Escucho un pitido algo mudo proveniente del reloj de su muñeca, miro detenidamente la hora y dio un largo suspiro al ver lo tarde que era, dos de la madrugada. Volvió a dar un largo suspiro, esta vez cansado, mientras miraba por la ventana del taxi la autopista, pronto llegaría a casa y vería a sus hijos después de mucho tiempo, aunque seria casi mes y medio lo que se quedaría, tenía un compromiso para Julio. Pero sabia bien que nadie lo mando a ser padre cuando estaba comenzando su carrera profesional de tenis, con ya treinta y un años cumplidos, por cumplir los treinta y dos, Tezuka Kunimitsu sabia muy bien cuales eran sus principales prioridades y la primera y principal era estar antes del 10 de junio hasta después del 10 de julio en casa con su familia, por la sencilla razón que el 10 de junio cumplía años su hijo menor Kunihiko, mientras que el 10 de julio cumplía años su hijo mayor Kunihiro.
-Que rápido pasa el tiempo- exclamo mirando por la ventana recordando en un abrir y cerrar de ojos como sus dos hijos, alias dolores de cabeza, habían crecido repentinamente, de ser dos bebes que apenas aprendían a caminar ahora ambos contaban con doce y diez años.
El taxi paro de pronto frente al gran edificio del que el había dado la dirección cuando subió a el después de salir del aeropuerto, pago por el viaje y luego con sus bolsos camino a paso lento adentrándose en el oscuro edificio de cuatro pisos donde vivía. El edificio no era la gran cosa en lo arquitectónico, solo tenia cuatro departamentos por piso y escaleras para subir a cada uno de ellos. Los departamentos eran sumamente pequeños, solo habitables para familias pequeñas, con tres habitaciones, un baño, un living comedor y una cocina pequeña mas el área para lavar la ropa, ese pequeño lugar era sumamente acogedor sino se planeaba tener una familia numerosa.
Entro a su departamento haciendo total silencio, camino en puntillas de pie por el pasillo y dejo a un lado de la cama matrimonial los dos bolsos antes de hacer su acostumbrada ronda para verificar que sus hijos durmieran plácidamente o al menos eso esperaba. La primera habitación a su vista era la que estaba frente a la de donde el dormía, la de su hijo mayor, entro a paso lento y lo vio dormir tranquilamente con dos cobertores de color azul, sonrió al verlo y continuo su ronda. La habitación de su hijo menor estaba a un lado de la de su hermano y frente al baño, el menor siempre se destapaba de noche y no era algo nuevo ver al niño con las cobijas caídas y babeando la almohada, sonrió ante aquello y le acobijo cuidadosamente, antes de irse le dio un beso en la frente. Volvió a su recamara, se coloco su pijama y luego se recostó para descansar después de un día agitado y a esperar del que seguía.
-Llegas tarde- escucho la voz de su pareja reclamándole- Prometiste llegar la noche antes del diez de Junio, no la noche del diez de junio.
-Lo siento- se excuso molesto consigo mismo- No pude conseguir un vuelo antes, hice lo posible para llegar antes del diez y lo sabes, jamás me perdería un cumpleaños de Kunihiko.
-Lo se, pero cada año llegas mas tarde, el año próximo directamente no llegaras por compromisos y te iras antes del cumpleaños de Kunihiro, para intentar compensar les enviaras los regalos por correo.
-No, nada de eso- dijo mirando al castaño sorprendido por aquella afirmación- Siempre estaré para ellos en esos días especiales, estuve para el primer día de clases de los dos y para sus graduaciones también, no planeo perderme un solo cumpleaños de ellos ¿Qué te hace pensar que no voy a liberarme de mis compromisos para sus cumpleaños o fechas importantes? ¿Tan mal padre crees que soy?
-No, pero Kunimitsu- Exclamo molesto- Yo tenia la edad de ellos cuando mi padre dejo de volver a casa para nuestros cumpleaños, solo lo veía una vez cada tres o cuatro meses cuanto mucho, no quiero que pasen por lo mismo.
