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A light in the dark por parku

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

Holaa! Espero que les guste mi historia :)

Cualquier comentario que quieran hacerme, es bienvenido :)

 

 

A light in the dark
Capítulo 1



Cantar había sido mi pasión desde siempre. No tenía recuerdos de cuando no lo hacía o no lo había descubierto aún. Mis padres, siempre tan dedicados a sus hijos, pagaron con esfuerzo clases de canto para que desarrollara mi talento y pudiera seguir mis sueños.

Con trece años ya había ganado un concurtso, recibiendo un lindo trofeo de oro y una beca para estudiar en una prestigiosa escuela secundaria con gran orientación musical.

Todavía recuerdo la felicidad que compartía con mis padres y hermana. Mi madre me había abrazado con fuerza y susurrado en mi oído: “Mi querido BaekHyun, estoy tan orgullosa… Tenés un talento gigante, vas a ver lo lejos que vas a llegar con esto.”
Después de eso, todo iba muy bien. Yo progresaba y mi hermana se había convertido en una gran guitarrista con sólo doce años. Nos encantaba sentarnos en la sala después de cenar y componer.

 

 


Y entonces todo se volvió oscuridad: A los pocos meses de cumplir mis catorce años, mi hermana y mis padres se vieron atrapados en un incendio del cual no lograron salir con vida. Llevándose así todos mis sueños y esperanzas.


Desde entonces tuve que aprender a arreglármelas solo. Estudiando, gracias a la beca; y trabajando de lo que sea, dejando de lado las clases extra de canto.
Debido a la fuerte depresión que tuve después del accidente, perdí a todos mis amigos, entendiendo entonces que mi amistad no significaba nada para ellos.
Me encerré cada vez más en mí mismo, escondiendo todo tras una sonrisa cada vez que alguien me hablaba.

Viví en una pensión hasta que terminé el secundario y finalmente me pude mudar a un departamento, teniendo un trabajo bastante estable en un restaurante veinticuatro horas.




***

 

 



Llegué a mi casa alrededor de las tres de la mañana luego de un día agotador. No me gustaba el turno de la noche, pero era el único puesto libre y, como quedaba cerca de mi casa, lo tomé sin dudarlo.
Abrí la heladera para buscar algo que comer, pero la cerré decepcionado al ver que no había nada y era muy tarde como para ir a comprar. Sin otra cosa que hacer, me tiré en mi cama y, mirando al techo, dejé que mi mente divagara.

Me pregunté por qué. Por qué nadie me quería, por qué nadie aparecía para quedarse, por qué no tenía amigos y por qué nadie me apoyaba. A pesar de estar acostumbrado a esto, de ya casi aceptarlo, no podía evitar cuestionarme el porqué.
- Baby don't cry, tonight... -canté en voz baja una parte de una canción que mi hermana y yo habíamos empezado a escribir, pero que nunca llegamos a terminar. La parte que siempre le cantaba cuando venía llorando a la noche a buscarme a mi habitación porque tenía miedo. Entraba con su camisón blanco y su peluche favorito de un perro colgando del brazo, se metía en mi cama, y yo la abrazaba cantándole esas líneas hasta que se calmara y pudiera dormir.

Giré sobre la cama hasta quedar boca abajo, extrañándolos más que nunca. Grité sobre la almohada con dolor, un sonido gutural que probablemente me dejaría un poco afónico, y lloré. Lloré por todo eso y mucho más.
Finalmente, con lágrimas aún en mis mejillas, me dormí esperando un mañana mejor.


Me desperté al otro día, casi al anochecer, debido al dolor de estómago que sentía por no haber cenado la noche anterior. Agradecido de no tener que trabajar ese día, me dirigí al baño y me miré al espejo: tenía la cara hinchada de tanto llorar.
Después de ducharme y cambiarme, salí a la calle en busca de alimentos.

***

 


Estaba distraído y algo lento de reacciones porque hacía muchas horas que no comía, por lo que no vi que estaba caminando directo a una pared. Me choqué con ella muy fuerte y caí al suelo adolorido. Me senté como pude, ya que el golpe había sido tan fuerte que me impidió ver con claridad por unos momentos. Mis ojos se humedecieron debido al dolor. Genial, ahora me duele la panza y la cabeza. Cuando recuperé la vista vi a un chico acuclillado, mirándome preocupado. Miré alrededor mío. La gente pasaba de mí como siempre, pero ese chico se había detenido.

