Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La voz de la sangre por Sawako_chan

[Reviews - 115]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! Bueno, ésta vez traigo un nuevo fan fic (¿cuando terminaré los otros?) que se ha ocurrido al leer un buen libro llamado "El último mordisco", aunque en realidad mis expectativas eran demasiado altas y logró decepcionarme un poco. A partir de aquí se me vino a la mente una idea que no he podido sacar de mi cabeza en varios días. Algunos detalles de la trama, estarán basados en esa historia, pero en sí la trama original es mía. (Pueden leer el libro si lo desean). La historia estará ambientada en el siglo XVIII antes de la invención de la luz eléctrica.

Notas del capitulo:

Muchas gracias por tomarse la molestia de entrar y leer éste primer capítulo. La historia será algo larga, pues tengo los principales conceptos escritos y son bastantes. Así que espero y no les aburra este prólogo. Muchas gracias y a leer:

 

Disclaimer: Todos los personajes de Naruto son propiedad de su respectivo creador, Masashi Kishimoto. Solamente los uso con lucro para pasar un buen rato ;3

     

Prólogo:

 

 

 

     - Estoy aquí por el trabajo – el joven que estaba parado frente a la puerta de su casa, movía nerviosamente el pie derecho, pero manteniendo siempre firme la mirada ante él.

 

     - No sé de lo que estás hablando – gruñó alzando una ceja. Con un movimiento soez comenzó a cerrar la puerta, quería volver a su café matutino y a su cómodo sofá. La mañana había comenzado precipitadamente hermosa con un paisaje acogedor y este chico venía a arruinar su calma atosigándolo de incoherencias.

 

     - ¡Aprendizaje, entonces! – interpuso el pie entre la puerta para que ya no pudiera cerrarla completamente. No estaba dispuesto a irse tan fácilmente. Intentó una sonrisa victoriosa mirando a aquel alto ser con sus azules ojos esperanzados. Al ver que aquel adulto extraño no comprendía a que se refería, prosiguió –: Como cazador de demonios y vampiros. –

 

Bueno, al menos ya sabía por dónde iba el asunto. Aquel chiquillo de algunos 17 años quería que lo enseñara a ser un cazador como él. Pero, ¿acaso sabía dónde diablos se estaba metiendo? Cazar a algún demonio o vampiro no era fácil, y menos si eres humano. Aunque vagamente recordaba que hacía seis meses estaba pensando seriamente en conseguir algún compañero para ir de caza. Simplemente tantos años solo le habían hecho mirar al futuro. Y lo que encontró fue soledad. Habían pasado años desde que su viejo mentor, Kakashi, había dado el salto final. Y él precisamente no era tan joven como solía ser en ese entonces. Por supuesto, cumplir treinta no lo calificaba exactamente para el asilo de ancianos, pero aún así…

 

Bueno, esos temas los había intentado olvidar mucho tiempo atrás, concentrándose sólo en cazar. Claro, hasta que este niño ansioso y de ojos brillantes se había presentado en su domicilio, hablando de un aprendizaje de entre todas las cosas. Dándole una mirada más, estrechó los ojos.

 

     - ¿Estás hablando en serio acerca de esto? – su voz sonó cortante y fría. Lo que quería es que el chico se marchara por dónde diablos haya salido y lo dejara en paz.

 

     - ¡Completamente, ‘ttebayo! – asintió ansiosamente. Su luminoso cabello dorado ligeramente largo cayendo sobre su frente con el movimiento. Un verdadero creyente, entonces. Casi podía olerlo, o más bien, el lobo dentro de él podía. El chico era sincero.

 

     - ¿Y qué sabes sobre cazar y matar a demonios y vampiros? – soltó la puerta volviéndola a abrir, solo para cruzar sus musculosos brazos frente a su pecho fuerte y marcado por la camisa a cuadros que portaba. Escrutó al rubio enfrente de él, paseando la mirada sobre su cuerpo. Era algo flacucho y más bajo que él. No era exactamente material para la construcción de un cuerpo, pero con el régimen adecuado, un programa de entrenamiento, y una mejor dieta, ese físico esbelto podría ser mejorado. Al menos un poco.         

 

     - Pues… no he tenido ninguna educación formal, pero he estado estudiándolos durante varios años. Quiero decir, sé… - los increíbles ojos azules de aquel rubio se cruzaron con la mirada adulta carbonizada. Y entonces ninguno pudo apartar la mirada - ¿Qué sucede, ‘ttebayo? –

 

     - Sucede que puedo oler las mentiras – permitió a su lobo interior moverse al primer plano de su conciencia por un momento, transformando sus azabaches ojos en una mirada rojiza. El rubio tragó duro ante presenciar esa cruda mirada sobre él. Pero no flaqueó. No ahora que estaba tan cerca de su objetivo.

