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MI REFLEJO por LILITH_HIWATARI

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Notas del capitulo:

hola  a  tod@s primero que nada pido disculpas si tardo en actualizar es que me gusta tener listo al menos dos capitulos antes de subir uno see osea que ya esta escrito el siguiente pero no lo subire hasta que este listo el cuarto y parte del cindo asi no me sentire tan perdida, pero eso puede tardar ya que mi emnte en este momento divaga entre este finc y uno de sherlock jeje asi qeu pido disculpas de ante mano igual tratare de ser consistente y bien este capitulo esta dedicado a

Birthy

MaqarenaFujoshi

saiko

gracias por seguir mi fin y espero no desilucionarlas...

Capitulo 2: Despertar

Intento incorporarse lentamente, la cabeza le estaba matando, tenía un jaqueca eso era seguro, el piso estaba demasiado frio, además de algo resbaloso, fue levantándose poco a poco mientras se sostenía de lo que parecía ser un lavabo si eso era, sostuvo aquella pieza con ambas manos, tratando de no emitir aquél gemido de dolor ya que al parecer su parte trasera le estaba doliendo, y mucho.

Maldijo internamente su suerte cuando agacho la mirada al sentirse desnudo y mojado.

-       Mierda – fue lo primero que le vino cuando noto como la sangre le escurría desde su parte trasera, le dolió y horrores.

Trato de no darle mucho importancia y comenzó a inspeccionar aquel otro cuerpo, su piel tenia ligeramente más color que la anterior, sus manos estabas rasposas y algo callosas “manos de aldeano” se dijo internamente, pero al menos era alto, quizás no tanto como su estúpido hermano mayor pero lo era, entonces clavando la mirada en aquel pequeño espejo examino su rostro.

Aquel era tan fino como el de él, su barbilla afilada, sus pómulos suaves, y ahí estaban aquellos ojos verdes, no cabe duda al menos era apuesto, sobre sus hombros caía graciosamente mechones de cabello de un color diferente pero no le importaba se le veían bien, aquel color rojizo mas castaño que nada le sentaba perfecto a sus orbes verdes, lo único malo es que era largo, tan largo como el del estúpido dios del trueno.

Lo iba a cortar, estaba seguro, entonces encontró otro problemilla, sus ojos o al menos debajo de ellos estaban ojerosos, al parecer tenía un cuerpo defectuoso, volvió a maldecir su suerte ya se encargaría de mejorar su apariencia, iba limpiarse cuando un estruendo lo saco de sus pensamientos.

-       ¿Cuánto tiempo piensas hacerme esperar princesa? – la puerta fue abierta de golpe, dejando ver a un mastodonte entrar por ella, jalándolo con brusquedad para tirarlo sobre la cama.

Ok ahora sabia el por qué de su dolor y su desnudez, aquel maldito Midgardiano se estaba acostando con esa cosa, si cosa no podía ser una persona por Odín  era tan horripilante.

Trato de zafarse pero aquellas manos apresaron sus hombros mientras le susurraba cosas asquerosas al oído, lo peor era que aquel cuerpo era demasiado débil, y digo débil, por que estaba seguro que no era rival para él, si lo sabrá bien, después de tener a un idiota como hermano mayor quien a cada oportunidad te tacleaba solo para jugar y no solo el si no sus amigos, se había echo resistente, incluso algo fuerte para poder defenderse de los juegos de esos cavernícolas.

Pero no, aquel hombre le estaba lastimando más de lo que él hubiera permitido, decidió que ya era suficiente, estiro sus dedos esperando que su magia hiciera efecto cuando aquello paso.

Nada, aquel mortal no había sido destrozado con su magia, seguía arriba de el, y eso lo asusto un poco, bien intento concentrarse en algún objeto una daga o espada para quitárselo de encima, pero nada paso, se asusto aun mas cuando sintió la lengua, una asquerosa lengua  jugar con su piel, se preocupo, trato con todas sus fuerzas escapar lo cual le fue en vano, entonces se concentro, todo lo que pudo.

En cuanto sintió aquella arma materializarse en su mano no lo pensó dos veces y apuñalo el costado de aquel cavernícola, aquello fue suficiente para que se alejase chillando de dolor, oportunidad que el aprovecho para posicionarse detrás de él y en un certero movimiento cortarle la garganta.

Se alejo del cuerpo una vez que este empezó a llenarse de sangre, podía ver como el hombre se desangraba vivo, le dedico una mirada indiferente y regreso a lo que parecía ser el baño para  seguir aseándose, abrió la llave de agua quedando e bajo de ella.

