Su destino es estar juntos
Cap. 1 ¿¿único…??
Periodo Edo 1603 hasta 1868
País del fuego.
Sakura pov´s
Siempre, en mi corazón tuve la pequeña esperanza de que alguna vez sintieras lo que yo sentía por ti, pero todo se fue al tacho de basura cuando supe la dolorosa verdad.
Un pecado, una aberración, una total locura ante la sociedad que nos rodeaba, ante una época muy “recta y moral”.
No podía creer lo que mis ojos veían, no podía ser cierto, tenía que ser una ilusión una trampa enemiga, deseaba que fuera cualquier otra cosa en lugar de esto… pero para mi desgracia no lo era.
Las lágrimas salía a borbotones de mis verdosos ojos, mientras leves respingos causados por la falta de aire a los pulmones se apreciaban en mi cuerpo y los leves gemido de dolor salían de mi boca, la cual, era cubierta con mis manos, para que no se dieran cuenta de mi dolor y mucho menos de mi presencia. No podía creerlo, lo tan sumergidos que se encontraban en la pasión desbordante que emitía ese simple beso.
El dolor de mi pecho crecía más y más con cada segundo que pasaba, que para mi eran como horas, no, no eran horas, acaso podía decir ¿días? No tampoco ¿meses? No, no. Los segundos que pasaban eran como tortuosos años para mí, para mi mente, para mi corazón, para mi dolor.
La ira que sentía hacia ti mi amigo del alma, era desbordante. Sentía las ganas de lanzarme sobre ti y separarlos. Pero algo, algo, en verdad algo, muy en el fondo de mi corazón sentía una felicidad indescifrable. ¿Acaso me estaba volviendo loca? ¿Acaso no lo amaba? No, no era eso, yo lo amaba igual o más que tu o eso era lo que creía, por eso, sentía una calidez, una apaciguadora paz que no sentía desde el día en que fuiste detrás del, por mi penoso y vergonzoso pedido hace ya más de tres años.
Inconscientemente supe que lo amabas, esas miradas de amor bien disimuladas que se lanzaban el uno contra el otro, disfrazadas, de celos, ira, temor, odio. En cambio tu de: orgullo, vanidad, venganza, seriedad, desinterés. Eran notorias para mí. Nunca, absolutamente nunca, falla en sexto sentido de una mujer, y mucho mas de una mujer enamorada y celosa. Quería que mi sexto sentido estuviera equivocado. Pero no, estaba totalmente en lo correcto.
Fue cuando pude atar varios cabos sueltos en su relación de “amigos/rivales”. El suceso del primer día como gennins, ese beso, un simple beso que para mí fue como un balde de agua fría al ver como te robabas el primer beso de tu hasta ese momento “rival”. Esa noche recordaba los sucesos anteriores: puede notar en esos milisegundos algo rosa y un leve sonrojo que tiño sus mejillas por unos instantes casi imperceptibles. Me lo negué a mi misma con un simple “accidente”. Desde ese día te convertiste en mi rival en el amor, aunque tú no te dieras cuenta y yo tampoco.
La primera misión. El grandioso país de las Olas. Guardaespaldas de un viejo que te había insultado, el cual a simple vista para todos algo sin importancia, pero para Sasuke una rabia inmensurable que sentí levemente. De nuevo me lo negué.
La pela con Zabuza un perfecto equipo, perfectamente coordinados, con un lazo de “amistad” tan fuerte que hasta se entendieron con solo unas pocas palabras. Reconozco que tenia celos de ese lazo, me decía a mi misma pura coincidencia, pero me di cuenta que yo misma me había contradicho al decir que no era coincidencia. Ahora entiendo el dicho “del odio al amor solo hay un solo paso”.
La batalla en el puente. No se lo cobarde que fui por haber ocultado que vi como te defendía a ti, mi rubio amigo, de las agujas que te lanzaba ese extraño joven, que mas tarde conocería como Haku. O como Naruto te defendió dejando salir ese extraño chacra. Salí de ese lugar para seguir cuidando al viejo Tazuna. En el momento que te vi Naruto con esa cara de dolor al preguntarte sobre Sasuke, yo ya lo sabía, pero aun no entiendo lo tonta que fui para decírtelo, corrí junto a ti y algo que hasta ahora imagine alguna des variación de mi mente por el dolor fue ese susurro que dijiste al pasar junto a ti “Sasuke” recuerdo que se escucho con tanto dolor, con tanta tristeza. Pero nuevamente me lo negué.
Peleas, reconciliaciones, batallas, palabras disfrazadas, miradas que se dedicaban cada uno. Ahora todo estaba claro, muchas cosas estaban claras, la razón de seguir buscándolo pese a mi “declaración de amor”. Las palabras dichas por ti “que morirías junto a él”.
No tengo idea que es lo que sucedió para que llegara a este momento, al verte a ti y a Sasuke, mi amado Sasuke, recargados sobre un árbol y besándose como si su vida dependiera de eso. Al ver las manos de mi amado azabache recargadas en tu cintura y tú con tus brazos alrededor de su cuello, tratando de profundizar el beso.
