Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You are my Appa por YuYe

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Well, quizás no sea lo mejor, pero estoy orgullosa de este one-shot porque hace más de dos años que no escribía algo and I'm happy~ ♥~!

Una de las primeras cosas que logro terminar de los brillositos hermosos c: Hay unos cuantos más, pero me da pena subirlos u/u

...

¿Sería irónico si se lo dedico al grupo MinKey is love~? XD? Gracias a ese grupo me adiccioné de vuelta a AY ;__; & entré al grupo sparkle ♥

 

 

 

–Estoy embarazado –sentenció Key directamente y sin rodeos, haciendo que la mandíbula de Jonghyun se separara de una forma poco normal.

 

–¿A-…ah? –el mayor, y supuesto padre, simplemente no podía procesar lo que estaba escuchando; y es que no era común que para aquella frase se ocupase el masculino de “embarazada”, si es que existía.

 

–Siete semanas –siguió informando, y una sonrisita se empezaba a formar en sus labios–... ¡Jonggie, mi vida, seremos padres!

 

 

-----

 

 

La noticia le había caído como un balde de agua fría, pero, ¿qué podía hacer? No es como si pudiese culparse por aquella vez que quiso hacerlo sin protección asegurando que no pasaría nada, las cosas ya estaban hechas y sólo podía seguir adelante con su novio… ¿y futura madre?

 

–Se supone que esto crecerá, ¿no? –rodeó al menor con sus brazos desde la espalda, apoyando sus cálidas manos en el vientre del rubio.

 

–Crecerá tanto como una pelota de playa –refunfuñó entre dientes pensando en cómo cambiaría su figura. Se había emocionado tanto con la idea de tener un hijo que se le había olvidado por completo que su cuerpo experimentaría un sinfín de cambios.

 

Jonghyun pareció comprender lo que pensaba su amante.

 

–Seguirás siendo hermoso –besó tiernamente una mejilla de Key, haciendo que este se riese apenas–. Te amo.

 

 

-----

 

 

Ya no sentía la sangre recorrer sus dedos pero no le importaba, comprendía los nervios de su novio. Hasta él estaba nervioso y eso que lo único que podía hacer era estar sentado junto a Key sujetando su mano.

 

–¿Y bien? –preguntó el rubio a la joven doctora que los atendía.

 

–Al parecer todo marcha en orden –dijo escribiendo un par de cosas en la ficha técnica del muchacho–, el bebé está creciendo fuerte y sano.

 

Ambos jóvenes se miraron y sonrieron, con aquellas simples palabras se habían quitado un peso de encima.

 

Salió a ti –apenas y susurró el menor para que sólo lo escuchase Jonghyun.

 

–¿Quieren verlo?

 

–¿S-se puede? –preguntó incrédulo el mayor, le ilusionaba el hecho de poder conocer a su hijo.

 

–Claro.

 

 

----- 

 

 

–¿Te gusta? –Preguntó el menor observando una de las tantas cunas que habían en la tienda. Como no obtuvo respuesta se giró para buscar al castaño encontrándolo viendo delicada ropa de niña, no pudo evitar una sonrisita que se le escapó de los labios.– ¿Tanto te emociona que sea una niña?

 

–¡Pues claro! –Se giró a su novio, medio sonrojado, al verse descubierto viendo ropa de excesivo color rosa.

 

Key se acercó lentamente a Jonghyun manteniendo la sonrisa en su rostro.

 

–¿Deberíamos comprarlo? –preguntó el rubio cogiendo entre sus manos el vestidito que anteriormente estaba viendo el moreno.

 

La única respuesta que obtuvo fue un exagerado movimiento de cabeza a modo de afirmación, y una felicidad indescriptible en los ojos de su Puppy.

 

 

-----

 

 

–¿No se piensan casar? –preguntó Onew mientras descansaban un momento en una cafetería. La repentina pregunta hizo que casi escupiese el café que bebía.

 

–¿Ah…? –devolvió la pregunta Jonghyun. No es como si no lo hubiese escuchado, simplemente no podía procesar las palabras dichas por su mejor amigo.

 

–Pues… eso –sentenció a modo de respuesta–. Ya sabes que el hecho de que los dos sean hombres es un gran problema, que Kibum esté embarazado ni hablar, pero piénsalo un poco… ¿No sería agravar la situación si traen un hijo al mundo sin siquiera estar casados?

