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INOCENTE CORAZON por Butterflyblue

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Notas del fanfic:

Hola si ya han leido mis historias gracias, paras las que no pues bienvenidas, soy Butterflyblue, es mi primera vez con un Fanfic de Sanit Seiya, en esta categoria hay muy buenas escritoras de las que admiro muchos de sus trabajos, Zion no bara, Chris Yagami, Shun4ever y por supuesto Crystalwall, me atrevi a hacer esta pequeña historia con estos que son unos de mis personajes favoritos, esperando poder llegar a los lectores tanto como ellas lo han hecho, mis trabajos siempre han sido de la serie Junjou Romantica, sin mas las dejo con mi historia esperando de corazon les guste, las espero por aqui y de antemano Gracias por leer...

 

Los personajes de Saint Seiya le pertenecen a Masami Kuramada, yo solo los tomare prestado en esta oportunidad para darle vida a mi historia.

Notas del capitulo:

Hola les dejo el primer capitulo, le doy gracias a mi querida Beta Ravenk, amiga sin ti no se como haria, si se nos paso algun error espero sepan perdonarnos ... tambien quisiera invitarlos a pasar por otro de mis trabajos escrito en conjunto con mi gran amiga Ravenk MAS ALLA DE LA ETERNIDAD, las espero por alli, gracias por leer...

Cometieron el error de aislarlo de la vida  y lo pagarán muy caro, cuando la inocencia sea exterminada por la realidad y un corazón puro sea destruido en nombre de la sobreprotección, no habrá tiempo para arrepentimientos.

 

 

 

Un pequeño Ángel descubrirá de la peor forma que la vida muchas veces es cruel, y solo sobreviven aquellos que tienen un corazón valiente.

 

 

 

1-   EL FIN DE LA INOCENCIA

 

 

 

Y fue allí que se equivocaron, el error más grande de sus vidas, él era la personificación de la pureza, hermoso, frágil y tan ingenuo, por miedo a lo que pudiera pasarle, lo sobreprotegieron, no le dieron la oportunidad de mirar mas allá de las barreras de su dorada prisión, Ikki lo cuidaba como si de vidrio fuera, mas aun después de que sus padres ya no estaban para velar por ellos, él ahora era el responsable de la familia; negocios, empresas, gente bajo su mando lo obligaron a madurar demasiado rápido, y aunque tan solo era un joven de veintitrés años, su alma pesaba como si tuviera mil, tal era su agobio por tantas obligaciones que su mas querido tesoro fue descuidado por un momento, solo por un momento.

 

 

 

Pero fue ese pequeño instante suficiente para que el hermoso adolescente de dieciséis años abriera los ojos a un mundo que no conocía.

 

 

 

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Una tarde en la que una reunión urgente de una empresa le impidió a Ikki volver a casa; una hermosa criatura de brillante cabellera, hermosos y hechizantes ojos verdes y una piel tan blanca como sedosa, caminaba fastidiado por el enorme jardín de su casa, comer con su hermano y charlar con él era su única distracción, solo los sábados cuando lograba ver a su primo Seiya conseguía distraerse con algo diferente, el y Seiya era muy buenos amigos, Ikki no veía con buenos ojos al castaño el chico era demasiado extrovertido y liberal para su gusto, pero no podía evitar que su hermano compartiera con el, después de todo Shun necesitaba amigos de su edad.

 

 

 

 

 

Los sirvientes estaban afanados con los preparativos de la cena, los escoltas se habían ido tras Ikki, nadie vigilaba en aquel momento a Shun y una puerta abierta en un costado del jardín fue la mas absoluta tentación para un pequeño que anhelaba libertad, sonrió por la travesura que haría, después de todo ¿que podría pasar si salía a dar un paseo solo?, las pocas veces que salía de casa era escoltado por dos guardias, nunca solo, se asomo a mirar que nadie lo viese salir y se marcho.