-       Maldición – replico al sentir aquel liquido frio tocar su piel, bien aquel cuerpo no solo era débil, sino además delicado, ya se le estaba haciendo costumbre maldecir, pero que acaso no pudo elegir peor a  su recipiente.

Suspiro derrotado intentando calmarse, al menos ya no estaba en Asgard, ya no tenía que ver a esos idiotas, a Thor, si aquello era bueno, ya no tendría que cumplir la estúpida orden de Odín, claro que no él jamás se rebajaría  a ser eso.

Sonrió con algo de fuerzas renovadas y se dedico a lavar su cuerpo, tenía que arreglar las cosas aquello solo era el principio, de una vida que el eligió, esta  vez iba a hacer lo que él quisiera, sin dar cuentas a nadie, sin estar bajo la sombra de alguien, no claro que no Loki ahora era libre.

Busco en aquel cuarto algo que pudiese servirle para cubrirse con pesar descubrió las ropas de aquel que ahora era él, no eran nada elegantes, pero era mejor que andar desnudo, se acerco a la cama solo para apreciar el cuerpo ahora inerte sobre él, las sabanas estaban teñidas por la sangre de aquel maldito que merecía morir, le miro indiferente, incluso con desagrado, buscando la daga con la que momentos antes había tomado su vida, limpio cuidadosamente la cuchilla y la guardo, quizás la necesitara, no quería arriesgarse a que su magia fallase para materializar otra.

Lo cual le preocupaba parecía que su magia había sido dividida en dos, lo sentía sabia que algo no andaba bien, pensó que se trataba por aquel extraño hechizo por lo que sin darle importancia salió del lugar, tenía que buscar un lugar donde dormir, recuperar fuerzas, su magia y después vendría lo divertido.

Camino entre las calles sucias de aquella ciudad, los barrios peligrosos de ella entrando a un callejón sin desconfiar que alguien le seguía, claro que lo sabia aquellos eran demasiado obvios como para que él no lo notara camino un  poco mas hasta que una figura le corto el paso, aquel hombre era más alto que el, con mas arrogancia y por lo que podía apreciar por sus ropas, quizás solo tal vez de una clase diferente a la suya pero no lo suficientemente alta como para hablarle con aquella familiaridad.

-       Keilan – dijo con voz firme cargada con un poco de burla – ¿A dónde ibas princesa?

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El dulce aroma de las sabanas perfumadas logro despertarlo de su sueño, sus manos tocaban las delicadas sabanas las cuales  eran demasiado suaves, se levanto un poco solo para ser detenido por un fuerte y penetrante dolor en su cabeza, dolía, dolía horrores como si le taladraran la cabeza, intento ponerse de pie, pero sus piernas parecían no querer reaccionar, estuvo a punto de caer al suelo, por suerte fue lo suficientemente rápido para sostenerse de un mueble, que parecía ser el tocador, tenía un enorme espejo adornándolo.

Levanto la mirada, y poco a poco fue observando lo que se reflejaba en el, sus manos tan suaves y delicadas como los de una dama, uñas bien cuidadas y largas, su rostro afilado de facciones finas, labios rojos como los de las princesas de cuentos de hadas, llevo una de sus manos a su mejilla comprobando una vez mas lo suave que era su piel, delineando el contorno de sus ojos aquellos brillaban de manera un tanto misteriosa, un verde casi hipnótico adornado con pestanas largas y curvas, no cavia duda parecía toda una mujer, su cabello era negro un poco más corto de lo que le gustaría que fuera.

Se sorprendió ese pensamiento vino de la nada, no le dio mucha importancia pues siguió inspeccionando el lugar, ahora que lo notaba era una habitación muy fina, la mullida cama donde se encontraba minutos antes era realmente espaciosa, los muebles parecían de la mejor calidad, y los ropajes que ahora llevaba era demasiado finos, si aquello parecía sacado de algún cuento de hadas. Intento pensar de donde venían todas aquellas ideas, y un nuevo dolor en la sien le hizo darse cuenta de que en realidad no sabia quién era, se asusto.

No tenía idea de donde estaba ni mucho menos de quien era, aquello ya era grave, hubiera seguido asustándose de no ser por que aquella puerta se abrió de golpe.

-       Loki – le llamo aquel hombre rubio de ojos azules - ¿has despertado? – pregunto acercándose a el mientras lo tomaba de los hombros, genial es más alto que yo pensó, sin saber por qué tenía ese tipo de pensamientos.

