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La resaca por LadyLauren11

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Notas del fanfic:

 D: para los que nome conocen se supone que soy LuxakyLuee13 pero esa cuenta esta muerta, asi que volvi con este nuevo fandom y un nuevo nombre y neuvas ideas, espero que les guste. Ninguno de los personajes, ni la historia real ni en la que me inspiré me pertenece, solo los tomé prestados para hacerlos bailar un rato!

Espero que les guste.

Notas del capitulo:

Ya todo lo que queria aclarar lo aclaré xD solo pasen y lean!

Faltaba una hora para la boda. Una Hora.

 

¿Que habían hecho mal? ¿Le había dado demasiada libertad a Clint?

 

Natasha escuchó el teléfono sonar y corrió sin si quiera dejar que la modista terminara de arreglarle el busto del vestido. Descolgó y saludó con el tono exhaltado, esperando y rogando a todos los Dioses que fuera Clint.

 

Una voz incómodamente familiar se hizo presente.

 

-Hola…Tasha…

 

-¡¿Tony?! ¿Dónde están? ¿Qué rayos pasa?

 

-Eh…bueno…no sé cómo decirte esto pero…Barton  está comprometido…

 

-¿Qué? ¡No estoy de humor para tus juegos Stark!

 

-Lo perdimos…no sabemos donde está

 

-¿QUÉ? No puede ser, pero si nos casamos en 1 hora….1 HORA

 

-Si…Eso no va a pasar…

 

…………………………………………………………………………..

 

La resaca

 

Clint y Natasha iban a casarse. ¿Raro no? Dos asesinos unidos por el amor.

 

Ya habían preparado todo y solo faltaban 1 dia para el gran paso. Sin embargo habían muchas cosas que arreglar. Desde el incidente de los vengadores, todos se habían vuelto mucho mas cercanos y eran como amigos de parranda, así que, antes de todo el glamour de la boda, había algo, una tradición irrompible que debía realizarse. Y quien mejor que Tony Stark para organizar una despedida de soltero.

 

No, no una despedida.

 

LA despedida.

 

Tony ya tenía todo planeado, irían a las vegas a volverse locos, beber hasta la inconciencia y hacer fiesta en donde fuera posible.

 

Tony tenia aparcado fuera y estaba esperando a que los caballeros faltantes se presentaran para la ocasión. Entonces vio sus siluetas saliendo de la mansión. Primero Steve, que iba atareado con un bolso deportivo, luego,  Thor , tan fresco y tranquilo ,vestido casual con una mochila a la espalda y finalmente el hombre de la boda, Clint, también ataviado con su respectiva maleta.

 

Todos subieron al auto de Tony, con sus respectivos bolsos y tan pronto como se saludaron, Tony encendió el motor, para dirigirse de una vez  a La ciudad del pecado.

 

-Entonces, señoritas, ¿están listas para la fiesta?-dijo Tony de forma juguetona, al volante del vehículo

 

-Si fiesta significa beber hasta vomitar, no creo que ese sea mi estilo, te recuerdo que debo estar presentable para mañana y…

 

-Oh, vamos –dijo entonces Thor, palmeando demasiado fuerte la espalda del espía – beberemos, lucharemos y haremos que tus ancestros se sientan orgullosos de ti, en tonces podrás casarte tranquilamente…

 

-¿Hacen despedidas de soltero en Asgard? –preguntó inocentemente Steve, dándose vuelta en el asiento delantero para poder mirar a Thor y a Clint

 

-No, pero es algo que implementaré una vez que sea rey de Asgard, seguramente –contestó el otro y sonrió radiantemente, mientras su cabello dorado ondeaba con lo rápido que iba el convertible de Tony

 

-¡Tony baja un poco la velocidad nos vas a matar! –gritó Steve, al sentir que se le tapaban los oídos por la presión del aire

 

-Ah, calma capi, conmigo al volante está todo controlado

 

Dicho esto, como si de una ley divina se tratara, Tony desvió el auto un momento hacia la izquierda, lo que provocó que una gandola que transportaba gas les llamara la atención con el pitido ensordecedor de su bocina. Thor se levantó en el asiento trasero del auto y sacó su martillo, amenazando al camión.

 

-Bestia de metal, como te atreves a atacar al hijo de Od…

 

Entonces el fabuloso hijo de Odín calló sobre Clint, pues Tony movió el carro de vuelta en la dirección indicada de una manera muy brusca.

 

-Ah, mi cara –se quejó el Dios, que se había pegado con el respaldo del asiento de Tony en su caída

 

Clint no decía nada, solo se mordía su labio y reprimía un llanto. El Mjölnir estaba encajado entre sus piernas.

 

-Eh…tenemos un problema…

 

-¡Cielos Thor! ¿Cuándo será el día en que no le des un golpe letal a una persona? –Busco en la guantera del auto, donde sabía que Tony siempre guardaba una termo con hielo y cerveza fría y se lo pasaba al asiento de atrás- ponte eso Barton

 

Y el resto del viaje en auto transcurrió tranquilo, siempre y cuando Barton no alejara de su pene herido el termo con hielo.

