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¿Qué es lo que más anhelas? por MPrincess

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Notas del fanfic:

Yu-Gi-Oh! es la sublime serie que le pertenece a su autor Kazuki Takahashi...

Notas del capitulo:

Saludos!!!

La musa de éste fanfic es la amistad que existe entre mi Imouto-chan y yo...

Éste es mi regalo de cumpleaños para Ushio15... CLARITA espero que te guste y va dedicada especialmente para ti...

CAPÍTULO 1: OTRO DÍA SIN TI... UNA FIESTA SORPRESA.

 

Habían pasado once meses desde que el faraón había ingresado al mundo de los muertos, después de cinco mil años de encierro en el rompecabezas de su compañero Yugi Motou. Aquel duelo final fue el más increíble y desafiante que ambos habían experimentado, eran un excelente equipo; derrotaron a todo enemigo que amenazaba con la destrucción del mundo y con dominar el mundo de las sombras, pero ahora ya no había qué temer, el mundo había sido salvado por el grupo dinámico de amigos y lo único que faltaba por hacer era liberar al faraón Atem. Cuando éste perdió el duelo, lo cual era necesario para retornar a su descanso, dándole la victoria a Yugi el verdadero rey de los juegos, cómo todos le llamaban. Sus eternos amigos habían decidido seguir con su vida, pero sin olvidar aquellas maravillosas aventuras y momentos que vivieron con Yami, como lo solía llamar el tricolor de ojos amatistas.

 

- “Yami… Jamás te olvidaré…” - es lo que pensaba el ojiamatista cuando vio al faraón entrar al portal para nunca volverlo a ver.

 

Durante esos meses Yugi siempre soñaba con su otro yo, despertaba con su corazón palpitando a mil por hora y a pesar de saber que no estaba ya con él, no lo aceptaba. Era una de las noches en las que el faraón aparecía en sus sueños, despertó agitado con tan sólo imaginar sus profundos y seguros ojos postrados en los de él, sacudió un par de veces la cabeza, se levantó de la cama y se dirigió a su ventana observando el hermoso esplendor que le ofrecía la luna.

 

 – Ésta vez el cielo muestra una hermosa y esplendorosa luna llena… Y de nuevo te volví a soñar… No pasa una sola noche en la que no aparezcas en mis sueños… ¿Por qué pienso siempre en ti Yami? Eras mi mejor amigo y mi rival más grande pero… ¿solamente eso? Simplemente no puedo sacarte de mi mente y de mis pensamientos… ¿por qué? Si sé que ahora ya eres libre y estas descansando al fin… debería estar tranquilo por eso… y aún así no asimilo que ya no estás a mi lado… Acaso… - sus ojos comenzaron a derramar lágrimas silenciosas mientras seguía admirando la brillante luna – ¿podré seguir sin ti? - Yugi se mantuvo despierto esa noche sin dejar de pensar qué es lo que lo tenía tan confundido.

 

El amanecer anunciaba su llegada en la ciudad Dominó y se aproximaba la hora de entrar a clases. Tenía que despabilarse y arreglarse para asistir a la escuela, ya que había quedado de verse con Joey en la entrada de la escuela para ayudarlo con unos asuntos de la tarea.

 

- No puedo llegar tarde… - suspiró y se estiró un poco – Otra noche sin dormir… Otro día sin ti…

 

Se levantó de la cama y se dispuso a irse a bañar. Su abuelo lo esperaba con su desayuno listo, bajó por las escaleras y le dedicó una sonrisa triste a Shimon, el cual se encontraba preocupado por su desanimado nieto, él sabía que desde la partida del faraón, Yugi tenía que adaptarse a vivir sin Yami, inclusive había tratado de hablar varias veces con el tricolor para tranquilizarlo y dedicarle todo su apoyo, pero éste siempre le dedicaba un “gracias por preocuparte pero estoy bien” y eso no lo creía ya que conocía bastante a su nieto, pero tenía que darle tiempo.

 

- Buenos días abuelito…

 

- Buen día Yugi… Te preparé ya tu almuerzo… y por favor, ésta vez no se lo regales a Joey o a Tristán, sé que comen el doble o hasta el triple que tú, pero en verdad necesito que comas bien, me preocupo por ti…

 

Yugi suspiro y asintió con la cabeza mirándolo a los ojos, dándose cuenta de que unas pequeñas ojeras se asomaban por debajo de sus ojos.

 

- ¿Otra vez no pudiste dormir?