 

–Pues sí, creo que sí –pero a pesar de todo no le convencía el punto de vista del muchacho.

 

–Además que Key sería extremadamente feliz si se lo pidieses.

 

Un click sonó en su cabeza.

 

 

-----

 

 

–¿No crees que estás comiendo demasiado? –preguntó. No quería sonar alterado, cosa que no era así, pero la tonalidad de la pregunta era más que nada sorprendida. ¡Ya era la tercera porción de tarta de fresa en menos de quince minutos!

 

–Estoy embarazado –respondió como si ese fuera el mejor de los fundamentos; y aunque no lo fuese, Jonghyun no se atrevió a replicar.

 

Key continuó engullendo bocado tras bocado tras la atenta mirada de su novio.

 

–¿Me das un pedacito? –suplicó con sus típicos ojos de cachorro.

 

–No.

 

 

-----

 

 

–Está subiendo mucho de peso –comentó la doctora en una de las tantas sesiones rutinarias que tenían.

 

–Está embarazado –respondió casi mecánicamente Jonghyun. Al parecer el rubio había repetido tantas veces aquella frase que se le había quedado gravada en su cabeza.

 

–Sí, pero de un bebé –continuó– no de un pequeño elefante. Deberá restringirse en la comida.

 

Key, interiormente, protestó por lo injusto que sonaba. ¡Harto sufría ya con semejante barriga! ¿Ni siquiera podría comer tranquilamente?

 

Jonghyun, por su parte, sólo pudo agradecerle mentalmente por el favor que le hacía a su billetera.

 

 

-----

 

 

–¡No soporto verlo llorar casi diariamente! –Sentenció el castaño en aquella conocida cafetería con un deje de tristeza en sus palabras. El psicólogo de turno era Taemin.– Se me parte el alma verlo llorar…

 

–Jonghyun, entiéndelo –dijo de manera suave, ya acostumbrado a situaciones como esa–. Key ya era bastante sensible antes de su embarazo, sabes que las hormonas juegan en contra.

 

–Taemin, eso lo sabes tú porque estudias para ser pediatra. ¡Yo con suerte sé lo que tengo entre las piernas y para qué sirve!

 

El menor soltó un suspiro algo cansado, pero después rió por las ocurrencias de su hyung. Jonghyun siempre lograba sacarle una sonrisa con sus comentarios.

 

–Serás exagerado…

 

–Taemin –continuó–, ¡juro que si vuelvo a encontrármelo llorando porque se le cayó su tazón favorito, me tiraré por la ventana!

 

–¡Vives en el séptimo piso!

 

 

-----

 

 

Volvió a acariciar el abultado vientre de su novio. Ambos se encontraban descansando en la amplia cama que compartían, y al parecer no le aburría el hecho de repartir diversas caricias a Key que aprovechaba el tiempo en dormir y descansar.

 

–Eres tan hermoso, Diva refunfuñona –comentó en un susurro para después depositar un beso sobre sus dorados cabellos–… ¿Qué me dirías si te pidiese que te casaras conmigo? –dijo sin esperar respuesta de su adormilada pareja, pero se sorprendió al darse cuenta que se acomodaba, lentamente por su condición, para mirarlo fijamente a los ojos.

 

Un pequeño momento de silencio donde hasta la respiración brilló por su ausencia.

 

–¿Lo dices en serio? –preguntó Key para romper el silencio que se había instalado.

 

¿Qué podía hacer? Ya lo había dicho y no podía echarse para atrás. No es como si no estuviera dentro de sus planes, pero quería esperar el momento indicado para hacerlo.

 

Sólo pudo afirmar con un movimiento de cabeza, y Jonghyun jamás espero que su amada Diva rompiese en un llanto desenfrenado que no podía controlar.

 

 

-----

 

 

–¿Por qué la cara tan deprimida, hyung? –interrogó Taemin a Key. El mayor había llegado a contarle que su Puppy por fin había decidido pedirle matrimonio y que podrían formar una linda familia los dos y la pequeña niña que venía en camino. Habían continuado hablando de cómo sería la ceremonia, dónde sería, lo que vestirían cada uno, quiénes irían, el menú y tantas cosas más que el menor no podía ni recordar; además de la fiesta que le seguiría, la música (donde en vez de bailar el común Vals de Novios, bailarían la balada que Jonghyun había compuesto para pedirle formalmente salir juntos). Entre tanta cháchara hasta le había prometido que cuando tirase el ramo de flores llegaría directo a sus manos para que Onew se avispase de una vez. ¿Por qué de repente la cara de angustia de Key?

