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Perdido en tu sonrisa por Aphrodita

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Perdido en tu sonrisa.


 


 


Aphrodita

 


 


Shun no supo cuando comenzó todo exactamente... solo recuerda una situación en especial, tal vez la primera ves que vio a Seiya como algo mas que un amigo, como algo mas que su cuñado... ese día, era un día muy soleado, la luz se filtraba por la ventana recayendo en el rostro del Pegasus, dándole un aspecto mágico, único, bello. Una sonrisa basto... ¿basto? O eran muchos factores que se entrelazaban con esa vista. No lo supo Shun en ese momento, pero al pensar el cuándo y el porque retrocedía su mente a ese día en particular, que no era un día de importancia en la vida de nadie, era un día más. Andrómeda recuerda haberle preguntado una estupidez, pero fue su respuesta o su sonrisa lo que despertó en Andrómeda un sentimiento prohibido... amor.


  Todo comenzó cuando Seiya había ido a vivir al departamento de los hermanos. Si bien Shun no se interponía en la decisión de su niisan, no podía explicarse que había pasado con Shaka... tan bien que se llevaban el y su hermano. Es mas, pensaba Andrómeda, la semana anterior habían ido a comer a un restorán juntos. Pero bueno, a decir verdad el joven de cabellos verdes prefería a su amigo de batallas como cuñado. Aunque nunca lo demostró por respeto a su hermano, Shaka no le agradaba mucho. No es que Andrómeda pensara que Shaka era una mala persona, si no tan solo era por cuestión de piel, había algo que no le convencía del todo, creía que su hermano mayor merecía alguien mejor, y sin duda, con el correr del tiempo pudo comprobarlo, Seiya era ese alguien.


  Fue fácil la convivencia de los tres, Seiya era muy desordenado pero sin embargo ayudaba en la parte económica. Una ves acomodados los tres hubo tiempo de sobra para compartir momentos. Ikki trabajaba todo el día, parecía que ese chico no dormía, ni comía, ni vivía. Por su lado Shun estudiaba a la noche en la universidad, mientras Seiya trabajaba medio tiempo a la tarde y estudiaba un curso a la mañana, mucho su trabajo no le agradaba, pero era lo único que tenia, además le daba tiempo para estudiar que eso era lo que mas le importaba.


  Era a la noche cuando Shun mas compartía momentos con Seiya, ya Ikki como siempre se encontraba trabajando y cuando no, dormía. Llegaban los dos a la hora de la cena, el que llegaba primero preparaba la comida, casi siempre era Seiya, ya que Shun se quedaba hablando con sus compañeros a la salida del instituto. Seiya parecía su padre: lo retaba cuando llegaba tarde, lo obligaba a comer, le preguntaba si había estudiado. Hacia tiempo que alguien no se comportaba así con él, ya que su niisan estaba muy ocupado trabajando, el no se quejaba de eso, pues gracias a el podía estudiar y tenia todo lo que tenia... era por eso que más de una ves callo su amor.


  El Santo del Pegasus y el de Andrómeda se hicieron muy amigos. A la noche que era cuando se quedaban solos, se la pasaban hablando un sin fin de cosas, hasta que la mañana los sorprendían.


 


  Sin embargo a Shun, no le cerraban muchas cosas, quiso hablarlo con su hermano pero este últimamente estaba muy reticente. Había algo que al joven no le gustaba, él podía ver como su niisan no amaba a Seiya en la totalidad que el Pegasus se merecía. Pensaba esto cuando sonó el teléfono:


 


--Hola?


--Hola ¿Shun? Soy Seiya, escúchame: ¿Esta tu hermano?


--No, todavía no vino


--¿No fue en todo el día para el departamento?.


--N-n-no.


Shun escucho como Seiya bufaba.


--¿Te pasó algo?—Pregunto Andrómeda


--He... estoy bien, no te preocupes... no tengo mucho crédito para hablar, me queda una llamada más. Dentro de un rato llamo, se me corta, nos vemos.


 


Shun se quedo muy preocupado por lo que decidió ir a buscar a su niisan al trabajo sin perder tiempo en vestirse ni peinarse, solo se calzo, se cambio la parte de abajo del pijama y se puso un abrigo, por suerte no quedaba lejos, pero al llegar le dijeron que no estaba, que se había ido hace rato... —“¡Maldición!—pensaba Andrómeda—Ahora donde lo encuentro, encima no sé sí Seiya esta en apuros”.


  Volvió al departamento cuando prende la contestadora que marcaba un solo mensaje:


 


--Hola Ikki,  Shun... ¿Están ahí? Contesten por favor.


 


Shun se acerco a la maquina como si fuera que de esa manera estaría mas cerca de su amigo


 


--Bueno escúchame Ikki: estoy en la calle Migdar al 1392 en una localidad llamada Balamb, me mandaron a entregar unos papeles a un lugar que no tengo la más remota idea de donde queda, y me perdí. Tenia que llegar a destino a las 19:00 y visto y considerando que son las nueve de la noche creo que ya no llego... pero la peor parte viene ahora: perdí la plata... ¡sí ya sé! En este momento estarás diciendo: “¡Siempre te digo Seiya, sé más cuidadoso, no seas tan despistado!”  Pero bueno, ven a buscarme por...


