Habían pasado ya más de tres semanas y constantemente seguía recibiendo aquellas cartas, me había comenzado a desesperar ¿Por qué yo? Sabía que era famoso, un ídolo, pero aquella obsesión estaba llegando demasiado lejos.
“Querido Minho, hola soy yo de nuevo, espero que estés de lo mejor, el día de hoy te extrañe mucho, ahora no pude verte como acostumbro pero ten por seguro que mañana estaré ahí ¿Qué comiste? ¿Pollo, salmón, sushi? ¿Algo de lo has estado comiendo diariamente? Espero sigas una buena dieta, yo sé que si… incluso te ah de parecer tonto que te lo pida cuando tú eres tan saludable, sino no tendrías ese bello cuerpo. Vaya creo que entre más lo pienso más te amo, no creo ser la única persona que te dice eso claro… pero creo que soy la única persona que te lo dice de corazón, realmente te amo, te idolatro, es más… creo que eh llegado a pensar como nos veríamos si pasáramos el resto de nuestra vida juntos, seguro seriamos la pareja más feliz… te daría todo y te amaría con sinceridad tal y como lo hago ahora.
Debo irme espero verte mañana por favor usa esa camisa pegada que te había mencionado que tanto me gusta, hace que se te defina tu figura y realmente me provocas mucho vestido así. Tuyo para siempre.”
Esta ya era la tercer carta de la semana, y si, era miércoles, lo que puedo decir es que aquel o aquella que me mandara estas cartas realmente estaba comenzando a espantarme y no es como si no hubiera recibido esta clase de cartas antes, sino que no solo me escribía, me espiaba eh incluso me había llegado a reclamar cuando salía con alguna chica o me mandaba fotos mías que había tomado de algún lugar donde había estado. Cada día me sentía más sofocado, y con la impotencia de no poder encontrar a quien las enviaba pues con tantas chicas mandando cartas era imposible, detectar al remitente. Lo único que siempre me había parecido extraño es que siempre se llamaba a sí mismo “persona” jamás había dicho “chico” o “chica” siempre era sexo indefinido, incluso me había preguntado qué pasaría si aquel acosador fuera un hombre ¿me daría más miedo del que ya tenía ahora? ¿Qué clase de persona seria? ¿Trataría de secuestrarme alguna vez? Trate de sacarme aquellos pensamientos de la cabeza mientras bajaba del elevador y me subía a mi auto, pero me era imposible, realmente estaba asustado, porque si esa persona era capaz de seguirme a cada lugar donde iba ¿Qué más podría hacer?
Creo que aquella noche no tenía ganas de llegar al apartamento así que llame a una amiga y quedamos de vernos en un restaurante cerca. Me estacione y entre, claro tuve que pagar un poco más para que me dejaran un cuarto privado, no quería que todo el mundo empezara a crear rumores acerca de si tenía una relación o algo, cosa que era mentira pues solo era una amiga.
-Hola Minho –saludo mi amiga mientras dejaba su abrigo en el perchero y se acercaba a darme un abrazo- me sorprendió que llamaras ¿está todo bien? – pregunto y negué, realmente me sentía bastante asustado y más que nada frustrado de no saber qué hacer, necesitaba contarle aquello a alguien y rápido - ¿Qué pasa? ¿Es algo del trabajo?
-No… realmente esto es algo digamos diferente –comencé mientras tomaba un poco de agua- seria genial si solo fuera presión del trabajo pero me temo que… -suspire- estoy siendo acosado.
-¿Acosado? – repitió pero a forma de pregunta y después soltó una carcajada, y bueno aunque yo no le veía gracia alguna ella si – Minho es parte de tu trabajo, eres un artista muy famoso. Además eres guapo, cualquier chica querrá conquistarte, y muchas lógicamente se enamoraran de ti a tal grado que harán cosas un tanto imprudentes para que las conozcas – bueno aquello era realmente cierto, y no era la primera vez que una chica se obsesionaba tanto, el problema era que aquello ya me daba terror.
-Si bueno tienes razón en eso, pero siento que… esto ya está yendo demasiado lejos, esta persona me está siguiendo, a cualquier lado, incluso toma fotos y me las manda probándome que me vigila –sentí un nudo en la garganta y apoye mis codos en la mesa sujetando mi cara entre mis manos – no lo soporto realmente me estoy espantando ¿Qué tal si intenta hacerme algo?
-¿Has hablado con la compañía de esto? – pregunto y negué, rápidamente pude ver que una mueca se formó en su rostro y suspiro- tienes que hablar con ellos, diles que te manden escoltas o que revisen cada una de las cartas que se te envían… aunque sean demasiadas tu seguridad esta primero ¿no? – asentí- ¿y esta chica tiene alguna clase de patrones?
