Y ahí se encontraba él nuevamente observando a ese chico a lo lejos sin atreverse a hablarle, él, el gran Choi Minho, el capitán del equipo de fútbol de la universidad no se atrevía a acercarse al chico nuevo. Ya se le había vuelto costumbre observarlo durante la hora de almuerzo y en cada momento que se encontraban por los pasillos, era casi una obsesión, pero no podía evitarlo porque ese chico rubio y de ojos gatunos lo había cautivado desde el primer momento.
-Minho, ¿por qué estás mirando hacia la mesa donde está mi novio?-le preguntó su mejor amigo, Jonghyun, un poco molesto por la intensidad en la mirada del más alto.
-No estoy mirando a tu novio, Jong. Sabes que jamás me fijaría en el novio de un amigo-le respondió Minho sin despegar sus ojos del chico nuevo que en esos momentos se llevaba delicadamente un trozo de carne a sus finos labios.
-Entonces… ¿estás observando al chico nuevo? ¿Te gusta Kibum?-
-¡¿Qué?!-exclamó el alto sorprendido por la rápida deducción de su compañero-No…bueno sí, me gusta, pero ni siquiera he hablado con él-
-Eso se arregla rápidamente-comentó Jonghyun con una gran sonrisa antes de levantarse y caminar hacia la mesa donde se encontraba su novio acompañado del chico nuevo.
El rostro de Minho palideció al ver cómo su mejor amigo volvía a la mesa tomado de la mano de su novio y acompañados por ese chico que le robaba el aliento.
-Minho, ya conoces a mi amado Onew y él es Kibum, el chico nuevo-los presentó el más bajito de los cuatro mientras se sentaba nuevamente en la mesa para terminar de almorzar acompañado de su novio.
Kibum lo observó unos segundos en la espera de que el chico de ojos grandes hablara o hiciera algo, ya que notaba como Onew y su novio comenzaba a vivir dentro de su propia burbuja de enamorados.
-Lo siento, soy Choi Minho. Mucho gusto en conocerte Kibum-le dijo Minho mientras le estrechaba la mano al rubio y le regalaba una cálida sonrisa.
-Igualmente, Minho pero dime Key, por favor-le respondió el saludo Kibum con una sonrisa sincera.
-Y dime, Key, ¿qué estudias?-le preguntó Minho curioso y nervioso al mismo tiempo por mantener por fin una conversación con Kibum.
-Estudió fotografía al igual que Onew y también diseño, son las dos cosas que me apasionan-le respondió el de mirada felina con un brillo especial en sus ojos-¿Y tú?-
-Modelaje y administración de empresas-le respondió el alto.
-Son cosas muy diferentes-le comentó sorprendido el de menor altura.
-Lo sé, pero hay cosas que como hijo único del presidente de una gran compañía debo hacer-
-Claro, aunque eso solo pasa cuando tu padre sigue sintiéndose orgulloso de ti-comentó con cierta tristeza Kibum-Lo siento, no quería hacerte sentir mal con mi comentario-
-Kibum, puedes confiar en mí-le susurró Minho mientras acariciaba suavemente una de las mejillas del recién nombrado- Aunque no lo creas- Porque eres muy importante para mí
Key se sonrojó notoriamente ante la delicada caricia que le regaló Minho y ante su cercanía, no podía negar que el alto era guapo y muy caballero, las dos cosas que llamaban su atención pero era imposible, a su parecer, que semejante hombre tuviera las mismas preferencias que él.
Los días pasaron con demasiada rapidez, se acercaba el término del semestre y con ello unas merecidas vacaciones para todos los estudiantes de esa prestigiosa universidad, Minho caminaba por los desiertos pasillos en busca de Kibum, su nuevo amigo y su gran amor porque ese sentimiento que había nacido en él crecía cada día más al estar cerca del rubio. Caminó un poco más y por fin lo encontró al interior de una de las salas, se acercó hasta el marco de la puerta silenciosamente y permaneció inmóvil para poder observar detalladamente ese delicado cuerpo que se movía en busca de nuevas telas para el vestuario que estaba confeccionando.
-¿Vas a quedarte ahí parado toda la tarde?-le preguntó Kibum sin voltearse a verlo.
-Yo… vine a buscarte. Jonghyun y Onew quieren que los acompañemos al cine-respondió Minho un poco sorprendido por la perspicacia del otro.
-¿Al cine? De verdad que a veces los envidio-comentó el rubio con cierta tristeza en su tono de voz-Yo también quiero tener a alguien que me lleve a pasear-dijo con un puchero que a los ojos de Minho fue extremadamente adorable.
-Si quieres yo puede ser ese alguien, Key-
-No bromees, Minho. Sabes que no estoy hablando de un mejor amigo sino de una pareja-
-Lo sé y estoy hablando en serio-dijo Minho al mismo tiempo que se acercaba al cuerpo de Kibum para abrazarlo por la cintura y quedar a unos cuantos centímetros de distancia-Yo quiero ser esa persona especial en tu vida-
-Minho-susurró Kibum al sentir los labios ajenos sobre los suyos-¿Qué haces?-
-Demostrarte que no estoy bromeando cuando digo que te quiero-susurró el castaño antes de apoderarse de eso delgados labios en un beso lleno de amor que poco a poco fue correspondido por Key-De verdad me gustas, Kibum. No, yo… estoy enamorado de ti desde el primer momento en el que te vi-
Kibum lo observó con los ojos muy abiertos, se encontraba sorprendido y asustado, con el corazón latiéndole a mil por hora como si quisiera abandonar su pecho y participar en alguna maratón. Sus mejillas sonrosadas y las manos temblorosas, no sabía qué hacer ni cómo reaccionar frente a esa declaración. Minho lo había besado y él le había correspondido, ¿por qué? Porque lo quería pero algo en su interior le negaba la opción de hablar, algo en su interior le decía que tenía miedo de arriesgarse.
-Sé que puede sonar extraño y loco, pero me gustas desde antes de entablar una conversación contigo, siempre te observé a la distancia y me moría de ganas por hablarte-le confesó el alto sin soltar el agarre que tenía sobre la cintura del rubio- Y sé que sientes algo por mi-
-Yo… también te quiero Minho-susurró Kibum con las mejillas mucho más sonrojadas y una tímida sonrisa adornando su rostro-Pero…-
-Sé mi novio, Kibum. Yo quiero estar contigo y sé que tú también lo quieres, tus ojos me lo dicen-
-Minho, yo…-
-También tengo miedo, es la primera vez que siento algo así por alguien pero si es contigo, estoy dispuesto a arriesgarme-
La seguridad de Minho y el amor que expresaba su mirada cautivó el corazón de Kibum, quien sonrió sinceramente antes de acercarse al rostro del castaño y besar castamente sus labios.
-Sí quiero-
Sus miradas se encontraron de una forma mágica y electrizante al mismo tiempo que sus bocas se buscaban con desesperación como si no hubiera más vida para disfrutar de ese momento. Se besaron, abrazaron y se regalaron sonrisas cómplices como dos adolescentes enamorados porque en ese momento no había nada más importante que ese momento para ambos, ese momento en el que los sentimientos salen a flote y todos los miedos se van al olvido para vivir plenamente ese gran amor que sienten el uno por el otro.
-Por fin-comentó bajito un chico con cara de perro.
-Sabía que esos dos terminarían juntos-le susurró otro chico con una gran sonrisa parecida a la de un ángel.
-Lo sé, amor. Están destinados a estar juntos como nosotros. Te amo Lee Jinki-
-Y yo a ti, Kim Jonghyun-