 

- No… lo que pasa es que tenía que terminar un trabajo y me mantuvo despierto toda la noche… No te preocupes estoy bien… Ni siquiera estoy cansado… Bueno se me hace tarde… Me voy… ¡Que tengas un excelente día abuelito! – se despedía dejando a Shimon con la mirada triste hacia la puerta.

 

- Yo también deseo que tengas un excelente día… pero lo que más añoro es que seas feliz… Por favor… Cuídate Yugi… - murmuraba sólo el anciano esperando una respuesta que jamás llegó.

 

Iba caminando a paso lento, era temprano y le serviría respirar un poco de aire fresco antes de llegar a la escuela. Decidió tomar otro camino y se dirigió a un parque cercano, se sentó en una banca que estaba debajo de un enorme árbol el cual se encontraba en medio del patio, observó más detenidamente el lugar y se decepcionó el ver la apariencia de éste.

 

- ¿Pero qué le ha sucedido? Éste parque no estaba tan descuidado desde la última vez que lo visité… Es más venía con… Yami…

 

-------------------- FLASH BACK --------------------

 

Había flores en cada rincón del parque de distintas especies y tamaños, el pasto era más verde que lo acostumbrado, había niños por doquier jugando de aquí para allá, brincando y riendo, también se encontraban parejas sentadas cómodamente dando y recibiendo amor, había una que otra familia elaborando picnics, los pájaros silbaban la canción de la naturaleza. Todo allí era felicidad y vida pura. En una banca pintada de blanco debajo de un gran árbol, se encontraba un chico de cabello tricolor y hermosos ojos amatistas, vestía su uniforme escolar y de su cuello colgaba de una cadena, una pirámide dorada invertida con el ojo de Horus en el centro. Iba de visita con sus amigos, sólo que ahora estaba solo. Sus ojos estaban fijando al limpio cielo azul, suspiró y miró hacia su derecha, se comenzaba a percibir un joven parecido a él, pero más alto y de mirada atractiva y más segura.

 

- Yami… ¿No te parece increíble éste lugar?

 

- Sí que lo es… aunque preferiría que estuviéramos… bueno… solos…

 

- ¿Solos? Pe… pero ¿Por qué? – preguntaba mientras un muy leve sonrojo aparecían en las mejillas del tricolor menor provocando que el mayor soltara una carcajada. - ¿eh?

 

- Por nada… Yugi… quería agradecerte por ayudarme… eres un niño muy valiente y más fuerte de lo que tú piensas…

 

- ¿Eso crees Yami?

 

- No sólo lo creo… Lo sé…

 

- No tienes nada que agradecerme… Somos un equipo y sabes que siempre puedes contar conmigo, además el que debería de agradecerte soy yo, tú eres el que me ha ayudado, no sólo por convertirme en lo que soy ahora… porque te informo que es tú eres el causante de que yo sea fuerte y seguro, si no que gracias a que fuimos unidos, se vio realizado mi deseo… ¿Sabes? Me da mucho gusto el haberte conocido, el que hayas llegado y cambiado a mi vida. Eres una persona muy especial e importante para mi Yami… y… y siempre lo serás.

 

- Yugi… - susurraba el faraón mientras trataba de encarar al pequeño que tenía a su lado, lo obligó a mirarlo a los ojos y le contestó – Gracias por esto, tú también eres sumamente especial para mi… Tal vez aún no tenga recuerdos de mi pasado, pero no necesitaría memorias para recordarte por que jamás te olvidaría aunque mi alma tenga que renacer…

 

- Yami…

 

- Escúchame… Yugi… Necesito decirte algo importante… Lo que sucede es que yo…

 

- ¡Hey viejo! Ven a jugar con nosotros… – lo llamaba un “oportuno” rubio desde lejos, provocando que Yami desapareciera de la vista de Yugi.

 

-------------------- FIN DEL FLASH BACK --------------------

 

¿Qué es lo que me habrá querido decir? Jamás lo supe y no hay momento en el que me arrepienta el no haberle preguntado. Es algo extraño… Desde que te fuiste de mi lado todo se ha vuelto más oscuro y triste a mi alrededor… o... tal vez solamente para mis ojos… Éste parque era el lugar perfecto para pasar un buen momento, pero ahora… todo está en escombros… - miró su reloj y se sorprendió al ver que habían pasado más de veinte minutos desde que había llegado allí - ¡No puede ser! Ahora sí llegaré tarde… Espero que cuando llegue aún haya tiempo “¿Cómo es que se me fue de esa manera la noción del tiempo? Parecían haber pasado menos de cinco minutos” – pensaba mientras corría lo más rápido que le permitían sus piernas.

