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Luna Azul... por konohanauzumaki

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Notas del fanfic:

Parte 1 de 5

 

Fanfic Sasunaru Yaoi ( chico con chico) si no te gusta, no lo leas, porfavor!! =)

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. =)

Lo disfrutarás más si mientras lo lees, escuchas música de Yiruma (búscalo en youtube) =)

Notas del capitulo:

Para ti,   mi OhjiSama...

—Sasuke…

—Naruto…

—Yo… / Yo…

 

“Luna azul…”

Capítulo 1 *Bajo la luna llena de halo azul…*

Era el mes de agosto en la aldea de la hoja. Y, el primer día, había caído como cualquier otro, dando paso al segundo, donde, en el cielo al anochecer de estrellas, la luna llena, con su halo arcoíris en su órbita, se posaba, llena…

El espectáculo más puro y sublime de la naturaleza.

 Y, allí, en el medio de ese firmamento repleto de estrellas, en un prado desierto de gente y lleno de flores veraniegas, estaban dos buenos amigos, sobre la hierba sentados uno al lado del otro, contemplando tal escena: Naruto y Sasuke.

—No sé por qué, pero, me encanta mirar la luna llena… Es como, algo inevitable, ¿no lo crees, Sasuke?

—Supongo…— respondió, en su tomo habitual de quien no le toma mucha importancia a las cosas, el moreno—. Aunque hoy si es sorprendente.

—Vaya que sí!!...— contestó a ello el de ojos azules, volteando a ver a su amigo, quedando embelesado al descubrir el bello tono de su silueta al plateado dar, sin poder dejarle de ese modo, mirar—. Es, perfecta…

—Bueno, creo que hay que regresar ya a casa, mañana también hay que entrenar duro y…— agregó Sasu—chan, sorprendiendo al pequeño, y ello, ese mirar dulce que le brindaba, dejándolo en desconcierto—… ¿Sucede algo, Naruto?

— ¿Eh? ¡No, no!! Solo…— dijo Naru—chan, sonrojándose, no ello notándose en la luz de la noche. Quedando, al ver que Sasuke le miraba, como en trance, a su vez, poco importándole que, su compañero, su extraño mirar, notase; que lo que de él pensaba, se enterase—… Es que, tu piel luce cual el tono de la luna… Se te ve muy…

— ¿Muy? — le preguntó, mirándose las manos, y, re—mirando al gatito, re—notando la especial mirada que le profesaba—. ¿Naruto?

—Muy, hermosa…— confesó, como en trance, el rubio, impactando a Sasuke, quien, pudo notar el rubor en las mejillas del ángel, entrando a ese trance casi eclipsal, donde, y sin él mismo entenderlo, ni querer detenerlo, le comenzó a mirar como quien, a la misma luna llena, osa contemplar.

—La tuya, se ve, igual…

— ¿Qué…? — atinó, sin hálito, a pronunciar Uzumaki, pero, con su sonrisa desiderable de siempre, Uchiha, tornando su mirar al plenilunio, agregó, en un color que erizaba, de Na—chan, la piel…

—Que la tuya brilla como una katana… ¿Sabes que hacer una toma todo un ciclo lunar?... Es algo sublime, cual la misma luna… — y, Naruto, más sonrojado, mirándole con ternura y un sentimiento inconfundible cual el mismo destino, siguió, atento, escuchando a Sasuke—. La luna parece guiar el camino de las personas, pero, yo más bien creo que, solo se dedica a contemplar como cada quien sigue su propio camino… Como, a cada ciclo lunar, nuestra vida es diferente de lo que lo era en el anterior. Lo mira, y, silenciosa, alumbra en esos tonos de plata, como quien brinda la esperanza de que las cosas, en el siguiente ciclo lunar, sean mejores, o no tan malas. Es como si, de la esperanza, fuese la forma exacta…

—Sasuke, eso que dices, es muy bello— expuso el ojiazul, sintiendo vibrar en él tales palabras; no dándose cuenta del causante de tal latir. Sasuke, sonriéndole ligeramente en agradecimiento, ya mirándole solo a él, prosiguió.