-Ellos me ven por varios meses antes que me valla, me ven por televisión y los llamo diariamente, con Kunihiro llego a hablar mas de dos horas de ser posible- Se excuso y luego recordó cierta charla telefónica- Por cierto ¿Cómo imaginas la sonrisa de Kunihiko cuando me vea al despertar? Le dije por teléfono que era posible que no llegara hasta la tarde de su cumpleaños, se desanimo un poco pero quiero sorprenderlo por la mañana cuando me vea.
-Eres un desalmado- dijo lanzándole la almohada- ¿Cómo se te ocurre decirle a un niño de diez años que no llegaras para su cumpleaños?
-Quería sorprenderlo y fue lo único que se me ocurrió en el momento, sabes mejor que nadie que gusto de ser espontaneo- respondió dejando la almohada a un lado.
-Buenas noches Tezuka Kunimitsu- Exclamo el de ojos azules recostándose en la cama molesto.
-Syusuke ¿No me digas que te enoja esa pequeña mentira?
-Una pequeña mentira que ha tenido a tu hijo todo el día triste.
-Quiero verle la carita de alegría cuando me vea, no me culpes por su grito de goce cuando se despierte de mañana- recalco recostándose, dejo en la mesita de luz sus lentes y apago la luz- Buenas noches amor.
-Buenas noches- dijo con una voz casi apagada.
-Prometo que no lo volveré a hacer- exclamo abrazándolo- solo quería sorprenderlo para su cumpleaños, a un mas de lo que hago siempre, perdóname si actué mal Suke.
-Lo se, no era tu intención lastimarlo, guárdate eso para el día de los inocentes, buenas noches Mitsu, que descanses- dijo dándose vuelta para abrazarlo.
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El despertador de la habitación sonó como siempre a la hora exacta en la que el sol salía, Kunihiro se sentía orgullos de aquello ya que el era quien diariamente ponía su reloj a la hora exacta para despertarse con el primer rayo de sol y tenia una alarma para acostarse solo cuando la luz de luna no llegara hasta su punto mas alto, de esa manera durante la noche siempre antes de dormir su cuarto se tomaba de un blanco fuerte producto de la luz de la luna que entraba por la ventana, salvo las veces que había luna nueva o el cielo se nublaba.
Kunihiro Soske Tezuka era el hijo mayor de Tezuka Kunimitsu y Fuji Syusuke, sus cabellos entrefinos eran rubios y sus ojos azules, los cuales resaltaban gracias a los lentes pequeños que usaba desde los tres años. Cursaba segundo año de secundaria en la escuela que vio crecer a sus padres, Seishun Gakuen, sus capacidades en tenis siempre fueron compradas con las de sus padres pero el no permitió que nadie lo llamara el hijo en ningún momento, demostró desde que entro que era mas que el heredero, que era Kunihiro y desde entonces fue conocido como el nuevo Tensai de Seigaku y al año siguiente esperaba poder ser llamado el Buchou Tensai. Todo mundo lo conocía como un chico muy recto, un estudiante modelo que gustaba de sacar notas excelentes para mostrarlas continuamente a sus padres, por algo se encontraba en los diez primeros en la lista de honor de la escuela.
Miro el reloj, siente de la mañana, era la hora perfecta para poder usar el baño, tendió su cama y sin mas se dirigió a el, ya que al ser solo uno era muy común que todos los miembros del hogar pelearan por usarlo al mismo tiempo, así que se levantaba mucho antes que sus padres y hermano menor para poder usarlo, aunque según su padre de lentes su rutina diaria estaba muy mal hecha por la simple razón que se tenia que bañar mas de tres veces al día los fines de semana. Fue al baño y se baño como de costumbre, antes de regresar a su cuarto noto la puerta de al habitación frente a la suya entreabierta y aun con la salida de baño puesta y las gotas de agua mojando el suelo, entro sin mas para ver a sus padres durmiendo abrazados, por lo que sonrió ante aquello, cerro la puerta y regreso a su cuarto para cambiarse y ponerse unos jean con una camisa azul, saco una caja envuelta perfectamente en papel brillante de debajo de su cama, corrió a la habitación de su hermano, intento despertarlo con movimientos leves en su brazo, pero no hubo efecto por lo que tomo una acción mas drástica y le saco las cobijas de un solo tirón, dejando a su hermano destapado, el cual lo miro molesto.