 

 

 

 

 

Nunca había ido mas allá de las casas de sus familiares, pero ahora estaba inmerso en un mar de personas, todos caminaban como llevados por la corriente, sin mirar a los lados, parecían sonámbulos un rio hecho de gente, el carnaval multicolor de luces y sonidos, lo envolvía hipnotizándolo, se sentía embriagado por la libertad que corría ahora por sus venas; miraba todo con la luz de quien ve por primera vez, música y colores, se mezclaban en sus sentidos, como magia.

 

 

 

 

 

Sus hermosas manos se posaban en las atractivas vidrieras, ropas, calzados, adornos, flores, danzaban ante sus ojos curiosos, los olores de los miles de cafés y restaurantes lo maravillaban, camino por largo rato perdiéndose en la bulliciosa ciudad; cuando se sintió cansado y hambriento, pensó en regresar, pero ya nada de lo que veía era familiar y de pronto lo supo, se había perdido y ya anochecía, Ikki llegaría a casa y no le encontraría allí, se sobresalto con ese pensamiento, ¿Cuál seria su castigo?, acaso no ver mas a Seiya o aun peor ese internado del que tanto había hablado su hermano mayor, hasta que cumpliera veintiuno no seria libre, y eso le aterraba.

 

 Suspiro tratando de calmarse y camino intentado volver sobre sus pasos.

 

 

 

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Milo estaba pasando sus vacaciones en casa de sus primos, pero pronto tendría que volver a Nueva York y a sus obligaciones, la universidad, el trabajo y una que otra linda novia esperaban por el, estaba saliendo de un café en compañía de sus primos cuando lo vio:

 

Era la visión más sublime que jamás vería, un cabello que brillaba bajo la luz de los faroles, un rostro angelical que se veía un tanto abatido y una delicada silueta, tentadora que invitaba a pecar, les hizo un guiño a sus primos diciéndoles que los alcanzaría luego y corrió tras las redondeadas nalgas que lo tenían embelesado.

 

 

 

- La verdad es un hermoso trasero - susurró para el cuando finalmente alcanzo a la joven belleza que perseguía, - ¡Hola! ¿que hace alguien como tu por aquí a estas horas?- Shun brinco del susto al oír la voz sensual y varonil del guapo hombre que se le había acercado – E… estoy pe… perdido – Milo hubiese podido morir de la risa ante el evidente balbuceo del pequeño, sino lo hubiese sorprendido el hecho de que su hermosa hada era en realidad un chico, “Mierda es un chico… ¿como puede un chico ser tan hermoso?” mientras trataba de poner en orden sus pensamientos una riña se armó en una cantina cercana, Shun miro como los hombres comenzaban a golpearse y a decirse miles de improperios, nunca había visto tal violencia, asustado se acurruco en la espalda del desconocido, Milo olvido el detalle de que su chica fuera un chico y lo tomo de la mano alejándolo del lugar.

 

 

 

Con la poca información que le pudo dar Shun llegaron finalmente al hogar del pequeño, Shun no quería que Milo le dejara, habían hablado de mil cosas, rieron y bromearon como dos viejos amigos, y ahora cuando finalmente estaba por la parte de atrás de su hogar, lo menos que le importaba era escuchar los gritos de Ikki, iba a decir algo cuando los labios de Milo lo asaltaron sorpresivamente, su primer beso, sabia a miel y chocolate, dulce, caliente, inolvidable, cuando Milo se separo el aun con los ojos cerrados susurro dulcemente:

 

– G… Gracias – Milo dejo escapar una suave risa y beso la punta de su nariz – De nada pequeño ángel… ahora entra antes de que tu hermano te castigue…- Shun le había contado todo acerca de su vida y su hermano, el pequeño le dijo antes de irse:

 

– Podre… ¿podre verte otra vez?...- Milo sonrió, ¿porque no pasar sus últimos días de vacaciones en compañía de tan deliciosa criatura? Le hizo un guiño respondiendo a su pregunta – Mañana en la tarde estaré aquí, trata de escaparte te llevare a un lindo lugar –

 

 

 

 

 

Las últimas horas de felicidad que viviría Shun estaban contadas, pasaría mucho tiempo para que el chico pudiera sonreír de nuevo.

