En mi habitación no se podía escuchar mas que el molesto sonido del reloj, haciendo su característico tik tak, cumpliendo la función para el cual fue diseñado.
Me encontraba acostado en mi cama, viendo al techo, tan solo pensando en que será de mi vida de ahora en adelante; hace dos semanas exactamente mi novio Solo con el que tenia mas de 2 anos de relación me termino.
La razón? pues el dejo de amarme, así de simple como suena, al parecer un día se despertó y ya no sentía nada por mí, mandando al carajo una relación de 2 anos, vaya hijo de pu...
El sonido de mi celular me saco de mi pensamientos, que curioso pensé que lo había apagado, dudo en contestar; he pasado en mi casa estas ultimas 2 semanas y pienso seguir así, pero mi curiosidad me gana y me levanto para ver quien me estaba llamando.
-Es Heero- pienso en voz alta, él es mi mejor amigo, lo conozco desde que la universidad e incluso después de graduarnos seguimos manteniendo la amistad, no dudo mas y le contesto - hola -
- Baka donde te has metido?- su voz sonaba preocupada, algo raro en el, me parece que en los 6 anos de amistad solo lo he escuchado preocupado máximo unas 4 veces.
- Estoy en mi casa, te dije lo que paso con Solo-
- Si lo se, pero de eso han pasado dos semanas - dijo con cierto tono de molestia.
- Siento no ser frio como tu, pero a mi si me duelen las cosas- replique con tono sarcótico
- A lo que me refiero es que ni siquiera te has presentado en la empresa, si sé que pediste vacaciones, pero ni siquiera has venido a ver tu bonificación-
- Es que no he estado de ánimos para nada, Heero no sabes me siento muy mal, lo extraño mucho - no entiendo como me sigue doliendo como si fuera el primer día.
- Entonces no querrás oír lo que te pensaba decir-
- Que cosa? -
- Hoy Solo presento a recursos humanos el formulario para casarse con uno de sus empleados, al parecer es un tal Sam -
- Que hijo de pu...-
- Antes que empieces a insultar a todos sus ancestros te ofreceré algo, que tal si salimos hoy a un bar para que te distraigas? -
- No lo se, no me siento bien, me sentiré fuera de lugar -
- Duo Maxwell es la primera en toda nuestra amistad que te ofrezco a salir, cuando yo estaba deprimido por lo de mi ex tu me sacaste a rastras de mi casa y me llevaste a una disco, y me cuesta admitirlo pero me sirvió para olvidarlo -
- Pero Heero -
- No quiero oír nada mas, paso por ti a las 10, y mas te vale que vayas arreglado - y después de esto tal como vino abruptamente me colgó, sin decir adiós, tan típico de Yui.
Ahora me encuentro sentado en mi cama, el reloj marcan las 7 y 23, tan solo hablamos 3 minutos, estoy pensando como evitar esta salida, pero creo que es mejor hacerle caso a Heero, el distraerme me ayudara.
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- Ya voy!- grite desde mi cuarto a la persona que me esta timbrando la puerta, después de dormir cerca de 2 horas y de discutirlo con mis pies me aliste para la salida, ahora ya estaba listo, no me demore ni 30 minutos, eso es lo increíble de ser hombre.
Arrieve a la puerta y abrí, allí se encontraba mi mejor amigo, con su terno gris de los viernes y su corbata concho de vino, como siempre sus cabellos castaños oscuros desarreglados, tenia puesto los lentes de lectura que utiliza en la oficina
- Ya estoy listo - dije con una de mis mejores sonrisas, no una fingida que pones para agradar a alguien que recién estas conociendo, si no una real que se la regalas a alguien que a ganado un lugar en tu corazón.
- Oye te dije que te arreglaras por que pensé que no te habías bañado en todo este tiempo, así como vas todo el mundo querrá invitarte un trago - dijo en son de broma.
- La verdad es que ya me canse de estar deprimido, el cerdo se va a casar! quien sabe cuanto tiempo me estuvo poniendo los cuernos!- dije molesto cerrando la puerta de mi casa - Así que hoy pienso divertirme.
- Bueno eso es cierto, entonces a donde vamos?- me dijo el chico de ojos cobalto prendiendo el carro.
- Vamos a Blue, esta cerca de tu depa y ahí van los chicos universitarios - dije entre serio y bromeando, a lo que Heero me respondió con una risa.
Después del trafico propio de la capital, llegamos al bar, en este había barra libre, lo que era excelente pues esa noche tenia pensado emborracharme como antes no lo hacia, nos sentamos en una mesa en una esquina y empezamos a tomar.