—Eso solía decir mi hermano Itachi. Y no he dudado en ello jamás, ni por un instante. Sin embargo, al hoy mirarla me pregunto, ¿si en menos de un mes, el cambiante fluir de la vida, la luna, podrá notar?

— ¿Por qué lo dices?

—Porque en este mes, dos lunas llenas, abran. Cuando veas la segunda, Luna Azul le podrás llamar. Esa que, no sé qué pueda significar.

—No crees que sea la esperanza también entonces ¿No?

—No… No lo sé… Habrá que esperar…

—Entonces, vengamos aquí el día que sea la Luna Azul, y, decidámoslo ese día juntos. ¿Te parece? — sugirió Naruto, en dulzura, haciendo imposible que Sasu se negase.

—De acuerdo; gracias… Es una promesa.

Ambos se quedaron mirando en ese momento, sonriendo como quien puede volar. Soplando el cálido viento estival, moviendo sus cabellos; haciéndolos danzar. Percibiendo como el corazón, sin querer entender por qué, parecía latir como no antes jamás. Acercándose uno al otro, entre pétalos rodearlos al aire suspirar, víctimas de un hechizo que solo obrado por el plenilunio plateado podría hacerse pensar, aunque, el motivo iba más allá…

No sabiendo como, cuando, pero, terminando por entrecerrar sus ojos, aproximándose hasta la distancia acortar, y, besándose al final…

Besándose, en la noche de la primera luna llena de agosto, Sasuke y Naruto…

 Pasando muchos, muchos segundos donde ese toque quedó, en la ráfaga de un viento, que, llevándolos a la realidad, los separó… Cayendo, en sorpresa y en cuenta, de su pasada acción.

De golpe, Sa—chan se puso de pie, mirando con desconcierto a su amigo, quien, sobre el césped, no entendía el porqué de su reacción.

—Ya debo ir a casa, te veo después— dijo, seco y frío, el Uchiha, avanzando a pasos grandes, para bajar de la pradera.

— ¡Espera! — pidió Naru, pero, el ojinegro no se inmutó y en su huida, avanzó. Un nudo en la garganta se tendió sobre el pequeño ángel, quien, tocando con suma inocencia sus labios, húmedos y dulces, a sus adentros y en voz alta a la luna, cuestionó un simple—. ¿Porqué?

— ¿Por qué? — es lo mismo que se preguntaba, una y otra vez a su cabeza, Sasu, enojado y aún asustado de su proceder. Llegando a su casa vacía y yéndose a tirar a la cama, intentando no pensar más en esa pregunta que el mismo se inquiría saber, sabiéndola imborrable con solo sus labios, sin querer, relamer…

En tanto, con un hoyo en el pecho, doloroso y cruel, Naruto llegó su apartamento, echándose al colchón también, pero, él solo no queriendo pensar en lo que aconteció con Sasuke, inevitable, al, mirar la luna llena bañando su propia piel…

Cayendo en el sueño que, la luna llena, vigiló, sí sabiendo y pensando por qué…

 

Al otro día, Naruto, tras mucho pensarlo, y, lleno de vergüenza y miedo, a su entrenamiento asistió, topándose solo con su sensei.

—Kakashi—sensei, ¿Cómo le va?

—Bien Naruto, pero, mejor a ti no te pregunto, traes unas ojeras enormes, cual las que traía Sasuke…

—Sasuke— interrumpió Naru, preguntado exaltado—. Él, ¿Ya vino?

—Si, y ya hasta se fue. Dijo que no se sentía muy bien y, le dije que se tomara el día. Sakura decidió que lo seguiría y se fueron juntos. ¡Deberías ir a buscarlos tú, mira que no suelo dar días de asueto, eh!

