Como tendría que haber sido…
El bullicio del bar parecía ajeno a su persona, Jack no podía escuchar nada, notar nada estaba como ausente ahogado en su propio dolor.
En ese mal que le carcomía las entrañas, le estrujaba el corazón y le golpeaba el cerebro.
La culpa, la ira, la angustia y la soledad…
Todos esos sentimientos se entrelazaban entre sus carnes y alma.
Matándolo lentamente…
Porque algo en él había muerto con Ianto y nunca más volvió.
Cuando el camarero se acerco y le entrego una nota, Jack sin mirarla alzo la cabeza, sin soltar su vaso de whisky y entonces vio al Doctor.
Estaba a unos pasos de su persona, casi en la entrada del establecimiento.
Se comunicaron en silencio
Solo unos segundos, el Doctor se marcho después y Jack abrió el papel.
“Se llama Ianto”
Leyó y su corazón dio un vuelco involuntario
“¡No puede ser!” “¡No puede ser posible!” Gritó su conciencia alzándose y entornes se lo encontró delante suyo.
-Ianto…- Susurró sintiendo que las lagrimas ya resbalan por sus mejillas y que temblaba por culpa de sus emociones.
Lo tenía delante pero temía que si daba un solo pasó para alcanzarlo este desaparecería como una simple nube de humo.
Lo había deseada tanto.
Lo había llorado tanto…
-¿Cómo sabe mi nombre señor?- Bromeo Ianto conmovido procurando no llorar también, controlarse.
Jack sonrío muy a su presar, ante sus palabras – Es que tengo algo de adivino…- Le respondió moviendo las cejas con significado.
- ¿Entonces sabrás lo que estoy pensado ahora?- Habló de nuevo acercándose acortando las distancias.
-¡Oh sí!- Exclamó Jack y acto seguido lo beso.
Atrapo sus labios con pasión y amor enterrando sus manos entre sus cabellos para convencerse de que estaba de nuevo con él.
Que no era un sueño o una ilusión.
Podía sentir su tacto, su gusto y su aroma, al igual que el amargo sabor de las lágrimas saladas.
El calor y la fortaleza de su cuerpo, su corazón que bombea salvaje como el suyo propio.
Y al contemplar de nuevo su mirada recupera aquello que había perdido.
-Te amo Ianto Jones, perdona que no te lo dijera antes…- Le dijo una vez finalizado el beso mirándolo sin dejar de acariciar su rostro con ambas manos.
- Te amo demasiado Jack- Le contestó este con ojos brillantes y después simplemente lo volvió a besar.
¿Fin?
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Chocolate
-¿Quién ha sido está vez?- Preguntó Ianto con autoridad deteniéndose en medio del Hub con sus brazos en forma de jarra- Contestarme…- Siguió diciendo observando a sus compañeros de forma intermitente.
Ningún de ellos se atrevió a responder, para empezar ni sabían que estaba preguntando… Pero ni locos se lo dirían.
-¿Quién se ha comido el chocolate de Myfanwy? Otra vez… -Dijo eso último apretando los dientes con enfado.
Era la quinta vez esa semana… La chica de la panadería ya le tiraba los tejos pensando mal por sus continuas visitas.
Gwen, Tosh y Owen se miraron sin abrir boca para ver si salía el culpable… Apiadándose de esa pobre alma en silencio, cuando Jack hizo acto de presencia.
-¿Qué sucede?- Preguntó deteniéndose sorprendido por el denso ambiente.
-Alguien se ha vuelto a comer el chocolate de Myfanwy señor…- Le informó.
-¡Oh!- Exclamó el Capitán
-¿Señor?- Repitió el chico del té alzando una inquisidora ceja.
Jack intento sonreír de medio lado y - Lo siento Ianto… - Empezó a disculparse – Es que tenía hambre y…-
-¿No importe señor?- Le corto este soltando aire y poniéndose bien el nudo de la corbata en un acto más bien intuitivo- Ya sabe lo que dicen del chocolate…-
-¿Qué?- Soltó el Capitán sin comprender encontrándose con la mirada de su amante.
-Que es el sustituto del sexo- Le dijo para luego retirarse de forma educada.
-¡Ianto!- Gritó Jack segundos después comprendiéndolo- ¡Iantoooo!- Repitió corriendo detrás de él- Pero si eso no puede ser cierto… ¡Ianto!-
¿Fin?