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Retrato de la desconocida del corredor por CrawlingFiction

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Notas del capitulo:

DISMAILER: Los personajes de esta historias a pesar de haberles "modificado" a mi capricho SON PERSONAS REALES(Extraídas de la banda de rock californiana Linkin Park). Son músicos, son personas de carne y hueso. Y sobre todo son heterosexuales. Sólo juego con sus nombres y personalidades( y ahora sexos xD) en mis fanfictions extraños

Charlotte.


Capítulo I: Semestre.


El reloj despertador chillaba desconsolado a por ser apagado. Una pequeña mano acaba con los alaridos del aparato. Contiguo, una joven retozaba sobre el cálido futón, frotaba sus párpados perezosos. La alborotada cascada de mechones azabaches ocultaba su sonrosado rostro. Con los bríos recibidos de la calma alba se dirige al cuarto de baño. ¿Ella? Ella era Michelle Kenji Shinoda, conocida más como Mika. Se ducha entre pequeños respingos por la corriente de agua helada de la regadera. Tiritando coge la mullida toalla.


—Hola Mika. A ver como estás esta mañana. Masculló la pelinegra observando cuidadosa su calcárea cutis ataviado de sutiles rasgos orientales. Viste con una blusa a cuadros, bufanda a juego, vaqueros gastados, zapatillas de deporte y una delicada horquilla plateada recogiendo su flequillo. Recoge el futón guardándolo en el armario y  tomando un bolso y varias libretas oscuras de diversas dimensiones sale del pequeño departamento que habitaba sola, decorado con un cruce de estilo oriental y un tanto bohemio. Aunque Michelle háyase viajado a la tierra del sol naciente solo una ocasión estaba muy familiarizada con su ascendencia japonesa. Criada entre futones, mesas bajas, kimonos y tradiciones milenarias en su adolescencia fue la “rara” de su secundaria. Sus compañeros acostumbrados al bullicio y vertiginosa vida americana tomaban de extravagante a la familia Shinoda, siempre fiel a sus raíces.


            Ya dentro del Art Center.


—Buenos días, Mika.-Saludaba una adormilada joven de similares, pero más obvios rasgos asiáticos. A simple vista las confundirían de hermanas mas sin embargo la joven, Joan, de padres coreanos era la mejor amiga de Michelle.


— ¡Ahh! ¡Hola Joan! ¿Cómo está tu mañana?-Preguntó sonriente Michelle. Ambas se conocían desde el Secundario, por ser las “raras e inusuales” del curso cultivaron una rápida amistad. Estudiaban Diseño e Ilustración en el Art Center College of Design comúnmente llamado Art Center,  colegio privado ubicado en Pasadena, California. Fundada en 1930, hoy una de las instituciones líderes en el mundo en la enseñanza gráfica. Joan además era una fantástica maestra de los samplers.


— ¡Terrible! La fiesta de Evan fue un desastre hasta bien madrugada. Si no hubiese sido por la buena paga que me dieron para ser la DJ no habría asistido.-Farfullaba agotada la joven un poco rechoncha de cabello oscuro recogido en una coleta alta.


—No te quejes. Con ese dinero podrás pagar los gigantescos libros que el Señor Sharp encarga. Yo tendré que conformarme a pedirle algunas copias a quien encuentre.- Decía Michelle hurgando su bolso largo cruzando su pecho. — Mis papás todavía no me envían el dinero para pagar la renta y los libros. ¡Necesito un trabajo! Así no dependería tanto de ellos. A mi papá ya le empieza a costar querer pagarme la carrera. –Narraba Mika, efectivamente su familia no se encontraban en la mejor situación monetaria.


— ¿Qué tal si vienes conmigo a las fiestas? Habrá una el viernes en la noche. Necesitan de música; eres muy buena mezclando y sabes tocar el piano.-Sugería Joan apenada por la situación de su amiga.


—Es buena idea. Pero tendré que ajustarme. Añadí Historia del Arte como extra este semestre y… ¡Maldición! Hoy tengo Historia del Arte a primera hora ¡Llegaré tarde!- Exclamó Michelle entretanto trotaba hacia el largo pasillo contiguo a varios salones.


— ¡Adiós! ¡Nos vemos en el cafetín!-Despidió Joan mirando el lugar donde segundos antes hacia sombra la agobiada mujer.


            Durante las vacaciones del semestre anterior se habían hecho unas cuantas remodelaciones a la estructura del edificio; nuevos sinuosos corredores cuan laberintos enclaustrados con algún Minotauro, clausuraron aulas a por otras y delgados muros dividiendo salones enteros. Michelle recorrían a paso rápido aquellos eternos pasillos en busca del aula de Historia del Arte. “Primer día del Semestre y llego tarde. La Señora Keyton ya desconfiará de mi” Preocupada divisa la hora en su reloj: siete y cuarto de la mañana “¡Maldición!” La joven apresura nuevamente el paso, corriendo hacia un corredor aislado, sin percatarse de la persona que se le hallaba al frente. Chocan, se escucha un golpe y ambas caen al suelo. Libros desperdigados junto a un estuche para guitarra color verde esmeralda oscuro.


— ¿¡Te encuentras bien!? ¡Lo siento! No vi que estabas al fren…-Mika detiene su cortés apología a pos de observar a quien precisamente debía disculparse; una menuda joven de unos ventidos años, rebelde cascada castaña de suaves ondas y mechones rojizos, ambarinos como cabellera hasta la mitad de su espalda, llevaba gafas de pasta negra y tatuajes en los hombros de peces y los antebrazos decorados con azules e rojizas llamaradas. Obviando su posible aspecto rebelde y rudo al encontrarse en el piso un tanto confusa le confería una imagen ingenua.


