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Rokutousei no yoru por Yasumiyaoiii

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Notas del fanfic:

Konnichiwa!!!! ^^, ya se que aun no he actualizado mis otros fic ¬¬ incluso los he cerrado temporalmene u,u pero... esta idea ya ha venido desde mucho antes y si no la escribia seguramente la perderia

Me doy cuenta que casi no hay ningun fic de este anime u,u, por eso quise escribir este fic, prometo retoma mis otros fic

Gracias por leer ^^

Notas del capitulo:

Hola!! Ya se que no he actualizado mis fic anteriores u,u

Me disculpo por eso, pero este fic, ya lo tenia en mente desde hace mucho, solo les pido que tengan compoasion conmigo, he estado cambiando mi forma de reactar porque no me gustaba u,u, por eso no se si esta es mejor o es peor por eso les pido que me tengan compasion

¡Gracias por leer! ^^

El tiempo hace cambiar a las personas, algunas para mal, otras para bien… ¿qué tanto las cambia?

No sabemos que tanto cambia a las personas, lo que sí sabemos es que cambia

Nuestra historia comienza, después de 18 años desde que la Reina gemela de Saya había muerto y que Saya entrara en su profundo descanso

18 años desde que la descendencia de Diva y Riku, estaban con vida, y eran ahora unas adolecentes muy entusiastas

18 años, desde que Haji tocaba su Violonchelo en Okinawa esperando a que su amada despertara de su descanso real

18 años desde que Amshel Goldsmith había sido decapitado por la reina de los Quirópteros y… sobre todo

18 años desde que Solomon Goldsmith había traicionado a su reina por el amor de Saya, el cual literalmente lo mato,

Año 1912

Eran años de sufrimiento para el mundo entero, las cosas iban de mal en mal, y no solo a nivel mundial, también a nivel familiar

Era sábado, un día perfecto para que las familias disfrutaran de un poco de tiempo libre, para que se unieran y olvidaran los problemas

Un día en el que todos los niños corrían, tomaban sol, jugaban, se divertían, se lanzaban al pasto seco y rodaban y lo más importante, un día en el que todos los niños sonreían

-Madre yo…-

Todos…excepto uno…

-¿Cuántas veces te lo he dicho Solomon?-

-Pero…Madre yo…-

-¡Ya te lo dije!, para ti no soy “Madre”, soy señora, y la próxima vez que vuelvas a salir de la mansión, volverás al cuarto oscuro ¿entendiste?-

-Sí, señora- De tan solo escuchar aquellas últimas palabras el pequeño cuerpo del rubio, empezaba a temblar, ¿Cuántas veces había estado en ese cuarto? ¿1 o 2 veces? Y si, con más de una vez le había bastado para volverse loco, querer golpear su cabeza contra los cuatro muros de esa fría, desolada y oscura habitación, hasta que explotara, querer…no… no quería recordar aquella experiencia, recordarla le hacía mal, lo ponía triste y hacia que quisiera morir

El pequeño rubio salió en silencio de la gran habitación en la que se encontraba, no podía llorar, porque las lagrimas de sus ojos se habían secado

Era primavera, la mejor estación del año, claro, si es que los cadáveres dejaran de florecer y la sangre de correr

La primera guerra mundial empezaba hacer sus estragos en Europa, muchos tuvieron que embarcar he irse a otros continentes, este era el caso de la familia Goldsmith

Japón, según las personas un  país que aun no había estallado en guerra…pero, las cosas eran diferentes para el más joven de los Goldsmith

-Si tan solo…mama fuera…-  Con tan solo 12 años, se podía decir que la vida del pequeño estaba perdida

-Si tan solo papa…papa, estuviera- Las lagrimas no se hicieron de rogar y empezaron a correr por las blancas mejillas del oji-verde

El pequeño caminaba sin rumbo alguno, cada vez alejándose más de la mansión, hace  4 años que habían llegado al país, de cómo había escuchado muchas veces, “El Sol Naciente” aun no comprendía esa expresión se le hacía tan difícil.

Hace tan solo 2 meses se habían mudado a ese zoológico, que tal parecía estaba abandonado

Había escuchado de la boca de su hermano, que alguien había asesinado a muchas personas en ese lugar, recordar eso le causaba escalofrió

Siempre le había gustado salir, ser aventurero, sentirse libre y volar como un ave, pero, cuando EL desapareció…sus alas fueron, literalmente arrancadas

-¡Solomon!-El más Joven giro su vista hacia esa grave voz que lo llamaba y cuando se dio cuenta de en donde estaba, el pánico se apodero de su cuerpo

-¡Amshel!- Y allí estaba él, el orgullo de la familia Goldsmith, todo lo contrario al pequeño oji-verde. Ese adulto de mirar frio, el hombre de “corazón de piedra” como solía llamarlo el menor

