Capítulo 1
Su primer acto valiente...
Unos ágiles dedos pálidos se deslizaban con maestría sobre las piezas metálicas. Un poco mas de presión con la llave y listo, el jack-bot estaba reparado, ahora solo faltaban... Dieciocho más... Jack se sintió sin fuerzas de pronto ¿Por qué los estaba reparando? Sabía perfectamente bien que terminarían destruidos en apenas unos segundos y siempre gastaba horas intentado componerlos decentemente para que horas después los hicieran pedazos unos monjes ignorantes de la tecnología, umh, Kimiko no entraba en eso pero tampoco respetaba su genio con la mecánica. Estaba triste. Tal vez un poco de budín lo ayudaría, siempre lo ponía de mejor humor. Sin embargo no encontró ni rastro de su postre favorito en la mini nevera que tenía en el laboratorio.
-Genial, ahora tengo que ir por el hasta la cocina ¿Por qué la alejaron tanto del sótano? -se obligo a recordar ordenarles a los jackbots reabastecer su nevera con budín de tanto en tanto, así se evitaría viajes innecesarios fuera del laboratorio la próxima vez que se deprimiera. Tomo todos los que le cabían en los brazos y salió de nuevo a su laboratorio, apenas bajaba las escaleras un ruido incesante le taladro los oídos, era la alarma de los sheng wong wus. Él, Jack Spicer, joven genio del mal había logrado crear una máquina capaz de detectar la magia ¿Y a alguien le importaba? ¡Claro que no! Tal vez su mamá tenía razón y debía empezar a aceptar los trabajos que las empresas y países le ofrecían para crear artefactos y armas para ellos... Tal vez, pero mientras se decidía, iría por ese nuevo wu.
Según el localizador estaba lejos de su posición pero no estaba fuera de China así que debía apresurarse, tomo un budín y el jet despego esta vez sin jack-bots acompañándolo, no había reparado los suficientes y el único reparado lo dejo en casa. No tenía caso llevarlo para que fuera destruido de nuevo.
No tenía idea de que wu era y hacía meses no ganaba un duelo pero al menos estaba la posibilidad de que Chase se presentara a observar... Tal vez fuera algo torpe y joven pero sabía perfectamente que estaba enamorado de él "El primer amor... –decía su abuela- logra que seamos unos idiotas y nos hace débiles ante nuestros enemigos" Oh sí, abue-nana Spicer tenía sus propios planes de dominación mundial.
Apenas llego al lugar indicado entendió que iba a tener un día difícil, incluso antes de aterrizar su jet. Hannibal Roy Bean y Chase Young se habían lanzado a la pelea y las leyes mágicas que controlaban los duelos ya habían hecho su trabajo. Al parecer era una batalla cuerpo a cuerpo o algo así porque así era como estaban combatiendo. Los tontos xiaolin parecían querer entrar en batalla para ayudar a Chase que ya tenía que pelear contra el frijol y Wuya al mismo tiempo pero Raimundo no los dejaba acercarse.
-Debe ser un wu importante –de lo contrario no estarían matándose por él-
-Así es Jack Spicer –cabeza de queso y el resto de los dragones estaban embutidos en sus trajes de monjes azules ¿Les daría calor dentro de esas cosas?- Es una caja que puede contener a enemigos poderosos dentro.
-¿Cómo la caja puzzle? –sep, ahora entendía porque Chase y Roy Bean estaban matándose por ella, sin duda querían encerrar al otro dentro. Hasta Wuya ponía su mejor esfuerzo, sin duda recordaba muy bien los 1500 años que paso dentro de una caja parecida y no quería repetir la experiencia. –Pero Chase...
Chase Young su ídolo, el malvado genio maligno estaba teniendo problemas en la pelea ¿Qué podía hacer? Él no era un guerrero, ni siquiera tenía una buena coordinación psicomotriz con sus piernas ¡No había llevado a sus jack-bots! Eso le hubiera dado un poco de tiempo a Chase, tal vez ¿Y si saludaba a Wuya? Llamaría su atención era seguro. De pronto Chase aterrizo a su lado, dio un pequeño tropiezo, Hannibal lanzo sus tentáculos al frente directo al pecho del guerrero y Wuya rio en anticipación a la victoria.