 

 

 

 

 

Su escapada no fue descubierta, Ikki llego entrada la madrugada y solo la chica del servicio que estaba a cargo de él, noto su ausencia, a tantos ruegos había decidido no decir nada de la escapada, pero tampoco Shun le había dicho la historia completa, para suerte de Shun y por obra del destino Ikki estaba envuelto en muchas reuniones, llegaría todos los días tarde esa semana y Shun se sentía en el cielo, se las arreglo para convencer a la chica que lo antendia para que fuera su cómplice y lo logro, días de escapadas, besos, charlas, mas besos, y diversión le regalo Milo.

 

 

 

 

 

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-¿Te vas mañana primo?-

 

 

 

Camus le pregunto al ver con curiosidad como el joven se arreglaba con esmero para salir como lo había hecho las últimas tardes, - Si,  ya tengo las maletas listas, solo me faltan unas cosas que arreglar y listo…- Camus sonrió diciéndole con picardía – ¿Esas cosas que arreglar, tienen que ver con unos hermosos ojos verdes? – Milo había llevado a Shun al lugar que frecuentaba con sus primos y estos habían quedado prendados con el dulce pequeño, Milo sonrió con un dejo de ternura – si hoy es nuestro ultima día juntos quiero que sea especial…- Camus le dijo con paternal preocupación – Milo cuidado con lo que haces, ese chico es inocente y puro no vayas a lastimarlo…- el joven sonrió enigmáticamente y se marcho sin decir nada mas.

 

 

 

Cuando llego, Shun ya lo esperaba impaciente- ¡Milo!- grito emocionado y se lanzo a sus brazos, al poco tiempo ya estaban en un lugar que Milo ya había planificado el día anterior - ¿Que es este lugar Milo? ¿Esta es tu casa?... es muy chica, solo hay una cama y un baño… ¡mira también tienes un balcón!… ¡Milo mira desde tu casa se ve toda la ciudad!...- Shun caminaba curioso y emocionado por la habitación, sonriendo cuando salió al balcón y admiro la ciudad en plena tarde.

 

 

 

El hombre lo levanto entre sus brazos sonriendo y lo beso despacio mientras lo colocaba lentamente sobre la cama:

 

- Esta no es mi casa pequeño, esto es un hotel, te traje aquí porque quería que estuviéramos solos para poder besarte mucho… mucho – Shun se sonrojo hasta las orejas, los besos de Milo esta vez no eran dulces y suaves, eran profundos y demandantes, y su cuerpo respondió a la lujuria impresa en ellos, Milo sonrió al sentir como el miembro de su ángel se endurecía contra su pierna, pudo notar como una pequeña humedad se extendía por el pantalón del chico.

 

– Veo que te gustan mis besos…- le dijo con un tono bajo y sensual, Shun solo atino a asentir cuando un gemido se escapo de sus labios justo en el momento que Milo masajeaba su pene sobre su ropa húmeda.

 

 

 

-Milo… yo… yo…- Shun trataba de ordenar las palabras en su mente, pero el lento masaje de las manos de su novio lo dejo sin control, Milo mordisqueo suavemente su oreja diciéndole – Shhhhhh… tranquilo mi pequeño ángel solo déjate llevar… quiero todo de ti este día…- cuando la mano de Milo se metió por entre la camisa de Shun y acaricio sensualmente uno de sus pezones Shun se sintió perdido y abandonado en un enorme mar de sensaciones, miedo y deseo se arremolinaron en su interior encajando uno en el otro y dejando paso al abandono de la pasión, las manos expertas de Milo le desnudaron, sus labios habidos de beber aquella inmaculada piel, lo recorrieron por completo, su boca húmeda y caliente envolvió su sedoso y erguido pene lamiendo el líquido transparente que aun escurría ocasionando que Shun se sintiera morir, una muerte dulce y abrazadora que amenazaba con volverlo cenizas,  la sensación de su primer orgasmo fue avasallante, un recuerdo perpetuo marcado a fuego en su interior, como si el dolor y el placer fueran de la mano y estallaran dentro de el llevándolo a un abismo oscuro y sin forma, pero tan cálido y acogedor que no quería salir de allí nunca jamás.