-Debo decir que no se ni siquiera si es mujer…
-¿No sabes si es mujer? ¿De qué hablas? – pregunto confundida y saque la carta del bolsillo y se la entregue- ¿Qué es?
-Es una de sus cartas, siempre las manda en un sobre azul con corazones afuera, a veces es un moño o algo así, y el contenido siempre es similar, que me ama, que me vigila, incluso ha dicho que tengo ciertas formas de hacer ciertas cosas. También me regaña cuando me reúno con mujeres o alguien que le cae mal – suspire y comencé asentir como vibraba mi celular en el bolsillo – siempre se dice persona… nunca dice si es hombre o mujer – saque el teléfono y conteste – ¿Bueno?
-Estoy muy triste… - susurro la voz detrás del teléfono y definitivamente no reconocí quien era por lo que mira la pantalla del teléfono “desconocido” decía.
-¿Quién habla? – pregunte un poco preocupado y enseguida escuche un sollozo - ¿hola?
-¿Por qué me haces esto Minho-ssi? – pregunto y enseguida un pánico enorme se apodero de mi ¿Cómo había logrado conseguir mi número de teléfono? - aun cuando sabes que te amo tanto vas y te reúnes con mujeres… ¿Qué eh hecho mal? ¿No soy una persona suficientemente buena? – pregunto y aunque trataba no distinguía si la voz era de hombre o mujer, además estaba completamente en shock, asustado… sin palabras en definitiva no sabía que hacer – está bien… creo que aún no me eh esmerado lo suficiente ¿hará falta que me conozcas? Supongo que si…
-Minho… -me llamo mi amiga un tanto preocupada, supongo que era por la cara que tenía justo ahora, tal vez no tenía un espejo para verme pero en mi interior sabía que estaba reflejando un terror enorme, tanto que ni siquiera respondí, solo deje una lagrima caer por mi mejilla y mi amiga enseguida me arrebato el teléfono - ¡¿Quién habla?! – pregunto totalmente alterada - ¡¿Hola?!
-Era esa persona… -susurre y después me solté a llorar.
*-*-*-*-*-*-*
Llevaba ya un rato sentado en la cocina de mi casa, había estado pensando en el shock que había tenido ayer, aun no lograba entender como su voz me había causado tanta conmoción. Estaba completamente asustado, pero había algo en su voz que no me dejaba en paz, aquel triste sonido, como el de una gota cuando cae al agua, realmente se escuchaba triste y destrozado, como si yo le hubiera hecho la peor cosa del mundo. Escuche el timbre sonar y me levante para abrir la puerta, ahí me encontré con un chico de baja estatura, llevaba el cabello corto y en forma de calabaza, un poco cobrizo, era delgado y tenía unos ojos castaños bastante penetrantes. Iba vestido de ropa de repartido de entregas y bueno tal vez eso tenía que ver con el paquete que llevaba en las manos.
-¿Quién eres? –pregunte y me entrego el paquete sin dejar de mirarme - ¿debo firmar algo? – negó y sin pensarlo lo abrí, dentro se encontraba un pequeño gato blanco con las patitas negras, como si tuviera guantes puestos, y también tu cara tenía una máscara de pelaje oscuro, estaba hermoso – que lindo ¿Quién lo envía? – pregunte y el chico cerró la puerta detrás de sí, aun sin hablar y sin dejar de verme – disculpa, no puedes estar aquí…
-Yo te lo traje… -susurro y estuve a punto de dejar caer al gato cuando escuche su voz “Minho-ssi” era su voz, era la voz de la noche anterior y ahora estaba aquí frente a mí, un chico, un hombre era quien me había estado acosando durante todos estos meses, finalmente lo conocía y tenía un aspecto tan frágil y dulce que no me creía que un chico como el pudiera ser un acosador – me llamo Taemin.
-Tu… tu eres… esa persona… -titubee y comencé a caminar hacia a atrás, no sabía si por miedo, si por nervios, realmente no sabía que hacer - ¿Qué haces aquí?
-Te lo dije ayer… no sabrás lo que significas para mi hasta que me conozcas ¿o no? –pregunto con una mirada llena de dulzura, una mirada que realmente no podía dejar de ver, realmente podía sentir su calidez, no como las frías cartas que me enviaba, tal vez las sentía así porque solo era tinta y papel, pero justo ahora, su voz, sus ojos, todo en el era diferente a como me lo había imaginado – no quiero que me tengas miedo…
-¿Pero cómo no te lo tendría? Por Dios me has estado acosando día a día… es lógico que tenga miedo, incluso ahora… el que vengas a mi casa, me hace tener ganas de golpearte y entregarte a la policía – sentí como sus ojos se entristecieron y estuvieron a punto de lagrimear.