 

Cuando por fin se acercaba, logró ver a lo lejos a su amigo ojimiel mirando desesperado lado a lado esperando encontrar a cierto pequeñín de cabello puntiagudo.

 

- Valla… Mira quien se digno a llegar tarde… Faltan tan sólo dos minutos para que la chicharra suene… No me digas que te quedaste dormido…

 

- Yo no hice eso… al contrario… Lo lamento Joey…

 

- ¡Viejo! Te perdono solamente porque te la debo…

 

- Además esto es para la segunda hora… tenemos tiempo de organizarnos mejor…

 

-Y… si no te quedaste dormido entonces… ¿Dónde andabas?-en ese momento sonó la campana para dar inicio las clases – Bueno después me contarás…  Menos charla y más acción…

 

- Jaja… Nunca cambiarás Joey…

 

Los dos entraron al aula siendo bienvenidos por Tea y por Tristán.

 

- ¡Buenos días amigos! – saludaba la castaña.

 

- Buen día… - respondieron al unísono.

 

- Al parecer nuestro profesor no llegará a la primera hora… El orientador nos vino a avisar hace un momento…

 

- Qué bien… de saberlo me quedo dormido por otro rato más…

 

- ¿Cómo amaneció el rey de los juegos?

 

- He estado mejor Tristán… - fue la simple respuesta que dio para después sentarse en su pupitre y recargar su rostro con ambas manos mirando fuera de la ventana del salón.

 

- ¡Que sopenco eres! Apenas hace unos momentos logré sacarle una sonrisa… Ahora volverá a sumergirse en sus recuerdos…

 

- Oye no me digas así…

 

- Tiene razón Tristán…

 

- Lo lamento… pero… ¿no ven las ojeras que trae? Se ve que no durmió bien… de nuevo…

 

- Lo sabemos… pero sabes que no podemos mencionarle nada del juego de monstruos, ya que le recuerdan al faraón…

 

- Ahora por tu culpa tendré que volverlo a hacerlo reír… y ya no se me ocurre nada… sé que soy todo un galán y la persona más añorada por todos, no sólo por mi físico, fui el segundo lugar en el reino de los duelistas, en ciudad batallas el… el cuarto, encare a muchos buenos duelistas pero nadie supera a Joey Wheller… - presumía el rubio provocando en sus dos amigos una gran gota en la sien y venitas rojas en la cabeza.

 

- Deja de alardear ¿quieres?

 

- Bah… saben que solamente digo la verdad…

 

- ¡JOEY!

 

- Bien bien… que humor… pero también no hay que olvidar que debemos seguir intentando animar a Yugi, es nuestro amigo y él haría lo mismo por nosotros.

 

- ¿Y cuál es el nuevo plan?- preguntaba Tristán recargándose en la pared a un lado de Joey.

 

- ¡Chicos! Se acerca su cumpleaños.

 

- Buena idea Tea… hay que hacerle una fiesta de cumpleaños…

 

-Y así lograremos que Yugi se anime… Bien… -el ojimiel llevaba su mano al mentón y puso su cara pensante – Tenemos un mes para arreglar todo…

 

- Hay que avisarle al abuelo para que ayude a que Yugi no sospeche…

 

- No creo que sospeche nada… Apenas y se da cuenta de que estamos aquí…

 

- Es verdad Tea… de hecho no ha dejado de mirar a la ventana… ¿En qué tanto pensara?

 

- La respuesta es obvia Tristán… Hasta tú mismo lo tienes que saber… y eso que tienes el cerebro de un mono…

 

- ¡Basta canino!

 

- ¿Cómo te atreviste a llamarme?

 

- Tu empezaste…

 

- Basta chicos… Lo más importante es mantenernos unidos para ayudar a Yugi…

 

- Tienes razón… después de todo él es a quien le debemos tanto…

 

- Cierto Joey… y bien… ¿qué estamos esperando para comenzar a planear todo? … ¡A lo que te cruje Chencha!

 

- Miren a quien tenemos aquí… a la porrista, al perro y al mono cilindrero…

 

- Grrrrr… Kaiba… - refunfuñaba Joey al ver frente a ellos al CEO más petulante (según Joey) de todo el mundo entero.

 

- ¿Mono cilindrero? ¡No te permito que le llames así a Joey además de llamarlo perro!

