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Cuarto Oscuro por ChiiNerak

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Notas del fanfic:

Una historia que me pidió una amiga; tenía que ser perturbante y a la vez no. Espero que disfruten

- Entonces él contestó que sí, le dijo que sí, y con ese sí le dio una sonrisa...

- Ya cállate, fue un cuchillo, y por eso tienes mermelada en el cuerpo...

- Fue una sonrisa, y la sonrisa era bonita. Dientes blancos, ojos brillantes...

- Era un vampiro, un monstruo...

- Y vendrá si no se callan.

 

La habitación se volvió silencio de nuevo. De nuevo estos locos hablando. Y yo aquí, escuchando sus parloteos. El cuarto oscuro apenas cuenta con una ventana pequeña. Pero soy la única persona que se levanta a verla. A asomarse, aún cuando fuera todo es gris y neblinoso. Tal vez espero a que llegue algo mejor. Un pequeño hilo de luz. Pero todo sigue tan gris como siempre.

Estiro las piernas, muevo los brazos. Me pongo de pie y doy círculos. Pero nada importa. No cuando estoy en un lugar sin salida alguna.

 

- No te levantes, te vas a golpear la cabeza.

- No sirve de nada, aquí no hay nada.

- No te alejes, ven aquí.

 

Aunque camine hacia la otra esquina, sigo estando muy cerca de ellos. Aunque me suba a las tablas sobre la habitación, apenas puedo huir tres metros. Quiero ver qué hay más afuera.  Pero aquí nadie tiene voluntad. Nadie ya sabe decir cosas coherentes. Mucho menos puedo esperar cualquier ayuda.

 

- Te caerás.

- Te romperás en pedacitos.

- Vas a descoserte.

- Como las muñecas.

- De vidrio.

- Filosos.

- Que cortan.

- Y sacan mermelada de fresa.

- Mermelada aguada.

- ¡Basta!

 

De nuevo sus silencios. Y yo de nuevo en el piso, sin poder hacer más que callarlos. De tanto encierro, a veces me siento arrastrado a su sopor. Siento cómo mi cuerpo se acerca a ellos, intentando olvidarse de todo. Pero siempre reacciono. Yo no quiero volverme así. Yo era alguien… antes… Antes… …

 

¿Antes de qué?

 

- Se ha quedado quieto.

- Se volvió de piedra.

- Podría romperse.

- En pedacitos.

- Piedrecitas.

- Silencio.

 

Obedecen. Y vuelven a su sopor. Necesito salir. Pero a la vez me aterro. ¿Qué habrá afuera?

¿Quién está afuera?

 

Apenas puedo pensar en afuera, aunque anhelo demasiado salir. Aunque afuera sea gris.

Pero hay viento. Hay aire y frío.

 

Y aquí dentro solamente oscuridad y un rayo de luz muerta.

 

Una vez intenté llegar a esa luz. Subí por las tablas. Terminé en el suelo con un dolor en la pierna derecha. La tuve en una extraña posición, y me hacía gritar de dolor. Pero se calmó en dos días. No me moví.

 

Me uní a ellos por primera vez. Casi olvido la luz muerta.

 

Reaccioné cuando un dolor me hizo estirar la pierna izquierda. Reaccioné a mí alrededor. Me levanté después de mucho tiempo. Hace ya tanto que dejé de contar por horas. Pero cuando la luz se va, sé que anochece. Me sentí mal. Por dentro, una sensación me hizo expulsar una fuerte respiración por entre los labios.

 

Tenía que salir de ese lugar.

 

Pero sigo sin encontrar el método.

 

Me dediqué a subir las tablas. Aprendí la forma de caer sin provocarme dolor. Mis brazos se hincharon y adquirieron más fuerza.

 

Pero sigo sin poder salir de este lugar.

 

- Ya estás húmedo otra vez.

- Está derritiéndose.

- Saca agua.

- Basta.

 

Se vuelven a callar. Me he acostumbrado tanto a ellos que ya no me exasperan. Sin embargo… tengo miedo de lo que pueda haber afuera.

 

Vuelvo a trepar, y golpeo el techo con fuerza, con los pies, los puños. Con todo. En el suelo cayó hace poco una cosa blanca. Le dije a uno de estos locos, golpeé el techo con su cabeza, con las manos, el torso. Pero no se movió. Y el loco quedó reducido a algo oscuro que dejé caer al suelo. Se oyó un chasquido. Algo roto. Pero nada más. Los murmullos del suelo se intensificaron y empezaron a decir algo de mermelada.

 

Pero están locos.

 

No entienden que eso no era mermelada.

 

Era plástico.

Me dan lástima.

No saben que están locos.

 No saben que eso blanco que salió de la cabeza del loco era yeso. Lo líquido de su cabeza era agua pintada al darle la luz. Y lo aguado que parecía deshacerse era gelatina.

 

Ya no saben siquiera distinguir nada.

 

Pero yo algún día lograré salir de aquí, así tenga que enseñarles a todos la gelatina de su cabeza.

 

Incluso… si tengo que mostrarles la mía al final.

 

Notas finales:

Espero que sea coherente y que hayan disfrutado ^^U


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