Sentía como todo mi corazón se hacía pedacitos, pero también como un nuevo sentimiento llegaba a mi corazón. No era rabia, ni celos, ni instintos asesinos hacia ti, mi rubio. Ahora era algo más que cálido que sentía con anterioridad. Un sentimiento que llenaba todo ese agujero en mi corazón. Felicidad por ti mi azabache, por ti mi rubio, por ustedes mis dos grandes amigos que conformaron el equipo 7 junto a mí y a Kakashi-sensei..
Sentí que mis lágrimas ya no salían de mis ojos y como ya no emitía ningún gemido ni respingos, en vez de eso sentí como una sonrisa cálida y satisfecha surcaba mis labios. ¡Rayos! Jamás me imagine que hubiera madurado o que me hubiera retractado al saber que nunca seria correspondida. Estaba más que dispuesta a irme con una sonrisa y la resignación que se transformaba de nuevo en lágrimas. En dolorosas lagrimas llenas de nostalgia, felicidad y aceptación.
Saltaba por los arboles de nuevo al campamento de ninjas médicos, no porque el edo tensei de Kabuto se había desvanecido, no significaba que ya no hubiera más heridos. Me dirigía a paso rápido, sabía que ese tal tobi, aun estaba por los alrededores, buscando venganza hacia Naruto y Sasuke por haber arruinado su plan “ojo de luna” desapareciendo a esa enorme cantidad de chacra que en un momento al otro, perturbo mis sentidos, no sabría cómo describirlo porque no tuve la oportunidad de verlo, solo supe que había sido derrotado.
Una explosión acompañada de un viento sumamente fuerte que hizo que perdiera el equilibrio y cayeron de lleno al suelo se hizo presente. La explosión se había efectuado cerca, deduce que había sido donde había visto a Naruto y a Sasuke. Enseguida me levante de mi lugar, pero esa caída había dejado heridas en mi cuerpo las cuales me impedían saltar.
Con mi ninjustsu medico empecé a curar las heridas.
Dentro de mí sentía un mal presentimiento, uno muy malo. No me tome ni el tiempo para curarme completamente, solo al sentir que ya podía moverme, salí corriendo al lugar de la explosión para saber que me esperaba. El camino era un poco difícil aun sentía un poco de dolor.
Creo que por algo todos en la aldea me consideraban una de la mas lloronas del pueblo, lo sabia aunque nadie me lo había dicho, pero sabía que era si, Sakura la llorona. Siempre llorando. Siempre tan débil. Siempre tan cobarde. Y era cierto, mi impotencia, mesclados con dolor salía a flote en lágrimas, de nuevo llorando, como una debilucha. Pero quien no lo hiciera si viera una escena tan desgarradora. Tres cuerpos en un cráter; dos de ellos en el suelo aparentemente sin vida y uno abrazando con fuerza uno de aquellos cuerpos. Caí de rodillas ¿Cómo había pasado todo esto? Quería que enserio esto fuera una broma, un chiste, quería creer con todo mi corazón que Sasuke, se había dado cuenta de mi presencia y como castigo me metió en un genjutsu. Para despertar y ver a un Naruto molesto y algo sonrojado y a un Sasuke con sus típicas miradas. Eso quería, lo deseaba. Pero esta vez… nuevamente… para mi desgracia… era verdad.
Observaba como un Naruto arrodillado abrazaba frenéticamente el cuerpo de Sasuke, mientras unos metros más adelante de estos se encantaba el cuerpo inerte de “tobi” ¿Qué había pasado? Esa era la pregunta que me había hecho. Después de unos segundos lleve mi mirada que tenia sobre el azabache mayor hacia Naruto y Sasuke. Quería acercarme, pero no podía, una impotencia absoluta me detenía. Era una inútil, una niñita débil, que ni siquiera podía proteger a su amigo ni a su amado.
Observaba a Naruto que ni siquiera se movía un poco, hasta que vi como dejaba delicadamente al cuerpo de Sasuke en el suelo. Se Levantó. Imagine que iba a ver el cuerpo del otro, pero no, sentí como su mirada recayó en mí unos instantes y siguió adelante. Se agacho y vi como recogía la espada que una vez había utilizado Sasuke, kusanagi, nuevamente fue donde estaba Sasuke y vi como aun lagrimas caían de sus ojos y ponía una mueca de dolor extrema. No tenía idea lo que trataba de hacer hasta que vi como sus labios se movieron sin emitir ruido alguno y una sonrisa como me las mostraba a mi apareció en su faz y volteo a verme. Nuevamente sus labios emitían palabras mudas que esta vez entendí a la perfección, habría mis ojos inmensurablemente al imaginarme rápidamente lo que quería hacer Naruto y en ese momento me di cuenta de lo había dicho en un comienzo.
“lo siento Sakura” para después enterrarse la katana de Sasuke en su pecho creándose una herida de muerte, que sabía perfectamente que ni el chacra de su biju podía curar. “moriré contigo Sasuke” corrí inmediatamente hacia Naruto el cual había caído al piso; lo pose sobre mis piernas mientras más lagrimas caían de mis ojos. Cayendo a su rostro pálido y sucio.