-¿Realmente me harías eso? –bajo la mirada y sentí un nudo en la garganta - ¿tan molesto soy para ti?
-Es solo que hay formas… de conocer a la gente, no estas, por favor no esperas que te diga que ansiaba conocerte cuando llegue a pensar que podrías secuestrarme.
-¡¿Cómo querías que te conociera?! –grito esta vez soltando todas las lágrimas contenidas – eres un artista ¿Cómo crees que alguien tan normal y común como yo se puede acercar a ti? ¿Crees que es tan fácil como comer o respirar? No… ¿dime de que forma más sencilla podía hacer que supieras que existo? No quiero que me odies…
-¿Odiarte? – pregunte y sentí como se me encogía el corazón al ver aquellas lagrimas caer por ese frágil y dulce rostro ¿pero que debía hacer? ¿Abrazarlo o echarlo? Definitivamente no iba a correrlo de esa forma, eso sería bastante cruel, más cuando ahora lloraba tan desesperadamente por mi culpa – no podría odiarte pero justo ahora… no sé, tengo un poco de miedo.
-No por favor… -sollozo y antes de hacer algo corrió a mí y me rodeo con los brazos abrazándome, por alguno motivo no pude hacer nada, era como si justo ahora tuviera la necesidad de protegerlo de alguna forma, aunque solo fueran mis brazos los que lo cubrieran era lo único que podía hacer por el – no me temas…
Si decir nada más creo que nos quedamos ahí toda la mañana, sin decir nada solo abrazados, hasta que dejo de llorar y se quedó dormido en mi sofá. Acomode un poco su cabello mientras dormía, parecía un niño pequeño, realmente lo pensaba y mientras más lo pensaba no podía creer que todo el terror que sentía era por aquel niño.
Pasaron más o menos dos horas antes de que despertara, me preguntaba si había dormido bien últimamente, pues se había quedado profundamente dormido y parecía que tenía hambre así que le había preparado un poco de ramen, realmente aquel chico era muy delgado ¿viviría solo? ¿Sus padres no lo alimentaban cómo debían? Creo que extrañamente Taemin había logrado despertar en mí un lado protector, el cual ni yo mismo conocía.
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Creo que ya habían pasado cerca de tres meses desde que había conocido a Taemin y mientras en un principio solo venía a verme por las mañanas pronto había terminado viniendo más y más hasta que finalmente ahora parecía que vivía conmigo, y no era que me molestara, sino al contrario me emocionaba mucho cuando regresaba del trabajo pues sabía que alguien me estaría esperando en casa, y generalmente cuando llegaba tenía la casa limpia y la cena lista. Creo que ya me había encariñado bastante con él, pues mi parte favorita del día era llegar a verlo, esa sonrisa llena de inocencia y su abundante aegyo.
Aquel día había tenido que salir temprano para grabar una parte de mi nuevo disco que pronto saldría a la venta, había estado ahí toda la mañana grabando hasta que finalmente había terminado, estaba sentado en la cafetería cuando llegaron unos de mis hyungs, ambos tenían la cara un poco seria y parecían conversar de algo bastante interesante, yo los mire curioso y en cuanto me vieron fueron a sentarse junto a mí.
-Minho-ssi –saludo uno- eh escuchado que ya pronto saldrá tu nuevo disco ¿es eso cierto? – pregunto y asentí viendo sus labios curvarse – eso es genial, estoy seguro de que tendrás mucho éxito.
-Gracias Hyung – sonreí sinceramente – y díganme ¿Qué hacen por aquí? ¿no han tenido mucho trabajo? – pregunte curioso con la esperanza de que me trajeran algún chisme nuevo o algo con lo que des aburrirme antes de volver al estudio de grabación.
-Bueno si hemos tenido trabajo, pero justo ahora parece que la compañía está teniendo que lidiar con un grave asunto debido a unas fotografías que fueron publicadas en internet – susurro y miro a todos lados – parece que Siwon-hyung ha tenido un terrible escandalo – continuo y miro a mi otro hyung de reojo – lo encontraron viviendo con su amante…
-¿Siwon-hyung? ¿Un amante? – pregunte bastante sorprendido, más que nada porque nunca lo había visto coquetear con nadie y siempre se veía tan serio – increíble ¿Quién lo hubiera dicho?
