que sepa lo que siento hacia él, y el me rechace. No, no quiero sufrir, creo que obviamente como cualquier otro chico normal, prefiero guardarme mis sentimientos para mi mismo.

El despertador fue lo que de nuevo me hizo abrir los ojos, y saber que todo de nuevo se tiene que repetir. Ver a mi amado, que mis amigos me pregunten por que no me le declaro –pues déjenme decirles que aunque trate de que no se muestre demasiado, ellos inmediatamente lo notaron, excepto el- y cosas por el estilo, la pelea a diario con el, nuestros insultos. Es como si todo lo que fuera a pasar ya lo tuviera grabado en mi mente. Todo lo que pasara, ya fuera algo común. Y lo es.

Me levanto de la cama, para encontrarme con la erección de todas las mañanas, esa erección que es la única evidencia de mis pervertidos sueños con el.

El sueño aun esta fresco, y se sintió muy real, pero sé que algo así jamás pasara. Puedo aun sentir su calor. Como gemía mi nombre debajo de mí.

Bien, todos estos pensamientos no me ayudan, creo que me empeoraron más el problema de mi entrepierna.

Me quito la ropa interior color amarillo que tenia, lo único que usaba para dormir, y me dirigí hacia el baño. Donde me tome una ducha fría para que aquel problema se bajara.

A veces me pregunto cuanto mas durara todo esto, todas estas cosas que siento hacia él. Pero no encuentro la respuesta.

Enjabono mi cuerpo mientras sigo concentrado en mis pensamientos, pensando en todo y en nada a la vez, que al último me resulta imposible saber en que era lo que pensaba al inicio de meterme a bañar.

Me pongo la ropa del instituto, como todos los malditos días de mi miserable vida.

Salgo y me encuentro con mi vecino Konekomaru-kun quien asiste al mismo instituto que yo.

-Bon-san –dijo el chiquillo pelón mientras se acercaba a mí. Él era mucho más bajito que yo.

-Ohaiyo (Buenos días) –dije mientras levantaba una de mis manos ligeramente para regresarle el saludo.

-¿Estas listo para otra sesión de preguntas? –pregunto Konekomaru mientras sonreía y se subía sus lentes.

-Tsk… claro que no, ya he dicho que no me le declarare hoy, ni nunca –dije mientras me adelantaba y corrí, dejando a mi amiguito atrás. De seguro ha de estar todo alterado y preocupado por que creerá que me enoje con el por dejarlo atrás, el también es aun un niño como mi amorcito, ya tengo ganas de verlo, el simple hecho de estar en su presencia me pone de muy buen humor que bien podría decirle al profesor que le diera mis puntos a los demás del salón o a quien mas  los necesitara. Si, estoy enfermo de amor, dios santo, ¿Yo? ¿Suguro Ryuji dando puntos y a los pies de alguien? ¿El prefecto de toda la escuela y rudo enamorado? Eso si que era de locos.

Por fin escuela, dulce escuela. Gracias a ella pude conocer a mi lindo amorcito. Y pronto serán las salidas escolares., y como creo, el siempre ira, aunque acompañado de su molesto hermano, como lo odio, nunca me deja de reprochar por cualquier cosita, y menos por mi aspecto. Si, puede que me vea como un matón, pues tengo un poco de barba, aretes y esa mirada asesina, pero… ¡No lo soy! ¡Nada que ver! ¡Soy el cerebrito de la clase! Aunque eso no quiere decir que no me sepa defender, y si alguno duda de ellos, bien puede pasar para probarme y a ver que tal pego.

El timbre de la escuela que indicaba que daban inicio las clases sonó, dejando el patio y las demás áreas en un completo vacío. Las clases ya empezaron y el profesor ya esta aquí, me pregunto si vendrá. Su hermano si vino, pero me pregunto por qué el no esta en la clase.

Me dispuse a ver la ventana.

De repente algo me saco de mis pensamientos. Un portazo.