-no llores Sakura-
-no me abandones Naruto, no quiero estar sola… no me dejes-
- lo siento… no pedo vivir en un mundo donde…donde… Sasuke no esté… te quiero mucho Sa..kura- su voz se fue apagando mientras pronunciaba mi nombre. No tengo idea cuanto llore, no tengo idea por cuánto tiempo estuve ahí, pero cuando me di cuenta ya había oscurecido.
Ya no podía llorar, mis lágrimas habían limpiado la sangre del rostro de mi rubio amigo. Posicione lentamente el cuerpo de mi amigo junto al de Sasuke y el de ese enmascarado un poco más lejos. Todos querían saber quién era, cuál era su identidad, hubiera podido ver su rostro, pero no, solo lo posicione y me marche de ese lugar, sin antes realizar un jutsu para dar conocimiento del lugar y mucho más importante sin dar un último beso en la frente de esos dos, a uno considerado mi amado y al otro mi mejor amigo. Espere en la oscuridad del bosque hasta que habían llegado varios ninjas los cuales se acercaron a los cuerpos y puede notar sus expresiones de estupefacción. Al estar totalmente segura de que ellos se llevaron los tres cuerpos salí de ahí.
Al pasar el tiempo, me había enterado que la guerra había terminado, que nuevamente todas las aldeas ninjas se habían vuelto las respectivas colonias militares de cada país. Pero al pasar el tiempo también me entere que ninguno de estos, no estaban felices por haber perdido al jiichiriky del Kyubi, al ultimo Uchiha y mucho menos a Naruto Uzumaki.
Recuerdo que todos los ninjas de mi aldea natal me habían buscado durante varios años. Simplemente hubiera vuelto, pero no, ya no, no quería ser ninja, no lo quería ser más, no quería ver a nadie morir, no lo podía. Simplemente había dejado mi vida de shinobi ocultándome de mis camaradas tras un henge.
Con el tiempo había mejorado con mis ninjutsus médicos hasta podía decir que me había vuelto mejor que Tsunade-sama. Pero aun así mi vida estaba vacía, ya no era la misma, ya no sin mis amigos, mis mejores amigos: Sasuke y Naruto.
Actualidad
Tokio- Japón
Primavera del 2002.
Narrador omnisciente.
Los arboles de Sakura dejaba caer sus pétalos en el aire, el cual era combinado con las voces de todos los estudiantes nipones. Para comenzar una nueva etapa escolar. Algunos dejaban atrás la primaria, secundario, preparatoria y hasta la universidad. Mientras unos acababan, otros comenzaban a abrir sus mentes para el mundo de la educación.
La mayoría de los estudiantes estaban más que emocionados, por ver nuevamente a sus amigos. A otros se los veía como el sueño les ganaba, caminando por las calles repletas de hermosas flores de Sakura, por que comenzaba nuevamente la tortuosa etapa estudiantil y sobretodo la gravedad de levantarse temprano. Algunos se habían acostumbrado a dormir hasta tarde. Pero se podía decir que todos absolutamente todos y aunque no lo demostraran, estaban emocionados por su primer día de clases.
Los mas emocionados por supuesto eran los más pequeños, por no decir casi todos, ya que nunca faltaba el grupito de infantes, que no se querían separar de sus progenitores, con lagrimas en sus ojos, abrazando a su madre o padre como si su vida de pendiera de eso, simplemente no querían alejarse de aquellos que siempre habían estado junto a ellos desde el momento en que empezaron a vivir.
Mientras que otros no esperaban la hora de la ceremonia de entrada del instituto. Esos hermosos niños, tan llenos de energía, o la mayoría, por dar un nuevo paso a una nueva etapa de su vida, conociendo a diferentes personas, diferentes pensamientos, conociendo amigos, enemigos, rivales y sobre todo amores futuros. ¡si el primer día de clases era genial para unos infantes!.
Se podía escuchar unos pasos de tacones por las ya vacías calles, cubiertas de pétalos rosas.
Una hermosa mujer caminaba por aquellas desérticas calles, que hace unos minutos atrás estaban repletas de estudiantes. Caminaba y caminaba hasta quedar frente a frente de un gran edificio. Con varios folders entre sus brazos. Vestía una blusa de escote color morado y una falda color azul rey. Pero lo que más la caracterizaba entre toda esa multitud no era su belleza, o sus ojos jade, si no sus cabellos rosados igual que las flores de cerezo. Si, no se equivocan una mujer que su nombre había robado para poseerlo ella, ese nombre que poseía esas hermosas flores: Sakura.
-Su destino es estar juntos- hablo con voz alegre mientras miraba a los niños que tenia frente suyo y sonreía maternalmente- Sasuke, Naruto el final es solo el comienzo de algo realmente sorprendente- miraba como los dos niños, tanto azabache y el rubio entraban juntos cerca de un peli negro de por lo menos diez años junto a ellos y sonreía nuevamente- la vida es realmente curiosa- finalizo para darse media vuelta y salir de ese lugar.
Fin???