 

     - ¡Pues no estoy mintiendo ‘ttebayo! – contraatacó enojado y ofendido. ¿Pues quien creía que era? Sus manos fueron a enjarrarse en puños a los lados de su cadera y adopto una posición de defensa que sorprendió al mayor. Éste sólo hizo una pequeña mueca parecida a una sonrisa torcida. El joven levantó la barbilla, sin bajar nunca la mirada, desafiante.

 

Por otra parte, jamás se habría imaginado tomar a un chico humano como su aprendiz; es más, ni si quiera había soñado con tener algún aprendiz en su vida como cazador. Aunque la valentía que demostraba aquel pequeño al enfrentarle de esa manera pudiese ser una ventaja en la pelea, pues la fuerza muchas veces no era suficiente. Había que tener coraje para seguir con vida por las noches… ¿pero qué diablos estaba pensando? ¡Estaba considerando en realidad tomarlo como su alumno! Aunque había una pregunta que debía ser hecha antes de todo. Miro al chico que jugaba con sus pies, manteniéndose al acecho de cualquier reacción que pudiera tener.

 

     - ¿Por qué? – el niño tragó nerviosamente, y por primera vez a lo largo de aquella extraña entrevista, bajó la mirada cubriéndola con su dorado flequillo rebelde.

 

     - Ellos… los vampiros y demonios, tomaron la vida de mis padres cuando yo era sólo un niño. Vi como poco a poco las llamas negras consumían sus cuerpos destrozados por las mordidas de esos seres repugnantes y… - sin continuar más, apretó los puños hasta que sus nudillos se volvieron blancos y cerró con fuerza los ojos.

 

     - No tienes que continuar – iba a poner una mano encima del hombro de aquel chico, pero supuso que si lo haría algunas lágrimas se desatarían y una escena vergonzosa podría tomar cauce. Además el lobo dentro de él olio la sinceridad de aquellas palabras y las verdaderas ganas que tenía ese sujeto por aprender a cazar. - ¿Qué edad tienes? –

 

     - Dieciocho – murmuró abstraído aun en sus pensamientos

 

     - ¿Y esto es lo que quieres hacer en tu vida? No es para todo el mundo. El trabajo es sucio y peligroso, arriesgarás tu vida. – trató de hacerlo reflexionar y que por su propio pie partiera, antes de que se involucrase en aquel mundo de muerte y subsistencia.

 

     - Lo sé. Pero estoy decidido a encontrar al vampiro que asesinó a mis padres a costa de mi propia vida si es necesario. ¡Me esforzaré mucho para ser un buen cazador ‘ttebayo! – y entonces sonrió grandemente, y sus ojos brillosos, tal vez por las lágrimas aguantadas, traspasaron su barrera. Era esa sonrisa o quizás la cruel historia que había escuchado de esos rosados labios… tal vez había influido la esencia de la sinceridad y dolor viniendo de él. Además tenían un propósito en común: encontrar a un vampiro.  O quizás eran esos ojos, mirando dentro de los suyos con tanta honestidad y verdad.

 

     - Tendrás que trabajar muy duro entonces – murmuró sombríamente – Tendrás que inflarte, poner algo de carne en esos huesos, aprender los trucos del oficio. Los demonios y vampiros no pelean limpio. – sus ojos negros se pasearon por la figura del chico que aun sonreía. ¿No le dolía la mandíbula por mantener ese gesto tanto tiempo?

 

     - Naruto –

 

     - ¿Qué? –

 

     - Uzumaki, Naruto. ¡Ese es mi nombre ‘ttebayo! – y con renovadas energías revoloteó a su alrededor rascándose la nuca con la mano izquierda.

 

     - Uchiha, Sasuke. – se dio la media vuelta y entró a la cabaña, dándole así una muda bienvenida. Tomó su café ya frío y lo vacio en el fregadero. ¿En qué estaba pensando? Lo mejor sería decirle que todo era una broma y que se largara de una vez por todas de su casa. De ninguna manera podría permitirse enviciar a un infante en este bajo mundo de sangre y destrucción. Pero cuando Kakashi, hace muchos años atrás, lo había aceptado como su discípulo, él no había sido mucho mayor, y todavía era tan humano como Naruto.

 

Regresó a la sala, donde Naruto ya estaba acomodado en el sofá que él antes había ocupado. Le ofreció uno de los dos vasos con agua que llevaba, y el rubio lo aceptó feliz. Tomó un largo sorbo y limpió los restos con su antebrazo. Tenía mucha sed, por lo visto. Sasuke tomó asiento en una silla cercana.

