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Desires of a Lost Soul por itachiuchihafan

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto. La historia es mía.

 

 

Notas del capitulo:

Muy bien, tengo varios fics que se supone debería actualizar. Pero esta idea la tengo metida en la cabeza desde hace tiempo y no había logrado escribir nada además de esto.

Espero que les guste, perdonen si esta corto o tiene faltas de ortografía. Este capítulo es una introducción al fanfic.

Nunca se debe permitir que los bebes menores de un año sean reflejados en los espejos pues corren el riesgo de perder su alma. Pero ya nadie cree en ello o por lo menos la mayoría. Pocas son las personas supersticiosas.

Quizás al pequeño Sasuke le hubiera convenido que sus padres fueran unas de esas personas. Lastima para el menor que no era así.

Al inicio Sasuke había sido un bebe de sonrisa fácil, de brillantes ojos negros que cautivaban a cualquiera. Como la mayoría de los bebes, lloraba cuando tenía hambre o necesitaba que le cambiaran el pañal. Para todos era un encanto o lo fue hasta pasados los ocho meses.

Era de noche, Mikoto arrullaba a su pequeño hijo mientras que Itachi, el mayor de los hermanos contando con cinco años,  inventaba una historia fantasiosa para su hermanito. Fugaku había salido con varios compañeros de su trabajo a beber algo, por lo que solo se encontraba la mujer y sus hijos.

El tranquilo ambiente se rompió con el infante retorciéndose en los brazos de su madre, anhelando que lo soltaran. Mikoto conocía a sus hijos, sabía que el menor era inquieto y gustaba de jugar sobre el piso de madera de la habitación.

Con cuidado y suma delicadeza bajo al azabache de piel blanquecina, dejándolo en el suelo al lado de su hermano. Itachi sonrió y le dio un beso en la pequeña frente. El pequeño rió  mientras  unas gotas de transparente saliva salían de su boca. Itachi la limpio con las mangas de su pijama.

El dulce Sasuke comenzó a gatear, las mangas del mameluco le venían grandes por lo que sus manos eran completamente envueltas por estas. Mikoto lo seguía con la mirada, enternecida por los torpes movimientos de su hijo. Itachi se había puesto de pie y cada determinado tiempo avanzaba uno o dos pasos hacia su hermano, temeroso de que se fuera a golpear con algo.

El timbre sonó. Mikoto se levanto para ir a abrir, encargando al mayor de sus hijos el cuidado de su pequeño retoño. La visita no había traído noticias buenas, “¿Señora Uchiha? Somos parte de la Policía de Yokohama, lamentamos informarle de la muerte de su esposo, Fugaku Uchiha. Encontramos esta identificación en su cartera…”

Mikoto se dejo caer en el piso, apoyando su cabeza en el marco de la puerta mientras lloraba amargamente, diciendo que todo era mentira. Unos metros atrás, Itachi observaba la escena desde el marco de la puerta de la habitación de sus padres, sin entender absolutamente nada de lo que pasaba pero preocupado por el llanto de su madre.

El pequeño Sasuke gateaba torpemente por la habitación. Nadie le veía, nadie estaba al pendiente de él. Llego hasta un espejo de cuerpo completo en una de las esquinas de la habitación. El bebe  había colocado sus pequeñas manitas sobre la superficie del espejo y se había puesto de pie. Sus débiles rodillas le temblaban. Sus  preciosas orbes se posaron sobre la imagen idéntica de él que aparecía en el espero y algo sucedió. Sasuke cayó al piso y rompió a llorar como nunca antes. El espejo se partió en docenas de pedazos, algunas cayendo sobre él.

Itachi al escuchar el llanto de su hermano se giro para ver lo que sucedía, quedo paralizado al ver como el espejo caía sobre su hermanito. Grito llamando a su madre, pidiendo ayuda.

Los dos policías que había llevado la desgarradora noticia corrieron en auxilio de los menores, uno de ellos cargo a Itachi y lo saco de la habitación. El otro corrió por él más pequeño que había dejado de llorar completamente y se mantenía prácticamente inmóvil en el piso, cubierto de pequeñas cortadas y una demasiado grande que le cubría parte de su brazo y mano.

Mikoto seguía permaneciendo en la puerta, ajena a todo lo que había pasado en su hogar.