Su cerebro se apago, su instinto de supervivencia básico fue saboteado y con su mente embotada dio un paso para colocarse frente al señor dragón "Los enamorados mueren por los que aman, un gran desperdicio si me preguntas" había dicho abue-nana, iba a decepcionarse mucho de él.
Sintió una presión en el pecho y vio los ojos dorados abrirse con sorpresa, durante una eternidad disfruto ver el rostro de Chase sin que este lo mirara con asco y del mismo modo en que apareció, la presión se fue. El aire se le acabo, la sangre zumbo con fuerza en sus oídos y su corazón se acelero. Había un vació en su pecho podía sentirlo y el miedo regreso como un Tsunami ¡Iba a morir! ¡Estaba muerto! Los ojos de Chase le preguntaban un mudo "¿Por qué?" Sin duda no lo creía capaz de un solo acto valiente ¿Contestaría a su pregunta? ¿Por qué no? Ya estaba muerto de cualquier modo...
-Te amo Chase Young –susurro antes de desplomarse a sus pies-
-¡JACK! –escucho a Kimiko gritar con horror y el miedo creció, alimentado por los sonidos que estaban a su alrededor.
Los dragones xiaolin se acercaron al pelirrojo que seguía tirado en el piso, Chase y Hannibal seguían en su pelea pero Wuya se había retirado para mirar interesada al chico gótico que, con mucho esfuerzo se giro para quedar boca arriba.
-¿Emergencias? Necesitamos una ambulancia nuestro amigo... –Kimiko saco su celular antes de llegar a donde estaba tendido Spicer, era sorprendente lo rápido que sacaba su celular, incluso más rápido que a las armas.
Clay y Raimundo se quitaron las capuchas y se arrodillaron al lado de Jack que los miraba asustado, sus pulmones se estaban llenando de sangre y podía escuchar el líquido burbujear mientras su cuerpo se esforzaba por seguir respirando.
-Abriré esto para ver el daño –lo informo Clay. El vaquero rasgo la tela negra y luego la camisa roja que llevaba debajo.
-¡Oh Dios, Jack! –el grito horrorizado de Kimiko expreso lo que los monjes sintieron al ver la herida... Un pequeño agujero estaba en medio del pecho del chico. El heli-pack que cargaba estaba hecho añicos por haberlo protegido un poco del golpe y Hannibal no le había dado al corazón pero sin duda había hecho mucho daño. Kimiko se quito la capucha y le quito la suya a Omi para dárselas a Clay que presionaba la tela contra la herida con las manos temblorosas y con temor a ejercer demasiado presión, o muy poca.
-Ngo frío... –su abuela se lo había dicho "La muerte es fría Jackie, es una garra helada que te atraviesa el cuerpo y te arrastra con ella" Abue-nana se iba a enojar mucho cuando muriera, ya no habría un Spicer joven para darle esperanzas a la maldad en el futuro.
-Tranquilo, estarás bien Jack -Raimundo recordó que era bueno que los herido se mantuvieran consientes e intento mantenerlo despierto hasta que la ambulancia llegara- Después de esto seguiremos pateándonos el trasero como siempre.
Omi se deshizo del agarre de Kimino y se acerco un poco más solo para ver como la sangre brotaba a chorros por la boca y nariz del pelirrojo, por eso la chica le había impedido verlo. Parecía que cada respiración se llevaba mucha sangre con ella, el pequeño monje supo que no olvidaría jamás el sonido del líquido burbujeando en los pulmones con cada respiración.
-¿Chase...? –un buen chorro rojo acompaño sus palabras, Kimiko se acerco y le levanto la cabeza para colocarla sobre sus piernas, permitiéndole ver un poco de la pelea.