 

     - Tu casa es bonita – murmuró con alegría, viendo como un niño curioso a su alrededor. Una sala pequeña, con dos sofás largos; muebles para decorar y pinturas haciendo juego en las paredes. Al fondo, una chimenea con bastante leña daba el toque rustico. Al término del pasillo se apreciaba una pequeña cocina y escaleras arriba seguramente estaría su dormitorio y algún baño. Definitivamente, le gustaba ese hogar fabricado con pura madera. Aclaró su garganta y miró al hombre extraño que lo había recibido en su casa.

 

Era muy alto, tal vez un metro y noventa. De tez blanca y ojos negros profundos a juego con su cabello peinado en puntas de la parte trasera. Tenía un cuerpo marcado por músculos sin llegar a la exageración, y unos débiles vellos remarcaban sus antebrazos, dándole un aspecto de leñador. Supuso que sería alguna clase de cazador desalmado a juzgar por la apariencia, pero como nunca lo había visto cazar, poco podía decir. No estaba en sus cavilaciones juzgar a las personas a primera vista.

 

     - Algunas personas… - comenzó a decir al sentir que el silencio entre ellos pesaba cada vez más – ven la licantropía como una maldición, pero yo no lo veo de esa forma… puede ser otra arma artesanal – Sasuke lo miró con el ceño fruncido, ¿acaso lo había ofendido? - ¡Cuando estás cazando ‘ttebayo! – recompuso la frase.

 

     - Explícate – ordenó en tono frío y a Naruto se le erizaron los vellos de la nuca. Tenía una voz tan profunda, tan sensual.

 

     - Inmunidad contra las mordeduras de demonios. Y contra las de vampiros, los hombre-lobo se regeneran tres veces más rápido que un humano normal, sino es que más. El lado animal hace a un hombre más fuerte… es una gran ventaja para cualquier cazador como tú ‘ttebayo – Sasuke asintió dándole la razón.

 

Su licantropía había venido tras varios ataques. Y fue cuando comprendió una cosa: Un ser humano puro no era suficientemente bueno cuando se trataba de luchar contra algún demonio o vampiro. ¿Así que por qué estaba aceptando entrenar a este chico?

 

     <<No debería estar haciendo esto. Éste chico ni si quiera tiene conocimientos base acerca de un cazador>> pensó mientras veía detenidamente a Naruto. Pero a pesar de sus dudas, tenía un sexto sentido de lo correcto. Era la esencia de Naruto, la fuerza con que había llegado y con la misma que se había mantenido incluso cuando él quiso cerrarle la puerta.

 

     - ¿Cómo supiste que yo soy un cazador? ¿Quién te habló de mí? – frunció el ceño por su estupidez, pues este pequeño detalle se había escapado de su mente. ¿Cómo se habría enterado ese mocoso acerca de su oficio? ¿Cómo sabía que era un hombre-lobo? Naruto solo se encogió de hombros.

 

     - Llegué a la aldea del sonido hace un par de semanas, y averigüé sobre quién era el mejor cazador de la zona. Tu nombre fue el primero en salir con mayor numero de demonios y vampiros derrotados por los alrededores – miró un poco a su alrededor antes de continuar – me dijeron que eras un hombre-lobo muy fuerte y que vivías a las afueras del pueblo. Así que inicie mi búsqueda hace dos días. –

 

     - ¿Llevas buscando éste lugar por dos días? – levantó una ceja. ¿Acaso ese chiquillo con hormonas disparadas estaba loco?

 

     - Sí. – la mirada colérica que le lanzó Sasuke solo logró que riera fuertemente para gusto del mayor – Me he ocultado muy bien en las noches, y ningún demonio ni vampiro ha notado mi presencia. Tu casa no está lejos del pueblo, pero el bosque es bastante engañoso como para andar sin rumbo algunos días.

 

Sasuke sintió que toda la frustración y estrés seguían acumulándose a pasos agigantados sobre sus hombros. ¿Ahora que seguía? Sabia que el pueblo le agradecia por cazar a los vampiros y demonios que los acechaban por las noches, pues no había ninguna seguridad por parte del alcalde. Pero una cosa era eso, y otra que revelaran dónde vivía y lo que en realidad era. Y más a un extraño por más que tuviese apariencia de niño.

 

     - ¿Cuántos años tienes? – le preguntó Naruto sacándolo de su ensoñación.

 

     - Treinta – se levantó de la silla y fue a acomodarse mejor al sofá frente a Naruto. Éste silbó con sorpresa y luego sonrió.