Mientras nosotros tomábamos y charlábamos no pude evitar ver a chicos mas jóvenes, no es que me sienta viejo, a mis 24 anos sé que estoy en la mejor etapa de mi vida; no dependo de nadie, vivo solo, gano mi dinero propio y trabajo en lo que me gusta, pero ver esos chicos que parecían de 20 me hizo recordar aquella época de universidad, yo solía ser alguien muy fiestero, me encantaba bailar, no tanto tomar, pero si pasar un rato divertido con mis amigos, ciertamente todo esto termino al conocer a Solo, él era todo lo contrario a mi, era muy serio, si algo debo agradecerle es que me ayudo a madurar.
La noche seguía su rumbo, y nosotros continuábamos bebiendo y conversando, hablábamos de todo; del trabajo, de la política, de la economía, de nuestros tiempos de estudiantes, hasta sobre nuestra familias hablábamos, pues los dos conocíamos a la familia del otro. Durante toda la noche muchas personas se nos acercaron tanto a mi como a Heero, esto nos hiso recordar aquellos tiempos donde hubiéramos aceptado sus bebidas y si la química iba bien pasábamos la noche con esa persona, pero ya no es así, en estos momentos estábamos disfrutando de la compañía uno del otro.
Para las 2 de la mañana, yo ya me encontraba totalmente ebrio, no se cuanto tome, deje de contar al octavo whiskey en las rocas, pero lo preocupante de la situación era que el conductor designado también esta totalmente ebrio, posiblemente mas que yo, entonces decidimos pedir un taxi, con gran dificultad salimos como pudimos de aquel bar y nos dijimos a la casa de Heero, pues en este estado no podría ni siquiera abrir la puerta de mi casa.
Durante el trayecto a casa seguimos charlando, Heero generalmente es de pocas palabras, pero conmigo se expresa bastante, y de repente surgió un tema del cual casi nunca hablamos
- He estado soltero durante 3 anos - dijo con tono triste - Se que no parece pero yo también tengo sentimientos, quiero amar a alguien y quiero sentirme amado, quiero despertarme en la cama de alguien y saber que no tengo que irme lo mas rápido posible - no se si fue por todo el alcohol que ingirió o por que realmente mi amigo se sentía muy solo, pero esa confesión fue mas que inesperada.
- Heero tu eres un buen hombre, solo hay que esperar, el amor vendrá - dije tratando de reconfórtalo.
- No lo se, a veces pienso que el amor no es para mi -
- No seas tonto! eres guapo, inteligente, tiene buenos sentimientos, a cualquiera le gustaría estar contigo - digo dándole un abrazo, no era la primera vez que lo abrazaba, eran muy raras las ocasiones que lo hacíamos, pero esta vez sentí algo que jamás había sentido.
- Gracias Duo, por escuchar las estupideces de un borracho -
- De nada baka - dije sonriendo, pero no me había percatado de la cercanía de nuestros rostros, tuve la ímpetu de acercarme mas pero no estaba seguro, pero de repente, inesperado tal como siempre era el, me estaba besando, no lo podía creer, mi mejor amigo, mi compañero de tragos, mi pañuelo de lagrimas me estaba besando, y lo mas preocupante de todo esto es que yo no tenia ninguna intención de pararlo. Fue un beso corto, pero tenia sentimiento, no sabría explicar cual era, era una mezcla ente dulce y pasional, pero tengo que admitirlo fue increíble.
Después de aquel beso seguimos hablando como si nada, llegamos al departamento de Heero. Ese lugar lo conocía mejor que ningún otro lugar, me acosté en el sillón de la sala sin preguntarle al dueño.
- Quieres agua? mañana tendremos la resaca de la historia- dijo caminando a la cocina.
- Si, por favor tráeme- estaba muy cómodo en aquel sillón.
- Ven tu por el - dijo serio, Heero hasta borracho seguía siendo Heero. me dirigí a la cocina por agua, tome casi un litro del liquido vital, cuando termine de beber me di cuenta que Heero me estaba observando al otro lado del mesón, yo también lo empecé a mirar, así estuvimos cerca de un minuto, había cierta tensión en el aire, ambos teníamos la necesidad de terminar lo que comenzamos en el taxi, no estaba seguro de que hacer, pensé en todos los anos de amistad que se irían al carajo, pero en ese momento pareció no importarme. Decidido me acerque y lo bese, primero tímidamente pero al sentir las manos de mi amigo recorriéndome la espalda lo profundice mas, seguimos en la cocina besándonos por cerca de 10 minutos, de repente Heero dijo la oración que podría cambiar nuestra amistad para siempre.