-Mama te está buscando- el único capaz de llamar  “Madre” a esa mujer

-Por favor…no le digas que estoy aquí…por favor- el miedo crecía en el pequeño, la simple idea de que su madre se enterara de que estaba fuera de la mansión lo hacían temblar

Las lagrimas se empezaban a acumular en los ojos del más joven, no quería pensar en lo que sucedería, el rogar a Amshel por piedad era como querer sacar agua de una roca, pero, nada se perdía con intentarlo, tal vez, tal vez Amshel se sentiría compasivo para con él, y dejaría pasar este accidente

-Sabes que si no lo hago será peor- El adulto seguía presionando al más joven, para él era interesante ver como las personas podían llegar a humillarse tanto

Tenía cosas más importantes que hacer, sin embargo el ver a su joven hermano humillarse de esa manera lo hacían divertirse, des estresarse, incluso reírse

Disfrutaba cada momento, y no era disimulado cuando lo hacia

-Pero…Amshel…por favor- las piernas del menor no soportaron más y por lo tanto callo arrodillado frente su “hermano”

-Sabes, ya que te retorciste como gusano, has logrado que me de asco y lastima,-Las crueles palabras de esa persona hacían que el corazón del niño se rompiera- por lo tanto dejare pasar este accidente-

Solo con oír eso los pequeños ojos del muchacho se iluminaron y brillaron, tenía la plena esperanza que Amshel, lo hacía porque seguramente lo quería y  que esas crueles palabras solo las decía para que él se diera cuenta de que lo que hacía estaba mal

-Gracias, hermanos, ¡gracias!- el joven a un lloraba pero, esta vez, no porque estuviera triste, esta vez lloraba de felicidad

-¡Oye!, no cantes victoria, yo no diré nada  a mi Madre si tu cumples con un reto- La maldad y la malicia se podía escuchar en la voz del castaño

El castaño, sin duda era muy inteligente y audaz, sabia como manipular a las personas para su conveniencia y su pequeño, joven y tonto hermano no era la excepción

-Esta…esta b-bien-  no sabía quien le daba más miedo, su “madre” o su “hermano”

-Escucha con atención, todas las noches suena una hermosa melodía, una ópera-

- ¿La voz que sale de los  más profundo del zoológico?

-Valla que eres inteligente, bien, tienes que ir allí, entrar a la torre de donde sale la voz y hablarle a quien está adentro, ¿entendiste?- El mayor de por sí sabía que estaba seguro que si su hermano entraba allí no saldría con vida, pero… ¿para que existen los experimentos?

Desde hace ya tiempo que estaba experimentado con los Quirópteros, y por casualidad tenia aun al Quiróptero muy especial con el cual había tenido cierto accidente hace algunos años  

Necesitaba que esta nueva “raza”, como lo llamaba el, se reprodujera con un humano común y corriente, el primer intento fue fallido, tal parece que el chico que compro había salido defectuoso

Pero aquí estaba la gran oportunidad, una oportunidad que quizás no se repetiría nunca, y  es mejor prevenir que lamentar

-Amshel, tengo miedo, no me gusta ir allá, por favor pídeme hacer otra cosa-

-Es eso, o ir al “cuarto oscuro”- Al ver el rostro desencajado y lleno de pánico del menor, Amshel sonrió  complacido, era bueno tener el poder

El menor bajo la cabeza y se abrazo a sí mismo, buscando un poco de valor para dar su respuesta final

-Entiendo- susurro

-Entonces ya sabes, esta noche, yo estaré en la entrada de la torre, para asegurarme que llegues-

Ya estaba listo, ya había puesto una condena a su vida, pero no quería volver al “cuarto oscuro”, no quería que su madre lo golpeara hasta dejarlo inconsciente, tampoco quería estar solo, sin alimento, sin agua, sin cariño, sin luz, solo quería…volver a ver a su padre

El día se pasó sin ningún preámbulo, entre órdenes, clases, y pensamientos, el día se paso prácticamente volando, cada vez el rubio estaba más, y más nerviosos, no sabía que  habría allá adentro, si bien era cierto que la voz que oía cada noche, era hermosa, no sabía si esa voz provenía de un fantasma, o un alma agonizante o tal vez…

-¡Solomon!- sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su progenitora- ¡Estúpido niño!- su madre… de nuevo estaba comenzando a delirar

Cada vez que ella se ponía así, el sentía miedo, mucho miedo, no sabía que ocurría, lo asustaba demasiado,

Siempre que su madre se ponía así, lo golpeaba hasta dejarlo casi muerto, lo echaba de casa y el tenía que pasar la noche bajo el frio de primavera