-Buenos días hermanito, Feliz cumpleaños ¿Cómo has amanecido?- pregunto sonriéndole.
Kunihiko era el más chico, hasta la fecha, de los hermanos Tezuka, sus cabellos eran castaños y sus ojos eran de color almendras. El aun estaba en su ultimo año de primaria pero asistía diariamente a un club de tenis infantil, donde era uno de los mejores jugadores, era conocido como el joven Tensai y esperaba para el año, cuando entrara en la secundaria, no ser llamado el hermano de Kunihiro, aunque estaba decidido a sacarle el trono en el que habían puesto a su hermano mayor. Era reconocido como uno de los chicos más calmos y muy apegado a su familia, rara vez dejaba ver su enojo o enfado u aquella característica heredada de parte de la familia de su “madre” lo sádico. No era un alumno brillante pero tampoco mediocre siendo capaz de sacar notas altas con tan solo leer un día antes lo que tenia que estudiar de un día para otro, sus profesores decían que Tensai era el apodo brillante para el pero con mas esfuerzo podría lograr mas.
-¿Hermano?- le pregunto Kunihiro sacándolo se su letargo, pero lo única respuesta que obtuvo fue una almohada en la cara que Kunihiko le lanzo de un segundo a otro, lo que hizo que se callera de espaldas al suelo.
-Estamos a manos- exclamo sin más.
-Solo quería decirte feliz cumpleaños- dijo sin entender porque su hermano se encontraba molesto.
-¿Por qué seria un día feliz?
-No todos los días se cumplen años.
-No me molestes- bufo molesto tomando sus sabanas y recostándose en la cama nuevamente.
-¿Qué pasa? ¿Por qué pelean?- interrumpió su “Madre” desde la puerta con su pijama aun puesto y el cabello alborotado.
-El me despertó- reclamo molesto el pequeño castaño mirando con tristeza mientras señalaba a su hermano mayor.
-¿Qué pasa?- dijo apareciendo el de lentes detrás de Fuji- ¿Por qué están gritando? Los hermanos no deben de gritarse.
-PAPA- grito el castaño menor y corrió a abrazarlo mientras lloraba- Pensé que no llegarías a mi cumpleaños, dijiste que no llegarías hasta la tarde.
-Hice hasta lo imposible para llegar antes de que despertaras y veme aquí- dijo abrazándolo el de lentes- Nunca dudes que yo este aquí para despertarte el diez de junio por la mañana, aunque esta vez tu hermano se me adelanto.
-¿Cuándo llegaste?
-Anoche- le respondió mientras se ponía a su altura- Estabas profundamente dormido cuando llegue y no quise despertarte, ahora respóndeme hijo ¿Por qué estas así? Es tu cumpleaños, deberías de estar feliz.
-Lo se, lo siento- dijo abrazándolo- Te quiero.
-Yo también- le correspondió el abrazo y luego se levanto- Prométeme que no volverás a gritar con tu hermano mayor Kunihiko.
-Lo prometo- dijo sonriendo- No volverle a gritar.
-Kunihiro, soy yo quien debe despertar a tu hermano en su cumpleaños, no es justo que lo haga en el tuyo y no en el de el, ahora para que estén a mano Kunihiko para el cumpleaños de tu hermano tu lo despertaras
-Lo are- dijo sonriendo con sadismo.
-Pero no con brusquedad- le recalco el de lentes revolviéndole los cabellos- ¿Lo prometes?
-Lo prometo- dijo sin más mientras sonreía alegremente- Gracias por llegar a mi cumpleaños.
-No me des las gracias por algo evidente, pasara lo que pasara vendría, nunca me he perdido tus aventurados cumpleaños, ahora vamos a desayunar primero que nada-
-Antes que nada Feliz cumpleaños hermanito-dijo el mayor de los hermanos levantándose con letargo y luego se acerco a su hermano con la pequeña caja envuelta en sus manos.