—Esto, gracias, pero, creo que iré a casa mejor. Gracias, Kakashi—sensei— terminó el rubio, decayendo ante saber ello, notando algo raro en él su profesor.

—Naruto ¿Todo está bien?

—Sí ¿Por qué?

—Eres más transparente que un cristal, y, no te noto bien. Sabes que puedes decirme lo que sea siempre, ¿ok? — aseguró Hatake, dándole unas palmadas en su hombro derecho, reconfortando al pequeño.

—Se lo agradezco… Por ahora, iré a casa. Nos vemos…

Y, dicho esto, Uzumaki se fue, quedándose en su balcón, mirando las estatuas de los Kages, y suspirando al respirar.

No dejaba de recordar ese beso; cada vez que lo hacía, su vientre tendía un vuelco que hacía el recuerdo peor, porque lo tornaba duradero y, con ello, venía el saber triste de que, al parecer, ello mismo había entre los dos, algo hecho romper.

<<No puedo compararme con las chicas que están tras él, tan fuertes y talentosas; bellas. ¿Yo qué? Solo soy alguien que, lo que él ha logrado, que la gente le admire y lo quiera, no he logrado ni lograré. Querer que a Uchiha Sasuke le guste tanto como a mi él, es como querer que la luna llena sea quien me termine uniendo a él… Es como querer lograr un imposible… El imposible que me es él…>>

Pero, en sus ojos bañados de lágrimas, se armó de valor, y se agregó en voz alta.

—Aun así, debo verle y saber qué piensa de… Quizás, y solo quizás, a él no le desagrade; le guste… Quizás y él deseaba ese beso tanto como yo… Quizás…— partiendo a buscarle, para, la verdad, saber…

 

Por su parte, Uchiha, caminaba sin ir por la aldea, seguido de Sakura. La peli rosa hablaba y hablaba, feliz de que la hubiese dejado el chico alto acompañarle, sin saber, que, su compañía, es lo que menos le importaba. En cada pareja al pasar, parecía ver a Uzumaki, y ello, le provocaba un vacío tendido en todo su cuerpo, el cual, intentaba convertir a un enojo como si de ese modo pudiera a él olvidarle. A ese chico, que, sin saber por qué, había terminado por besarle.

<< ¿Por qué lo besé?>>

—Sasuke—kun, ¿entonces sí? — preguntó la de ojo verde, sacando de su pensar al chico.

—Sí, si…

— ¿En serio? ¡Genial!!— exclamó ella, dando vueltas por toda la calle, diciendo en voz alta a todos—. Sasuke—kun será mi pareja en el baile de Tanabata!! ¡Qué emoción!!

—Calla!! ¿Qué dices? — le cuestionó enojado.

—Te pregunté si querías ir conmigo al baile de Tanabata que habrá en la aldea y, me dijiste que sí… ¡Me has hecho tan feliz! Gracias, Sasuke—kun.

El joven se quedó pasmado ante eso, pero, igual le dio igual. Su mente allí no estaba. Y, notándolo Sakura, lo tomo del brazo, para, con él, pasear por la aldea, mientras, él, intentando convencerse, se decía a su mente.

<<No me agrada Sakura, pero, de ese modo le demostraré que todo fue una tontería, que solo pasó. Si, y así él lo entenderá; de seguro le pasó igual y fue el momento, el cansancio y, y… El hecho es que no debió pasar y nada tiene porque cambiar. Eso es lo que le diré a Naruto apenas lo vea. Estoy seguro que solo reiremos de esto y ya… Y ya.>>

En el paso del tiempo, buscando y buscando, Naruto por fin, de espaldas, en una pequeña placita donde se levantaba en el medio una fuente, al caer el atardecer, a Sasuke, vislumbró. Corrió tras él, sintiendo su chakra el Uchiha, quien, recargado en la orilla de la fuente, volteo para, su mirar conectar, quedando inmóvil el rubio.

