Los Vengadores salían de una junta muy importante. Todos caminaban por los pasillos, y el millonario no podía dejar de ver la maravillosa vista que tenía en frente.
Tony, que tanto ves al Capitán? –Preguntó curiosa la pelirroja del grupo.
Anthony sonrío y la volteó a ver.- No puedes negar que ese rubio anticuado esta… Bastante bien.
Pues ese rubio anticuado se muere por ti y no deberías jugar con sus sentimientos –Natasha le dio un pequeño consejo antes de irse. Le sacaba de onda que Anthony siempre jugara con los sentimientos de los demás, así como lo hizo con ella, no quería que le pasara eso a Rogers, siendo él tan amable.
El moreno suspiro por el “consejo” pero bien lo merecía. Aun le costaba trabajo aceptar los sentimientos que tenía hacia ese tonto dinosaurio, ósea, Steve. Vio a Banner sentado jugando con su tableta, se coloco a lado de él suspirando para atraer la atención del doctor.
Este comprendió a la perfección y le puso pausa al juego- Qué pasa?
Pasa que… Me gusta Rogers.
Te gusta él o su virginidad Stark? –Banner siendo muy amigo del millonario, siempre le decía la verdad de lo que pensaba. Esa pregunta para Tony fue golpe bajo.
Me gusta él y por eso me da miedo lastimarlo. –Confeso por fin el moreno. El doctor sonrío y comenzó a reír.
Por fin lo admites y la verdad no sé que decirte, sabes como es Steve, sabes que le gustas, más el no insiste porque igual tiene miedo. Clint me ha contado que el jamás ha tenido una cita… -iba continuar cuando Tony comenzó a reír-
Cuando iba tener una cita se congelo.
No es gracioso Stark. –Banner miro mal a Tony, este se quedo callado dejando de reír- Como te iba diciendo, el no ha tenido nunca una cita, siempre ha querido una contigo pero no se atreve. Para el es de suma importancia una cita… Y para ti es de suma importancia su virginidad.
Stark se mordió el labio inferior, le enojaba bastante que le diga eso, aunque no podía decir nada, en parte era verdad.
Debes pensar bien las cosas…
Lo haré –Le contestó a su amigo y se levanto para marcharse de aquel lugar cuanto antes, no lo soportaba, quería estar solo y realmente pensar las cosas.
Cuando se subió al auto escucho su nombre, esa voz la reconocía fácil, volteó el rostro antes de arrancar y vio a un rubio, algo patético porque se veía sonrojado.
Rogers…
-Steve tomo el valor y se coloco algo serio.- Porque te vas tan rápido?
Porque se me da la gana Capi, tengo mejores cosas que hace que quedarme ahí perdiendo mi tiempo. –El rubio hizo una mueca-
Bueno, si estar con tus amigos es una perdida de tiempo, adiós.
Lo que digas, Capi paleta –dispuesto a irse se detuvo una vez más, vio un rato al rubio y suspiro.
Steve Rogers, te gusto?-El moreno fue al grano, todo el tiempo se escuchaban rumores de eso, aunque a veces lo notara, sus cambios de actitud hacía que dudara el multimillonario.
El Capitán quedo rojo, negó con la cabeza varias veces y luego pensó por unos momentos, no lo podía negar ni ocultar, todo el tiempo era muy obvio. Soltó un suspiro, y acento con la cabeza, respondiendo a la pregunta. No le quedaba de otra, total, que más iba a pasar? El moreno jamás iba responder aquellos sentimientos.
Stark sonrío, arranco una vez más el auto y antes de marcharse se colocó sus gafas y lo miro.- Hoy, en el café mi viejo molino a las 7, se puntual Rogers, es una cita.
Steve solo vio como se fue con la boca abierta por completo, no podía creer que iba a tener una cita con el millonario. Se colocó nervioso tan solo pensarlo. Dio la vuelta y se fue directo a la habitación donde se encontraban los demás. Se coloco a lado de Natasha y esta se quedo curiosa por el rostro de su amigo.
Que tienes?
Tony y yo tenemos una cita. –Natasha abrió los ojos por completo, Anthony Stark le pidió una cita a Steve Rogers? Debe estar confundida.
Tú se la pediste, Steve? –Preocupada la pelirroja por su amigo. Al ver que negó con la cabeza, se sorprendió de nuevo.- El te la pidió? –Volvió a negar con la cabeza dejando confundida a la Viuda. – Entonces?
Bueno, como te lo explico, estaba en su auto y me dijo: hoy en el café mi viejo molino a las 7, se puntual Rogers, es una cita. –Natasha sonrío, eso si no lo pudo evitar, Tony y sus formas encantadoras de pedir las cosas.
Que harás, irás? –Steve hizo una mueca por culpa de la pregunta.
No sé que hacer Natasha, quiero que mi primera cita sea especial.
Natasha veía con ternura al Capitán, le encantaba que su amigo sea así.- Entonces no vayas. Aunque mueres por ir, no lo niegues Rogers.
Sonrojado el Capi, miro a otra parte, aceptando que era cierto lo que decía la pelirroja.
Se lo importante que es para ti, conoces a Tony. Has tu especial la cita. –Gracias a las palabras de su amiga, el rubio comenzó a ver las cosas de diferente forma.
Hacer especial la cita… -murmuro muy bajo, sonrío y abrazo con fuerza a su amiga.
Gracias Natasha, haré que sea especial y diferente. –Se despidió de ella y de los demás. Salió corriendo para ir a su casa, tenía que arreglarse y quedar más guapo.