Kunihiko le sonrió y luego miro la caja con curiosidad, la sacudió para escuchar lo que tenía adentro y al no oír nada la abrió, encontrando un despertador de cristal con la foto de su familia dentro y los números dibujados con un marcador dorado
-Eres un tacaño- le dijo con enfado.
-Lo se- dijo saliendo corriendo.
-He, me las pagaras- dijo intentando salir para agarrarlo pero sus padres lo detuvieron.
-Primero tienen que desayunar después pueden jugar.
-Syusuke tiene razón- dijo Tezuka tomándole la mano- vamos a desayunar y me cuentas como te ha ido en la escuela.
-SI- grito sonriéndole- Tengo mucho que contarte…por cierto ¿vas a estar la semana que viene?
-Si ¿Por qué?
-Por nada- dijo recordando el llamado de atención de la escuela y lo miro con picardía- solo que quiero que conozcas a mi maestra de arte-
-¿A tu maestra de arte?- pregunto sin entender- Syusuke ¿paso algo en mi ausencia?
-A mi no me dijo nada- aclaro el castaño- a desayunar familia.
Quince minutos después se encontraba toda la familia sentada en la mesa del comedor tomando el desayuno, en medio de la mesa había una caja que contenía, o al menos tenia hasta hacia cinco minutos, pastelillos diversos que vendían en una pastelería no muy lejana del barrio y eran la adoración de Kunihiko. Kunihiko, al ser el cumpleañero, había decidido que desayunarían cada uno y no dudo en pedir Te para su padre, un café suave para su madre y para su tacaño hermano una taza de leche, mientras el tomaría su súper chocolate especial, con cacao amargo, crema y vainilla, especialidad de Fuji Syusuke. Durante un breve momento hubo gran silencio en la sala mientras los cuatro desayunaban animadamente, como de costumbre la televisión estaba encendido dejando ver un partido de tenis repetido de un torneo recientemente finalizado, ganado por Kunimitsu días atrás.
-Padre- dijo Kunihiro desviando su mirada del televisor para mirar con seriedad a su padre, dio un largo suspiro ya que se sentía nervioso y continuo- Se que quizás no te interese, porque es algo de tenis de secundaria, mi club de tenis ha ganado el torneo de prefectura.
-Me parece muy bien, claro que me interesa hijo, mientras fui miembro del club de tenis participe de esos torneos ¿Quiénes son los equipos que avanzaron al torneo de Kantou? Solo por curiosidad- dijo mientras dejaba de mirar la televisión para pasar la mirada en su hijo mayor.
-Hyotei, Fudomine, Yamabuki y Seant Rudolph.
-No hablen de tenis, es mi cumpleaños- dijo Kunihiko molesto.
-Perdona hijo, quiero enterarme de las cosas que han pasado en mi larga ausencia y una de ellas es sobre el tenis de secundaria.
-¿No te interesa el tenis de primaria?- pregunto desilusionado.
-Claro que me interesa hijo, pero en primaria los clubes deportivos son fuera de la escuela y por tanto los torneos son solo para quienes se inscriben en ellos individualmente, no forman equipos, en cambio en secundaria cada escuela tiene su historia en los deporte y conforman cada año equipos con los mejores, por algo esta el estricto proceso de selección- explico mientras regresaba la mirada a la televisión.
-¿Estricto proceso de selección? ¿Hablas de los absurdos torneos por el Ranking escolar donde solo participaban los de noveno y octavo año o ocasionalmente un alumno de séptimo? No quiero desacreditarte frente a los niños, pero al menos yo como miembro no los sentí estrictos, esas farsas que parecían los torneos que veíamos por televisión no eran un proceso estricto de selección, estricto hubiese sido si por ejemplo se buscaba lo mejor de los mejor en los tres años, por algo la mayoría era siempre de tercer año y solo, muy pocas ocasiones, había una minoría de octavo y séptimo año.
-Se encuentra a su dispersión el libro de quejas para que deposite dudas, sugerencias y quejas que ayuden a este establecimiento a funcionar, muchas gracias- dijo con picardía Tezuka.
-En otras palabras le acabo de hablar al aire, cada día comienzo a detestar las bromas de tu padre, te estas volviendo menos serio Kunimitsu- bufo molesto el castaño- Kunihiko ¿No tienes algo que contarle a tu padre?