El policía que cargaba a Sasuke había intentado por todos los medios parar la sangre que brotaba del brazo del infante, logrando su cometido. Llamaron a una ambulancia.

Las heridas de Sasuke no eran todo el problema, en un futuro solo sería una cicatriz. Aquella noche algo le había sucedido, el brillo en sus ojos desapareció y aunque era inocente, su risa se extinguió, al igual que su llanto y expresividad. Sasuke no tenia alma, la había perdido por culpa de aquel espejo.

Los días pasaron, se llevo a cabo el funeral de Fugaku, al cual solo asistieron Madara e Izuna Uchiha, primos de Fugaku. E Itachi y Sasuke, los hijos del difunto.

Mikoto no asistió, se había encerrado en su propio mundo. No le importaban sus hijos y tampoco tenía cuidado consigo misma. La muerte de su marido le había traumatizado.

Madara e Izuna se hicieron cargo de la familia destruida.  Velaban por la seguridad de sus sobrinos pero tenían poco interés por la madre de los niños.  

Itachi creció con una vida dentro de los límites normal.  Tomo como figura paterna a sus tíos que se empeñaron en darle una buena educación. No tuvo una figura materna pues aunque su progenitora estaba viva, siempre estaba ausente.  Siempre sacaba buenas notas, superaba a todos los alumnos de las instituciones en las que estuvo y sus maestros decían que él se convertiría en alguien verdaderamente importante; no lo hizo. Sufría por su hermano que a diferencia suya, no creció como alguien normal.

Sasuke fue un niño serio, incapaz de sonreír y reír, de llorar y enojarse. Era simplemente un cascaron de carne y hueso, incapaz de tener verdaderos sentimientos, de vez en cuando lograba vislumbrar alguna emoción en su ser pero era algo que casi nunca pasaba.

Tal vez como recompensa por haber perdido su alma, se le otorgo un don. Él podía ver el aura de las personas. Pero él no contaba con una pues al no tener alma, no tenia aura.

Los niños en la escuela solían alejarse de él, al igual que los animales y algunos adultos. Las personas le temían, sabía que había algo distinto en aquel niño de hermoso cabello azabache.

Sus tíos trataban de alentarlo pero en el fondo también tenían cierta aversión al niño. Ellos también notaban que algo le faltaba.

El único que siempre estuvo allí para él fue Itachi, que lo amaba tanto y se culpaba de alguna forma por lo sucedido aquella noche. Pero al parecer al menor de los hermanos nunca le importo, pensaba que nada de ello valía la pena.

Y los años trascurrieron. Mikoto se había convertido en una mujer alcohólica, era imposible llegar a verle sobria.

Itachi termino por dejar la escuela. A sus veintidós años trabajaba por las mañanas y tardes en una cafetería de su misma calle y por las noches trabajaba en un bar en uno de los barrios más pobres de Yokohama. No quería depender de sus tíos,  a los que les debía demasiado.

Izuna y Madara respetaron la decisión del mayor de los hijos de Fugaku, desligándose con el tiempo de aquella familia rota.

Sasuke cumplió los diecisiete años. Al igual que su hermano, había abandonado la escuela, trabajaba por las mañanas en una librería y en las tardes y noches paseaba por la ciudad, contemplando las auras de las personas que pasaban cerca de él, conociendo al instante que tipo de personas eran.

Su vida era un martirio o por lo menos lo fue hasta el día en que aquel joven de revoltosa cabellera rubia y azulados ojos entro una mañana en la librería. Un muchacho apenas un par de años más grande que él que sonreía amablemente. Con un aura hermosa, tan brillante que ni siquiera se podía distinguir su color. Por primera vez en toda su vida, Sasuke había quedado cautivado. 

Notas finales:

¿Les gusto?  Va a ser un poco extraño y también va a ser corto (según lo planeado).

Yo espero actualizar el miércoles de la próxima semana, el siguiente capítulo ya está escrito pero tengo que hacer unas cuantas modificaciones.

Muchas gracias por leer, acepto ideas, comentarios, sugerencias, criticas de todo tipo, amenazas y demás. Por favor si algo no les gusto, les suplico de todo corazón que me lo digan para yo poder mejorar.

Nuevamente gracias, espero que me dejen un review.

Sin más me despido esperando vernos pronto en este fic o algún otro de ustedes o mío.

Sayo!


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