 

 

 

- Milo tengo… miedo…- susurro entre sollozos y jadeos, los dedos de Milo ahora circulaban el ultimo espacio virginal que aun no profanaban, sus labios apretaron los de Shun besándolo con fuerza mientras lo penetraba suavemente, un gemido fue acallado entre besos, y entre estos unas dulces palabras:

 

– No tienes nada que temer mi ángel… no te hare daño…- ni protestas, ni negativas, nada mas que gemidos y aceptación salió de los labios entreabiertos de Shun, finas lagrimas adornaron las mejillas del pequeño, cuando finalmente Milo le quito su virginidad adentrándose en el con su húmedo y palpitante pene, Shun se sintió morir una vez mas, - Milo me… me duele…- Shun se aferro a al espalda del joven en busca de apoyo ante el dolor de ser profanado, Milo le beso en el cuello y en los labios -relájate mi amor… solo respira, el dolor pasara te lo prometo – el dolor paso y entonces ya no quedo mas que el sonido apagado de sus voces, que resonaba como una canto dentro de aquella fría habitación, sus respiraciones agitadas, los chasquidos de sus labios entre cada desesperado beso, el roce de sus pieles, el choque de su caderas, y el sublime aviso del final cuando entre jadeos y gemidos descargaban su semilla llamándose por sus nombres como si fuera un mantra, como si eso los mantuviera en la tierra y les evitara morir de tanto placer.

 

 

 

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Soñó con sus besos toda la noche pero en su corazón una duda persistía, tal vez la expresión de Milo cuando se despidieron, sus palabras sonaron tan vacías y ese -te veré mañana mi Ángel...- se sintió como una triste despedida, pero Shun no quiso empañar su felicidad, se decidió a pensar que todo estaría bien y durmió soñando con los dulces labios de miel y chocolate.

 

 

 

- Hey casanova ¿cómo te fue con tu Ángel?- Camus saludo sonriente, Milo solo sonrió y camino despacio a su habitación, seguido por Camus, este último al verlo terminar de recoger sus cosas le pregunto con intriga      -¿Que te dijo cuándo le contaste que te marchas mañana?... el pobre chico debe haber llorado...- Milo termino de guardar sus cosas y le respondió con serenidad:

 

- No lloró porque no le dije nada... para que arruinar su belleza con tristes lágrimas, además quería evitarme el drama....- Camus suspiro con tristeza, su primo a veces podía ser un tonto, antes de salir le dijo con molestia - Eres un idiota Milo ese chico tiene suerte de que te largues y no regreses más... menos mal que no hiciste más con el... no quisiera ni pensar que lo abandonaras y el pobre quedara  en estado de alguien como tu...-

 

 

 

Milo se sintió incomodo no había pensado en eso, embelesado como estaba con el delicioso cuerpo del pequeño no pensó en cuidarse, al fin y al cabo ¿que sabía el de hombres fértiles si siempre había estado con chicas?, sacudió la cabeza para alejar los malos pensamientos, ya lo hecho, hecho estaba y no volvería a ver al chico nunca más.

 

 

 

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El tiempo paso lento para Shun, por días espero a Milo y este nunca apareció, de noche lloraba en silencio y en el día caminaba como sonámbulo por la casa, hasta que llegaba la hora  en la que siempre se encontraban y salía con la esperanza de volverlo a ver.