-Si, el tenis apesta- dijo molesto el pequeño del cumpleaños.
Los tres miraron al menor que se cruzo de brazos repentinamente ante aquello, ninguno podía creer lo que acababan de escuchar ya que para todos los miembros dela familia el tenis era importante, pero nunca pensaron escuchar aquellas palabras. Tezuka miro a Fuji y se sintió culpable de aquellas palabras, el había impuesto aquella rutina de ver tenis, sus hijos jugaban tenis por gusto pero sentía que el los había incentivado a hacerlo, su hijo mayor era claramente su copia de niño, apago el televisor y miro a Kunihiko, el cual aun estaba molesto. Fuji miro con tristeza, nunca pensó que uno de sus hijos llegase a sentir tanto rencor por un deporte que significaba mucho para el, después de todo el tenis lo unió a Tezuka y el tenis lo hizo conocer a sus amigos mas queridos a la fecha.
-Kunihiko- hablo finalmente el de lentes- perdona, es tu cumpleaños y no te estoy prestando la suficiente intención, de ahora en mas soy todo oídos para ti.
-Nee- dijo sonriendo con picardía y de su bolsillo saco una papeleta de publicidad- quiero ir a este lugar.
Tezuka lo tomo inseguro y leyó la propaganda- ¿Adrenalandia? Pero hijo este lugar es…
-Grandioso, esta la montaña rusa, el paseo del horror, la catapulta, el revolvedor, son muchos juegos y mucha acción, anda di que su padre y prometo no pedirte nada mas el resto del año- aclaro mientras cruzaba sus dedos detrás de su espalda.
-Teatro y trampa, me lo venia venir- dijo Kunihiro terminado su desayuno.
-Garantizado la excitación total o le devolvemos su dinero- dijo Fuji leyendo el final- me parece bien.
-Iremos mañana entonces, tenemos la fiesta de hoy preparada, no puedes dejar de lado a tus amigos hoy- dijo finalmente Tezuka.
-Si, la fiesta preparada- dijo Fuji dudoso.
-Eres grandioso Kuni-chan- exclamo sonriente el menor, a toda prisa se levanto de la silla y fue a abrazarlo.
-Syusuke, te dije millones de veces que no me llames Kuni-chan, mira los resultados de tu imprudencia, ahora mi pequeño hijo me llama así- le reclamo el de lentes al castaño el cual sonreía con cierta duda, lo que lo hizo preocuparse-Termina tu desayuno pequeño genio y de inmediato quiero que te alistes, que sea tu cumpleaños no significa que debes de estar todo el día de pijama.
-Si- dijo sonriente y luego corrió de regreso a la silla, termino su desayuno y fue a su cuarto.
-Me retino- exclamo Kunihiro después de terminar su desayuno y se encerró en su habitación, ya que noto cierta tensión en sus padres.
-¿Pasa algo con la fiesta?- pregunto Tezuka al verse solo con su pareja.
-En parte…recuerdas que me dijiste sobre que hiciera la reservación del salón con un mes de anticipación- respondió dudoso- Llame a cuanto salón de fiesta que encontré y todos y cada uno de ellos me podían reservar el local ni mas ni menos que para agosto.
-¿Cuándo llamaste?
-Hace un mes, no soy tan descuidado.
-Bien, que sea entonces una fiesta en casa, avisa a los invitados que no será en un salón- intento resolver el problema el de lentes pero la sonrisa de Fuji le dijo que había otro con los invitados- ¿Qué pasa con los invitados? No me digas que no enviaste las invitaciones la semana pasada.
-El problema es que no se imprimieron.
-Pero las mande a hacer antes de irme al torneo- reclamo Kunimitsu- ¿Qué paso?
-Las retire pero no las mande y las invitaciones que el le dio a sus compañeros todos las rechazaron.
-Bien, ¿Qué hacemos?- dijo sentándose en el sillón mas amplio- Le prometimos esta año hacerle una fiesta diferente de la que le hacemos en familia.