- Ey, ¿Estás bien?- me habló con una voz profunda.
- Sí...- respondí aún un poco mareado.
- Ese golpe no se ve muy bien- agregó, señalándome la frente.
Justo en ese momento, sentí una cosquilla recorrer esa zona y me toqué para evaluar los daños. Al retirar la mano, tenía sangre en ella. Empezó a doler aún más, como si sólo por saber que era una herida abierta hubiera aumentado el dolor.
-No es nada- repliqué intentando pararme, pero el mareo me jugó en contra y, de no haber sido por el desconocido, hubiera caído al suelo de nuevo. Preferí permanecer unos minutos más sentado.
- Wow, no te caigas. Mirá, yo vivo ahí- señaló un edificio -Podés pasar, si querés, y te ayudo a curarte. En serio no se ve bien ese corte…- todo yo no me veía bien. Sabía que mi aspecto en general no era saludable.
De haberme querido negar, no hubiera podido. No sólo porque no tenía muchas fuerzas, sino también porque hacía tanto que alguien no se preocupaba por mí, que no pude evitar sentir un calor en el pecho al ver que él si lo hacía. Aunque fuera un desconocido. Suspiré.
- Está bien- respondí, mirándolo. Noté que tenía el pelo lacio, castaño, un poco más arriba de los hombros y con flequillo al costado.
Se paró satisfecho y estiró una mano para ayudarme a levantarme.
- Soy ChanYeol, por cierto- dijo sonriendo. Cuando finalmente estuve de pie me di cuenta de que era bastante más alto que yo.
- BaekHyun- le devolví la sonrisa. Su ceño se frunció, de manera tan fugaz que, de no haber estado prestando tanta atención a su rostro, no lo hubiera notado. Volvió a sonreír y me guió hasta su casa.

 

***



Era un departamento muy lindo, amplio y se notaba que de día era muy luminoso.
- Sentate si querés, yo voy a buscar el botiquín de primeros auxilios- salió disparado por un pasillo, volviendo a los pocos segundos con un pequeño maletín blanco. Se sentó a mi lado y empezó a limpiar la herida.
- ¡Ay!- me quejé, haciendo que él sonriera con ternura. Me sonrojé.
- Y... ¿Cuántos años tenés?- dijo, como si intentara cortar el incómodo silencio creado por la cercanía. Agradecí eso, su leve respiración estaba creando estragos en mi interior. Y ni siquiera sabía el motivo.
- Diecisiete, casi dieciocho... ¿Vos?- dije, mirando como mojaba un algodón en alcohol.
- ¿En serio? ¡Yo también!- exclamó con una enorme sonrisa. Me dio ternura que algo tan simple como eso lo hubiera puesto tan contento- Pero... ¿Cuándo cumplís años?
- Seis de mayo, ¿Y vos?- fruncí el ceño al sentir un ardor en la frente.
Él me miró e inclinó levemente la cabeza.
- Entonces debo llamarte hyung, yo cumplo el veintisiete de noviembre- respondió volviendo a mi frente. Mi mente, inconscientemente quiso guardar ese dato para no olvidarlo, a pesar de que lo más probable era que no lo volviera a ver después de ese día.
- No hace falta, ChanYeol, podés decirme BaekHyun simplemente si querés.
- Bueno- dijo un poco avergonzado- Ya está... Vendado y todo- agregó sonriendo.
- Muchas gracias- me paré -Ya me siento mucho mejor...- no continué hablando porque un sonido, cual rugido de león, salió retumbando de mi estómago. Miré la hora. Mierda. Se me había pasado el tiempo y los mercados ya estaban cerrados.
ChanYeol se había quedado con una expresión de sorpresa, y cuando reaccionó, empezó a reírse tan fuerte que me hizo sonrojar de nuevo.
- ¿Hace cuánto que no comés?- preguntó más calmado.
- Mmm... ¿Desde ayer a la tarde? Ya no recuerdo, estaba camino a comprar comida cuando me choqué con esa pared. Mejor me voy yendo, gracias por todo- le respondí sonriendo.
- Si hace tanto que no comés, no me extraña que te hayas estado tan torpo por la calle…- miró la hora –Ya cerraron todos los mercados. ¿Por qué no te quedás a comer algo antes de irte?- amagué a negarme pero él me interrumpió –Dale, comé algo antes. Por lo fuerte que fue el sonido, no creo que llegues muy lejos con tanta hambre- sonrió.