 

 

 

Una semana después de la partida de Milo, Shun estaba recostado en su cama mirando el vacío, había perdido las esperanzas, no sintió cuando su hermano entro a la habitación y se recostó tras el envolviéndolo en sus brazos con ternura, Ikki le hablo con amor - ¿Que tiene tan acongojado a mi pequeño príncipe?, ¿acaso es porque he estado trabajando mucho estos días? Te prometo que hare un poco de tiempo para que vayamos a algún lugar que quieras ir… ahora ¿me regalarías una de tus hermosas sonrisas? – Shun se dio la vuelta ocultando su rostro en el pecho de su hermano y aferrándose a él con fuerza, el joven solo lo dejo llorar, su pequeño hermanito consentido, que ciego estaba Ikki ante lo que ocurría frente a sus ojos.

 

 

 

 

 

El sábado llego Seiya con toda su brillante libertad, saludos a todos con cariño y corrió al cuarto de su pequeño primo, pues había oído de los sirvientes que el chico estaba deprimido, lo encontró hecho un ovillo sentado en un mueble frente a la ventana, cuando Shun lo vio entrar corrió a sus brazos llorando con fuerza,  - Hey que pasa mi Shuny, ¿porque lloras así?... que te hizo el tonto de Ikki,  ¿es por lo del compromiso?...-.

 

 

 

Shun se separó del abrazo y lo miro con confusión:

 

- ¿Compromiso?... ¿Qué compromiso Seiya?...- ya había metido la pata, Seiya sentó a su niño en la cama y solo pudo seguir lo que había iniciado, bien Shuny tu hermano y mi papa nos comprometieron con los herederos de dos poderosas familas, mi prometido se llama Julian Solo y el tuyo es Hyoga Ivanov, los padres de mi prometido hacen negocios con mi padre a nivel de telecomunicaciones y los del tuyo son unos rusos que residen en esta país hace muchos años pero que tienen negocios en todo el mundo y una de las empresas que maneja sus negocios es la de tu hermano- .

 

 

 

Shun se puso de pie y camino hasta la ventana, ahora era el prometido de alguien, una persona sin rostro, alguien que no conocía,  ¿qué hacía con el amor que sentía por Milo?, ¿y si el volvía?, ¿Cómo le diría que estaba comprometido con alguien más?, Seiya lo saco de sus pensamientos, pero sus palabas no lo alentaron, al contrario solo lo hundieron más:

 

– Cariño ven siéntate conmigo... veras Shuny si lo piensas bien no es tan malo, tendrás tu futuro asegurado con un hombre millonario que cuidara de ti… yo decidí que esto no me tomara de sorpresa, hace unos meses cuando me entere,  les dije a mis papas que iría con unos amigos al cine y me fui directo a casa de Julian, él se quedó de piedra cuando me vio en la puerta de su departamento, le dije que si íbamos a casarnos teníamos que conocernos antes pues no iba a compartir mi vida con un idiota para siempre, así que una cosa llevo a otra y ya llevamos dos meses viéndonos a escondidas y teniendo el mejor sexo del mundo…-

 

 

 

- ¿Sexo? … Seiya tu…- Shun estaba perturbado sabía que él y Milo habían estado juntos más allá de lo permitido, pero las palabras de Seiya no las entendía, su primo vio sus confusión respondiéndole – Si Shuny, sexo, pero no estoy de humor para explicarte lo del polen y las abejitas, me imagino que es así como Ikki te ha de haber hablado de sexo, el retrogrado ese, además prefiero que tu prometido sea el que te quite el velo ese virginal que tienes y te cuente de las abejitas… sé que vas a estar bien cariño Hyoga es muy guapo y joven  somos afortunados…-

 

 

 

Esa noche Ikki le hablo del compromiso a su hermanito, cenaron juntos e Ikki intento conversar con Shun que se encontraba perdido en sus pensamientos, una llamada telefónica interrumpió la charla o más bien monologo de Ikki y cuando Shun se encontró a solas en su habitación lloro, hasta que el cansancio lo venció, cuando la mañana llego reluciente y brillante Shun ya estaba en el baño  dándose una ducha y despejando su mente, decidió escaparse esa tarde, tenía que buscar a Milo, conseguir hablar con él,  y decidió ir a los lugares que habían frecuentado.