—Ve por donde caminas. ¡Casi me arrollas!- Exclamó aturdida la joven tambaleando para levantarse del suelo. Coge su guitarra y toma los libros que había en el suelo entregándoselos a su dueña.


—D-D-disculpa… ¿Eres de aquí?-Atinó a decir Michelle refugiando los libros recibidos entre sus brazos. —Gracias por los libros.


—No hay de qué. No, no estudió acá. Aunque me gustaría…-Hubo una breve pausa. La joven calló instantes. —Por lo que veo buscas el aula de Historia del Arte.- Adivinó señalando un libro que citaba precisamente esa cátedra. — Está al fondo del pasillo, cruzas a la derecha y entras al segundo salón.-Indicó con un nuevo aire de indiferencia. Sin más que decir, siguió su camino alejándose de Shinoda. “¿Quién será ella?” Se preguntó a sí misma retomando el paso para seguir las indicaciones de la joven desconocida.


            Luego de extenuantes horas de clases. Michelle se encontraba en el alivio de un bullicioso cafetín; entre mesas, sillas y risas frenéticas de muchachos almorzaba un emparedado de atún, una ración de arroz blanco y jugo de zarzamora. Al poco tiempo Joan la encuentra entre la multitud y se le une. La acompaña Erika, amiga de ambas.


—Al fin te encuentro Mika.-Dijo Joan como saludo sentándose a su lado y Erika al otro lado de la mesa de plástico duro de seis asientos. —Que raro que te sientes en ésta zona del cafetín.


—Quizás su nuevo enamorado está almorzando por estos lares.-Bromeó Erika pellizcando una traza de pollo a la plancha con su tenedor. Mika ante la ocurrencia ríe a lo bajo.


— ¿Cómo estuvieron las clases?- Preguntó Michelle. A causa de un accidente que sufrió Joan el año anterior se encontraba un semestre retrasada a Erika y Mika. La joven intentó sobreponerse y fingir que no le habría de afectado ese chasco. Solamente con Michelle se permitía dejar escapar toda la frustración que sentía, las cicatrices que quedaron sobre su espalda; delatando todo el suceso que buscaba rechazar.


—Bien. ¡Promete ser un semestre muy divertido!-Contestó sarcástica la pelinegra. — ¿Y a ti? Me encontré a Camille en el pasillo; su novio es el organizador de la fiesta: Será en un viejo local abandonado propiedad de su tío. Necesitan de un pianista que sepa varios temas de Jazz, les dije sobre ti y que además sabes rapear…-Parloteaba Joan entre mordiscos de su almuerzo. Mika y Erika le escuchaban atentas. Más la primera aburrida empezó a pasear su mirada entre las mesas y personas del cafetín, nada novedoso; las mismas chicas solitarias sin más que el consuelo de algún libro de Edgar Allan Poe o HP Lovecraft de páginas amarillentas, deportistas regodeándose de sus nuevas marcas personales y sus novias a simple vista descerebradas escuchando atentas y más personas comunes sin más que contar. Hasta que sus ojos escudriñadores tropiezan con una figura hace poco conocida: Aquel viejo, raído estuche esmeralda oscurísimo, sostenido de a asa por una pequeña mano blanca, un par de anillos metálicos decoraban sus dedos y ahí estaban. Las reconocibles llamas tatuadas. Sobre esa nívea piel. Subía su mirada nerviosa, su ropa, sus vaqueros oscuros ajustados, las mismas botas desabrochadas y la misma camiseta. Era ella. La joven aparentemente descubrió a la espía y viró hacia la dirección de aquellos ojos. Sonriente la joven de cabellos castaños y gafas le hace un tímido ademán, arruga el entrecejo y le da la espalda, para alejarse de ella nuevamente. “¿Quién demonios eres tu?” Volvió a preguntarse Michelle Kenji.


— ¡Hey Mika!-Exclamó Joan chasqueando los dedos frente a la aludida. —Nos tienes a Erika y a mí parloteando como radios y ni atención nos prestas. ¿Qué tanto mirabas?- Preguntó Joan mirándola acusadora.


—N-N-no nada, nada. Sólo estoy un poco distraída. Disculpas. Entonces… ¿El viernes al local abandonado?-Preguntó Michelle con la intención de dejar atrás su boba conducta como de jovencita que mira tras los arbustos a pos de conocer a algún nuevo príncipe imaginario.


—Si. Te iré a recoger en mi auto. Lleva el teclado y tus canciones de rap. A los chicos les encantaría conocer a una mujer capaz de rapear tan rápido como tú lo haces. Hasta puede que te presentemos algún chico.-Dijo entusiasta Joan. Ante la mención de chicos Mika arrugo inconsciente el entrecejo denotando fastidio.


— ¿Qué tienes Michelle?-Preguntó Erika notando el detalle. — ¿No quieres conocer a algún muchacho?


—Ahora estoy un tanto ocupada en otros asuntos. No tengo tiempos para romances.-Finalizó Mika terminando de almorzar. Al rato retumba la campana, era hora de recogerse. Volverse a ver dentro de un salón tomando apuntes casa vez más animada por estudiar sobre lo que le apasionaba. No obstante, dejando algunos minutos de su tiempo para recordar aquella joven que ya quería caprichosamente formar parte de sus pensamientos. Sus llamas tatuadas y aquel estuche verde esmeralda.

Notas finales:

Espero les haya gustado. Este ya sería mi 3er Bennoda (Uno de nueve caps y un Drabble):3

 

Después de desintoxicarme de ellos con esta historia comenzaré a hacer relatos originales y dejar en paz a los pobres de LP xD


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