El se mantuvo en silencio, no es como si supiera que decir, pero esperaba que aquel hombre extraño le respondiera todas las dudas que él se negaba a pronunciar. Y si así fue cuando un hombre al parecer un medico entro y le reviso diciendo que se encontraba bien, se despidió de el con una reverencia llamándolo alteza, ok al parecer aquel hombre tenía que ser alguien importante.

-       Me alegro que estés bien – seguía hablando aquel rubio – tenia tanto miedo cuando te desmayaste, llevabas dos días durmiendo ya – ok eso explicaría su dolor de cabeza – madre y padre te esperan – bien al parecer estaba en su hogar, aun que no recordara nada – Lía, Rin – el ojiverde no despegaba la mirada del ojiazul, mientras llamaba a dos personas, había algo en el que hacía que no parara de mirarle, algo familiar  – ellas Loki – volvió a dirigirle la palabra cuando dos jovencitas entraron a la habitación – son tus doncellas desde el día de hoy están para servirte – ambas jóvenes se inclinaron, les dirigió una pequeña mirada y regreso a ver al hombre – esperare afuera a que estés listo – antes de salir le dirigió una última mirada – me alegra que estés bien hermano.

Ok ya todo estaba empezando a tener sentido aquel hombre parecía ser su hermano, no parecía ser mala persona, pero algo no dejaba que confiara plenamente en el, entonces recordó a las jovencitas, se les quedo viendo detenidamente desde su cama, mientras una de ellas se acerco y le hablo.

-       Su majestad Loki – le sonrió con ternura – permítanos ayudarle a alistarse – se levanto solo para ver como la otra joven traía lo que parecía ser una camisa algo extraña, ningún sonido más se escucho en aquella habitación.

En completo silencia las dos jovencitas, hermanas, por si  ya había deducido que eran hermanas, bueno siendo que eran idénticas no había pierde al pensar que eran gemelas, ambas tenían la piel cobriza, eran de estatura media, un poco mas bajitas que él, ambas jóvenes tenía su hermoso cabello negro amarrado en una coleta de lado contrario a la otra, eran idénticas,  la misma mirada color agua solo un poco más oscura que la de su hermano, tenían un lunar del lado contrario debajo de su ojo. Se pregunto quién de ellas era quien, pero no recordaba sus nombres, y le pareció muy raro que preguntara.

Una vez listo salió por la puerta donde  aquel joven le esperaba recargado en el borde del barandal, caminaron durante unos minutos en silencio, aquel  palacio era magnifico, sus columnas aprecian estar echas de oro, su arquitectura era sublime, todo parecía sacado de un sueño.

Se detuvieron frente a una puerta tallada a mano se atrevió a pensar pues los diseños tan detallados le hacían creer que era así, no sabía que acertado estaba, cuando fueron los enanos quienes tallaron personalmente cada una de las piezas que adornaban aquel imponente palacio.

Las puertas se abrieron dando paso a los dos jóvenes adentrándose a la habitación, pudo apreciar un trono frente a él donde se encontraba un hombre algo mayor de barba blanca, un rey pensó, el rey.

-       Hijo – le abro aquella mujer que se encontraba a un lado del imponente rey corriendo a sus brazos para estrecharlo con amor.

-       Madre – pronuncio con temor a equivocarse, o algo peor a que notase que no la recordaba, pero al estar en aquel abrazo, una calidez le inundo el pecho, aquel hecho era tan extrañamente familiar, se sentía tan a gusto negándose a separarse.

-       Loki – le hablo en hombre mayor, haciendo una seña de que se acercara – Thor me ha informado que te has desmayado en el calabozo – bueno ahora sabia que aquel hermano suyo se llamaba Thor, espera dijo calabozo aquello lo confundió aun mas, si se suponía que era su hijo que hacía en el calabozo – eh decidido que  hasta la ceremonia ya no estés encerrado, puedes andar libremente dentro del castillo – le miro fijamente – pero debes entender que salir de este está prohibido, al menos por ahora – le miro con algo que le pareció desconfianza – espero que el tiempo te sirva para pensar mejor las cosas, eres mi hijo Loki – le hablo suavemente – pero has traicionado no solo mi confianza si no la de toda Asgard debes aprender a ganártela de nuevo.

-       Padre – intervino su hermano – Loki no ah intentado escapar desde esta mañana, eso dice mucho de el.

-       Espero que sea así – le miro severamente – puedes retirarte.