 


  La comunicación se corto, Shun rebobino el mensaje y anoto la dirección, lo mejor seria ir a buscarlo en un taxi, ya que Ikki no daba señales de vida. Tomo la plata que tenían guardada para casos de emergencia y salió rápidamente así como estaba, completamente despeinado y a medio vestir, total ya había salido a la calle en esa condición y ahora lo haría en coche.


Al llegar ve a su amigo sentado en un banco, acurrucado a causa del frío y de la lluvia. Subieron ambos al taxi y se dirigieron al departamento, una ves ahí Shun le recomendó que seria mejor sacarse esas ropas mojadas y darse un baño con agua tibia; mientras tanto el le prepararia una bebida caliente.


 


--Ikki no volvió por lo que veo—Dijo Seiya con tristeza y hasta un poco de enojo.


--N-n-no


 


Shun no quería contarle a su amigo que tampoco estaba trabajando... el mismo se preguntaba en que andaba su niisan. Cuando estaba por decirle algo escuchan el ruido de la puerta, Ikki había regresado. Saludo a su Otouto y fue al cuarto a ver como estaba Seiya cerrando la puerta detrás de el.


  Andrómeda se quedo solo en la cocina, pensando, transcurrido unos minutos escucha como su hermano elevaba su voz y a la vez también Seiya, por curiosidad se acerco a la puerta, no pudiendo escuchar mucho:


 


--¡Ikki, no lo hice a propósito!


--¡Pero no podes ser tan idiota de perder esa cantidad de dinero!


 


Se alejo de la puerta, y prendió la televisión para distraerse un poco, Ikki y Seiya no salían del cuarto, cuando nuevamente le llama la atención las voces, acercándose a la puerta escucha:


 


--Eres una basura—La voz del Pegasus estaba quebrada


--¡Terminala de una vez con eso!


--No estabas trabajando, lo se por que te llame


--¡¿Sabes en donde estaba?!...


--No se que carajo hago contigo


--Entonces vete, no te necesito.


 


Shun se alejo nuevamente, quedándose muy preocupado, mas por Seiya quien sonaba tan dolido, e intrigado por su hermano; Andrómeda estaba acostumbrado a las peleas y discusiones de esos dos. Sin embargo ambos se quedaron mas de una hora en el cuarto. Al salir Ikki de allí era evidente que se habían arreglado.


 


--Bueno, me tengo que ir Shun...


--¿A esta hora?


--Si, tengo que trabajar.


 


Y se fue dejando a Shun muy desconcertado, el Pegasus no salía de su cuarto por lo que Andrómeda fue a verlo, para saber como estaba.


 


--¿Ya estas durmiendo Seiya?


--No, pasa.


Era evidente que Seiya había estado llorando y mucho.


--¿Estas bien?


--Si... ¿Por qué me lo preguntas?—El Pegasus quería sonar casual y despreocupado.


--Por que... te escuche llorar.


--Te debió parecer... estoy bien.


--¿Vas a cenar algo?


--No tengo hambre.


 


Decidió dejar a su amigo solo, quería quedarse a su lado pero no quería invadir su privacidad, para sorpresa de el, Seiya le dice:


 


--Podríamos tomar un te... ¿No te parece?.


 


Y así fue. Mientras tomaban la infusión caliente Shun ayudaba a su cuñado a estudiar para los exámenes. Ya era costumbre, siempre se quedaban los dos hasta altas horas de la noche repasando una, y otra, y otra vez los temas. Andrómeda terminaba devastado, pero le encantaba compartir esas horas con su amigo, le encantaba conversar. Prácticamente era el mayor tiempo que pasaban juntos. El Pegasus agradecía este comportamiento, ya que el peliverde no tenia ninguna obligación de quedarse despierto para estudiar algo que a el no le servia para nada... además de tener que hacer sus propias cosas.



 


 


Al otro día Seiya se fue a trabajar y volvió tan rápido como se había ido. Su cara lo decía todo, Shun se encontraba desconcertado.


 


--¿Por que volviste?


--¡Me echaron!—Exclamo Seiya indignado


--¡¿Te echaron?!...—Pregunto Shun reafirmando, levantándose del sillón.


--Encima ahora, lo tengo que soportar a tu hermano... —Al decir esto el Pegasus se censuro –Lo siento... Es que debo devolver ese dinero y... Cuando le cuente a tu niisan... ¡Me va a matar!.


--Si lo se... Bueno, no te preocupes... Todo estará bien... Te haré algo para tomar.


--Gracias... Eres un amor Shun... —Dijo el morocho acariciando sutilmente la mejilla de este, para luego retirarse a su cuarto.


  Aquel contacto le produjo un sin fin de sensaciones. Andrómeda se puso a prepararle un te con una sonrisa en los labios... ¡Cuánto podía hacer una simple caricia!. En eso suena el teléfono.