— ¿Qué haces aquí? — le cuestionó, seco y molesto, el moreno. Pero, pasándolo por alto el pequeño, respondió, temblándole la voz.

—Estaba buscándote… Quiero, hablar, contigo…

— ¿Hablar? ¿De qué?

—De, anoche… Es que…

—Es que eso no debió ser— interrumpió Sasu, impactando a Naru, quien, sus labios inferiores, empezó a morder—. Y, por consiguiente, no hay nada que hablar de. Nada, ¿Comprendes?

—Pero Sasuke, es que…

— ¡Es que nada Naruto! — gritó, llamando la atención de la gente rededor, dejando helado a su amigo—. Y no quiero volver a tocar el tema. Eso, fue no solo un error, sino, una abominación. No sé qué rayos nos pasó, pero, te pido no hablemos de ello más. No es algo que quisiéramos, así que dejémoslo en un accidente y ya no hay más. ¿Entiendes?

Naruto no sabía que responder a. Su poco ánimo, su ilusión, desmoronadas en un instante, habían terminado. Los ojos vidriosos de Naru, eran algo que prefería ignorar Sa—chan, en su gélido tono.

—Esto, es, am, lo entiendo… Perdón, no volveré a tocar el tema, creo que, ya entendí todo… Lo, lamento…— ese tono de voz quebrajada de Naru, heló la piel de Sasuke, quien, por un instante, se sintió mal por lo dicho, sin saber su porqué. El ojiazul, desviando su mirar de la deidad, tragando saliva dificultosamente, iba a dar media vuelta, cuando, antes de, agregó—. Ya veo que, para ti, solo fue, soy, solo, un error…

—Eso…— dijo Sasu, sintiéndose más mal de, cuando, Sakura llegó. Y mirando con recelo a su otro compañero, dijo.

—Ah Naruto, ya estás molestando a Sasuke—kun… Bueno, no creo que hoy puedas hacerlo enfadar, porque, ha aceptado ser mi compañero en el baile de Tanabata que habrá y…

Naruto no escuchó más. Solo veía a Haruno hablar y hablar, y, a su tiempo, observaba a Sasuke, que le miraba, sintiendo un profundo dolor. Prefiriendo interrumpir él mismo ese discurso de tribulación.

—Qué bueno por ti, Sakura—chan. Y de seguro si Sasuke aceptó, es por algo bueno para ti, ¿no? Debo irme ya.

Así, mirando con pesar al darse la vuelta, a Uchiha, quien, como sin un sentimiento fijo, y queriendo saber cuál es, le observaba, Uzumaki se alejó, no llorando solo por el fuerte viento soplando por las calles en las que, su camino, siguió, diciendo a su interior…

<<Mi “Quizás” que no era más que una esperanza sin razón…>>

Sin saber que, lo dicho, algo en su amigo, de lo que tenía según decidido, no encajó…

<<Tú no eres un error… Pero ese beso, si lo fue… ¿Fue un error?>>

 

 

 

…Y bajo el plenilunio te pienso, recordando ese beso que te di con el corazón, preguntándome si cuando lo vuelva a ver por segunda vez en el mes, lo que ahora siento, lo que somos, lo que piensas, será diferente… Y si toda ira mejor, o peor. Ese halo llena de esperanza mi interior, aunque hoy mi alma, esté llena de miedos, pesar y de saber que, aun forzándome a no hacerlo, he traspasado la barrera del gusto, a, la del amor… Amor que, bajo la luna llena, quisiera poder confesarte yo… A ti… El dueño de mi corazón…

 

Notas finales:

Gracias por leer!! Espero sus coments y sugerencias. Las agradeceré mucho!! Y esperen el siguiente capítulo, no tardará mucho en venir!! =)

Y mientras esperan, pasen y lean mis demás fanfics, a mi me harán muy feliz, y espero poder hacerlas sentir amor con ellos. Arigatou minassan!! =)

 

Próximo capítulo: “Ante la vacía realidad de la luna menguante…”


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