Cookie
Hacia un buen rato que se había encerrado en su habitación. Esa tarde el padre de todos no había tenido mas remedio que tener una charla con el mayor de sus hijos a cerca de su comportamiento, el resultado había sido una discusión que había propiciado el encierro voluntario del menor en su cuarto. Thor estaba furioso, las palabras de Odín no hacían mas que resonar en su cabeza recordándole los errores que había cometido ese día y los futuros que cometería si no cambiaba su actitud.
Unos golpecitos sonaron en la puerta, el futuro dios del rayo no tenia ganas de ver a nadie por lo que ni se molesto en responder, sin embargo la puerta se abrió lentamente dejando ver una cabellera negra asomarse por ella. Loki entro con timidez en el cuarto de su hermano cerrando la puerta tras de si y apoyándose en ella sin dejar de mirarle.
-Madre me ha contado que padre te ha regañado- empezó con voz tranquila sin apartar la mirada del rubio que estaba tumbado bocabajo en la cama y le ignoraba- Yo… no creo que lo hayas hecho tan mal, al fin y al cabo es una practica, si no fallamos no aprenderemos de nuestros errores para no cometerlos.
Camino hacia la cama sin obtener ninguna respuesta, sabia que su hermano estaba demasiado enfadado como para hablarle, cuando llego a su lado saco una cajita que había mantenido todo el rato oculta en su espalda y la dejo en la cama al lado del rubio.
-Pensé que esto te animaría.
La sencilla explicación del moreno hizo que Thor abriese un ojo y observase la caja, si no reconocía mal era la caja de las galletas, esas que nunca les dejaban coger y que solo de vez en cuando les daban una o dos, alzo la mirada observando al menor impresionado, dudaba que nadie se las hubiese dado, y menos la caja entera.
-¿Cómo las has conseguido?- pregunto hablando por primera vez y sentándose en la cama para mirarle.
-Me he colado en las cocinas.
-¿¡Te has arriesgado a que Padre te regañe, o peor, te castigue para coger unas galletas y animarme!?- Un asentimiento fue lo único que recibió como respuesta, cualquiera habría dicho que era un regaño, pero la verdad es que el rubio estaba emocionado. Abrió la caja y cogió una de las galletas tendiéndosela a Loki- ¿Quieres comértelas conmigo?
La sonrisa del menor ilumino su cara y se apresuro a subirse a la cama para compartir esos dulces, le alegraba mucho haber podido animar al mayor, después de todo los hermanos se animaban el uno al otro.
Thor no entendía por que esos recuerdos acababan de llegar a su mente, aun sentía el dolor de las heridas y su mente estaba aturdida, pero ese recuerdo se mantenía claro. Ese día la batalla había sido dura, el junto con los tres guerreros, Loki y Lady Sif habían marchado a derrotar a un grupo de golens que estaban causando estragos en una de las zonas mas alejadas de Asgard, pero la batalla no había sido tan sencilla y todos habían resultado heridos sin embargo había sido Sif quien se había llevado la peor parte. Las heridas de la mujer no eran tan graves, o no lo habrían sido de haberlas tratado a tiempo pero su orgullo le impidió retirarse rápido de la batalla por mas que los demás le habían intentado convencer, el siguió luchando hasta que no quedo un Golem en pie. Ahora esa falta de prudencia les había costado a todos unas graves heridas, el propio Thor estaba herido y aun recuperaba fuerzas, pero su mente no dejaba de recordar los acontecimientos ocurridos en la lucha y sus consecuencias, solo el era el culpable de las heridas de sus compañeros.
Casi ningún objeto que estuviese a su alcance se libro de recibir la ira del hijo de Odín, solo cuando el cuarto estaba irreconocible su furia se vio levemente aplacada. Los golpes en la puerta captaron su atención pero no estaba de humor para ver a nadie y de un potente grito dejo bien claro que el que llamase a la puerta no era bien recibido en ese momento.
-Destrozar los muebles no ayudara a calmarte hermano, solo empeorara tus heridas.
Loki había entrado sin hacer caso de la advertencia del mayor, sabia que por mas furioso que estuviese no seria capaz de alzar la mano contra el y si encontraba las palabras adecuadas reduciría aun mas las posibilidades de que eso pasara. El moreno no se había librado de las heridas, pero eran bastante menores en comparación con las de los otros.
-No me apetece escuchar tu palabrería Loki- dijo cansado apoyándose en uno de los pocos muebles que se habían salvado.
-Me lo imagino- dijo sentándose en la cama sin alterarse- pero he venido a decirte otra cosa, Lady Sif esta fuera de peligro y en un par de días estará completamente recuperada- el alivio que sentía por esas palabras se reflejaron en la expresión del dios del trueno- Thor- empezó de nuevo a hablar el moreno- no ha sido culpa tuya - el rubio estaba sorprendido de cómo muchas veces parecía que podía leerle la mente- no puedes pretender hacerlo todo a la perfección, aun estas aprendiendo, puedes cometer fallos.
-Ya no somos niños Loki, esas palabras ya no me consuelan. Mi falta de cuidado podía habernos costado hoy la vida a todos, ¡ha hecho falta que uno de mis amigos este en las peores condiciones para que me de cuenta de que aun no estoy preparado! -Sentía como la furia volvía a crecer en su interior, volcó la cómoda que antes se había salvado, necesitaba estar solo y pensar- vete hermano, quiero estar solo.
-Como desees- se levanto con tranquilidad deslizando algo en la cama sin que lo notase- Oh Thor- se giro para mirarle cuando ya estaba en la puerta- creo que es mejor que mires lo que hay en la cama, cuando estés mas calmado.
Las palabras de Loki antes de salir le hicieron quedarse mirando la puerta, era demasiado curioso y no podía evitar querer saber que era. Se acerco a la cama y no pudo evitar esbozar una sonrisa al descubrir sobre las sabanas la caja que tan bien conocía, desde aquel día en que le afecto tanto la discusión con su padre, Loki siempre llevaba esa caja cuando se encontraba mal o le faltaba animo, Thor sabia que era su forma de decirle “Todo esta bien, estoy contigo”.
Cogió la caja y algo mas calmado salio del cuarto, para ellos eso era como una tradición y las tradiciones no deben romperse. Llego hasta el cuarto de su hermano y llamo a la puerta. Asomo la cabeza encontrándole tirado en la cama leyendo, ver los vendajes le hizo volver a sentir la culpa pero el olor de las galletas le trajo de vuelta al mundo real. Al verle entrar Loki dejo su libro de lado y se sentó esperando a que hablase, seguramente ya habría visto la caja y es que era tan curioso que sabia que no habría podido resistir la tentación de echar un vistazo.
-No creo que tengas razón en cuanto a que no ha sido culpa mía- empezó hablando Thor mientras se acercaba a la cama y se sentaba al lado de su hermano poniendo la caja de galletas en medio- pero eso no significa que no aprecie tu forma de animarme- Cogió una de las galletas y la puso contra los labios de Loki- gracias.
Acerco su rostro al del menor sujetando el dulce entre los labios de ambos. Podía cometer los errores que quisiese porque le reconfortaba saber que siempre tendría a su hermano para ayudarle a superar esa situación.
FIN