- Quieres ir a mi cuarto? - aquellas 5 palabras nunca pesaron tanto antes, sabia que si accedía seria el punto sin retorno, si aceptaba nuestra amistad nunca seria como antes, valía la pena que todo cambie por una noche de sexo? no, definitivamente no lo valía, pero no quería detenerse, aquellos besos y caricias que se profesaron eran totalmente diferentes a lo que había sentido con Solo, tenían mucho mas sentimiento y pasión, eran adictivos, entonces tome una decisión, de la cual probablemente me arrepentiría luego...
- Si quiero - dije tímidamente, al instante Heero me empezó a besar mientras me dirigía hacia su cuarto, todo el camino desde la cocina a su cuarto no dejamos de hacerlo, sabíamos que esto no se repetiría así que debíamos aprovecharlo lo más que pudiéramos.
Llegamos a su cama, lo tumbe y me quede arriba de el sentado en su pelvis, sentía claramente su excitación, eso me divirtió bastante, empezó a mover mi cadera simulando una penetración, arrancando gemidos del castaño, empecé a besarle el cuello mientras le quitaba la camisa, me maraville con sus abdominales perfectos, seguí mi trayecto hacia su pantalón, le saque el cinturón rápidamente, la baje los pantalones, encontrándome con su calzoncillo, que tapaba su miembro erecto, dude un momento, ya había visto a Heero en esta condición, pero jamás le había visto su miembro, me decidí y le quite aquella ultima prenda, quedando expuesto su miembro, la verdad me sorprendió bastante verlo.
- Sorprendido ? - al parecer mi expresión fue muy obvia
- Al parecer no mentías cuando hacías bromas acerca de tu tamaño - dije pícaramente, después de esto comenzó a lamerlo desde la punta hasta la base, lentamente degustando su sabor, después aumente la velocidad, los gemidos de Heero eran descontrolados, seguí hasta que sentí el liquido pre seminal saliendo, me detuve a ver su rostro, nunca me imagine ver a Heero en esta situación, estaba completamente excitado, me acerque a para besarlo, en ese momento el cambio de posición quedando yo abajo de él.
- Ahora Duo sabrás lo que es el placer - me dijo al oído, la voz de Heero sonaba mas gruesa que nunca, y sin mas empezó a desvestirme quedando totalmente desnudo, me beso en todo el camino, en esos momentos estaba en los cielos, de repente sentí un intruso en mi entrada.
-Hn- me queje, aunque solo era un dedo, no había tenido relaciones en mas de un mes, mi cuerpo estaba un poco estrecho. De repente sentí otro dedo mas moviéndose en mi interior, el dolor se quedo a un lado, estaba empezando a disfrutarlo, cada vez iba mas rápido, estaba perdiendo el control.
- Heero ya hazlo- dije entre gemidos
- Pídelo bien - lo odie por un momento, no pensaba suplicarle, pero ya no aguantaba mas, necesitaba sentirlo completamente.
- Por favor Heero métela! - dije gritando, ya no podía mas.
- Ves no te moriste por decirlo - lo dijo con una sonrisa en su rostro, e inesperadamente sentí todo su miembro en mi interior
- Ahh - me queje por la brusca intromisión, Solo nunca me penetro así y también él no era tan grande como Heero
- Lo siento, trate de controlarme, pero contigo es imposible, eres tan endemoniadamente sexi - se acercó a mi rostro para besarme, mientras procedía a moverse, al principio lentamente, subiendo la intensidad poco a poco, en esos momentos pensé que me volvería loco del placer, cada vez mas rápido, luego saco todo su miembro completamente solo para introducirlo rápidamente, siguió de esta manera, estaba mas excitado que nunca en mi vida, definitivamente Heero era bueno en la cama.
Continuamos esta situación, hasta que llegamos al clímax juntos, cansados jadeando nos tumbamos en la cama viendo al techo, en ese momento no podía mas que pensar en lo que acabo de pasar, fue sin duda el mejor sexo de todo mi vida, pareciera que nuestros cuerpos fueron hechos el uno para el otro.
- Este fue el mejor sexo que he tenido en mi vida - dijo con dificultad por su respiración agitada el de ojos cobaltos
- Para mi también lo fue - dije con igual o mas dificultad, de repente me empecé a sentir cansado, me fije en el reloj del velador eran las 4 de la mañana y 4 minutos, y sin poder luchar contra ello me quede dormido.