 

 

 

Una hora y otra, cuando ya comenzaba a darse por vencido, de un pequeño café salió una figura conocida, Camus salía en compañía de un guapo joven, iban camino a casa cuando escucho que alguien le llamaba, al voltear se sorprendió al ver al pequeño chico que su primo había abandonado;

 

– Hola ángel… como… como estas…- Shun no noto el nerviosismo del joven, estaba feliz de haberlo encontrado con emoción le pregunto – Camus… Camus donde… donde está el… Milo… necesito verlo, hablar con el…- ¿cómo le decía a ese pequeño que Milo lo había abandonado?, ¿cómo le rompía el corazón?, maldijo su suerte y solo pudo contestar con la verdad, disfrazándola un poco, después de todo una mentira blanca valía la pena por ese pequeño ángel:

 

– Pequeño el… bueno él tuvo que volver a Nueva York,  tenía que ir a la Universidad tu sabes la NYU, tenía que terminar el semestre para volver, el no pudo despedirse todo fue tan rápido, pero el prometió que volvería y te buscaría y Milo Antzas siempre cumple una promesa si dijo que volvería el vuelve…- .

 

 

 

Shun volvió a su casa esa tarde con un atisbo de esperanza, había conseguido información valiosa aquel día, la ubicación de su desaparecido novio y su apellido, - Milo Antzas… Milo mi querido Milo Antzas…- sonrió por primera vez en días, su Milo había prometido que volvería y lo buscaría, eso era una promesa de amor para él, ¿pero qué haría ahora con su compromiso?, ¿qué haría si cuando Milo regresara él podría estar casado con otro?, no es no iba a pasar, no podía pasar.

 

 

 

 

 

Seiya era el único que podría ayudarle pero su primo paso más de quince días si ir a su casa, estaba inmerso en los detalles de su boda con Julian, a casi de un mes de la partida de Milo, Seiya apareció, Shun ese día había amanecido muy indispuesto, de hecho llevaba una semana siendo atacado por terribles malestares, de cierta forma le había servido todo aquello pues el encuentro con su prometido se había pospuesto hasta que el estuviera en condiciones, Ikki estaba de viaje pero llamaba todos los días para hablar con su pequeño.

 

 

 

- ¿Qué tienes mi Shuny? Seiya se recostó con él y lo abrazó despacio, Shun lo miro con sus ojos tristes y cansados respondiéndole mientras acariciaba su vientre con una seña de dolor – Seiya me duele aquí… - trato de incorporarse pero de nuevo lo atacaron las terribles náuseas y Seiya coloco la papelera del baño para que vomitara sin levantarse de la cama:

 

- ¿Comerías algo vencido?- pregunto el castaño mientras pasaba un paño húmedo por la cara de su primo, Shun negó con la cabeza para luego decir – No he comido mucho en días, me siento muy débil y a veces me mareo, o me da por dormir, menos mal que Ikki no está porque ya estaría internado en un hospital, - hay Shuny si no te conociera diría que estas…- la mente de Seiya voló en un instante con preocupación preguntó:

 

– ¿Shuny no te has visto con tu prometido verdad?...- Shun no entendió la razón de la pregunta, se limitó a negar tristemente con la cabeza, Seiya ahora más preocupado volvió a preguntar – ¿Shuny has estado viéndote con alguien más? ¿Sabes que te quiero verdad?, jamás te traicionaría, puedes confiar en mi… ¿confías en mi Shuny?...- Shun se echó a llorar en los brazos de su primo y le respondió entre sollozos – Milo… él se llama Milo…-

 

 

 

 

 

Después de largos minutos de lágrimas, Seiya ayudaba a su pequeño primo a darse un relajante baño de espuma, mientras pensaba en lo que estaba sucediendo y rogaba porque no fuera verdad, su primo era una criatura pura e inocente, encerrado en esas paredes no conocía de maldad o sufrimiento, pero tampoco había vivido, era presa fácil para que cualquier idiota se aprovechara de él, minutos después lo dejo dormido y bien arropado, mientras corría a la farmacia para buscar lo que le haría salir de dudas.