 

–Minnie –comenzó–, ¡no me quiero casar con semejante barriga! –lloriqueó finalmente.

 

 

-----

 

 

–No hay problema si esperamos hasta que nazca –comentó Jonghyun mientras le refregaba el cabello al menor con su champú olor a fresas. El morocho había propuesto retomar la costumbre de bañarse juntos para consentir a Key un rato y habían terminado los dos (o mejor dicho tres) en la bañera.

 

–Pero me gustaría que nos casáramos lo antes posible –puchereó.

 

–¿Cuál es el apuro? De todas formas mi amor por ti no se acabará de aquí a medio año.

 

–Pobre de ti que eso pase –reprochó provocando una sonrisa en Jonghyun que continuaba concentrado en enjabonar el cabello rubio–. ¿Dónde iremos de luna de miel?

 

–Donde tú quieras.

 

Y apenas lo dijo se arrepintió, sabía que su novio tenía gustos extravagantes.

 

 –¡A Paris!

 

O mejor dicho: caros.

 

 

-----

 

 

–Seré papá –generalmente la noticia se da con una sonrisa de oreja a oreja, pero esta vez parecía no ser el caso.

 

–¿Taemin está…?

 

Onew afirmó con la cabeza.

 

–Y no sé cómo tomármelo –comenzó–. Sé que un hijo es una bendición y que traerá felicidad, pero… A Taemin le quedan aún dos años de carrera, Jonghyun. En el mejor de los casos, si continuara estudiando, cosa muy difícil, no podrá sobrellevar un hijo y una carrera; menos una tan difícil como medicina…

 

–Pero –no esperaba una noticia como aquella, debía aceptarlo–, ¿qué piensa Taemin al respecto?

 

–¿Tae? –la sonrisa que mostró fue de total tristeza–. Él está feliz con la idea de tener un bebé, y eso es lo que más me aterra. No ve las consecuencias porque… todavía es un niño y no ve la gravedad al asunto –sus ojos lentamente se fueron llenando de lágrimas a la vez que hablaba.

 

–Pero-…

 

–¡Siento que le arruiné la vida, Jonghyun! –y se echó a llorar, poco importándole si se encontraba en una cafetería.

 

 

-----

 

 

–Ya, ya, tranquilo –dijo Key sobándole dulcemente la espalda a su Hyung, ya ambos sentados en el sofá del departamento de los Kim. A Jonghyun la situación le había sobrepasado y se había puesto a llorar junto a su mejor amigo. Si no hubiera sido porque Key pasaba por la cafetería en busca de su novio, de seguro los hubieran echados por ruidosos.

 

–Key, ¿qué hago? –volvió a sollozar.

 

El rubio suspiró.

 

Jonghyun, por su parte, continuaba llorando en el otro sofá del salón.

 

–Habla con Taemin, Onew –dijo–. Dile todo lo que nos has dicho a Jonghyun y a mí.

 

–No puedo, no puedo ser tan egoísta.

 

Un suspiro de una cuarta persona se escuchó.

 

–Ya lo escuché todo, Hyung –los dos mayores dejaron el llanto para abrir en demasía sus ojos por la sorpresa–. Supongo que es culpa mía por no decirte lo que pensaba...

 

Taemin se acercó al lugar dónde se encontraba su novio y se sentó junto a él. Le dedicó una pequeña sonrisa para luego cogerle una de sus manos y dirigirla a su propio vientre.

 

–¿Lo quieres?

 

–¿Eh...?

 

–Que si lo quieres... –Onew dudó, no por la respuesta, sino por lo extraña que fue la pregunta. Finalmente afirmó–. Con eso me basta –y sonrió, dejando un par de minutos de silencio–. ¿Sabes? Hace ya un tiempo había pensado abandonar la carrera, así que por favor, no te culpes ni a ti ni al bebé, ¿sí?

 

A Jinki pareció costarle procesar lo que había escuchado.

 

–¡Pero Tae...! –empezó a hablar con coherencia–. Lo que dices es muy serio, no puedes dejar así como así tus estudios, ¿qué piensas hacer?

 

–Trabajar contigo en la veterinaria.

 

Los ojos de Onew se volvieron abrir por la sorpresa y seguridad del menor.

 

–¿No que tu sueño era ser médico?