-Ma…- el golpe de una cachetada y la gélida mirada de esa mujer

-¡TE ODIO! ¡TE ODIO! ¡OJALA ESTUBIERAS MUERTO TÚ! ¡ES TU CULPA…TU CULPA, POR TU CULPA EL…!-

Más golpes y palabras hirientes, más patadas y lágrimas, más sangre y más dolor

-Te odio…te odio-

Los pequeños y claros ojos del chico solo podían observar con nostalgia como su madre tomaba el perchero de madera y comenzaba a golpearlo con el

Había dejado de sentir dolor, de forcejear, de pedir piedad, de llorar, solo esperaba a que ella terminara, para poder levantarse del suelo y caminar los mas rápido  hacia afuera

-¡Muérete! ¡Muérete!-Dio el último golpe, y se encerró en su habitación

Era la señal para el más joven, sabía que si se quedaba más tiempo en el suelo, era seguro que moriría a manos de su propia madre

Se levanto con todo el dolor del mundo, seguramente tenía un gran golpe en su rostro, algunas costillas en mal estado, y todo su cuerpo lleno de moretes

Giro la vista hacia afuera y se dio cuenta de que ya era de noche, recordó que tenía que ver a Amshel en la torre

Camino más rápido, sollozo un poco por el dolor, llego a la puerta  y sin girar la vista hacia atrás salió del lugar

Camino por el espeso sendero, se tropezó varias veces y cayó al suelo, no le importo, siguió caminando, era cierto que se moría de miedo y de dolor, pero, sabía que si no lo hacia el castigo que recibiría sería mucho peor

Empezó a escuchar esa melodiosa voz, desde que se habían mudado a ese zoológico, el escuchaba la misma canción cada noche, esa canción era tan triste, cuando la oía, sentía que la persona que la entonaba estaba sufriendo mucho

A lo lejos, y con la ayuda de la luz de la luna pudo divisar la alta torre, el viento soplo fuertemente, y un escalofríos corrió por su espalda

Trago fuerte y se acerco a la torre, para su sorpresa, el, Amshel, no estaba allí

Decidió  inspeccionar los alrededores, giro su vista hacia arriba y vi lo alta que era esa torre, volvió a escuchar esa voz, sentía miedo, pero también tenía curiosidad, no sabía nada de la voz misteriosa, solo sabía que provenía de la torre y que era una voz femenina, pero… ¿Quién cantaba? ¿También sufría? ¿Estaba atrapada?

Después de ver un rato a su alrededor, el viento volvió a soplar fuertemente, vio caer de los más alto de la torre una rosa color rosa

Era linda, claro, pero, por alguna razón ese color no le agradaba, con curiosidad volvió a subir su vista y se dio cuenta de algo que había pasado por alto…Habían muchas rosas en la pared de esa torre

Tal vez, sean algo comunes las rosas, pero estas, eran de color azul, rosas azules, jamás en toda su vida había visto rosas de ese color

Sus ojos brillaron y se emocionaron, quería alcanzar una, seguramente si la alcanzaba podría llevársela a su padre, cuando lo fuera a visitar

Se acerco a un lado de la torre, se puso de puntillas y la intento alcanzar, pero había un problema, el era muy bajo, se estiro un  poco más, pero no la alcanzo, decidió saltar

Salto y la alcanzo pero no pudo cortarla, las espinas de esta bella flor se habían clavado en sus pálida y frágiles manos, causando una herida, de la cual brotaba sangre

Ahora si estaba en problemas, si su madre se enteraba de esa herida, seguramente lo azotaría, y lo dejaría mas días dentro del cuarto oscuro

El pánico se apodero de él, bajo su rostro y no pudo contener su llanto, mientras apretaba mas la herida, como queriendo hacer que esta desapareciera

El efecto de los golpes empezaba hacer estragos, se sintió mareado, la vista se le empezaba a nublar, empezó a sentir su cuerpo más liviano y sintió que perdía el equilibrio y caía

-¿Qué haces aquí?- Esa voz, esa voz, no era de Amshel, tampoco era de su madre, mucho menos de su padre

Quiso voltear y darse cuenta de quien era, y así lo hizo, se sostuvo de la pared y observo a la figura que estaba frente a el

¿Era un fantasma? ¿Un ángel? ¿Un príncipe? ¿Un soldado? ¿Un asesino? ¿Un secuestrador?

Y allí estaba, ese hombre alto, delgado y fornido, con la misma mirada gélida y fría que todos le dedicaban a él.