 

………………………………………………………………………………………..

 

Llegaron al límite de las vegas para cuando el sol se ocultaba y ya estaban en el Hotel César a la hora que el cielo estaba oscuro y todas las almas fiesteras salían de sus escondites.

 

El regalo de Tony para Clint era ese: Hospedarse en un hotel de lujo, todo por su cuenta.

 

Había reservado un Chalet y cuando abrieron la puerta, se desató el infierno. El primero de muchos infiernos.

 

-Que impresionantes aposentos conseguiste para nosotros, hombre de hierro –dijo Thor, extasiado con la vista, una gran pared de vidrio daba hacia la ciudad entera, como si todos esos casinos y bares estuvieran ahí, a solo atravesar la transparencia del balcón.

 

-Tony promete, Tony da. ¿Soy o no soy de lo mejor, eh Steve? –comentó Tony, dándole una palmada en el trasero al soldado cuando este pasó por su lado

 

Steve soltó inmediatamente su bolso.

 

-No te pases –dijo algo exasperado para luego cambiar de expresión: miraba todo el lugar con ojos de niño emocionado.

 

Clint dejó su bolso en un mueble y luego lo abrió, para comenzar a sacar ropa: Un traje que le iría bien por el resto de la velada, comenzó a hablar:

 

-Estén listos en 30 minutos…pónganse cómodos en sus habitaciones para que podamos salir…

 

-Ya escucharon al hombre, ¡muévanse! –Dijo Tony, chocando las palmas para sacar a los rubios de su ensoñación

 

…………………………………………………………………………….

 

Estando todos listos, salieron al pasillo de su piso y entonces Tony llamó el ascensor. Mientras el aparato subía todos se miraban.

 

Clint iba vestido con un traje negro, bastante elegante, el negro siempre le había sentado bien.

 

Tony, por otro lado, iba con un saco beige y una corbata roja tinto, pantalones a juego y zapatos de salir.

 

Steve había optado por un traje negro con una pajarilla en vez de corbata, al estilo de la vieja escuela y Thor…bueno, en el caso de Thor, había sido todo un desenlace vestirlo así. Luego de luchar contra su corbata, decidieron que los músculos de su cuello iban a destruir a la pobre en algún punto de la noche, así que solo optaron por un saco negro, pantalones de igual color y la camisa rojo tinto, un poco más claro que la corbata de Tony y el cabello dorado recogido en una sola cola baja.

 

Tony miró a la cintura de Thor y notó que se le hacía un extraño bulto a través del saco.

 

-Que rayos… ¿Qué llevas ahí?

 

-Oh…mi martillo –contestó como si se tratara de una cartera

 

-No puedes llevar el martillo, amigo…-comentó Steve, frunciendo el ceño- es como…no esta bien…sabes, con el estilo

 

-Pero es mi martillo, de ninguna forma lo dejaré, ¿Qué tal si lo necesito?

 

-¿No puedes llamarlo o algo así? Además, dudo que lo necesites…no es que vallamos a pelear con un ejército o algo así, solo vamos de fiesta…-Clint estaba dispuesto a decir más, pero el ascensor se abrió y ya era hora de entrar.

 

Hicieron una ligera pausa, pero como Thor decidió no ceder en la cuestión del martillo, lo dejaron así y entraron al elevador. En ese momento, Tony pisó el botón de la terraza y todos se miraron con cara de confusión.

 

-¿Por qué vamos arriba?

 

-Shhh, Steve, Yo sé lo que hago…

 

Una vez que llegaron a la terraza, Tony los guió por unas escaleras, hacia la cúspide del edificio y cuando estuvieron todos juntos, ahí estaba: Una sencilla mesa de noche, pequeña, con cuatro vasitos y una botella de Whiskey.

 

Tony se abrió paso hacia la mesa y lo siguieron los otros vengadores, cada uno tomando un vaso y sirviéndose.

 

-Quisiera hacer un Brindis…-comenzó Tony, en un tono solemne- por la felicidad de Clint…aunque no estoy muy seguro de si eso va a suceder ya que todos conocemos a Natasha…

 

-¡Tony!-dijeron los tres al unísono

 

-Ok, ok…y- dijo, alzando su vasito particular- por una noche que ninguno de nosotros olvidará jamás…

 

-¡Salud!-dijo sonriente Steve

 

-Salud…-Clint, se veía un poco más animado sobre todo eso

 

-¡Hagamos a sus ancestros orgullosos, Midgardianos! –dijo el rubio restante y chocó su vaso con el de todos, a la vez que los demás repetían esta acción y finalmente bebían todo el contenido.

 

Y entonces todo se desvaneció.

 

…………………………………………………………………………………………….