 

–Era el sueño de mi papá, lo sabes. Siempre me gustó saber sobre el cuerpo humano y pensé que me gustaría ser médico, pero no, no me motiva –se rió levemente–. Si egreso de la Universidad el trabajo me consumirá por completo y casi no te veré. Sólo quiero estar contigo... y ahora cuidar de nuestro hijo, juntos.

 

–Pero, pero... –tartamudeó–. Tú papá realmente se va a enojar y...

 

–Onew –llamó lento y pausado para que le escuchase atentamente–, me has hecho la persona más feliz de universo, no quiero que te culpes tu solo, ¿vale? De todas formas, al bebé lo hicimos entre los dos.

 

El chico se sonrojó un poco, porque a pesar de los años seguían siendo la tierna e inocente pareja de siempre.

 

–Key, tengamos otro hijo –interrumpió finalmente Jonghyun que había estado observando atentamente la escena y se había agotado una caja de pañuelos de paso.

 

–¡Jonghyun, no seas idiota y guarda silencio!

 

–Pero...~

 

 

-----

 

 

–Deja que te ayude –se ofreció Jonghyun al ver entrar a su novio cargado de bolsas.

 

–Gracias –sonrió. Se sentó con lentitud en el sofá, su estómago abultaba tanto que apenas y podía caminar.

 

–¿Más ropa para la niña? –preguntó echándole una pequeña ojeada a las bolsas

 

–Ehm, sí –respondió–. El OnTae últimamente está algo emocionado por la noticia y me han llevado, en contra de mi voluntad, a comprar –puchereó.

 

–Sí, claro, en contra de tu voluntad –rió.

 

–Sabes que la ropa nunca está de más.

 

–Gracias a ti lo aprendí, no te preocupes.

 

Ambos rieron un poco.

 

–Jonggie –llamó el rubio.

 

–¿Mhn?

 

–¿Me ayudas con los zapatos? –dijo levantando su pie. Con su abultado vientre de 12 kilos no podía estirar sus brazos hasta su calzado.

 

 

------

 

 

–Tengo miedo –dijo clavando su felina mirada en los orbes castaños de su novio. ¿Y cómo no estar asustado? Al día siguiente debía internarse en el hospital para un cuidado intensivo y constantes chequeos por su embarazo. Ya quedaba menos de una semana para que naciera la niña y por ser un embarazo masculino las cosas no serían tan sencillas como esperaba.

 

Jonghyun acarició sus mejillas, así de pié como estaban, y le besó suavemente los labios en una caricia casta y llena de sentimientos.

 

 –Estaré contig- –carraspeó–, con ustedes –mostró una sonrisa de oreja a oreja– en todo momento. Lo prometo.

 

 

-----

 

 

–Jonggie –llamó por enésima vez, sacudiendo el hombro del nombrado–, Jonggie… ¡Jonghyun! –gritó, pero al parecer su novio no le escuchaba. Harto, cogió las sábanas que cubrían al chico y tiró de ellas– ¡Estúpido perro sarnoso, te estoy hablando!

 

–¿A-ah…? –preguntó alarmado desde el suelo. Ni él podía creer la fuerza que presentaba el rubio, y eso que lo conocía de años.

 

–Te he estado diciendo hace 10 minutos que tu hermana está por llegar –refunfuñó con un pequeño mohín que a Jonghyun le hubiese parecido tierno si es que la mirada de Key no hubiera sido aquella.

 

Y oh, cómo olvidarlo. Su hermana le había estado pidiendo desde hace una semana que cuidasen de su hijo, entiéndase por el sobrino de dos años de Jonghyun. Por más que quiso negarse, la desesperación de su hermana era tan grande que terminó aceptando y cuidarían de Yoogeun durante cuatro días. De todas formas a Key parecía agradarle el pequeño niño y se le daba bien cuidarlo.

 

Jonghyun mostró esa estúpida sonrisa suya que le caracterizaba.

 

–¡Gracias a Dios no estás embarazado! –y no es como si no quisiera tener un hijo con el rubio, pero sí, tenía que aceptar que el sueño había sido extraño.

 

–¿Q-qué? –preguntó por inercia Key con las mejillas sonrosadas. No esperaba un comentario como ese–. Serás idiota, Jonghyun.

 

 

 

 

.

Notas finales:

Y bien...? >< *se esconde*

Espero comentarios para saber si retomo los Fic's, o en definitiva me doy por vencida xd

Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).