-       Claro padre – en cuanto dijo aquellas palabras las tres personas en la habitación lo miraron con sorpresa, aquello le hizo pensar que quizás se había equivocado un poco pero la sonrisa que recibió de lo que parecía ser su hermano y madre lo confundió aun mas.

En su camino a la salida noto como Thor le seguía pero la voz de su padre le impidió seguirlo, lo cual era perfecto para él, por que no quería escuchar mas información que pudiera confundirlo, mas si es que se podía, camino sin rumbo durante un rato, admirando la arquitectura, y los jardines que podía apreciar,  camino sin rumbo fijo pasando frente a algunos guardias quienes le miraban con odio, algo que no podía explicarse hasta que uno de ellos susurro “traidor”, aquello le hizo recordar lo que su padre le dijo, se detuvo de golpe y regreso su mirada hacia aquel incauto que le había llamado así, debió estar acostumbrado a tales cosas por que su cuerpo reacciono por si solo mandándole una mirada feroz  que hizo que ambos guardias se alejaran de él con una inclinación demasiado exagerada.

Siguió caminando pensando en las palabras que le habían dicho, no entendía que mal pudo hacer para que le trataran tan mal, bueno en realidad no lograba recordar nada, pero muy en el fondo sentía que se lo merecía, pero al parecer el castigo no era tan malo, ser príncipe tenía sus ventajas, por que si a esas alturas ya había asimilado el hecho de que era un príncipe.

Se topo con una puerta tan grande como las anteriores solo un poco mas nueva, parecía como si ninguna persona la tocara, pero estaba limpia, la abrió con fuerza y lo que miro adentro lo dejo perplejo.

Decir que había encontrado el cielo era demasiado, ahí frente a él miles de libros descansaban dentro de los altísimos y finos libreros donde se podían apreciar llegaban hasta el techo, miles de pastas de todos los colores y tamaños ordenados cuidadosamente, aquel espectáculo de letras, conocimiento inimaginable lo llenaba de emoción, era como si ya conociera aquella habitación, en la cual solo existía un pequeño taburete  al lado de una mesa frente a la única ventana de la habitación, gustoso  se acerco a uno de los libreros  examinando aquellos recipientes de sabiduría, leyó algunos títulos hasta que encontró uno que capto su atención de inmediato.

Y así se adentro a aquel mundo que le ofrecían las palabras, uno que estaba lleno de conocimiento, de enseñanzas que pedía oportunidad para poner en platica, tan inmerso estaba que el asunto de su traición quedo olvidada en algún rincón de aquel gran castillo.

-       Su majestad – aquellas palabras lo sacaron de su ensueño, frente a el estaba parada la joven aquella, que le había ayudado a vestir, sin embargo no recordó su nombre – mi señor – volví a hablarle con una pequeña reverencia – su hermano ha estado buscándolo – le hablo con dulzura – todo el castillo en realidad – en ese momento otra voz parecía gritar desde el lado contrario de la puerta.

-       Rin – grito su gemela entrando de golpe – lo has encontrado, mira que podrían…- se cayó al ver al joven hechicero el cual se había levantado,  al escuchar su llamado – oh su alteza – hablo rápido – todo el castillo lo busca creen que se ha escapado.

-       Lía – la regaño su hermana menor – perdónela.

-       Pero es verdad el príncipe Thor viene en esta dirección… - mas fue interrumpida cuando el joven paso a su lado sin darle tiempo a continuar.

“Escapado”, pensó enojado, claro como él era un traidor no se podía confiar en él,  algo en su interior se removió enfadado, acaso no había dejado en claro que entendía que no debía escapar, además quien se creía ese Thor para tener que reportarse con él, estaba molesto y mucho, decidió que si ya que había dado por hecho que el había escapado se escondería lo suficiente para molestarles.

Recordó  haber visto uno de los jardines en su caminata, uno en el cual podía esconderse bien y salió con un buen libro en la mano dispuesto a valerle que le buscaran, bueno no estaba rompiendo la orden, seguiría dentro del palacio, en ningún momento su padre le dijo que no saliera a los jardines.

Encontró un buen lugar donde sentarse, le daba la luz y sobre todo estaba bien oculto por un par de arbustos, así que no había problema de que lo encontraran, al menos en un rato. Comenzó a leer perdiéndose un rato hasta que una de las jovencitas que le servían le llamo.

-       Su alteza – al parecer era aquella llamada Rin – no debería ir a encontrarse con su hermano.