 


--¿Hola?


--Hola... ¿Shun?... ¿Cómo estas?—Era Shaka.


Shun se sorprendió.


--Bien... Y tu como estas... —Pregunto evitando pronunciar su nombre para que Seiya no lo escuchara, sin embargo el había salido de su habitación y prestaba atención al dialogo. El peliverde se puso aun mas nervioso.


--Bien... ¿Esta tu hermano?--Nop... ¿Quieres que le deje algo dicho?


--¡¿Dónde anda?!...—Pregunto casi en un reproche –No, nada mas dile que me llame.


--Bien... se lo diré.


--Gracias... Nos vemos.


--Nos vemos.


 


Shun colgó el teléfono prácticamente temblando. Torpemente se dirigió a la cocina a seguir preparando el te. Su rostro lo decía todo... Seiya se acerco y busco su vista, que la esquivaba constantemente.


 


--¿Quién era Shun?...—Pregunto Seiya adivinando que no quería contarle.


--Na... nadie... —Balbuceo torpemente.


--Nadie... Ha... —Dijo con tono de obviedad –O sea... Estuviste hablando solo, por simple gusto ¿No?.


--Era para mi o.k...


--Y... ¿No estabas?... Digo como le dijiste a SHAKA que “no estaba”...


Ahora si, había sido descubierto.


--Si lo sabes... ¿Para que me atormentas?--¿Por que me lo ocultas?


Era obvio:


--No quería... No quería hacerte sentir mal... —Dijo Andrómeda tirando a la basura el saquito de té.


--¿Por qué me haría sentir mal si seguro que llamo por algo así como?...—Trato de pensar engañándose –Para pedirle algo a Ikki


--Seguro... —Contesto el peliverde notando el esfuerzo de su cuñado por hacerse creer aquello.


--Si ¿No?... Digo: No seria tan estúpido de llamar aquí sabiendo que yo... ¿No?


--Obvio... —Respondió Shun acercándole la taza.


--¿Que?...—Trato de preguntar el Pegasus haciendo de cuenta que no le importaba --¿Qué te dijo?—Dio un sorbo a su té, expectante.


--Que le dejara dicho a mi niisan que lo llame... —Para que seguir ocultando todo.


--Ha... —Al decir esto se fue con la taza a su cuarto y se encerró allí, la mayor parte del día. Hasta la llegada de Ikki.


  El Phoenix llego y se preparo algo rápido para comer en el camino, Shun había cocinado pero su niisan argumento que debía irse... ¿Otra vez tendría que ir a trabajar?.


 


--¿Seiya volvió?... ¿Tan temprano?


Shun no quería ser el, el comunicador de semejante noticia. Sin embargo eso le hizo recordar.


--Si... Por cierto... Llamo Shaka.—Andrómeda se quedo callado esperando a ver la respuesta de su hermano


--Ha ¿Sí?... Y... Que... ¿Qué te dijo?—Pregunto haciéndose el desinteresado pero había sido mas que obvio su interés.


--Que lo llames...


--Gracias... Iré a ver como esta Seiya.


 


Al decir esto, Ikki se encerró en el cuarto. El peliverde ya había tomado como costumbre escuchar las discusiones de aquellos dos. Se acerco sigilosamente a la puerta y apoyo su oreja:


 


--¡No ves que eres un estúpido!...—La voz de Ikki sonaba muy enojada.


--No me trates así... —Se defendió Seiya


--Mas vale que mañana salgas a buscar trabajo.


--Mejor deja las cosas así... No me prestes ese dinero...


 


En su interior Shun, deseaba conseguir ese dinero de cualquier forma “¡Si estuviese trabajando!” Pensaba... Podría el darle esa suma y evitar estas discusiones.


 


--No se trata del dinero Seiya... Es que... Solamente a ti te puede pasar algo así...


 


Se podía escuchar el andar del Phoenix por la habitación.


 


--¿A... Adónde vas?—Pregunto Seiya temeroso.


--¿A donde voy a ir?... A trabajar.


--¿A esta hora?


--¿¡Que me estas insinuando Seiya!?—Nuevamente la voz de Ikki sonaba enojada.


--Nada... es que me siento... Un poco triste... Y quería que te quedaras con migo... Lo que me paso hoy... ¡Encima que desaprobé el examen!... Soy un inútil.


--Ja... Tu lo dijiste.


 


El Pegasus nada respondió frente a este comentario. Por otro lado Shun no podía creer que su hermano le dijese semejante cosa... Aun así, no tuvo mucho tiempo para pensar ya que su niisan abrió la puerta.


 


Continuara si ustedes quieren...


 


En fin... Se que no les gusta mucho Seiya... pero tengo fe en que Shaina me dejara un review... La única que podría llegar a pedirme que la continúe. ^_^... Si a alguien le interesa... Háganmelo saber... ¡Que loco escribir esto con Molotov de fondo!... 0_0... Cero ambientación... Nada que ver... n_n. Nos vemos.


 


Aphrodita... Exclamaciondeathena@hotmail.com


 


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