 

 

 

Cuando regreso lo llevo adormilado hasta el baño para que le diera una muestra de orina, lo recostó de nuevo en la cama y estuvo con él hasta que se durmió de nuevo,  ahora tenía muchas pruebas en el mostrador del baño y todas daban el mismo resultado – ¡mierda! positivo… mil veces mierda…- dijo sentándose en el suelo y suspirando con pesadez.

 

 

 

Llamo a sus padre para avisar que no volvería esa noche, tenía una larga conversación por delante con su primo, cuando este despertó él lo sentó despacio para colocar una humeante sopa frente a él,  - come despacio para que no te den nauseas…- aparto el plato cuando ya estuvo casi vacío pues Shun no quiso comer más, luego de un rato cuando ambos primos se miraban Seiya fue el primero en hablar:

 

 – Creo que no tengo que decirte de las abejitas y el polen ¿no?.... pero ahora me toca hablarte de algo más importante mi Shuny,  la razón por la que nos cuidan tanto y nos entregaron en compromiso con esas personas es porque somos especiales… veras aquí dentro…- Seiya acaricio el vientre de Shun con amor y continuo – Aquí dentro somos diferentes a otros hombres, nosotros podemos dar vida… es una cualidad especial que no muchos chicos tienen y por eso nosotros somos tan protegidos, Ikki hizo mal las cosas al mantenerte tan aislado de la realidad y ahora mi pequeño, ahora tu … allí en tu vientre está creciendo un bebe, tuyo y de ese tal Milo, que ahora me tienes que decir quién es y cómo podemos encontrarlo…-

 

 

 

Shun estaba en shock acariciaba su vientre asimilando todo lo que Seiya le acababa de decir, pero muy pronto recobro su dulce sonrisa pues para él era una hermoso milagro que dentro de su vientre estuviera creciendo un hijo de él y de la persona que tanto amaba, le conto poco a poco  todo lo que había ocurrido con Milo hasta lo último que supo por boca de Camus. …

 

 

 

- Así que Nueva York, vaya tendremos que viajar lejos tras el padre de tu hijo…- la mirada de Shun se ilumino, ni en sus más locos sueños pensó en ir a buscar a Milo, le daría una linda sorpresa a su querido amor, antes de que Ikki regresara tenían que viajar ellos a Nueva York, así que tenían pocos días para planear todo, pero no contaron con que Julian comprometió a Seiya para una cena con sus padres justo el día que se marchaban, Shun lloro, grito y finalmente suplico para lograr que el castaño lo dejara irse solo, para Ikki su hermanito pasaría unos días con Seiya, los padres del castaño no estaban en casa así que no sería problema engañar al hermano mayor.

 

 

 

Esa tarde Seiya se despedía de Shun en el aeropuerto, tenía el tiempo justo para dejarlo en el pasillo de abordaje y correr a encontrarse con su novio y sus suegros – Llevas el dinero Shuny?...- el pequeño respondía sonreído y feliz – llevo todo Seiya y te llamare en lo que llegue al aeropuerto en Nueva York, tengo las direcciones en el bolso, y el teléfono celular que me compraste, todo saldrá bien Seiya veré a Milo le diré todo, planearemos nuestro futuro y regresare antes que Ikki se dé cuenta…- Seiya lo abrazo con temor, no quería dejarlo ir, tenía miedo de dejarlo ir, pero por su primo y por su bebe debía hacerlo, ¿ que podía salir mal después de todo?.

 

 

 

El avión salió a la hora fijada y Shun se durmió casi al instante soñando con el momento de volver a ver a su amado Milo, comenzaba la pesadilla del inocente joven, pero el en sus dulces sueños solo veía felicidad…

 

 

 

 


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