Cerro el mechero y se lo guardo en el bolsillo mientras el humo empezaba a salir del cigarrillo, llevaba esperando a su rubio novio 20 minutos, estaba consciente de que siempre que tenia clase de arte, este se quedaba hasta el final dándole los últimos toques a sus obras, pero no se consideraba a si mismo una persona paciente.
Soltó un suspiro y le dio otra calada a su cigarro, estaba empezando a desesperarse, y eso nunca es bueno, siempre que se desesperaba quemaba algo, y Pip le venia con sus sermones acerca de ocultar sus poderes y bla bla bla.
-ho-hola- oyó un pequeño susurro a sus espaldas, oh no, otra vez no.
-umm, y tu eres?- le pregunto lo menos grosero que pudo a la pelirroja chica de lentes que se removía nerviosa delante suyo, ya estaba acostumbrado a esas situaciones, pero aun asi no dejaba de ser molesto.
-ah!, m-me llamo Katie- esa chica era un manojo de nervios creciendo y creciendo, echo un vistazo a unos pasos detrás de ella y vio a las que supuso eran sus amigas, un par de chicas soltando risitas cada dos por tres, que fastidio, volvió a suspirar y desvió su mirada a la muchacha que luchaba por decir algo coherente.
-de acuerdo, y….que es lo que quieres?- muy bien, quizás solo algo rudo (a quien le importa), pero quería ahorrarse otra situación incomoda, eso pasaba todos los viernes, absolutamente TODOS, su novio tenia clase de arte y él lo esperaba frente a su edificio para irse a casa, pero siempre tenia que haber alguna chica que tomase valor y se atreviera a hablarle, era sumamente fastidioso, la mayoría eran chicas como esa, tímidas y tartamudeantes que no podían decir una sola palabra sin trabarse, algunas era mucho mas atrevidas (hubo una que intento besarlo) pero desde que mando volando a una de esas por intentar pasarse de la raya, casi no se acercaban.
-bu-bueno, yo, qui-quisiera saber s-si tu..- argg como odiaba eso, lastimar los sentimientos de las chicas?, NO, eso le importaba un pepino, lo que odiaba es que cuando las rechazaba, siempre hacían una escena, o le gritoneaban que quien se creía (él era el futuro gobernante del inferno, por favor) o lloraban, eso era lo peor, algunas intentaban moderarse y salían corriendo, pero había otras que querían usarlo de chantaje, y lloraban con ganas, pero eso no servía con el, las únicas lagrimas a las que le prestaba atención, eran las de su ángel (y tal vez las de sus amigos, solo tal vez!!)
-no tengo intención de salir con nadie- rápido y cortante, sin dar tiempo a terminar la oración, pero sin que se sintiera especialmente rechazada, serio, totalmente serio, no culpa, no burla, no nada.
-a-ahh, pe-perdona, n-no quise molestarte- la chica bajo la cabeza, claramente triste, miro un momento a sus amigas y estas miraban preocupadas a la pelirroja, ahhh otra situación incomoda de la cual no puede salir sin hacer lago que no quiera, como pro ejemplo, pedir perdón, o hacer algún contacto físico (por muy pequeño que fuese, a el no le gustaba en lo absoluto).
-Damieeen!!- oh, allí estaba su salvador, justo después de haber escuchado la cantarina voz del rubio, la molestia se borro de la cara del oji rojo, y de un momento a otro, la pelirroja fue olvidada completamente y el azabache salió disparado al encuentro con su rubia adoración.
-Estabas haciendo algo importante?- pregunto el ingles con una pequeña sonrisa en los labios, se había dado cuenta de la chica pelirroja, y bien sabia que su novio nunca le prestaba atención a esas chicas, pero aun asi, en cierta manera, le gustaba que el demonio se lo reiterara.
-absolutamente nada- le respondió de forma calmada, sonriéndole y entrecerrando un poco los ojos, la pobre chica rechazada se había esfumado de su mente en el momento en que la voz de Pip llego a sus oídos.
-ya veo, entonces…- el rubio rodeo a Damien y se situó a su lado, tomándolo de la mano- nos vamos?-
-por supuesto- entrelazo sus dedos con los de su ángel y empezó a caminar, escuchando la animada platica del rubio sobre su clase y las extrañas pinturas de Kenny.
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Ambos chicos se alejaron sonriendo felizmente bajo la atónita y furiosa mirada de la pelirroja, quien tenía los ojos desorbitadamente abiertos y la boca semi-abierta, incapaz de mover un solo musculo por el stock.
Como?, en que momento?, porque?.
Después de todos esos meses observando al azabache, aprendiendo todo lo que pudiese sobre el, preparándose para ser su chica perfecta, al fin había tomado la iniciativa de hablarle, actuando como una chica tímida y temerosa, justo como había comprobado que le gustaban, y entonces había aparecido ese niño, ese mocoso, ese rubio estorboso que había echado todos sus planes abajo.
-Katie?- escucho a lo lejos como la llamaba su compañera Carrie, pero no hizo caso, aun estaba divagando en su mente, que es lo que había salido mal?, todo había estado perfectamente calculado, todo, el lugar, la hora, el dia, su ropa, su actitud, todo iba con dirección a una cita segura, asi debía ser.
Entonces porque?
Ese chico era suyo, lo había deicidio desde que lo había visto por primera vez, era su destino estar juntos, ella lo sabia, podía sentirlo, era de ella y de nadie mas, entonces porque?!!!.
-Ka-Katie?- intento una vez mas su amiga, pero la expresión en el rostro de Katie le daba cada vez mas miedo.
-no pasa nada Carrie- menciono de pronto la pelirroja, tenía una extraña sonrisa en el rostro, y sus ojos estaban tapados por su fleco –esto no se quedara asi-