 

Steve abrió los ojos con pesadez. El mundo estaba de lado, pero en realidad era él que estaba acostado en el suelo, la cara pegada del frio piso y con un dolor palpitante dentro de la boca.

 

Miró a la única dirección posible: al frente, y notó que habían botellas en el suelo, charcos de todo tipo de licores, vidrio roto y serpentinas, también un par de pantalones, una botella de enjuague bucal, plumas de colores y una gallina, que le miraba como si él mismo fuera una especie de gusano moribundo. Steve levantó la cara del suelo y sintió como si fuera una cabeza flotante sin cuerpo, las sienes tocaban una desagradable canción, tambores en su cabeza, a cada paso que daba por el chalet. Ahí estaba Tony, tirado en el suelo, desnudo, solo cubierto a medias por una manta, con el trasero a la vista de todos.

 

Steve miró, hasta que una presencia perturbó su encaro. Giró la cabeza a un lado y vio a Thor, con la camisa mal abotonada, enseñando su fuerte pecho casi totalmente, pero falto de pantalones…o ropa interior.

 

Y aquello era como se lo había imaginado: Rubio y salvaje. Se sintió disminuido y cambio el objetivo de su encaro, ya no miraba fijamente el trasero de Tony sino el pene de Thor. Algo en su cabeza era incapaz de hacer que ese cuerpo se comportara de una forma debida, sobretodo porque mirar fijamente era de mala educación.

 

Thor se dirigió directamente al baño, sin prestar atención a la mirada de taladro de Steve o al desnudo hombre de hierro en el piso. Simplemente entró y cerró la puerta tras de sí.

 

Steve pudo mirar el resto del Chalet con tranquilidad, sin la distractora imagen del otro rubio.

 

Habían muñecas inflables por todos lados, bolas de papel mojado pegadas del techo, el televisor de la sala estaba a punto de caerse, sin señal, aun encendido, el mini bar era una porquería, la mesa tenía toda clase de artefactos y la fina pared de vidrio que daba hacia el balcón estaba rota y hecha pedazos, esparcida por la parte exterior y lo que quedaba estaba agrietado e irrecuperable.

 

Entonces escuchó una voz enfrascada, que venía del baño.

 

-¡Tonta criatura, como osas desafiar al gran Thor!

 

Acto seguido, la puerta del baño calló y ahí estaba Thor, casi totalmente desnudo luchando contra un tigre, que rugía y lanzaba zarpazos a diestra y siniestro. En una de esas el Tigre clavó sus garras en el trasero de Tony y este tuvo que despertarse porque sí.

 

-¡VERGA COÑO MIERDA PUTA! – gritó el millonario y él mismo pareció imitar al tigre, retorciéndose de dolor y saltando hacia adelante, lejos de la pelea.

 

-Oh cielos cielos cielos cielos…-repetía Steve, tropezando con la mesa que tenía atrás y callendo de espaldas, clavándose el martillo mal ubicado en la nuca- ¡AH!

 

-¡Criatura tonta, déjame! –forcejeó el Dios y al darle una vuelta al felino termino lanzándolo por el agujero maltrecho que era el balcón.

 

Solo se escuchó un maullido disminuido por la caída. Pero ningún impacto.

 

-¡Mierda Thor! ¡Qué coño! –gritó Tony, con los ojos vidriosos y algo rojizos y el tono de voz típico de alguien con una resaca.

 

-Esa criatura extraña me atacó, ¡así que me defendí! –gritó Thor de regreso, con la voz potente de alguien emocionado en vez de asustado o borracho.

 

-…mierda Steve…creí que no te podias drogar…te ves horrible…-comentó el hombre de hierro, mirando al capitán con cara de lástima

 

Steve se veía mal. Estaba despeinado, tenía sangre en el costado de la cara y los ojos de alguien que estaba exhausto: ciertamente no podía emborracharse, pero se sentía como si le hubieran dado una paliza.

 

-Thor, ve a buscar a Clint…-indicó Tony y se acercó a Steve, para mirarlo mejor, mientras el SemiDios iba a hacer lo que le decían- ¿Qué pasó hombre? ¿Recuerdas algo de anoche?

 

-Absolutamente nada…-comentó extrañado y sobándose la mejilla, preguntó- Tony… ¿Me falta un diente?

 

-Pero como se te…OJOJOJOJO COÑO –el moreno hizo una mueca y luego estalló de risa- ¡Si! ¡Te falta un diente!

 

Steve entró en pánico mientras el otro reía a carcajadas pero todo el ambiente fue roto por un sonido diferente. El llanto de un bebé. Cuando ambos miraron al sitio del que provenía el sonido, ahí estaba Thor, alto, fuerte, desnudo y con un bebé entre sus brazos.

 

-…Thor… ¿Qué?

 

-No encuentro a Clint…no está, en ningún lado…

 

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado xD ya abrá mas locuras.

 

Hasta otra!


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