El resplandeciente sol comenzaba a asomar los primero rayos de luz frente al palacio Valhala donde no podía apreciarse de la misma manera la calma que reflejaba esa mañana, pues taba dado a luz Frigga al primogénito de Odín Rey de Asgard y padre de todo.
- No puede ser posible que no puedan darme a un razón del nacimiento de mi primogénito.- Odín paseaba de un lado a otro nervioso, cuando de repente escucho uno lloriqueos que provenían de la habitación de Frigga la reina y su esposa.
- Es un barón….- la enfermera que asistió aquel parto corrió a informar lo más pronto posible a Odín, quien al oír la noticia no cabía de regocijo por tan grata noticia, a lo que corrió apresuradamente donde se encontraba su esposa.
- Es un barón, como lo llamaremos?.- Odín se acercó a su hijo, y viéndolo indefenso, pero con un aura diferente a cualquier bebe recién nacido, decidió que nombre le podría.
- Thor, su nombre será Thor, este niño tendrá la fortaleza de un rayo, y gobernará a su pueblo con inteligencia, sabiduría y cordura, mi hijo.- Odín sostuvo entre sus brazos a su pequeño.
Frigga y Odín no podía estar más contentos ante aquel acontecimiento, su hijo comenzaba a dar los primeros pasos, ya decía frases bien entendibles, pero como dicen no todo en el mundo puede ser eterno, y la Tierra a quien Odín tomo bajo su protección fue atacada por los gigantes de hielo, por lo que Odín tuvo que separarse de su familia comenzando así una guerra, en la cual los Asgardianos fueron quienes salieron victoriosos, pero el triunfo no fue lo único que Odín trajo de la tierra de Jotunheim, pues de regreso a Asgard entre los escombros de la batalla encontró indefenso a un bebe quien era el hijo de Laufey el Rey de los Gigantes de Hielo, por lo que su corazón se ablandó imaginando que tal vez el pequeño podría ser de mucha ayuda para Thor y tal vez para una futura alianza entre ambos pueblos.
Odín llego al Valhala a encontrar a sus esposa y su pequeño Thor, pero la sorpresa de Frigga fue el notar el pequeño bulto que se removía entre los brazos de su esposo.
- Odín que…- Frigga no termino su pregunta pues Odín, se acercó a ella dejando entre sus brazo al pequeño.
- Lo encontré solo e indefenso después de la derrota de los Gigantes, es el hijo de Laufey, sé que no debí traerlo pero no podía dejarlo morir mientras nosotros disfrutábamos del ver crecer a Thor, así que pensé que podíamos darle una familia entre nosotros, sin que se entere que no es nuestro hijo de sangre, y crecerá junto a Thor como su hermano.- Frigga se quedo un momento en silencio mientras asimilaba las palabras de Odín, pero lo mirada del pequeño que recién había despertado hizo que su corazón se ablandara y le sonriera al pequeño.
- Y que nombre le pondremos? Porque me agrada Loki.
- Pues así será, su nombre será Loki.
Los pequeños crecieron tal y como Odín lo predijo como hermanos unidos sin diferenciar que entre ellos no corría la misma sangre, sin embargo Odín sabía que tarde o temprano tendría que decidir de entre sus hijos, quien sería el más idóneo para el trono, mientras Thor crecía demostrando una gran destreza con las armas, el deseo de batalla constante y la fuerza que bien había descrito cuando lo tuvo por primera vez en sus brazos, Loki demostraba lo contrario, fragilidad, pero una gran inteligencia, mente fría y calculadora, lo cual también se requería en un rey, por lo cual Odín sabía que esta decisión sería difícil.
- Solo deseo que entre ustedes no haya ninguna diferencia el día que tenga que tomar la decisión de quien de los 2 gobernará Asgard, porque independientemente de ello, son mis hijo y ninguno es más que otro.- los hermanos que ya contaban con 10 y 11 años se miraban inocentemente escuchando las palabras de su padre, imaginando su futuro.
El tiempo pasaba, Thor se dedicaba a salir en compañía de sus amigos a entrenarse en las artes de las armas y la guerra, desde muy pequeño había mostrado gran interés y Loki había demostrado gran destreza en la magia y la brujería, sus cuerpos cambiaban al mismo tiempo, Thor tenía un cuerpo demasiado musculosos, ojos de un azul intenso, cabellos cual rayo de sol y su piel blanca, en cambio Loki tenía el cabello negro, ojos azules, tez pálida y complexión promedio.