Lo observo más detenidamente, su cabello azabache sujetado por un lazo azul, su piel blanca como la nieve, sus ojos azules como el mar y el cielo…si se ponía a pensar seguramente tenía alrededor de 20 o 25 años, era muy joven

-¿Qué haces aquí?- el mismo tono, la  misma punzada de dolor

-Yo…- las palabras se quedaban en su garganta, sentía un nudo en su estomago, las piernas le temblaban y la vista se le perdía- Solo…quiero una rosa- confeso atropelladamente el joven

-Bien, te la daré si te vas de aquí, es peligroso que este fuera de casa a esta hora, no seas un niño malcriado y vuelve a tu casa-

El más alto se acerco a la pared de la cual el joven aun se sostenía, tomo  la rosa, las espinas se clavaron en su mano mas sin embargo el no tenía la intención de soltar la hermosa flor, ni siquiera hizo gesto de dolor alguno

Algo no era normal en ese hombre extraño, y él no quería saber que era ese “algo”

-Ten…- Había estado tan entretenido viéndolo que no se había dado cuenta de que el oji-azul le estaba dando la rosa

-¡Ah!- se sobresalto el más joven- Gra-gracias- dijo en tono dificultoso, vio la pálida y gran mano del extraño, se supone que después de que las espinas de la flor se clavaran en su piel, el extraño debería tener algún tipo de rasguño o daño, así como le había sucedido a él cuando intento tomar la rosa, sin embargo la mano del extraño estaba en perfecto estado

-Ahora, vete- reacciono por puro instinto, ya no quería seguir sintiéndose intimidado por esa gélida mirada, tampoco quería seguir sintiendo aquella punzada de dolor, tomo la rosa de la mano de ese extraño

Se armo de valor y lo vio a los ojos, no pudo evitar perderse en lo azul que estos eran

-Vete- el tono de voz del desconocido había sido… ¿amable? ¿Afectivo? ¿Cariñoso?

-si...- murmuro cabizbajo, ni siquiera el sabia porque cuando ese extraño le había hablado en ese tomo, una inmensa emoción había recorrido todo su cuerpo tanto así que quería llorar

Camino  a paso rápido, soportando su propio dolor y tragándose sus lágrimas

Se despertó inexpresivo, no sabía que sucedía, no sabía en donde estaba, lo único que recordaba era haber sido herido por la espada de Saya, ver como  ella prefería a Haji en vez de él, ver como su propio cuerpo empezaba a morir por el contacto con la sangre de su amor, recordaba cómo había muerto en manos de su hermano mayor para que al final cayera en un sueño del cual nunca despertaría… o al menos eso es lo que el recordaba

Estaba bajo muchos escombros, estos le hacían daño, lo apretaban hasta dejarlo sin aire, intento mover algunos de ellos, pero no lo lograba, algo estaba mal…el no podía apartar esos escombros y estos le empezaban a rasgar la piel sentía algo… acaso… ¿acaso sentía dolor?

Con gran esfuerzo movió los escombros y con mucha pesadez se sentó en el suelo

-¿Dónde…estoy?- pregunto al aire, el rubio inspecciono todo el lugar buscando una repuesta a su pregunta, se detuvo al ver hacia enfrente y darse cuenta que estaba en un callejón sin salida, el mismo callejón… donde él había muerto

Se levanto del suelo, sacudió su vestimenta, con mucha dificultad y sin dar crédito a lo que veía, empezó a buscar algún síntoma de que esto era un sueño, pero…recordándolo bien, en su vida como Quiróptero el había dejado de sonar

Alguna vez el había escuchado que los sueños son deseos, en ese caso, el había dejado de desear cosas

Y como que si de un balde de agua fría se tratase, recordó la herida que había causado la espada de Saya, se distrajo al notar que de su traje ya solo quedaban algunas secciones en buen estado

Recordó lo que tenía que hacer y sin más giro su vista hacia su hombro derecho y vio que aun tenía el corte que había causado la espada, se quito el chaquetón abrió su camisa y se dio cuenta que la herida ya no estaba

No entendía lo que sucedía, algo no era correcto, algo no estaba bien

El claramente recordaba que si un caballero tenía el más mínimo contacto con la sangre de la reina contraria, su sangre se cristalizaría y por lo tanto moriría, y no solo era teoría, recordaba como muchos algunos caballeros de Diva  habían muerto por contacto con la sangre de Saya

Se recostó en una pared que estaba cerca, intentando calmarse, decidió empezar a caminar tal vez esto solo era una fantasía de su retorcida mente

Lo único que podía divisar, era basura, basura, y más basura

Tenía incertidumbre, el sueño, del que había despertado, ¿Por qué soñaba con su enemigo? ¿Por qué con el caballero de Saya? ¿Por qué precisamente ese momento?

-No es momento para eso- Se corrigió  a el mismo, lo más importante en estos momentos era saber  que hacia vivo y que haría si es que de verdad estaba vivo

Vio un objeto brillante, algo que estaba contra la pared izquierda del callejón

Lo recogió y le dio vuelta y se dio cuenta que era un espejo

Decidió ver su reflejo y la sorpresa no fue para nada agradable

-¡¿Cuánto tiempo ha pasado?!-

Notas finales:

^^U me esforze mucho , espero y les haiga gustado, bueno perdon por las faltas ortograficas ^^U esperen Continuacion Yane!!!


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