 

- Oye… ¡Espera! ¡Se refería a ti Tristán!

 

- ¿Cómo te atreves a llamarme porrista? Soy bailarina…

 

- Si si como sea…

 

- Hola amigos… ¿De nuevo los molesta Kaiba?

 

- ¡Duke!

 

- ¿Qué cuentas viejo?

 

- Nada nuevo… Mi tienda de juegos de dados va por lo alto… ¿y ustedes de qué hablaban?

 

- Bueno como ya estamos la mayoría… Les contaremos… escuchen como todos saben Yugi ha estado un poco deprimido y para animarlo hemos planeado una fiesta sorpresa para el día de su cumpleaños – relataba el rubio.

 

- Oye… es verdad… está próximo el cumpleaños de Yugi… y Duke Deblin jamás rechaza una fiesta…

 

- Eso es un sí… ¿Tú qué dices Kaiba?

 

- Me da igual lo que hagan o dejen de hacer… tengo una multimillonaria empresa que dirigir y no tengo tiempo de fiestas…

 

- Oh Vamos mi cuate… No seas aguado… Además se lo debes a Yugi…

 

- Yo no le debo nada a nadie perro…

 

- Déjalo Joey… estoy segura de que irá… Yo llamaré a Rebecca y al profesor Hopkins.

 

- Yo trataré de contactar a May Valentine…

 

- Yo le diré a mi hermana Serenity y a Mokuba…

 

- Cuando todos confirmen su invitación, entonces llevaremos a cabo la mejor fiesta en la que Yugi ha estado…

 

- ¡Wow Joey! Buen grito alentador… - se burlaba el ojiesmeralda provocando la risa en todos, claro excepto en Seto Kaiba.

 

Mientras el tricolor era ajeno a todo el alboroto de sus compañeros, pensaba y recordaba con ahincó todos los momentos que había pasado a lado de Yami.

 

- “¿Cómo olvidar cuando me ayudaste a salvar a mi abuelo de los oscuros poderes de Pegasus cuando poseía el ojo del milenio? o cuando decidimos ir a cuidad batallas para averiguar tu destino y nos enfrentamos de nueva cuenta al reino de las sombras… y ni hablar de Noah… logramos salir sanos y salvos de su mundo virtual… después de todo era un buen chico… el que los poderes del sello de Oricalcos nos separara tampoco es fácil de olvidar, a pesar de eso siempre te sentí cerca, derrotamos al Gran Leviatán, salvamos al mundo con ayuda de los legendarios dragones y lograste detener la oscuridad que había en tu corazón… y por último pero no menos importante… cuando viajamos al mundo de tus memorias, cuando batallamos contra Bakura… cuando después de tanto buscarte, traté de darte fuerzas tomándote de la mano demostrándote que nuestra unión era más poderosa que cualquier magia… valla sí que me preocupaste cuando caíste por aquél precipicio pero el verte a salvo me hizo sentirme tan feliz… cuando juntos derrotamos a Zork y retornamos al presente para tener nuestro duelo final… nuestro último duelo juntos…” – sus ojos comenzaron a ponerse vidriosos – “cuando te liberé del encierro del rompecabezas del milenio… Yami… Me enseñaste a ser fuerte, que a pesar de que la situación sea difícil y todo se vea perdido, siempre existirá la fe y la esperanza, que rendirse jamás era la opción, que el valor es el arma más fuerte para lograr superar cualquier adversidad, que la confianza en uno mismo es la mejor barrera de cualquier ataque, que la fortaleza más grande es nunca darse por vencido por superar las pruebas que impone un destino… Todo eso y más… Pero lo que jamás me enseñaste fue… Cómo estar sin ti… te extraño demasiado…”.

 

 

Notas finales:

Tuve muchos problemas con subir mi historia...

Primero no había internet, después se me borró lo que llevaba y tuve que reescribirlo, lo quería subir el día 30 pero nadamás no se dejaba... >_<

Quería que fuera un one-shot... pero después me dí cuenta de que era demasiado largo para que fuera solamente de un capítulo... nwn

Pero finalmente logré subirlo y eso es lo importante...

Mejor es tarde que nunca...

Espero que les haya agradado y los vere en la próxima.

MUCHAS FELICIDADES IMOUTO-CHAN!!!

y gomen por tardar en recibir tu regalo... pero sin falta aquí está... n_n

Espero que les haya agradado!

Nos vemos hasta la próxima y muchas gracias por leer!!


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