Thor gustaba de la compañía de su hermano más que ninguna otra, por la que el tiempo que se la pasaba descansando no salía de la habitación de Loki.
- Es que acaso no tienes otra cosa mejor que hacer que estar molestándome.- Loki intentaba sacar de su habitación a su hermano.
- No sé qué te molesta si lo único que hago es observarte y platicar contigo.- Loki había tenido cierto cambio de actitudes desde que notaba la preferencia de Odín por Thor, pero en el fondo sentía un gran amor por el rubio, por lo que su envidia había sido apaciguada más de una vez con una sola de las palabras de thor
- Eso, que me mires, me incomoda, pero si quieres te paso una de mis fotos para que la admires.- Thor se levanto de su lugar acercándose a Loki y colocando su brazo sobre sus hombros.
- No seas tan gruñón a este paso, tu apariencia no será suficiente para que consigas una esposa, porque con ese genio no creo que puedas llegar muy lejos.- Loki aventó el brazo de Thor lejos de él.
- No necesito de nadie.- Thor sintió una punzada en su corazón al decir aquellas palabras.
- Ya lo sé Loki para eso me tienes a mi.- antes de que pudieran seguir su conversación u guardia entro a la habitación, pidiendo permiso antes.
- Príncipes, el Rey Odín quiere verlos a los 2 en este momento en el Gran Salón.- ambos se miraron con gran curiosidad.
- Que podrá querer Padre en estos momentos.- Thor estaba totalmente desconcertado.
- No lo sé, pero lo mejor será averiguarlo, así que vayamos.- Loki y Thor se dirigieron al Gran Salón donde ya los esperaba Odín.
- Padre para que nos has llamada.
- Quiero discutir algunas cosas con los dos, como bien saben, Asgard tarde o temprano necesitará un nuevo Rey, quiero que sepan que esta decisión nada tiene que ver con las preferencias hacia ninguno, sino a las habilidades que ambos han demostrado .- Odín guardo silencio un momento mientras miraba la expresión de sus hijos.- por lo que me cuesta mucho comunicarles que dentro de2 semanas se hará la ceremonia real donde Thor será coronado como rey, no quiero decir con esto Loki que se desprecien tus talentos, tu serás el apoyo incondicional de tu hermano, serás un gran General que unirá sus fuerzas para cuando Thor las necesite.
El rostro de Thor cambió de una gran sorpresa a uno de gran felicidad, no podía creer que su padre lo había elegido como su sucesor al trono, mientras que el rostro de Loki no podía ocultar la envidia, como podía su padre haber tomado esa decisión, y aunque dijera que nada tenía que ver la predilección que mostraba por Thor esta era muy obvia.
- Padre muchísimas gracias, no te defraudaré con esta gran oportunidad.- Thor abrazó a su padre quien correspondió al gesto.
- Loki no quiero que sientas que no te tome en cuenta para el trono.
- Claro que no padre, agradezco el honor que me ha otorgado, pero en este momento me retiro si mi presencia no es necesaria para otra cosa.
- Puedes retirarte.- Odín vio partir a Loki no muy contento con la decisión, pero en el fondo sabía que esta había sido la mejor de las decisiones.
Loki camino hacia sus aposentos donde se encerró y no pudo ocultar la ira y la envidia que por dentro lo carcomía, por lo que con la fuerza de su puño golpeo la pared haciéndole una grieta sin ser consciente del daño que se había causado en la mano. No podía gritar se encontraba tan privado del coraje que no noto en qué momento Thor entro a su habitación.
- Loki esto debemos de festejarlo, Padre nos acaba de hacer saber su decisión.
- Si claro porque al único que ha beneficiado en todo eres tú, a ti mi Padre te ha entregado el trono sin siquiera ser consciente si eres lo mejor para Asgard, y a mí que me ha dejado? Ser solamente tu lame botas.- Thor se acerco sintiendo nuevamente aquella punzada en su corazón así como un cosquilleo que recorría todo su cuerpo, se acerco a Loki lentamente.
- Así que eso es lo que opinas con el cargo que te ha dado Padre, acaso quieres decirme que no estás contento de que tu y yo seremos uno solo rigiendo Asgard hermano.