-¡Ohaiyo! (Buenos días) Por quien han llorado ya esta aquí, no lloren bellezas mías –dijo un pelinegro mientras trataba de llamar la atención. Pero todos estaban tan acostumbrados a sus burradas, que nadie le hizo caso.

-Idiota… -murmure. Y voltee de nuevo hacia la ventana para que no viera que estaba un poco sonrojado. Pues su buen humor se me podría pegar y de repente podría soltar la sopa sin más, y entonces vendría el terrible rechazo.

-¡¿A quien le dices idiota, Bon-baka (Bon-Idiota)?! –me grito, creo que me alcanzo a escuchar.

-¡Te digo a ti baka! Y para empezar, es “Ya esta aquí por quien habían llorado” Bakaaaa –le dije.

El pelinegro se acercó a mi enfadado.

Ese pelinegro, responde al nombre de Rin Okumura. Y es el chico al que amo, pero no puedo decírselo abiertamente. Su pelo negro y sus ojos hermosamente azules y profundos como el mismísimo mar. Su buen cuerpo, como me calienta por las noches. Si, soy pervertido, pero solo entre sueños, pues se que nunca tendré ese cuerpo realmente debajo de mi retorciéndose de placer.

-Ah~ Hai sen-sei –dijo el pelinegro mientras posaba su dedo índice en sus labios y me enviaba un beso.

-Maldito te burlas de mi –dije mientras volteaba hacia otra parte, pues no quería que viera mi sonrojo, de seguro he de estar rojo.

El profesor entro, haciendo que Rin se fuera a su lugar, y empezaran las clases. Y extrañamente, me dolía la cabeza, que raro, yo nunca me enfermo.

Alguien aventó una pequeña bolita de papel hacia mí, y la tome. Dentro había una nota y una pastilla.

“Esto te ayudara

Rin”

Mire sorprendido ha quien la había lanzado, ¿Se había dado cuenta de mi dolor de cabeza? Tal vez entonces si estaba enfermo por que hasta él lo pudo notar.

Pedí a compañero de atrás un poco de agua, y con ella tome la pastilla. Mire a Rin quien me miraba sonriendo y con el pulgar en alto. Me atrevi a sonreir como bobo, dios si estaba enfermo. Pero bueno, no importa.

Conforme pasaban las clases, sentía que mi cuerpo iba calentándose más y más, y mi cuerpo sudaba a chorros. En el descanso, decidí saltarme las demás clases. Me dirigí con apenas fuerza hacia la enfermería para poder descansar ahí.

-Haa… Haa… -estaba que me quemaba por dentro, tenía mucho calor. Pero ya no pude más y me desplome en el piso, cuando pude ver que alguien estaba en los pasillos.

-¡Bon! ¡Bon! ¿Ey estas bien? –pregunto esa voz. Estúpido, ¿Acaso me veo bien? Tenía ganas de responderle, pero no tenía suficientes fuerzas y cada movimiento era una tortura caliente para mí.

Todavía estaba consciente, pero no me quería mover, sabia que si lo hacia, me daría mas calor, y extrañamente me sentía extraño. Aquella persona me levanto sin ayuda y me llevo hasta la enfermería, quería darle las gracias, pero al ver que se iba mi cuerpo le jalo y lo puso debajo de mí.

Me sorprendí de ver quien era, era Rin. Estaba debajo de mi mirándome con sorpresa, pero yo ya no estaba consciente de lo que hacia, y comencé a besarle. El al principio trató de alejarme, pero yo era as fuerte que el, por lo que al ultimo coopero conmigo y me correspondió. No me importaba que era lo que me pasaba, si esto era un sueno mas, si me habré quedado dormido en algún lado –algo raro en mi- o algo así. Solo sé que esto me gusta, sentir que el me corresponde.

-¡B-bon! –gimió al yo poner mi mano en su entrepierna. Él ya estaba igual o mas duro que yo. Mi cuerpo se seguía sintiendo caliente y yo sin saber que me pasaba. ¿Sera que esto es un sueño? 

No lo se, solo se que esto lo empezo mi dolor de cabeza no?