-       El no es mi carcelero, no tengo que reportarme con él a todas horas – bien no sabía de donde había salido aquel tono cargado de odio y desdén en su voz pero le gusto.

-       Era de esperarse de un traidor – susurro bajito la otra joven quien al parecer lo había seguido.

-       Lía – le regaño la joven – discúlpela su majestad, ella es demasiado joven.

-       Solo eres mayor por cinco minutos Rin, deja de tratarme como una  niña – se defendió la menor.

-       Por favor – volvió a suplicar la otra joven agachando su cabeza – perdónela, es muy impulsiva.

-       ¿Traidor? – pregunto él, ya estaba harto aquella jovencita lo miraba igual que los guardias y no le gustaba quizás no recordaba nada  pero eso no era justificación para que le dirigieran aquellas miradas llenas de odio, que tanto mal pudo haber hecho como para que le trataran tan mal, digo si su padre le perdono no debió ser muy serio ¿o sí? – explícate.

-       Solo digo lo que se dice –respondió sin mirarle.

-       No le haga caso – insistió la mayor – Lía solamente escucho algunos chismes que deben estar equivocados y…

-       Pero todo el mundo lo sabe – siguió hablando la joven – todos en Asgard saben lo que él hizo – le grito a su hermana.

-       Rin – llamo con voz neutra a la joven con el lunar en el lado izquierdo, si tenía que empezar a diferenciarlas – podrías ir a las cocinas y traerme algo de comer y beber.

-       Si – la sonrisa de la joven le hizo entender que parecía que estaba feliz de que cambiara el tema – vamos Lía.

-       No – negó mirando su libro otra vez sentando en el pasto – ella se queda  a hacerme compañía.

Con mucho miedo a que su hermanita hiciera algo tonto para que las corrieran de el lugar, se alejo suspirando, mientras rogaba por que la menor no cometiera una tontería acababan de conseguir el empleo apenas hace unas semanas y cuando les dijeron que alguien tenía que ocuparse de los servicios privados de uno de los príncipes se ofrecieron ya que ninguna de las otras doncellas  querían, al parecer el carácter algo explosivo y sincero de su hermanita menor les acarreaban problemas. Corrió a toda velocidad para evitar que aquellos dos estuvieran solos más de lo necesario, tenía que haber sabido aparecerse para evitar aquel enfrentamiento.

-       ¿y bien? – hablo el príncipe dejando su libro sobre el césped para párase a su lado en cuanto la otra gemela desapareció de su vista – responde mi pregunta.

-       Nada su majestad – respondo bajito no quería acarrearle más problemas a su hermana, sabía que fue muy descuidada al decir aquello pero tras pensarlo mejor decidió callar.

-       No lo repetiré dos veces – se había acercado peligrosamente a la joven con los brazos cruzados mirándole con sus penetrantes ojos, mirada que la morena pudo apreciar en cuanto la sombra de aquel hombre la cubrió, una mirada que le causo escalofríos pero a la vez confusión, era como si le suplicara que le dijera lo que sabía.

-       Ellos dicen – suspiro al verse derrotada mientras nuevamente esquivo la mirada para decir lo que escucho aquel día que acababa de entrar a servir en aquel palacio – que usted traiciono a su majestad Thor para quedarse con el trono, además de tratar de destruir  Jotünheim y conquistar Midgar  - termino susurrante.

-       Mientes – es que no lo podía creer de haber hecho algo así no estaría con un castigo tan leve, digo eso era traición y de las grandes, merecía ser horcado mínimamente.

-       No miento – parecía que a la joven se le acabo aquella docilidad con la que le respondió al principio – todo el mundo sabe que usted – apretó su falda sin mirarle – no es bueno, es un asesino… es un mons.. – antes de terminar aquella frase levanto su mirada solo para encontrar la cara de un joven totalmente confusa.

Aquel rostro reflejada de todo, dolor, confusión, ira, pero sobretodo soledad, era como si aquellas palabras no quisiera creerlas, creyó imaginar un pequeño casi fantasmal espectro de lagrimas en sus ojos, no aquel no parecía ser el hombre malvado que le contaron que seria, para ese entonces ya estaría siendo azotada si todos los rumores sobre el fueran ciertos, pero no mírenlo, frente a si tenía a un hombre más confundido que nada, iba a disculparse cuando fueron interrumpidos por alguien más.

-       ¿Así que aquí es donde te escondes? – vocifero una joven de cabellos negros seguida de otros tres hombres - ¿planeando como escapar Loki? – escupió su nombre con desprecio.