-Una fiesta improvisada, podemos invitar a los vecinos, los niños son amigos de Kunihiko y Kunihiro.
-Bien, entonces me encargare de buscar el entretenimiento y el servicio de catering- dijo tomando su celular.
Fuji sin perder mas tiempo fue hasta su habitación a cambiarse el pijama por un pantalón jean y una remera azul marino, luego fue al recibidor donde se coloco sus zapatillas y sin perder tiempo fue donde los vecino, la primera casa en frente era el departamento numero dos, donde fue atendido por un pequeño niño de la edad de su hijo mayor.
-Hola Seiichirou ¿están tus padres?
-Mi padre Genichirou creo que esta practicando kendo y cuando lo hace nadie debe de molestarlo, un momento- dijo dejando la puerta abierta- El padre de Kunihiro esta en la puerta.
-Un segundo- escucho la suave y débil voz de su vecino y luego este apareció vestido con un conjunto pijama de color verde claro- Disculpa que me encuentres tan desalineado ¿Se te ofrece algo Syusuke?
-Hola Seiichi ¿Cómo estas?
-Muy bien, pero ¿a que debo tu inesperada visita en el día del cumpleaños de tu hijo menor?
-pues veras, pasaron cosas inesperadas que pude solventar a tiempo pero no lo hice y…
-Si entendí lo que dijiste- dijo Yukimura haciendo cuentas- La fiesta de cumpleaños que ibas a preparar para tu hijo se ha desintegrado y esperas poder armar una fiesta repentinamente.
- Será en casa y quería saber si tus hijos podrán asistir, Tezuka se encarga de contratar el servicio de…-se interrumpió súbitamente al escuchar un maldición muy audible que venia de su casa- Ahora si las cosas se pusieron peor.
-por supuesto que Geniichi y Seichirou asistirán- dijo sin más- pero creo que ahora hay que solventar el problema de la fiesta y creo tener la forma de ayudarte.
-¿Contactos?- pregunto alzando una ceja.
-Desde hace años, ¿aun eres amigo de Taka-san?
-Por supuesto pero no se podría pedirle el restaurante de Sushi.
-Tú pídele el local y yo me encargare de la comida, el pastel, las luces y el entretenimiento- dijo el peliazul mirando su celular mientras Fuji agarro el suyo para llamar a Kawamura.
-Suena divertido, ¿Dónde firmo?- dijo el de la mano vendad saliendo de su apartamento con calma- no pude evitar no oír su conversación, ustedes dos son tan…
-Nunca cambias Shiraishi- dijo Yukimura mirando su celular- Pastel confirmado, decoración confirmado, invitados confirmando.
-Eres un ángel Seiichi- Suspiro Fuji aliviado y luego presto atención a su celular.- Hola Taka-san.
-Un ángel de apariencia, demonio interno- acoto Shiraishi- ¿En que soy útil?
-No estorbando.
-Que malo eres, no has cambiado desde secundaria.
-Lo mismo digo.
-Muchas gracias Taka-san, eres de gran ayuda, muy bien, bien, entiendo, de nuevo mil gracias- dijo colgando- El local lo apartara para la fiesta, dijo que no había problema, dijo que el se encargara de Sushi.
-Yo tengo quien lleve Ramen y el pastel- dijo Seiichi mirando su reloj- pero la fiesta tendrá que ser mas tarde, hay que preparar todo hasta eso, el pastel estará a eso de las cuatro de la tarde.
-Kunihiko quería ir a un parque de diversiones- acoto Fuji.
-Alisten a sus hijos señores, hasta que este la fiesta los niños se divertirán en el parque de diversiones- exclamo con jubilo Shiraishi.
-Adrenalandia.
-Creo que seria mejor llevar a todos los niños- acoto Yukimura- será como una fiesta sorpresa y alguno podría sospechar y avisarle a Kunihiko.
-Yo me encargo de la banda de Shiten, Yukimura de Rikkai y Fuji de los Seigaku.
-Bien, esta fiesta será como ha de lugar la mejor fiesta que Kunihiko ha tenido en sus…- exclamo Yukimura mirando a Fuji.
-Cumple once- respondió sin más el castaño.
Continuara-