Terminé accediendo a comer con ChanYeol. Era un chico tan amigable que me daban ganas de pasar más tiempo con él, de ser su amigo.
Después de cenar lo ayudé a limpiar. Salimos de la cocina, conversando, y vi algo que antes no había notado.
- ¿Tocás la guitarra?
- Sí, también el bajo y la batería. Pero la guitarra es mi fuerte- finalizó contento, haciéndome sonreír. Había sonreído mucho ese día, y no había tenido que fingir ni una sola de mis sonrisas.
- Te importaría... ¿Te importaría tocar algo?- pregunté tímidamente.
- Claro que no- respondió agarrando el instrumento y sentándose.

Empezó con una melodía sencilla, que lentamente se fue transformando en una más compleja. Estaba serio, concentrado. Noté que era un chico atractivo: El corte de cara, ojos grandes y la curvatura de sus labios, siendo el inferior un poco más grueso.
Me sorprendí de mis pensamientos. Nunca había tenido novia, ni me había gustado nadie en serio. Pero estaba bastante seguro de que me gustaban las chicas, sólo que ninguna me había llamado realmente la atención hasta ahora. Pero este chico aparecía de pronto y estaba totalmente cautivado.
Preferí dejar ese tema de lado, y disfrutar de la música que ChanYeol tocaba. Reconocí la canción y empecé a cantar bajito; él me miró y sonrió, alentándome a seguir.

Y entonces canté. Canté de verdad, no como esas pequeñas líneas que cantaba para consolarme por las noches. Canté como lo hacía con mi hermana. Canté en serio después de tantos años escondiendo mi voz de mí mismo.
Él me miraba sorprendido y, sin dejar de tocar, acompañó mi canto con un impecable y suave rap.

Cuando la canción terminó me senté en el piso, sorprendido también, y me llevé una mano al pecho. Sentía alivio. Como si un gran peso se hubiera ido de golpe.
- WOW. Deberías dedicarte al canto- comentó dejando la guitarra a un costado del sillón.
- Es lo que quería hacer de mi vida... Pero una serie de hechos hizo que terminara trabajando en un restaurante por las noches…
- Nada que haya pasado en tu vida tendría que impedir que cumplas tus sueños. Por más malo que fuera, siempre hay algo bueno esperándote en el futuro. Y no podés negarle al mundo esa voz. Sería un pecado.- Lo miré azorado y con un nudo en la garganta. Cómo deseaba que alguien me hubiera dicho eso unos años atrás.
- Gracias, ChanYeol.
- De nada, BaekHyun hyung- volvió a sonreír.
- Sólo decime BaekHyun... o Baek, nos llevamos unos pocos meses- le pedí, sonriendo de nuevo.
- Esta bien... Baek...- se rascó el hombro y me miró.
De golpe, me sentí atraído por esa mirada. Nos miramos intensamente a los ojos por unos segundos antes de que me diera cuenta de que me había acercado mucho a él. Di un respingo y él rió levemente.
- Me tengo que ir ya. Muchas gracias por todo de nuevo. Espero no haber molestado- hice una inclinación.
Se acercó a mí, que ya estaba en la puerta y me acomodó la venda de la frente.
- Si necesitas algo, llamame- dijo mientras me extendía una mano para que le diera mi celular y así poder anotarlo. Se lo di y en segundos estaba agendado el primer contacto que no era ni mi jefe ni mis compañeros de trabajo.
Le sonreí y empezamos a caminar por el pasillo hacia el ascensor.

***



Al llegar a mi casa, me acosté en mi cama dispuesto a dormir. Esta vez, no me asaltaron recuerdos desgarradores que me hacían llorar. Sino recuerdos muy recientes que me hacían sonreír.
Canté un poco la misma canción que había cantado con ChanYeol y, sorprendido, reconocí el sentimiento que me llenaba el corazón. Era esperanza.


Por primera vez en mucho tiempo, me dormí con una sonrisa en el rostro.

 

Notas finales:

Gracias por leer!!

Espero sus lindos reviews! :D

 

 

Todas/os ustedes son lo más y me hacen re filiz. -Henryteamo-

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