-El está ganando –lo tranquilizo la chica- Descuida, le ganara a esa habichuela sin problemas y entonces podrás pedirle de nuevo que te acepte como aprendiz, estoy segura de que esta vez aceptara –la pequeña sonrisa le rompió el corazón a la dragón del fuego porque, después de que Spicer se derrumbara Chase paso sobre el sin prestarle más atención-
-¿Jack Spicer? –Omi lo miro con sus enormes ojos- ¿Te pondrás bien, verdad? –Jack volvió a sonreír, la sangre hacía burbujas al salir por su nariz-
-Pro-me-teme que, lloraras en- mi funeral...
-¡No vas a morir! ¡Te repondrás! –Rai ejercía su papel como líder de los dragones gritándole y exigiéndole que no muriera, pero Jack no era un monje y no estaba obligado a cumplir sus órdenes- Tú no te das por vencido nunca, no lo hagas ahora –agregó, más calmado ¿Por qué Jack? Era el único que iba a las batallas sin más protección que sus robots, sin más habilidad que su capacidad de huir... ¿Por qué seguía peleando? Eso se veía venir... –Perdóname, por haber sido tan malo contigo, te prometo que lo compensaré, te lo juro...
El sonido de una ambulancia se escucho de pronto, en unos minutos los paramédicos bajaron la camilla y se acercaron al joven. Solo en ese momento Chase y Bean detuvieron la pelea, extrañados al ver como Jack Spicer era subido a una ambulancia dejando a 3 guerreros xiaolin en medio de una piscina con su sangre.
-Hay que seguirlos –Clay subió al vehículo junto con los paramédicos para ayudarlos a presionar la herida mientras se encargaban de inyectarle cosas al chico gótico y a comunicarse con el hospital.
Cuando los demás chicos llegaron a emergencias Clay los esperaba al lado de una pareja que debían ser los padres de Jack. El señor Spicer era un vikingo en un traje negro y la señora Spicer parecía una modelo de pasarelas con el cabello rojo y los ojos verdes que miraban espantados la sangre que su hijo había dejando en el dragón de la tierra.
-¿Ustedes son los amigos de Jackie, verdad? Menos mal que estaban allí para llamar a emergencias o no sé lo que habría pasado –la señora Spicer comenzó a llorar y su esposo la acerco a su cuerpo, con el rostro inexpresivo, era como si no le importara en lo más mínimo lo que ocurriera a su alrededor, solo tenía ojos para la pared que estaba frente a él.
-¿Jack se repondrá? –pregunto Kimiko, la señora Spicer asintió mientras intentaba limpiar el maquillaje que las lágrimas le habían escurrido-
-Perdió mucha sangre, tiene los pulmones lastimados y llenos de sangre y el impacto lastimo la columna pero no hubo daño en los demás órganos internos y debería estarlo. Aunque los médicos no saben si el daño a la columna lo afectaría de algún modo, debemos esperar a que despierte –les informo el señor Spicer sin una gota de emoción en la voz pero una gruesa lágrima caía por su mejilla.
Los chicos se quedaron con ellos y luego de que la dragón del fuego intercambiara números de teléfono para preguntarles por el estado de Jack salieron de regreso al templo, aunque los señores Spicer insistieron en llevarlos en su helicóptero que –por falta de espacio- había aterrizado en el techo del edificio.
-Eres un chico valiente... –una cálida voz susurrante le hablaba al oído, Jack se sintió tranquilo de pronto- Si tu quisieras mi niño yo podría darte lo que deseas; una maestra que te entrenara, serías un guerrero fuerte. Y podrás vengarte de Chase Young ¿Lo notaste? ¿Cómo te ignoro después de que casi diste tu vida por él?
-Pero Chase –pensó Jack- Tal vez él...
-Tal vez, o quizá no ¿Quieres darle el beneficio de la duda? Cuando te recuperes, en un par de meses, y vuelvas a verlo te darás cuenta si tu sacrificio le intereso o no. Hasta entonces, piensa en mi propuesta mi niño.