El lunes había empezado como un día normal. Se había levantado encontrándose sólo en la cama, como últimamente sucedía. Había tomado una ducha, desayunado un café con unas tostadas y llegado a su empresa a través de la red flu.
Lo que había sido una sorpresa fue encontrar a sus amigos esperándolo dentro de su oficina. Y no digamos de lo que le estaban contando.
No. Ese día tenía que ser una pesadilla. Harry…él…
Su mente no podía ni siquiera terminar la frase. Había escuchado impasible como Blaise y Theo trataban de explicarle la delicada situación en la que se veía envuelto. Le estaban diciendo que Harry, su esposo desde hace tres años, le estaba siendo infiel.
-Draco, sabemos que es difícil de creer, pero nosotros no te mentiríamos- Blaise hablaba suavemente, tratando de no alterar al rubio.
-Recuerdas que el viernes te invitamos a ir con nosotros al nuevo Pub que abrió en Hogsmade? Potter tenía una misión con los aurores y tú no debías que ir a la empresa, por lo que tendrías la noche libre y no queríamos que la pasaras solo- comenzó a explicar Theo.
-Dijiste que estabas cansado y querías esperar a Potter. Que no te gustaría que llegara a casa y tú no estar ahí para recibirlo- terminó Blaise.
-Lo recuerdo. Quería divertirme con ustedes, de verdad. Pero estaba preocupado por Harry. Había estado actuando extraño desde hace algunos meses. Creí que esta era una misión peligrosa, por lo que quería estar ahí para él cuando volviera. Aún así, no llegó hasta la mañana siguiente- el rubio hablaba tranquilo, sin alterarse.
Sus amigos intercambiaron una mirada preocupada. Sabían que lo que estaban contando destrozaba a su amigo, pero no permitirían que Potter siguiera engañándolo.
-Eran cerca de las cinco de la madrugada cuando salimos del Pub. Estábamos por desaparecernos cuando Theo vio a Potter salir de la mano de un hombre. Creímos que tal vez sería un amigo cercano, pero al verlos besarse y dirigirse hacia un callejón cercano…- Blaise no terminó la frase. No era necesario.
Hubo un momento en que sólo se escuchó la pausada respiración de los tres. La mirada de Draco estaba nublada, y sus ojos se veían tristes, dolidos.
-En mi interior sabía que algo andaba mal. Harry actuaba diferente. Antes trataba de tener la menor cantidad posible de misiones para poder pasar más tiempo juntos, pero últimamente se iba de casa antes de que yo despertara y llegaba muy entrada la noche- hizo una pausa, tomando una gran bocanada de aire, como si lo que fuera a decir a continuación le resultara muy difícil- Hace algunos días, llegó temprano; con una sonrisa en el rostro y un ramo de rosas en la mano. Me besó y me entregó las flores. Pude sentir un aroma que no era el suyo venir de su ropa, de sus labios, de su cabello. No pregunté nada, sólo dejé que me llevara hacia la recamara, enterrando el dolor en lo profundo de mi corazón- Draco permanecía sentado, dejando que las lágrimas bajaran por sus mejillas, sin emitir ni un sollozo.
Blaise y Theo se acercaron rápidamente hacia su amigo y, entre los dos, lo abrazaron; buscando brindarle un consuelo que estaban seguros el rubio necesitaba.
Pero, sin siquiera llamar a la puerta de la oficina del ojigris, Harry Potter entró sonriendo.
-Zabini? Nott? Qué es lo que hacen aquí?- preguntó el moreno, desconcertado al ver a su esposo siendo abrazado por sus amigos.
Sin embargo, no hizo falta que respondieran. Al mirar los ojos de rubio, el corazón de Harry se oprimió dolorosamente.
Draco lo sabía.