La pelirroja lo vio irse con una sonrisa en los labios, apenas lo perdió de vista, esa sonrisa desapareció, tomo su móvil y le marco directo a Tony.
Tony mientras manejaba, escucho su celular sonar, coloco el “manos libres” y contesto-
Que quieres fea amargada? –Natasha hizo una mueca, más no dijo nada porque siempre se llevaban así.
Solo te voy a decir una cosa Anthony Stark. Tú le haces algo a Steve y te las verás muy feo conmigo. –Ya estaba a punto de reclamarle a la viuda, cuando colgó. Aumento la velocidad muy enojado- Vieja fea
Steve ya estaba en su departamento, se metió a bañar. Tardo bastante ya que no podía dejar de pensar en la cita.
El millonario igual estaba así, se encontraba en su baño, justo en la tina, acostado. Pensando si lo que hizo esta bien.
Estúpido Rogers. Porque me gustas? Realmente es por tu linda y sexy virginidad o eres tú? Eres un tonto, pero un tonto lindo. –Tony abrió los ojos como platos por lo que pensó.
Dije que el Capitán es lindo? Pero que diablos pasa conmigo –se sumergió en la tina para olvidar eso, más no podía. Se salió, y se fue directo al cuarto, abriendo su armario para ver que se iba a colocar en esa “gran cita”.
Steve ya estaba listo, tenía una camisa azul con unos pantalones de mezclilla rectos de color negro con el peinado típico, aun pensativo se coloco en un pequeño mueble.
Cuando el millonario se termino de arreglar, se vio al espejo y sonrío coqueto. Tomo el móvil ya seguro con lo que hacía. Tenía que ver a ese tonto para calmarse, realmente le gustaba y ya era cuestión de admitir las cosas. Le marco al Capitán y tardo en contestar el rubio, ya que sabía a la perfección que era él.
Tardaste mucho en contestar Rogers, así tardaras en nuestra cita? –El rubio desde su casa se encontraba nervioso-
No, llegaré puntual.
Eso espero, entonces te veo ahí, no me dejes mal.
No lo haré… -Apenas contesto le colgó, para irse a la cafetería.
Steve salió de su casa y se subió al auto con mejor ánimo por la llamada del moreno. Colocó música cantando y a la mitad del camino el auto se hecha a perder, el rubio estaba que echaba fuego por la orejas.
No, no me puede pasar esto a mi –gritaba, saliendo de su auto, para empeorar la cosa, comenzó a llover con mucha intensidad.
Puedo estar peor? –Pregunto, mirando al cielo, en ese mismo instante paso un camión mojando al pobre rubio aun más de lo que estaba, el problema era que lo lleno de puro lodo.
Si, si puedo estar peor –levanto el brazo y vio la hora, faltaban 10 minutos para su cita. Rogers cerró todo su auto, viendo si no había nada de valor, con todas sus fuerzas lo empujo para colocarlo cerca de la escarpa. Ya el auto ahí, se fue corriendo hacía la cafetería, todo lo que sus pies podían.
Le quedaban 3 minutos y le faltaban 4 cuadras. Se negaba a llegar tarde y de quien sabe donde, saco más fuerza y corrió más rápido. Al llegar, no lo dejaban pasar por como estaba, se desespero y camino alrededor de la cafetería, ya que en todo el local había un gran ventanal, al ver al moreno sentado viendo el reloj sonrío, comenzó a golpear el cristal para ver si así llamaba su atención.
Lo logró, el moreno levanto la cabeza y al verlo de ese modio, con la boca abierta se levanto de la mesa para salir.
Rogers, pero que diablos te paso? –El Capitán suspiro y le contó todo lo que le paso, Tony no lo evito para nada, comenzó a reír.
No puede ser, en tu primera cita te pasa todo eso y llegas tarde, me has dejado mal.
-Un gran puchero hizo el rubio- no llegue tarde, solo no me dejaban pasar.
Como sea, no estabas en frente mio en aquella mesa –apuntando desde afuera la cafetería.
Vamos, aun tenemos la cita –volvieron a la entrada y no los dejaban pasar.
Lo siento, no puede pasar este hombre estando de ese modo –apuntaron a Steve-
Por Dios, déjenme pasar, soy Anthony Stark y el Steve Rogers, el Capitán America –Por un instante impresiono a los de la cafetería y volvieron a negar con la cabeza-
Lo sentimos mucho señor Stark, pero no pueden pasar.
Es mejor que nos vayamos a otra parte Tony. –el rubio aconsejo al moreno, este se quejo haciendo una mueca y se salió de aquel lugar mojándose todo. Steve fue atrás de él-
Lo siento Tony, no quería arruina r esto.
-Stark sonrío, lo volteó a ver y comenzó a reír de nuevo- No es tu culpa que tengas tan mala suerte y huelas tan feo. –Steve sonrío un poco ya que el moreno no estaba enojado.
Ven, iremos a mi linda torre. Necesitas un baño, luego continuamos con la cita. –Steve sonrojado acento con la cabeza. Entraron al estacionamiento de la cafetería y comenzó a quitarse la ropa el moreno.
El Capitán no podía con su alma, estaba viendo al millonario semi desnudo.- Pero que haces? –se atrevió a preguntar.-
Deberías hacerlo tú también, no pienso dejar que te subas a mi auto mojado.
No me quitaré la ropa Stark.
Pues no irás a mi casa y le ponemos fin a esta cita. –Lo amenazó, sabiendo lo importante que es para Steve su primera cita.