-Pero ese no es el asunto más grave… - añadió con un todo de consternación – parece ser que su amante es un hombre y eso fue lo que lo hizo un escándalo horriblemente grande – en cuanto dijo eso mi hyung soltó una ligera carcajada, supongo que habría puesto una cara de sorpresa terriblemente graciosa, pero no podía imaginar que el casto y “puro” de Siwon-hyung fuera gay, era simplemente impensable, estoy seguro de que si aquello no hubiese sido cierto me habría soltado a reír pero ahora había prueba, había fotos – hay Minho-ssi… es solo que a veces no pensamos en las consecuencias de nuestros actos, y eh aquí las consecuencias.
-Si… - creo que ahora que me ponía a pensar yo estaba en un caso similar, ¿Qué pasaría si alguna fan me espiaba en mi casa? Y no era que yo mantuviera las ventanas abiertas o algo por el estilo pero si Taemin llegaba a abrirlas y alguien nos veía abrazados podrían malinterpretar las cosas, porque solo sería una malinterpretación pues yo no tenía ninguna clase de relación con Taemin, solo éramos amigos - las consecuencias…
Esa noche llegue a la casa bastante preocupado y decidido a la vez, era difícil pero debía pedirle a Taemin que se fuera de una vez, no podía seguir viviendo con él, porque después de todo él decía que me amaba ¿no? Aquello ya era mal sano y no era bueno para ninguno de los dos. Entre en el departamento y como siempre Taemin me recibió con sus habituales abrazos y pucheros, y yo simplemente lo esquive, poniéndome frio y distante, pues prefería que si nos íbamos a separar para siempre el me odiara y no pensara en mí, a que siguiera con la ligera esperanza de que un día podríamos estar juntos.
-¿Minho-ssi? –pregunto juguetón, supongo que aún no entendía lo que estaba a punto de decirle así que tome aire y lo mire fijamente a los ojos, con una mirada seria, esperando que le mostrara frialdad - ¿está todo bien?
-Taemin… eh estado pensando mucho –comencé y su mirada cambio, ahora tenía una llena de angustia y preocupación – es acerca de lo que ha pasado los últimos meses… creo que sabes que no es correcto que estés viviendo en la casa de un Idol ¿verdad?
-Con… con esto… tu… - comenzó a titubear y vi sus ojos llenarse de lágrimas - ¿quieres que me vaya? – pregunto mirándome a los ojos y asentí - ¿Por qué?
-Ya deberías saberlo – dije sintiendo como el corazón se me hacía pedazos ¿pero porque sentía este terrible dolor dentro de mí? ¿Qué significaba el para mí? – ambos somos hombres y creo que lo que tu sientes por mí no es algo que yo pueda corresponder - ¿de verdad no podía? – y además solo eh dejado que estés aquí por mera lastima… -aquellas palabras debieron dolerle demasiado pues al bajar su mirada pude ver sus lágrimas escurrir por su nariz y después caer al suelo, tal y como la primera vez que lo había visto, y ahí estaba nuevamente ese sentimiento de protegerlo de cuidarlo, de sujetarlo en mis brazos para que nada le pasara, pero no, debía ser fuerte, era eso oh perder toda mi carrera y futuro como cantante – lamento decepcionarte así, pero no eres para mí nada más que un estorbo, y creo que es hora de que… regreses de donde viniste.
-No me hagas esto… Minho-ssi prometo que ya no te hostigare, no me acercare a ti, pero tampoco me alejes de esta forma… por favor – sollozo y cayo de rodillas a suelo. Realmente me sentía como un vil monstruo ¿Cómo podía hacerle eso a alguien tan dulce como Taemin? ¿Cómo? – ya no diré más que… que te amo.
-¿Y crees que eso es lo que me molesta? – pregunte entono burlón y el levanto la mirada – me molesta tu simple presencia Taemin… - dije y antes de decir algo más apenas pude ver cuando se levantó y después solo sentí sus labios contra los míos.
Creo que jamás en mi vida había sentido esa clase de sentimiento, ni esas reacciones en mi cuerpo, sentía que tenía toda la piel erizada y mi corazón no dejaba de latir, sentía como su en algún momento fuera a salirse se mi pecho, y como no si mi primer beso se lo había dado a un niño, tal vez era solo el efecto que había producido el besar a alguien de mi mismo sexo, pero estúpidamente no podía borrar la sonrisa que tenía en mis labios, una sonrisa que solo podía irse con el recuerdo de Taemin llorando y saliendo corriendo por la puerta ¿había hecho realmente lo correcto? Escoger mi carrera sobre Taemin, creo que ahora no sabía, pero esperaba que la respuesta llegara pronto.
