Un guardia sigue a un asustado joven que acaba de intentar escapar de aquel lugar, su condición no era la mejor, pero tenía esperanzas de
lograr un milagro, la transpiración caía en frías gotas de sudor bañadas de miedo, no sabía hacia donde iba, solo corría por su vida, sabía lo
que pasaría si lo atrapaban.
Las alarmas de aquellas instalaciones sonaban por todos lados, su sonido era insoportable, era un réquiem de muerte que despertó a
todos los chicos.
El joven instintivamente miraba hacia atrás para ver si alguien lo seguía, no veía a nadie, pero era lógico que muchos hombres venían
tras de él, lo único a su favor era la oscuridad de la noche, que al parecer le ofrecía algo de seguridad.
Los hombres vestían pantalones y camisas blancas, usaban corbatas rojas y gorros rojos como aquellos que usan los militares de alto
rango, además de portar armas y linternas destinadas a un solo fin, encontrar y eliminar al enfermo. Este era el uniforme que se usaba en
“Santa Elena”, el centro de rehabilitación para desvíos sexuales.
El cansancio le estaba ganando a Ignacio, como él habían muchos que habían intentado escapar, pero jamás supo si alguno de ellos lo había
logrado, conocía el riesgo, pero había decidido enfrentarlo.
Se encontraba escondido tras un muro, desde allí sentía los pasos de los ángeles de la muerte, no podría hacer más, fue cuando cayó
rendido al suelo, no podía seguir luchando, se había dado por vencido.
En ese instante los hombres ya lo habían visto, se acercaban corriendo a él, entonces uno de ellos lo agarro con fuerza para impedir su
escape, mientras otro camino lentamente hasta quedar a su lado.
–Suélteme- Gritaba Ignacio, mientras usaba las pocas fuerzas que lequedaban.
Entonces el hombre saco su arma del estuche y la apunto directo al rostro de joven, mientras este miraba con pánico la escena a la que se
enfrentaba, solo le quedaba un camino.
Él cerro sus ojos y se entrego a los brazos de dios, en ese instante todo se acabo.
Es costumbre que los chicos que entran a ese lugar se vean forzados a vivir como en una prisión, pasan la mayor parte del día en sus celdas,
las cuales son personales, pero cuando llega la hora de las clases o de la comida, en grupos y con custodia, salen de allí directo a las salas
especiales para dichas actividades. Los rostros de los chicos demuestran perfectamente la tortura que reciben en dicho lugar, pero
estan concientes de que nada pueden hacer.
En una de las tantas mesas personales está sentado Lucas, un chico que por cosas del destino llego al peor lugar sobre la tierra, todo el
tiempo pasa meditando sobre los hechos que lo trajeron allí, tratando de entender el ¿Por qué? de todo.
-Fue su culpa-. Era la frase que repetía en su mente, mientras una radio transmitía un enfermizo mensaje repetitivo en el tiempo.
-Una enfermedad es una patología, un problema en el sistema biológico, es necesario aplicar una cura para poder corregir esa
enfermedad, re-direccionando así el curso natural de la vida, la corrección es la única solución pare-pare-pare- evitar-evitar-evitar-el
cas-cast-cast-
Entonces Lucas despertó de su transe, para ver como el jefe de las instalaciones sacaba el disco que rodaba en la vitrola, el cual
lógicamente estaba rallado, tenía varios repuestos, por lo que saco uno de los tantos que estaban guardados y lo puso para volver a lo de
siempre.
-La corrección es la única solución para evitar el castigo, ustedes están acá por que están enfermos y deben ser curados-.
Ya no le dio más importancia, él siguió comiendo esos extraños alimentos que parecían basura, mientras pensaba en los hechos que
lo habían traído allí.
-------Flash Back-------
El chico caminaba por los pasillos de las instalaciones, mientras dos guardias lo traían cual reo peligroso que puede matar para escapar,
tenía visita, pero no quería saber de alguien.
-Hacía dos semanas que entre a este horrible lugar, no soportaré más, solo quiero irme-. Era lo que le pasaba por su mente, con sus gestos
demostraba que ya había perdido las ganas de vivir.
Cuando llego a la sala de visitas, en una de las mesas se hallaba una mujer en estado pensativo, de unos cuarenta años, rubia, usando
falda, se notaba el nerviosismo y la vergüenza.
Sentaron al chico en el asiento frente a la mujer, mientras ambos guardias se apostaron tras él para impedir cualquier acto extraño.
El silencio impero en aquel lugar por más de un minuto, tiempo que parecía eterno para Lucas, entonces la mujer miro a los ojos del joven
y se apresto a pronunciar algunas palabras.
-Te estás alimentando bien, estas muy delgado-. Dijo la mujer.
-¿Que dices¡¡?, me quiero ir de acá-.
-Le dije a la gente que ……. que te fuiste de viaje-.
-Mamá, sácame de acá por favor-. Decía mientras le tomaba las
manos y lloraba pidiendo clemencia.
-No puedo Lucas, hace caso por favor-. Respondio la mujer con un
gesto que para cualquiera parecería indiferencia.
-Cuídate mucho- Fue lo que dijo la mujer mientras se levantaba para
irse de aquel lugar.
-Mamá, no me dejes acá, Mamá…. MAMÁAAAA!!!!!!!-. Fue lo que dijo mientras se levantaba para seguir a la mujer, pero ambos guardias lo
agarraron con fuerza y lo redujeron en un instante.
Era horroroso, el chico forcejeaba con los guardias tratando de escapar, de obtener compación de su madre, pero la mujer lo miraba con
desprecio, como si se tratare de un monstruo, pero en realidad era su hijo, su único hijo, solo que no entendía lo que sucedía. Entonces ella
solo se fue y lo dejo solo.
Aquel muchacho lloraba ante su desgracia, ante aquella vida de mierda que le tocaba soportar, se sentía solo y abandonado, no le
quedaban fuerzas para luchar.
-----Fin Flash Back-----
Fue en ese instante cuando una lágrima calló de su ojo derecho, ya había perdido toda esperanza.