Ambos jóvenes salieron de aquel trance en el que se habían sumergido, Loki se giro levemente para encontrar aquellas personas extrañas mirarle igual que lo hacían todos en aquel lugar, estaba empezando a creerle a Lía, sin embargo no pensaba responderle a esa mujer tan impertinente, hiciese lo que hiciese él era un príncipe, y aun lo seguía siendo cuando vio a su padre, por lo tanto tenía que respetarlo, decidió ignorarla mientras levantaba su olvidado libro, haciendo nota mental de investigar sobre aquellos dos lugares que le menciono la gemela en su explicación.

-       ¿y tú? – continuo molesta al ver como ambos la ignoraban – no intentes ayudarle o también serás castigada – la jalo del brazo bruscamente, pues la joven la había ignorando tratando de buscar la mirada de su señor, intentando disculparse con él.

-       No la toques – aparto la mano de aquella mujer de Lía, aquella mujer no le agradaba y mucho menos le gustaba el tonito que usaba con él ni con la joven que solo tenía que obedecerle a él.

-       Hermano – ahora era el rubio quien llego hasta ellos para tomar por los hombros al menor – eh estado buscándote todo el día.

-       No me escape si eso es lo que piensan – aparto sus manos en un movimiento, estaba recordando el por qué se escondió.

-       Aun – le siguió aquella molesta voz – pero deberías vigilarle mejor – siguió soltando su veneno – ya que ella le ah ayudado a evadirte – señalo a la joven.

-       Ella no sabía dónde estaba – sin querer la defendió, es que ya se estaba hartando aquella mujer le miraba con odio, el no le había echo nada, al menos eso esperaba, pero meterse con Lía, que se cree, si son sus sirvientas solo él tiene derecho a molestarlas.

-       Está bien eso no importa Sif – volvió a hablar el mayor – solo no desaparezcas así…

-       No tengo por qué dar explicaciones de  lo que hago – le miro furioso – o no sabía que tenía que pedirte permiso para salir a leer – le golpeo con el libro sobre su pecho.

-       No es que tengas es solo que estaba preocupado – Loki solamente bufo y tras mandarle una mirada de desdén a la mujer salió del lugar acompañado de la joven.

-       ¿Es mi imaginación o Loki defendió a esa chica? – hablo un rubio que estaba de espectador.

-       Lo hizo Fandal – repitió un chico más serio.

-       No me la creo – continuo.

Thor los ignoro y camino atrás del joven quien al parecer quería buscar un  lugar donde relajarse, pero es que había estado buscándolo todo el día, se preocupo de que hiciera una tontería, no que no confiara en el, pero siempre se preocuparía por su pequeño hermano menor.

Cabe señalar que una Rin muy confundida llego al lugar para encontrarse con que no había nadie, camino unos pasos más buscando con la mirada a su señor y su hermanita, cuando los noto unos metros más adelante, aquella escena le pareció un poco extraña, tierna se atrevió a decir.

Ahí frente a sus ojos se encontraba un príncipe de cabellos negros sentado mirando las flores que se encontraban en aquel bello jardín, a su lado no muy lejos de él estaba su hermana, platicándole algún suceso gracioso con su acostumbrada mímica de manos para ese tipo de ocasiones, ella era realmente muy expresiva todo lo contrario a ella, pero bueno parecía no molestar a su señor quien debes en cuando asentía con su cabeza animándola a continuar.

Lo que si le extraño era ver a el príncipe rubio mirarlos a escasos pasos donde ella  se encontraba, estaba parado con su vista fijamente sobre su hermano, sin moverse, su rostro reflejaba cierta tranquilidad, entonces lo vio aquello que no dejaría de rondar por su cabeza, durante mucho tiempo en un sonrisa extraña, aquello demostraba amor, pero era un amor muy diferente a lo que se esperaba de dos hermanos.

Había escuchado los rumores de la sentencia de aquel “príncipe traidor” como todos lo llamaban, rumores que igualmente decían que solo era una forma de salvarlo de aquel destino tan cruel que tendría si el futuro rey de Asgard no fuera tan generoso como para interceder por él, por eso se había “sacrificado” para salvar a su hermano, en ese momento dudaba que aquel sacrificio fuera eso un sacrificio.

 

Notas finales:

y bien que les parecion mereso algun reviews????

bueno ya saben:

Se aceptan de todo tomatazos, criticas, galletas de chocolate y  un Loki amordazado....aun que un tony tampoco está mal


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