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Ya habían pasado tres semanas desde que Taemin se había ido y esta vez no había sabido nada de él, pero ahora que lo pensaba nunca había sabido nada de él más que su nombre, no sabía dónde vivía, no sabía quiénes eran su padres, no sabía ni siquiera si tenía un hogar al cual regresar, y yo simplemente por unos estúpidos comentarios lo había echado como a un perro de mi casa, y ahora me estaba arrepintiendo demasiado, pues no solo no dejaba de pensar en el sino que cada día lo extrañaba mas y todas las noches me la pasaba llorando en la soledad de mi cama, acariciando el hueco que había dejado su fijo cuerpo en mi cama, extrañando también el dulce sabor que habían dejado sus labios sobre los míos.
Él se había vuelto la razón de mis lágrimas, y bien merecido me lo tenía, pues él siempre me había demostrado cariño y yo nada, me solté a llorar, sabía que estaba por salir al aire para promocionar mi nueva canción, pero no podía evitar estar triste.
-Minho ya es hora de que… -entro el productor y no pudo acabar al verme en ese estado - ¿estás bien? ¿Te duele algo? – pregunto y se acercó a mí, yo asentí y llamo rápido a la maquillista para que me arreglara, ya después salimos al aire.
- Y dinos Minho-ssi – comenzó la reportera - ¿Qué se siente estar a punto de sacar este nuevo álbum? ¿Estas emocionado?
-Si muchas gracias, más que nada por el apoyo de mis fans… quienes siempre me han estado apoyando – justo en ese instante vino a mi mente la cara de Taemin, pero no podía parecer consternado ni nada ante las cámaras, así que fingí mi mejor sonrisa y continúe plateando por un rato.
-El tema principal del disco es “KnowI Understand that I Love You” dinos Minho-ssi ¿has pensado en alguien mientras cantabas esta canción? – pregunto con picardía y sentí el corazón encogérseme, Taemin, te extraño, Taemin, regresa, Taemin ahora lo entiendo, ahora lo sé, sé que te amo - ¿Dinos hay alguien que haya conquistado tu corazón?
-Yo… comencé a decir, y ahora que lo pensaba ¿Qué tan importante podía ser la fama si no había amor? ¿Qué tal genial podía ser, ser un famoso si estaba solo? – si eh pensado en alguien – admití y pude sentir todas las miradas sobre mí, y bueno más que nada estaba por arruinar mi carrera era lo que nadie sabía – conocí a esta persona hace algunos meses… y debo admitir que me asuste mucho en un principio…
-¿Te asustaste? ¿Por qué?
-No estaba seguro de que pensar… pero cuando comencé a conocer como era… no quise aceptarlo en un principio, incluso ahora no sé si me esté viendo pero… -bufe y sonreí animado- sé que esto arruinara mi carrera pero no puedo más… ya no soporto vivir sin el – y tan pronto como revele su sexo pude escuchar un grito por parte de la multitud eh incluso de mi presentadora – si… me enamore de uno de mis fans y es que realmente soy un idiota… preferí en un principio proteger mi carrera y dejarlo ir, pero ahora que ya no está conmigo… siento que me muero – agradecía que aquel fuera un programa al aire porque estaba seguro de que si lo hubiésemos grabado antes para después emitirlo mis palabras jamás habrían sido escuchadas – Taemin… te amo, vuelve conmigo – dije y sin más abandone la sala de grabación.
Llegue a mi casa, sabía que pronto me mandarían a llamar y probablemente me despedirían o algo pero ya no me importaba, si aquello que había hecho me devolvía a Taemin. Me recosté en mi cama y cerré los ojos hasta quedarme profundamente dormido, seguro ya habían pasado un par de horas así que me desperté y cuando me disponía a levantarme pude sentir un peso extra sobre mí. Levante la cobija y pude ver a un pequeño niño con peinado de calabaza abrazándome, lo desperté y enseguida comenzó a tallarse los ojos.
-Volviste…
-¿Creerías que no lo haría? – pregunto bostezando y después me miro directo a los ojos – después de lo que hiciste ¿Cómo podría no volver? – pude divisar, a pesar de la oscuridad, como una lagrima resbalaba por su mejilla y enseguida la limpie con un dedo – eres un idiota Minho…
-Soy tu idiota Taemin – dije abrazándolo y depositando un tierno beso en sus labios, dejándole en claro que nunca iba a volver a dejarlo, y era cierto, no volvería a ser tan idiota de dejar a ese enano nunca jamás, porque lo amaba, demasiado y no estaba dispuesto a perderlo, no de nuevo.