1-DESESPERACION
Habían pasado tres meses desde que todo se había derrumbado, desde que todo había desaparecido.
Tohma estaba sentado sobre el sofá de su departamento con una copa de vino en su mano derecha y sus ropas desarregladas.
El cuarto estaba completamente a oscuras, los muebles seguían en orden y solo se podía escuchar el reloj caminar. Era de noche y las luces de la ciudad y de la luna se filtraban a través de las delgadas cortinas blancas de la ventana que daba al balcón.
Mika como amiga le había propuesto limpiar y cocinarle, pero el la rechazó. ¿para qué?
-todo esta acabado-dijo entre las sombras-todo-su mirada se fijo en un retrato a su izquierda.
En la foto se mostraba a Bad Luck, Nittle Grasper, K, Sakano, Eiri y él sonrientes,…sí, esa había sido antes de que todo esto comenzara, ya nada le quedaba.
Tohma Seguchi, el todo poderoso de NG, quien parecía tener a todo el mundo comiendo de su mano, el amo y señor, ahora…derrumbado, acabado.
Estaba tan cansado de esa vida,…ya nada tenía sentido.
Oscuridad y sombras,…eso era ahora su vida, ¿si es que así se le puede llamar a aquella porquería?,…todo era una basura, un pedazo de mierda.
Arrojó con furia el retrato que tenía en sus manos hacía la pared, rompiendo aquel único dulce recuerdo de un pasado más brillante, haciendo que los fragmentos del vidrio saltaran y se esparcieran por todo el piso.
El no era de los que se rendían fácilmente, pero…ahora eso ya no importaba.
Intentó levantarse, se engañó, cometió locuras y ahora solo era algo inservible.
Nada ni nadie le quedaban…todo era un completo vacío…normalmente nunca buscaba la salida fácil… ¿pero que mas daba en esos instantes?
Solo quería acabar con sus noches de lágrimas y sangre.
Perdió a Suguru, su única familia, su empresa, su fortuna, su fé, su único amigo, su sonrisa, pero lo más importante…había perdido a la persona que más amaba.
Ya había tomado una decisión definitiva. Hasta aquí había llegado su vida…pronto dejaría todo este sufrimiento.
Se dirigió a su habitación para sacra un objeto de metal de uno de los cajones del guardarropa,…lo tenía hace una semana…estaba listo para poner fin.
Pero si iba hacerlo, lo haría en un lugar en especial.
Se levantó, se arreglo un poco sus ropas, tomó su abrigo y su sombrero, dio una última mirada a su departamento.
-hasta nunca-dijo saliendo tras la puerta.
Esa…sería su última noche.