- Solo será a tus ojos, porque ante los míos tu solo fuiste beneficiado y a mí que me dejaron, las sobras de todo como siempre, siempre tu sombra a donde quiera que vaya, en todo me opacas, acaso no te cansas de hacerlo Thor.- al escuchar aquellas palabras el rubio no sabía que decir, pero su mirada tierna hacia con su hermano cambio y lo hizo retroceder cuando su mirada compasiva cambio a una de coraje, dejándolo entre una columna y el cuerpo de él, tomando entre sus manos la cara de Loki, haciendo que este lo mira directamente a los ojos.
- Hermano, creí que tu siempre estarías a mi lado apoyándome, de haber sido tu el Rey yo también te hubiera apoyado y me sentiría orgulloso de estar a tu lado.- Loki se soltó de las manos de Thor.
- Pues eso puedes pensar tu pero si estuvieras en mi lugar no opinarías lo mismo.- Thor tomo nuevamente entre su mano la barbilla de Loki con más fuerza viéndolo con más coraje por las palabras tan hirientes de Loki.- suéltame que me lastimas Thor, esta plática deberíamos dejarla para después, retírate de mi cuarto y déjame en paz que quiero descansar.
- Así que crees que eres el único que sale lastimado en esto?...y yo qué??.- Thor acortó cada vez más la distancia que había entre ellos, sintiendo la respiración de cada uno producto de la rabia que en ese momento ambos tenían.
El corazón de Thor comenzó a latir más rápido cuando sintió la mirada profunda de Loki sobre sus ojos, haciendo que cada vez la distancia se acortara mas, sintiendo esta vez no solo su aliento sino el roce de sus labios, haciendo que un deseo interior produjera lo inevitable, la necesidad de probar aquellos labios que tal vez interiormente anhelaba de lo contrario no estaría haciendo eso.
Termino por romper aquel pequeño roce y beso lentamente los labios de su hermano, de quien sintió la sorpresa pues su cuerpo se exalto ante la intromisión a sus labios, más Thor gusto de aquella caricia, profundizando mas aquel beso, introduciendo su lengua en la boca de Loki quien pedía permiso a la suya para comenzar una danza acelerada de deseos y pasión, la mano que hasta ese momento había sostenido la barbilla de Loki recorrió la tersa mejilla del pelinegro.
Pasaron escasos segundo cuando Loki recobro la consciencia de lo que hacían y empujo a Thor separándose de él, mientras llevaba su mano a sus labios.
- Qué crees que estás haciendo?.- Loki lo miraba perplejo, incrédulo de lo que acaba de pasar.
- No lo sé, pero un deseo me impulso a hacerlo, Loki yo creo que… Thor guardo silencio sin saber cómo acomodar las palabras que iba a decir a su hermano menor.
- Sabes que esto no está bien, que crees que pensaría Padre si nos viera haciendo esto? Estás loco?.- Thor miro los ojos de Loki y sin contestar a su pregunta se retiró de su habitación, tal vez tenía razón después de todo.
Thor llego a su habitación, parecía león enjaulado, caminaba de un extremo a otro con los dedos sobre sus labios, recordando aquella caricia, que si bien era honesto con el mismo, era algo que deseaba desde hacía mucho tiempo, pero que los lazos que mantenían Loki y el, les prohibía tajantemente esa relación.
Pero había sentido que Loki le había correspondido a esa caricia, no creía estar loco, pues por un instante él le correspondió a la caricia, por lo que tal vez no era el momento preciso de arreglar las cosas, pero mañana sería un buen día para solucionar las cosas, y tal vez valía la pena romper unas cuantas reglas por lo que sentía, pero en ese momento habían sido tantas cosas que decidió recostarse, imaginando todo lo que podría hacer al siguiente, hasta que el sueño se hizo presente y no supo en qué momento sus pensamientos se detuvieron.
Mientras tanto en la otra habitación Loki se dejó caer sobre su cama baca arriba recordando aquella caricia, porque le hacía eso Thor, es que acaso no se daba cuenta de sus sentimientos, era verdad que en secreto se había enamorado de su hermano, pero en el fondo tenía todo un torbellino de emociones encontradas, pues la envidia hacia Thor también lo carcomían, por lo que no sabía que sentimiento era más fuerte, si el amor y la admiración que le profesaba o la envidia porque siempre conseguía todo lo que quería. Pero muy en su interior aquel beso le había gustado y sentía un nerviosismo interior, como podría ver ahora a su hermano después de aquello, por lo pronto descansar y esperar al siguiente día.