 

     - Pensé que eras más joven. Pero eres un viejo – Sasuke se sobresalto y lo escrutó con la mirada más severa que tenía, aunque de nada sirvió, pues Naruto comenzó a reír a carcajada suelta. Después se recompuso un poco y lo miró con una ceja alzada – Oye, Sasuke ¿puedo preguntarte algo? –

 

     - ¿Qué quieres saber? – frotó sus ojos con cansancio mal disimulado. Últimamente no había dormido muy bien estos últimos días, yendo de casa diario y regresando al amanecer, sólo para cumplir con sus obligaciones y volver a cazar a algún demonio salido de su horario para aparecer. Aunque eso lo tenía un poco preocupado, generalmente los demonios aparecían cuando la tarde comenzaba a caer y no antes.

 

     - ¿A quién te arrebataron esos seres? – más que pregunta, era como confesar el sentido de su vida. Y no quería hablar sobre eso, pero si aquel rubio cabeza hueca lo había hecho, él bien podría al menos decir algo, ¿no?

 

     - A mi familia… A todo mi clan. – Naruto lo miró sorprendido – Tenía doce años cuando ocurrió aquello. Vi a cada uno morir frente a mí, vi al asesino de mi familia frente a mis propios ojos, sonriendo mientras desgarraba los cuerpos de los demás, mientras bebía su sangre saciándose de ésta. Estaba en shock, así que no fui de ninguna ayuda, no moví ni un pie para salvar a nadie – su mirada vacía solo indicó que hablar de eso aun dolía en su pecho – Cuando todo terminó juré que nunca huiría, y desde entonces busqué a un mentor que me convirtiera en cazador; hasta que conocí a Kakashi, mi antiguo maestro.    

 

     - Entonces la razón principal por la cual eres un cazador es por la misma razón que yo: buscas al vampiro que mató a tu familia. Quieres venganza. – puntualizó con gesto maduro a pesar de ser un niño aún.

 

     - Así es – corroboró los hechos - ¿Acaso sabes a quien buscas? Me refiero a si viste al asesino de tus padres.

 

     - Claro que lo vi – se tensó en el sofá y Sasuke no supo decidir si había sido buena idea preguntar. Comprendía a Naruto, pues a él le habían tomado muchos años superar la pérdida de todos sus seres queridos – Era alto, portaba una capa y una máscara. Es todo lo que recuerdo – Sasuke asintió. Por lo menos tenía una pista aunque no fuera muy precisa. Cualquiera que hubiera sido, simplemente tiraría la máscara a la basura terminando la masacre. Naruto pareció leer sus pensamientos, porque añadió –: Aunque los recuerdos son borrosos, sé que voy a encontrarlo. ¡Por algo soy Uzumaki Naruto ’ttebayo! – levantó el puño con decisión y después sintió la pesada mirada de Sasuke sobre él. Sonrió apenado y rasco su nuca con la mano izquierda, completamente avergonzado. Sasuke solo pudo sonreír de medio lado. Tal vez no era tan malo el haberlo aceptado como su alumno, después de todo. - ¿Y tú? –

 

     - ¿Yo qué? – devolvió la pregunta, pues ya no sabía que estaba pasando a su alrededor. ¿Qué diablos le sucedía cuando veía a ese infante?

 

     - ¿Viste al vampiro que mató a tu clan? – preguntó con duda. La verdad es que no quería volver a ver el gesto de soledad en el rostro de Sasuke como antes lo había notado. Pero la curiosidad le picaba las costillas. Éste, por su parte solo sonrió de medio lado.

 

     - Claro que lo vi. Sé perfectamente a quien estoy buscando – su mirada se volvió fría, distante. Lleno de rencor y de rabia, apretó sus puños hasta volver sus nudillos blancos y con un gesto brusco, se recargó en el sofá de piel. Naruto no se atrevía a preguntar quién era el asesino, ¿Qué esperaba como respuesta? Sin embargo, ya estaba metido en ese embrollo, tenía que llegar hasta el fondo

 

     - ¿Y quién fue? ¿Lo conoces? – preguntó sintiéndose todavía más pequeño cuando la garganta de Sasuke emitió algo parecido a una risa ronca y amarga. Entonces suspiró largamente y tras su negro flequillo miro a Naruto de la manera más cruda que le fue posible, tratando de inyectar en él un poco de su dolor pasado.

 

     - Mi hermano. Uchiha, Itachi –

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Y bien? ¿Que tal, les ha gustado? :D Espero que sí, o si tienen alguna sugerencia pueden dejarme un Rw' se les agradecerá de ante mano. Por si han quedado algunas dudas, que después se irán aclarando, en este mundo la existencia de vampiros, demonios y hombres-lobo no es una novedad. Hasta cierto punto, los humanos viven con el miedo de ser atacados. Estos puntos se tocarán a fondo conforme avancen los capítulos. ¿Qué es un demonio? Se explicará en el siguiente capítulo, también. GRACIAS :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).